Nota
Cómo informar mal
“Informar es dar una base para elegir, esto es, una creencia en la mayor eficiencia de una elección comparada con otra. De ahí que la información modifica las probabilidades objetivas de elección”, asegura el teórico Felicísimo Valbuena en este ensayo sobre la práctica periodística. Centrado exclusivamente en la ejercicio cotidiano del oficio y citando numerosos estudios realizados, Valbuena identifica culpas, algunas de las cuales se citan a continuación:
Los periodistas cuando informan sobre hechos relevantes de la vida económica que tendrá repercusiones en la vida cotidiana de sus lectores:
– Muestran un interés elitista por una audiencia específica que ya sabe mucho sobre el tema y que tiene el poder de decisión. De ahí el estilo para iniciados, que exige leer entre líneas, propio de muchos escritos periodísticos.
– Confunden palabras con hechos. Recordemos que dos ilusiones que Freud identificó fueron la omnipotencia de los propios pensamientos y la de los propios encantos. Hay periodistas que confunden informar o educar a la audiencia de los mass media con informarles sobre cómo hacer algo con las actitudes e información que ya tienen. Domina la función expresiva sobre la función apelativa, los gestos más que los resultados prácticos. Dicho de otro modo, los periodistas están más interesados en ellos mismos que en la audiencia.
-Unos periodistas recogen noticias (recolectores) ; los otros tienen el poder de decidir (procesadores) y lo que hacen, a menudo, es suprimir, dejar sin contexto las noticias y dejar así al público sin una orientación precisa.
– (Un estudio realizado sobre uno de los grandes medios ingleses estableció que ) tanto los recolectores como los procesadores sólo eran -entonces- el 11,5% del total del personal. El resto -técnicos, la dirección financiera y otras de un gran periódico- desarrollan trabajos rutinarios. Ahí podemos encontrar una pista de por qué puede desaparecer la información en los periódicos, sobre todo cuando puede perjudicar a los intereses económicos.
– Después de estudiar la cobertura que nueve organizaciones de medios daban a ocho importantes temas sobre negocios, encontraron que las informaciones sirven para obstaculizar, más que facilitar, que los ciudadanos participen en el proceso de legislar. Raramente alertaron al público sobre lo que estaba en juego cuando de una votación se trataba; nunca describieron la posición de un político local sobre el asunto; cubrían el hecho los periódicos de élite, no los locales, aunque no daban instrucción. Cubrieron los ocho asuntos superficialmente, a pesar de que todos eran de gran importancia. Tampoco es que se arrodillasen ante las compañías, difundiendo lo que las Relaciones Públicas les entregaban. Éstas podían escoger un camino más sutil: como los “lobbies” o grupos de presión operan junto a los legisladores y éstos tratan con los periodistas, aquéllos podían ser muy efectivos, pasando información interesada a los periodistas que estaban cubriendo los hechos.
– Lo que está en juego cuando hablamos de informar es el poder. No sólo el que los directivos tienen sobre los periodistas a la hora de decidir qué publicar o qué tirar al clásico cesto de los papeles. También está en juego el poder de las audiencias. Si los públicos reciben instrucción a diario, sentirán que controlan cada vez más su ambiente, el miedo no se apoderará de ellos y las Instituciones tendrán cada vez más respaldo.
A continuación, el ensayo completo:
LA PRESION DE LA VIDA COTIDIANA SOBRE EL CONCEPTO DE INFORMACIÓN PERIODISTICA
Felicísimo Valbuena
1.Introducción: ¿Riqueza terminológica o maleza terminológica?
2.¿Por qué multiplicar los entes sin necesidad?
3.Periodistas, medios de comunicación, instrucción
4.Hacia los cuatro tipos (con variaciones) de periodistas
5.¿Por qué los periodistas no instruyen en algunas ocasiones?
6.Las posibilidades de instrucción en la vida cotidiana
7.Conclusión
1. INTRODUCCIÓN: ¿RIQUEZA TERMINOLÓGICA O MALEZA TERMINOLÓGICA?
Quiero reflexionar sobre unos hechos que están conformando una manera distinta de ver la información periodística. Tendría que referirme primero a los periodistas y después a los investigadores, pero me veo obligado a comenzar por estos últimos para clarificar los conceptos entre los que voy a moverme en este trabajo. A un creciente número de autores les gusta hacerse un nombre creando términos que otros no hayan empleado antes. Que esos nuevos términos representen las mismas realidades que las de otros autores, parece importarles muy poco. Así es como tal estado de cosas ha originado uno de los grandes problemas que tenemos en las Ciencias de la Información y de la Comunicación. Me atrevo a decir que, antes de abordar cualquier asunto, deberíamos examinar el edificio conceptual por si la decoración no permite ver bien los elementos (científicos) sustentantes y sostenidos. No voy a remontarme al intento de Otto NEURATH por crear una jerga universal y una ciencia unificada en 1944 [[1]. Hace casi veinte años, Raymond C. SMITH observó lo que pasaba en nuestro campo, ofreció soluciones -aprovechando, ya entonces, los ordenadores-, pero se jubiló y ya sabemos lo que ocurre a ciertos proyectos cuando se retira la persona que los impulsa. “El primer paso para desarrollar cualquier ciencia es, en gran medida, taxonómico. Aislar, diferenciar y definir conceptos. Después de resolver los problemas taxonómicos, podemos diseñar experimentalmente, controlar la variable, manipular y predecir …” “El problema ha sido especialmente agudo en las ciencias de la comunicación donde cada investigador inventa y define su propio conjunto de variables. La dificultad de los resultados ha impedido acumular evidencia necesaria para establecer conductas según leyes. Hasta no resolver la dificultad taxonómica, es irreal esperar cambios sustanciales que supongan mejoras” [2].
Escribo todo lo anterior, porque algunos autores interesados por la información en la vida cotidiana, por saber cómo los públicos se vuelven activos, han denominado de varias maneras y sin necesidad a lo que ayuda a que las personas actúen. Casi al mismo tiempo en que SMITH se daba cuenta del caos que podría sobrevenir en nuestro campo si proliferaba la maleza teminológica, James B. LEMERT, solo o en compañía de sus colaboradores en varios estudios, acuñó el término “información movilizadora” como cualquier información que favorece la acción de las personas que la quieren o información que permite a la gente actuar desde esas actitudes que ya tienen: “Si usted mantiene actitudes en oposición a las de otra persona, y si tiene IM relevante y él o ella no, usted probablemente será políticamente más efectivo” [3].
A comienzos de los noventa, Marshel D. ROSSOW y Sharon DUNWOODY deciden dar otra vuelta de tuerca a los términos y prefieren llamar información facilitadora (enabling) a lo que LEMERT y los suyos llamaban movilizadora. ¿Por qué? Porque al informar (los periodistas sobre la radiactividad) no intentaban incitar a la acción o movilizar sino aclarar el asunto y ayudarles a actuar con esa información si estaban inclinados a hacerlo. “Facilita, más que motiva, la acción; desemboca en la acción sólo cuando hay una predisposición a actuar” [4].
Apuntan a un elemento nuevo -la motivación-, pero no razonan muy bien el cambio del adjetivo “movilizadora” por “facilitadora”.
Es más, me parece que interpretan mal a LEMERT, porque éste se cuida muy bien de distinguir entre “información movilizadora” y “mensajes movilizadores”: estos últimos “motivan”, cosa que no hace aquélla. Sin embargo, no hay por qué dejar a un lado a ROSSOW y DUNWOODY, que también cubren aspectos importantes. Finalmente, y por ahora -sólo por ahora-, Joseph D. KEEFER reconoce que su término información operaci
onal equivale a lo que los anteriores denominaban “movilizadora” y “facilitadora”. ¿Razones? No las da. Ofrece este término junto con otros dos más:
Información sobre política -sobre la sustancia de un asunto: la que define y fundamenta el asunto y la que describe la información del competidor para resolver el problema; e Información política -sobre la composición, fuerza y puntos de vista de las fuerzas competidoras e información sobre los efectos probables de la acción de un legislador sobre su carrera [5] .
¿De verdad está justificado que cada investigador haga la terminología por su cuenta? Veo que éste es un caso más de conflicto entre las presiones que las Universidades ejercen sobre los Profesores para que publiquen y se destaquen de los colegas de otros Centros y las exigencias de consolidar una Teoría de la Información. Por supuesto, pierde la Teoría y ganan los intereses particulares. Pero así son las cosas y seguirán así hasta que los Profesores actúen más como investigadores que como sujetos obligados a buscarse un prestigio que, a la vez, eleve la “imagen” del Centro para el que trabajan.
2. ¿POR QUÉ MULTIPLICAR LOS ENTES SIN NECESIDAD?
En lugar de preguntar, Guillermo de OCKAM aconsejaba no multiplicar los entes (los términos) sin necesidad, al legarnos su célebre “cuchillo”. Lo que he explicado en la Introducción pasa porque los investigadores no parten de unas bases sólidas desde las que despegar. Cuando los autores tienen que acudir a un adjetivo para concretar una información, ¿no será que no han encontrado el término adecuado? Parece que también ven clara la motivación y no necesitan adjetivarla. Entonces, ¿cuál puede ser el término que deber superar a las informaciones adjetivadas?
Unos años antes de que LEMERT y su equipo hablasen de “información movilizadora”, Rusell L. ACKOFF y Fred EMERY habían fundamentado muy bien los conceptos claves de nuestro campo:
“INFORMACIÓN: Es una comunicación que produce un cambio en cualquiera de las probabilidades de elección del receptor.
INSTRUCCIÓN: Es una comunicación que produce un cambio en las eficiencias de cualquiera de las vías de acción del receptor.
MOTIVACIÓN: Es una comunicación que produce un cambio en alguno de los valores relativos que el receptor concede a los posibles resultados de su elección” [6].
Con haber tenido LEMERT en cuenta simplemente estas líneas, se hubiera ahorrado algunos dolores de cabeza, se los hubiera evitado a los otros autores citados y habría contribuido a insertar su teoría dentro de la Teoría General.
La información movilizadora, la facilitadora y la operativa son instrucción.
Él podría haber razonado que “instrucción” era un término ya “ocupado” por la Pedagogía, como sinónimo de “enseñanza”. Pero “instrucción” tiene una significación más general. No es que dejemos a un lado la enseñanza. Más adelante hablaremos del periodista que se ve como profesor. Lo que ocurre es que la instrucción atraviesa prácticamente todos los campos de la actividad humana, sin necesidad de restringirla únicamente a la enseñanza. Aparte de que también muchos ciudadanos han “ocupado” el término “instrucción” para contraponerlo a “enseñanza”.
Así nos encontramos que, según una opinión cada vez más extendida, “en la Universidad se aprende lo que no da dinero”. Si alguien pide que le aclaren eso, le explicarán: “En la Universidad enseñan generalidades, no cómo hay que hacer las cosas. Para aprender esto último, hay que pagar Cursos especializados, Masters, etc.”. Afirmación y explicación pueden ser inexactas pero revelan una distinción subyacente: la Universidad “informa”; los cursos especializados “instruyen”. Y a partir de ahí podemos ir tirando de algunas cuestiones: ¿Qué misión tiene la Universidad?, ¿El “saber cómo” sólo para quienes lo pagan…?
Retrocederé en el tiempo, que no en la importancia. Todos los autores citados están interesados por saber qué puede hacer que los ciudadanos participen más en la vida pública. Pues bien, en 1942, en plena Guerra Mundial, nada menos que Kurt LEWIN estaba inmerso en una investigación para averiguar por qué la gente comía lo que comía. Esto era un paso para cambiar los hábitos alimenticios de los ciudadanos. En una economía de guerra, desciende la calidad de los alimentos, hay que reservar los mejores para los combatientes y hay que acostumbrar a la gente a sustituir unos alimentos por otros.
Decía LEWIN:
“…Incluso una motivación poderosa puede no bastar para cambiar la acción de una persona respecto de sus hábitos alimenticios. La motivación conduce a la acción sólo si desciende del nivel de los deseos y sentimientos al nivel de una “decisión” [7].
Este experimento fue un intento de evaluar la efectividad de la toma de decisión de un grupo, en el que un experto en nutrición coopera con el líder de un grupo de discusión. Este experto facilita el conocimiento técnico en un ambiente social que induce la decisión.
De lo que está hablando muy claramente LEWIN aquí es de lo que ACKOFF y EMERY llamarán instrucción. ¿Qué es el “conocimiento técnico” sino un “saber cómo”, que transforma los deseos y sentimientos en una decisión?. También LEMERT, cuando quiere especificar qué es la información movilizadora se refiere a CARTWRIGHT quien, al sintetizar la campaña de bonos de guerra en la Segunda Guerra Mundial, concluyó que las ventas de bonos de guerra aumentaron mucho cuando los mensajes de campaña especificaban la conducta deseada para la audiencia [8].
También se refiere a Paul LAZARSFELD y Robert K. MERTON cuando razonaban que la publicidad suele ser más efectiva que la propaganda para conseguir sus objetivos porque la publicidad “canaliza” las actitudes existentes, dirigiéndolas hacia una marca más que a otra, mientras que la propaganda tiende a marchar directamente contra las actitudes existentes.
Aunque no lo decían, subyace el hecho de que dirigir la atención a comprar las marcas implica la información movilizadora, mientras que la propaganda centrada en el tema, no [9] .
La instrucción, pues, se manifiesta de muchas maneras y campos. Los autores “clásicos” -LEWIN, LAZARSFELD, MERTON- la han observado en la alimentación, ventas y publicidad. Aunque los autores citados en la Introducción tienen el gran mérito de haber ligado instrucción y vida política, veremos al final de este artículo que podemos concebirla de una manera más ambiciosa todavía. Mientras tanto, es el momento de ocuparnos de la instrucción precisamente en nuestro campo, es decir, en la información periodística.
3. PERIODISTAS, MEDIOS DE COMUNICACIÓN, INSTRUCCIÓN.
¿En qué podemos concretar esa eficiencia de la instrucción? LEMERT ha concretado en tres los subtipos de información movilizadora que ofrece la prensa.
1. Para situar. Habitualmente proporciona información sobre el tiempo y lugar para la actividad: historias “por anticipado” sobre encuentros inminentes, peticiones de ayudas de caridad, casi todas las listas de programas de Radio y TV, casi todos los cuestionarios de periódicos y adónde enviarlos, casi todos los anuncios de registro para votar y anuncios de dónde hay que votar…
2. Para identificar: Nombres y la suficiente información movilizadora como para permitir a las personas reconocer y/o contactar con las personas, grupos o entidades a identificadas. Ejemplos: los nombres y direcciones de los individuos; nombres y números de teléfono; nombres y posiciones en organizaciones relativamente estables, fácilmente localizables (X, Profesor en tal Departamento de tal Universidad); descripciones físicas de personas no identificadas a las que busca la policía; nombres de marcas para los consumidores (sin demasiada información para situar), nombres de compañías (habitualmente con al menos una mínima información movilizadora para localizar).
3. Táctica. Ha
ce disponibles modelos explícitos e implícitos de conducta: recetas, consejos para jardinería y belleza, modus operandi efectivos y no efectivos en los crímenes, y tácticas empleadas en huelgas, movimientos políticos y actividades terroristas.
Hay informaciones movilizadoras que contienen los tres subtipos; otras sólo dos o uno [10] .
A mi entender, esta clasificación es lo que más va a perdurar de su obra. Puede parecer modesta, aunque abre puertas al futuro de la investigación.
Lo primero que salta a la vista es que los dos primeros subtipos tienen entre sí más puntos de contacto que con el tercero. Como que si aplicamos los conceptos de ACKOFF y EMERY, sólo la información táctica sería realmente instrucción. La información para situar y para identificar es simplemente información. Pienso también que dentro de los cuatro modos clásicos de la Retórica -Descripción, Narración, Exposición y Argumento- los dos primeros subtipos entrarían en la Descripción, mientras que la Exposición acogería el tercero.
ACKOFF y EMERY lo ven muy claro:
“La información y la instrucción son también conceptos relativos; una puede convertirse en la otra redefiniendo sus cursos de acción. Consideremos el curso de acción “usar un computador” donde el resultado que interesa es la solución correcta de una ecuación. El sujeto interesado puede o no ser consciente de la disponibilidad de un paquete de instrucción con, digamos, una probabilidad de éxito (eficiencia) igual a 0.5. Si un mensaje le hace saber que existe ese programa, su eficiencia en el uso del computador puede elevarse a 1.0. Entonces podemos medir la cantidad de instrucción que él ha recibido.
Por otra parte, podemos definir dos vías de acción. C1que es “el uso del computador con su propio programa” y C2 que es el “uso del computador con un programa especial”. Entonces, antes de la comunicación, su probabilidad de seleccionar la primera vía de acción puede haber sido 1.0, pero después de la comunicación la probabilidad de seleccionar la segunda vía puede cambiar de 0 a 1.0. En esta interpretación, diríamos que el mensaje informa más que instruye.
Nuevamente esta relatividad de conceptos no presenta problema alguno en tanto en cuanto podamos ajustar las dos diferentes interpretaciones del mismo estado objetivo de un sujeto para que resulten comparables. Las definiciones que hemos proporcionado aquí hacen posible claramente dicho ajuste [11].
Puesto que no intento aquí detenerme demasiado tiempo en cuestiones terminológicas sino despegar hacia la Teoría, ¿cómo podemos concebir la instrucción y sus modalidades dentro del Periodismo? Atribuyendo esos tipos de información movilizadora a los periodistas y viendo qué tipos de periodistas resultan.
LEMERT es un caso más de autores que se quedan a medio camino. Aislan algunas conductas y modalidades pero no avanzan hasta anudarlas y atribuirlas a sujetos concretos. Parece como si los periodistas de los que habla no tuviesen una entidad definida. Y vaya si la tienen. ¿Dónde dejar, si no, toda la corriente de estudiosos que han indagado en lo que los periodistas piensan de sí mismos?
Si nos fijamos en esa corriente, entonces sí que las ideas de LEMERT adquieren un sentido mucho más pleno. Los investigadores han ido adentrándose en la imagen de los periodistas y pasando de dos, tres y hasta cinco tipos diferentes.
Ithiel DE SOLA POOL e Irwin SHULMAN identificaron, en 1956, las imágenes del periodista que quería agradar y el que quería castigar o punitivo [12]. No podemos atribuir, sin más, la instrucción al periodista que quiere castigar. Estamos de acuerdo en que un periodista sabe cómo funcionan los tres poderes políticos y también los económicos, sociales… y por eso cuando ataca sabe cómo hacerlo. Pero el periodista que quiere agradar también sabe cómo facilitar la acción de su público. Puede predominar en éste más la información que la instrucción, pero no siempre. Incluso, el periodista combativo puede cometer el error -y de hecho lo comete frecuentemente- de no ofrecer instrucción. Con lo cual, la eficiencia que en sus mensajes puede encontrar la audiencia es dudosa.
Aun siendo verdaderos estos aspectos, es fácil advertir que se nos queda fuera un elemento importante, que no contamos con los conceptos adecuados para captar lo que identificaron estos dos autores. Por eso, ACKOFF y EMERY nos ofrecen la clave para interpretar los hallazgos.
“Uno de los cambios más llamativos en la situación psicosociológica, y no sólo psicológica, es que simpatía es operacionalizada como buscando beneficiar, y antipatía como buscando dañar. La prueba de si un sujeto tiene simpatía por otro es si, cuando los resultados no le afectan al primero hace las elecciones que él cree que beneficiarán al segundo para conseguir mejor sus fines. Esto no es lo mismo que devoción, amor o lealtad, puesto que no implica noción alguna de sacrificio como aquéllos” [13].
Es fácil pensar en la simpatía rigiendo los actos del primer tipo de periodista, pero ¿cómo imaginar que el segundo ve a la audiencia como alguien a quien castigar? La respuesta es que ve dos tipos de audiencias:
Una, minoritaria pero poderosa, a la que quiere desenmascarar, para que deje de hacer inmoralidades; Otra, la mayoritaria, a la que quiere mostrar que él vela por los intereses generales.
En 1960, Morris JANOWITZ encontró semejanzas entre el militar profesional y el periodista. El militar “heroico” se parecería al periodista de exclusivas, mientras el “manager militar” se parecería al “manager periodístico”, que domina los entresijos de los hechos. En aquél predominaría la información y la motivación, mientras en éste la instrucción. Lo que resaltaba JANOWITZ es que iban teniendo mucha más importancia los managers en las dos profesiones [14 ] .
Jeremy TUNSTALL reconoció la importancia de lo que JANOWITZ había observado y dio un paso más. En 1971, distinguió los periodistas que recogen las noticias y periodistas que las procesan (a los que llamó “gatekeepers”). Los primeros actúan más rutinariamente que los segundos.
Resulta que uno de los problemas centrales que va a detectar LEMERT está aquí, aunque él no cite a TUNSTALL. Si se hubiera dado cuenta, hubiera tirado el sedal aguas arriba y se habría elevado hasta las estructuras que TUNSTALL distingue. Ya pueden unos periodistas recoger noticias y ofrecer instrucciones; los otros tienen el poder de decidir y lo que hacen, a menudo, es suprimir ese “cómo hacer” las cosas que aquéllos ofrecen al público. Es decir, pueden llegar a dejar sin contexto las noticias y a dejar al público sin una orientación precisa.
El autor británico descubrió también que tanto los recolectores como los procesadores sólo eran -entonces- el 11,5% del total del personal. El resto -técnicos, la dirección financiera y otras de un gran periódico- desarrollan trabajos rutinarios [15]. Ahí podemos encontrar una pista de por qué puede desaparecer instrucción en los periódicos, sobre todo cuando puede perjudicar a los intereses económicos de entidades que sostienen con publicidad el periódico. LEMERT investigará más concretamente por qué desaparecen las instrucciones.
Creo que la Teoría del “Gatekeeper” es la Teoría del poder en el Periodismo, como en otro lugar explico con detalle [16]. Por tanto, lo que está en juego cuando hablamos de instrucción en Periodismo es el poder. No sólo el que los directivos tienen sobre los periodistas a la hora de decidir qué publicar o qué tirar al clásico cesto de los papeles. También está en juego el poder de las audiencias.
“Informar es dar una base para elegir, esto es, una creencia en la mayor eficiencia de una elección comparada con otra. De ahí que la información modifica las probabilidades objetivas de elección modificando las probabilidades creídas (subjetivas) de éxito. La instrucción está intere
sada en modificar las probabilidades objetivas de éxito- la eficiencia. La cantidad de instrucción que un sujeto tiene en un estado particular equivale a la cantidad de control que puede ejercer sobre los resultados posibles en ese estado. Tiene un control máximo si es capaz de ocasionar cualquiera de los posibles resultados por cualquiera de los medios de que dispone. Instruir es impartir tal capacidad donde falta” [17].
Si tenemos claros estos conceptos, podemos entender muy fácilmente muchas de las cosas que están ocurriendo en nuestro campo, en los medios de comunicación y en el público en general. Dentro de la Información Periodística, cada vez está cobrando más importancia la instrucción, precisamente porque es clave para que los públicos se constituyan y maduren. A la vez, muchas de las disputas teóricas tienen su origen en que unos autores echan en cara a otros que no se ocupan, “de verdad”, de las audiencias y de sus necesidades, de la subjetividad [18].
Si los públicos reciben instrucción a diario, sentirán que controlan cada vez más su ambiente, el miedo no se apoderará de ellos y las Instituciones tendrán cada vez más respaldo [19].
El mismo año en que salió el libro de TUNSTALL, el investigador americano John JOHNSTONE acometió una gran encuesta entre periodistas. Identificó dos tipos de periodistas, el crítico y el profesional, a los que llamó participante y neutral. La verdad es que, para el asunto que nos ocupa, esta distinción no nos lleva muy lejos. El crítico informa, instruye y motiva; el profesional informa e instruye.
Por segunda vez, aparece Morris JANOWITZ en este recorrido. En 1975, interpretó el quehacer periodístico. Sin realizar un estudio empírico, ofreció una de esas piezas que deberían figurar más a menudo en las revistas científicas, tan ayunas de teoría en muchos números [20] . Lo que más nos interesa son los dos tipos de periodistas en los que profundizó:
El “gatekeeper”, que se ve como un profesor ante su audiencia, El crítico/ intérprete/ participante, que se ve a mismo como un abogado defensor de quienes no tienen voz.
Pienso que el término “gatekeeper” estaba ya ocupado con un significado muy preciso desde el trabajo de LEWIN y del que hizo David Manning WHITE en 1950 dentro de un medio de comunicación. Quizá por gratitud hacia TUNSTALL, admirador de JANOWITZ, éste le devolvió el cumplido al hablar de “gatekeepers”, término con el que aquél había denominado también a los procesadores (con toda razón, por cierto). Pero dejemos al lado lo que me parece una falta de ajuste y quedémonos con la imagen del “profesor”. Lo que logra JANOWITZ es que tanto uno como otro coincidan en dar instrucciones. ¿Qué es un Profesor sino quien no se limita a dar información sino a enseñar cómo se hacen las cosas? (Ésa debe ser una de las funciones de los Profesores en las Universidades) ¿Y qué es un abogado sino quien domina los procesos de muchas acciones humanas cuando se hacen públicas? Por tanto, las imágenes de JANOWITZ significan un avance importante en el paso del periodista más volcado a la instrucción.
También avanzó JANOWITZ algunos puntos muy importantes, que se han cumplido en muchos casos. Primero, él vio que habría problemas con el periodista “abogado”. El punto clave para JANOWITZ lo constituía la confidencialidad. El periodista “abogado” respetaba a sus fuentes… siempre que éstas no fuesen gubernamentales. Entonces, se sentía libre para hacerlas públicas. Con lo cual, la antipatía ocupaba un papel muy importante. Precisamente, la antipatía -del periodista- o la simpatía -de los directivos- hacia un personaje, empresa o Institución será una de las razones fundamentales para no insertar instrucciones.
El otro asunto al que JANOWITZ dio mucha importancia era que los periodistas de cualquier tipo fuesen reacios a auditorías independientes sobre su trabajo. Así , decía él, resultaba muy difícil que el Periodismo se consolidase como institución. Lo que entonces podría verse como una intromisión en la independencia del periodista luego fue visto como un desprecio a los intereses de las audiencias. Aprovechándose, como siempre, de estas situaciones, firmas de abogados se ofrecieron a distintas personalidades que se consideraban perjudicadas por los periodistas. El resultado ha sido una verdadera conmoción en bastantes medios, pues las indemnizaciones multimillonarias impuestas por los jueces han llegado a poner en peligro o a hacer desaparecer algunos medios.
Durante los años 1982-1983, David H. WEAVER y Cleveland WILHOIT volvieron a realizar el estudio de JOHNSTONE, para hacer una radiografía de cómo había evolucionado el periodismo. Dejemos a un lado todos los aspectos típicos de la situación norteamericana. En este artículo nos interesa conocer las conquistas teóricas. Y aquí se produce alguna, de cierta importancia. En lugar de dos imágenes de periodistas – John DILLON las llama tipologías emergentes de rol – aparecen tres: Interpretativa, Divulgadora y Adversaria.
Estas imágenes responden a distintos valores. Los intérpretes están al corriente de los asuntos que interesan a la audiencia y procuran colocar un marco, ofrecer un sentido, sobre todo en los medios impresos. Hasta el 60% de los periodistas se identificaron con esta imagen.
Los divulgadores desean suministrar información al mayor número de personas y de una forma rápida. Más del 50% de los periodistas también se veían así.
Los adversarios quieren criticar los abusos de los funcionarios y de las empresas poderosas. Sólo el 17% de los periodistas se situaron aquí.
¿Qué deducimos de este paso de dos a tres imágenes? ¿Es posible que, en poco más de diez años, hubiera emergido un nuevo tipo de periodista?
Ante todo, vuelve a aparecer explícitamente el periodista adversario, prácticamente idéntico al punitivo de DE SOLA POOL y SHULMAN y al abogado de JANOWITZ, en el que la simpatía o antipatía es una nota definitoria.
En los divulgadores predominaría la información.
En los intérpretes, la información y la instrucción. Si volvemos a ACKOFF y EMERY, nos encontramos con lo siguiente:
“Una misma comunicación puede, por supuesto, a la vez informar e instruir. Un mensaje que hace esto ilumina o ilustra al receptor… Así, mientras la información se relaciona con la familiaridad y la instrucción con el conocimiento, la iluminación se relaciona con la comprensión” [21].
Según esto, el periodista intérprete buscaría preferentemente iluminar; el divulgador, informar; el adversario, motivar y castigar.
Volviendo al estudio de WEAVER y WILHOIT, nos damos cuenta de que los porcentajes no cuadran. Efectivamente, porque los periodistas ven que pueden estar en varias categorías. Si con dos tipos de periodistas, sólo el 18% de los sujetos de los que JOHNSTONE estudió se reflejaban en una de las dos imágenes, el porcentaje desciende ahora al 2%.
Además, el estudio de WEAVER y WILHOIT confirma indirectamente lo que podía suceder si, como decía JANOWITZ, los periodistas no aceptaban auditorías independientes sobre su trabajo. No sólo muchos más juicios con los periodistas como acusados sino que, a raíz de ciertos escándalos, como el de Janet COOKE, los periodistas iban a aventurarse mucho menos. Disminuye, por tanto, el número de periodistas “adversarios” y se abre paso una ética de la no participación, del no-compromiso [22].
John DILLON ha seguido, a la vez, la línea de JANOWITZ y ha refinado los conceptos de WEAVER y WILHOIT, puesto que busca los valores de los periodistas y la visión que éstos tienen de los medios. De esta manera, las imágenes se concretan en valores y los medios son polos de atracción para los futuros periodistas, que esperan encontrar en ellos la realización de esos valores y de su imagen [23].
4. HACIA LOS CUATRO TIPOS (CON VARI
ACIONES) DE PERIODISTAS.
Sin embargo, ni DILLON ha sabido romper creativamente el marco de WEAVER y WILHOIT ni éstos acabaron por completar las insuficiencias de JOHNSTONE. Pienso que el defecto de entrada de estas ambiciosas radiografías del Periodismo es que no parten de los mejores fundamentos teóricos. ¿Por qué sólo dos tipos o tres de periodistas? Si estamos hablando de formas de enfrentarse con la realidad, tenían a su disposición -claro está, si los conocían- los Tipos psicológicos, de Carl Gustav JUNG, que tanto han ayudado a los estudiosos desde los años veinte: reflexivos, perceptivos, intuitivos y dinámicos [24] . Russell L. ACKOFF y Fred EMERY se encontraron con el mismo problema cuando estudiaron los distintos tipos de bebedores. En una extensa investigación, que desarrolló con individuos de varias nacionalidades, EMERY sólo había identificado tres tipos de bebedores. Cuando ACKOFF repitió la investigación en Estados Unidos, tuvo presente los hallazgos de EMERY, pero pensaba que tenía que haber cuatro tipos de bebedores.
Así pudieron fundamentar uno de los diseños de investigación más importantes en Ciencias Sociales [25] . Resumiendo mucho, la clave está en advertir que JUNG no sólo tenía en cuenta una escala sino dos: la relación del individuo con el entorno -hay personas más sensibles que otras a los estímulos-; y el efecto del individuo sobre el entorno -hay personas que actúan más que otras-.
Una manera de entender todas las imágenes de periodistas que han ido saliendo en este Capítulo es partir de que cada periodista tiene un estilo primario y otro secundario, al menos. Entonces, todo lo que hay que hacer es comprender que cada solapamiento indica que actúan dos estilos, o tres o cuatro, en importancia decreciente. Después, darles un nombre preciso, que puede ser algunos de los que aquí han ofrecido los diversos autores.
Por tanto, y de entrada, podríamos encontrarnos con cuatro tipos de periodistas “puros” que, combinados, podían ser dieciséis. Si las preguntas de los cuestionarios tuvieran presente este esquema teórico, sería mucho más fácil interpretar los resultados.
Por poner algunos ejemplos, los periodistas que, según DE SOLA POOL y SHULMAN, deseaban agradar a la audiencia, serían los Perceptivos-Reflexivos, de JUNG. Los Intérpretes, de WEAVER y WILHOIT, serían Intuitivos-Perceptivos; los Divulgadores, Reflexivos-Dinámicos; los Adversarios, Dinámicos-Reflexivos [26] . Algunos intentos teóricos de caracterizar en sólo tres tipos no dan un resultado favorable sino una resultancia desfavorable [27] .
Partiendo de esta base teórica, podemos integrar las imágenes que el cine ha ofrecido sobre los periodistas. No son tan pasajeras como las que ofrecen las encuestas sobre el nivel de aceptación que las diversas profesiones tienen entre el público. Las imágenes de las obras “argumentales” son más duraderas y ofrecen modelos de vida que sirven ara el aprendizaje social de los aspirantes.
Alex BARRIS ha estudiado las películas sobre periodistas con categorías-nociones que los periodistas alimentan sobre sí mismos: fustigador del crimen,
- cruzado,
- corresponsal de guerra,
- paño de lágrimas; o
- sensacionalista y villano, sin limitaciones morales para conseguir o fabricar una noticia [28] .
Con las nociones expuestas hasta ahora en este artículo es fácil estudiar cualquier película e identificar el estilo de cada periodista. Puestas las cosas a, vuelvo al concepto de instrucción y a los cambios que poco a poco están produciéndose en la información periodística. La importancia de la instrucción es mucho mayor desde el momento en que existen grupos de presión, “lobbies”, muy bien organizados, que saben cómo funcionan los mecanismos del Estado. Si, además, los políticos se relacionan con los grupos de presión de la manera más natural, si éstos cuentan con firmas de Relaciones Públicas que saben muy bien comunicarse con los periodistas, el ciudadano está en una situación muy desfavorable. Cuando los periodistas no ofrecen la instrucción que necesita la audiencia, ésta se siente cada vez más desprotegida y crea sus propias formas de actuación. Así pues, día a día las audiencias están solicitando expresa o tácitamente más instrucción sobre su ambiente.
5. ¿POR QUÉ LOS PERIODISTAS NO INSTRUYEN EN ALGUNAS OCASIONES?
LEMERT estudia este asunto y cree identificar las razones, que son distintas según los periodistas recojan información o simplemente la procesen, según la muy útil distinción de TUNSTALL.
Los periodistas que informan sobre asuntos públicos están centrados en los temas, es decir, están más preocupados por describir y analizar temas públicos que con lo que la gente puede hacer sobre esos temas. O dicho de otra manera, al centrarse tanto en el mensaje, estrechan su campo de visión y no contemplan más que a una parte reducida de la audiencia. Esto se manifiesta de dos maneras:
– Muestran un interés elitista por una audiencia específica que ya sabe mucho sobre el tema y que tiene el poder de decisión. La audiencia de un Editorial puede ser quien va a decidir sobre un asunto. De ahí el estilo para iniciados, que exige leer entre líneas, propio de muchos escritos periodísticos.
– Confunden palabras con hechos. Recordemos que dos ilusiones que Freud identificó fueron la omnipotencia de los propios pensamientos y la de los propios encantos. Hay periodistas que confunden informar o educar a la audiencia de los mass media con informarles sobre cómo hacer algo con las actitudes e información que ya tienen. Domina la función expresiva sobre la función apelativa, los gestos más que los resultados prácticos . Dicho de otro modo, los periodistas están más interesados en ellos mismos que en la audiencia.
Para Fred y Merrelyn EMERY, en su libro titulado precisamente Una Elección de Futuros: Iluminar o Informar, publicado hace más de veinte años, quedarse con la información o con la instrucción era una de las claves que definían a las sociedades burocratizadas. Elevaron la nota hasta enlazar nada menos que con el George ORWELL de 1984.
El efecto más penetrante de estas sociedades es que bifurcan las dos funciones primarias de la comunicación: informar e instruir. Los mensajes no iluminan. ORWELL ha explicado todo esto cuando explica qué es el Neohabla.
“Como para prevenir cualquier malentendido sobre estos intereses fundamentalmente diferentes, los mandarines de la burocracia típicamente tienen sus pensamientos más profundos revestidos en lenguaje esotérico por los ideólogos, economistas, planificadores… En una sociedad burocratizada la comunicación es ya Neohabla” [30].
¿Forman parte también muchos periodistas de ese conjunto de profesionales que emplean un lenguaje esotérico, sólo para minorías? En ese caso, su sentido de la audiencia es muy distinto de quienes apuestan por la información y la instrucción, para ilustrar a las audiencias.
Los periodistas procesadores tienen otros criterios. Es el momento de recordar lo que decía TUNSTALL: Al superar el personal técnico a los periodistas, intervienen factores no estrictamente periodísticos. Ven con simpatía a quienes sostienen al medio con su publicidad; ven con antipatía a quien pone en peligro esa relación. Por tanto, si temen represalias, suprimen la instrucción que pueda ir en contra de sus intereses. Si la instrucción no perjudica al medio, entonces dejan pasar la instrucción, sobre todo en noticias de interés humano. Un ejemplo muy fácil de entender, que ofrece LEMERT, es el de una pareja de jubilados y viudos que, aun renunciando a una parte de sus pensiones, prefirieron casarse antes que “vivir en pecado”. Un periódico contó el hecho y ofreció las identidades y dirección de la pareja para que la gente enviase donativos y así compensar la pérdida económica que conllevaba casarse.
En un contexto dañino
para el medio, los procesadores eliminan la instrucción porque dicen que es partidista o porque se trata de detalles “tontos”.
Los teóricos han indagado en las consecuencias que puede tener para la vida social la presencia o ausencia de instrucciones en la información periodística. Emplean unos conceptos que recuerdan la Teoría del Campo Social de Kurt LEWIN, aunque no le nombren. Por otra parte, concretan las instrucciones en el efecto que pueden tener sobre la vida política. En el último apartado de este artículo mostraré que las posibilidades pueden abarcar más que la simple participación.
LEMERT parte de una estructura de influencia. La instrucción -la información movilizadora- agranda la amplitud de un tema y por tanto, puede cambiar el resultado del proceso de influencia, sobre todo si el tema es sobresaliente y si las actitudes son intensas. Tema y actitudes pueden sobresalir o hacerse más intensas por algún suceso precipitante.
Cuando los medios no proporcionan instrucciones, disminuye la participación, aunque la intensidad de las actitudes sea notable. Con lo cual, los medios están dando más peso (por defecto) a las actitudes de los participantes que ya tienen acceso al proceso político [32].
Joseph D. KEEFER [33] considera que la cobertura informativa puede afectar a la visibilidad, una de las tres dimensiones de cualquier situación conflictiva; las otras son amplitud e intensidad.
La visibilidad es “el número de personas o grupos que se darán cuenta del conflicto y de sus posibles consecuencias”;
La amplitud es “el número de personas y grupos que se han aliado en un conflicto”;
La intensidad, “el grado de compromiso de las partes contendientes con posiciones mutuamente incompatibles”.
Un aumento en la visibilidad de un conflicto puede conducir, por supuesto, a extender la amplitud y a aumentar intensidad [34].
KEEFER viene a dar la razón a los EMERY. Después de estudiar la cobertura que nueve organizaciones de medios daban a ocho importantes temas sobre negocios, encontraron que aquéllas sirven para obstaculizar, más que facilitar, que los ciudadanos participen en el proceso de legislar. Raramente alertaron al público sobre lo que estaba en juego cuando de una votación se trataba; nunca describieron la posición de un político local sobre el asunto; cubrían el hecho los periódicos de élite, no los locales, aunque no daban instrucción. Cubrieron los ocho asuntos superficialmente, a pesar de que todos eran de gran importancia. Tampoco es que se arrodillasen ante las compañías, difundiendo lo que las Relaciones Públicas les entregaban. Éstas podían escoger un camino más sutil: como los “lobbies” o grupos de presión operan junto a los legisladores y éstos tratan con los periodistas, aquéllos podían ser muy efectivos, pasando información interesada a los periodistas que estaban cubriendo los hechos.
Cuando KEEFER quiere ofrecer una normativa intencional sobre lo que debería ser instruir, se queda bastante corto. Para que la instrucción se convirtiese en una fuerza:
a) Las Agencias de Noticias deberían acompañar información sobre cómo podrían afectar los asuntos a las vidas de los ciudadanos;
b) O podrían los periodistas telefonear a los representantes políticos para comprobar cuál era su postura. Para ese viaje, no había necesitado la alforja de haber investigado nada menos que a nueve organizaciones para averiguar su posición ante ocho temas de negocios.
¿Por qué no entender la instrucción de una manera mucho más ambiciosa? Como ha habido un autor que la ha comprendido así, destinaré el último apartado a este asunto.
6. LAS POSIBILIDADES DE LA INSTRUCCIÓN EN LA VIDA COTIDIANA.
Recordemos que con la instrucción ha ocurrido que varios términos tenían una misma denotación. Al pensar cómo la instrucción puede conformar muy amplia y profundamente la vida cotidiana, el problema es el inverso: un término -en este caso, comunidad- tiene diversas connotaciones. Y sin aclarar este tema, la Teoría no puede avanzar con seguridad.
Hay autores a quienes tenemos que agradecer que aborden seriamente las diferentes facetas de un término. Uno de los últimos ha sido J. MEYROWITZ a quien debemos un estudio condensado y muy valioso sobre el concepto mismo de medios, término tan central en Teoría General de la Información .
Volviendo al concepto de “comunidad”, importa ahondar en él, porque la instrucción es esencial para constituirla y que funcione. A Keith STAMM debemos que se haya tomado su tiempo para ir aislando LAS FACETAS de este término, en un trabajo parecido al que los científicos realizan cuando descubren cómo es una molécula concreta.
STAMM estudió la literatura científica y comprobó que un autor, George A. HILLERY había aislado en 1955 nada menos que 94 definiciones de comunidad e identificado 16 conceptos diferentes que se acogían bajo el término “comunidad”. ¿Con cuál quedarse? Después de reflexionar sin prisas, concluyó que comunidad puede entenderse como proceso, lugar y estructura. Cuando hablamos de lazos sociales ¿a qué nos referimos: a un proceso, a un lugar o a una institución social? No ponerse de acuerdo en la definición de comunidad lleva a no poder comparar resultados, puesto que un investigador se refiere a unas cosas y otro a otras diferentes. “Esta clase de situación dificulta construir la teoría. Encontramos hallazgos contradictorios para los que no hay explicaciones adecuadas” [36].
Este autor considera la participación, tan decisiva para los autores anteriores, como una faceta más en entre gran número de posibilidades. A los tres fundamentos citados para entender la comunidad, hay que añadir que los lazos comunitarios pueden ser de individuo a comunidad, de familia a comunidad y el hogar. No todas las familias constituyen un hogar ni todos los hogares están constituidos por familias.
Finalmente, STAMM y FORTINI-CAMPBELL han identificado cuatro enlaces posibles del individuo con la comunidad: espacial, cognitivo, afectivo y comunicativo.
En total, treinta y seis enlaces o vínculos comunitarios. Disponemos así de un concepto combinatorio de comunidad y no sólo de un término que inunda con sus notas la realidad, pero con unos perfiles vagos.
Un paso más para construir una teoría sólida de la instrucción lo da STAMM cuando se refiere a la Teoría de los usos y gratificaciones. Los enlaces comunitarios sugieren una gran cantidad de usos que podemos especificar claramente. Los individuos, las familias, los hogares, usan los medios para construir vínculos comunitarios. Un concepto complementario del de uso es el de vacíos. Los medios llenan los vacíos, es decir, las carencias de vínculos.
La información periodística, cuando contiene instrucción, ayuda a tomar conciencia del lugar -residencia en un barrio-, a estar presentes en un proceso -participar-, a formar parte de una estructura -pertenencia o membrecía-. Llena los vacíos espaciales -informa sobre un atasco e instruye sobre las vías alternativas-. Igualmente, los medios pueden fomentar la cercanía psicológica a una comunidad. También puede aplicarse a un lugar, proceso o estructura. Echar de menos un local, resistirse a dejarlo; lo mismo cuando alguien toma parte en un proceso; o cuando pertenece a un grupo.
Los medios informan sobre un lugar antes de visitarlo o de cambiarse a otro: ofrecen el fundamento para decidir si pertenecer o no a una comunidad. Sobre todo, contribuyen al compromiso con una comunidad, que va más allá de la simple participación. Un individuo, una familia, pueden asistir a reuniones para tratar asuntos de su barrio, pero hay quien está mucho más implicado que otro. Los medios instruyen para que las personas se impliquen. El compromiso es más discriminador que otras medidas.
Al llenar los vacíos informativos, la instrucción indica cómo averiguar lo que un individuo, una familia o un
grupo necesitan saber en cualquier situación. También, la información periodística puede llenar los vacíos políticos: saber dónde están las oficinas o burocracias que se encargan de solucionar los problemas imprevistos. De esta manera, no sólo informan sobre quién ejerce la autoridad sino que instruyen para dar cierto control sobre los representantes.
Finalmente, los medios llenan vacíos sociales, puesto que instruyen sobre cómo formar grupos según las aficiones. De esta manera, los individuos o las familias satisfacen sus necesidades de relación.
Para rematar esta manera de contemplar la instrucción en la información periodística, creo que Ronald HAVELOCK es quien, antes que STAMM, ofreció criterios para movernos con seguridad en medio de tantos vínculos o enlaces.
La información periodística ayuda a crear relaciones entre personas que no se conocen. Lo que ocurre muchas veces, sin embargo, es que son los observadores quienes ven más unión de la que realmente existe entre esas personas, familias u hogares. Las relaciones pueden ser externas y mostrar únicamente que pertenecen a un mismo lugar o barrio. La conexión es un criterio para saber si los individuos participan en un proceso. Por tanto, los medios, al instruir, fomentar esa conexión.
La cohesión es un paso más, puesto que indica un compromiso, resultado más de las experiencias compartidas que de objetivos claramente formulados. Las personas o grupos relacionados o conectados comienzan a desarrollar una identidad común, atributos comunes, fronteras comunes y una coincidencia más aguda de que ellos forman parte de una empresa común. Los responsables que eliminan la instrucción de la información periodística pueden tener en la cohesión un criterio claro para permitir que llegue a los lectores. Entre otras razones, porque unas familias y hogares más cohesionados pueden convertirse más fácilmente en suscriptores [37]. Aunque HAVELOCK no lo señala, un uso muy importante de los medios es indicar cuándo el compromiso puede convertirse en algo peligroso. Pertenecer a un grupo demasiado cohesionado es pertenecer a una secta, en la que el individuo pierde su libertad. Irving JANIS sí ha tratado este tema con gran detalle [38]
Con la conexión dinámica, individuos, familias y grupos comienzan a ser interdependientes, a ejercer una influencia mutua, a realizar tareas conjuntamente. Roles diferenciados, división del trabajo, planificación participativa, son otros tantos términos que sugieren este nivel de desarrollo del sistema.
Finalmente, la cohesión dinámica muestra que individuos, familias, grupos, tienen éxito al resolver diversos problemas cíclicos. Entonces, se ven a sí mismos como partes interrelacionadas y complementarias de un todo viviente en el que participan y del que se benefician.
7. CONCLUSIÓN
La vida cotidiana está influyendo de tal manera en la información periodística que en los próximos años irá aumentando el componente de instrucción. Algunos investigadores están logrando una visión combinatoria de la información periodística, resultado de su manera de abordar las múltiples audiencias.
A la vez, los periodistas pueden encontrar un autoconcepto cada vez más preciso, sabiendo cómo pueden contribuir a que la vida cotidiana de su público tenga un reflejo en los centros de decisión. De esta manera, contribuyen a dar sentido a los múltiples lazos de la vida social.
NOTAS
[1] NEURATH, Otto (1973): Fundamentos de las ciencias sociales. Madrid, Taller de Ediciones J. B., 152 pp.
[2] SMITH, Raymond C. (1978): The Messaqe Measurement Inventory. A Profile for Communications Analysis. Bloomington, Indiana, Indiana University Press, 219 Pp.
[3] LEMERT, James B (1981): Does Mass Communication Change Public Opinion After All?. A New Approach to Effects Analysis. Chicago: Nelson Hall, P. 118. Ver también LEMERT, James B., MITZMAN Barry N., SEITHER Michael A., COOK Roxana H. y HACKETT Regina (1977): “Journalists and Mobilizing Information”. JOURNALISM QUATERLY, 5 4, 4 (Invierno): 721-726; LEMERT, J. B. y LARKIN Jerome P. (Otoño 1979): “Some reasons why mobilizing information fails to be in letters to the editor”. JOURNALISM QUATERLY, 56: 3: 504-512; LEMERT, James B. y COOK Roxana J. (Invierno 1982): “Mobilizing Information in Broadca st Editorial and “Free Speech” messages”. JOURNAL OF BROADCAST ING, 26,. BYBEE, Carl R. (Otoño 1982): “Mobilizing Information and R eader Involvement: An Empirical Test”. JOURNALISM QUATERLY, 59, . LEMERT, James B. y ASHMA Marguerite G. (Invierno 1983): “Extent of Mobilizing Information in Opinion and News Magazines”. JOURNAL ISM QUATERLY, 60,. LEMERT, James B. (Verano 1984): “News Conte xt and the Elimination of Mobilizing Information: An Experiment”. JQ, Pp. 243-249 y 259.
[4] ROSSOW, Marshel D. y DUNWOODY Sharon (Primavera/Verano 1991): “Inclusion of “Useful” Detail in Newspaper Coverage of a High-Level Nuclear Waste Siting Controversy”. JOURNALISM QUATERLY, PP. 87-100.
[5] KEEFER, Joseph D. (Verano 1993): “The News Media´s F ailure to Facilitate Citizen Participation in the Congressional Polic ymaking Process”. JOURNALISM QUATERLY, Pp. 412-424.
[6] ACKOFF, Russell L. y EMERY Fred (1972): On Purposeful Syste ms. Chicago, Aldine-Atherton, P. 143.
[7] LEWIN, Kurt (Ocyubre 1943): “Forces Behind Food Habits and Methods of Change”. En Bulletin of th e National Research Council. Número 108. Es un a rtículo en el que LEWIN ofrece su Teoría sobre el Canal y el Gatekeeper. Recomiendo leer precisame nte esta versión, mejor que la versión de 1947, aun que no resulte fácil hacerse con el artículo. [8] LEMERT (1981) P. 147. [9] LEMERT (1981) P. 148. [10] LEMERT (1981) Pp. 121-122.
[11] ACKOFF y EMERY (1972) P. 125.
[12] DE SOLA POOL, Ithiel, y SHULMAN, T. (1964): “News men’s Fantasies, Audiences and Newswriting”, en DE XTER, L. A. y WHITE D. M.: People, Society and Mass C ommunications. Nueva York, The Free Press, Pp. 141-158.
[13] ACKOFF y EMERY (1972), P. 180
[14] JANOWITZ, Morris (1960): The Profesion al Soldier. Glencoe, Free Press, Pp. 223-224.
[15] TUNSTALL, Jeremy (1971): Journalists at W ork: Specialist Correspondents, the News Organizations, N ews Sources and Competitors-Colleagues. Londres, Constable. Pp. 24-26. Este autor sí sabe enlazar con los conceptos de otros autores. Por ejem plo, reconoce explícitamente lo útil que le han resultado los conceptos de rutina y no rutina, de Charles PERROW.
[16] VALBUENA DE LA FUENTE, Felicísimo (1996): Teor ía General de la Información. Madrid, Editorial Síntesis, 1996 . (Próxima a aparecer).
[17] ACKOFF y EMERY (1972) P. 153.
[18] Invito al lector a que, teniendo esto presente, lea BARKER Martin y BEEZER Anne (Eds ) (1994): Introducción a los Estudios Culturales. Barcelona, B osch, y se fije en cuántas veces los diversos comentadores d e los trabajos sobre estudios culturales reprochan a los autores q ue han escrito sin preocuparse de los intereses subjetivos de las au diencias. Se trata, en este caso, de autores “críticos”. Puede observar que ocurre lo mismo cuando los autores “administrativos” cruzan acus aciones entre éllos. Y no digamos cuando hay polémicas entre las dos Escuelas. (Me doy cuenta de lo mucho que estoy simplificando cuando sintetizo en las dos Escuelas las múltiples corrientes).
[19] KRISTIANSEN, Connie M. y HARDING Christina M. (Verano 1984): Mobilization of Health Behavior By the Press in Britain. JOURN ALISM QUATERLY, PP. 364-370 y 398. Estas investigadoras hablan de la eficacia institucional, que so n las creencias y actitudes que las personas mantienen hacia las instituciones. Concluyen que hay poca información sobre la salud, que la prensa, además, evalúa negativamente a la sanidad pública y así es como puede disminuir la fé del público en el sistema médico británico. Hay más información sobre fisiología de la enfermedad que sobre fisiología de la salud.
[20] JANOWITZ, Morris (1
975): “Professional Models in Journalism: The Gatekeeper and the Advocate”. JOURNALISM QUATERLY, 52, Pp. 618-626 y 662.
[21] ACOFF y EMERY (1972) Pp. 155-156. [22] ZHU, Jian-Hua ha identificado tres tendencias en los últimos años o chenta: Una caída en la posición de prensa adversaria entre los viejo s; un amento en los de mediana edad y una regresión hacia una posic ión intermedia en los más jóvenes. “Recent Trends in Adversarial Att itudes Among American Newspaper Journalists: A Cohort Analysis”. J OURNALISM QUATERLY, Invierno 1990, P. 992. Ha surgido, también, una Literatura que enseña a los perio distas cómo arriesgarse sin ser temerarios: KANE, Peter E. (1992): Errors, Lies and Libel. Carbondale, S outhern Illinois University Press, 190 PP; ROSINI, Neil J. (199 1): The Practical Guide to Libel Law. Westport, Praeger, 229 Pp; K APLAR, Richard T. (Compilador) (1991): Beyond the Courtroom: Alt ernatives for Resolving Press Disputes. Washington, The M edia Institute, 153 Pp; DENNIS, Everette E. y NOAM Eli M. (Com piladores) (1989): The Cost of Libel: Economic and Policy Implica tions. Nueva York, Columbia University Press, 293 Pp; Recogen los estudios que encargó el Gannett Center for Media Studies de la Columbia Business School.
[23] DILLON, John (Verano 1990): “Career Values as Predictor of th e Perceived Role of Media”. JOURNALISM QUATERLY, Pp. 369-376.
[24] JUNG, Carl Gustav (1964): Tipos Psicológicos. Buenos Aires, Editorial Sudamericana.
[25] ACKOFF, R. L. (1978): La realización de un proyecto de futuro. P lanificación de Sistemas y Principios de Organización. Madrid, Servicio d e Publicaciones de la Escuela de Organización Industrial.– (1978) The Art of Problem Solving. Nueva York, John Wiley and Sons. Para un resumen del estudio citado, véase VAZQUEZ MUÑOZ, María Pilar (1995): “Los mensajes publicitarios”, en EL MIR, A. y VAL BUENA DE LA FUENTE, Pp. 379-385.
[26] Un libro que podría ayudar mucho en estas inves tigaciones sobre los periodistas sería el de KEIRSEY, David y BATES Marilyn (1984): Please, Understand Me: Character and Temperament Types. Del Mar, California, Gnosology Books. Emplea el “Indicador de Tipo, de Myers-Briggs”, derivado direc tamente de JUNG.
[27] BELENKY, M. F., CLINCHY F., GOLDBERGER N. R. y TARULE J.M. (1 986): Women’s ways of knowing: The development of self, voice and m ind. Nueva York, Basic Books. Distinguen una mujer constructivista y o tra procesalista, con dos tipos de esta última, las conocedoras separadas y las conectadas. ¿Por qué sólo tres tipos de mujeres? Si la constructivista se corresponde con el tipo intuitivo de JUNG, la separada con el reflexivo y la conectada con el perceptivo, ¿qué ocurre con la mujer dinámica?. Estas cuatro autoras figuran entre las <>. Prefiero pensar que me equivoco al interpretarlas porque si no, flaco favor teórico harían a las mujeres si dejan fuera nada menos que a las dinámicas. Podían haberse evitado este error, que puede seguir reproduciéndose durante años, con sólo haber consultado a JUNG, ACKOFF y EMERY. Janet BRIDGES muestra también las insuficiencias del modelo triádico . Logró que cumplimentaran su cuestionario nada menos que 111 Reda ctores-Jefe de periódicos de 38 estados. Sin embargo, la autora se enre da una y otra vez cuando quiere explicar lo que hubiera resultado relativ amente fácil si hubiera empleado los Tipos Psicológicos de JUNG. BRIDG ES, Janet A. (Invierno 1991): “Daily Newspaper Managing Editors’s Perce ptions of News Media Functions”. JOURNALISM QUATERLY, Pp. 719 y sig.
[28] HARRIS, Alex. (1976): Stop the Presses! (The Newspaperman in Americ an Films). A.S. Barnes & Co./ Thomas Yoseloff Ltd, Nueva York-Londre s. Aunque es una obra para el gran público, que no se atiene a las norm as del Análisis de Contenido, contiene mucha información, incluso gráfi ca. Partiendo de este libro, un investigador puede refinar las categorías y lograr un gran trabajo. Sobre el periodista como paño de lágrimas, ABRAMSON, Phyllis Leslie (1990): Sob Sister Journalism. Westport, Con netticut, Greenwood Press.
[29] LEMERT (1981) Pp. 138-139 y 144.
[30] EMERY, Fred y EMERY Merrelyn (1975): A Choice of Futures: To En lighten or to Inform. Camberra, Center for Continuing Education. Austr alian National University, 212 Pp. La cita es de las Pp. 155-156. N o sólo no ha perdido actualidad este libro sino que ha resultado p rofético en muchas de sus previsiones.
[31] ROSSOW, Marshel D. y DUNWOODY Sharon (Primavera/ Verano 1991): “Inclusion of “Useful” Detail in Newspaper Coverage of a High-Level Nuclear Waste Siting Controversy”. JOURNALISM QUATERLY, Pp. 87-100. Cuando encuentran a period istas que son “abogados” -a los que no consideran objetivos- omiten l as clases de detalles sobre individuos que permitirían a los lectores s ituarlos fáclmente.
[32] LEMERT (1981) Pp. 150-154.
[33] KEEFER, Joseph D. (Veranao 1993): “The News Media´s Failure to Fac ilitate Citizen Participation in the Congressional Policymaking Proces s”. JOURNALISM QUATERLY, Pp. 412-424.
[34] KEEFER ha tomado estas variables de COBB, Roger W. y ELDER Charles D. (1983): Participation in American Politic s: The Dynamics of Agenda-Building. Baltimore, John Hopk ins University Press, P. 43.
[35] MEYROWITZ, J. (vERANO 1993): “Images of Media. Hidden Ferment -and Harmony- in the Field”. En JOU RNAL OF COMMUNICATION. THE FUTURE OF THE FIELD I. T he Disciplinary Status of Communication Research. New Direc tion, New Agendas. Connecting Communication Scholarship to P ublic Policy. Pp. 55 y sig. Este autor distingue medios como conductos, lenguaje y ambientes , con un modo de trabajar muy semejante al de STAMM.
[36] STAMM, Keith R. (1985): Newspaper Use and Community Ties. Norwood, N. J., Pp. 14-19. La cita es de la P. 19.
[37] HAVELOCK, R. G. y HUBERNAN A. M. (1977): Solving Educational Problems. The theory and reality of innovations in developing cou ntries. Paris, Unesco, Pp. 28-32.
[38] JANIS, Irving L. (1972): Victims of Groputhink. A psychol ogical study of foreign-policy decisions and fiascoes. Bo ston, Houghton -Mifflin; Sus investigaciones anteriores: H OVLAND, Carl I; JANIS, Irving L. y KELLEY, Harold H. (197 0): Communication and Persuasion. Psychological Studies of Opinion Change. New Haven, Yale University Press (12ª Edición) 315 Pp. (La 1ª edición es de 1953); JANIS, Irvi ng L.; HOVLAND, Carl I. y otros (1959): Personality and P ersuasibility. New Haven. Yale University Press. En 1977 , publicó con L. MANN Decision making. Nueva York, The Free Press. En 1982, abrevió el título del libro citado.
Nota
Tres audiencias ante la CIDH que cuestionaron las políticas de Milei sobre mujeres, derechos humanos y economía popular
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concedió tres audiencias temáticas a las organizaciones de la sociedad civil de Argentina para escuchar el impacto de las medidas regresivas que adoptó el Estado en políticas sociales, económicas y culturales. El gobierno de Javier Milei debió responder en Washington, sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), ante las autoridades internacionales respecto a la vigencia de los derechos humanos en nuestro país. Hubo en total tres audiencias:
- Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular;
- Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género;
- Impacto de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en los derechos humanos.
En el caso de violencia contra las mujeres y niñas, la presidenta de la CIDH Roberta Clarke planteó que se trata de “delitos de lesa humanidad”. La actitud del gobierno argentino, y los detalles de cada una de las audiencias.
Por Lucrecia Raimondi
Las audiencias ante la CIDH que se llevaron a cabo el jueves 14 noviembre reunieron a organizaciones sociales y de derechos humanos en la sede de la Ex Esma, desde donde se realizó la conexión. Fueron solicitadas por entidades de derechos humanos, políticas, sindicales, feministas, sociales, académicas y religiosas.
Durante el 191º Período de Sesiones, en un hecho inédito, la CIDH otorgó a la Argentina el tratamiento de tres temas:
- El “Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular”;
- la “Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género”;
- el “Impacto de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia en los derechos humanos”.
En 10 meses de gestión, el gobierno de Milei debió presentarse cuatro veces a la CIDH para dar respuesta ante los reclamos de la sociedad civil por la violación a los derechos humanos. La primera fue en julio de este año sobre la “Situación de la protesta social y el derecho a la libertad de expresión” a partir de la represión durante el tratamiento de la Ley Bases en el Congreso Nacional.
Los representantes del Estado argentino sostuvieron la postura ultraliberal del presidente Javier Milei en todos los ámbitos internacionales de derechos humanos. Ante la CIDH, las intervenciones del gobierno y de la sociedad civil mostraron un país con una profunda división. En la exposición de los funcionarios oficiales quedó explícita su postura en “concordancia con los principales lineamientos del gobierno” en relación a la “racionalización de la gestión de los recursos disponibles”, según ellos como consecuencia de “la herencia institucional, económica y social recibida por la actual administración”.
En las tres audiencias el ex juez Alberto Baños, a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, argumentó que “los recortes de las partidas presupuestarias y el cierre de organismos ineficientes y la reducción de personal ineficiente, tienen que ver con la búsqueda de saneamiento que permita un renacimiento de la economía”. Las intervenciones de Baños se vieron plagados de un tono entre irónico y agresivo hacia las políticas de derechos humanos, con la habitual retórica oficialista que justifica la regresión en materia social amparándose en la crisis económica.
Por su parte, las organizaciones de la sociedad civil presentaron informes detallados del impacto negativo de las políticas de ajuste y desregulación del Estado en tres áreas donde Argentina es un ejemplo para el mundo:
- la colaboración comunitaria contra la pobreza en los barrios vulnerables,
- la lucha social por la erradicación de la violencia de género,
- las políticas de memoria, verdad y justicia por la no repetición del terrorismo de Estado.
La sociedad civil peticionó a la CIDH una visita a la Argentina para monitorear la situación con el fin de impulsar al Estado a cumplir con sus obligaciones y respetar los estándares internacionales de derechos humanos.
Milei pretende diferenciarse de la Agenda 2030, consensuada en la ONU como el “Pacto del Futuro”, que reúne esfuerzos para garantizar derechos de tercera generación y de incidencia colectiva. “Aunque bienintencionado en sus metas, es un programa de gobierno supranacional de corte socialista, que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los Estados-nación y violentan el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas”, disertó el presidente de Argentina en septiembre ante la 79º Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Al cierre de su discurso advirtió que “la Argentina no acompañará ninguna política que implique la restricción de las libertades individuales, del comercio, ni la violación de los derechos naturales de los individuos, no importa quién la promueva ni cuánto consenso tenga esa institución”. En esa línea fue la intervención de Baños, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La economía popular y el avance narco
La primera audiencia sobre el “Impacto de las políticas sociales en personas trabajadoras de la economía popular” fue solicitada por la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y Mujeres en Empleo Informal Globalizando y Organizando (WIEGO).
La principal denuncia de este sector fue la falta de entrega de alimentos a los comedores comunitarios, el desmantelamiento de los programas de empleo social, la persecución y la estigmatización de las organizaciones sociales. Natalia Zarza, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos e integrante de la UTEP describió la dramática situación de los barrios populares ante la falta de alimentos: “No llegamos a fin de mes, no tenemos a la noche un plato de comida todos los días. Los espacios que brindan los alimentos a los pibes se hacen de manera amorosa y con compromiso, son una herramienta fundamental de contención. Pero cuando el Estado se retira avanza el narcotráfico que le destruye el proyecto de vida a nuestros pibes. Estoy acá con mucha bronca, vengo para que me escuchen. No somos fantasmas, somos los que sostenemos los comedores comunitarios dándole de comer a los chicos y los ancianos de todos los barrios de la Argentina”.
Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP, explicó las consecuencias de la política de ajuste: “En nuestro país hay 10 millones de indigentes, hay más de 20 millones de compatriotas que están en la pobreza que no pueden comer todos los días, que saltean comida. El gobierno congeló el salario social complementario, implica que el Potenciar Trabajo, que percibían trabajadores y las trabajadoras de la economía popular producto de una tarea socio productiva, cayera en peores condiciones sociales de las que estaban en términos de pobreza. El gobierno tomó una decisión de avanzar en un proceso de ajuste, no solo en la política de economía popular, sino en muchas políticas. Nosotros hacemos mucho hincapié en que cuando se destruye la comunidad avanza el narcotráfico, se rompen las redes de contención social y de contención comunitaria”.
Además Gramajo detalló: “Lo que hemos planteado hasta acá es producto de las decisiones que ha tomado el gobierno. Los trabajadores de la economía popular y trabajadores formales van perdiendo su trabajo y su poder adquisitivo, los jubilados y jubiladas caen en la pobreza, millones de niños y niñas van todos los días a dormirse sin comer, más de 10.000 empresas han cerrado, privatizó las empresas del Estado. El gobierno decidió desfinanciar la educación y la salud pública” y concluyó que para la sociedad civil peticionante “esto representa un plan de miseria planificado, un plan de exterminio social y una gran crisis humanitaria que necesita el acompañamiento de los diferentes organismos internacionales. Porque el avance en el narcotráfico que se ve en el territorio argentino y también la gran tasa de suicidios que ha aumentado violentamente, son producto del deterioro económico y social que está viviendo nuestro pueblo”.
En respuesta a los planteos de las organizaciones, Baños acusó a Gramajo de tener un “discurso político”, habló de infiltrados en las manifestaciones, de comedores fantasmas y tildó a la militancia social de coercitiva. Además sostuvo que “las políticas de intermediación y asistencialismo clientelar llevaron al país años de pobreza estructural” y agregó que “durante épocas de pobreza estructural y asistencialismo clientelar, tampoco se presentó ningún pedido de audiencia pública”, cosa que en la Ex Esma fue interpretada como una chicana.
Ante la pregunta del comisionado Caballero sobre si era una proyección o un dato concreto que la pobreza disminuyera a la par de la baja de la inflación, Baños agitó el discurso libertario: “No es que en el segundo semestre del 2024 la pobreza bajó sino que en este segundo semestre estamos viendo que la pobreza empieza a bajar a partir de una sostenida baja en los índices de inflación”.
Al cierre de su intervención sobre este tema, Baños describió para quién gobierna el presidente: “La gestión encabezada por el presidente Milei es para mejorar la calidad de vida de los argentinos de todas las clases socioeconómicas, apuntar a lograr una vida en libertad y hacer de la propiedad de cada uno un fin en sí mismo”.
La voz de los marginados
Roberta Clarke, presidenta de la CIDH, se dirigió a los funcionarios en relación a las respuestas insuficientes del Estado y la evidente falta de diálogo ante los reclamos de los trabajadores de la economía popular: “Quiero invitarles a las dependencias del Estado a que básicamente reconozcan los derechos humanos y políticos en el marco de los derechos humanos. ¿Entienden esta lucha de poder que existe entre las instituciones y las personas? Por ejemplo, eso tiene que ver con la distribución de recursos. Cuando hay desigualdades muchos quedan afuera en sus necesidades, no son cumplidas. Esta es la historia que vive nuestra región, de arriba hacia abajo. Entonces, el marco de los derechos humanos dicta que los Estados tienen que proteger los derechos y los defensores de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil tienen el papel de monitorear lo que están haciendo los Estados para cumplir con los derechos humanos. La Comisión también tiene que ser la voz de los marginalizados”.
Además, se refirió a la denuncia por la estigmatización y las campañas de desprestigio al sector de la economía popular que sostiene los comedores en los barrios: “La sociedad civil y los defensores de derechos humanos no deben recibir ningún tipo de represalia. Deben en forma sustantiva ser esa voz, no solamente una voz desde afuera, sino una voz que puede sentarse a la mesa de negociaciones para que se vean sus perspectivas, para que se vea el monitoreo que han realizado en cuanto a las políticas. Los defensores de derechos humanos están trabajando con mucho valor en contra de los poderes que tiene el Estado y por supuesto esto lo vemos en toda nuestra región. Así que quiero honrar la integridad del trabajo que están haciendo ustedes y sus intenciones”.
“La violencia contra mujeres y niñas es un crimen de lesa humanidad”
En la segunda audiencia sobre la “Situación de las políticas de prevención, sanción y erradicación de las violencias de género” participaron como peticionantes Amnistía Internacional, el CELS, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), la Fundación Mujeres x Mujeres y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables. Los principales ejes de denuncia fueron el cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades y su posterior cartera disminuida en Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, la reducción drástica de los Centros de Acceso a la Justicia, el desfinanciamiento de la línea telefónica 144, del Programa Acompañar y el Programa Acercar que brindaba asistencia integral a las víctimas de violencia de género.
Destacaron la falta de políticas de prevención del abuso sexual en la infancia, las barreras para el acceso al aborto legal, el cierre del Plan ENIA de prevención de embarazos no deseados en la adolescencia, más el desmantelamiento de programas que promovían la equidad de género en empresas y de ayuda económica para personas trans. La audiencia comenzó con un claro mensaje de Clarke: “Dediqué casi toda mi vida profesional a este tema y no se ha visto una disminución en las estadísticas. Tal vez no contemos con cifras exactas por subregistro, pero la violencia contra mujeres y niñas es un crimen de lesa humanidad”.
Natalia Gerardi, directora ejecutiva de ELA, puso en contexto a la CIDH: “Desde que asumió el 10 de diciembre de 2023, el actual gobierno ha atacado sistemáticamente los derechos de las mujeres, niñas, adolescentes y personas LGBT. Desmanteló políticas públicas exitosas, desprestigió sin evidencias las instituciones encargadas de garantizarlas, recortó de manera arbitraria las partidas presupuestarias y redujo el personal que sostenía la implementación de las políticas públicas mediante despidos masivos. Con estas acciones el Estado incumple pactos y tratados internacionales vigentes como la Convención de Belém do Pará y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW)”. Gerardi explicó que el desmantelamiento sistemático de estas políticas “se enmarca en un acelerado proceso de des responsabilización, el Estado Nacional abandona a las mujeres renunciando a su rol de rectoría en materia de política pública y garante de un piso mínimo de derechos en todo el país” y enfatizó en que “son medidas regresivas tomadas en manifiesto incumplimiento de los principios de progresividad y no regresividad en derechos humanos”.
Juliana Miranda, del Centro de Estudios Legales y Sociales, cuestionó ante la CIDH la actitud internacional del Estado argentino: “Nuestro país fue el único que se negó a firmar la Declaración sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres del G20. Hoy mismo, hace unas horas, en la Asamblea General de Naciones Unidas, Argentina fue el único estado de 184 países que votó en contra de una resolución que llama a intensificar esfuerzos contra la violencia contra mujeres y niñas en el entorno digital. Estas acciones regresivas del Estado, en términos de protección del colectivo de mujeres y personas LGBT, es contraria a los estándares fijados por la normativa internacional y los antecedentes del sistema interamericano e incluso los compromisos que asumió en la emblemática solución amistosa por el intento de feminicidio y actuación estereotipada y discriminatoria en perjuicio de Ivana Rosales”.
En ese sentido, Miranda analizó lo discordante de esta posición en relación a los derechos adquiridos con que cuentan las niñas, mujeres y disidencias en Argentina: “Este giro en la política exterior alejó al país de sus alianzas en América Latina y de los foros multilaterales regionalistas en los que promovió el avance de la protección de este colectivo, con la excusa de considerar los derechos humanos como ineficaces e ideológicamente dirigidos. Argentina se está alejando de su rol de liderazgo histórico en la promoción de derechos de las mujeres, iniciativas contra la violencia de género y la promoción y protección de derechos sexuales y reproductivos”.
La respuesta de Baños fue la misma: la crisis económica y la ineficacia del Estado. “Los recortes de las partidas presupuestarias y el cierre de organismos ineficientes. La reducción de personal ineficiente tiene que ver con la búsqueda de saneamiento que permitan un renacimiento de la economía. Por la reestructuración total, los programas del ministerio fueron asumidos por la entonces Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, donde se evaluaron oportunamente las estructuras organizativas. El análisis realizado puso en evidencia la superposición de tareas y duplicación de funciones con el consecuente exceso de personal, incluyendo coordinaciones y programas con objetivos similares. Se detectaron inconsistencias en materia patrimonial, incluyendo el incumplimiento de la aplicación de la normativa vigente en relación al seguimiento, supervisión y rendición de cuentas. Atento a eso, fue necesario llevar adelante un realineamiento de las acciones y programas provenientes de la ex subsecretaria”, justificó Baños.
Además, el Secretario de Derechos Humanos desacreditó y desconoció la especificidad de las políticas llevadas adelante hasta el momento, diseñadas y articuladas con actores sociales especializados en materia de género: “No existe, como pretenden las organizaciones peticionantes, un retroceso o proceso de desarme, desmantelamiento y el remanido y machacante uso de la violación al principio de progresividad y no regresividad porque son inexistentes las políticas orientadas a proteger, acompañar y asistir a la persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad”.
Proyectos de vida y niñas violadas
Ante la falta de reconocimiento del Estado de Argentina a las políticas iniciadas contra la violencia de género y por la igualdad de las mujeres, el comisionado José Luis Caballero Ochoa apuntó: “Lo que no se nombra no existe. Esta es una convicción que me parece muy importante en el terreno del derecho de los derechos humanos. Si decían ustedes que la violencia no tiene género, si decimos que la violencia no tiene género, la protección del género no existe cuando hay discriminación estructural de años sobre grupos o colectivos tradicionalmente invisibilizados como las mujeres y el colectivo LGBTI, en violencia de género o en políticas de cuidado. Si no se protege, no existe. Este es un principio básico del derecho internacional de los derechos humanos, del derecho discriminatorio, de la igualdad. En ese sentido, debemos tener visiones muy claras desde la Comisión Interamericana”.
Amplió su llamado de atención dirigiéndose al Estado argentino luego de escuchar su postura: “El principio de progresividad es un principio que forma los derechos humanos. Los derechos humanos son universales, progresivos, interdependientes, indivisibles, inalienables. La prohibición de regresividad es un piso mínimo que tenemos en el patrimonio de la evolución del derecho internacional de los derechos humanos”.
En línea con su colega, la presidenta de la CIDH reforzó: “Me siento dando un sermón. A pesar de la ideología de igualdad de género, los actores estatales tienen que responder. Gran parte de la arquitectura del Estado comparte la cultura prevaleciente en donde se normaliza e invisibiliza esa violencia específica contra las mujeres. Entonces les pido como funcionarios del gobierno tener la conversación sobre por qué se tiene que nombrar, nombrar específicamente es importante porque tiene importancia simbólica”.
El secretario de Derechos Humanos cuestionó a las peticionantes respecto al acceso al aborto legal con una postura antiderechos: “La Convención Americana de Derechos Humanos protege la vida en general desde la concepción. La República Argentina es parte de la Convención sobre los Derechos del Niño que su preámbulo establece que la vida se debe proteger tanto antes como después del nacimiento. Seguramente los solicitantes están al tanto de que la Plataforma de Beijing y la del Cairo, no incluyen el aborto entre los derechos sexuales y reproductivos”.
Sobre el desmantelamiento del Plan ENIA, Baños sostuvo: “No es razonable exigir que se lleve adelante una política pública en donde les fallamos a las niñas y adolescentes”.
En respuesta, Clarke interpeló al Estado en relación a la violencia contra niñas, niños y adolescentes: “¿Dónde está la voluntad de proteger a los niños? ¿Cuál es el enfoque del Estado para darles a los niños y adolescentes lo necesario para protegerse? Los adultos tienen la responsabilidad de protegerse, pero se les pueden dar herramientas a los niños a través de la escuela, la educación sexual tiene relación. Doctor Baños, usted en la sesión anterior habló de darles autonomía a los niños para el proyecto de vida. Una niña de diez años que ha sido violada y quedó embarazada, ¿Cómo es su proyecto de vida en realidad? Pregunto para hacerme una idea de cuál es el enfoque de protección de los niños en tales situaciones”.
En su momento de réplica, Gerardi aseveró que “no hay una sola manera de garantizar la implementación de políticas públicas, pero sí hay una sola manera de garantizar su existencia y es con financiamiento en el presupuesto nacional. ¿De qué manera piensan que pueden implementar una política pública de atención y de distribución de recursos económicos para atención de violencia doméstica con cero presupuesto para el 2025? Al mismo tiempo, este presupuesto contiene una enorme cantidad de partidas dedicadas a exenciones tributarias y regímenes especiales como el régimen de minería”. También, contrapuso el cuestionamiento de Baños respecto al aumento de las denuncias a la Oficina de Violencia Doméstica: “Claro que aumentó a lo largo de los años la cantidad de consultas recibidas, porque aumentó el conocimiento y la percepción social de las mujeres, en particular de que hay algo que está mal en las formas de violencia que vivimos y que hay lugares donde podemos recurrir. Eso habla bien de la existencia de una política de conocimiento y difusión de derechos y de conocimiento y existencia de los lugares a los que se puede recurrir para conocer si aumenta o disminuye la incidencia de la violencia en el país”.
Estela de Carlotto: “Vengo a pedir su ayuda”
Estela Carlotto (Abuelas) junto a Taty Almeida (Madres Línea Fundadora) y, a su derecha, Carlos Pisoni, de H.I.J.O.S.
El auditorio de la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, en el Espacio por la Memoria Ex ESMA, estuvo repleto de movimientos sociales, organizaciones religiosas, sindicatos, universidades, equipos de investigación, organizaciones feministas, clubes y redes de comunicación comunitaria que acompañaron a los organismos de derechos humanos.
En conexión por videoconferencia expusieron sus opiniones Estela de Carlotto por Abuelas, Taty Almeida por Madres y Carlos Pisoni por H.I.J.O.S. De forma presencial en Washington, participó una comitiva de los organismos integrada por Paula Litvachky, directora ejecutiva del CELS; la nieta restituida Claudia Poblete, Carolina Vilella, integrante del equipo jurídico Abuelas de Plaza de Mayo; Verónica Torras, directora de Memoria Abierta, y el escritor Martín Kohan.
“Vinimos por primera vez a pedir su ayuda cuando en nuestro país nos cerraban todas las puertas y negaban las graves violaciones a los derechos humanos que estaban cometiendo. Desde ese entonces para nosotras y todos los organismos fue siempre fundamental y de gran importancia su acompañamiento. Ya con 94 años, vengo a pedir una vez más su ayuda ante todos los retrocesos que se viven en la Argentina en materia de derechos humanos y el Proceso histórico de Memoria, Verdad y Justicia. Todavía buscamos a 300 hombres y mujeres que hoy son padres y madres, por lo que también nos encontramos buscando a nuestros bisnietos”, expresó Estela de Carlotto como peticionante.
Durante la audiencia los organismos de derechos humanos expusieron el retroceso en las políticas públicas de memoria restaurativa. Explicaron cómo desde diciembre de 2023 el Poder Ejecutivo concretó sus promesas de campaña en la destrucción simbólica y material de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, de Reparación y No Repetición. A través del desfinanciamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos y de las recompensas para la búsqueda de prófugos de delitos de lesa humanidad, el cierre de líneas de trabajo en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) para la búsqueda de los nietos apropiados y del Equipo de Relevamiento y Análisis documental del Ministerio de Defensa orientado a la apertura de los archivos. En paralelo avanzó con despidos masivos de trabajadores, vaciamiento de instituciones y la puesta en venta de sitios de memoria.
El secretario de Asuntos Internacionales de la Defensa del Ministerio de Defensa, Juan Battaleme, volvió a justificar el ajuste por “la necesidad de optimizar recursos” frente a la crisis económica. A los trabajadores de los organismos de derechos humanos los acusó de que “actuaban como vengadores”, al Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (ex ESMA) y sus representantes los definió como un “ente opaco e inorgánico que funcionaban sin un superior jerárquico que imponga los criterios de actuación” y que “la arbitrariedad en esta dependencia era moneda corriente”. Battaleme expresó la posición del Gobierno en relación a la apertura de los archivos de integrantes de las fuerzas armadas para identificar su participación en el terrorismo de Estado: “No podemos permitir bajo ninguna circunstancia indagaciones generales o excursiones de pesca. Quiero recordar que toda la información de los legajos personales de militares se encuentran clasificados como secreto militar”.
En el cierre de su exposición, Battaleme quiso dejar un mensaje: “La lucha por la justicia es para nosotros un compromiso con todos los argentinos, no debe ni puede transformarse en un terreno de venganza o abuso de poder. Avancemos juntos en la búsqueda de un futuro donde la justicia sea para todos y la memoria completa una base sólida de libertad”, aclaró el funcionario con sentimientos de “profundo deber y convicción”. Por su parte, Alberto Baños, reafirmó esta posición del gobierno de Milei: “El problema aquí es que se consideran dueños del relato. Hablan de negacionismo y que se abandona la política de memoria. Pero la memoria es para todas las víctimas. Sin excusas ni banderas. Por las señoras que hoy participaron en el video uno no puede tener sino empatía por la situación que han vivido y siguen viviendo. Pero eso no las puede convertir en directoras de las políticas públicas a más de 40 años de perpetrados los hechos. Nosotros seguimos respetando la memoria de quienes hayan perdido sus vidas y hayan sido víctimas. Pero también el Gobierno está respetando la memoria de aquellos que hayan sido víctimas del accionar terrorista. Hablan de negacionismo pero en realidad pretenden dirigir las políticas públicas en materia de derechos humanos de las que el Estado hace honra y no cede ante las presiones ideológicas”.
La indignación en el auditorio de Abuelas pesaba en el aire. Estela y Taty negaban con la cabeza, se agarraban la mano, resoplaban por el desagrado de escuchar a los funcionarios argentinos hablar de esa manera ante un organismo internacional de derechos humanos. Los participantes aguantaron las ganas de chiflar y putear. Cuando terminó la audiencia, pudieron descargar: “¡30 mil detenidos desaparecidos presentes, ahora y siempre!”, gritaron entre abrazos y dedos en V en alto, con la convicción de no bajar jamás los brazos.
El representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Arif Bulkan, transmitió por videollamada la opinión de la ONU respecto a la Argentina: “La Oficina que represento comparte las preocupaciones de diversos actores sobre el cambio de narrativa de políticas y de institucionalidad en torno al proceso de memoria, verdad y justicia desde la recuperación de la democracia argentina”. Bulkan reconoció el esfuerzo del Estado y de la sociedad “por enfrentarse al legado de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura cívico militar”. Destacó el trabajo de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, puso en valor los museos y sitios de memoria, en particular la Ex ESMA como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Arif Bulkan fue categórico en remarcar que la situación económica no puede ser motivo de regresiones en materia de derechos humanos: “La existencia de una crisis económica no debería significar la limitación de recursos humanos y financieros para ciertas áreas de crucial importancia para los procesos de justicia transicional y reconciliación, como lo son las entidades dedicadas al esclarecimiento de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura. La oficina expresa su preocupación por los riesgos que esto podría implicar para la garantía de los derechos a la verdad, justicia y reparación y garantías de no repetición”.
Además, expresó que en el Alto Comisionado de la ONU “preocupa la retórica de algunas autoridades que parecerían banalizar o relativizar los crímenes de la dictadura y cuestionar el proceso de juzgamiento de los responsables, lo que tiene un impacto real victimizante en las víctimas de la dictadura y además afecta al derecho a la memoria ante la sociedad en su conjunto. La Oficina quisiera alertar a la Comisión que todos estos cambios podrían contribuir a debilitar el proceso de justicia transicional que fue y es tan importante para nuestra región y al mundo”.
Taty Almeida valoró la postura de los organismos internacionales: “Las mentiras que hemos escuchado por parte del Gobierno es lamentable, pero fue muy buena la postura de la ONU y de la CIDH. Los invitamos a que nuevamente vengan para que comprueben personalmente que todo lo que se ha denunciado es la verdad”. Por su parte, Miguel “Tano” Santucho, hijo de desaparecidos y parte del directorio de Abuelas, también expresó a lavaca sentir vergüenza de los funcionarios argentinos: “Una vez más hablaron de revanchismo y de organismos militantes, que lo somos, de una justicia y una verdad histórica que estamos reconstruyendo. Los que niegan toda la información son justamente el Estado Nacional y en particular las Fuerzas Armadas. Ellos saben perfectamente dónde están los 300 hombres y mujeres que estamos buscando. Desde que perpetraron los crímenes de lesa humanidad nunca permitieron acceder ni dieron ninguna información. Y ahora, en una tribuna tan importante como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, nos injurian de esta manera”.
Uno de los comisionados habló de la reconciliación en relación a la justicia transicional, un tema sensible en la lucha por el esclarecimiento de los crímenes de la última dictadura, que fue utilizado para instalar la teoría de los dos demonios y evitar el juzgamiento de los responsables. “Desde los 90 que vengo escuchando la palabra reconciliación -siguió Santucho- y yo siempre dije que la reconciliación es posible en la medida que se pueda hacer justicia, que se puedan hablar, que se puedan aclarar los casos que pasaron, que se puedan recuperar los nietos. Pero no hay ningún tipo de colaboración de parte de los perpetradores del terrorismo de Estado, que no hay ninguna persona que haya abierto los archivos o la información. Es muy difícil plantear una reconciliación porque todavía nos falta mucho por reconstruir y mucha justicia por obtener. Mi postura particular es que cuando tengamos justicia y encontremos los 300 nietos, nos sentaremos a hablar de reconciliación”.
Nota
Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas
En el atentado número 30 contra su vida, Andrés “Pillín” Bracamonte –líder de la barra brava de Rosario Central desde hace al menos 25 años– fue asesinado a balazos este sábado junto a su segundo, Daniel “Rana” Atardo. Ocurrió en el marco de un partido de Central contra San Lorenzo. Hubo una posible zona liberada, luces cortadas en la zona, y un crimen que se veía venir pese a la aparente calma de la violencia en Rosario en los últimos meses. Publicamos aquí las crónicas del medio cooperativo rosarino El Ciudadano, que dan cuenta del hecho, las primeras hipótesis, un perfil de Bracamonte y el contexto. Todo puede seguirse además en El Ciudadano (elciudadanoweb.com). Y agregamos una reflexión del periodista y diputado Carlos del Frade quien anticipa que estos asesinatos tendrán igual o mayores efectos que todo lo que ocurrió tras el crimen del “Pájaro” Cantero.
La muerte de Pillín: las hipótesis detrás del crimen que agita la pelea entre bandas y un sugestivo corte de luz antes de las balas
Quizás por haber sido víctima de 29 ataques a balazos, estaba regalado en una calle donde tampoco le llamo la atención que la luz estuviera cortada antes de que lo asesinaran. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
Con 29 ataques a balazos en el lomo, Andrés Bracamonte, único barrabrava capaz de sostenerse 25 años en el paravalancha canalla sabía que lo querían matar. Desde antes del último ataque, en agosto pasado, tenía esa certeza. Pero igual estaba regalado en la esquina de Avellaneda y Reconquista, con la luz cortada, sin sospechar lo que vendría. Algunos aseguran que contaba dinero de la recaudación.
El asesinato de Samuel Medina, el Gordo Samu, yerno del Guille Cantero abrió una serie de hipótesis que hoy desembocan en la muerte de Pillín. Una daba cuenta de una pelea entre Los Monos y Bracamonte que sus allegados desmienten. El Gordo Samu era allegado a Pillín, viajaban juntos y su muerte está orientada hacia una banda de un barrio periférico manejada desde Buenos Aires que la fiscalía tenía entre manos, según allegados a la investigación. Uno de los integrantes de esa banda fue golpeado personalmente por Pillín, algo que en la jerga se considera una especie de humillación. Pillín lo sabía, pero llama la atención que estuviera tan regalado en la esquina de Reconquista y Avellaneda. También llama la atención que un rato antes del ataque a balazos cortaran la luz de la calle en el marco de un partido de Central. Lo mataron a oscuras; a él y a su sucesor. Una versión da cuenta de que la pelea con el grupo del barrio periférico fue para evitar comercialización de sustancias en la cancha: Pillín no quería la Federal encima de ellos.
La escena del crimen, en las afueras del estadio de Rosario Central.
La banda señalada, que ya fue allanada, está vinculada directamente con una banda contraria a Los Monos. Si esta hipótesis se confirma habrá dos sectores en disputa, por un lado las dos grandes bandas que operan en Rosario y por otro lado la sucesión del paravalancha.
El perfil de un duro: a Pillín lo habían intentado matar 29 veces en los 25 años que estuvo al frente de la barra de Central
Andrés Bracamonte estuvo al frente de la barra canaya desde fines de siglo pasado, cuando era uno de los 7 jefes de fracciones internas y se quedó con todo. Desde entonces hubo plomos contra él: lo hirieron, lo rozaron, pero logró reponerse una y otra vez. Esta vez no pudo. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
—¿Es verdad que a Pillín lo balearon 29 veces?
—Sí, de locos, pero sí. Espero que podamos festejar las 30 con él sentado a mi lado.
Así confirmaba el número de gambetas a la muerte que llevaba Andrés Bracamonte un amigo que había ido a acompañar al hospital donde lo revisaban por heridas menores y roces de bala. Era el sábado 10 de agosto y Rosario Central acababa de vencer 1 a 0 en el Gigante de Arroyito a su archirrival Newell’s Old Boys. Y en medio de un torrente de personas a pie que caminaban por los bordes del parque Alem iba Pillin en su auto, despacio, junto a su pareja, y en avenida de los Trabajadores y José María Drago rociaron a ambos a balazos.
No habían ido a ver el partido, Pillín tenía restricción para entrar.
Según contaron testigos, un motociclista se acercó al auto y disparó ocho veces. Escapó. El entorno del jefe de la barra reaccionó rápido, pero no logró dar con el tirador. A Pillín una bala le entró en la espalda; también salió. No afectó ningún órgano, dijeron después en el hospital. A su pareja las balas le dieron en la zona costal derecha y en el codo derecho. También la atendieron sin que su vida estuviera en riesgo.
Pillín un cuarto de siglo al frente de la barra de Central. Había llegado a la cima antes del año 2000: era 1999 cuando quedó como jefe indiscutible de todas las fracciones. Y en los 25 años que se mantuvo fue acusado, condenado, detenido, liberado y baleado 29 veces.
De esos ataques, hay pocos registros en las crónicas policiales. Pero en el entorno del mandamás los tienen contados.
En julio de 2002, Pillín atacado por un desconocido que logró impactarle tres balas en el cuerpo. Fue en la puerta de un gimnasio ubicado en Ovidio Lagos al 1000. Pillín estaba en la puerta y vio a un desconocido cruzar la calle. Ese hombre extrajo un arma y le efectuó cuatro disparos, tras lo cual escapó a la carrera hacia la esquina donde al parecer lo aguardaba un auto.
Pillín recibió tres impactos de bala, dos en cada brazo y un tercero en la pierna derecha; el tirador falló el cuarto, que tenía como destino la otra pierna. Un balazo le provocó una fractura y el que recibió en el otro brazo le cortó una vena, lo que le produjo una importante pérdida de sangre.
En 2006 fue baleado por desconocidos en la puerta de su casa donde vivía entonces, en la zona norte. Recibió cuatro balazos: uno en el abdomen con orificio de salida, uno en cada pierna y otro en un tobillo. Rápidamente recibió el alta.
En febrero de este año, desconocidos balearon el frente de Los Álamos Club de Campo, el country de Ybarlucea donde vivía actualmente. Dejaron una nota amenazante contra el líder de la pesada.
Mediático
Pillín no pudo entrar a la cancha desde 2018. Antes del partido que Central disputó ante Talleres por la Copa Argentina, Bracamonte fue detenido mientras repartía entradas de protocolo, destinadas a dirigentes, en las inmediaciones del estadio de Lanús, donde se disputó el partido. Sólo quedó unas horas demorado. Pero la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) dispuso su prohibición de ingreso a los estadios.
En junio de 2010 fue uno de los diez barrabravas argentinos que no pudieron ingresar a Sudáfrica y fue deportado a la Argentina. Bracamonte, quien tenía tres causas judiciales en trámite, había sido autorizado por la Justicia local a salir del país.
Tres años antes el programa Crónicas Extremas del canal América filmó desde adentro a Los Guerreros, la barra canalla, con Pillín como estrella principal. Eso incluyó una visita a La Carpita, que el capo de la pesada también administra.
Causas judiciales
En diciembre pasado, Pillín pasó una semana preso, pero recuperó la libertad antes de la Navidad. Fue por una causa que involucra a un dirigente de la Uocra local por asociación ilícita, pero finalmente logró que sólo pesara sobre él una causa por extorsión.
Esa causa contra el gremio de albañiles reflotó un caso por lavado de activos que pesaba sobre Bracamonte, a raíz de la incautación de un cheque por el pase de un futbolista en su vivienda de Ybarlucea. Tras la imputación cuatro años atrás la causa quedó congelada, pero en diciembre la Justicia local decidió pasarla al fuero federal. Ante la apelación, la Cámara definió, finalmente, que la causa debía seguir bajo la órbita provincial.
Parecía intocable desde cualquier arista. Pero la suerte, si de tal cosa se trataba, esta vez le falló.
Daniel “Rana” Atardo, segundo de Pillín. Ambos asesinados ayer en Rosario.
Vienen días bravos
Este es el texto que escribió y distribuyó el periodista y diputado provincial santafesino Carlos del Frade, que este domingo a las 21 organizará un vivo en su Instagram @defradecarlos sobre las causas y consecuencias del asesinato de Pillín.
Por Carlos Del Frade
El asesinato del Pillín corta en dos la historia del presente criminal en Rosario.
Tendrá la misma o una mayor profundidad de lo que sucedió después del asesinato del Pájaro Cantero.
Era el único jefe de una barrabrava de primera división que permaneció por treinta años liderando esos negocios que surgen desde la cancha chica del fútbol y se expanden en la cancha grande de la realidad.
Más allá de las primeras informaciones, es claro que los últimos tres atentados contra él y su gente en los partidos de Central como local exhibían una voluntad manifiesta de matarlo.
Vienen días bravos en la ex ciudad obrera.
Portada
Hasta siempre, Mirta
Lo dijo con una sonrisa, amorosa, y con la mirada encendida, directo a los ojos: “El miedo es para los cobardes”. Fue un jueves de puro sol, cuando le preguntamos si tenía miedo en este contexto, antes de comenzar una nueva ronda que justo ella, con otras trece madres, fundó el 30 de abril de 1977, cuando buscaban con desesperación a sus hijos e hijas.
Mirta Acuña de Baravalle buscaba, además, a un nieto o nieta: su hija Ana María, a quien secuestraron el 26 de agosto de 1976 junto a su compañero Julio César Galizzi, estaba embarazada. Mirta murió este viernes sin saber qué pasó con ellos.
Su despedida será de 16 a 19 en el hall del Municipio de San Martín, el partido donde ella vivía, donde jugaba al scrabble sin cansarse, y donde seguía todos los jueves las rondas de Madres Línea Fundadora por las transmisiones de medios comunitarios, mandando saludos en vivo y recordatorios que una hermana leía sobre otras personas desaparecidas.
Tenía 99 años, la mirada encendida y la sonrisa amorosa, para indicarle a nuevas generaciones que la lucha sigue.
Gracias, Mirta.
Presente, ¡ahora y siempre!
Mirta en las marchas masivas del 24 de Marzo, marchando por la memoria, la verdad y la justicia junto a sus compañeras de Madres Líneas Fundadora. Foto Lina Etchesuri para lavaca
24 de Marzo de 2017. Mirta acompañada por Victoria Moyano, nieta recuperada. Foto Lina Etchesuri para lavaca
Esta foto fue tomada el 29 de febrero de este año y fue el último jueves de ronda donde estuvieron las tres Madres Líneas Fundadora juntas: Nora Cortiñas (fallecida el 30 de mayo), Mirta Baravalle (en el centro) y Elia Espen. Consultada sobre si tenía miedo en un contexto de discursos de odio y negacionistas, Mirta respondió a Lavaca con una sonrisa: “El miedo es para los cobardes”. Foto Lina Etchesuri para lavaca
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