Nota
Sonamos!
Se lanzó el proyecto, nomás. Sonar Tevé es impulsado por la FAMI (Federación de Músicos Independientes) y representado por la UMI (Unión de Músicos Independientes). El ECUNHI recibió el miércoles a diversos artistas y periodistas del arte para empujar (y celebrar) un proyecto avanzado sobre el primer canal público de música nacional: SonarTV.Los rumores hablan de que el proyecto estaría aprobado por la RTA SE (Radio y Televisión Argentina), la empresa pública que administra los medios estatales. De ser así, SonarTV vendría a completar la grilla de canales estatales culturales que empezó con el deporte, la ciencia, los niños y el cine, siempre fuera de las lógicas de mercado. Así lo explica Diego Boris, presidente de la FAMI, a punto de empezar la conferencia y en charla con lavaca: «La idea es que el arte le discuta al mercado los sistemas de producción, distribución y difusión. Que no sea un canal tipo MTV, sino que además de videoclips, tenga documentales con historias, contenidos sobre educación musical, reportajes, se cubran los festivales de distintas provincias, etc.»
Sacudida por el Efecto Cromañón, la escena musical porteña encontró en la UMI un espacio de contención e intercambio de voces. Así, se organizaron festivales en plena calle con cientos de bandas. También, desde que se creó en 2001, da asesoramiento técnico sobre la producción y difusión de material discográfico para los artistas; entabla convenios y acerca precios accesibles. En ese marco, han logrado poner en estado parlamentario una Ley de la Música (financiamiento que consiguió el diputado Claudio Lozano y firmaron varios del Frente para la Victoria), que intenta hacer estatal lo que la UMI viene atajando hasta entonces. Cuenta Boris: «Es una ley que intenta hacer cuestión de estado el tema de la producción, distribución y difusión de la música nacional. La idea es que tenga alguna etapa subsidiada, no toda, porque la UMI es una herramienta que genera convenios pero no tiene acceso a fondos».

Entre otros: Miguel Cantilo, Teresa Parodi, Víctor Heredia, El Mono de Kapanga, Raúl Carnota, Miguel Grimberg, Guillermo Tello, Christian Aldana y Diego Boris
Son éstas las discusiones que permitieron, a su vez, soñar con un canal público y estatal de la música. La Ley de Medios también ha permitido reconfigurar el panorama: «Como participamos en la Coalición por la Radiodifusión Democrática, y conocer de cerca los contenidos de la Ley, sabíamos cómo se iba a implementar la televisión digital terrestre. Desde ahí empezamos a trabajar la idea de que la música es un arte y merece un espacio para difundirse fuera de la lógica del mercado, que tiene que ver con el lucro y la comercialización». El encuentro del miércoles, además del lanzamiento del proyecto, tuvo como propuesta comenzar a formar grupos de trabajo que organicen las ideas y sueños. Hasta ahora, el proyecto tiene representantes en al menos 9 de las provincias argentinas (recordemos que la FAMI es una organización de alcance nacional). Boris: «Eso asegura que el proyecto no quede atado al quehacer de una gestión; la idea es que se genere un Consejo asesor que pueda debatir los contenidos musicales que debería tener un canal público de música». ¿Algunas ideas, hasta ahora? Diego se emociona: «Además de lo que ya conté, nos imaginamos especiales del origen del cuarteto contado por la Mona Jiménez, o el de la cumbia por Pablo Lescano. La idea es darle a la música la posibilidad de difundir su contenido más profundo, el transformador, el social, y también un espacio de difusión de las propias experiencias genuinas».
Construyendo independencia
Aquí debajo, compartimos una charla inédita entre lavaca y Cristian Aldana y Esteban Agatiello, músicos y presidente y miembros de la UMI, respectivamente, que explican qué significa ser músico independiente, amplían sobre la Ley de la Música, cuentan de la UMI y hablan de cómo es estar del otro lado de la balanza del mercado.
Cristian Aldana y Esteban Agatiello son músicos independientes. Así se definen y así se sienten. Cristian, cantante y guitarrista de El Otro Yo, y Esteban, tecladista de Richter, participaron activamente en la derogación de la «ley del ejecutante musical» promovida por el Sindicato Argentino de Músicos (SADEM) y como contrapartida, proponen la «ley nacional de la música», que está en el Senado esperando ser aprobada antes de que termine el año. Ambos pertenecen a la Unión de Músicos Independientes (UMI), que cuenta con 4500 socios, y en sus roles de presidente y secretario buscan mejorar las condiciones de la actividad musical e impulsar la autogestión. En esta entrevista intentamos encontrar respuestas a varios interrogantes relacionados con la idea de ser un músico independiente. ¿De qué depende ser independiente en el contexto actual? ¿Independiente de qué? ¿De las grandes compañías discográficas, de un manager inescrupuloso, de las distribuidoras, de no caer en la lógica del mercado? ¿Es ficción incompatible o un escenario posible si se obtienen las herramientas necesarias? ¿Qué cambia con la nueva ley?
La ley
El proyecto de ley de la música que elaboró un numeroso grupo de artistas durante cuatro años apostó por el método colectivo, como la mejor forma de democratizar las voluntades y que todos pudieran dar su opinión con el objetivo de reivindicar la profesión. La ley del ejecutante musical, promulgada en 2005, es del año 1958 y ya no representaba la realidad de lo que pasaba en la Argentina: «Es de antes del ingreso del rock al país y tampoco representaba a las orquestas de tango de ese momento», aclara Esteban. La ley apuntaba a los músicos que trabajan en relación de dependencia, que en la actualidad son una minoría. Y entre otras cosas llamativas, proponía un «examen de idoneidad» para poder acceder a una matrícula, pagar una cuota de $100 anuales y cobrar los shows a través del sindicato de músicos. «Se iba a armar una caja recaudadora. El SADEM no nos representa porque la mayoría de los que están en la comisión directiva no son músicos, no daba respuesta a las necesidades que tenemos. Nos juntamos más de 1500 músicos en el Bauen para rezongar por esta ley y ahí nos pusimos de acuerdo en que había que derogarla, logramos hacer una reunión en la Casa Rosada con el presidente en ese momento, que era Néstor Kirchner, pidió disculpas porque pensaba que esa ley nos iba a ayudar y nosotros nos comprometimos a empezar a trabajar por una nueva. Fue un momento histórico. A partir de ahí se organizaron grupos de trabajo y todos podían participar» relata Aldana. Armaron un borrador y como uno de los principales puntos de la ley, decidieron que era una buena idea incluir la creación del Instituto Nacional de la Música, la posibilidad de difusión de eventos, vales por horas de grabación, masterización, diseño de arte, impresión de gráfica promocional y poder contar con más presupuesto para distribuir entre mayor cantidad de músicos.
¿Qué repercusión tuvieron de los medios más tradicionales, el sindicato, las compañías discográficas, lo que constituye la industria de la música?
CA: Nosotros siempre trabajamos por la positiva. Necesitamos una ley, y seguramente la industria también, que nos dé posibilidades de hacer música en la Argentina, desde lo que es en vivo hasta la forma de producir, y siempre buscamos poder juntarnos con todos para poder enriquecernos. Abrimos la puerta y la mayoría participó, la leyeron, hicieron comentarios, se habló con todos, con SADAIC, CAPIF, con empresarios teatrales, la ley abre la puerta para que todos participen. Se le mandó la ley a un montón de músicos conocidos, todos la apoyan. No va a resolver la totalidad de los problemas pero va a ser una mejora y el trabajo colectivo fue a favor de la música y no «en contra de», lo hicimos desde un lugar de amor a la música.
De alguna forma se enfrentaron a un modelo que puede considerarse hegemónico y trataron de imponer una realidad distinta. ¿Alguien los cuestionó?
CA: La verdad es que no pasó, no lo pensamos desde ese lugar. Nosotros, como UMI, asesoramos en cuanto a derecho de autor, de intérprete, de director fonográfico, tener registrado el nombre de la banda, para registrar las canciones, pasar las planillas de shows, cómo hacer para autogestionarse.
EA: Todo eso no es menor porque esa información muchas veces se transforma en dinero, cuando tocás en un show, cuando salís en una radio. No importa lo que cobres, pero eso te legitima ante vos mismo como músico y ante la sociedad, le podés decir a tu mamá: «mirá, cobré». Cuando sos músico te dicen «sí, pero de qué trabajás». Es encontrarte con otra realidad que te cambia la mirada. No queremos ser un gremio, ni una sociedad de gestión colectiva, lo que hay que hacer es que las instituciones que ya existen funcionen perfecto, no es que no queremos que haya un sindicato, está bien que haya uno que defienda a los músicos del Colón, por ejemplo, pero también queremos generar herramientas para otra realidad que termina siendo mayoría. Es mucha la música que se edita y se vende en estas condiciones que no van por el lado tradicional de la disquería y sin embargo representan una porción importante del mercado. Creemos que cada uno tiene su lugar y para nosotros ese lugar es la independencia y damos herramientas desde ahí para que después los músicos puedan utilizar al resto de las asociaciones en beneficio propio.
La UMI y los desafíos de producir en común
Cristian Aldana, junto a su banda El Otro Yo sabe bien de qué se trata ser un músico practicante de la autogestión. En sus comienzos, en el año 1988, tenían en claro que la escena del rock nacional no estaba interesada en la música que ellos proponían y Aldana salía con su mochila a distribuir los discos en las disquerías, cobraba, recuperaban lo invertido, volvían a grabar y hasta crearon su propio sello: Besótico Records. Desde la UMI, viene trabajando a favor de los artistas de la música desde 2001.
¿Cuáles son los beneficios que tienen los socios de la Unión de Músicos Independientes?
CA: En estos años la UMI logro convenios con imprentas, fábricas de dvd, diseño web, diseño de tapa, prensa, cuerdas, arreglo de equipos, hasta con un psicólogo de músicos, con estudios de grabación. Se están fabricando 60 nuevos títulos autogestionados por mes, de todos los estilos. La UMI no es intermediaria sino que damos las herramientas para que el músico ejecute todo por sí mismo, brindamos la información para generar un nuevo modelo de músico. En los primeros años de existencia de la UMI, el concepto de autogestión era visto como «off», al costado del mercado, se lo desvalorizaba en relación a estar con un sello. Ahora creemos que la autogestión en la Argentina triunfó porque son más de 4500 bandas, más de 3000 discos que se editaron desde los convenios de la UMI.
EA: No es el camino que nos queda sino el que elegimos. Antes de que existiera la UMI muy pocas bandas fabricaban sus discos. El mercado cambió, antes el disco era una cosa y ahora, a partir de la tecnología, eso se modificó, sin embargo se fabrican más discos que antes.
El principal objetivo a corto plazo es la aprobación de la ley, para eso se están reuniendo con los senadores de los distintos partidos para ponerlos al tanto de que la intención es crear cultura desde la música. En el ámbito local, en 2009 se aprobó la ley de concertación musical, ley de emergencia para dar respuesta a las condiciones de los shows musicales en la ciudad de Buenos Aires, que fueron modificándose en el contexto post Cromañón. Después de la tragedia el Gobierno de la Ciudad clausuró varios locales y eso entorpeció la posibilidad de tocar en vivo. Mediante una convocatoria virtual se juntaron más de mil músicos en la puerta de la jefatura del gobierno porteño para reclamar por nuevas condiciones. Para poder reglamentar la ley y ponerla en práctica, obtuvieron el compromiso del ministro de cultura Hernán Lombardi de crear un presupuesto antes de que finalice este año para que los lugares de música en vivo puedan acondicionar sus instalaciones y las bandas o solistas no tengan que pagar sonido y luces para poder tocar, «que es como ir a tomar un café a un bar y que te cobren el alquiler de la máquina de café».
Y también aspiran a perseverar y transmitir el camino de la autogestión a la que Aldana define como «tener libertad para poder buscar tu forma de expresión y no estar condicionado por el mercado». La independencia no es tarea fácil, es el arte de combinar los propios recursos de una manera autónoma. Todo un desafío.
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
Nota
La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.
Por Franco Ciancaglini.
La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo.
En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso.
“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.
La que habla es una de sus hijas, Paula.
El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10.
Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.
El arma y la palabra
Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.
Es jubilada.
Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.
Tiene tres hijas.
Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.
Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.
Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.
La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.
Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.
El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.
Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.
Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.
Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.
“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.
Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.
Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.
Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.
Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.
La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”.
¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.
La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.
¿Necesitan algo? “Sí: paz”.
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