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Córdoba: el conflicto por la universidad pública en tres actos
Un día después de la Tercera Marcha Federal Universitaria, las tensiones siguen en aumento en una provincia que ayer se movilizó masivamente en defensa de la educación. El estado de asamblea y de alerta permanente, mientras las tomas se multiplicaron en varias facultades y la actividad académica continúa. Las voces de estudiantes: «No vamos a ser la generación que entregó la universidad». De docentes: “No llego a los 300 mil pesos». Las pujas internas entre radicalizar o no el conflicto. El amedrentamiento de la Policía alrededor de Ciudad Universitaria y el hábeas corpus presentado como resguardo al derecho a la protesta. El (mal) recuerdo de Mauricio Macri y el rol actual del gobernador Martín Llaryora.
Por Bernardina Rosini desde Córdoba
Fotos Eze Luque desde Córdoba
«Martes, 18 horas, Patio de la Reforma: Asamblea en Derecho». El volante se reparte entre estudiantes y profesores a la entrada de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). No es un día cualquiera en esta manzana jesuítica que alberga una de las facultades más antiguas de Latinoamérica. Desde que el Congreso de la Nación ratificó el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, la tensión ha crecido, y esta es la primera asamblea tras la toma de la facultad el pasado 9 de octubre. Las palabras de una de las oradoras resuenan: “En esta facultad organizamos la República”. No es una frase vacía, ya que figuras históricas como Juan Bautista Alberdi -autor de la primera constitución nacional y referente liberal reivindicado especialmente por el actual gobierno- pasaron por estas aulas y moldearon el país desde este lugar.
El ambiente en la asamblea es efervescente. «No vamos a ser la generación que entregó la universidad», dice un joven con determinación. Detrás de él, una guirnalda de carteles cuelga en el patio, con los rostros de diputados y diputadas que votaron contra el aumento de fondos para las universidades, acompañados por la palabra «TRAIDOR» en grandes letras.
Fotos Eze Luque para lavaca
Las tomas se multiplicaron en varias facultades de la UNC: Artes, Comunicación, Arquitectura, Lenguas, Sociales, Filosofía y Psicología. A pesar de ello, la actividad académica no se detiene. Clases abiertas como «¿Quién es moralmente responsable por las malas políticas públicas?» o “Salud mental y políticas públicas” se llevan a cabo en veredas, calles y plazas. En el Museo de Antropología, una charla sobre la Ley Bases y el poder concentrado atrae a curiosos y preocupados por lo que pueda venir.
Fotos Eze Luque para lavaca
«No entreguemos la última promesa real de ascenso social», advierte un profesor en el Patio de la Reforma, mientras sostiene un informe de Adiuc (Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba). Su voz es clara: «En los años ‘60, un profesor de dedicación exclusiva ganaba lo mismo que un juez de la Nación; hoy, sólo el 5% de los docentes tienen dedicación exclusiva, y a los 65 años, con más de 25 años de carrera, ganan lo mismo que un pinche de tribunales». La crudeza de su afirmación es respaldada por una profesora que aplaude y añade: «Soy semi-dedicación, 20 horas semanales, y no llego a los 300 mil pesos». El reclamo tiene números concretos, tanto en relación a los sueldos de docentes y no docentes como a los gastos de funcionamiento propios de la academia.
Fotos Eze Luque para lavaca
Un joven delgado y pequeño toma el micrófono. Se presenta como hijo de un carpintero y su mensaje resuena: «Esta lucha es colectiva, nos abraza a todos, no solo a los estudiantes, sino a la sociedad entera». Con la Constitución en la mano, cita el artículo 75, inciso 19: «El Estado debe asegurar la educación pública gratuita y equitativa». Su llamado es claro: la educación es un derecho que trasciende las fronteras ideológicas.
Sin embargo, no todas las voces están alineadas. Un grupo de estudiantes sostiene carteles que dicen «NO A LA TOMA», y un joven de traje se acerca al micrófono pidiendo auditorías en las universidades, lo que desata abucheos. «Respetemos la pluralidad de voces», se escucha entre la multitud, mientras se mantiene el debate. Finalmente, la asamblea decide continuar las acciones de visibilización, pero sin tomar la facultad. Luis, estudiante de tercer año de Derecho, se muestra indignado: «¿En serio la Franja Morada definirá el plan de lucha? Es ridículo, el rector de la UNC es radical y son los radicales quienes nos están entregando, no pueden ser juez y parte”.
Fotos Eze Luque para lavaca
Hábeas corpus
El Pabellón Venezuela en la Ciudad Universitaria continúa tomado por los estudiantes. Desde el 14 de octubre, la policía provincial incrementó su presencia en los alrededores del campus. Flavia Dezzuto, decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, denuncia esta situación: «La policía no tiene permitido ingresar al predio universitario; sus límites son las avenidas exteriores». Sin embargo, patrullan cerca, interrogando a los estudiantes que salen de las asambleas. Preguntan sobre la cantidad de asistentes, los horarios y los temas discutidos.
Ante el incremento de situaciones de provocación y violencia en distintas universidades del país, decidieron presentar un hábeas corpus que resguarde el derecho a la protesta y en el documento presentado se exige que «las autoridades competentes informen sobre las medidas que hayan solicitado, o prevean solicitar, respecto a las medidas de protesta, expresión o deliberación, en el ámbito de la Universidad Nacional de Córdoba. En particular respecto al despliegue de fuerzas policiales que pudieron afectar la libertad, la seguridad y la integridad física, entre otros derechos». Asimismo las autoridades de la Facultad impulsaron una presentación en el Consejo Superior para que el rector tenga conocimiento sobre la situación. Teléfono al radical Jhon Boretto.
Fotos Eze Luque para lavaca
Las figuras del poder
La tercera Marcha Federal por la educación universitaria reunió ayer a miles de personas en Córdoba. Horas antes, el expresidente Mauricio Macri paseaba por las mismas calles, tras haber dado una conferencia en la Bolsa de Comercio y haber deslizado a través de la negativa la posibilidad de ser gobernador de la provincia mediterránea. “Estoy construyendo una casa en Córdoba, por lo cual voy a pasar más tiempo acá. No empiecen con las especulaciones de si voy a ser gobernador”, deslizó.
Su presencia en el marco del conflicto universitario reaviva la memoria de las protestas del 2018, bajo su gestión presidencial. En aquel entonces, estudiantes universitarios tomaron el Pabellón Argentina. 24 de ellos fueron identificados y posteriormente imputados por hechos encuadrados en la figura penal de usurpación por despojo y turbación de la posesión. Hace apenas 4 meses el Juzgado Federal 1 de Córdoba, a cargo del juez Pablo Montesi, declaró extinguida la acción penal contra los estudiantes. Este antecedente de judicialización de la protesta universitaria es el que motiva en la actualidad los estrictos recaudos que toman las asambleas estudiantiles en materia de seguridad.
Por otro lado, el actual gobernador, Martín Llaryora, se posicionó en el conflicto solicitando al Gobierno nacional la conformación de una mesa de diálogo urgente. Sin embargo, su propuesta de expandir la Universidad Provincial de Córdoba, con la creación de 20 nuevas sedes en el interior provincial, ha sido vista como una jugada astuta para distanciarse de la retórica de Javier Milei: «De las crisis se sale con más educación, no con menos», afirmó Llaryora. Esta afirmación, entendida como parte de una estrategia política, termina reforzando la imagen de Llaryora como un «buen alumno», ya que no desobedece a las intenciones de descentralización de la educación superior que propone el gobierno nacional.
Fotos Eze Luque para lavaca
Actualidad
Infiernos en la Comarca Andina: el estado de las llamas
Voces desde los incendios cordilleranos: las causas y las sospechas. El rol de la megaminería y del monocultivo en medio de sucesivos desastres que preparan el terreno para que el próximo se desate con más facilidad y ferocidad. La lucha contra el fuego, incluso de quienes ya lo perdieron todo. La tarea de los medios comunitarios. Y una respuesta práctica, un link, para una pregunta: ¿cómo ejercer la solidaridad con las víctimas?
Por Franco Ciancaglini
La voz de las personas que relatan lo que pasa en el sur se corta por la respiración que se bloquea por el humo, por la angustia o directamente por las lágrimas. Los testimonios de quienes habitan la Comarca y están cuerpo a cuerpo con el fuego no pueden distanciarse de la desazón y la tristeza que genera ver, de muy cerca:
- 20.000 hectáreas quemadas.
- Decenas de casas incendiadas.
- Un muerto hasta ahora: Ángel Reyes, 84 años.
- Al Estado ausente.
Fotos: Eugenia Neme.
Sostener lo insostenible
Al cierre de esta nota aún había focos activos en El Bolsón, el Parque Nacional Lanin, el Parque Nacional Nahuel Huapi, Puerto Madryn, Epuyén y Atilio Viglione. Y personas movilizadas en todos esos lugares colaborando con las brigadas y bomberos para contener las llamas, y realizando todo tipo de acción para proteger la vida: viandas para repartir, relevamientos de personas y casas, aprovisionamiento de agua, colectas, y muchos etcéteras.
El Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) estima que la superficie afectada por el incendio asciende a 20.000 hectáreas. Una cifra que equivale a 10 veces la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los incendios son cada vez más cruentos año a año, frecuentemente en estas épocas calurosas, mezclando cada vez características sistémicas (sequías, calentamiento global), con particulares (cómo se inicia el fuego) y, últimamente, con una marcada ausencia del Estado en la prevención y atención del asunto.
Fotos: Eugenia Neme.
Más dimensión del desastre: un informe de Greenpeace (chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.greenpeace.org/static/planet4-argentina-stateless/2024/05/acaa1d9b-informe-incendios-forestales-en-los-bosques-andino-patagonicos-2023-2024.pdf) estimó que la superficie afectada por incendios forestales en la región de los Bosques Andino Patagónicos de Argentina durante el período octubre 2023 – marzo 2024 fue de 7.747 hectáreas, el 90% en la provincia de Chubut. (1)
En 2024 viajamos desde la revista MU al Parque Nacional Los Alerces para retratar lo que sucedía alrededor del incendio de 8 mil hectáreas, donde vecinos autoorganizados y brigadistas le hicieron frente a los negocios oscuros, negligencia, ausencia de justicia y silencio estatal.
Hoy el panorama es bastante similar, o peor. En septiembre de 2024, el Monitor Ambiental del Presupuesto (FARN) informó que el presupuesto para el Plan de Manejo del Fuego en Argentina se redujo un 43,8% en seis meses. Por este desfinanciamiento el diputado Esteban Paulón exigió explicaciones a Patricia Bullrich, a cargo del ministerio responsable.
El plan provincial de Chubut también se encuentra en la mira. Tan solo un dato del estado del Estado: hoy el Jefe de la Delegación Noroeste de Servicios Públicos renunció
(https://www.facebook.com/photo?fbid=643329425111573&set=pcb.643329491778233)
denunciando al falta de “insumos, vehículos operativos, personal suficiente, sistemas de comunicación adecuados e infraestructura digna” . También reveló la falta de condiciones de seguridad, y de descanso. “Hoy llegamos a un punto final. No se puede sostener lo insostenible, ni se puede exigir más sacrificio a quienes ya lo han dado todo. (…) No puedo continuar en un cargo donde mis reclamos son ignorados y las condiciones laborales siguen degradándose día a día”.
Así estamos.
Fotos: Eugenia Neme.
Autogestión
Lo cierto es que en todos los incendios, el aporte de las brigadas vecinales ha sido fundamental para poder frenar el avance del fuego. Aunque estatalmente no se lo quiera reconocer, sí ocurre en el territorio con muchas y muchos trabajadores.
En el frente del fuego conviven hoy integrantes del Plan del Manejo del Fuego y distintas instituciones nacionales y provinciales –bomberos, brigadistas– y las organizaciones vecinales que se dan una mano mutuamente.
“Ellos saben que nosotros estamos también en la lucha por regularizar sus puestos de laburo, que dejen de ser contratados, que les den elementos… En el frente del fuego nos entendemos y combinamos nuestros esfuerzos”, cuenta Martín, uno de los autoconvocados que se sumó a las tareas.
Otro es Javier Isikawa, quien si bien pertenece a una asamblea se define como “uno de los miles de vecines organizades que vamos a apagar el fuego”. Estos vecines son, en parte, grupos formados y entrenados para el combate del fuego, y por otro lado personas conmovidas que se suman a dar una mano en lo que se necesite. “Hoy lo estamos haciendo ya más organizada y sistemáticamente. En poco más de un mes que va del año hemos estado en una quincena de incendios” relata.
Javier vive en Golondrinas, casi al límite de las provincias de Chubut y Río Negro, donde hace cuatro años un incendio arrasó con 500 casas y mató a 3 personas. Esa experiencia, cuenta, lo forjó para seguir participando en la lucha contra el fuego. Enumera incendios: Cuesta El Ternero, Loma del Medio, Epuyén, El Hoyo, Pedregoso. “Mallín (por Mallín Ahogado, otra de las localidades que se encuentra apenas al norte de El Bolsón) era una zona que venía quedando sin incendios desde hace mucho tiempo, con una vegetación frondosa, con bosques milenarios. Son áreas de bosque virgen, un pulmón. La biodiversidad de este lugar es muy particular: por eso tanta gente viene de turismo hacia esta zona”.
Fotos: Eugenia Neme.
Cordillera quemada, sequía zarpada
Martín es otro de los pobladores que comienza confesando que le cuesta organizar las ideas en este momento: acaso una demostración del impacto en la vida de quienes habitan y combaten el fuego.
“Se está quemando la cordillera, esa hermosa que ves desde El Bolsón”, comienza su relato gráfico, y enseguida cuenta: “Los pocos recursos que hay se dedican al cuidado de las zonas habitadas, entonces el fuego arriba no se combate. Hay recursos desplegados de provincia, de bomberos voluntarios, de lo poco que queda de la Brigada Nacional de Manejo del Fuego y de la Brigada de Chubut que está dando una mano… y cantidad de vecines, de brigadas autoconvocadas, de organizaciones: un hormiguero de gente laburando”.
Martín, si bien vive lejos de los actuales focos, no descansa viajando hacia los lugares en los que se expande el fuego, y reconoce su miedo porque los vientos pueden llevar las llamas a un lado y otro. “Venimos con una sequía zarpada, no hay lluvia, mucho material para la combustión… Y además han empezado a aparecer un montón de episodios de piromaníacos en este contexto”.
¿A qué llaman piromaníacos? “Decimos piromaníacos gráficamente, porque no entendemos qué está pasando”.
Fotos: Eugenia Neme.
Sospechas, minería y monocultivo
Las personas afectadas no tienen como prioridad ahora realizar análisis de las causas de los incendios: están preocupadas en contenerlos y organizarse frente a la falta de recursos.
FM Alas es una radio histórica de la Comarca Andina que hoy tuvo como protagonista a la voz de distintos brigadistas. Uno de ellos planteó con claridad: “Lo que sucede en todos los incendios es que, así como sabemos que hay gente que intencionalmente los está ocasionando, también hace que circule información falsa, para generar pánico o incluso llamamiento al Ejército, a Patricia Bullrich… Parece absurdo pedirle ayuda a quienes son los responsables más altos de que esto suceda. Compartieron fotos de unos compas, de un amigo, una amiga que están combatiendo el fuego, diciendo que los habían visto con bidones de nafta prendiendo fuego: algo totalmente falso. Quienes estaban en la foto se volvieron para El Hoyo como diciendo: ni ganas de que esto suceda, de que me incriminen cuando justamente es al contrario. Uno está haciendo la fuerza y dando todo para que esto se termine y poniendo todo el newen (fuerza, energía) para combatir el fuego. Es una locura: de todos los golpes que uno recibe, es el más feo. Y no es justo, como nada de lo que está sucediendo”.
Javier Isikawa habla de “causas variadas” y plantea otra arista, que vive en primera persona y refiere al rol estatal: “Una de las principales causas de incendios es la falta de infraestructura estatal en los tendidos eléctricos. Vivimos en una zona en donde no podemos permitirnos el chisporroteo de sistemas eléctricos precarios. En Golondrinas apagamos por lo menos 10 focos que se generaron así. Como población nos organizamos e hicimos un pedido al Estado de que corte el suministro eléctrico los días que están previstos vientos: preferimos estar sin luz que estar incendiados”.
Sobre las intenciones, es cauteloso: “No digo que no pueda haber personas prendiendo fuego, pero creo que no son las causas principales. Hubo años atrás una persona que prendió 15 focos en un mes. Lo encontraron, pero fue un caso en todos estos años. Hoy no creo que haya sido eso. Mi impresión particular, por el lugar donde comenzó –en la senda turística de Mallín-Bolsón– es que fue un descuido de algún turista. Estamos en un momento en que usar una moladora puede desatar el fuego. Entonces una colilla de cigarrillo es una causa más que de sobra para generar un incendio. Y yo ahí no creo que haya una intencionalidad, sino un descuido fatal: de hecho el incendio de Mallín Ahogado ya tiene una víctima fatal”.
Se trata de Ángel Reyes, un poblador que se habría negado a evacuar su casa y murió a causa de la inhalación de humo.
Pero no todo lo que se prende es en lugares turísticos: “En otras zonas, particulares, hay fuegos intencionales. Dicen que ocurren por rayos pero quienes vivimos acá sabemos que no hay tormentas eléctricas. Esos incendios por ‘rayos’ han ocurrido en áreas con cateos mineros, con bosque, pero muchas veces con bosque achaparrado donde el apagado sería sencillo. Pero se lo ha dejado avanzar. Ahí uno sospecha: no puede no sospechar”. Se refiere a los incendios que ocurrieron en 2024.
Javier coincide en que otro de los problemas fue la plantación de pinos en esta zona, algo que alerta también la Asamblea de Esquel en esta nota que lo explica con claridad: monocultivo de pinos: https://noalamina.org/extractivismos/item/255486-monocultivo-de-pinos-y-sus-consecuencias
“El monocultivo de pinos es una invasión silenciosa casi imperceptible en el día a día que está ocasionando graves consecuencias en la Patagonia. La intensa demanda de agua va secando manantiales, aguadas y mallines. Los pinares implantados abandonados, sin el debido mantenimiento, acumulan material altamente combustible siendo los principales responsables de la propagación incontrolable de los incendios forestales. Además, investigadores del INIBIOMA (CONICET-UNComahue) encontraron que de cada 1.000 pinos por hectárea en una plantación brotaron 21.000 luego del incendio (o más). Y describen un ciclo infernal, por el cual, cada incendio genera más masa combustible y prepara el escenario para el próximo, aún más catastrófico. Sucesivos incendios en pinares favorecen la infección del territorio y van dejando atrás tierras degradadas”.
Esa combustión, entonces, para Javier es consecuencia de lo que llama “políticas imperialistas”: impusieron al pino contra la flora nativa, como una forma de imponer un modelo que hoy está en llamas.
Fotos: Eugenia Neme.
Link para la solidaridad
Mientras tanto Radio Alas sigue sonando: brigadistas autoconvocados de los barrios dan información preventiva. Hablan de limpiar caminos, de llenar tanques de agua comunitarios y vecinales, del relevamiento de familias.
Relatan anécdotas de lo que se está realizando: “El fin de semana estuvimos yendo a combatir el fuego, por suerte la zona está controlada y está dando resultado. Entre compas que estamos encontrándonos como brigadistas autoconvocados, un compañero de Epuyén perdió todo dos días atrás. Y pese a eso estaba combatiendo el fuego. Cuando nos íbamos le digo: ¿Para donde vas? Para lo de un amigo, porque perdí todo”.
El joven se corta y confiesa: “Creo que necesitamos asistencia psicológica. Desgasta mucho poner el cuerpo. Ayer compartimos un almuerzo con los brigadistas. Fue como compartir en familia…” y el llanto no le permite continuar.
Tal vez se le venga a la mente una de las cientos de personas que han perdido sus casas.
Para ellas, al cierre de esta nota las asambleas de la zona organizaron una colecta con los datos verificados, los nombres y el detalle de las pérdidas materiales de alrededor de 200 familias.
Esta es la convocatoria a “hacer algo”: “Esta lista que verán a continuación recauda datos de damnificados que necesitan de la colaboración económica para reconstruir sus hogares, continuar con sus vidas y rearmarse. Se irá actualizando a medida de las necesidades y datos que sigamos juntando”.
Este es el clic para hacerlo realidad y que la solidaridad no quede en palabras: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeWGFN9Z7i0EctuV-cnmBryQwNIePR8FLF28dlOIdnTBa5o5g/viewform
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Marcha antifascista: el video
Más de dos millones de personas se movilizaron el sábado en todo el país convocadas por la Marcha Antirracista y Antifascista. El lunes el presidente, que había intentado desmentirse a sí mismo por su discurso en Davos (que provocó la marcha), repitió y empeoró su actitud y sus agresiones en una de las autonotas que realiza con su periodismo adicto.
Ante los dichos, hechos: aquí el video de la marcha que hace Historia y muestra un camino a seguir.
(Video: Juan Valeiro/ lavaca.org)
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Una marcha que hace Historia
Por Claudia Acuña y María del Carmen Varela
Hay algo de revolución en este día que hará Historia y es una de las clásicas, que deja al mismo tiempo perplejas a las bibliotecas, sacude las cabezas, cuestiona a la política partidaria y enciende los sentimientos sociales. Es, además, de aquellas alegres y rabiosas, pero sobre todo, poética. Es lógico: si hay alguien a quien atribuirle la primera puntada que hizo posible esta jornada imposible es a una bordadora de esas bellas artes. Susy Shock fue quien comenzó a señalar el horizonte de esta utopía con precisión: un frente antifascista. Lo repitió tanto y en tantos lados y durante tanto tiempo, que cuando llegó el momento de escoger una palabra para esta convocatoria brotó ese término, como una flor que nace con el riego de los tiempos urgentes.
A las trabajadoras sexuales de Constitución, en general, y en la voz de Georgina Orellano en particular –a quien días antes vimos azotada por las botas policiales– les debemos la puntada que la unió con la siguiente: antirracista.
Susy Shock . Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca.
A las travas históricas, el coraje y la memoria, que sonó como advertencia o como reto y que sintetizó la voz disonante expresada por Marlene Wayar: “Estamos cansadas de luchar porque sus manos son débiles”.
El reloj, en cambio, lo marcaron las infancias y adolescencias: el sufrimiento concreto con el que castigaron sus vidas esas palabras crueles infringidas desde lo más alto del poder institucional.
Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca.
Dirá hoy la actriz trans Flor de la V: “Ese es el límite. Desde que asumió este gobierno hace un año y meses, no paran de agredirnos, de decirnos cosas horribles sobre nuestras identidades y lo que sucedió en Davos fue la gota que rebalsó el vaso. Hasta ahí llegamos. Tenemos una ley de género que deben respetar y una de matrimonio igualitario que no pueden ignorar. La verdad es que hace décadas que nos bancamos el maltrato y el desprecio de una sociedad, pero hoy con leyes que nos reconocen, no lo vamos a permitir más”.
Flor de la V Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca.
Juana y Agos, de El Teje –una organización autogestiva dedicada al cuidado de las infancias trans y no binarias– lo sintetizan así: “Había que decir basta para demostrar que la calle nos pertenece, que la palabra libertad nos pertenece, por sobre todas las cosas, para demostrar que las personas a quienes no quieren dejarnos existir somos aquellas que más unimos a esta sociedad”.
Poetas, putas, travas, infancias, adolescencias y juventudes trans y no binarias, las más empobrecidas, las más castigadas, las últimas de la fila se pusieron al frente y convocaron a mover este mundo horrible al que nos quieren condenar.
Lo siguiente fue la marea que emerge, brava y colorida, para desafiar las violencias. Ese tesoro social que tiene la Argentina y que nadie, nada, nunca, puede ni predecir ni controlar.
Una vez más el Nunca Más.
Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca.
El plan
Otra vez Juana: “Este ataque es parte de un plan económico que impone quién accede al capital y quién no, quién accede al trabajo y quién no, quiénes acceden a qué tipo de trabajo y quiénes no. Quiénes tienen que hacerlo en la prostitución, quiénes tienen que empobrecerse para que unos pocos puedan tener mucho acceso al capital”.
Agos: “Para frenar el fascismo y estos discursos de odio poner el cuerpo es una estrategia eficaz, por eso estamos todes acá, pero formar parte de El Teje me hizo darme cuenta de que una buena forma de enfrentarlo es parar la bola, escuchar y bajar el ego”.
Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca.
Juana: “Y armar red. Lo que propone el fascismo, lo propone desde la individualidad. Si logramos combatir este plan económico que nos obliga a tener dos, tres trabajos que nos sostengan, es a partir de preguntarle a la persona que tenemos al lado –no importa si es de nuestra comunidad o no– cómo estás, qué necesitas, en qué te puedo ayudar”.
En la calle, los obreros de la UOCRA saludan eufóricamente a las columnas y los bancarios sacuden abanicos con los colores de la diversidad. Los jubilados y jubiladas bailan. Las parejas con canas sostienen carteles hechos con cartón que proclaman “Basta de fascismo” y un joven alza su cartulina escrita con marcador azul para recordar: “El pedófilo no era gay: era tu diputado”, en referencia a Germán Kiczka, el legislador de la oficialista La Libertad Avanza, cuya causa por abuso infantil fue elevada a juicio el 21 de enero.
Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca.
El balcón es para dos estrellas, María Becerra y Lali Espósito, que saludan a la multitud mientras le cantan “¿Quiénes son?”, una complicidad espontánea y profunda, que sólo se comprende con el resto de la letra:
“Yo tiro flores, bebé.
No tengo tiempo pa`nada,
menos para atajar tu agresividad”.
Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca.
Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca.
Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca.
Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca.
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