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Más de 100 clases públicas en Plaza de Mayo: una lección política

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En el día de su cumpleaños, Javier Milei salió al balcón de la Rosada junto a parte de su gabinete. Tal vez por el mundo paralelo en el que vive (o el famoso “vive en un cumple”), no supo que la multitud que estaba en la Plaza no pretendía saludarlo por su aniversario sino todo lo contrario: cientos de personas de distintas universidades que daban clases públicas se acercaron en ese momento a la Rosada para reclamarle presupuesto universitario, y de paso sugerirle que se fuera del gobierno. Lo que hizo Milei fue el viejo mutis por el foro, irse por donde había venido, pero más rápido, junto entre otros a Patricia Bullrich, quien luego ordenó poner vallas unos metros antes de la Casa de Gobierno.

Una escena patética, delarruesca, sino fuera por la seriedad con la que alumnas y alumnos tomaron las cientos de clases públicas que se dictaron hoy. Clases que fueron eso: clases. De las más variadas materias; Álgebra, Sistemas, Geografía, IPC, Biología molecular, Biología Animal Comparada, etc., etc.

Más de 100 clases públicas en Plaza de Mayo: una lección política

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Clases que fueron públicas como una forma de visibilizar el reclamo que tiene tomadas o en alerta a todas las universidades del país.

Clases que son el trabajo diario de docentes que están de paro hoy y mañana, pero decidieron dar clases.

Clases que fueron una movilización a la Plaza de Mayo, y una movilización que fue clase de lucha en la ciudad Córdoba, otro de los epicentros de los reclamos estudiantiles que no festejan cumpleaños.

Empiezan las clases

Alrededor de la Pirámide de Mayo cientos de alumnas y alumnos toman clase. Cada curso se sienta en sillas de plástico y se organiza alrededor de un pizarrón. En general, el pizarrón anuncia la materia que se dicta.

Uno de ellos dice “Biología animal comparada” (de la carrera de Biología que se dicta en la Facultad de Ciencias Exactas), y es impartida por el profesor Marcelo Ozu, jefe de trabajos prácticos. Uzu introduce el por qué: “Está bueno visibilizar el conflicto, ya que en las universidades siempre se habla de esto hacia adentro y hoy es necesario que se sepa lo que pasa afuera: por eso las clases públicas”.

Marcelo habla de células y mitocondrias y las y los alumnos toman nota. Pero antes paso esto: “Hablamos con los alumnos porque entendemos que algunos preferirían tenerla en el aula, hablamos con ellos sobre estos meses de movilización, lo que pasa en otras universidades nacionales, y lo que implica la política que se está llevando a cabo”.

Más de 100 clases públicas en Plaza de Mayo: una lección política
Marcelo dicta la clase de Biología animal comparada que suele dar en la Facultad de Exactas. Junto a la Cátedra hicieron una encuesta para saber si las y los alumnos querían clases públicas: 98% sí.
Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Al igual que, supuestamente, decisiones de gobierno, la cátedra tomó la decisión de hacer las clases públicas tras hacer una encuesta: “Desde nuestro lado queríamos darlas acá, pero queríamos también escucharlos a ver qué opinaban. Hicimos una encuesta. Nosotros tenemos 45 alumnos y el 98% estaba de acuerdo con hacerla en Plaza de Mayo. Y el 90% dijo que iba a asistir”.
La votación en las asambleas es una característica, y también dentro de las clases para canalizar las decisiones: verdadera democracia versus un gobierno que veta las leyes del Congreso – y el Congreso, luego, le obedece-, y tira falsos números para justificar el brutal ajuste.

Una de las facultades que impulsó la movida de hoy fue la conurbana de General Sarmiento, aquella que emitió la información que desmintió a Milei: 7 de cada 10 alumnos de las universidades públicas son primera generación y 4 de 10, son además pobres. Ni ricos ni hijos de ricos.

Si bien las clases tuvieron un estricto sentido pedagógico, en cada una resuena la realidad.

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Fotos Lina Etchesuri para lavaca

En una de Geografía se oye a la profe decir: “No tiene ningún sentido intentar demostrar algo que no es verdadero. Siempre hay que convencerse que lo que quiere demostrarse es cierto”. Está hablando de la deducción natural, tema del día, pero parece que se refiere a la convicción de esta lucha o a las fake news del Presidente.

En otra clase de Genética molecular se habla, por caso, de la “soja transgénica” y cómo la Argentina se encuentra rendida a ser productora de commodities, y ofrece pocas soluciones  soberanas para combatir el hambre en el país.

Alguien sugiere que tal vez sea el formato de estos contenidos lo que quieren desfinanciar. Fundador del gremio docente AGD y secretario general durante 15 años, Néstor Correa, concuerda: “Primero, quieren favorecer la universidad privada. Segundo, quieren que la universidad se convierta en un enseñadero de cursos para mano de obra no calificada. Y quieren poner totalmente la ciencia al servicio de la gran empresa. Y quieren acabar, sobre todo, con el debate abierto y democrático que todavía se da en la universidad”.

Las y los trabajadores de la salud pública también dijeron presentes en Plaza de Mayo: realizaron una masiva movilización y se plegaron a la movida universitaria. Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Néstor recuerda asambleas de 78 delegados en los 90, en discusiones sobre las paritarias, y cita también como ejemplo lo que ocurría en las fábricas. Dice que esos espacios hoy no ocurren, pero sí en las asambleas estudiantiles. Las clases públicas desplegadas hoy generaron esa sensación: la de una gran asamblea o la de una comunión de asamblea de saberes que transmiten a su vez un mismo sentido.

Néstor, más poético, habla con metáforas: “Piano a piano si va lontano”, dice sobre los tiempos de lucha, refrán tano que significa que para ir lejos hay que ir despacio o tener paciencia. Y luego, otra metáfora: “La juventud, cuando se moviliza, es el canto del canario: preanuncia una cosa más grande”. ¿Qué preanuncian estos canarios? Sin dudarlo responde: “Una explosión social de envergadura”.

El canto de hoy y de esta lucha: “Que este pueblo no cambia de idea, pelea y pelea por la educación”.

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Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Las voz de las pibas

Néstor se sentará luego en un panel de debate, uno de los tantos que complementaron a las clases públicas. Es protagonizado por otros dos veteranos como él –dicho por él- al que asisten decenas y decenas de estudiantes, sobre todo mujeres jóvenes.

Varias pertenecen a la Facultad de Psicología y son quienes más intensamente hablan después de la charla, durante la ronda de preguntas. Y lo que dicen es – permítanme- mucho más interesante que lo planteado desde el panel. O en todo caso, un complemento o un contrapunto generacional.

A la descripción y diagnóstico de la situación – que a esta altura o en este lugar ya queda más o menos clara- las jóvenes le agregan una ronda de pensamiento y proyección sobre distintos temas que sobrevuelan esta, su época.

Postal de hoy en la Plaza: jóvenes repasando apuntes pre clase y los pizarrones esta vez fueron hojas, que después se despegaban y se seguían compartiendo como material de estudio. Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Una de ellas es Lucía e invita a pensar a los presentes en cómo unir las distintas luchas que se están dando y también acercar a más estudiantes a espacios como estos. Ella, que no pertenece a ninguna organización política, participa en la asamblea de Psicología como estudiante independiente. En su intervención post panel, habla de cómo “desparticularizar la experiencia y pensar que siempre hay otros sosteniendo”; habla de “aunar el pensamiento pero también la acción”; y dice que “es difícil llegar a ese común porque antes ya aparecen los juicios y las individualidades”.

De pronto siento que en Plaza de Mayo se hace un silencio y estamos todos pensando en eso que dijo Lucía, que sigue diciendo que la clase pública es “como una clase social nueva” que, si bien no nació hoy, “podríamos seguir militando como parte de los espacios democráticos, como las asambleas y las marchas”.

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Lucía, estudiante de 4º año de Psicología, intervino en un panel de debate, dejó pensando a todas y todos, y se llevó los aplausos. Fotos Lina Etchesuri para lavaca

La gente la aplaude, y al lado una de sus docentes la mira, emocionada. La docente es Florencia Macchioli, de Historia de la Psicología 1, que dice que desde los 30 años que está en el ámbito académico nunca vio la potencia de este movimiento estudiantil de hoy. “Siempre es subjetivo, pero siendo estudiante en el segundo lustro de los 90`s, no vi esta movilización. Hubo varias, pero no vi esto, no con esta fuerza, ni esta cantidad. Y habiendo egresado en el 99, nunca vi estos movimientos de estudiantes como un contagio de universidades de todo el país. Psicología tampoco fue una facultad que se destacó por las movilizaciones, y el otro día hubo una asamblea de 1.500 alumnos”.

Marcelo Uzu, el de Exactas, coincide en este diagnóstico: “Hay muchísima participación, sobre todo de estudiantes que no están alineados con ninguna agrupación. Al menos en Exactas es así: están las agrupaciones que empujan, pero la cantidad de estudiantes que no están alineados y participan está en crecimiento: en una asamblea de mil personas, 500 ya son estudiantes independientes”.

Lucía piensa un por qué: “Hace 5 años que no teníamos asambleas en Psicología, pandemia mediante. No habíamos tenido espacios de diálogo ni asambleario. Este año recién fue la primera, el 22 de abril, a raíz del veto a la ley”.

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Profesor de Análisis 1 del CBC, en plena clase. Fotos Lina Etchesuri para lavaca.

En esa asamblea se pactó, entre otras cosas, que los estudiantes independientes sean los que moderaran, y no las organizaciones políticas ni la conducción del centro de estudiantes (en manos de una agrupación ligada a la Franja Morada).

De esta manera las asambleas cobraron otra dinámica, votando la toma con clases públicas, al igual que muchas otras universidades del país.

Y acciones como la de hoy en Plaza de Mayo.

Néstor retoma el guante de las pibas, y también reflexiona emocionado: “Se hace camino al andar, pero hay que intentar saber a dónde vamos”.

Y las mira a los ojos.

“Ese es un debate que tienen que dar ustedes. Ese es el debate que nace de la Universidad Pública”.

La foto final de la jornada, con la bandera de de uno de los gremios docentes que la promovió, con la Pirámide de Mayo y la Rosada de fondo: lección de cómo organizar un cumpleaños. Fotos Lina Etchesuri para lavaca.

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Jubilados: el triunfo es seguir

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El Congreso de la Nación convirtió en ley el primer triunfo social que se logró al sostener en la calle, todos los miércoles y durante casi dos años, un reclamo que ni los gases ni los palos ni las detenciones arbitrarias pudieron desalentar.

Lo que deriva, ahora, es también el primer gran desafío político para un gobierno agobiado por la debilidad de su plan económico –debilidad que ahora quiere atribuir a esta decisión legislativa– y desgastado por una retórica abusiva que lo está dejando sin aliados y rodeado únicamente por aduladores, odiadores y especuladores.

La aprobación de un aumento de las jubilaciones del 7,2%, un incremento del bono de 70.000 a 110.000 y la extensión de la moratoria extinguida por decreto fue suficiente para que, además, comenzaran los reproches públicos de la interna oficialista, que tuvieron a la gran perdedora de esta pulseada –la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich– como vocera.

La estrategia de la ministra de sofocar con palos y criminalización el reclamo social dejó ayer en evidencia su fracaso, tal como había sucedido en su anterior gestión al frente de esa cartera en tiempos de Mauricio Macri presidente.

Lejos de aprender la lección, la repitió cosechando idéntico resultado. Lo sintetiza Beatriz Blanco, 81 años, la jubilada golpeada, tumbada y gaseada durante una la jornada de protesta del 12 de marzo (en la que también fue atacado el fotógrafo Pablo Grillo que continúa su arduo proceso de rehabilitación): “Si no aflojamos, lo logramos: esa es la lección de hoy”.

Beatriz no está confiada ni esperanzada: “Estoy decidida”, dice para definir qué espera en los próximos días, cuando se defina si el Congreso apoya o desactiva el anunciado veto del presidente Milei.

Esa decisión que define el estado de ánimo de Beatriz tiene un por qué: “ya no estamos tan solos y eso nos permite creer en nosotros. Nuestra fuerza es seguir”.

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La independencia de los jubilados

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Hubo marcha alrededor del Congreso vigilada por 26 vehículos de Gendarmería y Policía Federal como anticipo de las movilizaciones convocadas para la semana próxima. Sin embargo fue un 9 de Julio sin violencia contra quienes manifiestan, mientras lavaca planteaba una pregunta a jubiladas y jubilados: ¿De qué hay que independizarse?  

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla

Fotos: lavaca.org

“Tengo 48 años de aportes y no llego a 500 mil pesos de jubilación. No puede ser que ni siquiera tenga para un gustito de comprarme un dulce de batata” dice a lavaca Hugo, 74 años, mientras marcha alrededor del Congreso. Tiene una barba blanquísima que le envidiaría Papá Noel. Vino desde Villa Domímico. Su síntesis para un 9 de Julio: “De lo que tenemos que independizarnos es de este gobierno, que no da para más”.

La independencia de los jubilados

El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán, integrado por representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, proclamó la Independencia de estas tierras. Ese día, las manifestaciones populares se concentraron en los alrededores de la Casa de Tucumán, coreando el grito de «Viva la Patria». 

209 años después, este 9 de julio de 2025, afuera de ese Congreso de la Nación integrado por diputados y senadores, jubiladas y jubilados proclaman de qué falta todavía independizarse en un contexto de jubilaciones licuadas (el haber mínimo a $379 mil), de barrida de la moratoria previsional y de la gratuidad los remedios.

Hugo sigue describiendo la situación tras sus 48 años de aportes, a través de un montón de preguntas: “¿Dónde está lo que pagué durante tantos años? ¿Cómo como? ¿Cómo vivo? ¿Quién me explica eso?”. Agrega otro elemento: “Soy epiléptico, tomo un remedio que me sale 200 mil pesos. Con mi señora ya no comemos a la noche. Esto es una esclavitud”.

La independencia de los jubilados

Un dolor en el pecho

Graciela, 78 años, es de Libertad, Merlo: “Tenemos que independizarnos de esta mierda de gobierno y de todo lo que nos explotan día a día. Estoy viviendo mal, no me puedo comprar los remedios que necesito. Nos han quitado todo a los jubilados. Este es un gobierno democrático, elegido por una votación, pero tremendamente dictatorial”. 

Un poco más joven, Osvaldo tiene 72 julios. Llegó desde Claypole donde vive. Dice que hay que independizarse de lo que define del siguiente modo: “Es una mafia que está regalando el país, todos los bienes naturales. Volvimos a depender de Estados Unidos, nos endeudan cada vez más, es un desastre”. Cuenta que cobra la mínima y que tiene un dolor en el pecho cada vez que lo visita alguno de sus seis nietos: “Me piden un yogur y no se los puedo comprar. Mis hijos no me ayudan aunque quieran, porque están peor”. Hace una pausa. Confiesa. “Te digo la verdad: ya no ceno, me tomo un té, no me da para otra cosa”.

La independencia de los jubilados

Lo que quiere Milei

Alrededor del Congreso, esta vez sin vallas, dos ejércitos desproporcionados están apostados para evitar vaya a saber qué: Gendarmería Nacional (15 vehículos) y Policía Federal (11 vehículos). Pero no pueden impedir que los y las jubiladas marchen alrededor del palacio legislativo, al grito de “qué vergüenza, pegarle a un jubilado por dos pesos con cincuenta”, aunque evidentemente los haberes de los llamados efectivos son otros.

Surgen algunas preguntas entre los manifestantes:

¿Cuánto cuesta un operativo así de desmedido?

¿Por feriado se les paga doble a ese montón de uniformados?

¿Qué sentido tiene tanta parafernalia de seguridad?

La independencia de los jubilados

Este jueves está prevista la sesión en el Senado para tratar el aumento de jubilaciones. Opina Hugo: “Milei ya dijo que lo volverá a vetar. Y eso que sería un miserable aumento, es una vergüenza, es un desalmado, una mala persona”. Argumenta Graciela: “No tengo expectativas, porque aunque el Congreso apruebe todo, el señorito que tenemos por presidente lo veta. Él quiere a los jubilados sin nada, muertos”.

La independencia de los jubilados

Señalando la corrupción

Teresa dice que pasó los ochenta y que es de un territorio innombrable: La Matanza. Se presenta como militante comunitaria en Laferrere, con acción en la casa de salud barrial, y cuando se le pregunta por el día patrio, se enciende: “Hay que independizarse de la corrupción”, dice y señala al Congreso: “Si pueden tirarlo abajo, tírenlo, porque no me representa a mí ni a ninguno de los que estamos acá. Nosotros hacemos la patria grande, con este bastoncito que ves hice mucho por esta Patria, la amo y me la están robando. Luché mucho por ella, hijo. Mucho”. Nos pide que escuchemos un tema de Horacio Guarany,

“Qué te ha pasado justicia”. Lo que se cantaba en el siglo pasado:

A ver, señor diputado,

¿qué le ha pasado que se olvidó

del bendito pueblo obrero

que usted en campaña siempre nombró?

Tengo mis hijos pidiendo,

que por la calle siempre se ven

y usted se aumentó la dieta, 

y yo a la dieta la hago muy bien.

Alicia, 80 años, es otra de las jubiladas con esa dieta (cobra la mínima, $304.723,90 más el bono de $70.000), y dice que hay que independizarse de todo: “Somos una colonia. Se han posesionado de nuestros recursos naturales, el agua, el litio, el petróleo, están regalando las mineras, la educación, la salud, la jubilación. En realidad, no tenemos nada”. 

La independencia de los jubilados

¿Qué necesitamos?: “Otra independencia”, sintetiza Alicia, que integra Jubilados Insurgentes.

Mónica, 72 años, de la Asamblea de Vecinos de Boedo, viene siempre los miércoles sin importar si llueve o hace frío, y la hace corta: “Hay que independizarnos del presidente cipayo que tenemos, de Estados Unidos y de Israel”.

A su lado está Ricardo, 84, de Lanús, conurbano sur: “Llegamos al 9 de Julio con despidos masivos, garrote y gaseo a trabajadores del INTI, de Vialidad Nacional, con una CGT traidora. Esto, con huelga y un plan de lucha se termina. En 1919, los trabajadores de la Semana Trágica luchaban por trabajar ocho horas en lugar de doce y se cargaron 700 cuerpos. Hoy la clase argentina trabaja por salarios de hambre y no se para de manos”.

Pertenece a una agrupación llamada Bastones en rebeldía y dice que viene por quienes no pueden estar por razones de salud. “Acá tiene que venir más gente, somos seis millones de jubilados…”. Se enoja, mueve la cabeza y cuenta que tiene siete categorías para englobar a quienes no vienen cada semana a lo que se transformó en el epicentro de la resistencia a este gobierno: 1) Los indiferentes 2) Los indecisos 3) Los adormecidos 4) Los que naturalizan todo 5) Los resignados 6) Los mesiánicos 7) Los hiperindividualistas. Dice que no tiene necesidad económica, pero que prefiere seguir marchando.

La independencia de los jubilados

Las 14 organizaciones que integran la Mesa de jubiladas y jubilados en lucha convocan para el próximo miércoles 16 de julio, desde las 15, a una “gran marcha antirrepresiva entre todos los sectores que hoy padecen la crueldad de este gobierno”.

Llaman a marchar el jueves 17 con los trabajadores del Hospital Garrahan.

El 9 de julio de 1816 marcó la independencia política “de España y de toda dominación extranjera”, pero siguieron existiendo muchas formas de dependencia: económica, cultural, productiva, mental. Toda relación entre aquellos eventos de Tucumán y las cosas que ocurren 209 años después, ¿serán pura coincidencia? A más tardar la semana próxima las calles volverán a decir lo suyo.

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Otro ataque a la salud pública y al Garrahan: las movilizaciones que se vienen

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No solo no soluciona el problema, sino que lo empeora: el gobierno difundió un reglamento que degrada las condiciones laborales de los profesionales de la salud residentes en hospitales nacionales al buscar convertirlos en “becarios”. Asambleas y la decisión: paro y un abrazo al Garrahan el próximo jueves 10, y la convocatoria a una gran marcha federal por la salud el jueves 17 de julio.

Por Francisco Pandolfi

Residentes sí, becarios no. Ese es el nuevo lema que hoy levantan (y denuncian) residentes de los hospitales nacionales del país, ante el nuevo reglamento que dictaminó el 2 de julio el ministerio de Salud de la Nación para las residencias médicas.

¿Qué son las residencias? Tienen como objetivo capacitar y especializar a egresados de carreras como medicina, enfermería, psicología y bioquímica, entre otras, en el marco del trabajo asistencial y académico. 

¿Qué aduce el gobierno nacional para la formulación del nuevo reglamento? “Recuperar su rol formativo y permitir que los residentes puedan elegir bajo qué modalidad realizar este tramo de su formación y cómo administrar el monto de las becas percibidas. A fin de jerarquizar el carácter formativo de esta etapa, el nuevo reglamento recupera el concepto de beca (excluyendo cualquier encuadre como empleo público, relación laboral o contratación de obra o servicio) y ofrece a los residentes la posibilidad de elegir entre dos modalidades diferentes: Beca Institución (el hospital otorga la beca) o Beca Ministerio (contrato con el Ministerio de Salud). No es empleo público, no es una relación laboral. Es una etapa formativa con financiamiento estatal”.

Ante la Resolución 2109/2025, las y los residentes del Hospital Garrahan a la cabeza, y todos los profesionales de la salud del sistema de residencias nacionales realizaron ayer una conferencia de prensa en Plaza de Mayo, donde denunciaron: “Este modelo de residencias, ampliamente utilizado a nivel global y que rige en Argentina desde hace más de 30 años y que fue perfeccionándose en el tiempo, garantizó profesional altamente capacitado en cada rincón del sistema de salud. La nueva normativa desmantela las bases fundamentales del sistema, se nos atribuye libertad de elección ante dos opciones de las cuales ninguna resuelve la problemática salarial de base, y además ambas implican la pérdida de múltiples derechos laborales adquiridos; pretende transformar lo que hasta ahora era un régimen formativo en servicio, remunerado y con derechos reconocidos, en un esquema de becas sin vínculo laboral claro, ni aporte y con importantes recortes en licencia, descanso y condiciones de trabajo”.

Entre los puntos “más alarmantes”, destacaron: 

  1. Aumento de la carga horaria y del número de guardias (de 70 horas semanales a 93).
  2. Eliminación del descanso post guardia (lo que implica pasar de 24 horas de corrido a 30).
  3. Reducción del valor de la hora trabajada: en caso de la Beca Institución, $3.200 de cobrarse un bono hospitalario. En Beca Ministerio: $2.200. 
  4. En la Beca Institución, mayor dinero en mano, pero a expensas de la pérdida del aguinaldo, aportes previsionales y obra social.
  5. En la Beca Ministerio, menos dinero en mano, obra social estatal y sin posibilidad de cobrar bonos institucionales. 
  6. En caso de rescisión de contrato, no se contará con indemnización. 
  7. Renovación de contrato de forma anual a pesar de concursarse por formación de 3 a 4 años.

Como cierre de la conferencia, sentenciaron: “No se puede aludir a la libertad cuando se nos acorrala entre dos opciones de precarización extrema. La residencia sí es un trabajo. Exigimos la inmediata derogación de la resolución y la apertura urgente de instancias de diálogo con las y los residentes de todo el país. Sin residencia como fuente de personal capacitado, no hay futuro posible para la salud de Argentina”. 

Abrazo y marcha federal 

Josmar Flores Arnéz es licenciado en bioimágenes, tiene 37 años recién cumplidos y hace 16 que trabaja en el servicio de neurointervencionismo del hospital. Además, es delegado de la junta interna de ATE. Habla con lavaca: “La modificación en las residencias no sólo es una degradación de las condiciones laborales de las y los residentes, sino también implica la degradación del sistema de salud completo, porque cambian la forma de contratación quitando derechos laborales. Lo que decretan es que dejan de ser trabajadores, para hacer las tareas por una especie de bono, a través de una metodología de becas”.

Esta nueva medida se enmarca en una política de ajuste a la salud pública en general, y al hospital Garrahan en particular. El miércoles pasado, en la Cámara de Diputados se estaba tratando la emergencia para el Garrahan, pero la sesión se levantó por discusiones entre el bloque oficialista de La Libertad Avanza, y el peronismo. La emergencia quedó sin tratar…

¿Cuál es la emergencia? Josmar Flores plantea cuatro puntos clave:

  1. Una recomposición salarial del 100%.
  2. Que la persona que recién ingresa cobre lo mismo que estipula la canasta básica familiar: un millón ochocientos mil pesos. 
  3. El aumento del presupuesto del hospital.
  4. Mejora en las condiciones de trabajo: que se reconozca un régimen de insalubridad especial para el hospital.

¿Cómo sigue la cuestión? “Todos los trabajadores del hospital, incluidos los residentes, hacemos asambleas conjuntas y acabamos de decidir ir a paro los próximos dos jueves –cuenta Josmar–. El 10 llamamos a un abrazo solidario al hospital, en la puerta sobre Combate de los Pozos; y 17 convocamos a toda la población a una gran marcha federal, que en la Ciudad Buenas Aires irá desde Congreso a Plaza de Mayo”.

Cierra: “Este gobierno nos ataca por muchos ángulos y la única manera de cambiar la realidad es seguir por este camino”.

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