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Ley Ómnibus, día 2 bis: otra vez se fueron al mazo

Fotos Nacho Yuchark y Lina Etchesuri para LAVACA
El segundo día de debate de la Ley Ómnibus mostró el siguiente panorama:
-Dentro del Congreso, la ansiedad libertaria por llegar a tener la Ley. La ansiedad de la oposición amistosa por complacer la ansiedad libertaria pero intercalando sus reclamos (un punto simbólico de este tema lo protagonizó Miguel Angel Pichetto. Cuando dijo que quería continuar la sesión pese a la violencia en la calle, fue aplaudido por el bloque de LLA y respondió: “Dejen de aplaudir, no sean pelotudos”). La tercera ansiedad fue la del peronismo y la izquierda por evitar la sanción de esa Ley de efectos cada vez más destructivos para una sociedad ya vastamente castigada por el ajuste de los últimos años, potenciados en los últimos dos meses. La hipótesis más transitada: el oficialismo llega a tener mayoría propia para aprobar la Ley Ómnibus en general. Por eso quería continuar sesionando para llegar a votar. En el palco, como una sombra, se había instalado para ver y capitalizar ese posible resultado Karina Milei, El Jefe. Finalmente, pasada media noche, la sesión se levantó y pasó a cuarto intermedio. No se sabe cómo reaccionará el Ejecutivo, ni qué seguirá negociándose.

Fotos Lina Etchesuri para lavaca
-Afuera del Congreso empezaba a naturalizarse la violencia policial. El periodismo fue un blanco fijo para Gendarmería, Prefectura y Policía Federal: balas de goma, golpes, y gases de efecto cada vez más nocivo. Hubo 27 periodistas que sufrieron la acción policial. Las agresiones ordenadas por Patricia Bullrich sumaron a toda clase de manifestantes que no estaban cortando las calles, incluidas jubiladas y jubilados. Las calles fueron cortadas más por el accionar policial que por los manifestantes. Se calcula un mínimo de 60 heridos y dos detenidos. También fueron atacados algunos militantes de los partidos congregados allí. Y con el correr de las horas la cacería abarcó también a las vecinas y vecinos autoconvocados en las esquinas con sus cacerolas. El clima se enrareció con el avance policial, como suele ocurrir, ordenado en coincidencia con el horario pico de la programación televisiva y de noticieros. En Rosario hubo a la vez una manifestación convocada por la Asamblea de Trabajadores de la Cultura contra la Ley Ómnibus. También allí hubo represión y siete personas detenidas.


Fotos Nacho Yuchark para lavaca
A la noche, inabarcables para la señora Bullrich y las autopercibidas fuerzas del orden, comenzaban los cacerolazos en Buenos Aires (Corrientes y Medrano, San Juan y Boedo, en el propio Congreso) y acaso en muchos otros lugares del país, anunciando que el tema no está terminado.


Fotos Nacho Yuchark para lavaca
Mientras en el recinto se seguía intentando ganar y/o perder tiempo, a las 17 se aprestaban las fuerzas de Gendarmería, Policía Federal y Prefectura, ataviadas y pertrechadas a tono con la guerra que libran contra una importante parte de la sociedad.

Fotos Lina Etchesuri para lavaca
17.20
Empezaron a llegar las primeras organizaciones políticas, sociales y culturales, en cantidad moderada y referenciadas en partidos de izquierda. Y cada vez más autoconvocados.
Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero que luego se descompensaría entre los 37º sumados a la temperatura policial: “Es claro que en la Argentina avanza un esquema represivo. En este mismo lugar hubo cuatro compañeras detenidas del partido radical”.
Un hecho llamativo durante la jornada es que la UCR se manifestó repudiando las detenciones del día anterior (incluida su afiliada Ivanna Bunge), pero no se conoció nada con respecto a las de este jueves.
Agregó Belliboni: “Hubo represión, un ataque sistemático a la libertad democrática lo cual quiere decir que Milei no solo quiere un cambio de algunas leyes, quiere un cambio de régimen político. En Argentina está en juego la libertad democrática. O triunfa la libertad o triunfa la dictadura de Milei. Somos manifestantes pacíficos. Estamos ocupando los lugares que podemos ocupar. Defendemos el derecho a la libertad de expresión. Eso está en juego en la Argentina hoy. Lo que hace la ministra es ilegal. Debería intervenir un juez y no está interviniendo”.

Fotos Nacho Yuchark para lavaca
17.30
Primer acto: la Policía de la Ciudad se ensaña con los partidos de izquierda, los únicos presentes frente al Congreso ahora.
Matías Ávalos fue el primer detenido de la jornada. Estaba trabajando de sonidista en la movilización.
Testimonio de Matías Ávalos y la indiferencia de la policía al preguntarles de qué se lo acusaba:
La concentración, minutos antes de la provocación policial, era totalmente pacífica.
19.00
Una columna de asambleas barriales autoconvocadas avanzó sobre Avenida Rivadavia. Cantaron: «Unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode».
19.10
Llegó Gendarmería a Plaza Congreso. Hay descoordinación entre las fuerzas.
19.20
La militarización desproporcionada de la Plaza de los Dos Congresos incluía escudos, y ostentación de armas con balas de goma.
19.35
Se formó una columna enorme de Gendarmería (lucían el clásico y ominoso uniforme “tortuga”). Adelante, las motos, con un conductor y un francotirador.
19.38
La policía amedrenta con la moto. Y se rien. Se supone que cumplen con su deber, pero parece ostensible que disfrutan. Sus “enemigos” están indefensos frente a las armas que les ha dado el Estado (pagadas por la sociedad), lo cual dice mucho sobre la actitud policial.
19.40
La policía motorizada hace su performance. Las motos dan vueltas en U para amedrentar a los manifestantes. Con el novedoso y reforzado gas pimienta en la mano (ya nadie sabe con qué químicos) listos para atacar.
19.50
Represión en Plaza Congreso: balas de goma y camiones hidrantes.


La reportera gráfica Susi Maresca, atendida tras los balazos de goma que recibió. El brazo de nuestro fotógrafo Juan Valeiro.
Las fuerzas disparan a mansalva sobre quienes estaban en la Plaza de los Dos Congresos.
19.55
Adentro del Congreso, algunos diputados (Unión por la Patria, Coalición Cívica, izquierda) piden que se suspenda la sesión.
20.00
Se vota si se suspende la sesión.
El oficialismo y los «dialoguistas» rechazan la suspensión. Quieren continuar el debate para que se vote, mientras se reprime afuera. Rodrigo De Loredo (UCR) pide desalojar los palcos del recinto. Martín Menem preside el encuentro y dice: continuemos.
20.05
La Policía hiere a varios trabajadores de prensa
Nicolás de Anred: “Recién me tiraron. Enfrente del cine Gaumont. Estaba manifestándose la gente pacíficamente. Estábamos nosotros cubriendo y empezaron a tirar. A cazar gente. Eso es lo que están haciendo”.
20.06
Llega la Prefectura.
20.10
Salieron diputados de la oposición a la calle. A dos metros tiran gas pimienta. Esto dice Santiago Cafiero: «Un desastre. Esto sale con violencia. Esto es el gobierno de Milei, el modelo de Milei».
20.30
Natalia Zaracho diputada nacional, sale de la sesión, observa la represión y describe lo que ocurre afuera en relación con el adentro: “Es una vergüenza lo que está pasando adentro. Pedimos un cuarto intermedio para salir y ver lo que estaba pasando con la represión a la gente y se negaron. Todavía no hay dictamen. Todavía están negociando. Es una vergüenza que todavía no sepamos qué se va a votar. Todavía no sabemos la letra chica, hay artículos que todavía se están negociando. Esto que pasa afuera es para distraer a la sociedad, porque adentro se juega el destino y el futuro de nuestra patria. Se están rifando nuestros recursos naturales y nuestros derechos”.
Cecilia Moreau: “Que se parara la sesión es una cuestión de humanidad y seriedad política, no es una cuestión de estrategia parlamentaria. Hago un llamado al presidente Milei a que reflexione sobre lo que está pasando en la calle. Lo que hay que retirar es las fuerzas de seguridad que están exacerbando la violencia y la represión. Por supuesto hay que cuidar la calle y el Congreso, pero dejar que la gente se manifieste libremente. Estamos en democracia y este es un operativo desmesurado”.

Jubilados movilizados frente a los grupos pertrechados de la Policía. Fotos Lina Etchesuri para lavaca
20.35
Magnolia y María. Madre e hija, protestan frente al Congreso pese a todo. Magnolia dice:
“Estamos reclamando los derechos del pueblo. La Patria no se puede vender. Mi hijo tiene 14 años y no va a poder vivir su vejez, a mis nietos no voy a poder conocerlos libre como yo he sido. La ley afecta el futuro; esta ley vulnera todos nuestros derechos adquiridos. En estos meses se complicó mucho la vida, vamos a vivir en la calle porque no se puede alquilar nada. No se puede comer; el costo de vida es carísimo. A los diputados les pedimos que no se vendan. Que respeten nuestros derechos que por eso los votamos. Que no se vendan. Que no se vendan. Que no se vendan”.

Magnolia y María. Fotos Lina Etchesuri para lavaca
20.40
La LLA está retirando a sus oradores del debate. El objetivo: que se vote más rápido.
20.50
Se canta en Congreso (afuera): «Señor, señora, no sea indiferente, reprimen jubilados en la cara de la gente». Desde adentro no se escucha.
21.00
Zulema, de Jubilados Insurgentes: “Estamos preocupados porque el problema de los jubilados es el mismo que el de los trabajadores. Creció la precarización, el trabajo informal y por tanto bajaron los aportes al sistema jubilatorio. Entonces nuestra lucha es la misma que la de los trabajadores. Por eso nuestra canción es que están robando la jubilación”.
Dice la canción: “Trabajador, te estamos avisando/ que tu jubilación te la están afanando./
Y también les decimos /que quieren tener ganancias siderales/ robando los aportes previsionales./ Te roba el Estado, te roba el empresario, con la inflación, te roban el salario”.
Agrega Zulema:
–A esta altura de la vida lo único que queremos es cambiar esta sociedad para las generaciones que vienen.
–¿Le tienen miedo a las Fuerzas de Seguridad?
–También estamos luchando por ellos, porque no van a poder jubilarse. Pero ellos no lo entienden. Y si nos pegan, vamos a sufrir la misma represión que todos. Como estamos en la lucha, estamos contentos.


Fotos Nacho Yuchark para lavaca
21.30
La cantidad de policía que sigue habiendo es totalmente desproporcionada.
La policía le pegó además a un anciano que simplemente se quitó la gorra que llevaba señalándose su cabeza y desafiándolos a que le siguieran pegando.
Los policías lo miraban.
La sociedad mira.

Fotos Nacho Yuchark para lavaca
00.30
Se frena el debate. Hay un nuevo cuarto intermedio.
Continuará.


Fotos Nacho Yuchark para lavaca

Fotos Lina Etchesuri para lavaca
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Jubilados: el triunfo es seguir

El Congreso de la Nación convirtió en ley el primer triunfo social que se logró al sostener en la calle, todos los miércoles y durante casi dos años, un reclamo que ni los gases ni los palos ni las detenciones arbitrarias pudieron desalentar.
Lo que deriva, ahora, es también el primer gran desafío político para un gobierno agobiado por la debilidad de su plan económico –debilidad que ahora quiere atribuir a esta decisión legislativa– y desgastado por una retórica abusiva que lo está dejando sin aliados y rodeado únicamente por aduladores, odiadores y especuladores.
La aprobación de un aumento de las jubilaciones del 7,2%, un incremento del bono de 70.000 a 110.000 y la extensión de la moratoria extinguida por decreto fue suficiente para que, además, comenzaran los reproches públicos de la interna oficialista, que tuvieron a la gran perdedora de esta pulseada –la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich– como vocera.
La estrategia de la ministra de sofocar con palos y criminalización el reclamo social dejó ayer en evidencia su fracaso, tal como había sucedido en su anterior gestión al frente de esa cartera en tiempos de Mauricio Macri presidente.
Lejos de aprender la lección, la repitió cosechando idéntico resultado. Lo sintetiza Beatriz Blanco, 81 años, la jubilada golpeada, tumbada y gaseada durante una la jornada de protesta del 12 de marzo (en la que también fue atacado el fotógrafo Pablo Grillo que continúa su arduo proceso de rehabilitación): “Si no aflojamos, lo logramos: esa es la lección de hoy”.
Beatriz no está confiada ni esperanzada: “Estoy decidida”, dice para definir qué espera en los próximos días, cuando se defina si el Congreso apoya o desactiva el anunciado veto del presidente Milei.
Esa decisión que define el estado de ánimo de Beatriz tiene un por qué: “ya no estamos tan solos y eso nos permite creer en nosotros. Nuestra fuerza es seguir”.
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La independencia de los jubilados

Hubo marcha alrededor del Congreso vigilada por 26 vehículos de Gendarmería y Policía Federal como anticipo de las movilizaciones convocadas para la semana próxima. Sin embargo fue un 9 de Julio sin violencia contra quienes manifiestan, mientras lavaca planteaba una pregunta a jubiladas y jubilados: ¿De qué hay que independizarse?
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos: lavaca.org
“Tengo 48 años de aportes y no llego a 500 mil pesos de jubilación. No puede ser que ni siquiera tenga para un gustito de comprarme un dulce de batata” dice a lavaca Hugo, 74 años, mientras marcha alrededor del Congreso. Tiene una barba blanquísima que le envidiaría Papá Noel. Vino desde Villa Domímico. Su síntesis para un 9 de Julio: “De lo que tenemos que independizarnos es de este gobierno, que no da para más”.

El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán, integrado por representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, proclamó la Independencia de estas tierras. Ese día, las manifestaciones populares se concentraron en los alrededores de la Casa de Tucumán, coreando el grito de «Viva la Patria».
209 años después, este 9 de julio de 2025, afuera de ese Congreso de la Nación integrado por diputados y senadores, jubiladas y jubilados proclaman de qué falta todavía independizarse en un contexto de jubilaciones licuadas (el haber mínimo a $379 mil), de barrida de la moratoria previsional y de la gratuidad los remedios.
Hugo sigue describiendo la situación tras sus 48 años de aportes, a través de un montón de preguntas: “¿Dónde está lo que pagué durante tantos años? ¿Cómo como? ¿Cómo vivo? ¿Quién me explica eso?”. Agrega otro elemento: “Soy epiléptico, tomo un remedio que me sale 200 mil pesos. Con mi señora ya no comemos a la noche. Esto es una esclavitud”.

Un dolor en el pecho
Graciela, 78 años, es de Libertad, Merlo: “Tenemos que independizarnos de esta mierda de gobierno y de todo lo que nos explotan día a día. Estoy viviendo mal, no me puedo comprar los remedios que necesito. Nos han quitado todo a los jubilados. Este es un gobierno democrático, elegido por una votación, pero tremendamente dictatorial”.
Un poco más joven, Osvaldo tiene 72 julios. Llegó desde Claypole donde vive. Dice que hay que independizarse de lo que define del siguiente modo: “Es una mafia que está regalando el país, todos los bienes naturales. Volvimos a depender de Estados Unidos, nos endeudan cada vez más, es un desastre”. Cuenta que cobra la mínima y que tiene un dolor en el pecho cada vez que lo visita alguno de sus seis nietos: “Me piden un yogur y no se los puedo comprar. Mis hijos no me ayudan aunque quieran, porque están peor”. Hace una pausa. Confiesa. “Te digo la verdad: ya no ceno, me tomo un té, no me da para otra cosa”.

Lo que quiere Milei
Alrededor del Congreso, esta vez sin vallas, dos ejércitos desproporcionados están apostados para evitar vaya a saber qué: Gendarmería Nacional (15 vehículos) y Policía Federal (11 vehículos). Pero no pueden impedir que los y las jubiladas marchen alrededor del palacio legislativo, al grito de “qué vergüenza, pegarle a un jubilado por dos pesos con cincuenta”, aunque evidentemente los haberes de los llamados efectivos son otros.
Surgen algunas preguntas entre los manifestantes:
¿Cuánto cuesta un operativo así de desmedido?
¿Por feriado se les paga doble a ese montón de uniformados?
¿Qué sentido tiene tanta parafernalia de seguridad?

Este jueves está prevista la sesión en el Senado para tratar el aumento de jubilaciones. Opina Hugo: “Milei ya dijo que lo volverá a vetar. Y eso que sería un miserable aumento, es una vergüenza, es un desalmado, una mala persona”. Argumenta Graciela: “No tengo expectativas, porque aunque el Congreso apruebe todo, el señorito que tenemos por presidente lo veta. Él quiere a los jubilados sin nada, muertos”.

Señalando la corrupción
Teresa dice que pasó los ochenta y que es de un territorio innombrable: La Matanza. Se presenta como militante comunitaria en Laferrere, con acción en la casa de salud barrial, y cuando se le pregunta por el día patrio, se enciende: “Hay que independizarse de la corrupción”, dice y señala al Congreso: “Si pueden tirarlo abajo, tírenlo, porque no me representa a mí ni a ninguno de los que estamos acá. Nosotros hacemos la patria grande, con este bastoncito que ves hice mucho por esta Patria, la amo y me la están robando. Luché mucho por ella, hijo. Mucho”. Nos pide que escuchemos un tema de Horacio Guarany,
“Qué te ha pasado justicia”. Lo que se cantaba en el siglo pasado:
A ver, señor diputado,
¿qué le ha pasado que se olvidó
del bendito pueblo obrero
que usted en campaña siempre nombró?
Tengo mis hijos pidiendo,
que por la calle siempre se ven
y usted se aumentó la dieta,
y yo a la dieta la hago muy bien.
Alicia, 80 años, es otra de las jubiladas con esa dieta (cobra la mínima, $304.723,90 más el bono de $70.000), y dice que hay que independizarse de todo: “Somos una colonia. Se han posesionado de nuestros recursos naturales, el agua, el litio, el petróleo, están regalando las mineras, la educación, la salud, la jubilación. En realidad, no tenemos nada”.

¿Qué necesitamos?: “Otra independencia”, sintetiza Alicia, que integra Jubilados Insurgentes.
Mónica, 72 años, de la Asamblea de Vecinos de Boedo, viene siempre los miércoles sin importar si llueve o hace frío, y la hace corta: “Hay que independizarnos del presidente cipayo que tenemos, de Estados Unidos y de Israel”.
A su lado está Ricardo, 84, de Lanús, conurbano sur: “Llegamos al 9 de Julio con despidos masivos, garrote y gaseo a trabajadores del INTI, de Vialidad Nacional, con una CGT traidora. Esto, con huelga y un plan de lucha se termina. En 1919, los trabajadores de la Semana Trágica luchaban por trabajar ocho horas en lugar de doce y se cargaron 700 cuerpos. Hoy la clase argentina trabaja por salarios de hambre y no se para de manos”.
Pertenece a una agrupación llamada Bastones en rebeldía y dice que viene por quienes no pueden estar por razones de salud. “Acá tiene que venir más gente, somos seis millones de jubilados…”. Se enoja, mueve la cabeza y cuenta que tiene siete categorías para englobar a quienes no vienen cada semana a lo que se transformó en el epicentro de la resistencia a este gobierno: 1) Los indiferentes 2) Los indecisos 3) Los adormecidos 4) Los que naturalizan todo 5) Los resignados 6) Los mesiánicos 7) Los hiperindividualistas. Dice que no tiene necesidad económica, pero que prefiere seguir marchando.

Las 14 organizaciones que integran la Mesa de jubiladas y jubilados en lucha convocan para el próximo miércoles 16 de julio, desde las 15, a una “gran marcha antirrepresiva entre todos los sectores que hoy padecen la crueldad de este gobierno”.
Llaman a marchar el jueves 17 con los trabajadores del Hospital Garrahan.
El 9 de julio de 1816 marcó la independencia política “de España y de toda dominación extranjera”, pero siguieron existiendo muchas formas de dependencia: económica, cultural, productiva, mental. Toda relación entre aquellos eventos de Tucumán y las cosas que ocurren 209 años después, ¿serán pura coincidencia? A más tardar la semana próxima las calles volverán a decir lo suyo.

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Otro ataque a la salud pública y al Garrahan: las movilizaciones que se vienen

No solo no soluciona el problema, sino que lo empeora: el gobierno difundió un reglamento que degrada las condiciones laborales de los profesionales de la salud residentes en hospitales nacionales al buscar convertirlos en “becarios”. Asambleas y la decisión: paro y un abrazo al Garrahan el próximo jueves 10, y la convocatoria a una gran marcha federal por la salud el jueves 17 de julio.
Por Francisco Pandolfi
Residentes sí, becarios no. Ese es el nuevo lema que hoy levantan (y denuncian) residentes de los hospitales nacionales del país, ante el nuevo reglamento que dictaminó el 2 de julio el ministerio de Salud de la Nación para las residencias médicas.
¿Qué son las residencias? Tienen como objetivo capacitar y especializar a egresados de carreras como medicina, enfermería, psicología y bioquímica, entre otras, en el marco del trabajo asistencial y académico.
¿Qué aduce el gobierno nacional para la formulación del nuevo reglamento? “Recuperar su rol formativo y permitir que los residentes puedan elegir bajo qué modalidad realizar este tramo de su formación y cómo administrar el monto de las becas percibidas. A fin de jerarquizar el carácter formativo de esta etapa, el nuevo reglamento recupera el concepto de beca (excluyendo cualquier encuadre como empleo público, relación laboral o contratación de obra o servicio) y ofrece a los residentes la posibilidad de elegir entre dos modalidades diferentes: Beca Institución (el hospital otorga la beca) o Beca Ministerio (contrato con el Ministerio de Salud). No es empleo público, no es una relación laboral. Es una etapa formativa con financiamiento estatal”.
Ante la Resolución 2109/2025, las y los residentes del Hospital Garrahan a la cabeza, y todos los profesionales de la salud del sistema de residencias nacionales realizaron ayer una conferencia de prensa en Plaza de Mayo, donde denunciaron: “Este modelo de residencias, ampliamente utilizado a nivel global y que rige en Argentina desde hace más de 30 años y que fue perfeccionándose en el tiempo, garantizó profesional altamente capacitado en cada rincón del sistema de salud. La nueva normativa desmantela las bases fundamentales del sistema, se nos atribuye libertad de elección ante dos opciones de las cuales ninguna resuelve la problemática salarial de base, y además ambas implican la pérdida de múltiples derechos laborales adquiridos; pretende transformar lo que hasta ahora era un régimen formativo en servicio, remunerado y con derechos reconocidos, en un esquema de becas sin vínculo laboral claro, ni aporte y con importantes recortes en licencia, descanso y condiciones de trabajo”.
Entre los puntos “más alarmantes”, destacaron:
- Aumento de la carga horaria y del número de guardias (de 70 horas semanales a 93).
- Eliminación del descanso post guardia (lo que implica pasar de 24 horas de corrido a 30).
- Reducción del valor de la hora trabajada: en caso de la Beca Institución, $3.200 de cobrarse un bono hospitalario. En Beca Ministerio: $2.200.
- En la Beca Institución, mayor dinero en mano, pero a expensas de la pérdida del aguinaldo, aportes previsionales y obra social.
- En la Beca Ministerio, menos dinero en mano, obra social estatal y sin posibilidad de cobrar bonos institucionales.
- En caso de rescisión de contrato, no se contará con indemnización.
- Renovación de contrato de forma anual a pesar de concursarse por formación de 3 a 4 años.
Como cierre de la conferencia, sentenciaron: “No se puede aludir a la libertad cuando se nos acorrala entre dos opciones de precarización extrema. La residencia sí es un trabajo. Exigimos la inmediata derogación de la resolución y la apertura urgente de instancias de diálogo con las y los residentes de todo el país. Sin residencia como fuente de personal capacitado, no hay futuro posible para la salud de Argentina”.
Abrazo y marcha federal
Josmar Flores Arnéz es licenciado en bioimágenes, tiene 37 años recién cumplidos y hace 16 que trabaja en el servicio de neurointervencionismo del hospital. Además, es delegado de la junta interna de ATE. Habla con lavaca: “La modificación en las residencias no sólo es una degradación de las condiciones laborales de las y los residentes, sino también implica la degradación del sistema de salud completo, porque cambian la forma de contratación quitando derechos laborales. Lo que decretan es que dejan de ser trabajadores, para hacer las tareas por una especie de bono, a través de una metodología de becas”.
Esta nueva medida se enmarca en una política de ajuste a la salud pública en general, y al hospital Garrahan en particular. El miércoles pasado, en la Cámara de Diputados se estaba tratando la emergencia para el Garrahan, pero la sesión se levantó por discusiones entre el bloque oficialista de La Libertad Avanza, y el peronismo. La emergencia quedó sin tratar…
¿Cuál es la emergencia? Josmar Flores plantea cuatro puntos clave:
- Una recomposición salarial del 100%.
- Que la persona que recién ingresa cobre lo mismo que estipula la canasta básica familiar: un millón ochocientos mil pesos.
- El aumento del presupuesto del hospital.
- Mejora en las condiciones de trabajo: que se reconozca un régimen de insalubridad especial para el hospital.
¿Cómo sigue la cuestión? “Todos los trabajadores del hospital, incluidos los residentes, hacemos asambleas conjuntas y acabamos de decidir ir a paro los próximos dos jueves –cuenta Josmar–. El 10 llamamos a un abrazo solidario al hospital, en la puerta sobre Combate de los Pozos; y 17 convocamos a toda la población a una gran marcha federal, que en la Ciudad Buenas Aires irá desde Congreso a Plaza de Mayo”.
Cierra: “Este gobierno nos ataca por muchos ángulos y la única manera de cambiar la realidad es seguir por este camino”.
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