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El día del fraude

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Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Cristina Kirchner condenada. Sus palabras en la calle, ante la sede del PJ, las reacciones de la gente, algunos silencios, y reflexiones sobre lo que se viene.   

“El partido judicial le agrega el cepo al voto popular” dijo Cristina Fernández de Kirchner ayer en Matheu al 100, CABA, al hablar en la calle, en la entrada del Partido Justicialista a unas tres mil personas reunidas en la calle.

El día del fraude

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

Poco antes había ocurrido lo que ya los medios comerciales habían anunciado que iba a pasar, en una extraña primicia periodística: la Corte Suprema confirmó el fallo contra la ex presidenta y candidata en la llamada causa Vialidad. Eso significa que deberá cumplir una condena de seis años, que incluye la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos. Además quedará eliminada del padrón electoral: no podrá ni votar ni postularse, tal como había anunciado, en una elección legislativa donde las encuestas la anunciaban ganadora.

Tampoco se sabe aún cómo, cuándo ni dónde se llevará a cabo la condena, pero deberá presentarse ante el Tribunal Oral Nª 2 que la juzgó dentro de los próximos cinco días hábiles y será la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien defina el lugar de detención, quien deberá informarlo al tribunal en las próximas 24 horas. Aunque Cristina Fernández ha presentado el pedido de que la prisión sea domiciliaria, no es seguro que el trámite sea expeditivo: por lo pronto los jueces destacaron que debe ser un lugar seguro, debido a la importancia de su figura y por haber sufrido un atentado contra su vida. 

El día del fraude

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

La Corte Suprema confirmó con este fallo, en una causa intoxicada de sospechas, que se puede dar crédito a la idea planteada sobre un “partido judicial” asentado en la justicia federal. Un partido judicial implacable y expeditivo con respecto a un lado de la “grieta”, pero ciego y lento frente a la otra. Al incidir directamente el proceso electoral y condicionar el ejercicio democrático, la condena emana el aroma de una maniobra suprema de fraude electoral.

Impresentables y poder económico

En su intervención de la calle Matheu, la ex Presidenta planteó: “En realidad, a este cepo no lo pone este triunvirato de impresentables que funge como una ficción de la Corte Suprema. No se confundan: son tres monigotes que responden a mandos naturales muy por arriba de ellos. Tampoco es la oposición. Es el poder económico concentrado de la República Argentina, compañeros y compañeras. Ese que cuando se produjo el intento de magnicidio aquel 1º de septiembre, a los pocos días tituló ‘La bala que no salió, pero el fallo que sí saldrá’. En tapa. Más clarito echale agua”, dijo en referencia a una nota publicada por el diario Clarín. 

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Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

En la calle quien recibió tantos o más insultos que el Presidente Milei fue Mauricio Macri, uno de los ingenieros de la actual arquitectura judicial. La idea de los “tres monigotes” tiene un punto clave: que sean tres. La Corte sigue sin conformarse, dos de los jueces (Horacio Rosatti y Carlos Rozenkratz, quien fue abogado de Clarín) fueron parte de la maniobra –durante la presidencia macrista– de consagrarlos “en comisión” hasta que logró convalidarlos vía el Congreso. El tercero es Ricardo Lorenzetti, propuesto por Néstor Kirchner.    

Cristina Fernández, obviamente, relacionó el fallo al proceso electoral: “¿Saben por qué este cepo? Porque no van a cometer el mismo error que cometieron en el año 2019 cuando creyeron que, después de haber perdido las elecciones en el 2017, y después de esa campaña de estigmatización y vandalismo sobre mi persona, estaba acabada”.

Para cerrar su discurso en la puerta de la sede del Partido Justicialista, Cristina Fernández dejó un mensaje a los propios: “A militar, a organizarse, a estar junto a la gente que lo necesita, a profundizar el acercamiento y la empatía con la gente. Es fundamental que vean una dirigencia comprometida con la gente y no con los problemas que tienen las dirigencias entre ellos. Dejemos de lado eso y dediquémonos todos con muchas fuerzas y mucha convicción a ayudar a los que necesitan ser ayudados y organizados”.

Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org

El clima en la calle

El ambiente era extraño. La calle Matheu al 100, colmada. La gente cantando la marcha peronista, el Himno, rimas partidarias, o dedicatorias a Javier Milei y Mauricio Macri, pero a la vez esperando. Una especie de entusiasmo condicionado. Cuando se confirmó el fallo de la Corte, inesperadamente nada pareció cambiar. Gente expectante. Muy pronto salió la propia Cristina Fernández a la calle, a hablar ante la gente, acompañada por su hijo Máximo y su cuñada Alicia. Fue el momento de más fervor en esa calle helada.  

Al terminar, Marina estaba conmovida: “Estamos a un paso de perder institucionalidad. Las instituciones están al borde de quebrarse, y hay una fragmentación de la sociedad. Se viene una debacle bastante jodida”. Es de San Telmo. ¿Cómo vive el barrio una situación como la de hoy?: “Ves una situación de pobreza, de delincuencia, de falta de Estado. Pero hoy se suma esta desilusión de las instituciones y también del gobierno. No sé qué va a pasar”. Prefiere pensar en otra cosa: “Cristina es una estratega, todo lo que hizo fue de puño y letra”. Mira los drones que nos sobrevuelan tal vez filmando y cambia de tema: “Me atrevo a decirte que el Congreso no creo que funcione de ahora en más. Todo lo que Cristina comanda va a perder un gran caudal, el peronismo no va a actuar. Y el riesgo es que nosotros vamos a seguir perdiendo más y más derechos”. Mira el celular como para distraerse de lo que está pensando, pero retoma algo que quiere decir: “Es un panorama desolador. No veo luz al amanecer. Y mientras hablamos esto hoy el gobierno nos volvió a endeudar y a hipotecar en 7.000 millones de dólares más”. Marina me cuenta que es empleada del Estado y se pierde en el caudal de gente, enfilando hacia San Telmo.

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Ningún integrante de La Cámpora aceptó hablar con la prensa. Uno solo tuvo la gentileza de emitir cuatro palabras: “Por línea, no hablamos”. No pudo saberse qué harán ante el pedido de Cristina de “empatía” y “acercarse a la gente”.

Quiénes festejan

Estaba allí Horacio Pietragalla, que fue secretario de Derechos Humanos en el gobierno de Alberto Fernández, antes diputado nacional, y antes el nieto número 75 recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo. Comentó a lavaca: «La situación es complejísima. Hoy se puso en riesgo el pacto democrático. Estamos  en manos de un gobierno que no respeta ninguna de las garantías constitucionales, si vemos el atropello que llevan adelante el Ejecutivo y el Poder Judicial. La condena es netamente lawfare (guerra y abuso jurídico utilizando la justicia como herramienta política). Es totalmente política. Cristina visibilizó a los enemigos del pueblo, al poder real, a los Blaquier y los Magnettos de la vida. Ahora deben estar festejando los genocidas adentro de la prisión, y todo ese sector de poder que Cristina combatió para poder redistribuir la riqueza, que es para lo el único objetivo que lo hizo. Son los que presionaron para que suceda esto y hoy están festejando».

¿Tenía que llegarse a esto para que haya una reacción política? «Lamentablemente perdimos oportunidades únicas. Fuimos gobierno, los últimos cuatro años tendríamos que haber hecho cambios estructurales, pero quien llevaba adelante la conducción de ese gobierno no se animó. Hoy estamos sufriendo las consecuencias, pero bueno, Lula sufrió lo mismo. Es una embestida orquestada por Estados Unidos en todos los poderes judiciales de Latinoamérica, antes era el Plan Cóndor para reprimir, ahora es el lawfare para proscribir».

Paloma, Vicky y Valentina llegaron juntas, 28, 26 y 23 años: “Vinimos porque Cristina es la figura más importante de la política en las últimas décadas en el país, incluso en la región. Representa la lucha y la conquista de un montón de derechos. Esto es un escenario que pronto dejaría de ser democrático. Cambia el paradigma”, dice Paloma. ¿Cómo se llegó a esta situación? “Es un fenómeno mundial, que va y viene. Creo que es como el péndulo, de derecha a izquierda, o en este caso a centro izquierda” plantea Valentina. “Esta causa es una guasada, un retroceso, me preocupa la capacidad lectora de la gente: como que las palabras ya no tienen sentido”. Frente a mi falta de comprensión, agrega: “Si Cristina es tan responsable de la causa Vialidad, Milei es responsable de la causa Libra. Pero lo más preocupante es que frente todo lo que pasa en el país no hay una lectura crítica”. Vicky: “Siento que estamos descabezados, abandonados. La dirigencia no hace nada. La única que tenemos es a Cristina, pero tampoco puede hacer todo. Hay que volver a la potencia de la marcha antifascista, la universitaria, lo que hacen siempre los jubilados. Ese es el camino”.

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En otro grupo las jóvenes mujeres también se niegan a hablar. Miguel en cambio explica: “Hay un desconcierto total: no está muy claro cómo seguir la lucha. Hay un atropello a la democracia, a la posibilidad de expresarse. Para mí se viene un escenario de mayor violencia en la calle, más hostilidad”. Es funcionario judicial y está junto a un joven integrante del Banco Mundial que camina hacia Rivadavia cantando la marcha peronista.   

Andrés informa que es comunicador social, streamer en La Resistencia, Andy Crush en X: “Es injusto y triste todo esto, pero ojalá sirva para encender la llama en el campo nacional-popular dentro del peronismo. Espero que mañana se empiecen a organizar las bases, pero me parece necesario que también se organicen arriba, que limen asperezas, que hagan algo concreto que las bases puedan acompañar. La gente sufre mucho esa realidad como para encima tener que pensar en construir una alternativa”. Opina, también, que el peronismo debe reinventarse. “Y construir una alternativa electoral para el 2027. Es muy difícil militar o defender algo haciendo a referencia a lo que fue hace 10 o 15 años atrás. Me parece que falta una agenda más actualizada de los problemas que tiene la sociedad, que tienen los jóvenes, los mayores y articular algo. Cristina decía que hay que salir a hablar con la gente, pero cuando no hay una propuesta clara y concreta, podés ir a hablar con un vecino y contarle qué querés, pero cuando el vecino va a votar se da cuenta de que están todos peleando por un puesto en lugar de armar un frente lo más amplio posible”. Andy anticipa: se viene una crisis. “Cristina seguirá siendo la persona que marque la agenda política, pero hay caras nuevas que van a tener que salir. Al gobierno de Milei no le conviene esto porque le servía la polarización con Cristina y porque tienen un plan económico que empieza a fracasar. Es el efecto dominó, se van a ir cayendo todas las fichas.    

La jornada seguiría luego en la calle San José al 1200, el domicilio de Cristina Fernández de Kirchner. En estos días será allí donde se seguirá esperando saber hacia dónde se enfilan el desconcierto y el futuro.   

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Marcha de jubilados: Boca, peronismo, CGT, traiciones y una asamblea mirando el futuro

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Un miércoles con marchas separadas, y gente buscando recuperar la iniciativa, la creatividad y la fuerza de reunirse. Imágenes sobre Boca, el peronismo, las traiciones, la CGT, el Garrahan con aumentos, y algunas ideas para salir del corralito.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla

Fotos: Juan Valeiro

“Miércoles de jubilados”, anuncia un grafiti pintado de rojo en medio de la plaza de los dos Congresos. La proclama denota una costumbre. Lo habitual. Algo que se hizo norma y, como tal, tiene su costado positivo y otro que no tanto. 

Este “miércoles de jubilados” tiene algo particular, distinto al resto, que rompe la costumbre, lo habitual, lo normal: esta vez, un grupo convoca a las 14, otro a las 15 (como venía sucediendo) y otro a las 17. En conjunto (y separados) forman una síntesis de lo que es hoy la fragmentación de las luchas en Argentina.

Marcha de jubilados: Boca, peronismo, CGT, traiciones y una asamblea mirando el futuro

La calle y lo colectivo.

La organización de Jubilados Insurgentes es la que llega primero. Pasadas las 14, ya andan haciendo semaforazos y marchando alrededor de la plaza. Las canciones, esta vez, sobre todo apuntan a la CGT (Confederación General del Trabajo), que en esta misma jornada eligió su nueva conducción hasta 2029, que seguirá en forma de triunvirato: Octavio Argüello (Camioneros), Jorge Solá (Seguro) y Cristian Jerónimo (empleados del vidrio). La elección llega en medio de los crecientes rumores por parte del Gobierno nacional de avanzar con una reforma laboral. 

Boca River y el recibo

Armando, vecino de Barracas, tiene 75 años y dos esperanzas: “La primera es ganarle a River el domingo”. Boca –su Boca– siempre le genera ilusión, aunque la situación del equipo a veces lo tira para atrás: “Ver a algunos jugadores me la quita”.

Cualquier comparación con la política no es mera coincidencia, se ríe, y por eso cuenta lo otro que lo esperanza: “Venir a marchar todos los miércoles”. Su jubilación ya no le alcanza y pregunta si hace falta mostrar su recibo: “Son 390 mil pesos en la mano”, dice, moviendo la cabeza. “Se hace re imposible. Por eso venimos: aunque nos den un palazo en las elecciones, vamos a seguir luchando”.

Marcha de jubilados: Boca, peronismo, CGT, traiciones y una asamblea mirando el futuro

Asamblea a megáfono abierto.

Su análisis: “El peronismo no está unido porque hay mucho traidor. Hay una CGT quieta, que hoy se renovó, pero muchos sindicatos no aportaron nada. Recién ahora el Garrahan consiguió algo, pero a los jubilados nos siguen pisando. Encuentro el déficit en la falta de unión del pueblo porque somos pocos los que venimos todos los miércoles. Necesitamos más apoyo. El único apoyo es la prensa”.

Se pregunta por qué no hay más políticos que acompañen: “Si ellos nos representan, ¿por qué no pelean con nosotros? Como dijo Perón, con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes. Por eso perdimos: pelean por un cargo pero cuando hay que salir a pelear de verdad, no los veo”.

Entre Boca y la CGT, Armando mueve la cabeza. Pero mantiene su esperanza.

Asamblea en el corralito

Una vez que los jubilados terminan de dar la primera de las varias vueltas que hoy se caminan, proponen algo no habitual, no normal, distinto, “porque algo diferente tenemos que hacer, así no va más”. Un concepto que representa una buena dosis de sabiduría: “Es bueno reconocer cuando no sabemos bien qué hacer”.

Marcha de jubilados: Boca, peronismo, CGT, traiciones y una asamblea mirando el futuro

Zulema agarra el megáfono y dirige la batuta. En 3, 2, 1 se arma una asamblea espontánea en la calle con un objetivo: “Que hable quien tenga alguna propuesta concreta para pensar qué hacemos y definir cómo seguimos, coordinados, para que no quede cada uno con su librito”.

Así empieza a pasarse el megáfono de mano en mano, como un ejercicio de democracia participativa en peligro de extinción.

Uno invita a reunirse “todos juntos” en la CTA Autónoma, este próximo viernes y pensar “entre espacios que pensamos distinto un plan de lucha común a encauzar”.

Otra dice que ya no alcanza con esta concentración de los miércoles, que hay que pensar “acciones más allá de esta vuelta a la plaza que nos obliga a hacer este gobierno cada miércoles y entre vallas”. Alguien agrega: “Esto parece un corralito. Cortan todo el tránsito del centro y nos dejan adentro para que marchemos”.  

Otro aporte: “Pero no podemos irnos de acá, lugar emblema de nuestra resistencia; quizás hay que buscar otro espacio, pero en las inmediaciones del Congreso”.

Marcha de jubilados: Boca, peronismo, CGT, traiciones y una asamblea mirando el futuro

Nunca se deja de marchar.

Un jubilado propone ir a Tribunales. Pero ni bien termina de formular la idea, plantea el primer problema: “Aunque claro, ir allá a las 5 de la tarde no tiene sentido, ahí a partir de las 3 no queda nadie”. 

La CGT y el aumento al Garrahan

Alguien sugiere aprovechar que la CGT tiene nueva conducción y marchar hacia allá “por lo menos un miércoles”. No termina de formular la iniciativa que llueven los insultos a la Central sindical. “Pongan a quien pongan es lo mismo, porque el problema es la dirección que tienen y ya sabemos que van a pactar por la reforma laboral. Son unos traidores”. Debe aclararse que la definición de “traidores” es la más suave y elegante que se propinó a la central sindical.   

Otro se envalentona: “¿Alguien cree que ahora nos van acompañar? No vinieron nunca a luchar con nosotros, son ellos quienes nos empujaron a venir acá por las nuestras, porque les importamos tres carajos. Esta mañana solo cambiaron figuritas”.

Marcha de jubilados: Boca, peronismo, CGT, traiciones y una asamblea mirando el futuro

Le da pie a un jubilado con el pelo color ceniza que en menos de tres minutos resume la historia del sindicalismo argentino y hace un homenaje: “Hoy se cumplen 50 años de la muerte de Agustín Tosco, uno de los referentes del Cordobazo, que logró evitar lo que buscaba la dictadura: implementar la jornada laboral de 12 horas. Con este gobierno estamos retrocediendo medio siglo”.

Tras el desahogo contra la CGT, el enojo sigue: “Ayer se conoció el aumento a los trabajadores del Garrahan y hoy ellos tendrían que haber mandado alguna delegación solidarizándose con nosotros. Su aumento fue un logro colectivo por tantos espacios que los apoyamos”.

Obelisco y tres ideas

La asamblea vuelve al tenor inicial propositivo. “Otra opción es concentrarnos en el Obelisco”, dice uno, pero otra con más canas y experiencia le recuerda: “Enfrente hay una base de la Policía de la Ciudad. No es el punto más estratégico”.

Marcha de jubilados: Boca, peronismo, CGT, traiciones y una asamblea mirando el futuro

Acuerdan tres puntos:

1) seguir viniendo al Congreso, pero seguir pensando el cómo y el dónde;

2) hacer otras acciones por fuera del Palacio Legislativo;

3) pensar nuevas estrategias para el próximo miércoles.  

Termina la asamblea espontánea y Zulema de Jubilados Insurgentes le dice a lavaca: “Todavía no decidimos nada en concreto, será un proceso de pensar qué es lo mejor. Lo que se viene es muy groso y el gobierno está envalentonado con la última elección, por eso no queremos dejar que se asienten, este tiempo es clave para seguir reclamando por nuestros derechos. Nuestra responsabilidad es no dejar este espacio vacío que venimos llenando hace tanto”.

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Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

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La noticia del día: el próximo 18 de noviembre fue citado a indagatoria el policía Pablo Alexis Aldama, sospechoso de haber agredido a la jubilada Beatriz Blanco (foto principal) haciéndola golpear de nuca contra la vereda. Fue algo de lo mucho que dejó este miércoles en el que jubiladas y jubilados marcharon pese a la habitual fumigación de gas pimienta por parte de las fuerzas de seguridad, que vallaron toda la zona de Congreso impidiendo el tránsito. Reflexiones pos electorales, propuestas de exportación, dilemas complejos, carteles lúcidos, cómo combatir el EPOC, y la certeza de seguir en la calle.

Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi. Fotos Juan Valeiro/ lavaca.org

Beatriz Blanco (en la foto de portada) es la jubilada que fue gaseada y empujada por la Policía Federal el 12 de marzo pasado –el mismo día que el fotógrafo Pablo Grillo fue atacado por una granada de gas lacrimógeno, y Jonathan Navarro por un disparo que le hizo perder la vista de un ojo–.

La imagen de Beatriz golpeándose la nuca contra el suelo dio la vuelta al mundo por lo violento: le causó un traumatismo encéfalo craneano, una herida cortante y problemas oculares permanentes.  

Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org

Pero está viva para contarla. Beatriz tiene 82 años y un empuje que no merma ni con un golpe ni con una elección adversa. Este miércoles –como siempre– vuelve a caminar con su bastón cobrizo entre manifestantes y fuerzas de seguridad –federales, gendarmes y policía porteña–.

Sobre el domingo: “La gente ya no cree en soluciones porque ya no cree en nada, hace mucho que no se le da nada. Y además tiene miedo, y eso se nota en que cada vez hay menos gente involucrada, con temor a la represión, a quedarse sin laburo, y ahora encima a que le suban las horas de trabajo. Se van corriendo los límites, así estamos”.

Pero hay un lado positivo del “así estamos” de Beatriz. Este martes 28 de octubre el Juzgado Criminal y Correccional Federal 1 llamó a declarar al presunto policía que la agredió: “Existiendo en autos motivo bastante para sospechar que Pablo Alexis Aldama ha participado en la comisión de un delito de acción pública, cíteselo a los efectos de recibirle declaración indagatoria, fijando audiencia para el día martes 18 de noviembre de 2025”.

Dice Beatriz: “Lo quiero ver, le quiero hablar y decirle gracias. Gracias por pegarme, gracias por romperme la cabeza y el ojo; y gracias por romperme la cadera”. Lo dice con su voz suave y tranquila de siempre, y enfila con su bastón hacia la marcha.  

“Será largo lo que viene”

Detrás de Beatriz la Policía Federal va cercando a la gente que reclama en la vereda sobre la plaza de los Dos Congresos a la altura de Rivadavia y Callao, y la intima a pasar del otro lado de la valla.

Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

La frontera en Congreso. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org

Un hombre –con un gorro en el que se lee “jubilado testarudo”–, se acerca a Beatriz y suspira: “Será largo esto, muy largo”. No habla de hoy sino de lo que vendrá. Habla de la época. Mientras, los federales se acercan un poco más. La mayoría sin identificación. Se arrima otro jubilado y se arma una especie de asamblea que reflexiona sobre los comicios recientes: “Nos va a costar un pulmón o dos todo lo que viene, todas las reformas que el gobierno intentará hacer”. Otra voz plantea entre el sonido de redoblantes y trompetas: “La mayoría del pueblo eligió seguir estando mal por miedo a que se descontrole todo esta semana”. 

La Policía Federal termina de acorralar a los pocos manifestantes –y a los muchos fotógrafos– que aún quedan del lado del Congreso hasta terminar de cerrar la hilera de vallas. A la tensión le sigue una serie de gaseadas que deja a 11 personas heridas, según la Comisión Provincial por la Memoria.

Otra jubilada, señalando a la policía: “A esta gente la compadezco: sus dirigentes haciéndose los guapos en canales de stream y ellos acá poniendo el cuerpo”. 

Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

Geopolítica. Foto: lavaca.org

La pierna de Fernando

Fernando Quintero caminaba por la vereda y fue atropellado hace 9 años por un colectivo que había perdido el rumbo. Le amputaron la pierna derecha.

“Pero hace cuatro meses me sacaron la pensión” cuenta a lavaca, y al contarlo se le inundan los ojos celestes. Fue una segunda amputación.

¿Cuánto era la pensión? “263.000 pesos”.

¿Y cómo sigue la cuestión? “Me dieron un turno para que un médico certifique que no tengo una pierna. El turno es para abril”. Todo ocurre en órbita de la ANDIS, agencia de discapacidad de notoriedad pública. Gracias a la aplicación de este tipo de motosierra, el gobierno sostiene que logra equilibrio fiscal.

Tal vez esta foto sirva para que alguien certifique antes de abril que a Fernando Quintero le falta la pierna derecha. Y que le devuelvan la pensión.

Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

Fernando Quintero. Le amputaron una pierna, y la motosierra oficial también le mutiló la pensión de 260.000 pesos. Lo citaron en abril, para certificar que le falta la pierna derecha. Así se logra el equilibrio fiscal. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org

“Llenar las calles de pasos”

Mientras tanto, dos drones de las fuerzas de seguridad sobrevuelan la escena. Filman desde arriba lo que expresa otro jubilado en un cartel: “Derrotados son los que dejan de luchar”. 

También graban a Carlos, 73 años , con un cartón en las manos pensando en lo que pasó en las elecciones, pero sobre todo mirando a futuro: “Acá no se rinde nadie”. Lo justifica cuando habla: “Por un resultado electoral en contra no se desarma el reclamo. Al contrario. Hasta que no haya una mejora en los remedios y en las jubilaciones esto va a seguir y se va a incrementar porque seguirán mandándose cagadas. Yo confío en que el pueblo va a reaccionar”.

Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

Jubilado gaseado. Hubo un total de 11 heridos. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org

Alicia, de Jubilados Insurgentes, resume cómo estamos: “En las ciudades inundadas, como Bahía Blanca, Milei no les dio un peso y ganó igual. Es difícil de comprender. Somos masoquistas”. 

Y comparte su alternativa: “Hay solo una salida: llenar la calle de pasos”.

Motosierra, medios y comercio exterior

Eduardo tiene 79 años, cumple 80 el 30 de marzo. Leva un gorro piluso y un cartel que es una propuesta de comercio exterior: “La solución argentina: exportar libertarios a los Estados Unidos ¡hasta agotar el stock!”

Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

Eduardo. A los 9 años lo mandaron del colegio a su casa porque se producía el bombardeo de las FF.AA a Plaza de Mayo. «Así que estamos acostumbrados, siempre peleando».Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org

Es un hombre de sonrisa fácil: “Los medios de comunicación hacen un aporte importante a la confusión, a que la agente no razone. Te dicen que es mejor esto que lo otro, pero no está muy claro qué es lo que está bien o lo que está mal. Te hablan del peronismo, y yo pregunto: ¿se entiende qué es el peronismo? Entonces es difícil. Por eso lo que me parece importante es seguir acá, sin resignarse, tratando de lograr lo mejor”.

Cree que es una época complicada. “Pero mirá: cuando yo tenía 9 años iba al colegio que está frente a Plaza Lavalle, al lado del Colón. Y un día nos mandaron a todos para casa. Habían empezado el bombardeo a Plaza de Mayo de 1955. Duró cuatro horas. Mataron como a 300 personas o más que iban por la calle tranquilamente. Uno no se puede olvidar nunca de algo así. De cómo mataron. Pero se peleó, se peleó después cuando fue la proscripción, cuando estuvieron los militares, cuando estuvo Menem, después en el 2001”.

Fernando trabajó en mil oficios. Fue empelado en casas de cambio, vendedor en comercios, y tuvo un oficio por el que merecería un lugar en el gabinete nacional: vendía y reparaba motosierras en el Once. “Pero eso me enfermaba, por el humo de los motores”. Tuvo otro negocio de venta de repuestos de autos. “Pero me fundí en la época de Menem, con todo lo importado”.

Pone una mano en el hombro del cronista: “Así que estamos acostumbrados. Siempre peleando”.

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Cacerola y máscara antigas. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org

Un camino entre quienes piensan parecido

Rubén y Mario integran el Movimiento Activo de Trabajadores y Jubilados (MATyJ). “Hay una clase media y un sector muy pobre con miedo a perder lo poco que tiene”, piensan. Recuerdan la época de Carlos Menem: “En el 95 le llamamos el ‘voto cuota’, muchos sectores votaron por miedo a que todo explote”.

Keiko, también de Jubilados Insurgentes: “El peronismo no tiene programa. La Libertad Avanza tiene: te vamos a hacer mierda. Es su programa. ¿Y los otros? ‘Freno a Milei’, te dicen. Eso no es un programa. Hasta Menem tuvo una propuesta, con salariazo y revolución productiva, que después fue todo mentira. Y otra cosa: ¿cómo el candidato va a ser Taiana, que tiene mi edad? ¿Por qué no ponen a otro pibe como vos?”. Alguien la escucha y observa: “La derecha sí se renueva”.

Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org

El sacerdote Francisco Olveira, o padre Paco, está frente a la policía. Piensa dos cosas: “Una es que el apoyo de Trump y Estados Unidos influyó mucho porque hasta yo, si no pensara como pienso, votaría a Milei porque la sensación era que se iba todo a la mierda, lo cual no quita que eso ocurra, pero más adelante”.

¿Y lo otro? “Lo otro es que hay muchos hijos de puta, con perdón de las chicas de AMMAR que quiero mucho, que les importa un carajo el 3% de Karina, que promulguen leyes sin financiamiento, lo que le hacen a la gente del Garrahan, a los jubilados, a las personas con discapacidad”. Sintetiza: “Muchos que solo votan a otro hijo de puta”. 

El padre vive en el asentamiento Esperanza, en Merlo, oeste del conurbano. “Los sectores más pobres que habían votado a Milei se dieron vuelta, salvo este sector que te marco. Te cuento un ejemplo: la provincia está completando una obra que tenían que hacer las ISU (Integración Socio Urbana) a nivel nacional, y un vecino que es mileísta sacó fotos trucadas diciendo que como habían perdido las elecciones, se estaban llevando las máquinas”.

Paco mastica bronca, pero dice que la salida es seguir estando en la calle. ¿Y hacia dentro? “Me gustaría que Bregman y Grabois se sentaran a charlar. Debería ser un camino, entre quienes pensamos más o menos lo mismo. Pero no sé si pueda darse en nuestra Patria”. 

Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org

“Si tirás la toalla, perdemos”

Guillermo, 77 años y vecino de Ituzaingó, es jubilado metalúrgico. Estuvo algunos miércoles sin venir porque tiene EPOC y está medicado. Tiene un cartel con dos palabras: “Voto luchar”. Piensa que hay mucha gente que sabe que está mal, pero no quiere estar peor: “Saben que el peronismo no es alternativa porque no luchó en dos años. La CGT, tampoco. Pero la izquierda algo creció: siempre está acá y eso se paga. Conozco muchos peronistas: hay gente enojada con su dirigencia, porque perdieron y se dividieron más: se peleaban por octubre, ahora se van a pelear por las elecciones de 2027, pero no están peleando con la gente acá. Si hubieran hecho algo, ganaban con todo el apoyo”. 

-¿Por qué seguís viniendo con tu EPOC y todo este contexto?

-Venir acá te cura, te da pila, es un remedio. Te mantiene ligado con tu realidad. ¿Voy a sentarme en una silla de paja a ver cómo pasan los vecinos por la ventana? ¡Me pego un tiro! Hay que creer en la lucha, creer en las calles. Hay que subir al ring aunque te caguen a sopapos, porque si tirás la toalla, perdemos. Nosotros vamos por el round final.

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Imagen en la plaza de Congreso.Foto: lavaca.org

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Mapumundi: Lef y una cartografía de la situación mapuche

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Lefxaru Nawel es ciudadano argentino de nacionalidad mapuche, werken (vocero) de la comunidad, abogado, profesor universitario, rockero y papá, entre otras cosas. Fue uno de los detenidos en julio por reclamar que se cumplan las leyes. Su mirada sobre el gobierno de las corporaciones, Occidente, el fin del cinismo, los cascarudos, el racismo y el odio, el progreso, el fracking, la pobreza, el agua, Vaca Muerta, la democracia y algunos datos sobre las utopías y el futuro. Por Sergio Ciancaglini.

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