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Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

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Este viernes tuvo aprobación en general la Ley que podría calificarse como Minibus (hasta ayer se la llamaba Ley Ómnibus), que de 664 artículos pasó a 328. Obtuvo 144 votos contra 109, provocando un estado buscadamente exultante en La Libertad Avanza y el PRO, y cauteloso en el resto, mientras sigue siendo un enigma qué pasará con la votación de cada tema en particular que se producirá a partir del próximo martes 6 de febrero al mediodía. Lo que ayer definíamos como una naturalización de la violencia institucional en las calles por parte de las autodenominadas fuerzas del orden, tuvo este viernes un nuevo round. Lo protagonizaron diferentes policías colocados en la posición de agredir principalmente a jubiladas y jubilados, luego a periodistas que registraban esa violencia, y protagonizando luego una guerra fantasma cuando no había ya prácticamente manifestantes en el Congreso, pero sí cámaras ante las que exhibir esa sobreactuación represiva y de supuesto control callejero.

La lista de 12 detenidos de anoche: Joaquín Suárez, Juan Marcelo Irigoitía, Juan Carlos Denuble, Joaquín Arrúa, Pedro Andrés Esquivel, Joaquín Zuanich, Joaquín Gould, Astor Galar, Maximiliano Sosa, Sergio Luciano Rivotta. Además, el documentalista Pablo Sabando Aburto (atrapado por la espalda cuando filmaba la represión indiscriminada) y el fotógrafo Federico Triestch. Entre los heridos se encontraban Gonzalo Sorbo, camarógrafo de A24 al que rociaron con el gas pimienta potenciado que se utiliza en este gobierno y Gustavo Farías, camarógrafo de C5N agredido por la policía mientras filmaba los incidentes.

 (Todo este trabajo de Cooperativa Lavaca se hizo gracias al esfuerzo conjunto de Anabella Arrascaeta, Franco Ciancaglini, Lina Etchesuri, Francisco Pandolfi, Lucas Pedulla y Nacho Yuchark).

El Palacio    

Los discursos y encontronazos entre diputados de los diferentes partidos ocuparon parte de la tarde, mientras se sabía que el oficialismo y la oposición amistosa (o extensión oficialista, como en el caso del PRO macrista) ya tenían coordinado el dictamen con otros segmentos opositores (Hacemos Coalición Federal) con la idea de llegar a votar el dictamen en el horario mágico: el de los noticieros de la tarde. 

Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

Fotos Nacho Yuchark para lavaca

Un rato antes, Leopoldo Moreau (Unión por la Patria) tenía este diálogo con lavaca.

-¿Saben qué facultades finalmente delegan al presidente?

-No se sabe.

-¿Qué privatizaciones?

-Tampoco sabemos.

-Falta media hora y usted no tiene texto final.

-No tenemos el texto final. Nunca viví una cosa igual. Una ley con un tratamiento desprolijo, desordenado, tumultuoso, con un volumen enorme y además jugando a las escondidas con un dictamen desde hace una semana.

-¿Por qué no lo quieren mostrar? 

-Yo creo que no deben tener los votos en particular. Deben tener algún problema con algunos capítulos que reforman constantemente, algunas reformas que nos llegaron son peores que la original, eso genera más dificultades, y además hay una presión muy fuerte de los gobernadores que quieren asegurarse lo único que no tienen asegurado que son fondos. Hasta aquí las provincias quedan absolutamente a la intemperie como sardina en el desierto.

-¿Se va a votar sin conocerse?

-Cuando pasemos a la votación general ellos tienen que anunciar los cambios que se han introducido. Veremos si lo hacen.

Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

Fotos Nacho Yuchark para lavaca

Cómo votaron

Lo hicieron aunque de un modo igualmente incomprensible para el profano, definición válida para buena parte de los diputados y diputadas actuales.

Gabriel Bornoroni anunció los números de los artículos que se eliminaron del proyecto de Ley, que pasó así de 664 a 328. Mientras leía, sus colegas de LLA esperaban ansiosos levantar sus manos, y otros iban tachando esos números en sus carpetas y papeles. La Ley Ómnibus se convertía en Minibus, con el siguiente resultado para la votación en general:

A FAVOR: 144

37 de LLA

37 del PRO

32 (de 34) de la UCR

18 (de 23) de HCF

9 de Innovación Federal

3 de Independencia

2 de Producción y Trabajo

2 de Buenos Aires Libre

1 (de 2) de Por Santa Cruz (Garrido)

1 de Avanza Libertad (Espert)

1 de CREO (Omodeo)

1 de La Unión Mendocina (Martínez)

EN CONTRA: 109

97 (de 99) de UxP

5 del FIT

4 (de 23) de HCF (De La Sota, Fein, Paulon y Stolbizer)

2 (de 34) de la UCR (Manes y Juliano)

1 (de 2) de Por Santa Cruz (Acevedo)

AUSENTES: 3

– Guillermo Snopek (UxP)

– José Gómez (UxP)

– Jorge Ávila (HCF)

Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Así, el radical Facundo Manes votó contra la mayoría del bloque que preside el cuasioficialista Rodrigo De Loredo, y Hacemos Coalición Federal votó partido, aunque con la Coalición Cívica sumándose a la aprobación.  

Diálogo de Manes con lavaca:

-De las facultades extraordinarias ¿cuáles van a acompañar y cuáles no?

-Estamos divididos. Hay un dinamismo que nadie sabe cómo va a terminar el martes. Va a ser interesante. 

-¿Van a acompañar el tema privatizaciones?

-Nuestro sector está debatiendo. Hay varias voces críticas. Estamos trabajando en eso. 

-¿Se puede considerar una victoria del gobierno esta votación?

-Va a ser una ley bastante vacía. Es una victoria pírrica de cierta manera. 

-Hasta hace minutos no se conocía el texto final del dictamen.

-Es cierto, por eso voté en contra. Es difícil saber qué se votó. Todo esto me provoca mucha compasión por lo que día a día están viviendo los argentinos.

Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

¿Qué facultades tendrá Milei?

El jefe del bloque de UxP Germán Martínez y su intercambio con lavaca a partir de una cuestión: ¿Qué puede hacer Milei con las facultades delegadas?

“Primero, no hay media sanción. A partir de ahora tenemos una votación en general. Se completa cuando se vota hasta el último en particular, lo que empieza el martes que viene. Así que primero, calma. No demos un paso por adelantado”.

“Viene una dura batalla en el tratamiento en particular. Tenemos que tener muy claro el rechazo a los artículos, primero toda la ley y mirando muy especialmente algunos claves: cómo votan los otros bloques con respecto a facultades delegadas artículos 1, 2, 3 y 4. Cómo votan la posibilidad de intervenir todos los organismos descentralizados, artículos 5 y 6. Cómo votan la cuestión vinculada a las privatizaciones, artículo 7 en adelante. Cómo votan la modificación de dos cuestiones centrales de la deuda externa, el artículo 65 de la ley de administración financiera y el artículo 1 que deroga la posibilidad que toda nueva deuda tenga que pasar por el Congreso. Ahí se va a ver los niveles de coherencia política con los que firmaron dictámenes en disidencia, firmaron los propios y ver cómo termina eso expresándose en las votaciones”.

La síntesis de Martínez: “Si cada uno el martes expresa en el recinto lo que puso por escrito a la hora de firmar un dictamen en disidencia, o un dictamen propio, los campos de las delegaciones deberían ser muchos menos. Las privatizadas deberían tratarse ley por ley. La reorganización administrativa debería eliminar toda posibilidad de intervención de organismos y los temas vinculados a la deuda externa no deberían aprobarse. Todo dependerá de la coherencia de los otros bloques”.

El periodismo dentro y fuera del Palacio.

Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) votó a favor, pero no quiso ahondar en el tema: “No queremos hacer declaraciones por ahora”.

Ferraro fue de los que reaccionó en el recinto frente a un comunicado de la Presidencia, al que los propios diputados dialoguistas consideraron un apriete. “Es hora de que decidan si están del lado de la libertad de los argentinos o de los privilegios de la casta. La historia los juzgará según el desempeño en favor de los argentinos o en favor de continuar empobreciendo el pueblo. Que Dios y la patria se lo demanden”. Ferraro le reclamó al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, que haga algo para que el Ejecutivo deje de intervenir y hostigar a los diputados. Fue aplaudido por todos los bloques, salvo LLA y el PRO. Miguel Pichetto, al hablar, le dijo a Ferraro que no se preocupe demasiado. “Vivimos tiempos líquidos. Un tweet y un vaso de agua no se le niega a nadie”.

De todos modos hay miradas diferentes sobre quiénes están empobreciendo al pueblo actualmente, pero los dialoguistas ya saben a qué clase de liderazgo le pueden estar entregando, por ejemplo, facultades extraordinarias. De todos modos votaron a favor en general, y habrá que ver qué ocurre la semana que viene con el tránsito por estos lodazales.

Itai Hagman, de UxP, aportaba otra visión: “El gobierno salió con una ley que no es la original y es solo la votación general. Para terminar de ver qué ley termina saliendo hay que esperar la semana que viene. Además los bloques llamados dialoguistas expresaron públicamente que iban a acompañar en general. Para eso tuvieron que retirar muchos artículos. Hay que ver a partir del martes como quedan. Los puntos centrales son facultades delegadas, privatizaciones, cambios para restructurar deuda externa, desgregulación de sistema energético, régimen de grandes inversiones, impuesto país, coaprticipaciones. Hemos tenido charlas con los dialoguistas y creo que podremos votar en conjunto varios artículos negativamente.

Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Sergio Palazzo, gremialista de la Bancaria y diputado:

“Todo lo que están sacando hoy de la Ley, el Presidente lo puede hacer mañana si se le delegan las funciones legislativas extraordinarias. Por ejemplo con la jubilaciones, privatizaciones, todo lo puede hacer por decreto. Puede hacer todo lo contrario de lo que ahora está negociando en el parlamento, gracias a que el parlamento le de las facultades extraordinarias”.

“No estamos de acuerdo con darle semejantes funciones a un presidente con una inestabilidad tan grande, más cuando viene amenazando y vive insultando. Pero por primera vez está incluido en las delegaciones que las normas que dicten son de carácter permanente. Ese es un cambio sustancial e inaceptable, además de lo que te decía. En la práctica todo lo que está supuestamente cediendo hoy, lo va a poder hacer con esas facultades”.  

 Fotos Nacho Yuchark para lavaca

La calle

La locura puede ser cronometrada. Como en días anteriores, las diferentes fuerzas de seguridad convocadas por la ministra Patricia Bullrich se atavían con sus trajes de fajina, armas, cascos, escudos, gases, camiones, motos y escopetas, siempre para estar presentables en los horarios pico de la televisión. La palabra “locura” responde a la idea de que lo que hacen es disparatado, violento, desproporcionado, innecesario, provocador, etc. Pero tal vez haya que desplazarla por otra terminología: la de una racionalidad represiva y política cuyo fin último tal vez esté aun por verse.

Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

 Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Tras la aprobación de la Ley en general, los diputados salían escoltados del Congreso mientras la gente empezaba a cacerolear en la zona.

 Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark para lavaca

Frente al Congreso comenzaba a armarse un Festival Cultural.

Julieta Laso en el festival cultural. Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Todo se vio interrumpido con la llegada de motos, camiones hidrantes y cientos de efectivos, que superaban tal vez en número a los manifestantes que había en la Plaza, sobre todo de una menguada izquierda.

Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

Fotos Nacho Yuchark para lavaca

Pero el gran hecho político y comunicacional del jueves había sido la presencia de jubiladas y jubilados aplaudiendo, caceroleando y reclamando por la paupérrima situación que arrastran del gobierno anterior, agravada por el actual. La policía venía con claras órdenes sobre que el “enemigo” a combatir eran justamente esas jubiladas y jubilados que cantaban desde la vereda.

Muy cerca una señora sin piernas golpeaba su cacerola.

Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

La mujer se llama Medra. Su hija la acompaña. Esta es una entrevista conmovedora en la que no habla.

Todo lo dice con su cacerola, su mirada, su emoción y sus lágrimas.

Los jubilados y jubiladas continuaban su respetuoso reclamo, la policía cada vez más agresiva.

Hasta que llegó el momento de gasear y amedrentar.

Acorralan a los jubilados contra un quiosco de diarios de Rivadavia y Callao. Les tiran gas pimienta (reforzados) oficiales de la GIA (Guardia de Infantería Aeroportuaria) y de la PSA, Policía de Seguridad Aeroportuaria.

 Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Una mujer había escrito a mano una pregunta crucial para el presente, desde el punto de vista de la ley y la libertad.

La interpelación de un jubilado a la policía después del ataque con gases: “Le pregunto si tienen padres, si tienen abuelos. Esto es una aberración”.

Trabajadoras y trabajadores de prensa ya están acostumbrándose a ir a estos actos con máscaras de gas, antiparras, anteojos para soldar, cascos, pañuelos, barbijos. Mientras tanto otra gente habla de “libertad de expresión”.

Fotos Lina Etchesuri para Lavaca

Video en el que se ve como la policía dispara balas de goma a la gente que está sobre Plaza Congreso:

Contra toda la sociología de moda, un vendedor de Glovo gritaba “que se vayan todos” mientras Juan valle, de la asamblea de Scalabrini Ortiz y Corrientes, brindaba su testimonio a lavaca: “La ley tiene un montón de cosas. En particular pueden privatizar al INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial, en el que trabaja). Tenemos compañeros jubilados en las asambleas, que no llegan a fin de mes y están recalientes. Otros que les desregularon las prepagas y están viniendo con aumentos del cien por ciento, una salvajada. Los jubilados son quienes están con más bronca. Todavía no se sienten las medidas del plan económico de Milei para ya lo vivimos con Menem. Hay jóvenes en la asamblea, tendrán veintipico. Volanteando e invitando a cacerolear, nos pasó de hablar con gente que había votado a Milei y ya estaba arrepentida porque no estaba haciendo lo que les dijo”.

Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

 Fotos Nacho Yuchark para lavaca

A pesar de la represión, las y los vecinos aplaudieron y cantaron el hit de este verano: “la patria no se vende”

Ley Minibus, día 3: el palacio y la calle

El momento de la detención del fotógrafo Juan Triestch. Foto Juan Tesone

A pesar de la represión, las y los vecinos aplaudieron y cantaron algo que unifica lo que todos están sintiendo.

 Fotos Lina Etchesuri para Lavaca

En muchos sentidos esto recién está empezando.

Continuará.

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Es la educación pública, estúpido

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La marea humana inundó no solo la Plaza de Mayo sino todo el centro porteño. Desde el palco se habló de 800.000 personas, pero no contabilizaban la multitud movilizada en todas las calles, ni las masivas marchas en todo el país en defensa de un objetivo que es parte crucial de la genética y la identidad argentina: la educación pública. Fue mayor a la de por sí gigantesca convocatoria del pasado 24 de marzo, otra demostración sobre cuáles son los temas que movilizan en la calle a la sociedad argentina. Un límite al gobierno de Javier Milei, expresado muchas veces con los libros, que también fueron protagonistas de la tarde: se vieron muchísimos Nunca Más y ediciones de la Constitución Nacional, y se agregaron, entre miles, ESI, Pedagogía del oprimido, Farenheit 451, El Principito, El Anticristo, La razón de mi vida, Psicología de masas, Un mundo feliz, Las venas abiertas de América Latina, El Alquimista, Mujercitas, Macbeth, Crónica de una muerte anunciada.  Hubo un fuerte protagonismo de las universidades del conurbano, que han permitido a miles de familias contar con una primera generación de graduados. Se sumaron todas las facultades de la UBA, las privadas, los secundarios, las organizaciones de derechos humanos y el gremialismo. Creatividad, humor, convicciones, sentido común y potencia social: palabras e imágenes de una movilización histórica.    

Producción, textos y fotos: Lucas Pedulla, Lina Etchesuri, Franco Ciancaglini, Anabella Arrascaeta y Francisco Pandolfi/lavaca.org.

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Cuatro jóvenes que apenas superan los 20 años, llevan tres carteles:

  • “Si los de abajo se mueven, los de arriban se caen. Las armas están en la biblioteca”.
  • Una frase de José de San Martín: “Cuando la patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla”.
  • “Con este gobierno el abecedario es O-B-D-C”.
  • Son las doce del mediodía y la estación Ramos Mejía del tren Sarmiento, en La Matanza, rebalsa, mientras empiezan a llegar imágenes de Retiro y de Constitución (las otras estaciones que conectan el conurbano con la Ciudad de Buenos Aires) que preanuncian lo que se vio durante el día: una marcha conmovedora e histórica.
Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Que esos fueran los puntos de conexión muestra además la importancia que cobraron en los últimos años las universidades del conurbano bonaerense, que abrieron el acceso a la educación a cientos de miles de estudiantes cuyas familias jamás habían podido pasar por el nivel educativo terciario. En la estación hay un clima serio, a la vez de entusiasmo.

Agostina, 20 años, estudiante de Ingeniería Informática en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), cuenta que es su primera marcha y está nerviosa: “Es la primera vez que algo así me pega tanto. Estoy emocionada”. Greta, 20, estudiante de Comunicación Social, también de la UNLaM: “Están vulnerando nuestros derechos, y todos necesitamos a la universidad pública y de calidad”. Candela, de 21, estudia Literatura en el Joaquín V. González: “Hoy tengo compañeros que no están pudiendo cursar, porque no llegan a pagar la SUBE”. El transporte también empieza a ser menos público. Y Sofía, de 19, estudiante de Educación Física, cuenta que su hermano votó a Milei: “Nos quieren ignorantes”.

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Universidad como élite

El tren llega. La estación colmada colma el tren. Apretada con otros cientos de cuerpos viaja Fabiana, 45 años, a siete materias de recibirse como Ingeniera Eléctrica en la Universidad Nacional de Hurlingham (UNaHU), gracias a una beca que hoy está en peligro: “La educación pública es el camino, no tiene porqué ser un privilegio. Se han dicho muchas mentiras y es nuestra obligación defender a todos aquellos que hoy no pueden estar porque están trabajando, o cuidando sus hogares”. Fabiana tiene cuatro hijos y uno está cuidando a los dos más pequeños para que ella pueda estar: “Tienen un pensamiento que los lugares estratégicos de poder solo puedan estar personas con privilegios”. 

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Todo ocurre este martes, al día siguiente de la declaración del presidente Javier Milei por Cadena Nacional según la cual su éxito económico es una “hazaña” y un “milagro”, y pocos días después de la declaración en el Llao Llao planteando que quienes fugan dólares son “héroes” e incitando a comprar dólares “en negro”, ante el aplauso de una patética cúpula empresaria.

El tren llega llega a Once, y entre la multitud baja Yohia, 32 años, docente en la Facultad de Psicología de la UBA: “El gobierno quiere moldear otra idea y otra subjetividad, en un país donde hay consensos básicos que hemos construido. Uno es los derechos humanos, otro es la salud, y otro la educación. Atacan esto porque la orientación es al servicio de sectores empresariales y necesitan una universidad donde los conocimientos sean a favor del mercado. También atacan al salario. El objetivo es que vayan cada vez menos trabajadores y sea un lugar de élite”. Dato sobre calidad: la Universidad de Buenos Aires está considerada entre las 100 mejores del mundo.

La estación rebalsada ahora colma Plaza Miserere, las escalinatas de la estación, desborda hacia la calle. “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode”, es el canto.

La marea confluye en Avenida Rivadavia. Comienza una marcha histórica. 

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

La papada y las facturas

Cunden los carteles:

  • “Nos quieren huecos para que los votemos”.
  • “Estudiá arte, no seas gendarme”.
  • “Cuando se lee poco, se dispara mucho”.
  • “Sin universidad pública no hay futuro”.
  • “Milei: tenés papada”.  

Por Callao avanzan columnas de universidades nacionales: San Martín (UNSAM), Tres de Febrero (UNTREF), General Sarmiento (UNGS). Esta última, en la semana previa a la marcha, publicó una serie de datos que explican esta movilización gigantesca:

  • El recorte del Gobierno alcanza a 2.5 millones de estudiantes.
  • En Argentina hay una universidad cada 350 mil habitantes, menos que Brasil (1 cada 35 mil) o México (1 cada 45 mil).
  • El gasto público representa 1% del PBI, como en los otros dos países, pero en Argentina 8 de cada 20 estudian en instituciones públicas, 5 más que en Chile y 7 más que en Brasil.
  • Y cierra: “Si Milei deja de regalarle 100.000 millones de pesos al año en exenciones impositivas a Mercado Libre, se pueden financiar los gastos de funcionamiento de las 62 universidades nacionales”.

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Sobre la calle, uno de los que marcha es el profesor e investigador Eduardo Rinesi, exrector de la UNGS: “Estamos ante un gobierno manifiestamente desaprensivo respecto a la educación pública, la vida comunitaria, la idea misma de que somos algo más que la pura suma aritmética de los átomos individuales. Una sociedad es esto: un movimiento colectivo hacia lo común, y una de sus dimensiones decisivas es, sin duda, la educativa”. 

¿Qué busca el gobierno? “Hacer de la sociedad una colección individuos egoístas, que vean al prójimo como un adversario, o como un depósito circunstancial de órganos que el día de mañana puedo necesitar y comprar en el mercado. Contra esa idea absolutamente ignorante y canalla y cruel, me parece que hoy la movilización popular está mostrando otra posibilidad”.

Enrico Riboni es un periodista italiano de larga trayectoria, que trabaja en Francia y está de visita la Argentina. Tras recorrer todo el centro plantea: “Es la movilización más grande que he visto en toda mi vida”.

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Cerca del Congreso discutían motociclistas y agentes de a pie de la Policía: “Si llegan, hay que arrearlos” ordena el de la moto. Otro le contesta, viendo la oleada humana que crecía: “Vamos a relajarnos. Lo positivo es que tenemos facturas”. Cuando la columna llega a Callao, la multitud obliga al desplazamiento de la policía. El protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich nuevamente atravesado.  

Pasa una familia de tres integrantes. Cada uno con un cartel. “Papá Albañil”, “Mamá ama de casa”, “Hija profesional universitaria”. Van sonriendo. Es conmovedor.

Entre la juventud se ve con una sonrisa grande como esta marcha a Ángel, 75 años, docente jubilado: “Yo fui a escuela pública, mis hijos también, mis nietos están en universidades públicas. Es lo que puede lograr el equilibrio social que, más o menos, los que menos tienen tengan algo más, y parece que a esta gente que tenemos en el gobierno no le gusta mucho eso. ¿A vos te parece que los senadores se hayan aumentado mientras a nosotros nos recortan? Es una burla”.

¿Y qué espera? Ángel piensa y dice: “Que esto termine pronto”. 

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Entre Mujercitas y El Anticristo

Una de las consignas de la marcha fue que cada quien llevase un libro. Uno de los más vistos fue el Nunca más. Otro fue la Constitución Nacional.

Y siguen, en manos de la muchedumbre, transformándose en sí mismos en una lectura:

  • Pedagogía del Oprimido, de Paulo Freire.
  • Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano
  • El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry.  
  • El alquimista, de Paulo Coelho
  • Poder y desaparición, de Pilar Calveiro.
  • Psicología de las masas, de Sigmund Freud.
  • Mujercitas, de Louisa May Alcott.
  • Galileo Galilei, de Bertolt Brecht.
  • Pedagogía de la autonomía, también de Freire. 
  • Un mundo feliz, de Aldous Huxley.
  • Macbeth, de William Shakespeare,
  • 1984, de George Orwell.
  • Fahrenheit 451, de Ray Bradbury.
  • El Anticristo, de Nietzche.
  • Operación Masacre, de Rodolfo Walsh.
  • Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez.
Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Nancy, 62 años, del Plenario de Trabajadores Jubilados, lleva ¿Quién mató a Rosendo?, una investigación de Rodolfo Walsh sobre el asesinato de Rosendo García, y el trasfondo sindical de la izquierda y la derecha peronista en los sesenta. “Habla de la burocracia sindical. Y a la CGT, que es parte, lo que le estamos diciendo desde que asumió es que llamen a una gran huelga. El disparate que dijo Milei anoche sobre el superávit lo consiguió gracias al ajuste que nos aplicó a los jubilados de diciembre hasta hoy. Este mes cobramos la jubilación en dos cuotas, no alcanza ni a cubrir la canasta básica. Y esto te lo digo a vos, joven: nuestro destino como trabajadores jubilados está atado al destino de ustedes como jóvenes desocupados, en negro, uberizados. Si esta lucha triunfa, como fue allá en el Cordobazo, nosotros vamos a tener posibilidades”. 

Ana, de Flores, también docente jubilada, exdirectora de educación especial, tiene en sus manos El anticristo, de Friedrich Nietzsche: “Está relacionado al ser humano. Y estamos en una época donde el ser humano está un poco borrado, o lo quieren borrar o desdibujar en su esencia. Pasa que los que no son humanos son los que tienen el poder hoy. Pero tengo la esperanza de que vamos a salir gracias a las personas que todavía hoy tienen un sentido de humanidad, que pueden ver al otro y sus necesidades. Eso es esta marcha”. 

Ana, de 72 años, jubilada, de Lanús, agita Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez: “Es que desde el primer día sabíamos que este Gobierno iba a hacer esto. No soy docente, no estudié en la UBA, pero vengo porque esta plaza representa en todo: sin la educación pública, nuestros hijos y nietos no van a poder desarrollarse. Y hay que tomar conciencia que nosotros somos los poderosos y tenemos el saber”. 

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Ciencia, Conan y jamoncito

La marcha avanza a paso lento por Avenida de Mayo en dirección a 9 de Julio. Es un primer indicador de la masividad que luego calcularán en más de 800 mil personas: generalmente, los embudos de movilización suelen generarse de 9 de Julio en dirección a Plaza de Mayo. Esta vez Congreso fue un epicentro muy fuerte donde había banderas que iban desde el PTS hasta La Cámpora, o de los Jubilados Insurgentes hasta gremios de la CGT.

Cecilia Moccia es la prosecretaria de Prensa de la Asociación de Personal Aeronáutico (APA y dice que esta marcha es la primera del plan de lucha convocado por la CGT: luego viene la movilización del 1º de mayo y el Paro General del 9. “El descontento va a crecer. Hoy no existe una única organización que nuclee a todos los sectores en lucha, es el problema político que tenemos, pero va a ser cuestión de tiempo de que eso se genere. Este gobierno es neofascista y apunta a la destrucción, no solo de la educación”. 

Sobre los pedidos de paro general, aporta una sonrisa: “Celebro que hace mucho tiempo que la CGT no se ponía al frente: tuvimos un paro a dos meses de la asunción, algo que no pasaba hace muchos años. Por supuesto que hay quienes siguen en la lucha, otros que se ponen un precio, pero al menos desde APA intentamos seguir el camino de defender Aerolíneas Argentinas, Intercargo y Fadea (Fábrica de aviones), parte del plan de destrucción de empresas públicas de este gobierno”. 

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Durante el embudo llega un mensajito de Ana Tauil, militante de Nietes (organismo que adhirió y cuyos integrantes están marchando con sus universidades), socióloga, que trabaja en el Observatorios de Crímenes de Estado de la Facultad de Ciencias Sociales en la UBA: “Hay un ataque a todo lo que produce la universidad como espacio que piensa otras lógicas, otros mundos, otras racionalidades, donde lo humano es mucho más que Capital Humano. La universidad representa otra forma de pensar la vida en comunidad”. 

Esta comunidad sigue avanzando a paso lento, pero el embudo hace posible disfrutar de más carteles:

  • “Sin ciencia no hay Conan”.
  • “Si hoy no aprobamos Calle, no podemos cursar Futuro. Son correlativas”.
  • “La UBA, el Diego y mi vieja”. 
  • “Soy del 45% que no entregó al país”.
  • “Educar es combatir”.
  • “Al final la casta eran mis sueños”.
  • “Estudiá, no seas como Adorni”.
  • “Soy profesional gracias a la universidad pública”.
  • “Ahorrar en educación enriquece la ignorancia”.
  • “Que el privilegio no te nuble la empatía”.
  • “La universidad nos enseña a pensar y no a obedecer”.
  • “Por qué tanto miedo de educar al pueblo”.
  • “Los enfermos de cáncer no son variables de excel”.
  • “Estoy tan enojada que hice un cartel”.
  • “Jamoncito te vamos a fetear”.
  • “Abuela analfabeta, Madre terciario incompleto, hija médica formada en la universidad pública”.
  • “Este cartel es tan pedorro como el discurso de Milei”.

En algún momento el embudo se destraba.

Las miles y miles de personas seguimos marchando.

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Los milagros existen

Lala Buján, jubilada con la mínima, lleva el libro Psicología de masas de Freud bajo el brazo. “Milei es un títere, la gran pregunta es quién nos gobierna” dice, mientras acepta que la “psicología de masas” de las sociedad anda un poco trastocada.

“Él se mete con la educación porque prefiere los celulares que te cierran la cabeza. Lo que subyace a eso –señala mi celular- es mierda”. De fondo se escucha el cántico: Armas no, libros sí. ¿Podría ser celulares tampoco? “Eso, éste ganó por los celulares. Al libro lo podés consultar y absorberlo. Con esto –vuelve a señalar mi celular- no te queda nada”.

“Necesitamos un milagro”, dice sobre cómo sacarse de encima estas pesadillas. “Y creo en los milagros”.

Sobre la Avenida Entre Ríos se encolumnan distintas organizaciones y sindicatos que tienen una raíz común: el conurbano bonaerense. Y más precisamente, La Matanza. “Mi familia, que no se moviliza nunca hacia Capital Federal, hoy vino”, informa Lorena González, trabajadora estatal, pensando en sus dos padres y también en sus sobrinos: “Mi sobrina es primera generación: licenciada en Nutrición en la Universidad de La Matanza. El recorte educativo pega fuerte ahí, eso es lo que no vio este gobierno”, dice ella que formó parte del Estado que amplió las universidades nacionales a los distintos distritos.

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Ella, como estudiante fue parte de las movilizaciones en los 90 contra otros recortes de fondos educativos. Y marca una diferencia: “Se crearon 30 universidades que quedan a cuadras de las casas de los laburantes. Es recuperar la idea de la educación como movilidad social, a su vez que un detonante o una excusa por todo lo que está pasando”.

A su lado la multitud parece darle la razón: “Soy primera generación de contador”, dice un cartel, al lado de otro que asegura: “Los hijos de obreros queremos estudiar”.

Luego se cantará “el que no salta, votó a Milei”, y si bien la mayoría respeta la consigna, por abajo alguien menciona que, al menos estadísticamente, debe haber muchos que lo votaron y hoy marcharon.

“La grieta hoy es otra”, culmina Lorena. “A esos pibes que lo votaron y son de abajo hay que abrazarlos también”.

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Ayuda terapéutica

Lucas tiene 21 años y vive en Palomar. Estudia profesorado de historia, en Haedo, en el instituto de superior docente 45. Ahora está pasando por la puerta de la UNA (Universidad Nacional de las Artes), que en su puerta puso un aviso, para que nadie pueda andar por ahí desentendiéndose de la situación: “Universidad cerrada. Docentes y estudiantes por la educación pública”. Al lado de la inscripción hay dibujado un lápiz, al que de la parte de arriba le nace un puño. 

Fotos: lavaca

Lucas pasa por el costado, llevado por una marea de la que es parte. No se desentiende. Lleva puesta una remera negra. Un pantalón negro. Y unas zapatillas negras. Lleva colgado un cartel: “Vinimos vestidos de negro ya que estamos de luto porque el gobierno asesinó nuestra educación”. Explica: “La educación es la única herramienta para darle al pueblo, que pueda salir de la pobreza y así combatir todo tipo de injusticias”. 

Su mamá es ayudante terapeútica. Su papá está desempleado. Analiza la situación general: “Es un gobierno que está planteando muy mal las cosas. El discurso de ayer fue ridículo, dejó de lado lo que está viviendo la gente”. Y cierra: “La educación está cada vez peor; y si bien no le hecho la culpa solo a este gobierno, con este desfinanciamiento se van a notar mucho más las diferencias sociales”. 

Cuesta escucharlo a Lucas. Las canciones se suceden una tras otra, al compás de la música que generan al pasar miles y miles de pies, de carteles, de libros. “Qué cagazo, qué cagazo, obreros, estudiantes como en el Cordobazo”, cantan miles de estudiantes que caminan por Bartolomé Mitre y Riobamba, en dirección a la Plaza de Mayo. Unos metros después, en la esquina de Callao, ya no pueden caminar más. Falta una hora para que se lea el documento y las calles están atestadas. 

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Parado, intentando infructuosamente ganar algún metro, está Mikel. En la mano izquierda sostiene un libro. Llego a leer: Curso de ingreso 2024.  El libro está como nuevo.Mikel lleva un cartel escrito a mano, de manera muy prolija, que explica el por qué: “Este libro está sin usar porque tuvo que salir a buscar un segundo trabajo para subsistir. Hoy marcho para que los estudiante no tengan mi presente. Hoy defiendo la esperanza de algún día poder ser universitario”. Las palabras marchando se leen por todos lados. En cartones, en hojas, en banderas; así se multiplican los sentires de este momento de la historia: “Me armo de libros, me libro de armas”; “La educación iguala las oportunidades”; “Estudiantes informados, jamás manipulados”; “No hay educación sin inclusión”. “Por una educación que nos enseñe a pensar, no a obedecer”. Y así en cada esquina, en cada vereda, en cada calle.

Mikel vive en Morón y tiene 29 años. Vive con su marido y es el único que por ahora tiene un sueldo. “Bajo”, subraya. Pensó, soñó, que este año sí se le iba a dar. “Ahora mismo tendría que estar en el aula de la Universidad de La Matanza”. Lo esperaba la carrera de Ingeniería Informática. “Fue imposible en este contexto. Si estudio, no comemos”, resume. Y hace una comparación que profundiza el análisis: “Quienes apoyan a un gobierno como este, igual tienen el derecho de estudiar en la universidad pública. En cambio, las medidas de Milei solo están generando una mayor segregación, con el acceso a derechos para pocos”. 

Su mamá es manicura y masajista; su papá, obrero. “Iba a ser el primer universitario de la familia; estábamos muy contentos”. ¿Por qué pasa lo que pasa? “Yo sólo pude hacer un curso de ingreso y ahí estudié la historia de las universidades. Sólo eso, ya me abrió la cabeza. Las universidades son eso, abridoras de cabeza. Quien piensa no se deja pisar, entonces son de las primeras cosas a sacar, porque saben que un pueblo sin educación está condenado”.

Es la educación pública, estúpido

Corazón mentiroso

Sobre Avenida de Mayo y 9 de Julio, la marcha toma una nueva dimensión: las columnas que vienen del sur del conurbano y las que vienen del norte. Hay gente por todas partes: de la UADE a la UNGS, y de la CGT a movimientos sociales como el FOL (Frente de Organizaciones en Lucha). Allí está Maga Gargarello, 37 años, delegada de Florencio Varela, sur conurbano: “Somos laburantes precarizados, cooperativistas, que tuvimos la posibilidad, en algunos casos, de ser primera generación de la familia que llegó a la universidad. Además de ser gratuitas, son públicas y de calidad. En nuestras propias organizaciones también tenemos escuelas de oficio y espacios de aprendizaje y formación. Este gobierno viene por todo, y ese es el objetivo de atacar la educación”.

Hace unas semanas los movimientos sociales sufrieron una cruel represión sobre esta misma avenida, solamente por reclamar el envío de mercadería a más de 45 mil comedores: “La foto del barrio hoy es una pobreza que desde hace muchísimos años no se veía. Jubilados que hacen fila en nuestros comedores. Vecinos con oficios que perdieron su trabajo. Estamos discutiendo la comida: es tremendo. Nuestras compañeras hoy se están endeudando con Mercado Pago para comprarle comida a sus pibes, mientras el Gobierno anuncia que las asignaciones vamos a cobrarlas por Mercado Pago. Galperín así nos sigue sacando guita. No hay salida, salvo organizarte, porque ya no hay nada por perder”. 

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Las columnas llegan con este tono a la Plaza. Allí se baila Mentiroso, el hit de Karina la Princesita, y se canta con pasión su estribillo: Se acabó, tu mentira se acabó / Se acabó y te digo basta, basta, basta / Mentiroso, corazón mentiroso / No tienes perdón, estás muy loco”. Sin embargo, lo conmovedor llega con el Himno: se canta a voz ronca y a pura lágrima. Allí está Sandra, 53 años, trabajadora de la educación en San Martín. También lleva un libro preciso y sutil para esta movilización, Microfísica del poder, de Michel Foucault. Lo explica: “Me parece importante empezar a entender que en distintos espacios, y en los más obvios, hay poder y relaciones de fuerza. Nos empuja a cuestionar las obviedades, lo básico de un discurso y a pensar las palabras”. Este gobierno viene a cuestionar lo que nos parecía obvio hasta hoy: “Porque quiere tratar de quebrar las relaciones de fuerza y girarlas hacia otro lado, y es importante empezar a creer y volver a pensar aquellas cuestiones que nos definen”. 

Sobre el escenario se empiezan a escuchar oradores y referentes de los sindicatos docentes. También organismos de derechos humanos. Allí habla Adolfo Pérez Esquivel, uno de los cinco Premio Nobel que tiene Argentina, formados en la universidad pública: “Este gobierno compró 24 aviones de combate pero dice que no hay plata para la educación. Presentamos un pedido de juicio político porque no puede ser que destruya al país. Esto es grave” También habla Taty Almeida, de Madres Línea Fundadora, que dice que su hijo Martín fue desaparecido mientras cursaba su primer año de Medicina en la universidad pública: “No bajen los brazos. Piensen en las madres y en lo que sostenemos hace 47 años: la única lucha que se pierde es la que se abandona. Se lo decimos nosotras, que a pesar de los bastones y las silla de ruedas seguimos de pie”.

Es la educación pública, estúpido

Fotos: Lina Etchesuri para lavaca

Las comunicaciones telefónicas colapsan, no hay señal. Queda sentir el latido de esta plaza, las 800 mil personas que informan desde el escenario, la dificultad de salir. Dimensionar que es martes, día de semana, y que esta movilización sobrepasó la potencia que se pensaba. Vendrán análisis, adjetivos, operaciones, y mientras los cuerpos se alejan y los cortocircuitos informativos vuelven a hacer sonar celulares, llega una foto: la plaza colmada, todo lo que ya sabíamos, pero visto desde arriba. Lo que se ve es la historia pura.

Y cómo se la defiende.

También, al sacar los ojos de la pantalla, es posible divisar y sentir un último cartel que se divisa mientras el sol se oculta detrás esta movilización:

“Hasta que lo esencial se vuelva visible”. 

Es la educación pública, estúpido

Fotos: lavaca

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Libros

El Ministerio del Libro: una propuesta en serio

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La noticia de la creación de un Ministerio del Libro, que se presentará en la Feria el 26 de abril como acción de editoriales, pequeñas, autogestivas y cooperativas, provocó insólitas desmentidas en el gobierno. Sus promotores la definen como una propuesta poderosa, se asombran por la incapacidad oficialista de leer en clave de humor una idea que a la vez tiene un contenido profundo: el Ministerio del Libro busca rescatar un bien común cultural y productivo, portando las armas de la poesía, el humor, la imaginación, el trabajo colectivo y la palabra. La búsqueda: promover la industria editorial argentina, la lectura y la exportación de la cultura nacional.  

Texto: María del Carmen Varela

La creación del Ministerio del Libro ya es un hecho. Así fue anunciado a través de las redes el martes 9 de abril, con un comunicado y el logo del nuevo ministerio. Cuando las condiciones no están dadas por el contexto, siempre está la opción de buscar otras vías para materializar las herramientas necesarias y ponerlas a favor de lo urgente. Entonces ¿se crea un Ministerio que vele por la continuidad de este bien tan preciado? La respuesta es sí. La cooperativa TyPEO (Territorio y Producción Editorial Organizada) y el colectivo TLEP (Todo Libro es Político), que nuclean a más de 20 editoriales independientes lideran la puesta en marcha del Ministerio con el fin de “promover la industria editorial argentina, la lectura y la exportación de cultura nacional”.

Vocero oficial en el Pabellón Verde

La presentación formal se llevará a cabo el 26 de abril en el Stand 1321, Pabellón Verde, de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. En esta oportunidad no estará presente la Secretaría de Cultura (antes Ministerio de Cultura) y Presidencia de la Nación no contará con un espacio propio, como en años anteriores.

La agenda de actividades en la Feria incluye:

  • Viernes 26 de abril. Inauguración del Ministerio del Libro. Presentación del vocero oficial y anuncio de implementación de medidas.
  • Viernes 3 de mayo. Micrófono en Lucha. Trabajadorxs despedidos, instituciones, medios y organizaciones vendrán a difundir sus problemáticas y formas de apoyo.
  • Viernes 10 de mayo. Cierre y conferencia de prensa.

Tal como lo comunican en la web de typeo.com.ar, “se tratará de un Ministerio abierto, cualquier ciudadano-lector podrá participar del mismo aportando sus ideas para realizar proyectos de Ley, Decretos de Necesidad y Urgencia para el libro y/o comunidados que consideren pertinentes. Las mismas deberán ser enviadas al mail oficial: [email protected], a las cuentas en redes sociales de @typeoeditoriales y @todolibrosespolitico o al Stand 1321–Pabellón Verde”.

Acciones poéticas y comerciales

Lucía Aita y Gonzalo Miranda, de Editorial Muchas Nueces, que ya lleva más de una década en el mercado editorial cooperativo de creación de obras literarias y artísticas dedicadas casi en su totalidad a las infancias, refieren a la noticia a la que ni el presidente de la Nación le fue indiferente y al ser consultado respondió con una sola palabra: “mentira”.

¿Cómo surgió la idea de la creación del Ministerio del Libro?

La creación del Ministerio del libro tiene que ver con la responsabilidad de articular con el campo del libro argentino frente al ataque a acuerdos que todo el sector sostiene como fue el intento de  derogación de la Ley de Defensa a la Actividad Librera (uno de los puntos de la anterior versión de la Ley ómnibus) o la destrucción del Programa Sur dedicado a la internacionalización de Autores Argentinos. La participación de un gran sector de los trabajadores del libro encolumnados en el paro de la CGT, algo que no sucedía desde el 16 de diciembre de 1982, significó el comienzo de un reencuentro, de una recomposición de la potencia creativa del sector del libro, y principalmente de la edición autogestiva e independiente. De allí es que asumimos la necesidad de que toda acción, incluso comercial, sea de defensa y cuidado de los diferentes actores y actrices del Libro. 

El Ministerio del Libro porta las armas de la poesía, el humor, la imaginación, el trabajo colectivo y la palabra. En un contexto de crisis, quienes integran el Ministerio consideramos que los libros son un espacio para imaginar y crear el mundo que queremos, para reflexionar sobre cómo llegamos hasta acá, para discutir lo que no nos gusta, para pensar que podemos crear otras formas de existencia menos sufrientes y más justas, entre otras cosas. En ese sentido, los libros no son solo un refugio: son armadores de estrategias políticas para combatir.

El presidente inverosímil

¿Cuál es el objetivo?

Hace un año creíamos que un presidente como el actual era inverosímil. La realidad cada día supera a la ficción. Con la crisis, hay distopías que estamos viviendo que jamás hubiéramos imaginado. ¿Por qué no poner la imaginación al servicio de la realidad haciéndonos cargo de utopías como ésta? Nuestra postura es constructiva: pensamos formas para hacer crecer al país y, como hacemos libros, las pensamos para, con y desde ellos. La gestión del Ministerio del Libro la realizaremos dos colectivos (TyPEO y Todo Libro es Político) que integran 20 editoriales que conocemos de cerca las problemáticas y necesidades del sector. Además, la idea de un ministerio abierto permitirá que haya pluralidad en la gestión del mismo. 

Otro objetivo era que el gobierno atendiera la iniciativa y se posicionara al respecto, algo que conseguimos mucho más rápido de lo esperado. Con su respuesta consideramos que el Ministerio del Libro ya es un hecho, es innegable que existe, pues hasta el presidente Milei habla de él. 

 ¿Pensaron que iba a tener tal repercusión?
Desde la responsabilidad que asumimos las editoriales que sostenemos este Ministerio creemos que la repercusión es lógica, más si se tiene en cuenta la importancia en la cotidianeidad de los ciudadanos lectores del país, migrantes y turistas.  Por otro lado, sorprendió el músculo paranoico que estamos desarrollando como sociedad. A la vez, la imposibilidad de leer en clave de humor e ironía es un síntoma también.  Es una propuesta poderosa y necesaria que genera alegría y entusiasmo, pero también confusión y miedo.

Asimismo, recibimos en nuestro correo oficial ([email protected]) muchos mensajes de apoyo de lectores en general, de personalidades de la cultura, funcionarios públicos, diputados y medios de comunicación a disposición del Ministerio para difundir su iniciativa. En breve estaremos organizando una conferencia de prensa para comunicar cuáles de estas sugerencias serán incorporadas como políticas de esta cartera.

La biblio diversidad

 ¿Cómo son las condiciones actuales para poder participar de la Feria del Libro?
Las condiciones son las que cualquiera esperaría de una actividad en La Rural. Prohibitivo en lo económico, clasista en lo social. El acceso de las editoriales autogestivas, de las pequeñas editoriales, se hace año a año más difícil en el contexto económico que atravesamos. El Ministerio del Libro se fundó y tiene entre sus funciones acercar los libros a lectores por eso las 18 editoriales que nos hicimos cargo de crearlo hacemos el enorme (casi irrisorio) esfuerzo económico aunque “no hay plata”  para poder  garantizar la bibliodiversidad.

¿Cuál es la situación del sector?

La situación no difiere del resto de la actividad económica. La caída de las ventas es vertiginosa, en los pasillos del Ministerio se dice, siempre en off que varios editores están saliendo a buscar otros trabajos  ya que con el desplome económico varias editoriales independientes dejaron de ser el trabajo principal de muchos y muchas editoras y editores. Así mismo, nos enteramos mes a mes del cierre de una nueva librería y creemos que en este contexto peligran muchas más. Esto a su vez significa un efecto dominó: la caída de las ventas además de afectar a editoriales y librerías repercute en escritores, ilustradores, traductores, correctores, diseñadores, imprentas, distribuidores y en última instancia los lectores que ven afectada su oferta de lectura. 

Las editoriales que convocan: Astier Libros, Ediciones Cúlmine, Editorial El Colectivo, Del Signo Ediciones, La Libre Editora, Muchas Nueces, Hasta Trilce, Rara Avis, Ripio, Ubu Ediciones, Tinta Limón, La Cebra, Milena Caserola, Hekht, Tren en Movimiento, Documenta, Traficantes de Sueños y LOM. También participan como editoriales invitadas: Nocturna, Bajo Tierra, Último Recurso, Casagrande, Pupek, Miluno, Milena Pergamino, Milena París, Otro Cauce y El Zócalo.

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Actualidad

Represión contra quienes reclaman alimentos y el odio a la prensa

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Una manifestación que reclamaba hoy por la ausencia de alimentos para comedores populares y merenderos en medio de una situación de emergencia alimentaria, terminó en otra acción represiva del gobierno, que se ensañó con los manifestantes y también con la prensa que estaba cubriendo el hecho. El saldo fue de al menos 10 detenidos y decenas de heridos por fuerzas de seguridad (Policía Federal Argentina, Policía de la Ciudad y Gendarmería). Un caso fue el de Edwin Caicha (foto), salvajemente golpeado por la policía cuando ya estaba detenido e indefenso.

Los hechos ocurrieron sobre la Avenida 9 de Julio de Buenos Aires, frente al ministerio de Capital Humano que conduce la coach Sandra Pettovello.

Fotos: Juan Valeiro

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1778086900869329054

La manifestación había sido convocada para reclamar por la situación social ante la emergencia alimentaria y la falta de respuestas de parte del gobierno, que hasta ahora se dedicó principalmente a desfinanciar a comedores populares y merenderos.

El Secretario de Desarrollo Social, Pablo de la Torre a cargo del Ministerio de Capital Humano, se comprometió a recibir a los referentes de las organizaciones sociales. Por eso la movilización resolvió marchar hacia la sede de las oficinas de Capital Humano ubicadas en Pellegrini y Juncal.

Video en el que se observa a Edwin Caicha cuando es detenido y arrastrado, y minutos después aún en el piso con el rostro bañado en sangre. La policía, profundizando formas ilegales de represión.

En ese momento un operativo policial se lanzó sobre los manifestantes. Se atacó violentamente a la gente con el arsenal habitual en estos casos: balazos de goma a mansalva (y disparados a la cabeza), gas pimienta, golpes, y la acción de camiones hidrantes, desatando una cacería por el microcentro porteño.

“Hoy el Gobierno nacional ha demostrado una vez más la crueldad hacia la clase trabajadora. En un acuerdo que teníamos con el Secretario Pablo De La Torre, que dijo que iba a recibirnos, fuimos encerrados y salvajemente reprimidos por la Policía Federal. Evidentemente era mentira que iba a recibirnos.”, dijo Omar Giuliani, Secretario de Acción Social de la CTA y Secretario General de la FeNaT.

Represión contra quienes reclaman alimentos y el odio a la prensa
Arriba, la imagen de Edwin Caicha al ser detenido. Está ileso: solo la desesperación en su gesto (Foto: Revista Cítrica). Debajo, Caicha como se lo vio minutos después: apremios ilegales, violencia institucional y represión a quienes están reclamando por la crisis alimentaria en los barrios. Foto: Juan Valeiro.

Detenidos

La nómina de detenidos, en la Alcaldía 4, ubicada en Parque Patricios.

1. Carlos Ardila Guerra

2. Ignacio Corral

3. Fabián Verón

4. Roberto Retamoso

5. Dario Gonzalez

6. Ariel Sánchez Flores

7. Franco Vitez

8. Jeremías Sanabria

9. Jorge Barrera

10. Edwin Caicha

Caicha es el único que no está en la Alcaldía 4: se encuentra hospitalizado en el Hospital Ramos Mejía, como efecto de la represión a la que fue sometido.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1778151997973119418

Ensañamiento con el periodismo  

Fue evidente la actitud de las fuerzas represivas (Policía Federal Argentina, Policía de la Ciudad y Gendarmería) contra la prensa que cubría los hechos. La periodista Florencia Fossati, de Radio Continental, denunció que policías de la Ciudad la acorralaron y comenzaron a golpearla.

“Les dije que no me pegaran, que era periodistal. Me contestaron: ‘qué me importa’, y siguieron pegándome. Patricia Bullrich había dicho que iba a tomar cartas en el asunto de la represión al periodismo pero no fue así. Hay que terminar con esta naturalización del odio a la prensa”.

El periodista de Crónica TV Diego Ricardi recibió un balazo de goma en la pera, lo que confirma la tendencia policial de disparar a la cabeza, convirtiendo así a las balas de goma en un tema posiblemente letal.

Una situación especial fue la vivida por Edwin Caicha, detenido en perfecto estado por la policía y que minutos después apareció desfigurado y ensangrentado por la golpiza a la que fue sometido, pese a que ya estaba detenido e indefenso. Por esa golpiza tuvo que ser internado enel Hospital Ramos Mejía.

Represión contra quienes reclaman alimentos y el odio a la prensa

Detenciones y violencia. Fotos: Juan Valeiro.

Represión contra quienes reclaman alimentos y el odio a la prensa

Hambre y dengue

Norma Morales, Secretaria General Adjunta de la UTEP contó a lavaca en la puerta de la Alcaldía de Parque Patricios que los abogados estaban interviniendo en los casos de las detenciones. No tenían claro al anochecer la cantidad de heridos, aunque se contaban por decenas.

“Frente a nuestros planteos sobre la cuestión alimentaria la única respuesta que recibimos es bala, gases lacrimógenos, represión brutal.  Creemos que a este gobierno no le importa nada lo que está atravesando nuestro pueblo. Esto no tiene que meternos para adentro, no tenemos que quedarnos en nuestras casas mirando cómo nuestros abuelos lloran de bronca porque hay un solo plato de comida que ellos pueden compartir con su familia. A nosotros nos duele, no lo podemos naturalizar. Pedimos reflexión a este gobierno, tienen que cambiar de actitud”.

Represión contra quienes reclaman alimentos y el odio a la prensa

Escena de los enfrentamientos. La policía acorraló a los manifestantes. El ministerio les había dicho que se reunirían. Fotos: Juan Valeiro.

Otro tema del momento: “La otra situacion compleja que estamos atravesando es el tema del dengue. Hoy a la madrugada me sonó el teléfono anunciando que una compañera de la economía popular murió por dengue hemorrágico en Quilmes, y no hay ninguna política para acompañar y cuidar. Entonces claramente a este gobierno no le impronta la vida del pueblo, no le importa cuidar a nuestra comunidad, y en función de eso nosotros tenemos la responsabilidad y la obligación de seguir visibilizando con jornadas pacíficas, porque hoy salimos a hacer una jornada pacífica y la respuesta que tuvimos fue la represión”.

¿Existirá la posibilidad de reflexión? Norma: “No somos el único sector que está reclamando y visibilizando la situación crítica que estamos viviendo como país. Están los trabajadores estatales, y muchos vecinos que le está llegando la boleta de la luz, del agua, y donde ya hay un clima de bronca, un clima de salir a expresarse para que se vayan todos. Entonces me parece que si todos juntos logramos salir, reclamar y hacernos sentir, este gobierno va a tener la obligación de recapacitar.

Represión contra quienes reclaman alimentos y el odio a la prensa

Fotos: Juan Valeiro.

¿Van a seguir enla calle? “Claramente, esto que pasó hoy no nos tiene que dar miedo, yo no tengo miedo. Mi miedo es cada vez que llego a mi barrio enterarme que un abuelo se terminó suicidando porque no soporta vivir de esta forma. Mi miedo es que uno de nuestros jóvenes de nuestros barrios populares se termine suicidando porque no puede ayudar a su familia y por la situación de violencia que se genera por la misma situación económica. Ese es mi miedo, nosotros no le tenemos miedo a la represión, no le tenemos miedo a la bala. Mi miedo es que suene el teléfono y me digan una muerte más porque no tienen comida, por el dengue, porque no soportan vivir de esta forma”.

Represión contra quienes reclaman alimentos y el odio a la prensa

Fotos: Juan Valeiro.

Suicidios en los barrios

Nombras dos veces el tema, ¿están viendo suicidios en los barrios?

Lamentablemente sí, tenemos la semana pasada un pibe de los barrios populares de Avellaneda que se terminó suicidando porque esta situación económica genera conflictos familiares. Ese pibe se vio atado de manos, no tenía trabajo, no podía ayudar a la familia, y al verse tan inservible y no poder ayudar, se terminó suicidando. Eso no lo podemos naturalizar, eso nos obliga a seguir estando en la calle. Tenía 18 años. Por eso este gobierno tiene que reflexionar, no les puede dar lo mismo. Así como a nosotras en los comedores no nos da lo mismo tener que cerrar días de la semana y no poder entregar comida a nuestra comunidad, por eso es que tenemos que salir a la calle y encontrar estrategias para visibilizar. Y necesitamos el abrazo de toda la sociedad, porque hoy somos nosotros pero más tarde van a ser esos vecinos que están retirando la comida porque también la pasan mal, mañana vamos a estar todos en la calle porque el ajuste brutal que está implementando este gobierno lo vamos a sentir toda la sociedad.

Norma asegura que hay un proceso de construcción de unidad de las organizaciones sociales de todo el país. “Hoy fue una acción más de ese plan de lucha que habíamos anunciado un mes atrás, claramente con esta situación vamos a profundizar este plan de lucha. Acá la estamos pasando mal todos y en ese marco tenemos que ir a profundizar la unidad”.

Represión contra quienes reclaman alimentos y el odio a la prensa

Fotos: Juan Valeiro.

Johana Duarte, del Movimiento Evita dijo a lavaca: “Lo de hoy fue una represión brutal, y una emboscada a quienes nos movilizamos. Fue la respuesta de Milei, de Pettovello, de todo un gobierno que no da respuesta ni resuelve la emergencia alimentaria que se profundiza cada día más en nuestro pueblo. Fue brutal, porque mientras nos habían prometido que iban a recibir a una comisión, que se estaba dirigiendo al ministerio, en ese mismo momento la policía hizo una emboscada, salieron a cazar a trabajadores”.

“El pueblo se va a seguir organizando, a mayor intento de disciplinamiento, amenaza, amedrentamiento de este gobierno criminal, mayor nivel de organización, porque no estamos dispuestos a morirnos de hambre”.

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Fotos: Juan Valeiro.

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