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Presos en comisarías: las tumbas del siglo 21 (videos)
No hay diputados que los visiten ni se tomen fotos con ellos. En Tucumán hay más presos en las comisarías (2.700) que en las ocho unidades carcelarias de la provincia (2.000). Ese número la coloca en el 2º puesto a nivel nacional con respecto al hacinamiento en comisarías. Las denuncias y videos de la Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura muestran por ejemplo 17 personas amontonadas en celdas de 3 x 4 en algunas comisarías, y otras en las que hay amontonadas 80 personas en tres calabozos. En un caso hay además 19 policías imputados por torturas masivas. En esas comisarías ninguna persona debería estar más de 24 horas, pero hay detenidos que están hace más de 4 o 5 años sin condena (salvo la de subsistir allí). Y a quienes tienen condena (que no deberían estar allí sino en las cárceles, en otras condiciones) no les permiten la libertad condicional y salidas transitorias que plantea la ley, agravando la superpoblación de presos.
Además, según datos oficiales, la “puerta giratoria” funciona al revés del lugar común. Promedio: cada día hay 6 personas detenidas, y solo una liberada, lo que implica un aumento exponencial del problema.
Todo esto podría ser parte de alguna serie de ficción carcelaria, pero es la realidad. Los datos son tan graves que interviene un comité contra las torturas: uno de sus integrantes, Fernando Korstanje, fue golpeado en la Comisaría 1º por la propia policía.
La situación del castigo convertida en un fin en sí mismo, un proceso de humillación y degradación personal contra lo que dicta la Constitución. La “infrazoología” para los detenidos. Los delincuentes exitosos premiados por los gobiernos, frente a los fracasados e ineficaces. La teoría de la cárcel como un mal negocio, y las opciones que podrían aliviar la situación.
Por Francisco Pandolfi
Esto no es ficción.
Esto es Tucumán.
En la Comisaría 1º de la capital, las mujeres viven en un pasillo de menos de un metro de ancho.
La Comisaría de Yerba Buena tiene una denuncia por torturas masivas en la que se imputó a 19 policías. Allí, por ejemplo, Ángel Rojas está condenado a 5 años y 3 meses, debería haber tenido salidas transitorias desde agosto de 2023 y gozado de la libertad condicional desde el 21 de junio de 2024. Está por cumplir cuatro años encerrado en una comisaría.
En la Comisaría 8ª de San Miguel de Tucumán están alojadas 17 personas en un calabozo de 3 metros por 2 metros (como se ve en el video). O sea, casi tres personas por metro cuadrado.
Esto no es ficción. Esto no es El Marginal. Esto es Tucumán.
Video en la Comisaría 8º.
Años hacinados
Según el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT) existen estándares mínimos de habitabilidad, tanto para cárceles como para comisarías o lugares provisorios de detención. “En una comisaría debe haber 6 metros cuadrados para el primer preso, 4 metros cuadrados más para el segundo, 4 más para el tercero, y así sucesivamente por cada uno que se agregue para dormir”. En una cárcel, donde se realizan actividades extras, las dimensiones se amplían: “Se calculan 12 metros cuadrados por cada uno”.
Con estos cálculos, en la Comisaría 8ª donde hay 17 presos en una celda, debería haber uno solo. No es la única tortura. “En una comisaría no se puede estar más de 24 horas, pero hay presos que están hace más de cuatros años, todos hacinados, en total oscuridad”, afirma Fernando Korstanje, que aporta otro dato para graficar la situación que buscan prevenir: Tucumán es la única provincia del país que tiene más presos en las comisarías (2.700) que en las cárceles (2.000).
Imágenes obtenidas por la Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura en la Comisaría 5ª.
“Las cárceles tienen un cupo, que cierran cuando no entran más presos; en cambio las comisarías no, siempre entra uno más”. Así lo plantea Fernando Korstanje, uno de los designados en la Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura. Tiene 62 años, es pedagogo y docente en la Universidad Nacional de Tucumán. La Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura es un organismo público. “Un mecanismo que viene en cascada desde las Naciones Unidas a Tucumán y a otras provincias, a partir de un tratado que para Argentina tiene rango constitucional y es de cumplimiento obligatorio”. Se creó en 2012 pero se puso en funciones 10 años después. “Y no al 100%”, denuncia.
–¿Qué se hace con los informes?
–Se elevan al Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, pero fuera de eso que es lo obligatorio, lo que se haga localmente es según el caso, la conveniencia, la oportunidad. Hay veces que se los ponemos, por ejemplo, en la mesa al director de la cárcel, para que eso mejore. Lo mismo con los jueces, lo mismo con los abogados defensores y también podemos hacer una denuncia penal sobre situaciones específicas. Pero no funciona. Por último el Comité Nacional informa al Subcomité de Prevención de la Tortura, que es un organismo también independiente pero internacional, que puede realizar inspecciones en el país, a las cárceles que les parezca.
Cuerpos hacinados en la Comisaría 8º.
Funcionarios invisibles
La comisión debería ser integrada por 9 personas. Seis que representan al Estado y tres a la sociedad civil (Silvia Rojkés, Andrés Romano y él). Fernando dice que los componentes de los poderes políticos son los únicos que cobran salarios y viáticos, como funcionarios provinciales, y también los únicos que no hacen nada: el secretario de Derechos Humanos Mario Racedo (“con quien tenemos diálogo pero no integra la comisión”); el Ministro Público de la Defensa Washington Navarro Dávila y el Ministro Público Fiscal Edmundo Jiménez.
Los otros tres son legisladores, dos por la mayoría, uno por la minoría: “En 2022 fueron designados pero nunca asumieron, nunca hablaron con nosotros ni nos respondieron mensajes. De hecho, ya vencieron sus mandatos”. Se trata de Raúl Ferrazzano, Maia Martínez (Unión por la Patria) y Raúl Pellegrini (UCR). Sintetiza Korstanje: “Solo funciona la parte de la sociedad civil, pero con una estructura presupuestaria de una debilidad inmensa”.
Peor que en un zoológico
Korstanje se presenta como “un militante contra la tortura”. Una de las formas a la que se enfrenta lleva el nombre de hacinamiento, al que describe como “infrahumano”. El fallecido criminólogo Elías Neuman agravaba más aun el concepto: “Él hablaba de infrazoología. Ningún juez aceptaría que sus mascotas vivan así, en las condiciones que viven estos seres humanos. Me preocupa que la tortura que se le está ejecutando a todos los presos del país no importe”.
Comisaría 5ª de Tucumán.
Según la Convención, se denomina “tortura” a todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas”.
Torturas, una al lado de la otra
Fernando enumera qué torturas ve, escucha, siente, en las comisarías tucumanas:
1– La salud: “Por supuesto que hay gente sarnosa, con todas las enfermedades que tenía, más todas las que se agarró detenida. En una convivencia con tantas personas es evidente que no hay ningún tratamiento que valga. Los mecanismos de salud hacen la pantomima que atienden a los presos uno por uno, cuando ellos bien saben que tienen que estar aislados. Predomina el criterio de la supuesta seguridad, pero no es seguridad; es castigo, liso y llano”.
2–La falta de asistencia jurídica es otro eslabón de esta cadena que aprisiona hasta asfixiar. Hay un camino recurrente: abogado privado previo al juicio (quien lo puede pagar) y abogado público tras la sentencia. “Los abogados privados pueden ser útiles mientras estás enfrentando un juicio, donde se juega la libertad, la expectativa es importante y la cobranza del defensor está garantizada. Si perdió el juicio, en general, el acompañamiento durante la condena no le interesa el abogado y en muchos casos tampoco se le puede seguir pagando, entonces aparece la mayoría de los defensores públicos que, como ganan lo mismo, les da igual si al preso lo torturan o no, si sale antes o si sale después. Tampoco atienden las llamadas de las personas privadas de la libertad ni conocen las comisarías; no los visitan en las audiencias, que las miran por zoom. Jueces, fiscales, defensores ya no van a verlos, no los huelen y esto no es algo despectivo: muchos presos huelen mal y es importante olerlos para saber con quién estás hablando, que el juez conozca la comisaría, que se le vea el cuerpo entero para descubrir cómo lo torturaron y le rompieron una pierna”.
3–Las condenas: “Su ejecución, por ley, determina que a la mitad de la condena podés empezar con salidas transitorias. La misma ley dice que a los dos tercios cumplidos tenés el beneficio de la libertad condicional, o sea, estar libre. Hay mucha gente que se queja por la ‘puerta giratoria’ y no es así. Si alguien tenía que cumplir 10 años, sale a los 7 porque la ley dice que no hay que tener a alguien en la cárcel y abrirle la puerta el último día, sino que sea progresivo, para que se vaya adaptando a la sociedad. Para este beneficio, la persona condenada debe haber hecho lo que se llama el tratamiento penitenciario: ir al psicólogo, participar de actividades educativas, trabajar, hacer deporte, tener visita de sus familiares y haber tenido buena conducta…”.
Fernando hace un silencio y su respiración se agita, como síntoma de un enojo que no disimula: “¿Qué buena conducta puede tener alguien en un pabellón totalmente hacinado. Los jueces le exigen al preso toda esa serie de actividades que son imposibles de cumplir en una comisaría. Como comisión pedimos que solo se contemple el requisito del paso del tiempo, lo cual es irrefutable”.
En 2015, dos fiscales presentaron un habeas corpus para denunciar que había 400 presos en comisarías. Hoy, la cantidad casi se septuplicó: 2.700. Dice Korstanje: “En ese momento ya era escandaloso, pero ahora, habiéndose multiplicado la cifra, el mismo Ministerio Público Fiscal se niega a las salidas transitorias porque aducen que deben pasar más tiempo en comisarías, que ellos mismos no conocen. Resulta fácil pedir mano dura sin haber entrado a un calabozo”.
Delincuentes exitosos vs fracasados
¿Por dónde se empieza a transformar la situación? “Desagotando las comisarías, aplicando activamente el calendario fijado por ley”.
Puede imaginarse que eso incentivaría los discursos sobre inseguridad. Replica Korstanje: “Seguridad no es equivalente a castigo. Lo que se está viendo en esas comisarías es castigo y es tortura, que no se expresan en seguridad para los ciudadanos”.
La descripción del tema: “Por empezar es una selección de algunos tipos de delitos, y de algunos tipos de miembros de la sociedad. Es doblemente selectivo el sistema de persecución del crimen. Persigue algunos criminales y a otros no, por algunos delitos y otros no”.
¿Por ejemplo? “Lavado de activos en vez de ser perseguido por la Justicia, por la policía, es cada tanto premiado con una ley de amnistía, de blanqueo, y es aplaudido porque traen al país fondos ilegales que nunca declararon y no sabemos de dónde salieron. Ese delito y todos los delitos de cuello blanco no son perseguidos y tampoco son perseguidos ciertos estratos de la sociedad, sino los más vulnerables, los más débiles. Los delincuentes fracasados, los ineficaces, son los atrapados. Entonces no es seguridad. Yo le propondría a la sociedad que en vez de cargar con la culpa de tolerar esta situaciones –que la tendríamos que tener todos– hagamos algo para prevenir”.
El ejemplo argentino
Sin romanticismo, agrega: “No romantizo que aquel que comete delitos es por necesidad y no tuvo oportunidades y es un pobre tipo que está obligado a cometer un delito. Eso no es verdad, pero tampoco es verdad lo contrario. Hay una cosa desde el nacimiento: educación, salud, trabajo, afecto, amor contención familiar, oportunidades, que tienen que ver con quién es quién en la sociedad. Entonces me preocuparía por tratar de equilibrar eso en vez de empujar a gente a querer tener lo que otros tienen. El sistema capitalista está pensado así para que cada uno quiera aspirar a tener. Hasta los trámites para el certificado de incidencia que necesitan los presos para salir de la comisaría se hace por Internet, con un celular, con una computadora, que muchos familiares no tienen”.
“Y en términos más políticos históricos situados en la Argentina diría que somos un ejemplo mundial que hemos juzgado los peores crímenes de lesa humanidad con la ley en la mano, sin torturar ni fusilar a nadie, garantizándole abogados del Estado a quienes hemos juzgado dando un ejemplo de legalidad y de ejercicio ciudadano democrático. ¿Cómo entonces vamos a torturar al que robó un celular? Si le hemos garantizado el debido proceso, las condiciones de alojamiento, de alimentación, de salud a los peores y somos un orgullo por eso internacionalmente hablando, ¿cómo vamos a dejar que ese orgullo se ensucie porque tenemos a los rateritos de ropa de la soga hacinados en comisarías y torturados?”.
6 presos diarios x 1 que sale
¿Por dónde se sigue? “Ante esta situación que estamos viviendo en Tucumán el Poder Judicial no dice nada, y el Poder Ejecutivo sólo informa que va a construir una cárcel. Pero esa no es la única solución: hay un abuso de la prisión en desmedro de otros recursos que tienen los jueces como las prisiones domiciliarias y condicionales, las probation, etcétera. La cárcel no es el único remedio, entre comillas, que puede aplicar un juez. Que no haya cárcel no es sinónimo de impunidad”.
Para comprenderlo mejor trae un ejemplo con una seguidilla de preguntas: “¿Si está preso en su casa pasa una gran vida? ¿No vivimos en la pandemia sufriendo que no podíamos salir? ¿O vivimos algo lindo confinados en nuestras casas?”.
En Tucumán, por día, ingresan seis personas a prisión y sale una, según los datos que surgen de las propias fuerzas policiales. Con matemáticas de primer grado se entiende que hay cinco presos más por día. “Ni esta provincia ni cualquier otra está en condiciones de construir lugares para albergar a tanta gente”, deduce.
El mal negocio de la cárcel
Korstanje está parado sobre la calle Idelfonso de las Muñecas (en memoria de un tucumano, sacerdote y guerrillero que libró batalla en la Independencia del Alto Perú) a la altura 1658, en el centro de San Miguel de Tucumán. Cuando habla con lavaca permanece en la puerta de la comisaría 5ª, de donde acaba de salir.
“Las cárceles y las comisarías no son una vía muerta, no son un lugar donde la gente no vuelve más. Y eso pasa porque los presos regresan a la sociedad en condiciones mucho peores, peorísimas”, es su neologismo.
“Entonces, al que pide únicamente castigar, castigar, castigar y cárcel, cárcel, cárcel para lograr justicia, hay que enseñarle que es un muy mal negocio. ¿Quién le va a dar trabajo a alguien que estuvo preso de esa manera? Los presos no pueden usar celulares, ¿y quién le va a dar trabajo a alguien que sale de la cárcel después de 15 años y no sabe usar un celular?”.
–¿Qué vio en la Comisaría 5º?
–Nadie tendría que estar más de 24 horas allí, pero encontré gente que está hace casi cuatro años encerrada sin ver una luz. Literalmente. Quise sacar fotos y no se ve nada. Hay videos que son impresionantes en cuanto al hacinamiento, pero siempre hay uno más impresionante que el anterior. Si hay algo de lo que estoy seguro es de que nadie se merece las penas que están cumpliendo, porque son ilícitas, son torturas. No figura en ninguna parte del Código Penal que te van a matar de hambre, de frío, que te van a desnudar y ponerte de rodillas o tirar en una habitación con muchísimas personas. Si eso no es una tortura, ¿qué es?
–¿Qué significan muchísimas personas?
–Hay 80 personas en tres calabozos. El más grande mide 3.5 x 4. Los otros dos, la mitad. O sea, el piso del calabozo son los colchones, no se ve otra cosa en la base. Debajo de los colchones, están las tapas de las cloacas. Una de las celdas está al aire libre, porque antes era parte del patio. Como techo le colgaron un plástico, así que cuando llueve se quedan ahí, mojándose, o se van a los otros dos calabozos.
¿Salen de sus celdas en algún momento? “Nunca. La más grande, que está en el fondo, no tiene absolutamente nada de luz y directamente es un pasillo. Hay pérdida de agua permanente y tienen un solo baño con letrina. La ducha está afuera. Tienen agua fría y caliente”.
Korstanje filmó un video desde adentro, a oscuras. Se ve poco, pero la voz de un detenido se escucha bien nítida: “Nos marginaron totalmente a los internos, quitándonos todo. Y acá estamos, sin derecho a hacer ningún reclamo”.
Video en la Comisaría 5º de Tucumán.
Policías en acción
Último dato: el propio Korstanje fue agredido en la Comisaría 1º de Tucumán, al querer cumplir su deber de inspeccionarla. El jefe de la Comisaría Esteban Molina se lo impidió, planteando que necesitaba una orden. Falso: Korstanje le leyó la norma legal que lo habilita a inspeccionar sin las supuestas “autorizaciones superiores”. Molina siguió negando, y Korstanje se quedó en el hall de la Comisaría. Al rato apareció otro policía sin identificación diciéndole que se fuera. Korstanje le pidió que se identificara. Como el uniformado se negó, le tomó una foto con su celular.
El policía que golpeó a Fernando Korstanje, integrante de la Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura. Una vez tomada esta foto se produjo la agresión.
La respuesta fue un puñetazo en la cara, y la amenaza de seguir golpeándolo y la de “meterle el celular en el culo”. La denuncia de Korstanje contra el agresor no identificado (pero fotografiado) y contra el jefe de la Comisaría quedó a cargo de la Fiscalía Especializada en Delitos Complejos del Centro Judicial Capital.
El titular de la Comisaría donde se produjo el ataque, Esteban Molina, que negó a la Comisión la posibilidad de inspeccionar el lugar para lo cual está facultada por ley.
Se pregunta Fernando: “El problema es que si le hacen eso a un comisionado que tiene funciones otorgadas por la ley para poder inspeccionar, ¿qué no ocurrirá con el pobre preso que está detenido allá adentro?”.
Fernando Korstanje corta la llamada con lavaca, arranca el auto y va a visitar a otra comisaría.
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Un acto y tres rondas en Plaza de Mayo: ¿qué es resistir?
Esta vez no hubo dos sino tres rondas de diferentes grupos de Madres en Plaza de Mayo, con un punto de unión que solo pudo verse dos generaciones más abajo. Sindicatos, partidos y movimientos habían organizado otro acto, más temprano, que no enlazó con lo de Madres más allá de los discursos. La descripción de un jueves atípico y las preguntas que quedan flotando sobre la construcción, la movilización y la resistencia.
Por Lucas Pedulla
Jueves 5 de diciembre, 13 horas
Sindicatos de la CTA, otros díscolos de la CGT, y algunos partidos políticos habían convocado a la Marcha Federal Argentina Sin Hambre en Plaza de Mayo. A la hora señalada siguen entrando banderas –MTR, MTE, UTE, CONADU, ATE, SUTEBA, y pasan y pasan– pero por la Plaza es posible caminar holgadamente: un primer indicio de la convocatoria. Desde el escenario el secretario general de la Central de Trabajadores y Trabajadores de la Argentina, y diputado nacional por el Frente de Todxs, Hugo Yasky, habla del 18 por ciento de indigencia, de la caída del consumo de la carne, el recorte de los medicamentos gratuitos a los jubilados y “la imagen bochornosa” del senador Edgardo Kueider al ser detenido traficando dólares.
Habla también de un nuevo sujeto entre gremios y movimientos sociales, mientras por otro sector de la plaza entran columnas de movimientos, partidos y gremios de izquierda que cantan “paro general” y un clásico de los últimos tiempos con un nuevo adjetivo: “A dónde está que no se ve esa cagona CGT”.
Rosi tiene 49 años, milita en el MTR de Lomas de Zamora, y escucha desde Diagonal Sur: “Es importante estar acá porque está todo mal. Milei no está haciendo nada bien. No hay trabajo. Falta agua, falta luz, falta todo. Soy del barrio Olimpo y no llego a fin de mes. Me la rebusco”. Encuesta de hogares: “Tengo cuatro hijos, dos que estudian y una nena discapacitada. Mis ingresos son changas, cuando tengo suerte”. Consultada sobre si conoce a vecinos que lo votaron y se arrepintieron dice que sí: “Pero ya es tarde. Hay que seguir hasta que se vaya”.
Las voces en el escenario siguen:
- Alguien de UTEP: “Necesitamos a todos acá. En elecciones es obvio que nos van a buscar al territorio pero es ahora que el pueblo se está cagando de hambre. El 80 por ciento de la fila de nuestros comedores son jubilados”.
- Alguien de CTA: “Hace 41 años se disolvía la junta militar y asumía un gobierno democrático. Esos fascistas decían que venían por 20 años. Fue gracias a las Madres, las Abuelas, pero también al movimiento obrero organizado. Estos tipos hoy con medios y redes quieren construir un escepticismo alimentando la angustia de no poder alimentar a nuestros hijos. Después del 17 de octubre, hubo un 20 de diciembre para saber qué camino transitar para sacarnos a los cipayos de encima”.
- Alguien del Frente Barrial de Territorios en Lucha: “Nos hacemos presentes en este diciembre caliente porque la fuerza de los trabajadores no va a aflojar”.
Víctor escucha cerquita del escenario. Es uno de los ganadores de la jornada vendiendo aguas a 2.000 pesos. Es peruano y vive en la Villa 31: “La estoy pasando pésimo. Soy laburante de la calle, y lo que noto es que la gente no tiene para comer. Y el gobierno no hace nada por los pobres, sólo los está perjudicando”.
Sobre la reforma migratoria anunciada esta semana, donde el Gobierno quiere que los extranjeros paguen por atención en hospitales y estudiar en universidades, Víctor compara: “En Lima no es gratis, por eso en Sudamérica se piensa que Argentina es lo mejor. Este gobierno está haciendo todo al revés. No le interesa la gente pobre. Mire lo que hace con los jubilados. Y a los extranjeros nos tiene de lado”.
Desde el escenario piden un aplauso porque está ingresando Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. También están las madres Vera Jarach y Carmen Vieyra de Lareu. “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”, corea la gente.
Las Madres Línea Fundadora convocaron a la Marcha de la Resistencia para este jueves a las 15, a la que adhirieron otros diez organismos. Desde el escenario piden que luego se acompañe a la marcha. La primera fue en 1981 en plena dictadura. Más allá de las habituales rondas de todos los jueves, la Marcha de la Resistencia implicaba una movilización de 24 horas alrededor de la Pirámide de Mayo. Las Madres la sostuvieron todos los años en fechas cercanas al 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
En la Plaza le pasan el micrófono a Taty. Habla al borde del escenario, en su silla de ruedas: “Hay que seguir resistiendo a este gobierno inhumano, negacionista, que pretende borrar la memoria. No lo va a lograr. Mientras existan compañeres como todos ustedes, unidos, eso hay que lograr: la unidad. Tener todes claros quién es el enemigo. Y esa resistencia que estamos haciendo y demostrando de muchas maneras hoy la demostraremos en la Marcha de la Resistencia, porque queridos compañeres, no nos han vencido”.
Aplausos.
Taty: “No hay que bajar los brazos. Tienen que hacer como las Madres hacemos y decimos hace 46 años, que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Se lo decimos nosotras, las locas que a pesar de los bastones y las sillas de ruedas seguimos de pie”.
El acto termina. Yasky pide que no se vayan y se queden acompañando la marcha.
Por los parlantes suena Vencedores vencidos, de Los Redondos.
Sin embargo, pasa algo: la gente se va.
Son las dos y media de la tarde y la Plaza queda casi vacía.
Jueves, 15 horas
De las columnas y las banderas no queda casi nadie. Logísticamente (y políticamente, y filosóficamente) hubiera sido importante empalmar el cierre de una con el inicio de otra, pero eso no sucede.
Sobre el ombú de la calle Yrigoyen, de a poco se acomodan las personas que acompañan la histórica ronda de todos los jueves de Madres Línea Fundadora, que en el último tiempo tenía a Nora Cortiñas, Mirta Baravalle y Elia Espen como sus tres estandartes. Este año, por las partidas de Nora y Mirta, solo quedó Elia. Como siempre, rondan y mencionan nombres y apellidos de desaparecides. A cada nombre mencionado responden a coro: “Presente”. Llevan pancartas con los rostros y nombres de las madres pioneras y fundadoras de aquella primera ronda del 30 de abril de 1977. Elia lleva la imagen de Azucena Villaflor de Devincenti, una de las tres madres (junto a Esther Careaga y Mary Bianco) secuestradas y desaparecidas por la dictadura, arrojadas al mar desde los aviones que efectuaban los vuelos de la muerte.
Del otro lado de la Plaza, sobre el gazebo que da a la avenida Rivadavia, de a poco se acomodan las personas que acompañan la histórica marcha de todos los jueves de Asociación Madres de Plaza de Mayo. Allí, entre otras y con los dedos en V, sonríe Josefa “Pina” De Fiore. “Milei, basura, vos sos la dictadura”, cantan señalando a la Casa Rosada.
Desde hace muchísimos años, las rondas son esas dos, por diferencias entre ambas organizaciones. Giran alrededor de la Pirámide a la misma velocidad y en el mismo sentido, cada una del lado opuesto a la otra.
Pero este jueves son tres, porque a las 15.30 se suman las madres de Línea Fundadora que convocaron a la Marcha de la Resistencia, con Taty Almeida, Vera Jarach y Carmen Lareu. “A donde vayan los iremos a buscar”, cantan. Atrás acompañan HIJOS Capital, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, entre otros organismos.
A la ronda habitual de Línea Fundadura, encabezada por Elia Espen, se suma esta vez Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.
Las tres marchas sin embargo conforman una curiosa ligazón que, vista en perspectiva, hacen parecer que se trata de una sola (como quizás, en el fondo, lo sea siempre). Esta vez, en las tres rondas hay presencia de integrantes del organismo Nietes.
La circulación alrededor de la Pirámide dura media hora, como cada jueves.
Jueves, 16 horas y después
Sobre Rivadavia, la Asociación hace su acto.
Taty, Vera y Carmen se van. En general no participan, ni siquiera con sus compañeras de la Línea Fundadora que, sobre Yrigoyen también hace su acto, acompañada de las hermanas y sobrevivientes. Elia Espen, como cada jueves, pide que no aflojen, que luchemos y vengamos al siguiente.
Y pide que cantemos Como la cigarra, de María Elena Walsh: “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí. Sin embargo, estoy aquí, resucitando”.
El canto emociona, como siempre.
Cura un poco las heridas de esta época, e incluso las de un jueves atípico.
¿Qué es resistir?
Quizá sea una pregunta que, mientras la Plaza se va vaciando otra vez, nos tengamos que seguir haciendo.
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Las jubilaciones sin remedio
La marcha de jubiladas y jubilados desde el PAMI al Congreso, por la quita de medicamentos gratuitos. La policía amenazante en un día marcado por el senador atrapado en Paraguay con cientos de miles de dólares. Las reflexiones y los carteles de un reclamo que promete no detenerse.
Sergio Ciancaglini Fotos: Juan Valeiro/lavaca.org
El gobierno eliminó la gratuidad de medicamentos del PAMI para quienes ganen una jubilación y media o más (389.000 pesos), abarcando a casi 3 millones de personas. Se confirma así el objetivo de una motosierra que subvenciona, quita impuestos, desregula, descontrola y favorece a corporaciones multinacionales mientras se ensaña con los sectores que menos pueden defenderse. Una política de la envidia, pero al revés.
Jubiladas y jubilados -por las suyas o integrando algunas de las organizaciones que los nuclean- se encontraron primero en el propio PAMI (Corrientes al 600, de Buenos Aires) para reclamar frente a la entidad, apretujados contra la vereda por la policía pertrechada como para una guerra. Se calculaba alrededor de 1.500 efectivos (como se los denomina generosamente) entre los que intervinieron y los que andaban apostados por allí a la espera del combate.
La desproporción de estos operativos es coherente con la del ataque a las jubilaciones sobre las que opera el llamado “ajuste fiscal más grande de la historia”.
Paradoja récord
La respuesta de la calle era una información: “Trabajador/ te estamos avisando/ que tu jubilación/ te la están afanando”.
Otra consigna, rechazada por Cristina Kirchner en un acto reciente: “Milei, basura/ vos sos la dictadura”. Y unas estrofas dedicadas a la policía: “Que feo debe ser/ pegarle a un jubilado/ para poder comer”.
Frente a las críticas por los recortes a los medicamentos el oficialismo plantea que se mantiene el sistema para quienes menos cobran, a los que a su vez se suele acusar por no haber hecho aportes toda su vida, participando en moratorias, y a quienes además les congelaron el bono fijo en 70.000 pesos.
Pero a las personas que sí aportaron toda la vida y por eso cobran más de 389.000 pesos, las atacan quitándoles la gratuidad de algunos medicamentos, con lo cual se puede materializar una paradoja, o un récord: que muchos mterminen con menos ingresos reales que los de la mínima, todo lo cual será seguramente celebrado por los mercados especulativos.
“Directamente que nos maten, si quieren” proponía una mujer a los gritos.
Desde el PAMI la manifestación marchó hacia el Congreso. Más policías. La marcha no se detuvo y dio una vuelta alrededor del edificio, en el que diputadas y diputados se dedicaban a lo suyo, expresado en este caso en la reelección de Martín Menem al frente de la Cámara baja. Es uno de los lugares que no rechazó el veto de Milei contra la reforma jubilatoria que hubiera hecho un poco menos violento el calvario actual.
El lector y el motoquero
En la esquina de Entre Ríos y Rivadavia los jubilados desplegaron sus clásicos semaforazos, plantándose ante los automovilistas de una de las avenidas y luego de la otra.
Ernesto llevaba el libro de la española Almudena Grandes, Inés y la alegría: “Es sobre la época de la guerra civil en España. No es para pegarle a la policía”. Sobre Entre Ríos, Ernesto pedía calma a los motoqueros que querían pasar a toda costa. “Este reclamo también lo hacemos para ustedes, acuérdense”. Uno le contestó: “Mis viejos son jubilados, así que ya sé lo que están haciendo estos hijos de puta, pero tengo que seguir laburando”. Fueron dos minutos, como pasa siempre hasta que la manifestación se plantó ante los automovilistas que venían por Rivadavia. Había algunos bocinazos de reprobación y otros celebratorios.
Ernesto: “Esto es algo que hay que hacer por solidaridad. Nosotros estamos también pensando en los que están trabajando actualmente. Creo que todos los argentinos deberían estar aquí”.
¿Vendrá alguien a salvarnos?
Un hombre de gorro rojo había escrito a mano en un cartón: “Con Milei la Patria no tiene remedio. Tampoco los jubilados”. Hablaba ante los celulares que lo filmaban: “Si me quedo en casa todo me duele más. Esto, venir acá, me da adrenalina, aunque parezca mentira”. En ese momento le brotaron las lágrimas: “Prefiero morir luchando”. El grito alrededor: “Ju-bi-lados/ carajo”.
María escribió sobre una cartulina violeta: “Jubilados en indigencia. Fuera Milei-Macri”.
Su argumento sobre la quita de medicamentos: “Le sacan los medicamentos a los que ganan más de una jubilación y media. Es mi caso, pero a los que trabajamos 30 o 40 años nos cagaron porque no tenemos nada, ni bonos ni subvenciones. Vengo de pagar entre gas y luz 100.000 pesos. Y ahora tampoco voy a tener mi medicación. Para el PAMI me descuentan 59.000 pesos por mes, pero cada vez me dan menos servicios. Yo era bancaria, tengo una válvula en la cabeza, si mañana tengo un problema no me lo cubre nadie. Si cobrás la mínima te dicen de todo acusándote de no aportar. Y si aportaste, te sacan los medicamentos aunque lo que cobramos no alcanza para vivir. Así que ya sabemos: sea como sea, somos el enemigo”.
María me hace una pregunta: “¿Por qué no está aquí todo el pueblo?”. Nos quedamos ambos en silencio, rodeados del sonido de las consignas y las cacerolas. Dice María: “Bueno, mucha gente tiene miedo, otros pobres se creerán lo de las influencias del cielo o que vendrá alguien de arriba a salvarlos. Pero lo importante es que al menos estemos nosotros”.
Apuntes sobre la casta
Un jubilado llevaba otro cartel, la gran forma de libertad de expresión en estas marchas: “Milei, tu casta gasta más de lo que nos estás robando”. El argumento ocurre en el día en que se detectó al senador Edgardo Kueider tratando de sacar del país 211.102 dólares, 630.000 pesos y casi 4 millones de guaraníes (unos 500 dólares), todo en billetes, nada declarado.
Kueider, un peronista entrerriano que rompió su bloque para votar la Ley Bases a cambio de una embajada o un lugar preponderante en la represa de Salto Grande es la confirmación del cartel del jubilado: Milei no está combatiendo a la casta sino reorganizándola con tropas libertarias excitadas, radicales afanosamente obedientes, el PRO en extinción y peronistas duchos en la filosofía de los panqueques. Los billetes empaquetados de Kueider son tal vez un símbolo de las zonas turbias del poder y de los intercambios políticos que impregnan estos tiempos.
Julia estudia educación física en la Universidad de La Matanza y lleva en brazos al pequeño Bruce, gorro Piluso para el sol y camiseta argentina de Messi. Son la nieta y el biznieto de uno de los jubilados que está a los topetazos con la policía. Explica Julia: “A la Universidad mandaron a reprimir y a pegarle a todo el mundo. Y ahora los medicamentos. Es demasiado, por eso vine, no se aguanta más”. Bruce miraba todo con asombro.
Editorial político de dos palabras
Un poco más allá, en su bicicleta y silla de ruedas motorizada, está el doctor Pedro Ávalos, abogado jubilado. “Integro la federación de jubilados y pensionados, y tengo a cargo el asesoramiento de las personas con discapacidad. Estamos en la lucha porque este gobierno primero les sacó los medicamentos a las personas con situaciones más extremas, como el cáncer entre otras. Después vino contra las personas con discapacidad. Ahora viene a recortarle los medicamentos a los jubilados. Es un gobierno”.
La definición del abogado: “Es un gobierno genocida, y nosotros no tenemos otra cosa que hacer que estar aquí, en la lucha, porque de una u otra forma todos nos vamos a morir. Estamos acá en defensa propia. Acompañando”.
¿Por qué el gobierno hace esto? “Es un acto reflejo para obtener dinero para cumplir con el Fondo Monetario, con los holdouts (fondos buitres). Nosotros estamos acá para evitar que siga deteriorándose la situación de los jubilados”.
Plantea Pedro su mirada hacia adelante. “El desafío es que hay que unirse, hay que mantenerse en la lucha. En octubre del año que viene tiene que quedar claro que el peso de 8 milones de jubilkados, de 5 millones de personas con discapacidad, es determinante. Tenemos que participar acá, en la calle, en los tribunales, en todas partes. No dejar de participar” dijo yendo a fundirse con sus compañeras y compañeros que seguían enarbolando con sus carteles sobre el presente:
- “Fuera nazis del PAMI”.
- “Diputados, a ustedes los votamos para defender al pueblo y no al gobierno, o renuncien”
- Un señor con la imagen de José de San Martín estampada en la remera llevaba otra pancarta escrita con fibrón que podría leerse como un editorial político de dos palabras: “Jubilado orinado”.
Actualidad
Loan: hacia dónde apunta ahora la causa
El fiscal federal de Goya, Mariano de Guzmán, y los responsables de la Procuraduría contra la Trata y Explotación de Personas (Protex), María Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, pidieron a la jueza Cristina Pozzer Penzo procesar con prisión preventiva por sustracción y ocultamiento de Loan Peña a los seis detenidos que estuvieron en el almuerzo familiar tras el que desapareció el niño correntino de 5 años. Además, exigieron el procesamiento del entonces comisario de 9 de Julio, Walter Maciel, por encubrimiento agravado y entorpecimiento de la investigación. Las pruebas que derivaron en esta solicitud. La exhortación a nuevas indagatorias. La palabra de Juan Pablo Gallego, abogado que representa a la familia: “Es un enorme paso adelante la decisión de la Fiscalía”. El escrito del fiscal plantea que “el niño no se perdió” y elabora una primera hipótesis sobre el rol de la pareja del marino retirado Carlos Pérez y su esposa y funcionaria municipal María Victoria Caillava. Los pasos a seguir. Y lo más importante que falta: cinco meses y medio después, sigue sin haber indicio alguno de dónde está Loan.
Por Francisco Pandolfi
El abogado de la familia, Juan Pablo Gallego: “La prueba que hemos podido redondear en los últimos meses ha convalidado lo que ahora los fiscales analizan como contundente para sostener los siete procesamientos”.
“La solicitud de procesamiento de los siete detenidos por la Fiscalía es un enorme paso adelante. Tiene una mirada muy parecida a la nuestra. Tenemos un análisis con bastantes puntos de contacto; ambas partes descartamos el accidente de tránsito que se buscó instalar desde una mirada más dirigida a desviar la causa, que desde una posibilidad práctica” dijo a lavaca el abogado que representa a la familia de Loan Peña, Juan Pablo Gallego.
Pasaron cinco meses y medio. Este viernes son 169 días. Mañana, 170. Pasado mañana, 171. Y así sucesivamente, desde el 13 de junio pasado cuando desaparecieron a Loan Danilo Peña, nene de 5 años del pueblo correntino de 9 de Julio, de quien no se sabe absolutamente nada.
Este miércoles, día 167, hubo una noticia en este caso en el que desde el comienzo hubo más trascendidos que certezas. Más operaciones, mentiras, y fakes que pruebas concretas para llegar a lo único importante: Loan. Este miércoles, el fiscal federal de Goya, Mariano de Guzmán, y los responsables de la Procuraduría contra la Trata y Explotación de Personas (Protex), María Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, pidieron a la jueza Cristina Pozzer Penzo procesar con prisión preventiva a los siete detenidos por la causa principal en la que se investiga la desaparición de Loan. Existe una causa paralela por “obstrucción de la investigación”, en la que permanece detenida una persona apodada el “Americano”.
Las personas, las naranjas, y la desaparición
Loan fue con su papá a visitar a la abuela Catalina en el paraje rural Algarrobal a las afueras de 9 de Julio. Aquel jueves 13 de junio almorzó junto a su tía Laudelina Peña, la pareja Antonio Benítez y los tres hijos de ella: Macarena y dos menores. También con su prima política Camila Núñez, que fue con su nena; y con dos matrimonios más: Daniel Ramírez y Mónica del Carmen Millapi (pareja amiga de los tíos de Loan), y con María Victoria Caillava (funcionaria municipal y amiga de la abuela de Loan) junto a su marido Carlos Pérez (capitán de navío retirado de la Armada). Luego de la comida, Benítez, Caillava y Ramírez fueron junto a Loan y los otros nenes a juntar naranjas.
Y Loan desapareció.
Viajamos a 9 de Julio para intentar comprender lo que el nene de 5 años nos muestra sobre el presente y lo contamos en esta investigación publicada en la MU de septiembre: https://lavaca.org/mu197/lo-que-loan-nos-hace-ver/
Las llamadas sospechosas
El fiscal de Goya y la Protex elevaron a la jueza un escrito de 86 páginas, en el que exhortan a que las tres parejas (Laudelina Peña-Antonio Benítez, Mónica del Carmen Millapi-Daniel Ramírez y Victoria Caillava-Carlos Pérez) sean procesados por la sustracción y el ocultamiento del menor (figura que prevé de 5 a 15 años de prisión, según el artículo 146 del Código Penal).
A su vez, exigieron el procesamiento del entonces comisario de 9 de Julio, Walter Maciel, por el delito de encubrimiento agravado (con pena de 1 a 6 años de cárcel, según el artículo 277 del Código Penal), por haber entorpecido la investigación y facilitado el encubrimiento de quienes desaparecieron a Loan.
El Estado como responsable: el reclamo de familiares y vecinos de Corrientes frente a un caso con inquietantes nexos con el poder, y sin respuesta sobre el destino de un chico de 5 años de edad.
El Ministerio Público Fiscal considera que tras el almuerzo se registraron dos llamadas “sumamente sospechosas”: una, cuando Ramírez llamó a su hermana y conversaron durante ocho minutos. Luego, una comunicación entre Benítez y Laudelina que se extendió más de nueve minutos. “El día de la desaparición se advierte un incremento en la actividad de cada uno de los imputados a partir de sus comunicaciones y desplazamientos, que no responden a la búsqueda”, y agregan: “Tras el llamado de Benítez a Laudelina comienzan dos etapas posteriores de ocultamiento y encubrimiento en la que toman parte los imputados presentes al momento de la desaparición, el comisario Maciel y otras personas involucradas por las que solicitamos su llamado a indagatoria”.
Este pedido a la jueza sobre “otras personas involucradas” apunta a Macarena Peña, prima de Loan e hija de Laudelina, y a Cristian Agustín Gutiérrez, conocido de Benítez. “Son varias las evidencias que permiten sostener un grado de sospecha en contra de ambos”, explicaron.
“El niño no se perdió”
En el documento, reflejan un punto clave en la investigación: “La camioneta de estos imputados (Caillava y Pérez) es el único vehículo que se retira del Paraje inmediatamente después de haber tomado conocimiento de la desaparición del niño. En sus vehículos -camioneta y auto- se verificó un rastro positivo del niño”. Caillava y Pérez fueron “los únicos que también abandonaron la localidad de 9 de Julio al día siguiente del hecho, con conocimiento de Maciel, ya a cargo de la investigación y la búsqueda”.
Por todo esto, tanto el fiscal como la Protex plantean su hipótesis: “Nos permite afirmar que el niño no se perdió como afirmaron las personas por las que aquí pedimos su procesamiento -que tampoco lo abandonaron-, y que se montó una escena para hacer creer que así había sucedido. En ninguna oportunidad se hallaron rastros fehacientes del niño que lo ubicaran fuera de la órbita del naranjal, nadie escuchó ni un grito, llanto o pedido de auxilio”.
La continuidad del caso
A la consulta sobre si el pedido de procesamiento fue tardío, el abogado Gallego responde: “No lo calificaría como tal. Nosotros veníamos preocupados por la falta de participación de los fiscales en la última etapa probatoria, en lo que hace a la recolección de pruebas, examen de testigos, audiencias y esto sí nos tenía altísimamente preocupados. Creemos que lo que tiene que ver con el pedido de procesamiento es oportuno, porque precisamente la prueba que hemos podido redondear en los últimos meses ha convalidado lo que ahora los fiscales analizan como contundente para sostener los siete procesamientos”.
¿Cuáles son los pasos a seguir? “La jueza va a analizar los pedidos de procesamiento y es probable que antes de fin de año se expida sobre estas cuestiones. Entiendo que con total claridad va a procesar a los siete y esto significaría llegar a un estadío procesal que va enfilando hacia un posible juicio oral, que por ahora iría con estas calificaciones: captación, sustracción, secuestro de un niño y encubrimiento por parte de Maciel”.
Agrega Juan Pablo Gallego: “Todavía quedan diligencias pendientes: testimoniales de diversas personas y careos; en el aspecto técnico, todavía falta cotejar parte de la información del entrecruzamiento de teléfonos entre los imputados; en cuanto a rastrillajes en septiembre se dispuso hacerlos en determinadas zonas donde en rigor se hizo mal, y esa es una área que incluye a cuatro lagunas. Esto se intentó hacer entre el 15 y el 17 de octubre, pero no se terminó por el mal clima y por la falta de recursos del SIFEBU (Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas): la ausencia de recursos técnicos y de los canes, necesarios para lo requerido por la jueza”.
Concluye el abogado: “La instrucción está prorrogada hasta el 19 de marzo, por lo que es posible que esas nuevas diligencias nos permitan tener otros detalles y complete el cuadro probatorio que ya tiene que ver con el desenlace: dónde está Loan y en qué estado. Mi aspiración es tener resuelto eso antes de la etapa de juicio oral. Queremos encontrar al niño como un elemento útil para terminar de configurar los delitos y para que la familia empiece a tener un poco de paz”.
La pregunta sigue vigente y sin respuesta: ¿dónde está Loan?
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