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Jorge Nawel: modo mapuche

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El racismo, Vaca Muerta, quiénes cumplen y quiénes violan la ley; la RAM, los medios, la tecnología, Dios, el rock, la propiedad de la tierra, la cosmovisión, la alimentación, la ciudadanía. Jorge Nawel, 60 años, cuatro hijos, es logko (autoridad política) de la Confederación Mapuche de Neuquén y un histórico referente de esa comunidad. Participó en el Diplomado Andrés Carrasco en Periodismo y Comunicación Ambiental. Aquí, parte de lo que compartió para comprender la mirada mapuche sobre historia, presente y futuro. Por Sergio Ciancaglini.

Jorge Nawel: modo mapuche

Jorge Nawel, referente de la Comunidad Mapuche de Neuquén.

Estamos ante la comunidad tal vez más insultada y estigmatizada de la Argentina. 

Bueno, nos insultan por defender nuestros derechos. Entonces nos hemos ganado esos insultos, ¿no? Aclaro que quise invitar a hermanas de la comunidad para esta charla, pero están en un encuentro de mujeres mapuche acá en Vaca Muerta. Tenemos temblores no solo por el fracking sino por el patriarcado, que está instalado también en los pueblos indígenas y el mapuche en particular, producto de tanto colonialismo y aculturación. El rol de la mujer siempre ha sido activo y protagónico: tenemos muchas mujeres logko, que es la máxima autoridad política de cada comunidad. Pero el debate se ha profundizado por todo el sacudón del movimiento feminista, con cuestiones que no eran parte de la agenda mapuche: sobre todo violencia intracomunitaria, que ya está en el sistema de sanciones en nuestro pueblo. 

¿Cómo está el panorama en Neuquén con Vaca Muerta? 

Tenemos un modelo extractivista a full, que se vende como la gran solución de todos los males económicos del país. Vaca Muerta no es una explotación, es una hiperexplotación. El marco jurídico que hemos ganado con mucha lucha, en la Constitución Nacional, en los fallos de la Corte Suprema, en convenios internacionales como el 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), o los fallos de la Corte Interamericana, van quedando como letra muerta al lado de la impunidad de las petroleras para imponer su voluntad. Al decir petroleras englobo también al Estado, la justicia, y al poder mediático. Son enemigos muy poderosos, pero lo peor que podemos hacer es resignarnos a eso. Tenemos que tratar de movilizar a toda la sociedad porque muchos creen que la contaminación petrolera es un problema de los mapuches pero se va entendiendo que no, que el planeta Tierra es un cuerpo que, al afectar cualquier zona, queda afectado en conjunto. Pero estamos muy esperanzados porque se suman cada vez más gente y movimientos para decirle no a semejante nivel de irracionalidad que tiene el fracking. Si vos prendés la televisión lo único que dicen es que construyan de una vez el gran gasoducto, para que aumente la exportación y tener dólares. Es una fiebre energética donde todo depende exclusivamente de esta región, de Vaca Muerta. 

¿Quién viola la ley?

¿Y frente a eso ustedes qué reclaman? 

Que se respeten las leyes nacionales e internacionales, y las constituciones tanto nacional como provincial. Nos atacan medios que son racistas, discriminadores, que promueven el odio hacia lo mapuche, pero lo que reclamamos son derechos que nos costó mucho instalar, por ejemplo en la actual Constitución Nacional de 1994, cuando hubo una enorme movilización de todos los pueblos de la Argentina en el marco de la Constituyente. Allí se reconoció por primera vez la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas con respecto al Estado Argentino y la posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupamos. También figura en la Constitución de Neuquén. Son derechos que no nos regaló nadie y queremos hacer valer. 

¿Por ejemplo?

No se pueden planificar acciones que afecten territorios indígenas sin aplicar el derecho a la consulta previa, libre e informada a la comunidad, que figura además en la Ley 24.071. Nos quieren expulsar pero tenemos el derecho constitucional a la posesión de nuestra tierra. No tenemos la propiedad porque el Estado se encargó de no dar esa seguridad a nuestras comunidades, pese a que siempre vivimos en estos espacios y somos preexistentes al propio Estado. No somos usurpadores, es al revés: usurpadores pueden ser los que llegaron por concesiones petrolíferas o títulos fraudulentos. Cuando una derecha perversa habla de que nos queremos apropiar de los bienes del país no dicen que esos bienes ya están apropiados, porque los grandes terratenientes son capitales extranjeros. Mientras tanto la población se va hacinando en barrios de las periferias urbanas que son una vergüenza. Decir que actuamos al margen de la ley o que no respetamos las instituciones es parte de una farsa que se crea para generar criminalización y odio racial. 

Ustedes no hablan propiedad como lugares en los que hacer hoteles o barrios privados, sino de una propiedad comunitaria de la tierra para vivir y trabajarla. 

Sí, es lo que estamos haciendo por ejemplo en Newen Mapu (energía de la tierra), el lof (territorio) de 25 hectáreas en la meseta en el que estamos construyendo viviendas, nuestra Ruka (casa comunitaria), espacios ceremoniales, y una escuela, además de estar trabajando esa tierra árida para recuperarla para la producción sana de nuestros alimentos. Tenemos que hacer un pozo de agua de más de 100 metros y la idea es empezar a enriquecer naturalmente esos suelos. Aprendemos mucho de las experiencias campesinas y agroecológicas: no inventamos la rueda. En un momento en el que la alimentación está en crisis, con grupos de poder que controlan todo y un pueblo que no accede al alimento, esos grupos que se autoabastecen y producen sano y accesible tendrían que ser la niña bonita, y sin embargo siguen haciendo marchas al Congreso y pidiendo leyes sin que la política les haga caso para potenciarlos. 

¿Qué eran antes las tierras de Newen Mapu?

Eran tierras fiscales vacías, sin uso. Ahora demostramos que pueden albergar a 25 familias. Diseñamos el lugar como un rombo con calles semicirculares, un concepto que el urbanismo occidental casi no tiene. El que era intendente de Neuquén, Horacio Quiroga (JxC, fallecido en 2019) rechazaba que tuviéramos lotes de 50 x 80 porque el concepto estatal es el de darte en el mejor de los casos pasillos, lotes mínimos, sin espacios públicos. Declaraba eso y se iba a su country Rincón del Campo donde tenía su caserón, cancha de golf, de pato y todo el espacio, pero los mapuches no podían ser tan atrevidos de pretender tener un lugar que no sea como una celda. Nos mandó a desalojar con la policía, pero esa fue otra batalla ganada, gracias también a muchas organizaciones sociales. El acceso a la tierra es un derecho humano. En la Patagonia son inconcebibles esos loteos sociales, son indignos. Pero la gente está en una dependencia tal que los acepta, y se sacan fotos para afiches de propaganda política. El lof demuestra que se puede pensar la vida de otro modo, porque en la Patagonia hay tierra a patadas.

Casino, narco y RAM   

La comunidad ha planteado que además de la ambiental, existe contaminación social. ¿Qué significa?

Sabemos que los medios deforman la realidad: te convierten en un delincuente de la noche a la mañana, desestabilizan, inventan. Instalan que el fracking es la mejor noticia para la región, y la gente repite eso de manera desinformada, con el argumento de un supuesto progreso. En realidad, el concepto de desarrollo y bienestar está siendo atacado por este modelo. El otro día hubo una enorme movilización en las tomas y barrios más marginales, más pobres, reclamando garrafas. En el lugar de extracción del gas no hay ni garrafas, o hay a precios imposibles. Entonces es un mensaje contaminante de un falso progreso que en realidad significa crisis ambiental y social, sismos provocados por la fractura hidráulica, derrames a cielo abierto, basureros que acumulan toneladas de metales pesados, contaminación del agua. Y no quieren que nadie hable sobre esa industria que en realidad es una amenaza para la gente.  

¿Cómo es la situación concreta hoy en Añelo, el centro de Vaca Muerta? 

Vos has estado varias veces y viste que la Municipalidad es una casilla prefabricada de madera. La contracara, el edificio nuevo y ostentoso, es el casino, que genera un daño enorme a la sociedad. La llegada de tanta gente a Vaca Muerta provocó además una explosión de la prostitución, con muchas mujeres caribeñas, y se ha creado además todo un círculo de negocio ligados al narcotráfico.  

El apogeo de la noción del “capitalismo de casino”. 

Sí, con el agregado de una mediocridad política de funcionarios que proyectan las cosas para dentro de dos o cuatro años a lo sumo, y no piensan en el impacto futuro de este modelo tan dañino también en lo social. Fijate que la Constitución provincial ha sido muy sabia planteando que los recursos de la renta hidrocarburífera deben reinvertirse en buscar alternativas energéticas, que es lo que no hacen los funcionarios. Hace décadas ya se veía la necesidad de no depender de esta industria tan nociva, pero los que dejan a la Constitución por el piso son los propios políticos. 

Al hablar de criminalización aparece un nombre: RAM (Resistencia Ancestral Mapuche). ¿Cuál es la mirada de la Confederación?

Siempre se reaviva el odio racial. Como (Facundo) Jones Huala está prófugo luego de ser liberado, lo hacen “aparecer” una vez por semana en algún lado para mantener ese odio encendido. Lo que puedo decir es que hay dos RAM. Una inventada, con supuesto financiamiento externo, capacitada por las FARC y la ETA, con base en Inglaterra, con un poderío militar y financiero y todo lo que inventaron Bullrich, Noceti, Pichetto, Espert y otros bestias de la derecha más violenta, que sirve para justificar el odio contra los mapuche. Y otra RAM que es una organización de un grupo mapuche muy pequeño, en Chubut, que cuestiona la naturaleza del Estado –como lo hacemos también nosotros porque el Estado se fundó en base al genocidio de nuestro pueblo–. Los planteos más radicales de esta RAM de alguna manera alimentan todo el discurso de odio racial de la derecha, pero son un grupo de hermanos que tienen su derecho a expresarse y plantear su propia estrategia, aunque no tienen nada que ver con nosotros porque la Confederación no adhiere a ese tipo de mensaje. Y cuando se embiste contra toda resistencia mapuche no se salva nadie: si uno lee los medios se imagina una Patagonia sitiada, donde ni se puede circular por el peligro latente de la RAM. Es increíble cómo ese discurso se instala y manipula la conciencia y el sentido común de la gente. 

Pero, a la vez, la justicia les ha dado la razón ustedes. 

Nos han acusado de terrorismo, asociación ilícita, violencia, usurpación, pero no hay causa que no hayamos ganado. La última fue este año. La Corte Suprema obliga al Estado a realizar la consulta previa, libre e informada para decidir sobre la ampliación de un ejido urbano. El propio gobernador (Omar Gutiérrez) nos convocó para articular de aquí en más que el Estado respete formalmente el derecho mapuche a ser consultado ante cualquier proyecto que quiera hacerse en territorios indígenas.  

Estado del fracking

¿Cómo se consideran con respecto al Estado?

Nos declaramos ciudadanos argentinos de nacionalidad mapuche. Los Estados son modernos, pero las naciones son milenarias. Lo innegociable es nuestro carácter de nación preexistente. Nos consideramos ciudadanos del Estado y lo respetamos, porque lo contrario sería ir contra la realidad. No queremos crear un Estado aparte: queremos transformarlo, porque tiene una raíz racista, segregadora y nació a partir de un genocidio y una usurpación de territorios. Para nosotros tiene una naturaleza absolutamente viciada. Por eso planteamos como en muchos lugares del continente la idea de un Estado plurinacional, donde quepan todas las nacionalidades, incluida la mapuche. Es lo que puede ocurrir en Chile a partir del plebiscito del 4 de septiembre. Es una gran evolución pasar de un Estado como el pinochetista, a uno plurinacional. Y puede tener un gran impacto porque el planteo mapuche allí y aquí son idénticos, solo que ellos han podido dar un salto de calidad a partir de las grandes movilizaciones populares de estos años. 

Volviendo al fracking. ¿Cómo funcionaría la consulta previa? ¿Podría ocurrir que una comunidad acepte el fracking? 

Lo primero es que la consulta implica que el Estado ya no planifica por sí mismo sino consensuando con la comunidad, que tiene que poder decidir qué es bueno y qué es malo para ella y su futuro. La manera violenta de imponer el fracking en estos 10 años nos impidió optar, por eso nuestra resistencia para evitar que esa actividad termine con nuestras vidas. El derecho a la consulta no es un “no” al fracking sino la posibilidad de planificar y otorgar o negar el consentimiento, que es un ejercicio de la libertad fundamental y legítimo. En estos momentos hay unas 5.000 perforaciones hechas alrededor de Añelo por la fuerza. Es una realidad por más que no la querramos. Cuando nos opusimos nos balearon y nos gasearon. La consulta nos puede permitir que la comunidad decida si un ducto puede pasar o no por un territorio, o instalar una locación, sin que sea como cuando entraron a Campo Maripe con la violencia de la Gendarmería. Fue poco antes de la represión a Cushamen (2017) y por eso Patricia Bullrich está procesada por la organización, por haber ordenado un allanamiento sin orden judicial. Pero esas cosas nunca más pueden ocurrir con la consulta y si el pueblo mapuche niega su consentimiento, nadie podrá entrar al territorio para hacer esas cosas. 

Dios o el itrofill mogen

La hija menor de Jorge estudia arquitectura, y los tres mayores, además de sus profesiones, oficios y ser voceros (werken) mapuches, crearon la banda Puel Kona, telonera de Roger Waters en 2018: “Hacen rock, rap, también ska, unos ritmos que a mí me parecen extraños pero a los que ellos, que viven su tiempo, le pusieron un contenido mapuche liberador. Estamos parados en nuestra historia porque nos da energía y nos da la razón, pero adoptando todas las herramientas y tecnologías que tiene la modernidad, porque si no estaríamos perdidos”. 

Con ese criterio están haciendo las primeras experiencias de salud intercultural, por ejemplo en Aluminé, en centros de salud y hospitalarios que permitan que la gente pueda optar o complementar la atención convencional con la medicina natural mapuche: “No renegamos del avance de la ciencia: somos parte de esa evolución. Pero una cosa es elegirla y otra la imposición. Hay una industria farmacéutica que fabrica remedios que por otro lado te enferman. Es una industria de muerte. Nosotros vamos a instalar un gran vivero medicinal en Newen Mapu, para recuperar conocimientos, recursos, y que pueda haber una medicina realmente integral. Nuestra cosmovisión exige poder mantener el equilibrio de los procesos de vida de la naturaleza. Cada 24 de junio renace ese proceso. Es el wiñoy xinpatu (el regreso del sol). Después de la noche más larga del año, se empiezan a preparar las condiciones, la lluvia, la primera nieve, para que la vida vaya regresando”. 

Sobre la alimentación: “Con nuestras tierras queremos recuperar una alimentación sana, y salir de la contaminada y enfermante que desequilibra la salud de las comunidades. Antes teníamos territorios que permitían producir el alimento. Hoy los territorios son comprimidos, el pueblo crece sin el espacio. Entonces llega la asistencia del Estado. En lugar de producir su alimento, la gente recibe la ayuda estatal con productos de la industria alimenticia que están plagados de fuentes de enfermedad y eso ha generado un daño gravísimo a la salud de nuestro pueblo”.  

¿La cosmovisión mapuche incluye el concepto de “dios”?

No. La idea de un ser superior es una imposición del cristianismo. Los mapuche no creen en eso sino en un conjunto de energías que le dieron origen a la vida en el universo. Lo llamamos itrofill mogen, como un solo concepto: es el conjunto de las vidas, sin exclusión, y el ser humano tiene la responsabilidad de mantener ese equilibrio en el universo. Eso se contradice con la falta de ejercicio de voluntad propia que impuso el cristianismo, que todo hay que hacerlo obedeciendo a una voluntad divina de ese ser superior que se opone sobre la voluntad de cada persona. En nuestras ceremonias, en cambio, se invoca al itrofill mogen, el conjunto de todas las vidas. 

Con la crisis socioambiental y planetaria parece que recién ahora se está entendiendo esa idea del respeto a todas las vidas, esa diversidad que estás planteando. ¿Cómo ven las cosas hacia adelante?

Esa cosmovisión contiene las ideas que nos permitieron luchar y avanzar con derechos que falta que se apliquen, como te decía, en el marco de un nuevo modelo de Estado que no sea como el actual: uniformante, único, autoritario y excluyente, que es una amenaza para nuestro pueblo. Creemos que se puede avanzar hacia Estados plurinacionales, y lo de Chile puede ser un paso tremendo. Para nosotros el genocidio es algo que está fresco, fue hace poco más de 100 años. Esa memoria y esa cosmovisión nos da la fuerza para la resistencia, pero además estamos en una práctica permanente de asumir todo lo que nos da el presente, y de respetar y hacer crecer la vida: como pueblo, sentimos que esa es una política de proyección. 

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

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Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

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Actualidad

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

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Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».

Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.

Por Tiempo Argentino

Fotos: Antonio Becerra.

En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.

“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.

“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Represión como respuesta

La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.

“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Un reclamo federal

La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes, resaltó.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.

El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.

Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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