CABA
Economía antipolítica
El rompecabezas del modelo. ¿Cómo entender lo que está pasando? ¿Qué tipo de país se vislumbra a partir de las medidas económicas? Algunas pistas sobre políticas y corporaciones frente a una sociedad que empieza a rechazar que le den más de lo mismo. ▶ SERGIO CIANCAGLINILos vuelos en el país están generando una serie de desconciertos. Vuelan los dólares, euros y hasta yuanes hacia los conventos de monjas orantes y penitentes; vuelan también hacia las empresas y cuentas off-shore, aunque sus directivos aseguran que nunca hicieron movimientos en esos limbos fiscales, como si fueran estatuas vivientes.
Vuelan los billetes por las cuevas antes oficialistas y ahora opositoras –y viceversa, o ambas cosas a la vez- que no oran ni hacen penitencia. Y puede olfatearse que hay vuelos hacia determinados juzgados, ministerios, gobernaciones y despachos de los que tal vez la sociedad se entere con precisión oportunamente: dentro de algunas décadas.
La fascinación mediática no deja muy claro si los espectadores absorben información o si las pantallas absorben a los espectadores. Mientras tanto, en nuestras cabezas y bolsillos revolotean las incertidumbres. Y muchas veces la escasez, que ahora se mide por semestres según predican los panelistas de la televisión. Y no hay GPS, brújula o veleta que nos insinúe hacia dónde sopla el presente.
Hemos heredado supersticiones raras entre las cuales es notable aquella que define a la Economía como una Ciencia, o incluso unas Ciencias, con Mayúsculas, lo cual da lugar a fetiches con posgrado que ofician como gurúes. A endiosar papeles de formas cuadrangulares llamados billetes (se aceptan tarjetas). A mitologías: “manos invisibles”, “lluvias de divisas”, “mercados de capitales”, “acuerdos de libre comercio”, “derrames”, “sociedades de consumo”, “pobreza cero”, entre otras promesas fabulosas. Con esos anzuelos clavados en nuestras entendederas, deciden en parte importante los destinos o condicionamientos de vida de millones de personas.
Aquí se intentará percibir algunas pistas de lo que está pasando con la ayuda de personas que pueden ser consideradas científicos económicos o sociales, pero acaso sean más que eso: gente con los ojos, cabeza y piel puestos a comprender cómo funciona ese artefacto llamado economía.
Votos prestados
«El PRO tuvo un 26% de votos propios en las PASO de 2015. Gana la presidencial con el doble -52%-, por rechazo a la experiencia anterior, pero se trata de un voto prestado”, dice Claudio Lozano, uno de los fundadores de la CTA, ex diputado, y coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP). “Es un consenso frágil, que no maneja todos los resortes clave de gobernabilidad, lo cual obliga a concesiones en el Parlamento o con los gobernadores. Tampoco tiene injerencia directa sobre las organizaciones sociales o sindicales”.
Moraleja: “Como ganaron con lo justo, la política económica no tiene todos los elementos propios del ajuste ortodoxo. Combina reordenamiento de precios de la economía, redistribución de ingresos a través de la megadevaluación (4.786 millones de dólares fueron a parar al monasterio de las firmas exportadoras por el solo hecho de la devaluación); quita de retenciones a los cultivos y a la minería (704 millones más a las cuevas de las corporaciones sojeras y mineras, que remiten buena parte de sus utilidades al exterior); y permisividad frente a los precios. Resultado: hasta abril, 15% de caída del poder adquisitivo del salario”.
Ese dato se refiere a las personas que trabajan formalmente. “Es cierto, todo lo que no es formal tiene una caída aun mayor. Y si sumamos los despidos (127.000 en el año) a los 917.000 nuevos pobres en estos meses, de los cuales 290.000 son indigentes, ves que todo induce a un proceso recesivo”. En esos números de lo que se habla es de vidas.
La actividad industrial cayó más del 6%, y el consumo más de un 4%, números tal vez benévolos con respecto a lo que ocurre en la realidad. “El tarifazo abrió un proceso de conflictividad social, movilizaciones muy importantes y eso les complica un ajuste ortodoxo, como hubieran querido”. Aparecen otras medidas fuera de agenda: “Ante la conflictividad, tratan de poner un piso a la caída del consumo y aparecen la extensión de la AUH a los monotributistas y el tema de pago de deudas a los jubilados”.
Hipótesis: “Van a mantener un déficit fiscal similar al del gobierno anterior, con una composición distinta. El tarifazo centralmente fue una transferencia a las petroleras que operan en el país, que además tienen el precio del barril subsidiado por el Estado. Y tiene un efecto de concentración económica en pocas manos. Con el déficit, en lugar de emitir billetes como el gobierno anterior –cosa que finalmente también van a hacer- buscan financiarlo con deuda externa”.
La deuda se incrementó unos 15.000 millones de dólares este año, utilizados para pagar deuda vieja a los fondos buitre y poder así contraer nueva deuda, que se agrega a los impagables 250.000 millones de dólares. “Apuestan a calzar deuda para financiar obra pública y con eso subir el nivel de actividad el año que viene. Es muy posible que el dólar quede otra vez atrasado, con lo cual en 2017 estaremos en una situación similar a la de 2015: la misma inflación que criticaban (lo cual será vendido como un triunfo si es menor que la de este año), un endeudamiento mayor, el mismo estancamiento, más desocupados y pobres, y el mismo déficit fiscal. Después de una etapa de sufrimiento social inducido, volvemos al punto de partida”, explica Lozano.
“El país quería cambiar al gobierno anterior pero no para este lado, y en todo caso compró esta medicina amarga en gran medida por desconocimiento o manipulación mediática de una candidatura con discurso abstracto. Tengo la impresión de que la estrategia les genera contradicciones de todo tipo, con una perspectiva de logros menores, en medio de una inestabilidad política y económica mayor”.
La grieta unida
Ariel Setton es un economista de 32 años, miembro de la camada joven del Plan Fénix: “El gobierno llegó diciendo que iba a mantener todo lo bueno de la etapa anterior, y cambar lo malo. Pero en realidad pasamos de un modelo de demanda, basado en el consumo, a otro orientado a la oferta, que apunta a las exportaciones. Eso transforma a nuestros recursos, incluyendo los humanos, en un material de comercio para maximizar ganancias. Lo laboral pasa a ser un costo, y no un dinamizador de la economía. Eso deprime el mercado interno y juega en contra de la industria local, principalmente las pymes, mientras la economía mundial se frena, hay crisis en Brasil, y una tendencia al proteccionismo en el mundo que no va a generar la lluvia de inversiones que se esperan, mientras se rompe el mercado interno”.
Teoría sobre el rebote: “La economía puede rebotar si se revierten los costos en los servicios públicos, pero como están las cosas no será en este semestre, sino en el segundo trimestre del año que viene en el mejor de los casos. Si por algo hay que felicitar al gobierno es por su esquema comunicacional que justifica las malas noticias como parte de la pesada herencia, y promete que si uno espera, la solución llegará. Pero lo único que ha mejorado es la situación de los grupos empresarios y de los exportadores”.
Setton reconoce una herencia: “El kirchnerismo no desarmó la política de subsidios generalistas que subsidiaba servicios públicos a sectores que no lo necesitaban. El Estado tuvo menos dinero para invertir en cosas que podrían haber dinamizado la economía, como un banco de desarrollo para generar nuevos proyectos de infraestructura o de nuevas empresas. Tampoco cambió la informalidad que afecta a uno de cada tres trabajadores, y el propio Estado contrató de modo precarizado. Es una gran deuda del kirchnerismo. Si el actual gobierno no baja el trabajo informal al 15% el sistema jubilatorio no va a ser sustentable ni en el mediano ni en el largo plazo”.
¿Y los cambios en el sistema jubilatorio? “La suba a los jubilados actuales que tenían sentencia, sumada a la pensión para la tercera edad, se va a llevar el 40% del total del Fondo de Garantía de Sustentabilidad en tres años. Va a ser una sangría permanente y el sistema va a pagar cada vez menos a los jubilados”.
¿Qué significa la profundización del modelo extractivo? Setton: “Creo que generaría un millón de nuevos desocupados. No tiene nada que ver con una idea de desarrollo. Tendríamos que promover una política de desarrollo industrial y de servicios clara, fomentada por el Estado, porque hay un potencial humano enorme. Es más: si asumen el modelo extractivo, ¿por qué no crearle valor agregado en el país? ¿Por qué vender litio y no crear nosotros mismos una industria de baterías? Lo fácil es ir al modelo de exportación de materias primas. El esfuerzo es hacer algo diferente para romper nuestra dependencia del valor de esas commodities, que además representan un modelo social de cada vez mayor desigualdad”.
Se denuncia corrupción y la respuesta es que quienes hablan de eso son conservadores neoliberales. ¿Será que ambas cosas son ciertas? Setton: “Claramente las dos son ciertas y cuesta mucho tener una visión más imparcial. Trato de ser crítico y olvidarme del concepto de grieta porque aparece eso: de un lado corrupción, del otro la derecha neoclásica”. Lozano: “Hubo una matriz de corrupción organizada en la anterior gestión. Obviamente todas estas causas estaban dormidas y aparecen porque hay un cambio de clima político y te arman un pabellón completo de funcionarios kirchneristas. Pero en realidad gente como Jaime, Schiavi, López, tendrían que haber estado presos mucho antes porque todos en el gobierno sabían lo que pasaba. Y todas las evidencias de corrupción kirchnerista han sido una mochila para la construcción popular y para los que le damos al Estado un papel importante en defensa de lo público. Y le da oxígeno a Macri”.
Sobre la teoría según la cual sin corrupción el país estaría floreciente: “Si tomamos la fuga de capitales que en la etapa kirchnerista alcanzó 102.500 millones de dólares, la parte de los Cristóbal López es muy baja en términos relativos. Creer que el problema del actual modelo se resuelve solamente eliminando la corrupción es un tanto ingenua. Atrás de la corrupción hay tres cosas. La venalidad de los funcionarios, que solo se va a poder discutir democratizando el aparato estatal. Segunda, el financiamiento de la política. Y tercera, los sobreprecios de la obra pública que no son patrimonio de Lázaro Báez. También tiene sobreprecios Techint, los tuvo Macri, y su primo Calcaterra. Los sobreprecios son un fenómeno de la obra pública cartelizada que nunca se reguló y que el Estado valida”. O sea: las condiciones para la corrupción siguen saludables como siempre.
Lozano vuelve a lo que representa la actual matriz productiva argentina: “La dictadura cambió estructuralmente al país. Los 90 aceleraron ese cambio vía privatizaciones y se consolidaron complejos clave, como el sojero. Y eso se profundizó brutalmente durante el kirchnerismo. Otro complejo es el de armaduría automotriz sostenida y subsidiada por el Estado, lo mismo que el minero-hidrocarburífero. La decisión hoy es acentuar ese rumbo. Es decir: un patrón extractivista depredador del ambiente, una armaduría industrial, excedentes en negocios inmobiliarios, un grado significativo de extranjerización que hace que la remisión de utilidades al exterior sea muy alta sumado a la fuga sistemática de capitales. Ese es el esquema”.
Más sobre ese rompecabezas: “Durante el kirchnerismo hubo, como en otros países de la región, un discurso anti neoliberal con baja efectividad práctica. Hubo políticas sociales de inclusión para compensar el desastre producido en 2001, y hubo conflictos con la administración norteamericana. Pero no se le dio vida a un modelo de organización económica diferente, pese a que por primera vez en mucho tiempo los términos del intercambio fueron favorables al país y a la región. Incluso en Venezuela no hubo un cambio cualitativo en términos productivos y estructurales. Con algunos matices la excepción puede ser Bolivia”, plantea. Si es así, en Argentina el modelo extractivo minero y transgénico produce la pregonada unidad: ahí no hay grieta entre oficialistas y opositores de antes y de ahora.
La desobediencia
Hace poco Jorge Castro, ex funcionario menemista que suele reflejar como analista político los anhelos de un país norteño y del poder corporativo fue a un programa de televisión intoxicado de panelistas. Advirtió que Argentina tiene “un sistema político débil en su conjunto frente a una sociedad intensamente movilizada y que es una de las más politizadas de toda América Latina y quizá del mundo. En este concepto, lo que ha sucedido con el gobierno de Macri y el aumento de las tarifas del gas es el comienzo de un proceso de desobediencia en el país”.
Recitó: “La cuestión no es mandar, la cuestión es ser obedecido en lo que se manda. Y en esta Argentina de hoy lo que hay es una situación de insurrección o insubordinación de la civilidad en términos generalizados que ha comenzado desde la Patagonia hacia arriba y que obliga al gobierno de Macri a retroceder inexorablemente”.
Mensaje desde zonas densas del poder a la actual gestión, cuando el ajuste no es suficiente: la cuestión no es mandar, sino ser obedecido. Ningún panelista pareció o quiso entender la idea, salvo Raúl Castells, al revés, quien anunció que los jubilados rechazarán a las cuadrillas que pretendan cortarles la luz o el gas a los que no paguen, mientras Castro lo miraba sin gestos.
Tal vez el gobierno está comenzando a percibir que las insurrectas pueden ser las corporaciones. Sería el caso del ministro ex Shell JJ Aranguren, reclamando a las petroleras porque importan petróleo barato contra la estrategia macrista. O la falta de acompañamiento que algunos funcionarios (presidente y vice) han manifestado sentir con respecto a las corporaciones.
¿Forma parte esto de lo que hay que mirar en el futuro económico? Lozano: “No sé qué quiso decir Castro, pero es cierto que la sociedad institucionalizó más que en el resto de la región formas de reivindicación y resistencia. Tiene una capacidad importante de bloquear determinadas estrategias. Hasta la inflación puede ser vista en parte como un producto de esa disputa por el ingreso. Por eso, mantener la gobernabilidad le pone límites a la estrategia de ajuste del macrismo, y todo eso representa fuertes contradicciones”.
¿Hay opciones en lo económico? Lozano: “El capitalismo actual y el cambio tecnológico, desde el punto de vista de las relaciones sociales y laborales, generan bolsones de personas que quedan fuera, que no sirven para el sistema. Por eso hemos planteado la necesidad de un seguro de empleo y formación ligada al cambio tecnológico, para que los trabajadores roten entre tiempo de empleo, 4 horas, y de capacitación, otras 4. Donde había un trabajador de 8 horas, que haya dos de 4 horas. Obvio que eso implica una disputa política del poder diferente para capturar parte de la renta de las empresas más importantes, para financiar ese sistema. Si las corporaciones siguen haciendo lo que quieren, el mundo va donde va. Crisis financiera, social, laboral, alimentaria, ambiental: el resultado de cómo funciona este mundo”.
Lo nuevo: “La Argentina no puede tener un desarrollo capitalista mínimamente razonable y serio, con mejoramiento de la productividad y de las condiciones de vida de su gente, en gran medida, porque carece de una burguesía nacional con un compromiso inversor acorde. Lo que se encuentra en las principales actividades económicas es una burguesía local transnacionalizada y empresas multinacionales. Por lo tanto, todo lo que sean formas de organización de las relaciones laborales de carácter no capitalista, cooperativo, de autogestión y todo lo que uno pueda involucrar dentro del amplio concepto de la economía popular, y asociarlo a la práctica estatal en el ordenamiento del proceso de acumulación, puede conformar un área de economía pública y social que le abra la puerta al desarrollo de la Argentina”.
El periodista e investigador uruguayo Raúl Zibechi agrega otra mirada sobre la época: “Lo que vemos no es una economía, sino un sistema capitalista que incluye la economía, la política, la cultura: toda una forma de poder y de control. Y en nuestros países eso está basado en el modelo extractivo”.
La consolidación del país como vendedor de materias primas, en un proceso de creciente concentración económica –postula Zibechi- es una actualización del hecho colonial del que los optimistas suponen que el país se independizó hace 200 años.
A ese modelo se lo llama también de acumulación por despojo o desposesión, en la definición del teórico inglés David Harvey. Traducción: acumulan los centros de poder, despojando de sus riquezas a países y comunidades enteras. El obstáculo para la consolidación de este sistema son justamente las personas, grupos sociales y comunidades que no quieren ver sus recursos, territorios y vidas atacados de ese modo.
¿Y la idea de autogestión?
Zibechi: “La autogestión implica un concepto que propuso el economista y pensador egipcio Samir Amin: la desconexión. Por ejemplo una fábrica recuperada vende, compra, paga impuestos, produce dentro del sistema. Pero puede hacer a la vez una desconexión de las lógicas del sistema capitalista, que le permita tener autonomía y una capacidad propia de decisión, intercambios y acción. Es otra de las luchas que permiten crear situaciones contra la continuidad de lo que está ocurriendo. Es una pulsión de vida para frenar un modelo de muerte”.
Tal vez se trate de imaginar un presente y un futuro ubicado entre los de abajo, si es que las personas y las comunidades deciden no resignarse a que la vida se la formateen siempre desde arriba.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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