CABA
Hacer lo imposible
Una síntesis de la conferencia de Bifo en el congreso Escena Política. El teórico italiano Bifo Berardi abrió un congreso de artistas respondiendo preguntas que estos habían pensado en largas jornadas y en grupo. El resultado fue una clase de pensamiento contemporáneo a sala llena a la que asistieron funcionarios nacionales. Claves para actuar en momentos de crisis. Por Franco Ciancaglini.
El teórico italiano Franco Bifo Berardi es uno de los pensadores más interesantes de la comunicación social. Hijo de la experiencia de las radios libres italianas, padre de teorías iluminadoras, es fundamentalmente un teórico de la acción: habla y escribe para mover el mundo del lugar atroz en el que está. Esa virtud fue la que llevó a los organizadores del Congreso Transversal Escena Política a convocarlo para pensar la época y sus desafíos. Los temas que desarrolló:
Claves para actuar en momentos de crisis.
Lo posible, lo probable y lo inevitable.
Los pros y contras de la tecnologización de la vida.
La conexión entre la red y la calle.
El paro de mujeres.
El rol de los artistas.
La confusión entre poder, gobierno y política.
Así arrancó el Congreso de Escena Política, con Bifo Berardi apareciendo del otro lado del streaming y dispuesto a contestar una serie de preguntas que el grupo organizador había elaborado especialmente. Si bien tiene una larga lista de títulos y libros publicados, Bifo eligió presentarse de este modo: “Milité en el Partido Comunista Italiano, de donde fui expulsado. Dos meses después empezó el 68, del que participé como parte del movimiento estudiantil. Eso me dio la sensación de que todo es posible. Y sino, de que muchísimo es posible”.
Haciendo suya esa esperanza, abrimos este 2017 compartiendo sus palabras.
Lo posible, lo probable y lo inevitable
“Vivimos en una condición de ceguera. Y creemos que nada es posible porque creemos que solo el probable nos parece posible. El capitalismo, la realidad social contemporánea no nos ofrece un posible: nos ofrece un probable, un necesario, un inevitable. El futuro que nos encontramos es el inevitable. Es un efecto de la ceguera, de la incapacidad de ver. Pero detrás de la inevitabilidad, de la explotación y de la guerra, hay muchísimas posibilidades que no logramos ver a causa de las gafas que el capitalismo nos impone. Hoy considero muy importante la distinción entre posible y probable. Y también, de lo inevitable. En la historia humana hay una reducción del posible al probable. Esta reducción se hace a causa de un efecto de ceguera que es una reducción del campo largo del posible a la dimensión del probable”.
Los medios como fábrica de ceguera
“Los medios juegan un papel fundamental ya desde hace 30 años. No es una novedad el papel decisivo que juegan: es el papel de la formación de las condiciones imaginarias de la razón política. Los medios solo marginalmente nos dicen lo que tenemos que pensar; somos libres de poder pensar lo que queremos. Los medios lo que hacen es definir el contexto en el que podemos pensar: el imaginario. Los medios son esencialmente herramientas de producción de la ceguera, no porque nos impiden ver, sino porque transforman el campo amplio de lo posible en un campo muy estrecho de probables”.
El intelecto general
“La fuerza productiva es cada vez más el cerebro humano, el sistema nervioso. Que se encuentra con la maquinaria tecnológica, que es la de la red digital. La red ha realizado, ha llevado a la realidad una vieja intuición marxista: la del General Intelect, el intelecto general como una expresión que Carlos Marx utiliza como la cooperación de muchísimos trabajadores a distancia, en lugares distantes. Lo que Marx no podía saber es que ésta intuición iba a realizarse a través de la digitalización. Entonces, la red es la dimensión de cooperación distante. La digitalización es una transformación de cada acto intelectual y productivo en información, en información recombinante. Es como si la actuación colectiva y productiva fuera reemplazada por producción de fragmentos”.
La paradoja del poder
“Es riqueza porque nos da la potencia de producir a través de la fuerza del cerebro, entonces de emanciparnos de las formas industriales, manuales, mecánicas de la explotación. Pero al mismo tiempo nos pone en condición de debilidad política, social y de pobreza existencial: porque la condición esencial del General Intelect se concretiza a través de una soledad, de una individualización y de una competencia permanente entre los actores individuales de este proceso. Entonces: como fuerza social cognitiva somos muy poderosos, pero al mismo tiempo somos impotentes. Al interior de esta paradoja encontramos la razón de por qué no logramos transformar nuestra potencia productiva en potencia política. Esa paradoja es el punto de partida de un nuevo trabajo cultural, político y psíquico también que tenemos que desarrollar en los próximos años”.
Qué es el trabajo
“Se podría contestar que trabajo es la actividad de transformación de la naturaleza y de la relación con los otros. Pero esta actividad se verifica al interior de condiciones sociales, económicas, particulares, que llamamos capitalismo. Entonces: la actividad fundamental de relación con la naturaleza y los otros se transforma hoy en una medida de supervivencia. El salario es lo que define la forma trabajo de la época moderna: la idea de que para sobrevivir tenemos que cambiar nuestro tiempo por dinero. Esa superstición está desmoronándose en el mundo: cada vez más el trabajo es menos necesario”.
¿No habrá más trabajo?
“Cada vez más se reduce el tiempo de trabajo necesario. Lo llamamos desempleo; estamos esperando un posible recupero de la economía; estamos rezando para que haya trabajo para todos. La noticia es que nunca más habrá trabajo para todos. Porque la humanidad no necesita el trabajo que necesitábamos en otro tiempo. Porque gracias a la tecnología, gracias a la inteligencia, al General Intelect, la productividad del trabajo subió enormemente”.
La abolición de la superstición
“Creemos que para sobrevivir tenemos que trabajar 8 horas, entonces la característica nueva de la época semio-capitalista es que esta contradicción interna se manifiesta. Solo una reducción radical del tiempo del trabajo, de la abolición de la superstición salarial, que significa salario para todos. Emancipados de esta superstición podemos enfrentar la riqueza que hemos producido. Pero el capitalismo no puede convivir con esta situación: la condición se funda sobre la superstición del salario y del tiempo de trabajo. Confrontamos en una situación de la cual no podemos salir hasta cuando no nos emancipamos de la dependencia salarial”.
Sin salario
“Tenemos que evitar el peligro de la expresión ‘renta básica’. Renta básica en un sentido radical significa cortar, romper definitivamente la superstición salarial. Significa que tenemos el derecho de sobrevivir porque tenemos la posibilidad de sobrevivir. No es una arrogancia: es la realidad de nuestro tiempo. Si miramos la crisis económica contemporánea, ¿qué vemos? Hemos producido demasiado petróleo, y los precios del petróleo bajan; hemos producido demasiados bienes agriculturales y bajan. ¡Todo está bajando! Se llama deflación. Y parece una desgracia terrible. A mí no me parece una desgracia: a mí me parece la prueba del hecho de que estamos viviendo una crisis mortífera fundada sobre la riqueza. ¡Hemos producido demasiado! El problema que el mundo tiene hoy es un problema de distribución de lo que ya hemos producido, no es un problema de productividad: es un problema de menos trabajo”.
El universo neuro-totalitario
“Aquí entramos en la dimensión de oscuridad que la tecnología está produciendo. Soy un convencido de que la tecnología es un producto de la potencia colectiva. Pero al interior de la condición capitalista se está verificando que la tecnología funciona de manera contraria: como progresiva automatización de la condición humana. Veamos lo que significa la utilización del GPS, de las técnicas para la orientación automática para la nueva generación: hay una generación que camina en las calles del mundo sin mirar alrededor, pero mirando la pantalla del Smartphone. Me pregunto qué está produciendo eso en la formación del cerebro: una parálisis de la orientación como competencia humana natural. La memoria, naturalmente ya ha pasado a través del proceso de automatización. Tenemos que considerar este proceso como un proceso que lleva la posibilidad de una forma de totalitarismo nuevo que yo llamo neuro-totalitarismo porque se instala al interior de la cognición y del aparato neuro cognitivo humano”.
Dimensión emocional y afectiva
“¿Cómo se puede imaginar una emancipación política o cultural en estas condiciones? Parece que estamos sin salida. Pero hay un punto en el cual esta máquina no funciona: la realidad emocional. El sufrimiento mental, psíquico, es el punto de subversión posible, de asimetría de la máquina capitalista contemporánea. Es un punto incomputable, de lo que no puede ser reducido a computación: este punto es la dimensión emocional, que se manifiesta hoy como sufrimiento psíquico”.
Paro de mujeres
“Es la primera vez que las mujeres se oponen a una forma específica de la dominación capitalista. La novedad es que se manifiesta la dimensión de la corporeidad, la autonomía de la corporeidad emocional se está manifestando como el territorio que el capitalismo neuro-totalitario no puede integrar. En la época pasada se manifestaba por diferencia de clase: eso no desapareció. Pero no podemos hoy construir solidaridad, comunidad consciente, al interior del trabajo. Porque la dimensión laboral es la dimensión de separación, de competencia, que las nuevas tecnologías han creado. La sexualidad, el sufrimiento psíquico, la explotación del cuerpo, la sumisión del cuerpo a la regla productiva: eso es lo que el capitalismo no puede integrar. Estamos viviendo el comienzo no simplemente del volver del movimiento feminista, sino una condición en la cual el proceso de subjetivación se focaliza sobre la emocionalidad y la autonomía del cuerpo humano y particularmente del cuerpo femenino”.
Qué es el arte
“Cada práctica que tiene una intencionalidad artística es arte. No podemos definir arte como una categoría objetiva. Tenemos que definirla como una modalidad subjetiva y emocional de marcamiento con lo que producimos. Siempre tenemos que reinventar el significado del arte y siempre al interior de una condición específica”.
Qué puede el arte
“Hoy se manifiesta el problema del sufrimiento. No es un problema psíquico: es un problema estético, que refiere a la percepción de lo otro. Vivimos cada vez más frente a una pantalla: tenemos que considerar ese tipo de mediación técnica que produce en el conjunto de una generación, de una humanidad que vive cada vez más al interior de una dimensión descorporalizada. La estimulación sexual se produce de manera constante sin encuentro con el cuerpo del otro. Pánico y depresión como imposibilidad de transformar el estímulo en una relación física con el cuerpo del otro. Aquí vienen los artistas. Los artistas son los que intentan problematizar a nivel estético ese tipo de alienación y también los que intentan revitalizar el cuerpo erótico de la sociedad”.
La calle
“En las manifestaciones no hay poder político, no hay poder económico: hay cuerpos. Y los artistas son los actores principales de este movimiento. El artista no es un bien que representa la realidad de manera hermosa: es aquel que vive al interior de la alienación contemporánea y produce las producciones conceptuales, relacionales para salir de la dimensión alienada y para revitalizar el erotismo de la relación social”.
Caosmosis
“Vivimos en una condición caótica. El caos es un factor de sufrimiento. El universo va demasiado veloz y nuestro cerebro no puede procesar todo. Es una sensación de todos: no se puede transformar de manera racional ni de manera emocional. La aceleración es buena porque nos ofrece más posibilidades, pero es mala porque impide la elaboración emocionalmente tolerable”.
Qué orden
“No somos orden. No queremos el orden contra el caos. Entendemos transformar el caos según nuestra razón y emocionalidad. Tenemos que aceptar la condición caótica, la condición de riqueza, pero al mismo tiempo tenemos que rechazar las formas de elaboración capitalista de este caos. Que se llaman competencia, acumulación, crecimiento. Estas supersticiones se transforman en expectativas, en esperanzas que transforman el caos en infierno. Tenemos que elaborar el caos de una manera estéticamente agradable. Aquí vuelven los artistas: son ellos quienes viven en el caos y pueden transformar el caos en nuestro aliado. Nuestra caosmosis hoy consiste en la capacidad de producir formas estéticas existenciales, lingüísticas y conceptuales que nos permitan transformar el infierno de la superproducción capitalista en la condición feliz de la distribución igualitaria, de lo que ya hemos producido y seguimos produciendo”.
Neoliberalismo agonizante
“La agonía del neoliberalismo es la fase más peligrosa. Porque esta fase se integra con una forma del fascismo. El desencadenamiento de una nueva ola de nacionalsocialismo en Europa es el problema que tenemos que enfrentar. Tenemos que interpretarla de manera nueva: no es el mismo. O peor: es el mismo, pero no es el mismo”.
Resistencia
“Resistencia hoy significa, en primer lugar, sobrevivir al período de la guerra civil global. Segundo problema: mantener claro el hecho que nuestra lucha no puede ser limitada a una defensa antifascista. No podemos volver a una dimensión de resistencia antifascista. Tenemos que considerar la fase actual: no estamos volviendo a los años 20 y 30. Los años vuelven, pero en una condición estratégica diferente”.
Territorio antifascista
“Cada territorio de nuestra vida es un territorio en el cual la lucha entre diferentes perspectivas se puede verificar, pero naturalmente cuando hablamos en términos políticos, de elección política, tenemos que buscar los lugares en los cuales estos procesos se pueden desarrollar de manera más colectiva, donde seguimos andando. Tenemos que inventar formas para invadir, ocupar, transformar. Por ejemplo, la manera de transformar las redes sociales en lugares de autorganización colectiva. Veo bien la paradoja de que las redes sociales son un lugar de alienación, donde el diálogo se descorporaliza, pierde la dimensión corporal, pero al mismo tiempo se ha transformado en la plaza, en la calle principal de los debates de nuestro tiempo. En esa paradoja debemos actuar. Hay una posible integración entre red y vida urbana. Tenemos que aprender de esta lección y aprender a manejar la relación entre virtualidad y corporalidad en la realidad de cada día”.
Hacia otra política
“La visión de permanecer en una visión esencialmente política del proceso de transformación progresista, en un sentido estrictamente político ha producido un efecto negativo en América Latina. Porque parece que cuando el poder político se nos escapa de las manos, nada queda entre nosotros. Hay una especie de poralización de la mirada política y psicoterapéutica. El resultado es que nos encontramos con una situación de falta de poder, porque hemos identificado al poder con la política. Gracias a dios hay mujeres, feministas, que salen a la calle. Creo que América Latina ha sido el lugar más vivible y generoso en los últimos 15 años, pero ha permanecido en la cabeza de los intelectuales de izquierda del siglo 20. Tenemos que liberarnos de las poblemáticas interpolíticas y gubernamentales y considerar una dimensión imaginaria, artística y psíquica no como una particularidad separada, sino como la dimensión principal de una recalificación de la política”.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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