CABA
Pasados por agua
¿Cambio climático o sistema productivo? Las continuas inundaciones en Argentina alertan sobre el cambio climático, pero sus efectos indican causas locales: desmontes, avance del agronegocio y pérdida de la capacidad de absorción de las napas. Las consecuencias de un modelo que desborda. Por Darío Aranda.
Misiones, Corrientes y Entre Ríos en 2015. Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires en 2016. La Pampa, Buenos Aires y Córdoba (otra vez), Tucumán, Catamarca, Formosa y Salta en 2017. Argentina sufre cada vez más inundaciones y desde el poder (empresario y político) se responsabiliza al clima y a la falta de obras hidráulicas. “Sembramos soja hasta en las macetas y eso nos está afectando”, sinceró Ricardo Alessandro, intendente de Salto, parte de la Pampa Húmeda bonaerense que quedó bajo el agua. El desmonte, el agronegocio y el cambio del uso del suelo. Y el gobierno que propone más transgénicos y subsidia a los productores de soja.
El país como maceta
Las inundaciones se explican como exceso de agua en un sistema que tiene ingresos y egresos. Ejemplos: lluvias o derivación de agua de otras fuentes y (egresos) usos para actividades productivas, consumo humano y evaporación. Ante cada inundación, se suele apuntar sólo al exceso de lluvia.
“Las lluvias golpearon al 30 por ciento del campo bonaerense”, fue el título catástrofe del diario La Nación el 11 de abril. El ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís (ex gerente de Monsanto) precisó que fueron afectados 37 partidos en los que se producen soja, maíz, carne y leche.
Nicolás Bertram trabaja en el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). En 2016 difundió su investigación Ascenso de napas en la región pampeana: ¿Incremento de las precipitaciones o cambios en el uso de la tierra? y confirmó el preocupante ascenso de las napas freáticas, producto de la acumulación de agua subterránea. Analizó la situación en Marcos Juárez (zona tradicional del agro cordobés). Afirmó que el régimen de lluvia se mantuvo estable en los últimos 40 años y que el cambio fue otro: la distancia entre la napa y la superficie es cada vez menor. En cuatro décadas pasó de ubicarse a diez metros de profundidad a estar a menos de un metro.
“Los suelos están saturados, no pueden absorber más. Es como si antes teníamos una maceta grande y echábamos un balde de agua. Ahora la maceta es diez veces más chica pero echamos el mismo balde de agua”, explica. El gráfico es éste: un predio con monte nativo infiltra o absorbe 300 milímetros de agua por hora. El mismo campo pero con pasturas (donde hay ganado), 100 milímetros. Un campo con soja apenas infiltra 30 milímetros. Bertram confirma que allí está la clave del ascenso de la napa y, ante lluvias, fuertes el anegamiento es un hecho.
Cuando difundió su trabajo, muy crítico al agronegocio, autoridades del INTA relativizaron su investigación: son públicas las posturas pro-agronegocios de las autoridades de la mayor institución técnico-oficial del campo argentino.
Esteban Jobbágy, investigador de la Universidad Nacional de San Luis y del Conicet investiga hace quince años el impacto del uso del suelo en las napas y suele ser invitado a congresos de empresas del agro (Asociación de Productores de Siembra Directa, espacios de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola y Fertilizar -ONG financiada por empresas del agro-). Allí alerta, desde hace al menos diez años, que uno de los principales problemas del agro son los excesos hídricos, como llaman a las inundaciones o anegamientos.
Jobbágy cuenta con más de veinte publicaciones científicas que dan cuenta del fenómeno. “La creciente dominación de cultivos anuales (por ejemplo, soja o maíz) sobre pasturas o pastizales han llevado a los lotes pampeanos a consumir una menor cantidad de agua por transpiración y hacerlo hasta profundidades menores del suelo, favoreciendo el acercamiento de las napas a la superficie”, explicó.
En noviembre pasado escribió un artículo de divulgación científica para la Facultad de Agronomía de la UBA. Fue tajante: “En poco tiempo, las napas a menos de 50 centímetros de la superficie podrían poner en jaque a la producción agropecuaria”.
Asistencialismo vip
«El árbol es una bomba extractora de agua”, explica Ernesto Viglizzo, del INTA La Pampa. Con más de treinta años de trabajo en la institución, no es un investigador crítico del modelo de agronegocios, pero remarca el impacto de eliminar el monte. Su testimonio aparece en el documental encabezado por Jobbágy, Río nuevo, que revela la aparición de cursos de agua en Villa Mercedes (San Luis).
En documental, que está online en Internet, suma voces de productores, vecinos, técnicos, investigadores de universidades y, vincula el ascenso de napas, los excesos hídricos y el modelo agropecuario.
Incluso filmaron mediciones de humedad en un campo de soja, encomparación con los registros obtenidos en una parcela de monte nativo. La diferencia es muy gráfica: el campo transgénico tiene más agua que la zona con árboles.
Las pasturas transpiran (evaporan) 1075 milímetros al año, mientras que cultivos como soja y maíz sólo transpiran 680 milímetros. La diferencia de agua permanece en la tierra, eleva la napa y facilita a inundación.
El último informe de Greenpeace precisa que en Argentina desaparecieron 2,4 millones de hectáreas entre 2007 (cuando se aprobó la Ley de Bosques, que debiera proteger el monte nativo) y 2016.
El informe anual 2016 señaló que desaparecieron en doce meses 112.252 hectáreas. El 80 por ciento sucedió en cuatro provincias: Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco. “Necesitamos una ley de delitos forestales, que establezca como delitos penales al desmonte ilegal y al incendio intencional, y al otorgamiento de permisos de desmonte en zonas protegidas”, reclamó Hernán Giardini, de Greenpeace.
El norte de Salta fue otro de los afectados por las últimas inundaciones (marzo-abril). Los departamentos de Anta, Rivadavia, San Martín y Orán fueron declarados en emergencia hídrica, social y sanitaria. La provincia, gobernada por Juan Manuel Urtubey desde hace diez años, es de las regiones donde más avanzó el agronegocio, tanto la soja como la ganadería.
En Salta se desmontaron 654.000 hectáreas desde 2006. El principal motivo es el avance del modelo transgénico. En el 2000, en la provincia existían 210 mil hectáreas con soja. La última campaña llegó a 600 mil hectáreas. El maíz transgénico pasó de 61 mil hectáreas (en 2000) a 162 mil (en 2013). Otro factor es el corrimiento de la frontera ganadera, expulsada también por la soja de las tierras que ocupaba, que avanza sobre tierras campesinas, indígenas, de monte nativo. En el 2000 había en Salta 420 mil cabezas de ganado bovino. En 2010 (última estadística disponible) llegaba a un millón de cabezas. El gobierno de Salta anunció en 2013 que planea cuadruplicar el stock ganadero para 2030. Lo que implica más desmontes y más intentos de avanzar sobre campesinos e indígenas.
Ante las inundaciones de marzo-abril, el Frente Nacional Campesino denunció que el gobierno provincial asistió a los grandes productores y no a los campesinos e indígenas.
Leyes y trampas
La Ley de Bosques fue sancionada en 2007. La entonces presidenta Cristina Kirchner la reglamentó recién dos años después, luego del alud que sepultó parte de la ciudad de Tartagal. Cada provincia debía realizar un ordenamiento territorial según tres colores: verde (se puede desmontar), rojo (se deben preservar), amarillo (se pueden realizar actividades, pero previo estudio ambiental y controles).
En Córdoba se conformó en 2008 la Comisión de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (COTBN), integrada por tres universidades nacionales, ONG´s, Parques Nacionales, un sector de Federación Agraria y el Movimiento Campesino de Córdoba (MCC). Luego de dos años de trabajo la Cotbn consensuó un proyecto de ley, que fue elevado a la Secretaría de Ambiente en 2010. Luego de numerosas postergaciones, la Legislatura presentó otro proyecto, opuesto al original, y fue aprobado en la madrugada del 5 de agosto de 2010. Desde la COTBN denunciaron la maniobra y, en el análisis de la ley, afirmaron que era inconstitucional por estar por debajo de los parámetros de la legislación nacional.
Mientras, la COTBN establecía cuatro millones de hectáreas como de alto valor de conservación y solicitaba rigurosos controles. La norma aprobada redujo el área de conservación a sólo 1,9 millón, permitió actividades de peligro ambiental en esa misma zona que debía proteger y dejó de lado la participación de la sociedad civil. Desde el gobierno provincial reconocieron públicamente que el cambio se debió a la presión de la Mesa de Enlace, encabezada por la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), pilar de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). También estuvieron presentes la Sociedad Rural Argentina (SRA) y parte de Federación Agraria (FAA).
Desde fines de 2016 y lo que transcurrió de 2017, el gobierno de Córdoba y sectores del agro impulsan una nueva Ley de Bosques, aún más permisiva que la anterior. En una provincia aquejada por las inundaciones, motivo de masivas movilizaciones y rechazos.
En Buenos Aires la situación no es mejor. Era la única provincia que no contaba con una norma específica. Desde 2009, las organizaciones socioambientales impulsaban una norma provincial que proteja los bosques. En agosto de 2015, la Cámara de Senadores dio media sanción al proyecto de ley que flexibilizó la legislación nacional, omitió todas las recomendaciones de organizaciones y académicos, y fue en sintonía con los pedidos empresarios. A fines de 2016, a las 23.30 del 21 de diciembre, la Cámara de Diputados votó y dio sanción a la Ley de Bosques Nativos (14.888). El 15 de enero, la gobernadora María Eugenia Vidal firmó la promulgación.
“Llevamos propuestas, informes técnicos, participamos, dialogamos con legisladores, pero sólo les importó la opinión del sector empresario”, denunció Noelía Calefato, de la Asamblea de Vecinos de Quilmes-Avellaneda. Resaltó que los bloques de Cambiemos y Frente Renovador votaron por unanimidad la ley, y también la mayoría del Frente para la Victoria y el Partido Justicialista.
La misma noche de la aprobación, más de 50 organizaciones emitieron un documento: “Esta ley dice proteger los bosques nativos, pero en su lugar los entrega a empresas privadas, preparando la provincia para un nuevo crimen social”. Mencionaron al menos a tres empresas favorecidas: la constructora Grupo Caputo (relacionada al presidente Macri), Eduardo Constantini (dueño de la compañía Consultatio, la desarrollada de Nordelta y el museo Malba) y Techint (con el emprendimiento Nueva Costa del Plata, una suerte de Puerto Madero en Quilmes-Avellaneda, que había sido frenado judicialmente).
¿Mitos populares?
La Asociación de Productores de Siembra Directa (Aapresid) es una organización clave del modelo transgénico en Argentina. Espacio de lobby de las corporaciones de semillas y agroquímicos, tiene dos referentes en el Ministerio de Agroindustria: Beatriz Pilu Giraudo, coordinadora de Políticas Públicas para el Desarrollo Sustentable, e Ignacio Garciarena, director nacional de Agricultura.
La Asociación suele apelar al discurso de la sustentabilidad y, ante las inundaciones, difundieron una nota. “El cambio climático llegó, está instalado y nos está afectando. Para adaptarnos y mitigar las consecuencias hay que trabajar en infraestructura”, propuso la gacetilla, firmada por José Luis Tedesco, de la comisión directiva de Aapresid.
Ni una mención al cambio de cultivos en las zonas anegadas. Y una defensa cerrada a la técnica de siembra directa (consistente en no arar la tierra, y que en Argentina se usa principalmente con transgénicos y agrotóxicos). “El agro recibió otro duro golpe por parte del clima, y luego de abundantes precipitaciones, grandes zonas de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba quedaron bajo el agua, reavivando una vez más el mito popular que ata a la siembra directa con estos fenómenos”.
Esteban Jobbágy, que trabaja junto a productores y participa de ámbitos de discusión en congresos de sector, no puede ser considerado opositor al agro: “Muchas de las estrategias que disminuyen el riesgo de sequía en agricultura, como la siembra directa, apuntan a la conservación del agua y pueden favorecer la generación de excesos hídricos. Y la relación napa-cultivo señala una responsabilidad pocas veces asumida por los agricultores: la de regular la hidrología y el riesgo de inundación de la región”.
Ganadores
A pesar de las inundaciones, la cosecha de granos superará las 130 millones de toneladas”, celebró el Ministerio de Agroindustria el 19 de abril en una gacetilla de prensa.
En una política de continuidad con el kirchnerismo, Macri impulsa el avance del modelo. Un incentivo más es el llamado Estímulo Agrícola Plan Belgrano, anunciado por el Ministerio de Agroindustria en febrero y vigente desde marzo. Se trata de compensaciones (devolución de dinero) a productores de Salta, Jujuy, Formosa, Santiago del Estero, Tucumán, Corrientes, Misiones, Catamarca, La Rioja y Chaco, que beneficiá al 50 por ciento de los productores de soja de esas provincias.
“Se compensará en un 5 por ciento por tonelada de soja comercializada de la campaña 2016/17 a los productores. Abarcará a 2,4 millones de toneladas de soja, casi la mitad de la cosecha de esas provincias”, explicó el comunicado oficial. Se trata de unos 20 dólares por tonelada, 1.000.000 millones de pesos que se transfieren del Estado a los empresarios que cosechan soja en las provincias fuera de la Pampa Húmeda.
A pesar del beneficio económico para los empresarios del agro, la Sociedad Rural de Salta, la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor) y la Asociación de Productores de Granos del Norte (Prograno) reclamaron más subsidios del Estado.
La misma semana, el ministro Ricardo Buryaile anunció la puesta en marcha del Fondo Fiduciario de Agroindustria (Fondagro), que cuenta con 1.700 millones de pesos al año para “fortalecimiento de economías regionales” y para “invertir en capital de trabajo, infraestructura y dar asistencia directa”. Como responsable del fondo nombraron a Ernesto Ambrosetti, de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
En diciembre de 2015, a la semana de asumir la presidencia, Macri quitó las retenciones a las exportaciones de productos agropecuarios y bajó cinco puntos las de la soja (pasó de 35 por ciento a 30).
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, en su presentación de abril en el Congreso precisó cuánto dejó de percibir el Estado por esa medida: 52.913 millones de pesos. El equivalente a 13 veces el presupuesto nacional del Ministerio de Ambiente (4.000 millones), mayor al presupuesto del Ministerio de Salud (44.000 millones) y la mitad de los fondos anuales destinado a Educación (102.000 millones de pesos).
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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