CABA
El bosque y los conflictos ambientales: el Cordobazo verde
Inundaciones históricas y desertificación son dos efectos de la eliminación del 90% del bosque nativo. Movilizaciones inéditas hicieron visibles cientos de conflictos contra los negociados y la especulación. Las comunidades, la política, y el lugar de la democracia. Por Sergio Ciancaglini.
Córdoba – Urgente. Núcleos del establishment político oficial junto a sectores del agronegocio y del quehacer inmobiliario lograron estimular de un modo inédito en la historia cordobesa la defensa de los bosques nativos, el medio ambiente y la participación social.
El logro se obtuvo mediante el intento de votar una ley que podría eliminar lo que queda de bosque autóctono. Eligieron una fecha que tal vez simboliza la relación que las llamadas clases dirigentes suelen tener con los supuestos dirigidos: 28 de diciembre.
El Día de los Santos Inocentes habilita a hacerle creer al prójimo cosas falsas –como suelen hacer el periodismo y la política- con fines supuestamente humorísticos. Se recuerda así la leyenda bíblica sobre la matanza de inocentes, o indefensos: los menores de dos años fueron pasados por la espada en Belén, acto de tolerancia cero para que el rey Herodes no perdiera el poder según lo habían vaticinado los magos, oráculos y encuestadores de la época. Matando a todos los indefensos, Herodes eliminaría al nuevo Mesías, a quien creía su rival en la interna del futuro. No lo logró.
Los cordobeses no se resignaron a la indefensión, a los oráculos, ni a que la inocencia les valga. Desde el 28 de diciembre de 2016 hasta ahora se movilizaron para frenar esa ley. La mutilación ya producida de más del 90% del bosque originario es el origen de al menos dos desastres actuales: la desertificación y las inundaciones.
Nació así la CoDeBoNa, Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo, red que reúne a cientos de conflictos socioambientales que venían ocurriendo al mismo tiempo en toda la provincia pero aisladamente entre sí. “Suena irónico pero somos una creación del gobierno. Estábamos, pero no nos habíamos dado cuenta” dice Atilio Palacios, ingeniero agrónomo. Ahora se conocieron, se conectaron y actúan en común, lo cual demostraría que el árbol no les tapó el bosque.
Dólares originarios
El origen de esta movida inédita ocurrió cuando sectores ruralistas junto al oficialismo que conduce el gobernador Juan Schiaretti (Unión por Córdoba) plantearon en 2016 una idea: que la actualización de la ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) que debe hacerse cada cinco años redujera la zona roja –bosque que no se puede desmontar- de casi 2 millones de hectáreas a 600.000.
“De ese modo, 1.400.000 hectáreas se hubieran valorizado automáticamente en unos 300 dólares más cada una como promedio, porque pasaban a estar liberadas para usos agropecuarios o inmobiliarios. Es un negocio de 420 millones de dólares”, explica el biólogo Federico Kopta, del Foro Ambiental de Córdoba.
Hipótesis docta: el gobierno nacional había eliminado, o casi, las retenciones al campo. Al dejar de recibir su parte de esas retenciones, la provincia resolvió actualizar el impuesto inmobiliario rural que estaba congelado desde hacía 10 años. La nueva ley aparecía entonces como una compensación para no enfurecer ruralistas y asfaltar negocios territoriales para los cuales los bosques son una molestia.
Algunos detalles del proyecto político-empresarial:
Además de intentar reducir la zona roja a la tercera parte, el nuevo proyecto borra de un plumazo 254.000 hectáreas de bosque intangible (inviolable) mediante un mecanismo sintáctico: no las menciona.
No figuran las áreas en infracción por desmonte ilegal: en lugar de cumplir con la obligación de reponer montes, se amnistía de hecho a quienes los mutilaron ilegalmente, y ya no se considera a esas zonas como parte siquiera potencial del bosque.
Garantiza el proceso de “participación pública” hacia adelante: ahora convalidan un ordenamiento ilegal, pero la participación pública queda para 2022.
Levanta la prohibición actual de desmonte con agrotóxicos, y se reducen las multas por desmontes ilegales.
El texto presenta trampas sintácticas. Habla de “restauración en bosques nativos” en lugar de “restauración de bosques nativos”.
No presentaron el mapa vectorial –que define con standard tecnológico el territorio- sino uno impreso en una hoja A4, lo cual conduce a todas las confusiones imaginables, ya se sabe a favor de quiénes.
El naguán (autoridad) de la comunidad Ticas del pueblo Comechingón, cuenta a MU un caso: “En nuestro territorio, en Bialet Massé, han desmontado con dos topadoras para hacer el loteo Valle Esmeralda. Pudimos frenarlos un día que habían tirado 200 metros de monte, pero han hecho un desastre. Es zona roja. La municipalidad no controla nada”. La publicidad ambientalmente correcta asegura que el barrio es “eco-sustentable”. Cada lote cuesta alrededor de 165.000 pesos.
Retoma Kopta: “Todo es bochornoso. La ley vigente de 2010 (9.814) ya había sido una burla al proceso de participación pública. Hicimos todas las objeciones a la nueva ley, pero el gobierno cerró la Mesa de Diálogo en diciembre de 2016. Mandó todo a la Legislatura para que actúe como organismo técnico, lo cual es otro disparate porque es un órgano político”.
A comienzos de diciembre se creó la CoDeBoNa, y comenzaron las convocatorias a reunirse y movilizarse por las redes sociales y los medios comunitarios. Los legisladores olvidaron que, para aprobar la ley, debían llamar a una audiencia pública (es lo que establece la Ley de Política Ambiental que el gobierno cordobés promulgó mientras sucedía el conflicto en Ituzaingó Anexo). El 19 de diciembre llamaron a audiencia para dos días después, en Villa María del Río Seco, a 180 kilómetros de Córdoba.
La velocidad de la trampa fue menor que la de los vecinos. Melina Dassano, de Ecos Córdoba y la CoDeBoNa: “Hicimos una cola de 400 personas para firmar una cautelar. Recién nos conocíamos, no tuvimos tiempo de organizarnos, pero espontáneamente se generó confianza”. La confianza fue un capital de acción: la cautelar hizo caer la audiencia. Kopta: “De un lado quedó el interés económico. Del otro, el bien común”. Quedaba la sesión del 28 de diciembre para resolver semejante dilema.
Travesti rural
La Legislatura tuvo una excelente mala idea en esos días: hacerle un homenaje a José Luis Serrano, por sus 30 años como intérprete de Doña Jovita, una abuela entrañable, zarpada y tecnológica, personaje célebre en Córdoba y varias provincias. (Como los medios que se dicen nacionales en realidad son porteños, Doña Jovita es ignorada en Buenos Aires donde sólo se emite humorismo en algunos programas disléxicos y en los spots electorales).
Serrano recibió el reconocimiento, anunció a los legisladores que se iba a cambiar de ropa para volver en su rol de “primera travesti rural”, y dejó con el micrófono a Churly Carrozo, que cantó Pájaros Desalojados, una defensa del bosque nativo. Algunos legisladores aplaudían, otros simulaban mirar sus celulares. Doña Jovita-Serrano criticó luego el destrozo ambiental y viralizó un video que filmó con un palo de selfie hecho con una rama de bosque nativo, llamando a la marcha. Fue apoyada por Raly Barrionuevo y Fabián Gómez, más conocido como Piñón Fijo.
Fisura oficialista: olfateando el ambiente social, el ex gobernador José Manuel De la Sota –que viene turnándose con Schiaretti en el poder desde 1999- llamó a Serrano para solidarizarse. Trascendió que “sus” diputados no tratarían la ley el 28 de diciembre. La sesión estaba llamada.
La marcha también.
¿Qué se defiende?
Datos: quedan en Córdoba 300.187 hectáreas de bosque prístino, casi sin intervención en los últimos 100 años (2,27% del bosque original); 865.808 hectáreas (6,56%) de bosques abiertos, que han sufrido talas de diversa magnitud; y 2.571.034 hectáreas que reúnen diversos tipos de matorrales que también son parte del monte. Desde que comenzó el modelo sojero, a fines de los 90, se devastaron 295.000 hectáreas. Argentina es uno de los 10 países del mundo más depredadores de sus bosques.
Lo que la CoDeBoNa (y hasta la ley de 2010) defienden es un total de casi 4 millones de hectáreas de bosques en distinto estado, de las cuales 1.986.158 son zona roja. Es el territorio en el que, si el bosque fue eliminado, puede regenerarse. “Es un error defender solo las 300.000 hectáreas de bosque prístino: los ruralistas estarían de acuerdo. Se defiende el total”, informa Kopta.
Hubo hasta ahora tres marchas en la capital convocadas a través de Facebook, medios comunitarios, Twitter, el poderoso boca a boca, y un mismo soporte técnico: la desesperación. La primera ocurrió el 28 de diciembre de 2016. En la Legislatura, el oficialismo precisaba 36 votos de 70, mientras afuera se iba amasando un acto que llegó a 15.000 manifestantes, aunque algunas agencias publicitarias como Cadena 3 informaron que había 300 personas. La ley ya se había caído, sin apoyo del FIT, Pro y Cambiemos, FpV y delasotistas.
La imagen en la calle: cientos, miles de personas con los brazos enlazados que danzan cada paso mientras cantan juntas, o corren y gritan: “Somos el monte que marcha”. Hay un árbol de la vida, con guirnaldas coloridas y pájaros de papel. Guitarras, bombos, cornetas, risas, candombe y chacarera.
Carteles: “El bosque es vida”, “Verdadera participación”, “No al desmonte, la corrupción mata”, “Derechos humanos, Derechos ambientales”. Y miles de pancartas hechas a mano denunciando inundaciones, contaminaciones, basureros, especulaciones. Todo tan distinto y tan similar: una sorpresiva fiesta popular referida a temas supuestamente sin rating.
El reclamo reunió a vecinas y vecinos autoconvocados de toda la provincia, Movimiento Campesino, científicos de las Universidades de Córdoba, Río Cuarto, Villa María, pueblos originarios, el CONICET provincial, fundaciones, centros vecinales, cooperativas, oenegés, gremios, agrupaciones políticas, espacios agroecológicos: más de 200 experiencias de todo tipo.
El 1º de marzo hubo otra marcha, 40.000 personas, y reiteraron la movida el 28 de junio. Pero la movilización es más grande y menos visible: en todos los barrios, pueblos y ciudades, diferentes grupos y asambleas ciudadanas producen encuentros, recursos de amparo, eventos y comunicaciones que son una acción o un latido cotidiano.
Aldo Gómez, el naguán comechingón, lo define como “conciencia”. ¿Qué quiere decir eso? Respuesta de compleja sencillez: “Estar despiertos”.
Federico Kopta agrega: “Esto no pasó con ningún tema ambiental. Siempre la movilización es una respuesta a una amenaza directa: te contaminan, te enferman, te ponen una antena, te instalan a Monsanto. Aquí la amenaza es supuestamente más indirecta, pero se entendió que esto no da para más”.
Atilio Palacios, ingeniero agrónomo, profesor de la UNC y otro activo participante de la CoDeBoNa, enumera: “Hubo que perder 30.000 personas para llegar al Nunca Más. Miles de mujeres golpeadas y asesinadas para que digamos Ni Una Menos. Miles de muertes en la ruta para que haya tolerancia cero de alcoholismo”. Melina: “Avanzamos con tracción a sangre”. Atilio completa: “Y ahora tuvimos que perder gran parte del monte, pero al final nos dimos cuenta de que estamos en riesgo total y que hay que decir: ni un árbol menos, ni un bosque menos”.
Todo lo que se mueve
El terremoto verde tiene antecedentes en Córdoba. Allí nacieron las Madres de Ituzaingó Anexo, barrio del sudeste de la capital: 272 muertes, 82 por tumores, 150 adultos y niños que padecen distintos tipos de cáncer por las fumigaciones vecinas. Las Madres lograron la primera condena en la historia contra un productor y un aplicador de agrotóxicos en 2012. Todavía resta un juicio, la llamada “causa madre”, con seis imputados en total.
Malvinas Argentinas impidió en 2016 la instalación de Monsanto, tras cuatro años de asambleas y acampes. Las encuestas mostraban que más del 70% de los cordobeses apoyaron esa resistencia, en el límite de la propia capital.
En 2015 habían ocurrido las inundaciones en Sierras Chicas (Villa Allende, Mendiolaza, Unquillo, Saldán, Río Ceballos), también cerca de la capital: 13 muertos, 4.000 familias afectadas, incalculables daños materiales y psíquicos a quienes las padecieron. La Universidad de Córdoba (Equipo de Ordenamiento Territorial del Instituto Superior de Estudios Ambientales) había advertido en 2013 que el avance de la frontera urbana y el desmonte del bosque nativo implicaban serio riesgo de inundaciones. No era el oráculo: era la ciencia genuina.
Kopta: “Todo esto afectó mucho a la gente de la propia capital, que ve estos hechos muy cercanos, o los sufre directamente”. Cecilia Sánchez, docente de Punilla: “Y en cada lugar se viven situaciones similares”. Daniel Díaz Romero, periodista ambiental, revisa su agenda: “El acampe de la Asamblea Santa María sin Basura contra la instalación del megabasural de Cormecor. El conflicto de Vecinos del barrio San Antonio, capital, por contaminación de Porta Hermanos, planta de bioetanol. Todas las asambleas relacionadas con la contaminación, el desmonte y el desalojo de comunidades alrededor del Lago San Roque, y contra la construcción de la Autovía de Montaña. Candonga no se toca, contra los loteos en zona roja. La Asamblea San José de la Quintana y San Isidro en defensa de la Vida, que está frenando la instalación de una cantera. Asamblea Santa María sin Basura, contra la planta de residuos peligrosos de Taym. Las protestas por los desechos radiactivos en Los Gigantes. Calamuchita contra el avance inmobiliario que destruye bosque. La lucha vecinal contra el megaemprendimieto urbanístico del grupo Eurnekián en el ex Batallón 141. Y hay muchos más”.
La actitud cordobesa ha logrado otros triunfos, como el de la Asociación de Amigos del Río San Antonio contra el megaemprendimiento El Gran Dorado: la justicia obligó a la empresa a reforestar lo talado. Hubo 220 audiencias públicas por temas ambientales en cumplimiento de la Ley de Política Ambiental. Sólo en una se logró frenar el proyecto. El resto suelen ser actos de apuro más que de participación, aunque los vecinos están aprendiendo, como lo demuestra la Ley de Bosques.
¿Qué democracia?
Enigma: ¿Cómo entender tal nivel de movilización y respuesta en una provincia en la que ganan Macri (71% en 2015) o Unión por Córdoba, que simbolizan las políticas y negocios que llevan a los problemas ambientales? (sin olvidar que fue Cristina Kirchner quien anunció con bombos y platillos la instalación de Monsanto, que los vecinos lograron impedir). ¿Cómo entender la relación entre lo electoral y lo social? Algunas pistas con acento cordobés.
Vanesa Sartori, asambleísta de Malvinas Argentinas: “El voto de 2015 fue de castigo al kirchnerismo. Hasta muchos kirchneristas tenían la contradicción de apoyarnos pese a lo que decía el gobierno nacional. Hay gente arrepentida de haber votado a Macri. Pero hay una ingenuidad de creer lo que dicen los candidatos. Córdoba tuvo siempre una doble personalidad: la tradicional, conservadora, estructurada, y por otro lado la de la Reforma, el Cordobazo, la que sale a la calle y echa a Monsanto: una pulseada interna”.
¿Lo partidario es político? Víctor Mazzalay es también asambleísta de Malvinas Argentinas, politólogo y profesor de Teoría Política de la UCA local: “Si ‘política’ es la toma de decisiones colectivas sobre qué hacer con lo que nos es común, hay que decir que lo electoral se ha despolitizado. Está vacío. Hay adhesiones clientelares y comprensibles. Pero no sirve para canalizar tus intereses reales. Lo partidario es una puesta en escena, o a lo sumo un recorte muy pequeño que no permite la discusión sobre la vida, la salud, la producción, el futuro. Entonces aparecen esas experiencias y movimientos que dicen: acá estamos. Hacen política real. Pero no tienen a quién elegir. Entre males, votan el mal menor. Y después siguen movilizándose”.
Melina: “Lo que más enoja a la gente es que no den el derecho a la participación”, dice, oponiendo lo representativo (diputados que en realidad representan intereses corporativos) y lo participativo (comunidades que quieren ser tenidas en cuenta). Atilio: “El ordenamiento territorial es demasiado importante para que sea verticalmente resuelto por un grupo de auto-autorizados que obedecen a corporaciones que deciden nuestra calidad de vida”.
Marcela Fernández, abogada, ilustra: “El San Roque es un lago absolutamente contaminado, con aparición de virus y sustancias neurotóxicas que ya no se potabilizan. Pero abastece de agua a media capital. El gobierno se lleva por delante a los ciudadanos, su derecho a la salud, a la información y a la participación”.
Atilio calcula que vivimos una época nueva: “Te movilizás vos mismo, y descubrís que no necesitás a los partidos. De lo político partidario se pasa a lo ciudadano. He visto gente del Pro, kirchneristas, peronistas, del PO y radicales, que participan con la CoDeBoNa porque entienden que les están reventando la vida a sus hijos y nietos, y que sus propios partidos no mueven un dedo: ni hablan de estos temas”. La pregunta podría ser: ¿Dónde reside, en términos prácticos, una idea más lógica de democracia? ¿Entre quienes reclaman por los bienes comunes fuera de la Legislatura, o entre quienes están dentro? ¿En ambos?
El chillido y lo sano
El comechingón Aldo Gómez habla con esa calma y elegancia que los urbanos tantas veces perdemos: “La comunidad de los pueblos indígenas no delega en una minoría su responsabilidad y su poder de decisión. La autoridad no hace lo que quiere, sino lo que la comunidad dice. En el sistema representativo es diferente. Por eso se habla tanto de derechos y no de responsabilidades: los derechos son avasallados, son producto de algo negativo. El conquistador cree que tiene derechos, los pueblos atacados quieren recuperar sus derechos perdidos. Nosotros preferimos pensar en una vida con responsabilidades, que es lo que a uno le permite ser realmente libre. Una cultura en la que nadie viole derechos, y en la que se logre la autonomía”.
¿Qué es autonomía? “Ir gestando mi propio pensamiento, mi sentir, mi actuar, mi reciprocidad con los demás y con la naturaleza. También en lo político, en lo económico, en toda la vida. Pero los que gobiernan no quieren que pensemos, que actuemos, ni siquiera quieren que comamos desde la autonomía”.
Aldo describe un choque entre lo legal y lo genuino: “Si el sistema representativo fuera genuino, las minorías a las que les delegamos el poder estarían representando el interés de todos. Pero en realidad es un poder que las minorías usan para someter a las mayorías. Digo someter porque si uno no accede a lo que dicen aparece la policía”.
Su definición sobre la época: “Es una cultura de la destrucción. Muy mezquina, muy ignorante, aunque saben cuáles son las consecuencias. Pero podrían ser más creativos y no usar la destrucción como forma de avanzar en la producción, ¿no?”. Aldo define lo que ha venido ocurriendo: “Una pueblada”.
José Luis Serrano es la abuela Doña Jovita. Los ruralistas lo cuestionaron, a él y a otros artistas, por su falta de “rigor científico cuando muestran atracción por el aplauso fácil de un público condescendiente”. El rigor científico de los ruralistas es un tanto gaseoso. Pero Serrano, además de vecino de Traslasierra y artista, es agrónomo. “Por mi vida y el estudio siempre tuve conciencia de cómo se pierde biodiversidad. Entre las personas, los que más pierden son los pobres. Se busca un productivismo y sobre todo rentabilidad. La excusa es alimentar el planeta, pero sabemos que eso es un cuento”.
Paisaje del presente: “Hay un espíritu capitalista que no está dando resultados, con 20 años totalmente desgobernados por el negocio de la soja, sin ningún análisis sobre sus efectos. En el campo hay un silencio de muerte, ni los grillos se escuchan. Además no hay una idea cooperativa, un pensamiento genuino en el otro. Las prácticas instalan un comportamiento corrupto en muchos productores, que se desentienden de los riesgos. Hay demasiadas enfermedades, mucho cáncer, una degeneración que llega a las conciencias”.
Con estos temas Serrano no gana un aplauso fácil, sino que se ha complicado la vida: “Me criticaron, me amenazaron, querrán perjudicarme, pero al final no saben a quién pegarle porque esto es como Fuenteovejuna: todos manifestándose. Las amenazas son lógicas: se les está cayendo un negocio inmobiliario de millones”.
Doña Jovita se reivindica como vieja chillona. José Luis agrega algo que tal vez explique cierto clima cordobés, en las personas y en las comunidades: “No es sano resignarse. Hay que decir lo que uno cree y uno piensa. Si uno puede, hay que decirlo con alegría. No hablo de jarana, sino de pensar: me siento pleno por poder decir esto. Por estar aquí y poder expresarme. Por no quedarme callado y hacer algo para que las cosas cambien. Puede parecer romántico, pero prefiero amar el legado de la vida y la naturaleza, antes que creer que nuestro único destino en la existencia es ser exportadores de soja”.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


Artes
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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