Sigamos en contacto

CABA

Periodismo de ficción

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Sonia Budassi. Publicó en pocos meses dos libros que comparten un mismo universo: el periodístico. Así recrea a una cronista que persigue a Tévez o escapa del acoso de sus jefes

Periodismo de ficciónEn los últimos meses, Sonia Budassi publicó dos libros complementarios, pequeños y bellísimos. Apache, en busca de Carlos Tévez (por Tamarisco, la editorial que ella misma fundó con los escritores Félix Bruzzone, Hernán Vanoli y Violeta Gorodischer), es la historia de su lucha infatigable por una nota con el llamado “jugador del pueblo”, y de todo lo que va observando mientras lo persigue. Es un libro sobre Tévez, pero es también un libro sobre el circo del fútbol, sobre la tele, sobre el mercado, y es también un libro sobre el deseo, sobre ese cosquilleo indómito que nos anima cuando somos periodistas, encontramos una historia que nos motiva y todavía nos circula sangre por las venas.
Y ya que hablamos de periodismo, Periodismo (por la editorial bahiense 17 grises) es un libro de cuentos que muestra todo lo miserable, oficinesco y burocrático que puede ser este oficio cuando le permitimos a empresas explotadoras, acosadores laborales, mediocres con pequeños poderes y compañeros trepadores que nos obliguen a renunciar a ser. Uno solo de los relatos que componen Periodismo deja una puerta abierta a la esperanza: en Sí, quiero, una periodista infatigable y soñadora persigue a… ¡Carlos Tévez!
Sí, quiero es como el eslabón entre un libro y otro. Si no fuera por ese cuento, no habría esperanza para una periodista como vos…
En el cuento hay una narradora muy fuerte, muy distinta de la de Apache, que se hace cargo de la primera persona y tiene un montón de prejuicios, pero tiene un deseo que está por sobre todas las cosas: por sobre los periodistas deportivos, que son como pequeños villanos, por sobre el adversario que se te ponga enfrente, se puede fantasear y realizar tu fantasía. El resto de los cuentos tienen un agobio, una pesadez que los recorre. Es todo muy oscuro y muy complicado. Supongo que sin ese deseo, sin esa pulsión, no se puede hacer nada, por lo menos nada interesante.
Últimas noticias
«Este bar está cerca de Perfil, ¿no?», pregunta Sonia Budassi al llegar a la entrevista. Este bar está sobre Avenida de Mayo y queda cerca del Congreso, del Pasaje Barolo, de la Casa de las Madres, un poquito menos cerca de la Casa de Gobierno, pero Sonia piensa en la editorial Perfil, lugar donde trabajó y cuya cercanía, es evidente, la intimida un poco.
El embrutecimiento y la grisura de los periodistas se ven en Periodismo casi como un objetivo de las empresas periodísticas…
Es embrutecimiento muy funcional, muy productivo para las empresas periodísticas. No sólo por el lugar común que dice que a los poderosos no les conviene que el pueblo piense, que algo de verdad tiene, sino por el trabajo sobre el narcisismo, el afán de visibilidad de los periodistas (sobre todo de los más jóvenes): firmar una nota, aparecer en la tele, que compite con el deseo de estudiar, leer, preocuparte, tratar de buscarle un viraje nuevo a los relatos que ya existen… Las empresas son muy astutas con eso. Vos estás firmando acá, te leen tantas personas, estás laburando en tal programa de tele: no importa si está bueno, te estamos dando una “oportunidad”. Hay gente que es demasiado ignorante para ejercer un oficio que tiene que ver con el manejo del lenguaje. Digamos, que no pueden medir las consecuencias de las palabras que usan, por ejemplo. Las miserias cotidianas del laburo son exactamente las mismas que puede pasar un repositor de Coto. Lo que pasa es que por ahí el repositor de Coto la pasa peor y no está socialmente valorado su laburo como el del periodista, que a lo mejor está sobrevalorado. Al mismo tiempo, el periodista puede elaborar una estrategia de escape, una vía para insertarse en el oficio desde un lugar que esté bueno, un proyecto que lo atraiga, y por ahí el repositor del Coto no tiene esa posibilidad y se la banca como puede.
¿Por qué decidiste hacer un libro sobre Tévez y no sobre cualquier otro futbolista?
Me interesó Tévez cuando, si mal no recuerdo en el 2006, lo expulsaron dos veces casi seguidas por faltas bobas, innecesarias. A su vez, Tévez tiene la frescura, la desfachatez de la persona que se divierte con lo que hace. En YouTube hay unos videos hermosos de un spot que hizo para Cartoon Network: está bailando en un estudio, sobre fondo blanco, con tanta onda, con tanta alegría… Me llamó la atención también un incidente que tuvo con el periodista Enrique Llamas de Madariaga, que lo cargó por su romance con Natalia Fassi, le quiso decir que ella estaba con él sólo por la guita, y Carlitos le respondió: “¿Vos sos lindo, fiera?” Ahí dije, este pibe se sale del molde, es distinto a los demás. Pero al mismo tiempo, esa frescura de tanto en tanto le juega en contra, como sucedió con sus expulsiones: estaba caliente y pegó de atrás, sin pelota.
Te interesaba la parte indócil de Tévez, digamos…
Claro, me interesaba más el Tévez de las expulsiones que el que gana millones. Y está la cuestión del objeto de deseo, en todos los sentidos; la recontra histérica, que siente un odio fenomenal ante todas las imposibilidades… y decía ¿por qué no estoy tranquila escribiendo mis relatos? Y después me volvía a entusiasmar…
Hay una tensión con la idea de la dama en un mundo de hombres y la incomodidad que su presencia genera allí.
Es muy frecuente que te bardeen, que traten de hacerte sentir que no estás habilitada ni para opinar ni para preguntar ni para estar acá, casi. Aunque, claro, nadie te va a decir que es machista: sólo te lo van a hacer sentir… Fijate la visibilidad que tuvieron las mujeres en el Mundial: sólo como hinchas. La única que se mostró fue Shakira…
Bueno, también estaban la novia del arquero de España y la paraguaya tetona…
(Risas) En el laburo del futbolista son todos hombres, no hay una sola mujer que sea compañera de trabajo, con lo cual terminás configurando una cabeza rara, una cosmovisión rara… De todas maneras, el mundo del fútbol es tan machista como el del periodismo, digamos. Y si no, basta con revisar las coberturas del caso de la piba de Villegas, esos chistes socarrones tipo: “Bueno, en realidad la estba pasando bien, la nena…”. Los otros días leí una nota sobre una escritora y el epígrafe decía “Fulana, con su sonrisa… “, porque era una chica linda. Pensemos, digamos, en Alan Pauls, un escritor con una belleza física, digamos, canónica. Pero el epígrafe va a decir que es el autor de El pasado… No se animan a hacer algo así…
O a titular una entrevista a una escritora diciendo: “Outsider: mujer, rubia, escritora y periodista” (Así, increíblemente así, tituló una nota sobre Budassi el diario Tiempo Argentino, nacido para defender la gestión de la presidenta Cristina Fernández)
Sí, qué bajón. Les parece relevante que yo sea rubia. Y eso que se supone que es gente que está atenta a estas cosas, gente políticamente correcta. No sé qué quisieron inventar con ese título.

Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
Seguir leyendo

CABA

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Seguir leyendo

CABA

La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.076