CABA
Comarca de pie
De Lago Puelo a El Bolsón. Más de tres mil personas se movilizaron contra proyectos que afectan sus vidas en la mayor protesta que se recuerda en la región. Vecinos que se organizan para rechazar la especulación y la corrupción. Con una consigna: “el poder está en nosotros”. Se atreven hasta a dar vuelta a Borges: “No nos une el espanto, sino el amor”.“El asunto es que no queremos vivir como ellos quieren que vivamos”.
Así lo explica Néstor –todos le dicen Bomba–, ex fletero huido de lo que llama la jungla del asfalto, instalado hace 20 años en Mallín Ahogado, Río Negro, en una chacrita ubicada en medio de un cuadro maravilloso: bosque natural (todavía existe), cielo en serio (de un color raro: celeste), montañas verdes, cumbres nevadas: lo que cualquiera ansiaría tener como fondo de pantalla de la computadora.
La cuestión viene recalentando los cerebros de los llamados pensadores actuales, y de los políticos, financistas y demás corporaciones que trabajan de manejar existencias ajenas. Pero lo que dice Bomba no se refiere tanto al paisaje natural, como al paisaje humano, y por eso es posible que piensen cosas similares los vecinos de la Comarca Andina y, un poco más allá, los de muchas comarcas del planeta:
“El asunto es que no queremos vivir como ellos quieren que vivamos”.
La Comarca Andina, alrededor del paralelo 42, ocupa una franja del noroeste de Chubut, continúa en Río Negro, y concentra muchos problemas personificados en mapuche, trabajadores, profesionales, estudiantes, campesinos y toda clase de vecinos, que reclaman al menos tres cosas: vida, dignidad y justicia. Viven en pueblos y parajes en una extensión de unos 50 kilómetros que hacen bailar los ojos de tanta belleza que mirar. El Bolsón tiene su marketing, pero el resto tiende a ser desconocido en los mapas mentales de los seres urbanizados, ni hablar de los autodenominados “medios”.
Estas personas hacen marchas históricas, piquetes, sitian municipios y/o Concejos Deliberantes, arman redes sociales por Internet, aguantan el envío de fuerzas antimotines, perturban la normalidad. Entré con un grupo de ellos, de El Hoyo, al restaurante Motoco de El Bolsón, donde se reunían 16 diputados provinciales electos del FpV. Una de las vecinas era Inés Larena, de El Pedregoso, procesada por impedir que le invadan la tierra los sicarios del influyente papá de un ministro del gobierno chubutense de Das Neves, ambos de apellido Korn. Y estaban con su elegancia de paisanos Ambrosio Merino, a quien la policía le allanó la casa como para que sepa con quién se ha metido, y Nelson Quilodrán, candidato a más de lo mismo.
La campesina Inés pidió la palabra. Simpática y corajuda, informó a los diputados: “Yo defendí el campo de mis abuelos, ¿viste? Nunca van a pasar. Los empujé, les grité de todo, y estoy orgullosa de eso”.
Había asambleístas patagónicos como Nora Corvalán y Andrés Dimitriu, quien agregó señalando a sus amigos y vecinos:
“Lo mejor que tenemos en el territorio es una comunidad consciente de sus derechos. Lejos de ver cuestiones como éstas como un problema, hay que verlas como un avance en la conciencia pública en un mundo que está observando estos territorios con fines especulativos”.
Se hizo un silencio, salvo en mi cabeza donde se encendió lo obvio: hablamos y pensamos al revés. Estas personas no son el problema; son la solución del problema.
El poder está en nosotros
Los diputados se comprometieron a dedicarse al tema. Los vecinos salieron contentos, sin exagerar: “Estaremos atentos a que cumplan lo que dicen. Habrá que seguir mirándolos” decía Inés. El triunfo fue superar el ámbito de los concejales dasnevistas de El Hoyo, que no sólo no le dieron lugar a un informe lapidario contra la turbia venta de 1.200 hectáreas a papá Korn (al precio de la madera de 5 has), sino que además denunciaron a los vecinos: delicias del sistema representativo.
Ese grupo es el ejemplo molecular de un movimiento vital, concreto y diverso. El 19 de noviembre esa red de organizaciones vecinales y comunitarias realizó una movilización inédita en El Bolsón que reunió a 3.000 personas, el 10% de la población de la Comarca, lo que equivale a que en el Área Metropolitana de Buenos Aires marchasen juntas más de un millón (real) de personas. ¿Qué planetas giran en este universo?
Junto a la bandera Comarca de Pie se veía la foto de Guillermo Coco Garrido (25) junto a la palabra: “justicia”. Lo llevaron preso delante de sus padres por una falta de tránsito (raspón a un auto). Dos horas después apareció muerto en su celda. La policía informó que se había ahorcado con su propio cinturón. Nadie le creyó, y lo bien que hacían.
Asamblea en Defensa del Agua y la Tierra, con los vecinos de Mallín Ahogado que rechazan el negociado para hacer un supuesto complejo turístico VIP capaz de liquidar a El Bolsón, bajo la órbita de Joe Lewis, puesto 16 entre los ricos británicos.
Comunidades mapuche como Las Huaytekas (expulsados de su tierra por la policía pagada por empresarios, $2.000), Motoco-Cárdenas, Cayún, Pulgar, y otras.
Vecinos de Las Golondrinas opuestos a la instalación de una antena de Telefónica para celulares a metros de sus casas.
Los chicos de la Federación de Estudiantes Secundarios, creada este año, que denuncian calamidades edilicias y persecuciones policiales.
Vecinos de la Asamblea Comarcal contrarios al dos proyectos de represas en Chile, con riesgo volcánico, para alimentar mineras.
Los que rechazan el loteo de 46 hectáreas de bosque nativo en Lago Puelo.
El grupo Puertas Abiertas por la Diversidad Sexual, gremios docentes y de la CTA, radios comunitarias, Colectivo Militante por los Derechos Humanos, la kirchnerista JP Descamisados, todo al ritmo de la murga Guacha del Río Quemquemtreu.
Todos los etcéteras imaginables, que forman una red densa de acciones que se refuerzan entre sí porque cada uno de los problemas tiene el ADN de todos los otros: digitar la vida ajena, silenciar los reclamos, y favorecer a corporaciones que ya no buscan un lugar en el mundo, sino al mundo como lugar propio.
Otra pancarta, muy curiosa, decía: “El poder está en nosotros”. A 10 años del 2001 y sus añoranzas/críticas/análisis & y otros, tantas veces reblandecidos por los porteños, es un raro privilegio estar en estos lugares, en tiempo presente.
Una chica de 17 años dice: “Queremos ser escuchados y tener poder de decisión sobre nuestra vida”.
Los mapuche explican cómo hacer recuperaciones de tierras.
Un vecino de Mallín Ahogado aclara: “No queremos una democracia representativa, sino una democracia real”.
Y una señora de Las Golondrinas rescata a Borges del lugar común, con una frase mucho más desafiante de lo que parece: “No nos une el espanto, sino el amor”.
Bloqueo contra el cáncer
En el Camino de las Nieves del paraje Las Golondrinas el piquete continúa desde el 5 de octubre. Todo empezó cuando Federico, carpintero, vio a un sujeto que movía el celular como buscando señal. “Era de Telefónica y Movistar y dijo que con la antena que estaban por instalar íbamos a tener una señal buenísima. Me alegré, pero a la vez me pareció medio raro”. Federico le avisó a su vecino Claudio Rivero, ingeniero: “Hay muchas advertencias sobre la exposición a las antenas de celulares”.
La palabra es cáncer, la sede es la cabeza, y los informes incluyen a la Organización Mundial de la Salud. El lunes 3 se siguió construyendo la antena de unos 20 metros de altura. Con el asesoramiento del abogado Fernando Kosovsky –también vecino– Claudio presentó denuncias el martes. La policía llegó para constatar la instalación: “Ahí los de Telefónica empezaron a trabajar a toda velocidad”. Se iban juntando más vecinos preocupados y bajaron a reunirse con el Concejo Deliberante, donde les hablaban de “pedidos de informes”, “estudios pertinentes” y dislexias por el estilo. “Pero los tipos trabajaron hasta las 11 de la noche. Nuestra desesperación era evitar que empezara a funcionar, porque después se te hace mucho más difícil desmantelarla. Ellos también lo sabían, por eso aceleraban la obra”. Mensajitos, mails, Facebook: a las 5 de la mañana decenas de autos del vecindario bloquearon el camino ese 5 de octubre. “Les explicamos a los trabajadores que era en defensa de nuestra salud, y se fueron”, dice Rosalin. Sólo faltaba instalar unos paneles para que ese mismo día ondas posiblemente cancerígenas llovieran sobre los vecinos de este paraíso.
Organizaron turnos para mantener el bloqueo, presentaron recursos de amparo, difundieron el reclamo. “No estamos contra los celulares, pero según la potencia y la distancia, las antenas son un peligro sobre todo para los chicos. No pueden hacer las cosas a mansalva”, razona Roberto, distribuidor de diarios y revistas de El Bolsón. Los vecinos trabajaron luego de concejales: “Como ellos no parecían saber demasiado del tema, la ordenanza para desmantelar la antena la redactamos nosotros a mano, sobre el capó de un auto, y ellos la aprobaron”. Como el intendente no la ponía en práctica, los vecinos llegaron en sus autos y rodearon la Municipalidad: así lograron que los recibiera y emitiera una orden de intimación que Telefónica todavía no ha acatado y el intendente no se esfuerza por hacer cumplir, en un clásico juego de desgaste. Acaso el problema es que el ejemplo cunda: “En el medio de Lago Puelo y El Bolsón también hay de estas antenas que tendrían que alejar de zonas habitadas”. Otro dato: quien viva a menos de 600 metros de una antena, no conseguirá suscribir ningún seguro de vida.
El espanto y el amor: el miedo es un arma política para paralizar a la gente, aplicada desde siempre. Pero si un grupo social supera el espanto y el miedo, y refuerza sus lazos afectivos, logra cosas llamativas. “Aquí le tenemos que agradecer a Telefónica porque nos ignoró totalmente, pero facilitó que nos juntemos y veamos otra cantidad de problemas” dice Martín, productor de agua mineral.
Dolores, psicóloga social: “El telón de fondo de los problemas de la Comarca tiene que ver con un modelo de desarrollo de postal. El mega turismo puede provocar mucho daño en lugares como este”. Martín: “Lo que pasa es que las municipalidades de toda la comarca se han convertido en inmobiliarias de tierras fiscales, y con todos los proyectos que anuncian levantan el valor de la tierra y la especulación”. Claudio: “Algo hay que hacer, porque los intereses económicos son una amenaza para la calidad de vida y los derechos de la comunidad”.
¿Quieren más cenizas?
«Yo vengo de Lavalle y Paraná, a dos cuadras del Obelisco. Hace 18 años llegué buscando una vida más simple, solidaria, menos agresiva, un lugar donde criar a mis hijos, menos pelotudez. Entonces querés defender el lugar y que no lo rematen” sostiene Nora Corvalán, profesora de Química, Física y Ciencias Naturales. En un mundo con tantas islas y aislamientos, si tiene que elegir un rol es el de puente. Participa de las asambleas desde 2002 cuando en Esquel se movilizaron contra la minería, logrando el plebiscito de rechazo en 2003. Desde entonces ha ido tejiendo relaciones entre vecinos, mapuche, estudiantes, campesinos, asambleas de diferentes lugares, pero una de las obsesiones de la Asamblea contra el Saqueo que Nora integra es el proyecto de construcción de represas en los ríos Manso y Puelo, en Chile. La cuenca del Puelo tiene 880.000 hectáreas de las cuales 580.000 están del lado argentino. Se inundarán más de 6.000 hectáreas con un volumen de 170 millones de metros cúbicos, según informó la española ENDESA. Toda la zona, además, integra la Primera Reserva Mundial de la Biosfera, oficializada por la UNESCO. Efectos:
Destrucción de las propiedades aledañas al río Puelo, erradicación de comunidades, destrucción de su medio y estilo de vida, aumento de la marginalidad y de los cinturones de pobreza en las ciudades.
Instalación de cableados de alta tensión con los riesgos que implican para la salud de las zonas vecinas.
Destrucción masiva de bosques milenarios: cipreses, huaytekas, lengas, alerces.
Destrucción de áreas de pesca.
Cambio de clima.
Además, las represas se edificarán sobre la fractura geológica Liquiñe-Ofqui, en la que se encuentran también los volcanes El Chaitén y Puyehue, tan conocido este año por los que querían volar o terminaron barriendo cenizas en la Capital Federal. Inundar allí 6.000 hectáreas es una convocatoria al desastre llamada “sismicidad inducida”. Además, como en Gualeguaychú, no se respeta el tratado binacional sobre recursos compartidos, lo que vuelve a hacer del país una suerte de cornudo diplomático.
¿Y todo esto para qué es? Una vez plumereadas las proclamas sobre el progreso (clonadas de las que planteaban la dictadura, el menemismo & afines) lo central es que las represas buscan abastecer de energía a la minería chilena, que consume más del doble que la propia sociedad trasandina.
Nora: “Tuvimos encuentros con vecinos chilenos, y ahora circula una carta para enviarle a la Presidenta para que haga algo. Nos quieren meter cualquier cosa, nos cachetean, nos ningunean, pero acá estamos. No somos el poder, pero ellos tampoco. Por eso de las asambleas surgió la idea de ‘El poder está en nosotros’, si es que somos capaces de juntarnos, hacernos visibles. Nosotros podemos, porque tenemos la verdad, el convencimiento. Y ellos sólo pueden usar la prepotencia y la corrupción. ¿Por qué hacen las cosas?”. Nora responde sin palabras; frota el pulgar y el índice de su mano derecha.
$ 2.000 y el amigo del nazi
Elisa Ose y Rodolfo Curricoy son jóvenes mapuche de la comunidad Las Huaytekas, que acompañaban una recuperación de tierras. “Supimos que querían meter un barrio privado para petroleros, con una confitería giratoria y cosas descabelladas, en un bosque de huaytekas y otros árboles que para nosotros tiene un valor sagrado” dice Elisa. Se instalaron en el lugar con la huerquen (vocera) Mirta Ñancunao. “Nos llovieron denuncias, las comunidades decidimos poner una tranquera para impedir el paso”. Elisa nombra a empresarios forestales de otras latitudes como José Luis Silberberg, su operador local Daniel Kritz, al abogado José Luis Martínez Pérez, todos en alianza con los municipios y el inglés Joe Lewis. El propio Martínez Pérez reconoció que le pagó 2.000 pesos al BORA (Brigada de Operaciones, Rescate y Antitumulto) para desalojar a los mapuche.
Elisa: “Derribaron la tranquera, metieron maquinaria, camiones, fue imparable para nosotros. Sometieron al territorio. Pero la causa con el juez Martín Lozada demostró que no éramos usurpadores. Nos sobreseyeron, pero los tipos ya estaban adentro”. Rodolfo: “Les venden tierra a los poderosos burlándose de las leyes. Se las dan a Martínez Pérez y él se las pasa a Lewis. Esta es un área supuestamente protegida, pero a nadie le importa nada”. Elisa: “El responsable es el Estado. ¿Sabés cuánto pagó Silberberg por 500 hectáreas? Dos camionetas fundidas. Río Negro se manejó de forma muy corrupta. Vamos a seguir peleando para que nos devuelvan el territorio, que es lo que dice la ley”.
La provincia venía siendo gobernada por el radical K Miguel Saiz. Este año sacarse al radicalismo de encima implicó el triunfo electoral de Carlos Soria, menemista, luego duhaldista, ahora kirchnerista, entusiastamente apoyado por el gobierno hasta que se demuestre lo contrario, quien fue amigo del nazi Erich Priebke y cerebro, como jefe de la SIDE, de la represión en Puente Pueyrredón que incluyó el asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, entre otras maravillas biográficas. Debe ser por estas cosas que se dice que viajar a uno le abre la cabeza.
Cómo destruir El Bolsón
En la Comarca no se ven la marginalidad, el deterioro social ni la miseria que hay en otros lugares del país, pero los impulsores del progreso tal vez lo consigan. El paraje Mallín Ahogado, junto al Cerro Perito Moreno, es otro de los paraísos en peligro donde se anunció la instalación de una villa turística: Ski & Golf Resort Laderas, de la empresa Jorge Pedro Urruti: ya hacen la preventa de lotes del “Sector Golf” a 24.000 dólares, “ad referéndum de las aprobaciones pertinentes”. Promueven lotes “sin vecinos” rodeados de “bosque natural”, o lo que quede luego de la tala de 850 hectáreas del mismo. Ostentan una aprobación provisoria del municipio de El Bolsón, donde culmina su mandato el intendente radical Oscar Cachito Romera, quien bajo el eslogan “me cago en la prensa” agredió en 2009 al periodista de CQC Gonzalo Rodríguez, quien investigaba denuncias sobre la turbia operación de cierre del aeropuerto y apertura de otro en El Foyel, beneficio puro para el magnate británico Joseph Lewis. Se incendió intencionalmente una radio opositora al proyecto, pero hubo un plebiscito que hundió la idea bolsonbritánica: 76,52% de los votos emitidos la rechazaron. Y Cachito se hizo célebre insultando e intentando pegarle a un notero de televisión. Tras el plebiscito salió a decir que seguiría adelante con lo del aeropuerto “aunque la sociedad no lo entienda”.
Manuel, Bomba, Guillermo, Sergio y demás asambleístas de Mallín Ahogado explican: “Lo del aeropuerto venía desde 2005, con la gente de Hidden Lake”, nombre lewista del Lago Escondido. “Ahí empezó la asamblea, porque todos sabíamos que había un gran negocio inmobiliario. Manuel: “Además, los municipios otorgan tierras a pobladores, por ejemplo a Mirta Soria, a 65 pesos la hectárea pero con obligación de trabajarla cinco años. A los 6 meses la vende, y empieza la triangulación de tierras a través de una inmobiliaria de Bariloche relacionada con todos estos empresarios y los municipios”.
El proyecto albergará 10.000 camas entre hoteles y cabañas, un shopping, cancha de polo, de golf y dos lagunas artificiales (!) para la pesca con mosca (?) que sugieren la conveniencia de incrementar controles antidoping y de alcoholemia en la zona. O pensar que hay otra cosa: “Lewis quería usar el agua del río Escondido para una hidroeléctrica de 9 megas, o sea que generaría más que lo que consumen todos los pueblos de la Comarca. Es inevitable pensar que intentan el mega proyecto, o quieren vender electricidad para minería, petroleras y ese tipo de cosas”. Durante y luego de la construcción de estos emprendimientos, se sabe que quedan periferias de desocupados, clientelismo político, prostitución a la carta y otras delicias del modelo. El lado bueno: sólo el shopping sería equivalente a 6 kilómetros de comercios uno al lado del otro, con lo cual además El Bolsón se convertiría en un pueblo muerto. “Nos planifican el mundo –dice Manuel– pero nosotros tenemos que planificar lo que queremos”.
Dos noticias:
1) El Concejo saliente estaba por aprobar el megaproyecto turístico en su última sesión, rodeado por el BORA, con los vecinos a 70 metros de distancia. Las acreditaciones de prensa, con datos personales, se hacían en la Comisaría 12ª. Pero la presión de los vecinos durante los últimos años y en la sesión anterior, y la enorme movilización del 19 lograron lo impensado: el proyecto pasó a comisión, y ahora deberán debatirlo los nuevos concejales. Lo que parecía el fin de la historia, tiene un nuevo capítulo.
2) A 10 meses de la muerte de Coco Garrido se confirmó –como suele ocurrir– que sus familiares y amigos tenían razón: la autopsia reveló que el supuesto “suicidio” fue un asesinato a golpes en la nuca, cometido por la espalda por valerosas fuerzas del orden. La abogada de la familia es Marina Schifrin, docente y primera condenada por cortes de ruta en el país menemista, que a puro procesamiento (por atentar contra “la organización social y política de nuestro país”) terminó estudiando Derecho. El 20% del personal policial de El Bolsón está imputado. Los padres de Coco, Guillermo y Diana, siguen marchando, siguen pidiendo justicia.
La máquina
Mirado con cierta distancia, parece que quieren convertir a la Comarca en un country bien decorado, una usina especulativa, o cualquier cosa que genere ganancia a grupos corporativos. Los vecinos sólo pueden verlo como una máquina un tanto vampírica que se alimenta del paisaje natural y del humano. Lo que está de más, en ese modelo, es la gente que piensa por sí misma. Y si es cierto que las personas pretenden ejercer sus derechos, la cosa no pinta para empresarios y políticos, salvo excepciones.
Pol Huisman podría ser una. Es concejal, empezó con el dasnevismo, pero terminó armando un monobloque de Nuevo Encuentro, y realizó un informe que demuestra la turbia cesión de tierras a los Korn, con intermediación del asesor municipal Julio Traverso, a costa de los campesinos Larenas, Quilodrán y Azorca. “En el FpV (el kirchnerismo) hay tensiones. Yo comparto cosas y otras las repudio, sobre todo a nivel local, donde son el poder conservador que históricamente transó con el capital que se llevó puesta a la población. También digo que el gobierno central apoyó la agricultura familiar como nunca, y cuando miro la oposición a nivel nacional…”. ¿Un político es un dirigente? “No, desde 2001 se rompió todo un paradigma y cambió la cultura. Lo malo es que si dejamos estos lugares libres, los ocupan los otros”. Huisman de todos modos culmina su mandato. “Vuelvo a la chacra”. El debate queda abierto.
Los vecinos, desde los adolescentes hasta los viejos, han aprendido de hidráulica, sociología, ondas electromagnéticas, antropología, ordenanzas municipales, autopsias, turismo, geología, derecho. Manuel lo hace fácil: “No queremos que nos cambien la vida, que maten gente, que hagan represas, que loteen los bosques”.
Nadia y Joaquín, 17 años, integran En Defensa del Bosque, grupo que rechaza la venta del Lote 41, 46 hectáreas impresionantes de bosque nativo que Lago Puelo quiere vender al precio de dos (2) máquinas viales: “Los concejales y el intendente (Iván Fernández) dijeron que el bosque era un terreno ocioso, improductivo. No saben lo que cualquiera aprende en el colegio” dice Nadia. Con esta teoría, la ociosa Cordillera podría ser rebanada velozmente. “Cuando les discutimos ni nos miraban a los ojos. En un momento les ocupamos las sillas del Concejo Deliberante porque no se atrevían a bajar a debatir con nosotros”, narra Joaquín.
Nora Corvalán: “Esos políticos dan vergüenza. Y los chicos dan emoción”.
Dimitriu: “Los políticos no quieren salir a hablar con los vecinos, porque son kioscos del artículo 22”. Es aquel que sostiene que el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes. El asambleísta inventa una palabra: “Esto es el feuderalismo”.
Joaquín: “El intendente me dijo: ‘a mí me votaron’. Y yo le contesté: ¿y dónde decía que ibas a hacer esto? No sé por qué te votaron, pero para lo que nos querés hacer no te votó nadie”.
Nadia: “Siempre están a favor de los que tienen más. Por eso la participación no es solamente votar. Está bueno lo de que el poder está en nosotros”. Y agrega algo inesperado, con esa seriedad que se tiene a los 17: “Esto hay que hacerlo por nosotros, y también por los más chicos, los que vienen atrás nuestro”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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