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Comarca de pie
De Lago Puelo a El Bolsón. Más de tres mil personas se movilizaron contra proyectos que afectan sus vidas en la mayor protesta que se recuerda en la región. Vecinos que se organizan para rechazar la especulación y la corrupción. Con una consigna: “el poder está en nosotros”. Se atreven hasta a dar vuelta a Borges: “No nos une el espanto, sino el amor”.
“El asunto es que no queremos vivir como ellos quieren que vivamos”.
Así lo explica Néstor –todos le dicen Bomba–, ex fletero huido de lo que llama la jungla del asfalto, instalado hace 20 años en Mallín Ahogado, Río Negro, en una chacrita ubicada en medio de un cuadro maravilloso: bosque natural (todavía existe), cielo en serio (de un color raro: celeste), montañas verdes, cumbres nevadas: lo que cualquiera ansiaría tener como fondo de pantalla de la computadora.
La cuestión viene recalentando los cerebros de los llamados pensadores actuales, y de los políticos, financistas y demás corporaciones que trabajan de manejar existencias ajenas. Pero lo que dice Bomba no se refiere tanto al paisaje natural, como al paisaje humano, y por eso es posible que piensen cosas similares los vecinos de la Comarca Andina y, un poco más allá, los de muchas comarcas del planeta:
“El asunto es que no queremos vivir como ellos quieren que vivamos”.
La Comarca Andina, alrededor del paralelo 42, ocupa una franja del noroeste de Chubut, continúa en Río Negro, y concentra muchos problemas personificados en mapuche, trabajadores, profesionales, estudiantes, campesinos y toda clase de vecinos, que reclaman al menos tres cosas: vida, dignidad y justicia. Viven en pueblos y parajes en una extensión de unos 50 kilómetros que hacen bailar los ojos de tanta belleza que mirar. El Bolsón tiene su marketing, pero el resto tiende a ser desconocido en los mapas mentales de los seres urbanizados, ni hablar de los autodenominados “medios”.
Estas personas hacen marchas históricas, piquetes, sitian municipios y/o Concejos Deliberantes, arman redes sociales por Internet, aguantan el envío de fuerzas antimotines, perturban la normalidad. Entré con un grupo de ellos, de El Hoyo, al restaurante Motoco de El Bolsón, donde se reunían 16 diputados provinciales electos del FpV. Una de las vecinas era Inés Larena, de El Pedregoso, procesada por impedir que le invadan la tierra los sicarios del influyente papá de un ministro del gobierno chubutense de Das Neves, ambos de apellido Korn. Y estaban con su elegancia de paisanos Ambrosio Merino, a quien la policía le allanó la casa como para que sepa con quién se ha metido, y Nelson Quilodrán, candidato a más de lo mismo.
La campesina Inés pidió la palabra. Simpática y corajuda, informó a los diputados: “Yo defendí el campo de mis abuelos, ¿viste? Nunca van a pasar. Los empujé, les grité de todo, y estoy orgullosa de eso”.
Había asambleístas patagónicos como Nora Corvalán y Andrés Dimitriu, quien agregó señalando a sus amigos y vecinos:
“Lo mejor que tenemos en el territorio es una comunidad consciente de sus derechos. Lejos de ver cuestiones como éstas como un problema, hay que verlas como un avance en la conciencia pública en un mundo que está observando estos territorios con fines especulativos”.
Se hizo un silencio, salvo en mi cabeza donde se encendió lo obvio: hablamos y pensamos al revés. Estas personas no son el problema; son la solución del problema.
El poder está en nosotros
Los diputados se comprometieron a dedicarse al tema. Los vecinos salieron contentos, sin exagerar: “Estaremos atentos a que cumplan lo que dicen. Habrá que seguir mirándolos” decía Inés. El triunfo fue superar el ámbito de los concejales dasnevistas de El Hoyo, que no sólo no le dieron lugar a un informe lapidario contra la turbia venta de 1.200 hectáreas a papá Korn (al precio de la madera de 5 has), sino que además denunciaron a los vecinos: delicias del sistema representativo.
Ese grupo es el ejemplo molecular de un movimiento vital, concreto y diverso. El 19 de noviembre esa red de organizaciones vecinales y comunitarias realizó una movilización inédita en El Bolsón que reunió a 3.000 personas, el 10% de la población de la Comarca, lo que equivale a que en el Área Metropolitana de Buenos Aires marchasen juntas más de un millón (real) de personas. ¿Qué planetas giran en este universo?
Junto a la bandera Comarca de Pie se veía la foto de Guillermo Coco Garrido (25) junto a la palabra: “justicia”. Lo llevaron preso delante de sus padres por una falta de tránsito (raspón a un auto). Dos horas después apareció muerto en su celda. La policía informó que se había ahorcado con su propio cinturón. Nadie le creyó, y lo bien que hacían.
Asamblea en Defensa del Agua y la Tierra, con los vecinos de Mallín Ahogado que rechazan el negociado para hacer un supuesto complejo turístico VIP capaz de liquidar a El Bolsón, bajo la órbita de Joe Lewis, puesto 16 entre los ricos británicos.
Comunidades mapuche como Las Huaytekas (expulsados de su tierra por la policía pagada por empresarios, $2.000), Motoco-Cárdenas, Cayún, Pulgar, y otras.
Vecinos de Las Golondrinas opuestos a la instalación de una antena de Telefónica para celulares a metros de sus casas.
Los chicos de la Federación de Estudiantes Secundarios, creada este año, que denuncian calamidades edilicias y persecuciones policiales.
Vecinos de la Asamblea Comarcal contrarios al dos proyectos de represas en Chile, con riesgo volcánico, para alimentar mineras.
Los que rechazan el loteo de 46 hectáreas de bosque nativo en Lago Puelo.
El grupo Puertas Abiertas por la Diversidad Sexual, gremios docentes y de la CTA, radios comunitarias, Colectivo Militante por los Derechos Humanos, la kirchnerista JP Descamisados, todo al ritmo de la murga Guacha del Río Quemquemtreu.
Todos los etcéteras imaginables, que forman una red densa de acciones que se refuerzan entre sí porque cada uno de los problemas tiene el ADN de todos los otros: digitar la vida ajena, silenciar los reclamos, y favorecer a corporaciones que ya no buscan un lugar en el mundo, sino al mundo como lugar propio.
Otra pancarta, muy curiosa, decía: “El poder está en nosotros”. A 10 años del 2001 y sus añoranzas/críticas/análisis & y otros, tantas veces reblandecidos por los porteños, es un raro privilegio estar en estos lugares, en tiempo presente.
Una chica de 17 años dice: “Queremos ser escuchados y tener poder de decisión sobre nuestra vida”.
Los mapuche explican cómo hacer recuperaciones de tierras.
Un vecino de Mallín Ahogado aclara: “No queremos una democracia representativa, sino una democracia real”.
Y una señora de Las Golondrinas rescata a Borges del lugar común, con una frase mucho más desafiante de lo que parece: “No nos une el espanto, sino el amor”.
Bloqueo contra el cáncer
En el Camino de las Nieves del paraje Las Golondrinas el piquete continúa desde el 5 de octubre. Todo empezó cuando Federico, carpintero, vio a un sujeto que movía el celular como buscando señal. “Era de Telefónica y Movistar y dijo que con la antena que estaban por instalar íbamos a tener una señal buenísima. Me alegré, pero a la vez me pareció medio raro”. Federico le avisó a su vecino Claudio Rivero, ingeniero: “Hay muchas advertencias sobre la exposición a las antenas de celulares”.
La palabra es cáncer, la sede es la cabeza, y los informes incluyen a la Organización Mundial de la Salud. El lunes 3 se siguió construyendo la antena de unos 20 metros de altura. Con el asesoramiento del abogado Fernando Kosovsky –también vecino– Claudio presentó denuncias el martes. La policía llegó para constatar la instalación: “Ahí los de Telefónica empezaron a trabajar a toda velocidad”. Se iban juntando más vecinos preocupados y bajaron a reunirse con el Concejo Deliberante, donde les hablaban de “pedidos de informes”, “estudios pertinentes” y dislexias por el estilo. “Pero los tipos trabajaron hasta las 11 de la noche. Nuestra desesperación era evitar que empezara a funcionar, porque después se te hace mucho más difícil desmantelarla. Ellos también lo sabían, por eso aceleraban la obra”. Mensajitos, mails, Facebook: a las 5 de la mañana decenas de autos del vecindario bloquearon el camino ese 5 de octubre. “Les explicamos a los trabajadores que era en defensa de nuestra salud, y se fueron”, dice Rosalin. Sólo faltaba instalar unos paneles para que ese mismo día ondas posiblemente cancerígenas llovieran sobre los vecinos de este paraíso.
Organizaron turnos para mantener el bloqueo, presentaron recursos de amparo, difundieron el reclamo. “No estamos contra los celulares, pero según la potencia y la distancia, las antenas son un peligro sobre todo para los chicos. No pueden hacer las cosas a mansalva”, razona Roberto, distribuidor de diarios y revistas de El Bolsón. Los vecinos trabajaron luego de concejales: “Como ellos no parecían saber demasiado del tema, la ordenanza para desmantelar la antena la redactamos nosotros a mano, sobre el capó de un auto, y ellos la aprobaron”. Como el intendente no la ponía en práctica, los vecinos llegaron en sus autos y rodearon la Municipalidad: así lograron que los recibiera y emitiera una orden de intimación que Telefónica todavía no ha acatado y el intendente no se esfuerza por hacer cumplir, en un clásico juego de desgaste. Acaso el problema es que el ejemplo cunda: “En el medio de Lago Puelo y El Bolsón también hay de estas antenas que tendrían que alejar de zonas habitadas”. Otro dato: quien viva a menos de 600 metros de una antena, no conseguirá suscribir ningún seguro de vida.
El espanto y el amor: el miedo es un arma política para paralizar a la gente, aplicada desde siempre. Pero si un grupo social supera el espanto y el miedo, y refuerza sus lazos afectivos, logra cosas llamativas. “Aquí le tenemos que agradecer a Telefónica porque nos ignoró totalmente, pero facilitó que nos juntemos y veamos otra cantidad de problemas” dice Martín, productor de agua mineral.
Dolores, psicóloga social: “El telón de fondo de los problemas de la Comarca tiene que ver con un modelo de desarrollo de postal. El mega turismo puede provocar mucho daño en lugares como este”. Martín: “Lo que pasa es que las municipalidades de toda la comarca se han convertido en inmobiliarias de tierras fiscales, y con todos los proyectos que anuncian levantan el valor de la tierra y la especulación”. Claudio: “Algo hay que hacer, porque los intereses económicos son una amenaza para la calidad de vida y los derechos de la comunidad”.
¿Quieren más cenizas?
“Yo vengo de Lavalle y Paraná, a dos cuadras del Obelisco. Hace 18 años llegué buscando una vida más simple, solidaria, menos agresiva, un lugar donde criar a mis hijos, menos pelotudez. Entonces querés defender el lugar y que no lo rematen” sostiene Nora Corvalán, profesora de Química, Física y Ciencias Naturales. En un mundo con tantas islas y aislamientos, si tiene que elegir un rol es el de puente. Participa de las asambleas desde 2002 cuando en Esquel se movilizaron contra la minería, logrando el plebiscito de rechazo en 2003. Desde entonces ha ido tejiendo relaciones entre vecinos, mapuche, estudiantes, campesinos, asambleas de diferentes lugares, pero una de las obsesiones de la Asamblea contra el Saqueo que Nora integra es el proyecto de construcción de represas en los ríos Manso y Puelo, en Chile. La cuenca del Puelo tiene 880.000 hectáreas de las cuales 580.000 están del lado argentino. Se inundarán más de 6.000 hectáreas con un volumen de 170 millones de metros cúbicos, según informó la española ENDESA. Toda la zona, además, integra la Primera Reserva Mundial de la Biosfera, oficializada por la UNESCO. Efectos:
Destrucción de las propiedades aledañas al río Puelo, erradicación de comunidades, destrucción de su medio y estilo de vida, aumento de la marginalidad y de los cinturones de pobreza en las ciudades.
Instalación de cableados de alta tensión con los riesgos que implican para la salud de las zonas vecinas.
Destrucción masiva de bosques milenarios: cipreses, huaytekas, lengas, alerces.
Destrucción de áreas de pesca.
Cambio de clima.
Además, las represas se edificarán sobre la fractura geológica Liquiñe-Ofqui, en la que se encuentran también los volcanes El Chaitén y Puyehue, tan conocido este año por los que querían volar o terminaron barriendo cenizas en la Capital Federal. Inundar allí 6.000 hectáreas es una convocatoria al desastre llamada “sismicidad inducida”. Además, como en Gualeguaychú, no se respeta el tratado binacional sobre recursos compartidos, lo que vuelve a hacer del país una suerte de cornudo diplomático.
¿Y todo esto para qué es? Una vez plumereadas las proclamas sobre el progreso (clonadas de las que planteaban la dictadura, el menemismo & afines) lo central es que las represas buscan abastecer de energía a la minería chilena, que consume más del doble que la propia sociedad trasandina.
Nora: “Tuvimos encuentros con vecinos chilenos, y ahora circula una carta para enviarle a la Presidenta para que haga algo. Nos quieren meter cualquier cosa, nos cachetean, nos ningunean, pero acá estamos. No somos el poder, pero ellos tampoco. Por eso de las asambleas surgió la idea de ‘El poder está en nosotros’, si es que somos capaces de juntarnos, hacernos visibles. Nosotros podemos, porque tenemos la verdad, el convencimiento. Y ellos sólo pueden usar la prepotencia y la corrupción. ¿Por qué hacen las cosas?”. Nora responde sin palabras; frota el pulgar y el índice de su mano derecha.
$ 2.000 y el amigo del nazi
Elisa Ose y Rodolfo Curricoy son jóvenes mapuche de la comunidad Las Huaytekas, que acompañaban una recuperación de tierras. “Supimos que querían meter un barrio privado para petroleros, con una confitería giratoria y cosas descabelladas, en un bosque de huaytekas y otros árboles que para nosotros tiene un valor sagrado” dice Elisa. Se instalaron en el lugar con la huerquen (vocera) Mirta Ñancunao. “Nos llovieron denuncias, las comunidades decidimos poner una tranquera para impedir el paso”. Elisa nombra a empresarios forestales de otras latitudes como José Luis Silberberg, su operador local Daniel Kritz, al abogado José Luis Martínez Pérez, todos en alianza con los municipios y el inglés Joe Lewis. El propio Martínez Pérez reconoció que le pagó 2.000 pesos al BORA (Brigada de Operaciones, Rescate y Antitumulto) para desalojar a los mapuche.
Elisa: “Derribaron la tranquera, metieron maquinaria, camiones, fue imparable para nosotros. Sometieron al territorio. Pero la causa con el juez Martín Lozada demostró que no éramos usurpadores. Nos sobreseyeron, pero los tipos ya estaban adentro”. Rodolfo: “Les venden tierra a los poderosos burlándose de las leyes. Se las dan a Martínez Pérez y él se las pasa a Lewis. Esta es un área supuestamente protegida, pero a nadie le importa nada”. Elisa: “El responsable es el Estado. ¿Sabés cuánto pagó Silberberg por 500 hectáreas? Dos camionetas fundidas. Río Negro se manejó de forma muy corrupta. Vamos a seguir peleando para que nos devuelvan el territorio, que es lo que dice la ley”.
La provincia venía siendo gobernada por el radical K Miguel Saiz. Este año sacarse al radicalismo de encima implicó el triunfo electoral de Carlos Soria, menemista, luego duhaldista, ahora kirchnerista, entusiastamente apoyado por el gobierno hasta que se demuestre lo contrario, quien fue amigo del nazi Erich Priebke y cerebro, como jefe de la SIDE, de la represión en Puente Pueyrredón que incluyó el asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, entre otras maravillas biográficas. Debe ser por estas cosas que se dice que viajar a uno le abre la cabeza.
Cómo destruir El Bolsón
En la Comarca no se ven la marginalidad, el deterioro social ni la miseria que hay en otros lugares del país, pero los impulsores del progreso tal vez lo consigan. El paraje Mallín Ahogado, junto al Cerro Perito Moreno, es otro de los paraísos en peligro donde se anunció la instalación de una villa turística: Ski & Golf Resort Laderas, de la empresa Jorge Pedro Urruti: ya hacen la preventa de lotes del “Sector Golf” a 24.000 dólares, “ad referéndum de las aprobaciones pertinentes”. Promueven lotes “sin vecinos” rodeados de “bosque natural”, o lo que quede luego de la tala de 850 hectáreas del mismo. Ostentan una aprobación provisoria del municipio de El Bolsón, donde culmina su mandato el intendente radical Oscar Cachito Romera, quien bajo el eslogan “me cago en la prensa” agredió en 2009 al periodista de CQC Gonzalo Rodríguez, quien investigaba denuncias sobre la turbia operación de cierre del aeropuerto y apertura de otro en El Foyel, beneficio puro para el magnate británico Joseph Lewis. Se incendió intencionalmente una radio opositora al proyecto, pero hubo un plebiscito que hundió la idea bolsonbritánica: 76,52% de los votos emitidos la rechazaron. Y Cachito se hizo célebre insultando e intentando pegarle a un notero de televisión. Tras el plebiscito salió a decir que seguiría adelante con lo del aeropuerto “aunque la sociedad no lo entienda”.
Manuel, Bomba, Guillermo, Sergio y demás asambleístas de Mallín Ahogado explican: “Lo del aeropuerto venía desde 2005, con la gente de Hidden Lake”, nombre lewista del Lago Escondido. “Ahí empezó la asamblea, porque todos sabíamos que había un gran negocio inmobiliario. Manuel: “Además, los municipios otorgan tierras a pobladores, por ejemplo a Mirta Soria, a 65 pesos la hectárea pero con obligación de trabajarla cinco años. A los 6 meses la vende, y empieza la triangulación de tierras a través de una inmobiliaria de Bariloche relacionada con todos estos empresarios y los municipios”.
El proyecto albergará 10.000 camas entre hoteles y cabañas, un shopping, cancha de polo, de golf y dos lagunas artificiales (!) para la pesca con mosca (?) que sugieren la conveniencia de incrementar controles antidoping y de alcoholemia en la zona. O pensar que hay otra cosa: “Lewis quería usar el agua del río Escondido para una hidroeléctrica de 9 megas, o sea que generaría más que lo que consumen todos los pueblos de la Comarca. Es inevitable pensar que intentan el mega proyecto, o quieren vender electricidad para minería, petroleras y ese tipo de cosas”. Durante y luego de la construcción de estos emprendimientos, se sabe que quedan periferias de desocupados, clientelismo político, prostitución a la carta y otras delicias del modelo. El lado bueno: sólo el shopping sería equivalente a 6 kilómetros de comercios uno al lado del otro, con lo cual además El Bolsón se convertiría en un pueblo muerto. “Nos planifican el mundo –dice Manuel– pero nosotros tenemos que planificar lo que queremos”.
Dos noticias:
1) El Concejo saliente estaba por aprobar el megaproyecto turístico en su última sesión, rodeado por el BORA, con los vecinos a 70 metros de distancia. Las acreditaciones de prensa, con datos personales, se hacían en la Comisaría 12ª. Pero la presión de los vecinos durante los últimos años y en la sesión anterior, y la enorme movilización del 19 lograron lo impensado: el proyecto pasó a comisión, y ahora deberán debatirlo los nuevos concejales. Lo que parecía el fin de la historia, tiene un nuevo capítulo.
2) A 10 meses de la muerte de Coco Garrido se confirmó –como suele ocurrir– que sus familiares y amigos tenían razón: la autopsia reveló que el supuesto “suicidio” fue un asesinato a golpes en la nuca, cometido por la espalda por valerosas fuerzas del orden. La abogada de la familia es Marina Schifrin, docente y primera condenada por cortes de ruta en el país menemista, que a puro procesamiento (por atentar contra “la organización social y política de nuestro país”) terminó estudiando Derecho. El 20% del personal policial de El Bolsón está imputado. Los padres de Coco, Guillermo y Diana, siguen marchando, siguen pidiendo justicia.
La máquina
Mirado con cierta distancia, parece que quieren convertir a la Comarca en un country bien decorado, una usina especulativa, o cualquier cosa que genere ganancia a grupos corporativos. Los vecinos sólo pueden verlo como una máquina un tanto vampírica que se alimenta del paisaje natural y del humano. Lo que está de más, en ese modelo, es la gente que piensa por sí misma. Y si es cierto que las personas pretenden ejercer sus derechos, la cosa no pinta para empresarios y políticos, salvo excepciones.
Pol Huisman podría ser una. Es concejal, empezó con el dasnevismo, pero terminó armando un monobloque de Nuevo Encuentro, y realizó un informe que demuestra la turbia cesión de tierras a los Korn, con intermediación del asesor municipal Julio Traverso, a costa de los campesinos Larenas, Quilodrán y Azorca. “En el FpV (el kirchnerismo) hay tensiones. Yo comparto cosas y otras las repudio, sobre todo a nivel local, donde son el poder conservador que históricamente transó con el capital que se llevó puesta a la población. También digo que el gobierno central apoyó la agricultura familiar como nunca, y cuando miro la oposición a nivel nacional…”. ¿Un político es un dirigente? “No, desde 2001 se rompió todo un paradigma y cambió la cultura. Lo malo es que si dejamos estos lugares libres, los ocupan los otros”. Huisman de todos modos culmina su mandato. “Vuelvo a la chacra”. El debate queda abierto.
Los vecinos, desde los adolescentes hasta los viejos, han aprendido de hidráulica, sociología, ondas electromagnéticas, antropología, ordenanzas municipales, autopsias, turismo, geología, derecho. Manuel lo hace fácil: “No queremos que nos cambien la vida, que maten gente, que hagan represas, que loteen los bosques”.
Nadia y Joaquín, 17 años, integran En Defensa del Bosque, grupo que rechaza la venta del Lote 41, 46 hectáreas impresionantes de bosque nativo que Lago Puelo quiere vender al precio de dos (2) máquinas viales: “Los concejales y el intendente (Iván Fernández) dijeron que el bosque era un terreno ocioso, improductivo. No saben lo que cualquiera aprende en el colegio” dice Nadia. Con esta teoría, la ociosa Cordillera podría ser rebanada velozmente. “Cuando les discutimos ni nos miraban a los ojos. En un momento les ocupamos las sillas del Concejo Deliberante porque no se atrevían a bajar a debatir con nosotros”, narra Joaquín.
Nora Corvalán: “Esos políticos dan vergüenza. Y los chicos dan emoción”.
Dimitriu: “Los políticos no quieren salir a hablar con los vecinos, porque son kioscos del artículo 22”. Es aquel que sostiene que el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes. El asambleísta inventa una palabra: “Esto es el feuderalismo”.
Joaquín: “El intendente me dijo: ‘a mí me votaron’. Y yo le contesté: ¿y dónde decía que ibas a hacer esto? No sé por qué te votaron, pero para lo que nos querés hacer no te votó nadie”.
Nadia: “Siempre están a favor de los que tienen más. Por eso la participación no es solamente votar. Está bueno lo de que el poder está en nosotros”. Y agrega algo inesperado, con esa seriedad que se tiene a los 17: “Esto hay que hacerlo por nosotros, y también por los más chicos, los que vienen atrás nuestro”.
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