CABA
Las traficantas
Las Reinas Chulas llegaron desde México para sacudir Buenos Aires con un show de humor, política y arte. Parodian a los narcocorridos que exaltan al tráfico de drogas, desnudan la trata y proponen una red que desafíe las mafias del poder.Ana Francis Mor, Nora Huerta, Cecilia Sotrés y Marisol Gasé son actrices mexicanas rebeldes, desobedientes, corajudas que conforman una compañía de teatro. Vinieron a nuestra tierra para presentar su espectáculo La Banda de las Recodas y desempolvar la realidad. Trajeron una propuesta: vendernos México. No hay un doble sentido acá. Hay miles.
Para llevar a cabo su proyecto decidieron vestirse de ironía. Salieron al escenario caracterizadas de “narcotraficantas” con puro escote, pollera corta, botas texanas a todo color. Pusieron sobre las tablas lo político y lo dispersaron: machismo por un lado, feminicidio por el otro; corrupción por allá y violencia por acá. Mezclaron lo trágico con lo irrisorio, lo ridículo con la comedia y lo convirtieron en un musical. Llegaron a una conclusión conocida y silenciada: “Existen canales desde México hasta Argentina –y viceversa– por los que transitan drogas y mujeres secuestradas. Esta información la tiene tanto el gobierno mexicano como el argentino. Pero ninguno hace nada”.
Cambio de lugar
Ana, Nora, Cecilia y Marisol me reciben en el camarín antes de comenzar su show en Argentina. Cuentan que se conocieron en la Universidad y luego comenzaron a hacer teatro-cabaret con quien consideran su maestro, Tito Vasconcelos. Nora, “la chaparrita” del grupo, explica el lugar desde el cual trabajan: “Teatro crítico y político, llevado a cabo por medio del humor negro, la sátira y la farsa. Nosotras lo utilizamos como herramienta para estar en casi cualquier escenario: desde un barrio pobre y marginal hasta en una reconocida sala”.
Hace 14 años dieron vida a Las Reinas Chulas, el proyecto que todavía las une. El nombre es una conjunción de dos piropos populares. En 2005 decidieron hacerse cargo de la administración del teatro-bar El Hábito, creado por la pareja conformada por la actriz y directora Jesusa Rodríguez y la pianista Liliana Felipe. Pero estas reinas redoblaron la apuesta y rebautizaron al espacio con el nombre El Vicio, acompañado por un slogan: “Resistencia Cultural y Creativa”.
“Consideramos que es muy importante decirle al público que el espacio depende de las personas que asisten; a la vez, ellos nos exigen mantener la dinámica participativa en los espectáculos. Se torna muy difícil, porque nosotras somos actrices, no empresarias”, dice Cecilia con su voz ronca y su belleza a cuestas.
Provocame
Con cuatro feministas que rompen la solemnidad. Se las puede ver en sus videos clips besándose y tocándose en plena vía pública para provocar la mirada de los mexicanos. O haciendo acciones callejeras, como la que realizó Ana el día que se vistió de Santa Rita Bendita, recorrió las calles del Distrito Federal y llegó hasta la puerta de la Casa de Gobierno exigiendo una respuesta al Presidente por los feminicidios perpetrados en aquel país.
Tienen canciones para todos los gustos: para las amas de casa, los presidentes, las primeras damas, los narcos. La letra de Hecho en México ronda sobre una idea: ¿Cómo hacer para morirse y pasar desapercibida? La respuesta la encuentran en las niñas trabajadoras de las maquilas, violadas y asesinadas. “Hablamos de los que nos duele. Pero lo volvemos humor”, define Marisol con su boca recién pintada y sus ojazos que brillan.
La alegría es revolucionaria
«La risa es maravillosa. Es un bisturí que te abre el alma y que te lleva a decir: ‘No sé qué me causa gracia’. Es que hoy en México, la política está definida por lo que llamamos el narco-gobierno. Para nosotras no hay manera de no hablar de eso”, dice Ana con la lucidez que conlleva animarse a abrir la boca y hacer algo.
Para decir lo que se le da la gana llamaron a su show La Banda de las Recodas, en alusión y como parodia a los grupos de música dedicados al género de los narcocorridos, que con sus canciones elogian las aventuras de los personajes relacionados con el narcotráfico. Como grafica la canción que entona el director musical del espectáculo: “Quiero que me entierren con la cabeza puesta”, haciendo alusión a los más de 94 mil muertos reconocidos por el gobierno.
Ana hace un poco de historia: “Comenzó con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México y Estados Unidos, allí cambiaron las formas de producción. Por un lado se instalaron las maquiladoras, principalmente en el norte del país, buscando mano de obra barata como son las mujeres, que ganan 4 dólares por día. Por el otro, hay un gran negocio generado por la trata de personas. Los mismos circuitos utilizados para contrabandear objetos, sirven para hacer circular mujeres. Es decir, cosifican todo”.
Recordemos que los últimos dos presidentes mexicanos lograron ganar las elecciones gracias al fraude. Antes fue Felipe Calderón, hoy es Enrique Peña Nieto. El presidente, electo en julio de este año, estrenará mandato el 1° de diciembre. Antes fue gobernador del Estado de México (que no es D.F., sino que se encuentra a una hora de la capital y la rodea). Estas reinas me cuentan que en ese Estado mexicano hay una política pública clara: está prohibido cualquier espectáculo que hable del maltrato hacia las mujeres. “La violencia de género está institucionalizada”.
Tejiendo redes
Estas cuatro cabareteras creen que la mejor manera de empezar a cambiar algo de la realidad que las agobia es generar complicidad con el otro. Aseguran que en los últimos diez años hubo una transformación de la sociedad mexicana. “Sucede que el proceso es lento porque el país es muy complejo y porque tenemos la desgracia de tener a Estados Unidos ahí arribita”. Les parece que mantener el vínculo con el otro, comenzando por el humor y convirtiéndolo en trinchera, es indipensable para que las personas puedan perder el miedo.
Todas y cada una de ellas se especializa en proyectos individuales que nutren su lugar en el activismo y alimentan su participación en Las Reinas Chulas.
Cecilia, por ejemplo, es la académica del grupo y lleva doce años generando compañías teatrales.
En tanto, Marisol lleva cuatro años con su programa de radio El Weso Informativo, donde escribe e interpreta personajes de la vida cotidiana y política, haciendo crítica, humor y cabaret.
Nora es actriz, productora y coguionista del programa de televisión Gregoria, la Cucaracha, producido por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Distrito Federal, Las Reinas Chulas, Canal 22 y Vanessa Bauche.
Por su parte, Ana Francis Mor escribe quincenalmente en la revista política Emeequis. Este semanario tiene una particularidad: se inició formando parte del diario El Universal, pero en julio de 2005, a raíz de un problema con la empresaria Marta Sahagún, esposa del entonces presidente Vicente Fox, los censuraron. La mayor parte de los editores, reporteros, columnistas, diseñadores y fotógrafos decidieron renunciar y reconviertieron la publicación en un ámbito multimedia. Ana comenzó a publicar allí su columna Manual de la buena lesbiana, que luego transformó en libro. Desde su lugar de escritora asegura que la tragedia lésbica radica en el tortuoso arte de vivir como heterosexual si sos lesbiana y de forzar situaciones a la que no pertenecés. Por eso, como dice Lydia Cacho, prologadora de su libro: “Ella no abrió el closet: lo dinamitó”.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


Artes
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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