#NiUnaMás
Teoría Mondongo. Todo lo que hay que hacer con el feminismo para enfrentar al fascismo
Post ley de aborto, post Ministerio, post pandemia, pos Encuentro Plurinacional: ¿qué (no) decimos cuando decimos feminismo, hoy? Miradas desde los territorios argentinos hasta Irán, repasando las principales imagenes, preguntas y experiencias que ya están cocinando nuevas prácticas, ante un enemigo urgente que nos sube al ring: la extrema derecha. ¿Cómo hacemos para pelearle? ¿Por qué el mondongo? Por Claudia Acuña y Anabella Arrascaeta.
1. Mientras escribimos esta nota estamos recibiendo decenas de videos que registran a las mujeres que se paran de a dos en las calles de Irán, con los brazos abiertos en cruz. Quienes pasan comprenden sin palabras qué significa ese gesto y aceptan esa invitación a desafiar en público las leyes del régimen. Están así protagonizando algo histórico: la revolución de los abrazos. Recordamos así que hace menos de un mes escribimos en las calles de Buenos Aires. “Al fascismo lo enfrentamos con abrazos”. Volvemos a escuchar, entonces, las palabras de las personas con quienes hablamos de los desafíos de esta época con esta sensibilidad y con esta emoción, y a la vez con esta convicción de que no es acá y que es ahora. No es solo en Argentina ni somos solo nosotras, pero es ya.
2. Hablamos, concretamente, de un problema político urgente y de un desafío que para decirlo rápido llamaremos “epistemológico”. Ponemos el dedo en esta brasa con la esperanza de debatir, sin eufemismos, aquello que nos interroga: ¿cómo enfrentar al fascismo en tiempos en los que la palabra “feminismo” se ha vaciado y no parece ya alcanzar para definir lo que necesitamos para defender lo conquistado y lograr todo aquello que debemos proteger, reparar y crear?
3. Al grano: la primera en señalarnos que el término “feminismo” se estaba quedando sin filo fue la teórica trans Marlene Wayar. Sigue ese hilo la artista Susy Shock: “No estamos diciendo que el feminismo se agotó, pero sí que cuando usamos la palabra “feminismo” ya estamos diciendo más cosas. Quizá necesitamos una nueva metáfora que incluya al feminismo, desde ya, pero que también lo proteja de las corrupciones teóricas y prácticas”.
4. Escuchamos, entonces, a mujeres que escuchan. Lo primero que notamos es la diversidad de términos que utilizan para referir a los mismo: “transfemismo” (Susana García, psicóloga), “feminismos” (Corina Milán, directora de escuela e integrante de la Asamblea No a la mina de Esquel; Edtih Garay del Movimiento de Empresas Recuperadas; Dolores, vicepresidenta del centro de Estudiantes del colegio Carlos Pellegrini), “perspectivas de género” en el desarrollo de líneas de trabajo institucionales (Larisa Kejval, directora de la Carrera de Comunicación de la UBA), e incluso quienes manifiestan que se reconocen en las prácticas más que en esas palabras.
5. “Para mí el feminismo es una postura, es una forma de vida, y hay muchas más feministas de las que se auto perciben. Cualquier mujer que pelea porque sus hijas tengan una oportunidad, una vida mejor, que defienda sus derechos, o que pelea para saber qué pasó con su hija o cualquier otra mujer, es feminista aunque no use esa palabra”, dirá Majo Bernal, delegada del sindicato de televisión SATSAID e integrante de la Comisión de Género de la Multisectorial Audiovisual. Otra señal: Dolores, vicepresidente del Centro de Estudiantes del Colegio Carlos Pellegrini: “Hasta hace dos semanas te decía que no sabía qué era el feminismo, me encontraba muy perdida, muy desencontrada con el movimiento. Por suerte fui al Encuentro Plurinacional de Mujeres y pude sentir que todo tenía un curso”.
6. La frase de Dolores suma un factor a analizar: los dos años sin en el Encuentro Nacional, la cita anual en la cual durante 35 años se ha bordado la trama que sostiene al movimiento. Su interrupción nos advierte uno de los temas sociales menos debatidos y más traumáticos para las relaciones sociales: la pandemia.
7. Larisa Keyval: “En este regreso a la presencialidad, volvimos a habitar la universidad este año, y una de las cosas que empezamos a detectar en múltiples espacios, por conversaciones con docentes y con estudiantes, es cierta dificultad, sobre todo en los más jóvenes, de construir lazos. Algunos indicadores: las aulas son más silenciosas, los pasillos un poco menos habitados. A propósito de esto hicimos un foro estudiantil para pensar, expectativas, experiencias, horizontes, de la transversalización de las perspectivas de género en la carrera, y surgieron dos cosas: por un lado no fue muy masivo como esperábamos, lo cual lo tomamos como dato y lo llevamos al propio foro para pensarlo conjuntamente con las y los estudiantes. ¿Por qué?, ¿Qué pasa?”
8. Sigue: “Y ahí apareció la segunda cuestión: lo que hay es mucho temor, mucha dificultad en la post pandemia para dialogar con el otro, con la otra, sobre todo en estudiantes de los primeros años; esto sumado a la fuerza individualiza te del neoliberalismo. Vemos esto en Sociales: la dificultad para procesar la diferencia social, el diálogo con la otra persona, que es la condición mínima para el debate, para procesar lo diferente. Intuimos, no tenemos la certeza, que está pasando en otros espacios sociales. Creo que no podemos pensar esto sin la pandemia y sin las consecuencias del aislamiento en los últimos años. Del encierro, probablemente, ha surgido un tipo de vinculación social muy mediado por la tecnología. Por supuesto, también hay un montón de estudiantes participando en las agrupaciones, pero nos estamos preocupando un poco más por aquellas y aquellos que no están cobijados en la dinámica de alguna organización estudiantil, que en Sociales tiene mucha presencia”.
9. Corina Milán: “Creo que estamos viviendo tiempos muy violentos, muy hostiles, peligrosos casi. El mundo está virando hacia la derecha, los discursos mediáticos, los discursos públicos se han tensionado mucho, y eso se nota en la interacción social y se nota mucho en la escuela. Quienes estamos al frente de instituciones escolares públicas trabajamos de cara a la comunidad, y todas las problemáticas sociales de las familias de la comunidad ingresan a la escuela, estallan en la escuela; y hay que abordarlas, acompañarlas, tramitarlas, gestionar todo tipo de ayudas. Mi termómetro es ese: desde antes de la pandemia -por lo menos en Chubut que es en donde vivimos, la crisis social, económica, política, es muy profunda- estamos estallando”.
10. Sigue: “La pandemia vino a profundizar los problemas y la post pandemia ni hablar: un tendal de vínculos sociales muy lesionados, un empobrecimiento general, lo cual genera un terreno fértil para que se habiliten discursos que parecen de otros tiempos y son una locura. Mucho mal humor social, mucha tensión, y la violencia que es estructural en nuestra sociedad está subida de tono y está muy filtrada en las interacciones sociales comunes y mínimas. De hecho uno de los grandes desafíos en la escuela es trabajar con eso, desmontando los discursos, las prácticas, los intercambios violentos que están a la orden del día, todo el tiempo atravesando nuestra vida personal y nuestra ida pública”.
11. Como toda época de naufragio estructural sobre el océano de la crisis flotan elementos de diferentes orígenes. La sensación de gobierno del caos quizá, es el resultado del desorden que produce la mezcla indiscriminada de urgencias de actualidad y ancestralidad. Corina Milán: “Lo que está pasando en nuestra Patagonia es el resultado de causas que nunca han sido resueltas, de grandes deudas históricas con los pueblos originarios, vinculadas con su reconocimiento cultural, de su identidad, con la resolución de planteos territoriales legítimos. Nunca se resuelve, nunca se termina de cumplir con la Constitución, con las leyes que protegen sus derechos, y pasan cosas como las que han pasado hace poco en Villa Mascardi: se demoniza a los pueblos originarios; las mujeres han sido especialmente atacadas en la última represión en Bariloche, presas, separadas de sus hijos, teniendo que parir en condiciones pésimas. Lo que ha ocurrido invita a reeditar los discursos del Nunca Más. Hoy por hoy se siguen viviendo atropellos a los derechos humanos, y las principales víctimas son las mujeres mapuches”.
12. Majo Bernal: “Lo que nos está amenazando, acechando, es un colonialismo recalcitrante. Hay un rebrote de enamoramiento de la mirada de los países centrales europeizantes que nos vuelve a poner en un lugar de colonia de pensamiento. Y hace que retornen estas ideas que habíamos pensado superadas. Por ahí en Europa se pueden considerar más fervientemente fascistas, pero acá son una pálida versión colonial de una derecha vernácula, bastante poco convincente, porque no es una derecha basada en una política real -que no me gusta ni comparto, aunque puedo descifrar el mundo que ven sus ojos- pero lo que nosotros tenemos son versiones bastante más berretas, que son ventajeras, que no tienen verdadero sustento sino que se van acomodando y respondiendo a las cosas que le molestan. Y una de las cosas que le molestan es el feminismo. Pero un feminismo que ellos se imaginan, y que no tiene nada que ver con lo que somos nosotras”.
13. Edith Garay: “Si me preguntás hoy cómo veo el fascismo y dónde lo veo una respuesta desde lo actual sería: cuando hablamos de Milei, cuando hablamos de Macri, cuando vemos en la tele a Viviana Canosa. Es una representación para mí de lo que es el fascismo hoy en nuestro país: una ultra derecha, que lo único que quiere es el no reconocimiento de los feminismos. Digo esto desde mi perspectiva y de lo que estuve hablando con mis compañeras ayer”.
14. Susana García: “En mi opinión el narcisismo es el gran mal de la época. Una forma de narcisismo escéptico que nos pone en un alto riesgo de seguir ciegamente a líderes fatales”.
15. Dolores: “Me gustaría más llamarlos por lo que son: partidos de derecha radicalizados, fenómenos sociales que se están produciendo en todo el mundo y que a nosotros nos repercuten. No sé si veo fascismo como tal porque creo que para llegar a ver el fascismo se necesita un aparato político de por medio que hoy esos sectores no están teniendo, por eso no veo el fascismo, pero si veo un avance de los sectores radicalizados de la derecha extremista en nuestro país. Pero ojo: no lo veo en las calles, lo veo más que nada en las redes sociales. Son movimientos que se caracterizan por estar en redes sociales. Aparecen masivamente en manifestaciones, en momentos críticos y polémicos, como durante el 2020 en las marchas anti cuarentena y antivacuna. Creo que la calle pertenece a otros sectores sociales que no son la derecha y sus aliados”.
16. Larisa analiza así el dilema actual: “Tenemos que definir si estamos en una situación en la que la palabra “feminismo” no interpela o si lo que hay es temor de juntarse, de organizarse, de salir. Lo que aparece en la conversación, como diagnóstico, es que por un lado no está habiendo una demanda articuladora tan potente como fue la del aborto legal, seguro y gratuito, y si bien en esa demanda los feminismos pusimos mucho más que el reclamo por la ley, me parece que sintetizó un montón de cuestiones de rechazo a la sociedad patriarcal, pero era una demanda clara y fuerte. Ahora un poco pasa lo que sucede con todos los procesos políticos, una vez que se institucionalizan en el marco jurídico, en el marco del Estado, aparecen otras luchas, pero ya no tienen esa potencia aglutinadora y las fuerzas se dispersan un poco. Creo que también había una cantidad de rechazo a las demandas feministas que no eran expresadas y el cuestionamiento tiene que ver con una equiparación “feminismo igual progresismo”, por lo tanto, carente de potencia política, de potencia transformadora.
17. La pregunta sigue siendo la de siempre: ¿qué hacer? Corina: “Hay que seguir dando esa batalla. Cuando trabajamos con las violencias que sufren las chicas en la escuela, las familias, todavía sigue siendo un desierto de abordajes, de gestiones, de políticas, del problema de qué hacemos con los varones violentos, cómo reeducamos, cómo cambiamos las cosas, para que se corte con este círculo de violencias y podamos pensar en otro tipo de vínculos. Esos son debates que, además, suelen tener posturas muy diferentes y muy radicalizadas en algunos grupos feministas. Por ahí la lucha contra esa violencia queda en repudiar, en escrachar, en tratar de borrar del mundo a los violentos, lo cual se comprende desde un lugar de solidaridad emocional, pero yo me veo en la obligación de hacerme esas preguntas como educadora, como responsable de una escuela pública, porque además muchas veces tengo que gestionar, buscar salidas, soluciones, metodologías de trabajo con estudiantes de distintos géneros que son víctimas de violencia, o que ejercen violencia. Hay desafíos por pensar, por trabajar. Todo el tiempo la sociedad está mandando mensajes de violencia de distintas maneras. El patriarcado sigue muy fuerte en términos culturales, reproduciendo prácticas machistas que abonan la violencia contra las mujeres y las disidencias, y vamos muy de atrás corriendo contra eso. Hay mucho por hacer a nivel educativo, político, justicia, a nivel leyes. Me hago estas preguntas, me las he hecho abordando casos. ¿Qué hacemos? Desde la escuela hacemos todo lo que podemos con las herramientas de la ESI, pero siguen faltando protocolos, políticas desde las distintas instituciones para realmente erradicar la violencia. Estamos luchando con un tenedor contra un gigante. Falta un montón de pensamiento de ideas, y de recursos”.
18. Edith: “La tarea es con todas, todos y todes adentro; es una sociedad que sea lo más justa posible. Lo más justa posible en el trabajo, lo más justa posible en cuanto es la remuneración de ese trabajo, en la paternidad y la maternidad compartida con los quehaceres de la casa y los roles de cuidado, y te hablo del cuidado de las niñeces y de adultos mayores. Por ahí lo que nos pasa es que ahora estamos re empoderadas, pero nos vamos a laburar y dejamos a los pibes con otras mujeres, y los padres de esas criaturas siguen en la misma. Las empresas recuperadas tenemos la posibilidad de ser el eslabón para demostrar que si otra economía es posible también otra forma de producción es posible. Tenemos una re tarea todavía para hacer”.
19. Majo: “Creo que nosotras estamos en una lucha en la que todo suma. No me gusta decir la palabra pelea, pero no encuentro una mejor. Estamos en una búsqueda, en un reclamo, en donde todas sumamos, y donde sumar la perspectiva de género es empezar a vernos con todas nuestras diferencias y eso es lo que nos va a hacer más fuertes”.
20. Susana: “Comprender a lo que llamamos “feminismo” como una fuerza de respeto y cuidado de las distintas formas de vida en su sentido más amplio. Ligado profundamente a la soberanía sanitaria, alimentaria, a la defensa de nuestros derechos y al compromiso en el cuidado de les más vulnerables. Respeto por la diversidad interior, en la comunidad, en el planeta, que más que habitarlo, somos. Con ausencia de fanatismos y actitud de pensamiento crítico: me pregunto, reflexiono, cuestiono. Elijo dónde quiero estar, con quién, resistiendo el dejarme arrastrar por la corriente. Una actitud de cuidado, respeto, escucha profunda de otres y de mi propia voz. Empoderarnos sin pisar a nadie, en la alegría del poder compartido. Cada une desde su lugar sosteniendo la trama, A ver si estamos a tiempo de reparar”.
21. Dolores: “El feminismo se tiene que encargar primero de cuidar sus intereses, de pelear por reformas transfeministas, encontrar objetivos claros, y ocuparse particularmente de que los derechos obtenidos no sean quitados y los que faltan conquistar se conquisten en las calles: creo que el feminismo puede hacer propia la calle cuando nosotras querramos. La disputa al fascismo es en las calles”.
24. Será, por último, Susy Shock quien nos recuerde que en un encuentro en el que se hartó de que traten de evangelizarla sobre género, decidió refugiarse en el taller para infancias que transcurría en el patio. Jugaban a crear un mundo nuevo y estaban imaginando qué cosas habría que llevar para hacerlo hermoso y divertido. La ronda fue girando y tirando palabras, hasta que una nena sorprendió con su pedido: “Mondongo”. La cara de asco recorrió al grupo, que comenzó a cuestionar si aquel mundo a crear debería incluir eso que sólo ella quería. Fue entonces cuando un niño nos dijo: “Si a ella le gusta tenemos que llevarlo”. Susy dirá que encontró así lo que necesitamos para darle la potencia que requieren estos tiempos a lo que por ahora llamamos feminismo.
23. Continuará…
El colectivo boliviano Mujeres Creando presenta el diplomado de «De quienes luchan para quienes luchan» sobre Epistemología Feminista.
Con auspicio de la Universidad de México, comienza a principios de 2023 y tiene cupos limitados. Postulate hasta el 30 de noviembre en dequieneslucha@gmail.com
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Conmovedora acción contra los femicidios en el estadio Maradona
Todas las luces del Estadio Diego Armando Maradona se apagaron. Minutos antes del partido de Argentinos Juniors contra Barracas Central, solo se encendió un reflector: el que iluminaba las butacas de la platea Francis Cornejo. Cada una de las butacas con un nombre.
Tamara
Vanesa
Sheila
Abril
Rocio
Elena
Ana
Los nombres en las butacas del estadio de Argentinos Juniors. Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
Aquí se puede ver la imagen de cómo fue ese momento.
Fue el modo que se utilizó para mostrar los 277 nombres de víctimas de femicidios y travesticidios en lo que va de este año hasta hoy: 25 de noviembre, Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer.
En la oscuridad absoluta la voz del estadio dijo desde todos los parlantes: “Esas butacas vacías, cada una con el nombre de una víctima de femicidio, son un recordatorio doloroso: en lo que va del año 277 mujeres han sido asesinadas por el solo hecho de ser mujer. No son solo cifras, son historias, son ausencias”.
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
Y un aplauso conmovedor y sincero inundó todo el estadio.
La acción fue impulsada por Secretaría de Género de Argentinos Juniors junto al Observatorio Lucía Pérez para visibilizar la violencia machista en nuestro país.
Las integrantes de la Secretaría de Géneros de Argentinos Juniors y del Observatorio Lucía Pérez. Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
“La idea fue dejar un espacio vacío de la tribuna con los nombres de las mujeres asesinadas durante este año, y mostrar así la falta, que ellas hoy no están pudiendo venir a la cancha. Tomamos el mensaje del Observatorio: no son solo cifras, sino que detrás de cada uno de estos nombres , hay una historia”, dice a lavaca Mariel Alonso en la previa al partido mientras se repartían volantes con la invitación a visitar la web de la Secretaría del club y conocer la acción que se estaba por llevar a cabo.
Las camisetas de los jugadores adaptadas para el evento programado por la Secretaría de Géneros del club. Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
Las butacas vacías se iluminaron luego de la entrada en calor de los jugadores, que minutos después salieron a la cancha con un parche en la camiseta oficial que dice 25N, en homenaje a este día. Los suplentes salieron al campo con una remera especialmente diseñada para hoy que en la espalda tenía un dibujo que entre mujeres y banderas dejaba ver dos mensajes: “25N” y “Rompamos el silencio”.
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
“Hacer estas acciones en un club es fundamental”, explica Vanina Sánchez, secretaria de Géneros de la Asociación Atlética Argentinos Juniors. “Los clubes de fútbol no son solamente de fútbol, son también espacios donde las mujeres y los hombres venimos a pasarla bien, a alentar por nuestros colores, y son lugares donde estas batallas hay que darlas. Es súper importante que como institución deportiva podamos dar un mensaje: el de que es importante involucrarnos, defender nuestros derechos, y pedir también justicia por todas las mujeres que ya no están”.
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
El Observatorio Lucía Pérez, que lleva el nombre de la joven asesinada en Mar del Plata, es una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca con el objetivo de generar el primer padrón autogestionado y público de femicidios y travesticidios de Argentina. Toda la información está disponible y es de libre acceso con el objetivo de que aporte así a encontrar una solución frente a la violencia. Toda la info se puede ver acá: https://observatorioluciaperez.org/
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
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No son cifras
La cifra de violencia contra las mujeres registró un nuevo salto: 277 femicidios y travesticidios se produjeron hasta hoy, 25 de noviembre, Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer, según la información del Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestionado sobre violencia patriarcal. Por esa razón la Secretaría de Género de la Asociación Atlética Argentinos Juniors impulsa junto al Observatorio una acción para visibilizar la violencia machista en nuestro país. Esta noche Argentinos juega a las 21.15 en su estadio Diego Armando Maradona contra Barracas Central.
Se dejarán 277 butacas vacías de una de las tribunas para poner el foco así en todas las mujeres que nos faltan. Además los jugadores saldrán a la cancha con un parche en su camiseta que recuerda la importancia de seguir reclamando por el fin de estos crímenes.
La investigación cotidiana del Observatorio Lucía Pérez elevó el registro de femicidios y travesticidios en lo que va del año a 277 hasta hoy, 25 de noviembre, Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer. Además, a raíz de esos crímenes, quedaron 161 huérfanxs. Como respuesta hubo 288 marchas y movilizaciones en búsqueda de justicia.
El Observatorio Lucía Pérez, que lleva el nombre de la joven asesinada en Mar del Plata en 2016, es una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca con el objetivo de generar el primer padrón autogestionado y público de femicidios y travesticidios de Argentina.
Mediante una docena de padrones que se actualizan diaria y mensualmente se construye una cartografía de la violencia y la descripción de cómo opera el Poder Judicial, la policía y las pocas medidas de protección con la que cuentan las víctimas antes de ser asesinadas.
De los 277 femicidios y travesticidios:
- 25 habían realizado denuncias previamente.
- 70 de ellas tenían hijxs, lo que provoca la cifra de 161 huérfanxs. En muchos casos sus hijxs presenciaron el crimen, como en el femicidio de Rosa Vanesa Mamani Vargas, asesinada el primer día del año; o el de Ramona Isabel Morínigo, asesinada en febrero frente a su hijo de 15 años; o el de Analía Celeste Oliva, cuyos hijos de 11 y 15 años fueron quienes encontraron el cuerpo.
- Tres de ellas estaban embarazadas.
- 30 estuvieron desaparecidas antes de confirmarse que habían sido asesinadas.
- 24 eran menores de edad.
Cada una de ellas no es una cifra, son madres, hijas, hermanas, vecinas, amigas, compañeras, hinchas por las que pedir justicia.
Por eso que en este día la Secretaría de Género de Argentinos Juniors impulsa junto al Observatorio Lucía Pérez una acción para visibilizar la violencia machista en nuestro país. Esta noche, en el partido contra Barracas Central, se dejarán 277 butacas vacías de una de las plateas para poner el foco así en todas las que nos faltan. Además los jugadores saldrán a la cancha con un parche en su camiseta que recuerda la importancia de seguir reclamando por el fin de estos crímenes.
Toda la información generada por el Observatorio Lucía Pérez está disponible y es de libre acceso con el deseo de que aporte así a encontrar una solución frente a la violencia. Se puede ver acá: https://observatorioluciaperez.org/
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Jury a los jueces Gómez Urso y Viñas: sin culpa y con cargo
Absolvieron a los jueces responsables del fallo del primer juicio (2018) por el femicidio de Lucía Pérez, que fue luego anulado por el Tribunal de Casación por la falta de perspectiva de género y la re victimización de Lucía (16 años) y obligó a un segundo juicio realizado en 2023. Ese nuevo proceso, con otros magistrados, sí condenó por el femicidio ocurrido en octubre de 2016 a Matías Farías y Juan Pablo Offidani, quienes además vendían droga en la puerta de la escuela a la que concurría Lucía. Detalles de lo ocurrido hoy y la voz de Guillermo Pérez, el padre de la víctima: “Mensaje más mafioso que este no se me ocurre”.
Por Anabella Arrascaeta
Terminó hoy el juicio político a los jueces Facundo Gómez Urso y Pablo Viñas quienes fueron absueltos de la acusación de “negligencia, incumplimiento de deberes inherentes del cargo y parcialidad manifiesta” por su actuación en el primer juicio por el femicidio de Lucía Pérez. En esa oportunidad ambos –junto al juez Aldo Carnevale que evitó el proceso al jubilarse anticipadamente– firmaron un fallo vergonzoso en 2018 que, en resumen, victimizó a Lucía de su propio femicidio, y absolvió a los acusados. Esa sentencia fue anulada por el Tribunal de Casación, que ordenó un nuevo juicio realizado en 2023 en el que finalmente se condenó a los autores del femicidio.
La llegada a este jury (más allá de su resultado) sienta un precedente histórico sobre el control social y político al Poder Judicial.
El Tribunal que analizó el caso fue encabezado por el presidente de la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Soria, y conformado por integrantes del Poder Legislativo.
No hubo audiencia sino un comunicado leído por el secretario del jury Ulises Giménez de modo virtual, y en contacto con las partes.
La familia de Lucía Pérez tuvo que ver la lectura de la sentencia por YouTube, al igual que los abogados de la querella. No se difundieron tampoco los fundamentos, que se darán a conocer mañana y se enviarán por mail a las partes.
Solo se informó la decisión unánime de absolver a los jueces y de solicitar a su vez a la Suprema Corte “la posibilidad de optimizar la capacitación en materia de género”.
El voto de absolución incluye al propio Daniel Soria y a los legisladores:
- Senador Gustavo Soos (Unión por la Patria).
- Senadora Gabriela Demaría (Unión por la Patria).
- Diputada Maite Milagros Alvado (Unión por la Patria).
- Senador Ariel Martínez Bordaisco (UCR).
- Diputada Susana Haydee González (Unión por la Patria).
Hacia el final, antes de que desconectaran la transmisión, la ex diputada Araceli Ferreyra, una de las impulsoras del juicio político, hizo oír su voz de repudio: “Lucía Pérez, presente, ahora y siempre”.
La familia: “Mensaje mafioso”
Guillermo Pérez, el padre de Lucía, habló desde Mar del Plata con lavaca:
Su primera reflexión: “Estamos asumiendo el cachetazo. Esto no es un mensaje para nosotros, es para la sociedad. Lo veo así. Ahora vamos a aclarar la cabeza, apagar los celulares, intentar dormir un poco. Todavía no hablamos con nuestro abogado”.
Sobre la absolución: “Pienso que los legisladores tienen que pagar el precio político. Los legisladores tanto como el presidente de la Corte estuvieron cuando a los jueces se los suspendió, ahí también fue por unanimidad, y ahora dicen otra cosa. Todavía no sabemos los fundamentos. Pero mensaje más mafioso que este, no se me ocurre”.
La contradicción: “Los legisladores tienen que pagar un costo. ¿Qué tengo que hacer, ir a verlo a Milei? ¿Qué tenemos que hacer? Es una contradicción este fallo, dice que tienen que hacer capacitación sobre violencia y los absuelven. Todavía no alcanzo a entender, quisiera saber los fundamentos de la sentencia”.
Otra reflexión: “Podemos tomar la sentencia, pero políticamente todo tiene un costo porque traicionaron a una sociedad. No nos traicionaron solo a nosotros. Ahora ¿quién les va a creer?”
El fallo
El fallo se dictó de manera virtual –dado que hoy se conmemora aniversario de la ciudad de La Plata y se dispuso asueto administrativo– y se siguió colectivamente en distintos puntos de Mar del Plata, La Plata, y CABA.
La familia de Lucía escuchó la sentencia rodeada de quienes la acompañan en la búsqueda de justicia en La Casa de Lucía, un espacio de encuentro y aprendizaje destinado a prevenir las violencias.
El fallo se dio a conocer un día antes de que se cumplan 35 años de la Convención sobre los Derechos de los Niños, y a menos de una semana del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
“Narcofemicidio“
El jury había comenzado el pasado lunes 11 de noviembre (https://lavaca.org/ni-una-mas/lucia-perez-asi-comenzo-el-juicio-politico-a-los-jueces-que-buscaron-dejar-impune-el-femicidio/).
Durante dos días hubo audiencias presenciales en el salón “Nunca Más” del Senado bonaerense donde desfilaron testigos convocados tanto por la acusación como por la defensa.
Los primeros argumentaron sobre el mal desempeño de los jueces Gómez Urso y Viñas, detallando momentos del juicio en los que atacaron a la familia y a sus testigos, así como los extractos del fallo que, según el representante del Ministerio Público Fiscal, Marcelo Lapargo, “desobedecieron leyes y normativas nacional e internacionales”.
Expusieron también Guillermo Pérez y Marta Montero, los padres de Lucía, quienes describieron el calvario en el que convirtió su vida tras la muerte de su hija y también tras la primera sentencia: “El primer juicio fue una tortura”, resumió Guillermo. Luego declaró Matías Pérez, hermano de Lucía, quien dijo con lágrimas en los ojos: “Lo único que sigo viendo es como se nos sigue pasando la vida pidiendo justicia”.
Luego fue el turno de Gustavo Melmann, papá de Natalia, asesinada, violada y torturada cuando era una niña de 14 años; María Elena Naddeo, ex presidenta del Consejo de los Derechos de lxs Niñxs; Laureana Malacalza que en el momento del juicio era Coordinadora del Observatorio de Género de la Defensoría de la Provincia de Buenos Aires; Natalia Gauna que en el momento del juicio trabajaba en la Defensoría y fue veedora de todas las audiencias; Fernando Fernández y Alejandro Agote, ambos trabajadores judiciales de Mar del Plata.
En esta crónica, la descripción de sus aportes e intervenciones en el jury: https://lavaca.org/ni-una-mas/lucia-perez-asi-comenzo-el-juicio-politico-a-los-jueces-que-buscaron-dejar-impune-el-femicidio/
Flavia Delmas, ex Secretaria de Políticas contra las Violencias por Razones de Género de la Provincia de Buenos Aires, sintetizó en una nota su responsabilidad en el proceso: “Estos jueces, Viñas y Gómez Urso, tuvieron que discernir qué había sucedido entre una niña adolescente de 16 años, estudiante secundaria, y dos personas mayores –uno de 23 años y otro de 41 años– que vendían estupefacientes en la puerta de su escuela. Es decir, dos hombres pertenecientes a una banda criminal que buscaba captar niñas adolescentes para el consumo. La invisibilidad de lo evidente, el afán de extirpar las jerarquías y los estatus que se desplegaron en esas apenas 24 horas previas al femicidio, es una de las principales operaciones de poder que se han producido en el juicio acontecido en Mar del Plata en 2018. Sin lugar a dudas este caso es paradigmático ya que devela un tipo de femicidios que nada tienen que ver con los más extendidos en nuestro país: los de violencia doméstica. Esto implicaba un desafío para los jueces: producir la distinción de un fenómeno creciente, que es el NARCO FEMICIDIO”. Y concluyó: “Ante este desafío, los jueces acusados en el jury tomaron el atajo corto: culpar a la víctima”.
Por su parte, la defensa convocó a tres abogados: al ex abogado de la familia de Lucía, al abogado Esteban Viñas, primo de uno de los jueces imputados e integrante de la Red de Jueces Penales; y a la abogada de Matías Farías, condenado por el femicidio de Lucía Pérez.
El proceso
El jury político que culminó hoy representa un hito de cómo luchar frente a las injusticias. La familia de Lucía Pérez, tras su femicidio, logró la anulación del primer juicio (2018) y realizar un nuevo proceso a cargo de otro Tribunal, en el que Matías Farías fue condenado a cadena perpetua por el femicidio y Juan Pablo Offidani a 15 años de prisión, considerado “partícipe secundario”. Este fallo contrastaba con el primero, que los había condenado solo a 8 años de prisión por la venta de drogas en la puerta de la escuela a la que concurría Lucía.
En el segundo juicio, llevado a cabo en 2023, los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone determinaron por unanimidad que estaba acreditado el abuso sexual con acceso carnal agravado por el suministro de estupefacientes del que fue víctima Lucía Pérez. Y en el fallo ponderaron a su vez su doble rol de víctima mujer y niña amparado por normativa internacional y nacional y por los parámetros de perspectiva de género.
Nada de esto había sido considerado en el primer juicio. Por eso, el 22 de mayo de 2019 en la Cámara de Diputados de la Nación se anunció la presentación del pedido de destitución a los jueces del Tribunal en lo Criminal N°1 de Mar del Plata: Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale, quien finalmente pidió la jubilación anticipada.
Dos años más tarde, en abril de 2021, la Comisión Bicameral de Normas de Procedimiento para el Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios bonaerenses resolvió acusar a los jueces Viñas y Gómez Urso por “negligencia, incumplimiento de deberes inherentes del cargo y parcialidad manifiesta”. Desde ese momento fueron preventivamente destituidos y dejaron de cobrar el 40% de sus honorarios.
En paralelo, la Corte Suprema bonaerense aprobó este mismo año una Guía Práctica para que jueces y juezas apliquen la perspectiva de género que justamente cita ese fallo. La guía señala: “La estereotipación debe ser desarticulada” porque “trae como consecuencia la negación de un derecho, la imposición de una carga mayor o degradación, provocando de ese modo la perpetuación de prácticas que entrañan violencia y discriminación desde el Poder Judicial, pudiendo caer en violencia institucional”.
Los argumentos para la destitución de los jueces eran varios. Por parte del Ministerio Público Fiscal, el fiscal Marcelo Lapargo sostuvo en su pedido de destitución: “Si en vez de discriminar por la conducta sexual previa de Lucía, lo hubieran hecho porque Lucía era negra, judía o evangélica, estaría clarísimo, no estaríamos ni discutiendo. El tema es que la conducta sexual parece algo en lo que estamos autorizados a meternos (…) Discriminar no es un hecho menor. Discriminar a una niña, a una menor de edad, no es un hecho menor. Tratar de entender que su valía se ser amparada por las leyes se define por los hallazgos de una autopsia, no es un hecho menor”. Y dijo después a modo de conclusión: “En definitiva los magistrados causaron una grave ofensa a la familia y un grave desprestigio al poder judicial”.
Nada de esto fue tenido en cuenta para la absolución de hoy, que además reintegra a ambos jueces a sus cargos y les restituye la totalidad de sus salarios.
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