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Teoría Mondongo. Todo lo que hay que hacer con el feminismo para enfrentar al fascismo

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Post ley de aborto, post Ministerio, post pandemia, pos Encuentro Plurinacional: ¿qué (no) decimos cuando decimos feminismo, hoy? Miradas desde los territorios argentinos hasta Irán, repasando las principales imagenes, preguntas y experiencias que ya están cocinando nuevas prácticas, ante un enemigo urgente que nos sube al ring: la extrema derecha. ¿Cómo hacemos para pelearle? ¿Por qué el mondongo? Por Claudia Acuña y Anabella Arrascaeta.

1. Mientras escribimos esta nota estamos recibiendo decenas de videos que registran a las  mujeres que se paran de a dos en las calles de Irán, con los brazos abiertos en cruz. Quienes pasan comprenden sin palabras qué significa ese gesto y aceptan esa invitación a desafiar en público las leyes del régimen. Están así protagonizando algo histórico: la revolución de los abrazos. Recordamos así que hace menos de un mes escribimos en las calles de Buenos Aires. “Al fascismo lo enfrentamos con abrazos”. Volvemos a escuchar, entonces, las palabras de las personas con quienes hablamos de los desafíos de esta época con esta sensibilidad y con esta emoción, y a la vez con esta convicción de que no es acá y que es ahora. No es solo en Argentina ni somos solo nosotras, pero es ya.

2. Hablamos, concretamente, de un problema político urgente y de un desafío que para decirlo rápido llamaremos “epistemológico”. Ponemos el dedo en esta brasa con la esperanza de debatir, sin eufemismos, aquello que nos interroga: ¿cómo enfrentar al fascismo en tiempos en los que la palabra “feminismo” se ha vaciado y no parece ya alcanzar para definir lo que necesitamos para defender lo conquistado y lograr todo aquello que debemos proteger, reparar y crear?  

3. Al grano: la primera en señalarnos que el término “feminismo” se estaba quedando sin filo fue la teórica trans Marlene Wayar. Sigue ese hilo la artista Susy Shock: “No estamos diciendo que el feminismo se agotó, pero sí que cuando usamos la palabra “feminismo” ya estamos diciendo más cosas. Quizá necesitamos una nueva metáfora que incluya al feminismo, desde ya, pero que también lo proteja de las corrupciones teóricas y prácticas”.

4. Escuchamos, entonces, a mujeres que escuchan. Lo primero que notamos es la diversidad de términos que utilizan para referir a los mismo: “transfemismo” (Susana García, psicóloga), “feminismos” (Corina Milán, directora de escuela e integrante de la Asamblea No a la mina de Esquel;  Edtih Garay del Movimiento de Empresas Recuperadas; Dolores, vicepresidenta del centro de Estudiantes del colegio Carlos Pellegrini), “perspectivas de género” en el desarrollo de líneas de trabajo institucionales (Larisa Kejval, directora de la Carrera de Comunicación de la UBA), e incluso quienes manifiestan que se reconocen en las prácticas más que en esas palabras. 

5. “Para mí el feminismo es una postura, es una forma de vida, y hay muchas más feministas de las que se auto perciben. Cualquier mujer que pelea porque sus hijas tengan una oportunidad, una vida mejor, que defienda sus derechos, o que pelea para saber qué pasó con su hija o cualquier otra mujer, es feminista aunque no use esa palabra”, dirá Majo Bernal, delegada del sindicato de televisión SATSAID e integrante de la Comisión de Género de la Multisectorial Audiovisual. Otra señal: Dolores, vicepresidente del Centro de Estudiantes del Colegio Carlos Pellegrini: “Hasta hace dos semanas te decía que no sabía qué era el feminismo, me encontraba muy perdida, muy desencontrada con el movimiento. Por suerte fui al Encuentro Plurinacional de Mujeres y pude sentir que todo tenía un curso”.

6. La frase de Dolores suma un factor a analizar: los dos años sin en el Encuentro Nacional, la cita anual en la cual durante 35 años se ha bordado la trama que sostiene al movimiento. Su interrupción nos advierte uno de los temas sociales menos debatidos y más traumáticos para las relaciones sociales: la pandemia.

7. Larisa Keyval: “En este regreso a la presencialidad, volvimos a habitar la universidad este año, y una de las cosas que empezamos a detectar en múltiples espacios, por conversaciones con docentes y con estudiantes, es cierta dificultad, sobre todo en los más jóvenes, de construir lazos. Algunos indicadores: las aulas son más silenciosas, los pasillos un poco menos habitados. A propósito de esto hicimos un foro estudiantil para pensar, expectativas, experiencias, horizontes, de la transversalización de las perspectivas de género en la carrera, y surgieron dos cosas: por un lado no fue muy masivo como esperábamos, lo cual lo tomamos como dato y lo llevamos al propio foro para pensarlo conjuntamente con las y los estudiantes. ¿Por qué?, ¿Qué pasa?”

8. Sigue: “Y ahí apareció la segunda cuestión: lo que hay es mucho temor, mucha dificultad en la post pandemia para dialogar con el otro, con la otra, sobre todo en estudiantes de los primeros años; esto sumado a la fuerza individualiza te del neoliberalismo. Vemos esto en Sociales: la dificultad para procesar la diferencia social, el diálogo con la otra persona, que es la condición mínima para el debate, para procesar lo diferente. Intuimos, no tenemos la certeza, que está pasando en otros espacios sociales. Creo que no podemos pensar esto sin la pandemia y sin las consecuencias del aislamiento en los últimos años. Del encierro, probablemente, ha surgido un tipo de vinculación social muy mediado por la tecnología. Por supuesto, también hay un montón de estudiantes participando en las agrupaciones, pero nos estamos preocupando un poco más por aquellas y aquellos que no están cobijados en la dinámica de alguna organización estudiantil, que en Sociales tiene mucha presencia”. 

9. Corina Milán: “Creo que estamos viviendo tiempos muy violentos, muy hostiles, peligrosos casi. El mundo está virando hacia la derecha, los discursos mediáticos, los discursos públicos se han tensionado mucho, y eso se nota en la interacción social y se nota mucho en la escuela. Quienes estamos al frente de instituciones escolares públicas trabajamos de cara a la comunidad, y todas las problemáticas sociales de las familias de la comunidad ingresan a la escuela, estallan en la escuela; y hay que abordarlas, acompañarlas, tramitarlas, gestionar todo tipo de ayudas. Mi termómetro es ese: desde antes de la pandemia -por lo menos en Chubut que es en donde vivimos, la crisis social, económica, política, es muy profunda- estamos estallando”.

10. Sigue: “La pandemia vino a profundizar los problemas y la post pandemia ni hablar: un tendal de vínculos sociales muy lesionados, un empobrecimiento general, lo cual genera un terreno fértil para que se habiliten discursos que parecen de otros tiempos y son una locura. Mucho mal humor social, mucha tensión, y la violencia que es estructural en nuestra sociedad está subida de tono y está muy filtrada en las interacciones sociales comunes y mínimas. De hecho uno de los grandes desafíos en la escuela es trabajar con eso, desmontando los discursos, las prácticas, los intercambios violentos que están a la orden del día, todo el tiempo atravesando nuestra vida personal y nuestra ida pública”.

11. Como toda época de naufragio estructural sobre el océano de la crisis flotan elementos de diferentes orígenes. La sensación de gobierno del caos quizá, es el resultado del desorden que produce la mezcla indiscriminada de urgencias de actualidad y ancestralidad. Corina Milán: “Lo que está pasando en nuestra Patagonia es el resultado de causas que nunca han sido resueltas, de grandes deudas históricas con los pueblos originarios, vinculadas con su reconocimiento cultural, de su identidad, con la resolución de planteos territoriales legítimos. Nunca se resuelve, nunca se termina de cumplir con la Constitución, con las leyes que protegen sus derechos, y pasan cosas como las que han pasado hace poco en Villa Mascardi: se demoniza a los pueblos originarios; las mujeres han sido especialmente atacadas en la última represión en Bariloche, presas, separadas de sus hijos, teniendo que parir en condiciones pésimas. Lo que ha ocurrido invita a reeditar los discursos del Nunca Más. Hoy por hoy se siguen viviendo atropellos a los derechos humanos, y las principales víctimas son las mujeres mapuches”. 

12. Majo Bernal: “Lo que nos está amenazando, acechando, es un colonialismo recalcitrante. Hay un rebrote de enamoramiento de la mirada de los países centrales europeizantes que nos vuelve a poner en un lugar de colonia de pensamiento. Y hace que retornen estas ideas que habíamos pensado superadas. Por ahí en Europa se pueden considerar más fervientemente fascistas, pero acá son una pálida versión colonial de una derecha vernácula, bastante poco convincente, porque no es una derecha basada en una política real -que no me gusta ni comparto, aunque puedo descifrar el mundo que ven sus ojos- pero lo que nosotros tenemos son versiones bastante más berretas, que son ventajeras, que no tienen verdadero sustento sino que se van acomodando y respondiendo a las cosas que le molestan. Y una de las cosas que le molestan es el feminismo. Pero un feminismo que ellos se imaginan, y que no tiene nada que ver con lo que somos nosotras”. 

13. Edith Garay: “Si me preguntás hoy cómo veo el fascismo y dónde lo veo una respuesta desde lo actual sería: cuando hablamos de Milei, cuando hablamos de Macri, cuando vemos en la tele a Viviana Canosa. Es una representación para mí de lo que es el fascismo hoy en nuestro país: una ultra derecha, que lo único que quiere es el no reconocimiento de los feminismos. Digo esto desde mi perspectiva y de lo que estuve hablando con mis compañeras ayer”. 

14. Susana García: “En mi opinión el narcisismo es el gran mal de la época. Una forma de narcisismo escéptico que nos pone en un alto riesgo de seguir ciegamente a líderes fatales”.

15. Dolores: “Me gustaría más llamarlos por lo que son: partidos de derecha radicalizados, fenómenos sociales que se están produciendo en todo el mundo y que a nosotros nos repercuten. No sé si veo fascismo como tal porque creo que para llegar a ver el fascismo se necesita un aparato político de por medio que hoy esos sectores no están teniendo, por eso no veo el fascismo, pero si veo un avance de los sectores radicalizados de la derecha extremista en nuestro país. Pero ojo: no lo veo en las calles, lo veo más que nada en las redes sociales. Son movimientos que se caracterizan por estar en redes sociales. Aparecen masivamente en manifestaciones, en momentos críticos y polémicos, como durante el 2020 en las marchas anti cuarentena y antivacuna. Creo que la calle pertenece a otros sectores sociales que no son la derecha y sus aliados”. 

16. Larisa analiza así el dilema actual: “Tenemos que definir si estamos en una situación en la que la palabra “feminismo” no interpela o si lo que hay es temor de juntarse, de organizarse, de salir. Lo que aparece en la conversación, como diagnóstico, es que por un lado no está habiendo una demanda articuladora tan potente como fue la del aborto legal, seguro y gratuito, y si bien en esa demanda los feminismos pusimos mucho más que el reclamo por la ley, me parece que sintetizó un montón de cuestiones de rechazo a la sociedad patriarcal, pero era una demanda clara y fuerte. Ahora un poco pasa lo que sucede con todos los procesos políticos, una vez que se institucionalizan en el marco jurídico, en el marco del Estado, aparecen otras luchas, pero ya no tienen esa potencia aglutinadora y las fuerzas se dispersan un poco. Creo que también había una cantidad de rechazo a las demandas feministas que no eran expresadas y el cuestionamiento tiene que ver con una equiparación “feminismo igual progresismo”, por lo tanto, carente de potencia política, de potencia transformadora. 

17. La pregunta sigue siendo la de siempre: ¿qué hacer? Corina: “Hay que seguir dando esa batalla. Cuando trabajamos con las violencias que sufren las chicas en la escuela, las familias, todavía sigue siendo un desierto de abordajes, de gestiones, de políticas, del problema de qué hacemos con los varones violentos, cómo reeducamos, cómo cambiamos las cosas, para que se corte con este círculo de violencias y podamos pensar en otro tipo de vínculos. Esos son debates que, además, suelen tener posturas muy diferentes y muy radicalizadas en algunos grupos feministas. Por ahí la lucha contra esa violencia queda en repudiar, en escrachar, en tratar de borrar del mundo a los violentos, lo cual se comprende desde un lugar de solidaridad emocional, pero yo me veo en la obligación de hacerme esas preguntas como educadora, como responsable de una escuela pública, porque además muchas veces tengo que gestionar, buscar salidas, soluciones, metodologías de trabajo con estudiantes de distintos géneros que son víctimas de violencia, o que  ejercen violencia. Hay desafíos por pensar, por trabajar. Todo el tiempo la sociedad está mandando mensajes de violencia de distintas maneras. El patriarcado sigue muy fuerte en términos culturales, reproduciendo prácticas machistas que abonan la violencia contra las mujeres y las disidencias, y vamos muy de atrás corriendo contra eso. Hay mucho por hacer a nivel educativo, político, justicia, a nivel leyes.  Me hago estas preguntas, me las he hecho abordando casos. ¿Qué hacemos? Desde la escuela hacemos todo lo que podemos con las herramientas de la ESI, pero siguen faltando protocolos, políticas desde las distintas instituciones para realmente erradicar la violencia. Estamos luchando con un tenedor contra un gigante. Falta un montón de pensamiento de ideas, y de recursos”. 

18. Edith: “La tarea es con todas, todos y todes adentro; es una sociedad que sea lo más justa posible. Lo más justa posible en el trabajo, lo más justa posible en cuanto es la remuneración de ese trabajo, en la paternidad y la maternidad compartida con los quehaceres de la casa y  los roles de cuidado, y te hablo del cuidado de las niñeces y de adultos mayores. Por ahí lo que nos pasa es que ahora estamos re empoderadas, pero nos vamos a laburar y dejamos a los pibes con otras mujeres, y los padres de esas criaturas siguen en la misma. Las empresas recuperadas tenemos la posibilidad de ser el eslabón para demostrar que si otra economía es posible también otra forma de producción es posible. Tenemos una re tarea todavía para hacer”. 

19. Majo: “Creo que nosotras estamos en una lucha en la que todo suma. No me gusta decir la palabra pelea, pero no encuentro una mejor. Estamos en una búsqueda, en un reclamo, en donde todas sumamos, y donde sumar la perspectiva de género es empezar a vernos con todas nuestras diferencias y eso es lo que nos va a hacer más fuertes”.  

20. Susana: “Comprender a lo que llamamos “feminismo” como una fuerza de respeto y cuidado de las distintas formas de vida en su sentido más amplio. Ligado profundamente a la soberanía sanitaria, alimentaria, a la defensa de nuestros derechos y al compromiso en el cuidado de les más vulnerables. Respeto por la diversidad interior, en la comunidad, en el planeta, que más que habitarlo, somos. Con ausencia de fanatismos y actitud de pensamiento crítico: me pregunto, reflexiono, cuestiono. Elijo dónde quiero estar, con quién, resistiendo el dejarme arrastrar por la corriente. Una actitud de cuidado, respeto, escucha profunda de otres y de mi propia voz. Empoderarnos sin pisar a nadie, en la alegría del poder compartido. Cada une desde su lugar sosteniendo la trama, A ver si estamos a tiempo de reparar”. 

21. Dolores: “El feminismo se tiene que encargar primero de cuidar sus intereses, de pelear por reformas transfeministas, encontrar objetivos claros, y ocuparse particularmente de que los derechos obtenidos no sean quitados y los que faltan conquistar se conquisten en las calles: creo que el feminismo puede hacer propia la calle cuando nosotras querramos. La disputa al fascismo es en las calles”.

24. Será, por último, Susy Shock quien nos recuerde que en un encuentro en el que se hartó de que traten de evangelizarla sobre género, decidió refugiarse en el taller  para infancias que transcurría en el patio. Jugaban a crear un mundo nuevo y estaban imaginando qué cosas habría que llevar para hacerlo hermoso y divertido. La ronda fue girando y tirando palabras, hasta que una nena sorprendió con su pedido: “Mondongo”. La cara de asco recorrió al grupo, que comenzó a cuestionar si aquel mundo a crear debería incluir eso que sólo ella quería. Fue entonces cuando un niño nos dijo: “Si a ella le gusta tenemos que llevarlo”. Susy dirá que encontró así lo que necesitamos para darle la potencia que requieren estos tiempos a lo que por ahora llamamos feminismo. 

23. Continuará…

El colectivo boliviano Mujeres Creando presenta el diplomado de «De quienes luchan para quienes luchan» sobre Epistemología Feminista.
Con auspicio de la Universidad de México, comienza a principios de 2023 y tiene cupos limitados. Postulate hasta el 30 de noviembre en [email protected]

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3J: El Nunca Más del Ni Una Menos, con una asamblea histórica de Familiares Víctimas de Femicidios en Plaza de Mayo

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Desde Jujuy, Santiago del Estero, Córdoba. De Mar del Plata, San Miguel del Monte, Monte Hermoso. Desde Tigre, Moreno, San Vicente. Desde todas partes del país, decenas de familiares de mujeres y personas trans asesinadas y desaparecidas se autoconvocaron en Plaza de Mayo para compartir el panorama de los distintos casos, con estas palabras como denominador común: narco, policía, fiscalía. También se escucharon ideas para combatirlo, entre la calle, el abrazo y la memoria, rescatando todo el arsenal de la lucha por los derechos humanos en Argentina. Por eso, el día del Ni Una Menos, junto a la Pirámide de Mayo se gritaron dos palabras que lo dicen todo: Nunca Más. Compartimos a continuación todas las voces que se escucharon en este 3J.  

De todo lo que se dijo y escuchó en la asamblea, las familias armarán un documento para presentar ante las autoridades que deben llevar adelante las políticas para prevenir, erradicar y sancionar la violencia machista. Entre otras propuestas, se pidió una reparación para familiares y que el Procurador General de la Nación los reciba para trabajar en el entrenamiento de los fiscales en la búsqueda de pruebas.

Acompañaron la movida decenas de organizaciones sociales, sindicales y políticas (debajo, la lista completa), Periodistas Argentinas, la actriz Thelma Fardin y otras integrantes de Actrices Argentinas; y las funcionarias Ayelén Mazzina, Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación Argentina, y Flavia Delmas, subsecretaria de Políticas contra las violencias por razones de género del Ministerio de Mujeres de la Provincia de Buenos Aires.

Estuvo ausente, entre otrxs, Tehuel de la Torre, joven trans desaparecido, pero de la asamblea participó su madre.

El cierre del acto fue con arte. Primero, una batucada de mujeres copó el centro de la escena con las familias alrededor. Luego, vestidas de rojo, otro grupo de mujeres realizó una acción en la que cantaron y levantaron en alto fotos de víctimas de femicidios. Con la Casa Rosada de fondo, una cuerda de tambores cerró la jornada rodeada de emoción y aplausos.

Las voces de las familias

Familiares de Florencia Pennacchi, desaparecida

Tras 18 años, no tenemos noticias. Flor fue víctima en 2005 de desaparición forzada, con la complicidad de organismos oscuros. Pero además de casos como el de Florencia, quiero hablar de otras víctimas. La mamá de Florencia acaba de fallecer. Y a muchas madres, padres, hermanos, abuelos, tíos, sobrinos, amigos, el dolor punzante de la ausencia cambia la vida para siempre. Para que la impunidad suceda es necesaria una cadena de complicidad gubernamentales judiciales y policiales. Seguimos y estamos acá, porque somos la voz de aquellas silenciadas. 

Marisa, mamá de Luna Ortiz

Hoy es un día para transformar el dolor en lucha. Esto nos da fuerza de familiares, emociona lo que estamos transitando, esta nuestra lucha después de este gran dolor. Y duele después por cómo somos violentados por este sistema judicial. Luna era una piba de barrio que luchaba por cada pibe, y no pudo llegar a la marcha por el ni una menos. Hoy sigo el legado de mi hija, porque la lucha empieza en los barrios. 

Facundo, papá de Luna Ortiz

Es un día muy doloroso porque mientras se marchaba un 3 de junio de 2017 Luna fue captada por Isaias Villarreal. Hoy está en libertad, porque la justicia no reconoció el femicidio, y fue condenado por abandono de persona. Celebramos esta asamblea, para que se escuchen nuestros reclamos de leyes que no se cumplen, como la de patrocinio gratuito. Somos familias de laburadores. Luchamos contra cómplices gigantes como la justicia, la policía. La Ley Brisa, muy a cuenta gota, se cumple. Este lunes 12/6 en tribunales de San Isidro, invitamos a todos al juicio contra Villarreal para que sea condenado por femicidio.

Papá de Natalia Melmann, asesinada y torturada y violada en Miramar el 4 de febrero de 2001

La sentencia (Ricardo Panadero, condenado a perpetua este 17 de mayo, fue el cuarto policía condenado por su femicidio) fue lograda por la lucha y acompañamiento de un montón de personas. Porque la lucha no se abandona, se gana, como aprendimos de las Madres de Plaza de Mayo. Se puede. Es posible.

Thelma Fardin, actriz

Gracias por recibirme en este espacio. La lucha de Marta (Montero, mamá de Lucía Pérez) para mí es muy inspiradora. La primera vez que salí a la calle fue por lo de Lucía. Su lucha me inspira porque tras recibir el caso adverso por una justicia falsa nos dicen “mentirosas”, cuando la mentirosa es ella, la justicia. Te piden pruebas materiales en caso de abuso, como en muchísimos casos, como el de Lucía, como si el cuerpo flagelado no alcanza.En mi caso, tenemos mi testimonio, pero tampoco alcanza. Si no tengo pruebas materiales no alcanza. Organizades es la única salida. 

Carlos Aliaga, Jujuy, hermano de Rosita, asesinada en 2015

Pasaron ocho años y el caso sigue impune. No hay ningún detenido. La investigación empezará de nuevo. Hay una luz de esperanza, queremos creer en la Justicia. Pero hasta hoy, hay un asesino suelto en las calles de Libertador, Jujuy. Hay mucha impunidad en Jujuy, muchos casos de femicidio.

Mónica, mamá de Iara Rueda

Mi hija fue asesinada en pandemia, en 2020, engañada. Sale a la ruta engañada para entregar un trabajo práctico. No volvió. No demoramos nada en salir a la ruta ni bien llegamos a casa y vimos que no estaba Iara. No demoramos nada en hacer la denuncia. Si tiene noviecito, te preguntan, si uno le hizo algo, te dicen en la comisaría… Difunda por las redes sociales, te dicen. Los minutos que pasaban cada vez eran peores. Nunca cerraron los perímetros cerca de mi casa. No había una patrulla ni un policía en el barrio esa noche. Pasaron seis días cuando me llaman y me dicen “todo lo que pidió lo va a tener mañana”. Era domingo por la noche, mi hija desapareció un miércoles. ¿Por qué mañana? Porque recién lo aprobaron al otro día, a diez cuadras de casa, en un descampado, apareció el cuerpo: estaba violada y semienterrada. El Estado estuvo ausente con mi hija. En Jujuy estaba el protocolo que debían salir a buscarla de manera inmediata. Estaba cajoneado ese protocolo. Ocho funcionarios terminaron imputados. Pero los premiaron como jueces o jubilados o llevados a otros lugares. Mi hija es un caso bisagra en la provincia porque los organismos por fin se pusieron a trabajar. Porque las familias nos unimos a marchar y así los juicios empezaron a salir. Encontré una frase en el libro de mi hija: “Eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que parece y eres más inteligente de lo que piensas. Si seguís creyendo tus sueños se harán realidad”. Mi hija tuvo justicia pero nosotras estamos condenadas porque a nosotras nos toca llorar toda la vida.

 

 Majo Herrera, mamá de Camila Cinalli

Nos seguimos preguntando dónde está Camila, desaparecida en 2015. El intendente de Monte lo único que hizo fue llevarme a Tucumán porque tenían una supuesta prueba. Fue mentira. Se venían las elecciones y no querían que se sepa qué pasó con ella. Tardaron cinco días en tomar la denuncia. Me decían que estaban con un noviecito. Mentira, te la roban como un perrito. Todos los días es la lucha. Y es poco el acompañamiento. No queremos más desapariciones ni femicidios.  

Mamá de Agustina Fredes, Blanca Osan

A Agustina la asesinó el novio el 25 de abril de 2017. Le dieron 15 años.  Quiero que lo condenen por la muerte de mi hija y mi nieto, porque ella estaba embarazada. No murió, como dicen, por el embarazo ectópico: fue violada con fierros de cromo, ahí le dañaron los órganos y mataron a su hijo. Mi hija no murió porque quiso: Matías Acevedo, militar de Mar del Plata, es el responsable. 

Alfredo, papá de Carla Soggiu

Mi hija fue violada el 26 de diciembre de 2018 por la pareja. En enero de 2019 desaparece y aparece ahogada en el Riachuelo. Acciona el botón antipánico muchas veces. Tuvieron tiempo para ubicarla con botón que tiene GPS y da la ubicación exacta. Cuatro días después la encuentra personal de limpieza del riachuelo. Hay complicidad policial y judicial. Es mentira lo de la justicia independiente. Es mentira lo de la grieta. Defienden la impunidad de seres oscuros. Pero no vamos a abandonar la lucha. Nunca, mientras respiremos. Y van a tener que pagar los responsables por la muerte de mi hija.

Mamá de Analía Aros

Qué difícil. Qué difícil. Soy Ana Soto. Mi hija fue asesinada el 21 de marzo de 2017 por su pareja. Tuve justicia, es un alivio nada más porque nosotros seguimos el duelo. Su familia. Sus hijas. Hasta el día que nos vayamos de este mundo. Mi única terapia es acompañar a todas las madres que pasan el mismo dolor.

Susana, mamá de Cecilia Gisela Basaldúa

Estamos en representación de nuestros hijos que debieran estar acá. Cecilia tenía 36 años. En 2015 viaja a México para participar del Panamericano de hockey sobre hielo. Siguió viajando por América Latina. En 2019 regresó a Argentina. Me decía mamá, “América está sangrando por la pobreza que hay”. En marzo, iniciando la pandemia viaja a Capilla del Monte para escribir su libro. Llega a Capilla y no tenía lugar para quedarse. El 4-4-2020 es el último día que se comunica. A los días un hombre que la había alojado nos dice que tuvo un brote psicótico. Entramos en pánico, conseguimos permiso y viajamos. El 24 de abril llegamos a la tarde y nos dijeron que habían encontrado un cuerpo. Estaba muerta. La habían estrangulado, violado y asesinado. La policía no la buscó. Ahí comenzó nuestro martirio de buscar, de investigar. Que sigue. Estamos esperando que trabajen de verdad. Ahora hay nuevo fiscal pero desde noviembre hasta hoy, no hicieron nada.

Alfredo, papá de Cecilia Basaldúa

Pasó hace tres años. Vamos a seguir luchando. Queremos que Cecilia descanse en paz. No voy a largar nunca esta lucha. Es lo que tenemos que hacer todos. La policía en Argentina es muy violenta y no está educada. Lo primero que hacen es pegar. Los policías en Capilla del Monte son todos violentos, apañados por el Poder Judicial. La causa de Cecilia fue armada totalmente por la policía. Paula Klem es la fiscal de ahí, comprada por el narcotráfico. Hay un montón de causas armadas. Esas lacras tienen que pagar. Esperemos que esta vez investiguen y dejen de lado la corrupción. Ella me decía «papá, ¿de qué tengo que tener cuidado? Yo quiero ser libre». 

Jhonny, papá de Claudia Patricia Tupa Latorre, fallecida el 10 de febrero de este año, mamá soltera de dos hijas

Murió en un local bailable por culpa de regenteadores de ese local. Pido justicia. Hoy la causa está en la fiscalía 62 de Ciudad de Buenos Aires: estamos esperando el examen toxicológico. Hubo envenenamiento. Los responsables son los del local y policías porque el local no estaba habilitado hace tres años. Hay complicidad.  

Erika, amiga de Claudia Tuppa

Claudia era una compañera de Polo Obrero, fue asesinada este año, fue encontrada muerta en Joaquín Gonzalez y Rivadavia. no se sabe que hacía en ese lugar. El fiscal Ariel Tapur no hizo nada para investigar el caso. La inoperancia del fiscal nos impide tener justicia.. Ha dejado dos niñas en orfandad. Las amigas, rotas, sin una guía, porque ella era delegada. Hoy es otro día donde se recuerdan estos femicidios tenemos que sumar el de Claudia también.

Familiares de Sofía Fernández

Era una mujer trans que falleció en la comisaría 5° de Pilar.  El 8 de abril la detuvieron en una situación confusa. El 10 de abril estaba muerta. En la boca tenía una bombacha y goma espuma. No sabemos más nada. Nos informan que Sofía se suicidó, lo que es totalmente mentira. En un mercado mercantilizado, la justicia quiere llenarse de plata. Debe haber un cambio total para terminar con estas injusticias. Los gobiernos permiten que esto suceda.

Abuela de Chiara Ramírez

Los padres de Chiara no tienen la fuerza para acompañar este camino porque tienen que criar 3 nietas. Mi nieta salió a un cumpleaños, ella no conocía a la mayoría de la gente. Salió a festejar y ante una pelea en el coche se empezaron a enfrentar los chicos y le pegaron un tiro en la cabeza. Salimos a la calle, cortamos rutas, quemamos gomas en la comisaría. La gente nos gritaba “vagos, vayan a trabajar dejen de pedir planes”. No: quiero justicia. Aprendan a defenderse, y no se dejen pegar.

Aixa Greco, hermana de Catherine Greco, asesinada el 8 de julio de 2022 en Cruz del Eje

La encontraron tirada en el piso con signos de ahorcamiento, quebraduras. El asesino está preso sólo porque tenía antecedentes de violencia de género. Borraron toda clase de pruebas en la casa , después empezaron a decir que se había matado. Salió que tenía golpes por todo el cuerpo: tenía raspaduras en la rodilla y signos en las muñecas como que había sido atada. Ahora nos están diciendo que el asesino puede quedar en libertad.

Marta Montero, mamá de Lucía Pérez

Queremos la reparación a las familias, reparación del Estado a cada una de las familias a las que nos matan a una hija. Cada una sabe lo que es levantarnos con los dolores en el alma, pero tenemos que comer. O como a mi marido, que tras treinta años lo echaron del trabajo porque faltaba por la causa. Mi propuesta es esta: queremos reparación, si quieren llamarle jubilación o como quieran; necesitamos una obra social, porque quienes mataron a nuestras hijas tienen todos los derechos: casa comida, médicos, seguro. Nosotros luchamos por las nuestras, lucharemos para que esa reparación exista. Otro pedido: una audiencia con el Procurador General de la Nación. Necesitamos fiscales acordes a la situación que les toque llevar. Si no están capacitados, deben recibir capacitación constante y supervisada. En una causa, si no se toman pruebas se hacen mal las investigaciones, y quienes pierden son las familias. Les agradezco por habernos acompañado, por ayudarnos y a las familias por todo el sacrificio que hacemos todo el tiempo. Todo el tiempo. Costeamos pasajes de familias, hospedajes para juicios… Debe haber Estado presente en tiempo y forma. No elegimos estar en este lugar. Pero estamos acá, desgraciadamente.

Las organizaciones que acompañaron

Sobre el final el micrófono se abrió y las siguientes organizaciones compartieron unas palabras:

·   MTR 12 de abril

·   Pan y rosas

·   Las rojas

·   AGD-UBA

·   Crculo de amigas feministas

·   ATE-CTA Autónoma

·   MST

·   PSTU

·   Movimiento Teresa Rodriguez

·   Marabunta

·   Isadora –  izquierda socialista

·   MTL rebelde

·   Romina del Plá, plenario de trabajadoras PO.

·   Opinión socialista

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Condenan a cadena perpetua al ex sargento de la Bonaerense Ricardo Panadero por el femicidio de Natalia Melmann

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El ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero fue encontrado culpable de secuestrar, violar y asesinar a Natalia Melmann cuando tenía 15 años: el Tribunal Oral en lo Criminal n°4 de Mar del Plata, conformado por los jueces Néstor Conti y Juan Galarreta, y la jueza Mariana Irianni, lo condenó por unanimidad a cadena perpetua. 

La sentencia llegó 22 años después del femicidio. Natalia fue secuestrada la noche del 4 de febrero de 2001 en Miramar. Su cuerpo se encontró cuatro días después en el vivero municipal. La autopsia reveló la presencia de cinco perfiles genéticos distintos en su cuerpo. 

Un año después, en octubre de 2002 los policías bonaerenses Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez fueron condenados a perpetua por privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas para asegurar el resultado. En ese juicio también fue condenado a 25 años Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, pero la pena luego fue reducida a 10 años de prisión.

Condenan a cadena perpetua al ex sargento de la Bonaerense Ricardo Panadero por el femicidio de Natalia Melmann
Familiares de víctimas de femicidios acompañaron la lectura de la sentencia por el femicidio Natalia Melmann. Fotos: Campaña Somos Lucía

La sentencia a Ricardo Panadero tardó mucho más tiempo en llegar: en el proceso de 2012 la justicia lo había sobreseído. Recién en 2018 fue juzgado en el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata integrado por los jueces Jorge Peralta, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro: también lo absolvieron. Sin embargo, ante una presentación de la familia Melmann el Tribunal de Casación en 2020 decidió anular el fallo y ordenó hacer un nuevo juicio: así llegó Panadero a ser condenado. 

Hoy, finalmente, el TOC 4 lo encontró culpable del delito de privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal calificado por la participación de dos o más personas y homicidio doblemente agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa, todos en concurso material entre sí.

Su detención fue pedida de manera inmediata así como su traslado a la Unidad Penal Nº7 del complejo penitenciario Batán. 

La búsqueda de justicia continúa: hay un quinto perfil genético que aún no pudo ser identificado. Por eso Gustavo sostuvo después de la sentencia: “Ojalá que nos alcance la vida para poder condenar a todos”.

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Natalia Melmann: 22 años después, el ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero llega a juicio por el femicidio

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Natalia Melmann fue secuestrada la noche del 4 de febrero de 2001 en Miramar: su cuerpo se encontró cuatro días después en el vivero municipal, con cinco perfiles genéticos distintos en su cuerpo. Por el hecho fueron condenados a cadena perpetua tres policías bonaerenses, y un cuarto cómplice del secuestro a 10 años de prisión; pero el sargento Ricardo Panadero, acusado de secuestrar, violar y asesinar a Natalia, había sido sobreseido en dos intancias. Por la lucha familiar mañana se sentará en el banquillo par ser juzgado por el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata: tanto la fiscalía como la querella piden perpetua. Las palabras de Gustavo Melmann en la antesala de este nuevo proceso, a 22 años de la muerte de su hija, y cómo es la construcción de justicia «víctima a víctima» y en la calle.

Gustavo Melmann mañana se va a levantar temprano, va a buscar la misma camisa que usó durante todo el juicio y antes de salir va a ponerse el perfume que usaba su hija Natalia: Mujercitas. “Son mis rituales”, describe en la antesala de conocerse la sentencia en el juicio al ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero, acusado de secuestrar, violar y asesinar su hija, Natalia Melmann, cuando tenía 15 años. 

“Estamos con cierta angustia, más viejos y desgastados”, dice Gustavo a lavaca.

Habla en plural, como familia,pensando en Laura Calampuca, con quien tuvo 4 hijos y 5 nietos. Es el tercer juicio que toda la familia Melmann atraviesa por el femicidio de Natalia.

Natalia Melmann: 22 años después, el ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero llega a juicio por el femicidio
Gustavo Melmann, papá de Natalia, durante el segundo juicio por el femicidio de Lucía Pérez: «Construimos víctima a víctima». Foto: Lina Etchesuri

El caso

Natalia Melmann fue secuestrada la noche del 4 de febrero de 2001 en Miramar. Su cuerpo se encontró cuatro días después en el vivero municipal. La autopsia reveló la presencia de cinco perfiles genéticos distintos en su cuerpo. 

Un año después, en octubre de 2002 los policías bonaerenses Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez fueron condenados a perpetua por privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas para asegurar el resultado. En ese juicio también fue condenado a 25 años Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, pero la pena luego fue reducida a 10 años de prisión.

El ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero, que ahora llega a juicio, no estuvo en aquel proceso; la justicia lo había sobreseído previamente. Recién en 2018 fue juzgado en el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata integrado por los jueces Jorge Peralta, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro: también lo absolvieron. Sin embargo, ante una presentación de la familia Melmann el Tribunal de Casación en 2020 decidió anular el fallo y ordenó hacer un nuevo juicio: así llega Panadero nuevamente a ser enjuiciado. 

“Esperamos que realmente se resuelva mañana”, sostiene Gustavo sobre la espera y las dilaciones. La sentencia está anunciada a las 10.30 horas. 

Natalia Melmann: 22 años después, el ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero llega a juicio por el femicidio
El exsargento policial Ricardo Panadero, cuarto efectivo acusado por el abuso sexual y el asesinato de Natalia Melmann.

22 años después

El juicio, que empezó el último 5 de mayo, estuvo a cargo nuevamente del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata, esta vez integrado por los jueces Néstor Conti y Juan Galarreta, y la jueza Mariana Irianni. La fiscal del proceso, Ana Caro, pidió prisión perpetua para Panadero durante los alegatos, la misma pena pidió el abogado de la familia. Agrega Gustavo: “Nuestro abogado pidió también que se miren las pruebas con perspectiva de género y desde las ciencias vinculadas a la niñez: Nati tenía solo 15 años”, recuerda.

La sentencia llega 22 años después del crimen. Para Gustavo el entramado de impundad se dio porque son policías los involucrados, “de haber sido otra gente la involucrada se hubiera resuelto mucho antes”, sentencia. Por eso al crimen lo describe así: “El de Nati fue un femicidio en manos del Estado”.

Mañana desde las 9 horas organizaciones y familias de víctimas estarán acompañando en la calle de los tribunales marplatenses. Gustavo resalta que durante todos estos años estuvieron acompañados por familias de víctimas, organizaciones feministas y organizaciones vinculadas a la lucha contra la violencia institucional.

Construimos víctima a víctima, hay un montón de cosas que son iguales, que se repiten, y hay una necesidad de buscar justicia en conjunto y cambiarlas en conjunto también”. 

Gustavo sabe que después de conocerse la sentencia la lucha sigue: hay un quinto perfil genético que aún no pudo ser identificado. 

Mañana va a colgarse en el pecho la misma foto de su hija que plastifica una y otra vez hace más de dos décadas, y va a volver a salir a la calle para pedir justicia.

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