Nota
Cerro Negro y Buenos Aires: el contagio antiminero
Un corte selectivo e informativo de ruta, y la toma de las casas porteñas de las provincias promineras, fueron dos de las acciones que parecen funcionar como punto de inflexión de la resistencia de diversas localidades del país frente al avance de los proyectos de megamiería a cielo abierto. Y todo en un momento en el que el propio Poder Judicial de La Rioja ordenó detener cualquier avance del proyecto de la canadiense Osisko Mining, en cumplimiento de la Ley de Glaciares. En Famatina celebran, pero tanto allí como en otros lugares de resistencia, saben que nunca conviene dormirse en los laureles.
Por eso, distintas asambleas ambientales de todo el país se reunieron el domingo 15 en Cerro Negro, Catamarca, en las intersecciones de las rutas nacionales 40 y 60, para debatir sobre el plan de nacionalización de la lucha contra la megaminería que incluyó, entre otras acciones, la toma pacífica de seis casas provinciales ocurrida el miércoles 18 en Capital Federal. Otra de las decisiones que acordaron fue comenzar un bloqueo selectivo e informativo en Cerro Negro, emulando los que ya existen en Tinogasta, Andalgalá (Catamarca) y Alto Carrizal (La Rioja) como otro punto estratégico que impide el paso de insumos y maquinarias hacia las mineras, particularmente Agua Rica –en Santa María, Catamarca-, proyecto tres veces mayor que Bajo Alumbrera. A su vez, el bloqueo controla el paso a localidades como Chilecito, Famatina, Belén, Susques y Tinogasta.
Porteñitis
Las casas de las provincias de Catamarca, Salta, La Rioja, Jujuy, Mendoza y San Juan de Capital Federal fueron ocupadas pacíficamente este miércoles 18 de julio. Desde las 12 del mediodía distintos grupos de personas intervinieron en las oficinas de estas sedes, explicaron las causas de las respectivas tomas donde se mantuvieron hasta pasadas las 14.30. Uno de los participantes, Hernán Ouviña, relató a lavaca que en la casa de Jujuy había seis personas adentro y unas 70 del lado de afuera. “Esto se replicó en las seis casas ocupadas pacíficamente”, aseguró. También resaltó que, si bien había efectivos policiales en el lugar, la jornada se desarrolló con tranquilidad.
El foco principal fue en la casa de Catamarca, donde pasadas las 13 se realizó una conferencia de prensa. En ella se volvió a recordar la solidaridad con el bloqueo en Cerro Negro y los cortes selectivos que se están llevando a cabo la comunidad de Susques. Lo consideraron “una forma de resguardar la seguridad de quienes están en dichas acciones”.
Cruce con pro mineros
El corte de Cerro Negro se realiza con la confluencia de vecinos de Tinogasta, Andalgalá, Belén, Famatina y otras localidades, que ya la semana pasada viajaron para acampar y trazar la logística de los bloqueos y asambleas. La semana pasada, cuando todavía los acampantes no eran cien, llegó desde no muy lejos una caravana con personas que se manifestaban a favor de la megaminería. Se instalaron frente a los asambleístas, con un despliegue sospechoso: “Instalaron carpas estructurales, estaban muy preparados, lo que demuestra una organización terrible frente al acampe nuestro. Lo entendimos cuando vimos a las camionetas de la municipalidad de Tinogasta acercando distintos insumos y materiales para que puedan instalar ese acampe”, cuenta desde Cerro Negro Darío Moreno, uno de los vecinos de Tinogasta que sufrió más de una represión.
Las fuerzas del desorden
El acampe “pro-minero” duró un día y medio. La noche del viernes 13 “sucedieron amenazas, quisieron asustarnos, tiraron bombas de estruendo a nuestro acampe, hubo cánticos e insultos, tiraron piedras a las camionetas”, cuenta Leonardo Moreno, también de Tinogasta. A pesar de la tensión, las cosas no pasaron a mayores.
El amanecer del sábado explicaría varias cosas. Los asambleístas despertaron rodeados de policías y organizaciones antimotines: “El grupo especial Kuntur, 4 camionetas de infantería, 6 autos de la policía provincial, móviles de la policía de Belén y otros de Tinogasta, y además la caballería”, enumera Leonardo. El despliegue no se entendió hasta pasado el mediodía: “Todo eso se puso en marcha en el momento en que pasó un convoy de camiones que estaban aguardando cerca de Cerro Negro. Cuando pasan esos camiones la patota va hacia la ruta, la caballería la sigue y se acerca el resto de los efectivos para que pasen los camiones. Teníamos en frente el aparto represivo policial y parapolicial”, dice.
Parapoliciales y becados
Darío llama “patota” y grupo “parapolicial” a esa gente que acampó desde el viernes hasta el mediodía del sábado para agredir a los asambleístas y asegurar el paso de camiones hacia las mineras. No los llama (más) “pro-mineros”: “Queremos avanzar sobre la terminología. El debate no es minería sí o minería no, porque no estamos en contra de la actividad minera, sino que se está discutiendo la modalidad que se aplica hoy en Argentina, la megamineria, una minería a gran escala que se hace a cielo abierto, con usos de explosivos para volar la montaña, y de una sopa química”, explica. Las distintas asambleas cordilleranas denuncian que estos grupos, en particular el que acampó en Cerro Negro, “están pagados con fondos de La Alumbrera”, pero son conformados por propios vecinos de las localidades. “Sabemos que hay vecinos que han sido obligados porque cobran lo que acá se les dice becas, como si fueran planes sociales, entonces los presionan de manera directa. Otros nos dijeron que los han llevado engañados”, afirma Moreno.
Cómo defenderse
Uno de los temas que tuvo largo desarrollo en la asamblea del domingo 15 fue precisamente el de las agresiones, o alguna posible represión: “Lo que se definió es no responder ante ninguna agresión ya sea por la patota ni por los efectivos policiales”. La teoría es que este tipo de provocaciones se dan con lo que definen como “gente mandada”; la estrategia será entonces “defendernos yéndonos, corriéndonos e intentando que no nos repriman. La idea es no llegar a ningún hecho represivo sino que se produzca el debate. Estamos hartos que el único acercamiento del Estado sea con la represión, entonces no queremos ningún tipo de enfrentamiento sino manifestar pacíficamente lo que consideramos que es justo”.
La asamblea decidió además cambiar el concepto de “acampe” que se estaba manteniendo en Cerro Negro por el de “bloqueo selectivo e informativo”, al igual que los que se mantienen en las localidades de Tinogasta, Andalgalá y Alto Carrizal. ¿Cuál es la diferencia?: “El acampe tenía como función instalar la problemática y generar una presencia de personas de distintos lugares del país; las actividades que hacíamos eran hacia adentro del acampe y también sacábamos comunicados, información, salíamos en los medios pero sin intervenir. El cambio consiste en que llegó un momento en que vimos conveniente y necesario hacer un bloqueo selectivo e informativo, que se trata de pararnos sobre la ruta y no permitir que pase ningún camión que transporte máquinas o insumos que tengan que ver con la minería, y la información que repartimos a todos los que pasan es sobre las megamineras, sobre cómo nos afectan, y sobre el modelo extractivo”, dice Leonardo.
Lo que hay que nacionalizar
Otro tema relevante de los debates tiene que ver con la estrategia de nacionalizar el repudio a la megaminería en el país, más allá del bloqueo estratégico de Cerro Negro y el emprendimiento Agua Rica. La acción de la toma pacífica de seis casas provinciales en Capital Federal tuvo que ver con eso. En estos d{ias hubo además volanteadas en la ciudad de Córdoba y Santa María de Catamarca, una marcha de antorchas en Bariloche, distintas actividades en Puerto Madryn. “El viernes 20 estará saliendo desde el Obelisco una caravana nacional hacia Cerro Negro y Tinogasta”, cuenta Moreno.
Otro anuncio: “Está comenzando un bloqueo informativo y selectivo en Patquia, en La Rioja, a 70 kilómetros de la capital, entre el viernes y el sábado, también por problemas de megamineras en el lugar”. En Cerro Negro también calculan que las movilizaciones alrededor del 36 ° aniversario de La Noche del Apagón en Libertador General San Martín, Jujuy, se sumarán a los reclamos antimineros.
La idea que complementa este brote de actividades informativas y bloqueos estratégicos es la de iniciar un debate serio respecto a la megaminería que evite las confusiones. Esta nacionalización del conflicto se hace, por un lado, para escapar a la regionalidad que desde hace años tiene atados a los vecinos a la indiferencia de los gobiernos provinciales, y para dar a conocer estas situaciones a todo el país. Lo explica Leonardo Moreno: “Es la primera vez que se hace la experiencia de este tipo, estamos discutiendo qué es el modelo extractivista, y formándonos entre todos”.
El bloqueo en Cerro Negro es por tiempo indeterminado, decidiendo día a día los pasos a seguir en una asamblea que consideran permanente. El grupo estable es de no menos de 150 personas, y una cantidad mucho mayor viajando desde Tinogasta, Famatina, Chilecito, Belén, Andalgalá y tantas otras, hasta Cerro Negro. El futuro dirá qué aprender de esta estrategia.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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