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Cómo llegamos hasta acá, y cómo seguimos

Las sorpresas, reacciones, acciones e ideas ante el triunfo de Javier Milei. ¿Cómo se llegó a esta situación? ¿Cómo imaginar la realidad hacia adelante? Cuentan sus pensamientos y sentimientos Nora Cortiñas; Eduardo “Vasco” Murúa del movimiento de empresas recuperadas; Pablo Lada, de las asambleas chubutenses contra la mega minería; la economista Natalia Quiroga; la artista trans Susy Shock; Ernesto “Lalo” Paret, promotor de las cooperativas de cartoneros; el sociólogo Waldemar Cubilla y el asambleísta mendocino y geógrafo Marcelo Giraud. El análisis de lo que pasó. Las promesas como búmeran. Robos, y ladrones de guante blanco. El peso de lo económico y de la necesidad de cambio. La rebeldía y la tos en Plaza de Mayo. Los puentes rotos y algunas pistas para la esperanza, pese a todo.
Nora Cortiñas: Ideas para una época difícil
Nora Cortiñas, 93 años, fue ayer a votar por la democracia. Con el resultado puesto, la madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora dice a lavaca: “Hoy es un día muy especial. Estamos todos esperando las cifras. Yo voté y estuve muy emocionada de votar. Mi hijo no figura porque lo tienen como muerto, ¿sabes? Entonces llevo adentro una carga muy grande. Tengo que llamar a la jueza, llevar una habeas corpus y que lo incorporen a los padrones. Y que diga que no vota porque está desaparecido”.
Su receta para la que viene: la calle. “Preparémonos a estar en la calle todos los días. Argentina está deshecha. La Argentina perdió soberanía, perdió poder económico, todo. Alberto Fernández la exprimió como pudo. Entonces ahora van a venir por el litio, van a venir por el petróleo, van a venir por un montón de cosas que tenemos y que tenemos que cuidar. Entonces hay que estar en la calle. Y ya decirlo”.
¿Te da miedo lo que viene?
-Me da miedo porque no van a alcanzar 20 años para sacarlo. Entonces lo que hay que hacer es hablar con la gente joven para hacer alguna campaña para que reaccione. Que no le va a ser fácil gobernar un país que necesita un presidente inteligente. Y él tiene que ser inteligente.
Por ahora plantea todo un tema de negacionismo, empezando por la vice.
-Pero yo les digo queridos, que hay que estar preparados para no bajar los brazos. Seguir peleándola todos los días, porque como estamos nosotros hoy, hay mucha gente en el país. Las familias de los discapacitados, las familias pobres que quedaron después de este gobierno que tuvimos de Alberto Fernández. Hay mucha gente que hoy está sufriendo. Pero está en nuestras manos modificar la historia. No la va a modificar un presidente. Un presidente de estos que podríamos pensar que asumen, que quieren hacer su negocio. Hay que unirnos, estar en contacto, hacer reuniones, querernos, amarnos para soportar que viene una época muy difícil. Pero podemos, podemos. La Argentina vivió de todo, avatares terribles. Es difícil todo esto. Hay que seguir juntos, todo lo que podamos.

Fotos: Sebastian Smok/lavaca.org
Pablo Lada: “Tengo esperanza por el 44% que no lo votó”
Integra las asambleas chubutenses contra la megaminería, y tenía previsto que en ambos casos, el resultado de este domingo iba a ser contrario a lo que plantean las comunidades y asambleas. “Aunque con este triunfo de Milei, claramente que todo es mucho peor, por la violencia que implica” –dice Pablo Lada a lavaca.
“Creo que hay una responsabilidad muy grande del propio kirchnerismo por las malas decisiones que han tomado. La política económica, la inflación le pegó fuerte a mucha gente. No alcanzó a mostrar que esto podía cambiar. Y ahora se viene una Argentina sin derechos, que puede retroceder en materia democrática sin lugar a dudas. Estamos ante ese escenario incierto, con una gran responsabilidad de parte del gobierno de muchas cosas que se hicieron mal durante mucho tiempo. Y una parte de la sociedad que no ha visto el riesgo que estamos asumiendo”.
La destrucción suele ser más eficiente que la construcción. Por eso Pablo razona: “Hay cosas que se destruyen y no se pueden arreglar. Cuando Macri entró nos hizo bajar muchos escalones en muchas cosas, y nunca se pudo retomar. Y el actual personaje promete eso mismo, pero mucho peor”.
“Desde el lado ambiental que es nuestro nuestro camino, la defensa de la vida en el territorio, creo que va a ser muy complemjo el tema frente a la política o la casi promesa de dstruir ríos, de avanzar con una mirada totalmente economicista, negacionista. Va a asumir gente terraplanista como Lemoine”.
Volver a discutir lo mismo: “También es terrible tener que volver a discutir cosas que la Argentina ya había saldado hace largo rato. Lo que más me preocupa son los demonios que se alientan con esos discursos. Hay que ver ahora qué dice que este señor. Si trae un poco de calma o algo no tan extremo. Pero los demonios se pueden avivar. Estuve en Brasil y el modo en que el Bolsonarismo agitó todo fue tremendo”.
“Entonces por un lado ves que todo lo que venían planteando en campaña se puede considerar legitimado por los votos. Pero a la vez también tengo esperanza”.
-¿Esperanza en qué?
-Ya vivimos situaciones terribles. Pasamos por el menemismo, el 2001, y este pueblo también tiene antídotos. Lo que pasó en el Colón. También va a despertar eso y ojalá después de este desastre puedan emerger otras políticas, otras ideas. Yo creo que sí. El kirchnerismo tenía que terminar, pero creo que nadie quería que fuera de esta manera, con algo mucho mucho peor enfrente. Ojalá esto despierte la creatividad social y política para que emerjan nuevas dirigencias que crean en lo que nos hace seres humanos en esta tierra, y no este discurso en el que el ser humano no vale nada, que es lo que está planteando este señor. Y te aclaro que lo que me parece más peligroso es la vicepresidenta: le tengo más miedo que a él.
-¿Cómo pensar hacia adelante?
-Las asambleas socioambientales y demás siempre sabíamos que ganara quien ganara íbamos a estar en las calles y los territorios. Creo que esto de hoy nos pone más a la defensiva todavía. Pero yo tengo mucha esperanza de que el pueblo argentino y el movimiento territorial va a estar con la guardia en alto viendo qué plantea este señor cuando esté en la Casa de Gobierno.
Pablo analiza la palabra que parece haber marcado la elección: cambio. “Escuchaba a los jóvenes pero era difícil pesar que podría ganar alguien diciendo las cosas que dijo que muchas veces eran barbaridades. Pero decir barbaridades le sumaba puntos. Entonces es evidente que una parte de la población no analiza nada de eso que uno ve como como algo realmente riesgoso, un retroceso de cosas que se han conseguido, después de vivir de golpe en golpe”.
Lo económico y la expectativa como búmeran: “La reivindicación que hace la vicepresidente no provocó efecto en mucha gente. Pero sin dudas lo económico pesa. Hay mucha gente que no la está pasando bien. Y él además ha generado una expectativa muy grande, que puede terminar también muy mal, ojo. Porque hay un escenario muy incierto cuando vos generás toda esta expectativa con la dolarización, que te puede trastornar todo de un día para el otro y convertirse en una profecía autocumplida que le estalle a él en las manos”.
“Si hay una megadevaluación el costo social va a ser inmenso, y eso abre un panorama que no sabemos a dónde va. Pero sigo pensando que hay anticuerpos en la sociedad. Yo le tengo mucha fe a esa capacidad de marcar límites para defender la vida. Porque incluso ganando, un 44% le dijo que no. Son un montón. No piensan como él. El voto no te da legitimidad para cualquier cosa. Tampoco podés destruir un país si casi la mitad de la población no te lo está bancando”.

Fotos: Sebastian Smok/lavaca.org
Natalia Quiroga: Una rabieta destructora
Es economista colombiana, vive desde 2005 en Argentina y es Magister en economía social y solidaria de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina. Nos envoi este texto conocido el resultado electoral, con la rara capacidad de combinar autocrítica con crítica, y un debate sobre la rabia:
“Argentina queda en manos de las fuerzas nefastas del terrorismo de Estado y la especulación financiera. Aún en este momento nefasto esta derrota se dio en el marco de una militancia tenaz que por fuera de los aparatos le puso el cuerpo al diálogo, a la denuncia a luchas para no repetir una historia tan reciente de sangre y terror. Tantos años de empobrecimiento, de ajuste estructural, de mentiras y decepciones. De enriquecimiento exacerbado de los dueños de la tierra, de los bancos y de los monopolios. La gente se agotó y quiere castigo para una elite indiferente a su sufrimiento. El país tiene una demanda de transformación que fue canalizada por una derecha que promete sangre. Nos perdimos de una oportunidad histórica para que la rabia hubiera sido digna, vivimos las consecuencias nefastas de una rabieta irresponsable y destructora. Ellos se quedan con el gobierno pero nosotras seguimos aquí. La Argentina no será un cheque en blanco. Vendrán tiempos mejores y las feministas nos daremos el tiempo de construirlos.
Eduardo Vasco Murúa: Los puntos sobre las íes
El referente del Movimiento de Empresas Recuperadas (MNER), funcionario del actual gobierno en la cartera que imparte políticas para el sector autogestivo, se encontraba en las afueras del búnker de Massa en Chacarita, junto a sus compañeras y compañeros. Su lectura es crítica tanto de la política, como de la capacidad de organización social.
¿Cómo llegamos hasta acá?
-Por la incapacidad de un pueblo que se no movilizó y por un gobierno que no escucha y que no tiene propuestas para el conjunto de la sociedad.
¿Por ejemplo?
-La debilidad del acuerdo con el FMI implicó este modelo de inflación, y la verdad es que espero que aprendamos todos que cuando seamos gobierno nuevamente hay que poner los puntos sobre la íes y pelearse con el Fondo Monetario, pero también con los poderes locales. Con estos niveles de inflación, demasiado votos sacó, hasta algunos de los más humildes lo votaron. Y eso es lo que más nos obliga a resistir.
¿Cómo se sigue?
-Qué es lo que pase de acá en más, con la entrega de todos los recursos naturales, de todo, veremos qué capacidad de resistencia tenemos. Yo dudo porque nuestro pueblo está muy fragmentado, si bien no tiene conducción política tampoco tiene una conducción no gremial ni de las organizaciones sociales. Enfrentar con esta legitimación que le da el pueblo a este gobierno, se va a complicar. Nosotros ya pasamos cuatro años de un gobierno, donde todo lo que quisieron lo hicieron. El gobierno macrista hizo todos los deberes para encerrarnos en esa posición y que un gobierno progresista no pueda romper con ese lazo.
¿Te imaginás un gobierno como el macrista o peor?
-Creo que pueden avanzar más, con cercenar algunas condiciones de la democracia, ser muy duros con las organizaciones sociales, con una persecución política directa a las organizaciones. Hay que ver cómo se mueve el gobierno y las alianzas que va a tener en el campo popular. Mi desconfianza total es con la dirigencia política, ellos pueden esperar cuatro años, el problema es que nosotros no podamos resistir. A prepararse. El miércoles hicimos una reunión y hablamos de esta situación, creemos que todavía debe haber lugares por donde entrar: no todos los que votaron a Milei quieren entregar la patria.
¿Cómo se vuelve a unir lo que decís que está fragmentado?
-Va a ser difícil, imagino que en los momentos e resistencia aparecerán los cuadros suficientes para resistir.
La entrevista se interrumpe cuando comienza a hablar Sergio Massa; en ese momento, el Vasco y el MNER bajaron las banderas y se fueron.
Susy Shock: Toser en Plaza de Mayo
“Yo estoy lista, tengo los tacones en punta” arranca Susy Shock, artista trans, autora de la canción No podrán que en su letra auguraba no lo que confirmaron los resultados electorales hoy, pero sí la forma en que tendremos que plantarnos ante lo que viene: “Estoy queriendo levantar” dice en relación a las personas que le escriben desanimadas y a las que ella se encarga de sacudir. “Íbamos a juntarnos a festejar, ahora nos juntamos a abrazarnos”, cuenta que fue su propuesta para no dejar caer el plan, como fórmula también para la que se viene. Y más que nada eso: “Creo que tenemos que juntarnos. Así como en su momento hicimos con Macri. La pregunta es: ¿Y ahora qué?”
¿Cómo hacemos para no desanimarnos? “Eso va a pasar. Había mucho miedo antes, yo me daba cuenta, pero pensé que en serio ganaba Massa. Nosotras estamos construyendo la casita futuro trans, el viernes fuimos a comprar las ventana y las puertas: estamos armando los búnkers. A las personas que no están en esa, se le cae el mundo. Y es verdad que capaz que se cae este mundo tal cual lo hemos visto”. Otra idea: “Capaz que esto también es un aprendizaje todo lo que hemos hecho mal”.
¿Qué está en juego? “No es poco lo que aparentemente está del otro lado. Hay que ponerse a la cabeza de esas cosas. Hay gente que está defendiendo otras cosas…”, dice en referencia a los nombres que comenzaran a acomodarse a partir de mañana. “Hay que ponerle garra, más que ahora. Me gusto lo que dijo Avelina Rogel, de Ecuador: vamos con las insurgencias. No solo resistencia, eso va estar: nosotros tenemos recursos, tenemos abrazos, el tema es el pueblo: hay que volver a pensar el hambre. Vuelve la sobrevivencia”.
¿Qué nos queda? “Lo del Teatro Colón, el repudio a este tipo, eso es lo que va a quedar: que no puedan estar tranquilos”. Una propuesta: “Lo primero que hay que hacer es llenar la Plaza de Mayo y toserles. Otras insurgentes, si le decimos hijo de puta no alcanza. En serio, hay que vivir esta época con otro modo de transitarla: quiero resistir de otra manera”.
Ernesto “Lalo” Paret: Quién escucha la música
Ernesto “Lalo” Paret se pasó el día fiscalizando en una escuela de San Martín, primera sección del Conurbano: “Salimos bien en la escuela, lo mismo que en las generales: 60-40” cuenta sobre el escrutinio que en sus zonas salió a favor del candidato perdedor. Milei también creció en las tierras de Axel Kicilof. Es un referente de las cooperativas de cartoneros y de las acciones comunitarias en la zona de San Martín.
¿Cómo sucedió eso? “Esta elección ya era trágica, tener que elegir entre estos dos. Post 2001 es la primera reacción anti política, pero esta vez es por derecha. La gente viene jugando a la política hace mucho tiempo (se refiere a la volatilidad del voto), porque no ve respuestas. Le importa tres pelotas nada, y tiene razón: no es atendida, no es escuchada. Llegar hasta acá para este gobierno es un milagro”.
Paret coincide con la descripción de Kicilof: “Interpretaron música vieja, hace muchos años decimos lo mismo. Nosotros venimos hace un montón de tiempo con otra música, pero no nos escuchan: lo escucharon mejor ellos, los de la derecha, que nosotros”. Escuchar en bocas libertarias “que se vayan todos” tal vez sea un reflejo de esto. “Es la primera reacción post 2001 de un emergente como este loco, que plantea algunas consignas del 2001, y las plantea con legitimidad. ¿Quién va a decir que se vayan todos? ¿Cristina? A mí eso me pone de la cabeza. Nosotros estuvimos cantándola mucho tiempo, y que hoy estos tipos usen nuestra cultura es una cosa locos”.
¿Te da miedo?
-Miedo no. Me da miedo en general a lo que llegamos. Haciéndonos los boludos, sosteniendo cosas que pensábamos que eran políticamente correctas. Me parece como que no podemos corrernos de la realidad. El peronismo dejó de ser lo que era, la dirigencia es endogámica. Las organizaciones políticas en el barrio nunca más, pero ya desde Duhalde pasa esto. Son organizaciones autónomas. Todos sabemos que teníamos una elección bastante importante y era difícil seguir sosteniendo distintas cuestiones de las cuales te guste o no, por omisión o no se qué, pero nuestros propios compañeros hace muchos años vienen desanimados.
¿Qué es lo que más te preocupa?
-Yo lo que pienso es que van a avanzar en el marco de eliminar: por ejemplo, la educación en cárceles, uno de nuestros programas. Digo esto porque nosotros vimos como crecieron exponencialmente las condiciones de las mujeres detenidas, y nos parece trágico que hay una sociedad que piense: eso es lo de menos. O planteen que no les den ni agua: estamos en una cosa casi inhumana, eso tiene un efecto muy fuerte. Lo que viene va a ser con la gorra (la policía), y la gorra es la dueña de la calle, eso ya lo sabemos. No tienen otra forma.
¿Se puede evitar la sangre? “Si tienen que llevar adelante alguna propuesta, va a ser muy difícil, lo que les queda es el consenso de la sociedad. Ahora lo tienen, y lo van a intentar seguir teniendo y manipular. Es muy pronto para ver de qué manera combatimos ese consenso: no pensé que esto iba a suceder”.
Waldemar Cubilla: una nueva política
Es sociólogo, carrera que completó después de haber pasado por la cárcel, y haber vuelto a su barrio, La Carcova, de José León Suárez, donde fundó la Biblioteca Popular. Es docente en la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales de la UNSAM. Cuando nos atendió, debió reubicarse prontamente porque no sabía que el triunfo de LLA había quedado evidenciado tan prontamente.
“Yo veo que el modo el modo de partido que nosotros estamos teniendo, está no sé si saturado o ensimismado. Muy repetitivo y dejando mucha gente por fuera que tiene ganas de participar, que tiene voluntad de vivir mejor, que tiene voluntad de acción. Muchos quedan por fuera de la discusión. Pero al aparecer Milei, fue dándole lugar a mucha otra gente que quizás esperaba lugar desde otro lado. Nuestro trabajo más territorial en la Biblioteca Popular La Carcova, o el trabajo más de formación en el programa de Justicia y Derechos Humanos de la UNSAM, notamos ciclos y formas de armar políticas repetidas. Y ahora estamos ante el inicio de una nueva política, que no sé si incluye peronismo y antiperonismo. No sabemos qué implica.
-¿Cómo plantarse ante lo que viene?
-Construyendo lo que se viene construyendo. Nosotros somos la marginalidad de la política. Y entendemos que venimos haciendo bien, que venimos construyendo comunidad y hay que seguir en esa dirección y atento también a que estamos en tiempos de mensajeros. Empiezan a tener mucho valor aquellas persona que tengan la capacidad de intentar construir un puente un diálogo: construir esperanza. En ese sentido digo que estamos en una etapa de una nueva política. Como que no hay dos lados y entonces quienes estén ahí tratando de cruzar o de transitar, quienes estén en movimiento, son los que van a poder hacer las cosas.
Yo la verdad que la veo muy difícil. Acá antes en San Martín el gobierno peronista ganó con una amplia diferencia, en la provincia de Buenos Aires también, pero surge como toda una apuesta de cómo se articula eso con a nivel nacional. Pero estoy muy sobre la marcha ahora. Tenemos que darnos un tiempo también para seguir pensando y conversar.
-¿Qué puentes no han funcionado?.
-Varios. Uno es el sistema de partidos con la comunidad. Y después, los pensamientos ideológicos diversos pero no tanto, que van por distintas veredas, y termina habiendo poca posibilidad de puente, de diálogo. Hay poca gente que tiene capacidad de salir de su propia ideología y ponerse a dialogar. Y además de dialogar, de construir cosas concretas, no pura palabra.
Marcelo Giraud: el robo de guante blanco
“Es una provincia donde claramente, últimamente se venía expresando cada vez con más fuerza la derecha. Ya se vio en las elecciones a gobernador con este triunfo de Cornejo y en las elecciones generales, las de hace cuatro semanas, si uno sumaba los votos de Milei, los porcentajes, de Milei con los de Bullrich daba el 68%, el más alto de todo el país.
¿Por qué pensás que se llegó a esta situación de Milei ganando?
-Creo que es un combo muy grande. Por un lado obviamente, la situación económica. El gobierno asumió muy condicionado por la colosal deuda con el FMI. Además el gobierno de Alberto Fernández asumió diciendo que iban a pelear fuerte la deuda porque era ilegítima pero en el Congreso no avanzó nada. Obviamente eso implica todo un ajuste y la ausencia notable de mejoras. Muchísima gente leyó que el gobierno fracasó y es indudable que la inflación tan fuerte de estos últimos meses ha jugado un papel enorme. Tampoco se entendió cuáles son los factores que desencadenan la inflación y pensar que se puede frenar como por arte de magia y que los condicionamientos de la macroeconomía que se venían arrastrando no tienen influencia, pues mucha gente creyó que la cosa viene por ahí.
Myriam Bregman dijo: “En La Matanza la campaña a Milei se la hizo el ajuste”, el ajuste en términos de que a la gente concretamente en el bolsillo la plata le rinde cada vez menos, y se da la paradoja de que estamos con un índice de desocupación mucho más bajo que en otras épocas y sin embargo es impresionante el número de trabajadores pobres, es decir, antes era pobre sobre todo el que estaba desocupado. En cambio ahora hay muchísimos trabajadores que están bajo la línea de pobreza. Eso no se había visto.
Por otra parte, creo que la responsabilidades son compartidas respecto de la evaluación y la mirada de un gran porcentaje de la población, incluyendo amplios sectores populares, de lo que es el kirchnerismo. De lo que fue y de lo que es. Yo creo que ahí han tenido mucho éxito en presentar al kirchnerismo, y a todo el peronismo por extensión, cómo el antro de los chorros como si solamente dentro del peronismo hubiese habido latrocinio, robo y corrupción en la política argentina, cuando en realidad creo que se tendría que haber investigado y avanzado muchísimo más para sacar a la luz y explicarle mucho más a la gente, el papel que tuvo justamente el robo de guante blanco, el robo legalizado de la colosal deuda externa contraída por Macri con los 45.000 millones de dólares, una cifra muchísimas veces superior a lo máximo imaginable que pueda haber llegado de corrupción o de robo durante el kirchnerismo; es decir que son cifras tan grandes que a la gente por ahí le cuesta diferenciar o metérselas en la cabeza. Semejante cantidad de dinero se la choreó y se la fugó un puñado de grandes capitalistas argentinos; de ese robo no se habla, pero sin embargo la gente cree que los K son los chorros, sin mencionar a los Caputos y a toda la runfla de todos los que estuvieron con el macrismo”.
“Otro factor importante es la parte cultural de rechazo de un sector de los argentinos, que lamentablemente se dio demasiado por supuesto como que era un consenso mucho más generalizado, cuando en el fondo no lo era, no salía a la superficie acerca de lo que fue la dictadura, acerca de los crímenes de lesa humanidad, acerca del genocidio y acerca de conquistas absolutamente indudables como tiene que ver con la cuestión de género, la Ley del Aborto de la ESI y demás, pero sin embargo en el norte, que es donde uno más podría pensar que las cuestiones de género y la ESI han sido motivo de objeción de sociedades más conservadoras, sin embargo, allí sí, parecería haber ganado Massa».
¿Y el tema ambiental?
-Panorama muy duro. Tenemos clarísimo que con Massa también habría sido tremendamente dura. Es decir entre los militantes más de base, no refiriéndome a los de las superestructuras, o de ONGs ambientalistas o de funcionarios que recientemente han pasado a ponerse el rótulo de ambientalista, no, hablando más de un ambientalismo popular, realmente popular, teníamos muy claro que ganara uno u otro la matriz económica va por la extractivismo y en ese sentido y eso es lo que yo creo que inclusive a más de uno los haya llevado a votar en blanco. Yo voté a Masa como otra gente, compañeros y compañeras, tapándome la nariz con siete broches. Sabiendo que en realidad en el plan económico podía haber diferencia en cuanto a ajuste, en cuanto a distribución, a cuestiones sociales, pero la matriz extractivista es la misma.
Explica Marcelo sobre la represión, las luchas y los pueblos originarios: “La diferencia que yo veía entre un gobierno de Milei y uno de Massa tiene que ver con el nivel de represión, más allá de que hoy obviamente está mediado por los gobiernos provinciales, pero también tenemos claro que durante el peronismo, en provincias hoy peronistas, también ha habido durísimas represiones y judicializaciones. También tenemos claro que para los pueblos originarios depende mucho de qué provincia estemos hablando. Y que tanto en provincias gobernadas por el radicalismo como en otras por el peronismo, en muchos casos los pueblos originarios también se las ven muy fuleras. Así que en cualquier caso sabíamos que se nos venían cuatro años terribles, pero ahora en un contexto quizás mucho más represor. Y creo que muchos, por lo menos es algo que cada vez que lo he dicho mucha gente me lo ha ratificado en el mismo sentido, le tenemos inclusive más miedo, más temor a Villarruel con todo lo que ella representa y toda la gente que se va a sentir empoderada a partir de esto, que al propio Milei”.
“Lo que no podemos hacer es quedarnos quietos. Tenemos que redoblar todos los esfuerzos de unión, ir contra todo lo sectario teniendo en cuenta la importancia de la organización. Creo que quienes deseamos un ambientalismo realmente popular y anti extractivista vamos a tener que tratar de llegar mucho más claramente con nuestros mensajes y tratar también de vincularnos más fuertemente con todos aquellos sectores, que también se van a ver fuertemente atacados. O sea los feminismos sin duda, los pueblos originarios también. Y ver qué y cómo organizarnos para seguir saliendo con seguridad y contundencia a las calles. Esto para mí también es un poco una incógnita, pero creo que no deberíamos abandonar las calles, las rutas, las plazas, y cuanto espacio de expresión pública haya, más allá de que sepamos que las consecuencias o los costos de hacerlo en adelante, puedan ser mayores que los que veníamos teniendo”.
“Tengo esperanzas en que los pueblos tarde o temprano re piensan las cosas. Si bien van a ser cuatro años muy duros para nosotros y para algunos sectores populares van a ser extremadamente duros, peores que en el 2001, sin duda, también sé que la derecha, la ultraderecha, el gobierno de Milei tampoco la va a tener fácil porque creo que muy amplios sectores populares lo han votado por votar algo distinto, por no bancar más de lo mismo. Pero al empezar a sentir los primeros coletazos y golpazos de su plan económico, si es que los llegara a implementar tal cual lo viene proponiendo, va a perder rápidamente apoyo popular y se va a reconfigurar un nuevo esquema de lucha. Con todos esos y los que votaron a Massa y en blanco”.
“Y si miro a escala regional y mundial, me doy cuenta que es parte también de una corriente, de un movimiento que se está dando a nivel mundial donde las cúpulas están cada vez más derechizadas con muy fuerte apoyo en las elecciones, pero por otro lado también se están fortaleciendo y creciendo indudablemente las luchas tanto en la ambiental como lo económico, en lo social y demás, y esto lo vemos inclusive en Estados Unidos, en distintos lugares de Europa. Creo que estamos lejísimos de un fin de la historia tipo (Francis) Fukuyama. Y creo que tanto en el mundo como en la Argentina, se viene una década muy muy fuerte”.
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Marcha de jubilados: el papelón vs. la solidaridad

La calle volvió a dar una respuesta de movilización, encuentro y solidaridad frente a un Congreso en el que Milei –presidente del país– se dedicó a dirigir el griterío de sus barras contra opositores. Y un radical (si es que tal identidad existe) que cobra millonadas como diputado, se dedicó a balbuceos acaso onanistas con respecto a las diputadas, defendiéndose luego con una teoría delirante. La presencia en la plaza de Fabián, el padre de Pablo Grillo, el fotógrafo agredido por las fuerzas de seguridad del oficialismo. La idea sobre lo que hay que organizar. Una marcha de la Gorra que denuncia la violencia institucional, historias sobre cómo recuperar el humor y la ironía, un “Rappi” que cuenta su día y la teoría sobre Luis Caputo en plan verdulero.
Por Luca Pedulla
Fotos Juan Valeiro
La Cámara de Diputados se renovó con la presencia en el recinto del presidente Javier Milei y su hermana Karina, secretaria General de la Presidencia, festejando a viva voz que el resultado de las últimas elecciones, más el movimiento de algunos diputados que se autoperciben peronistas, transforman a La Libertad Avanza en la primera minoría, lo que le facilitaría el tratamiento de las reformas que el gobierno quiere imponer, como la laboral. Todo esto con barras comandadas por Milei hostigando con cantitos a los opositores.

Imagen de la 9º Marcha de la Gorra en Congreso, acompañando a los jubilados, contra la violencia institucional y policial.
La transmisión osciló entre esas imágenes y otras perlitas, como el micrófono abierto de un diputado por donde se escabulleron ciertos comentarios desagradables respecto de la apariencia de algunas diputadas. Sus pares señalaron al radical chaqueño Gerardo Cipolini como el responsable, aunque se defendió con un argumento tan extraño como esa Cámara, en la frontera del delirio: “La tecnología ha avanzado a límites irreconocibles. Tal vez uno sale diciendo cosas que no ha dicho”.
Pablo: la recuperación del humor
El devenir de ese palacio, entre cantos, saludos y gestos que acaparan la atención de los portales supuestamente periodísticos sigue diferenciándose mucho de la calle que todos los miércoles separa la valla que cruza de punta a punta la plaza.
“El Congreso vallado a espaldas del pueblo es más que una metáfora”, define a la perfección Fabián Grillo, papá de Pablo, el fotógrafo herido en su cabeza por una granada de gas lacrimógeno el 12 de marzo, brutal ataque que lo mantiene internado desde entonces, y del cual sigue recuperándose.

El domingo Pablo cumplió 36 años, y por eso jubilados y jubiladas se acercan a Fabián a saludarlo saludarlo y preguntarle cómo está Pablo.
“Está bien, está mejorando, y lo volvieron a trasladar del Hospital Ramos Mejía al Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca. También habla, discute y putea”. Para Fabián esos son grandes indicadores de mejora de su hijo.
Además, está manejando humor e ironía. Cuenta que un médico cubano, tras una charla de ocasión, le dijo: “Amigo, entre bomberos no nos pisamos la manguera”. Y Pablo le respondió: “Yo no soy bombero”.
Fabián se ríe. En minutos tiene que irse a una muestra fotográfica en la Asociación Madres de Plaza de Mayo, frente a la plaza de Congreso, pero antes lo invitan a la asamblea de la Mesa Coordinadora de Jubilados. “Soy el papá de Pablo, pero no quiero hablar en nombre de él, porque Pablo habla y habla bien”, dice, lo que despierta emociones y aplausos. Fabián cuenta que a partir de octubre es un jubilado más y por eso viene también a marchar: “Esto es lo que nos va a levantar. Es por lo cual le pegaron a Pablo, porque él iba a mostrar la lucha de los jubilados unida con las hinchadas y los gremios. Esa imagen no podía pasar: ¿cómo puede ser que haya solidaridad?”.
Pero la hay, dice Fabián: “Acá estamos”.
La hincha que trabaja para el barrio
Gabriela, hincha y vecina de Dock Sud (y la imagen que encabeza esta nota), es una de las tantas que organiza esa solidaridad. Sobre una mesa tiene desplegados paquetes de fideos, arroz, polenta, azúcar, salsas, botellas de aceite, latas de arvejas, bolsas con cebollas. Con otros cómplices junta donaciones para que jubilados, personas en situación de calle, o con alguna discapacidad –hoy es el Día Internacional que los conmemora– se lleven después de la marcha. “Es para hacer algo, porque en el barrio está todo complicado. Tengo tres hijos, soy mamá soltera, y sé lo complicado que es, así que imaginate para un jubilado de la mínima. Incluso en el barrio se ve que alguno se quiere hacer el vivo subiendo los precios en la verdulería, por lo que un vieji se tiene que caminar diez cuadras para conseguir precio. Es horrible lo que está pasando, porque de repente Caputo es el verdulero”.

Gabriela se interrumpe porque llega un chico con la mochila de Rappi, en su bici, a dejar donaciones. “¿Ves? Por esto lo hacemos, esto es la solidaridad”, dice Gabi, emocionada.
¿Cuánto hay que pedalear?
El trabajador de Rappi se llama Gastón, tiene 31 años y vive en Isidro Casanova, partido de La Matanza. Su vida laboral es una síntesis de este momento. Trabaja en una empresa logística, pero solo cuando lo llaman: para eso tiene que estar atento a las notificaciones que le llegan al celular. “Es cuando abren la convocatoria”, dice. Y después agrega la descripción de buena parte del presente: “Son las formas en las que hoy se está precarizando el trabajo”.

Testimonio arriba de la bicicleta sobre la situación laboral: el pedaleo infinito.
Por eso en los días libres se pone el casco, se sube a la bici y pedalea como Rappi, desde las dos de la tarde hasta las doce de la noche.
–¿Cuánto llegás a hacer por día?
–Treinta lucas.
Hace una mueca al ser consultado sobre el prejuicio de que muchos trabajadores de Rappi son afines al gobierno. “Muchos trabajadores de muchos rubros lo votaron, pero sí, hoy prima un individualismo muy fuerte”, define. La reforma laboral le parece “horrible”, pero reconoce que su generación es parte de una época que no conoció casi ninguno de los derechos que la Ley de Contrato del Trabajo consagra: “Es cierto. Y ese es el problema”.


Delante de sus ojos avanza la movilización de jubiladas y jubilados, hoy acompañada por la novena Marcha de la Gorra, cara a cara con la policía, pero sin incidentes, salvo por los picos de calor que descompensan a algunas personas. “Siempre que puedo, vengo a acompañar a los jubilados”, se despide Gastón, en un pedaleo que seguirá hasta la medianoche.
Tal vez haya que dejar de mirar lo horrible, de prestarle atención y darle importancia –como todo lo que ocurrió dentro del Congreso. Y convenga pensar la organización de la solidaridad de la que hablan Fabián, Gabriela y Gastón, como una de las tantas claves para pensar esta época y lo que se viene.


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Mendoza: el consenso de la rosca y la inmediata movilización contra el proyecto minero San Jorge

La Cámara de Diputados mendocina aprobó por 32 a 13 la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de cobre San Jorge, declaración que había sido impugnada por el CONICET y por las asambleas provinciales. Hubo un “consenso” contrario a las comunidades y a los pueblos originarios, poco transparente y hecho de la materia del lobby, en el cual el oficialismo provincial, el radicalismo, el PRO y la sinuosa actitud peronista coincidieron casualmente con las corporaciones, el oficialismo nacional y la prédica de medios beneficiados con el avance minero. (Dato: por esas cosas es que en Mendoza se hablaba de la “casta política” muchos años antes que el concepto fuera plagiado según es público y notorio). Curiosidad: lo votado en Mendoza implica menos regalías aún que las que otorgaba a la provincia el RIGI que ya era en sí un punto de remate de bienes que las grandes empresas valoran tanto, pero por los que no pagan.
Tras la votación, la gente que estaba en la calle inmediatamente resolvió marchar a la Casa de Gobierno, y seguir en estado de alerta hasta que el proyecto sea tratado en el Senado. La censura en el CONICET y lo que pasó durante la votación.
Por Francisco Pandolfi
Son las 18 horas, 34 minutos, 20 segundos. En la Cámara de Diputados de Mendoza se acaba de debatir de forma expeditiva y de votarse el cuarto y último expediente minero del día: la Declaración de Impacto Ambiental al proyecto San Jorge Cobre Mendocino. Se aprueba por 32 a 13. Las 4 iniciativas mineras ahora pasan al Senado, donde se presume que a principios de diciembre también se votarán a favor.

La multitud, afuera, se entera, explota de indignación y canta ante una hilera numerosa de policías clavados en la puerta de la Legislatura mendocina:
“La cordillera, que linda está,
y si la tocan
qué quilombo se va a armar”.
De aprobarse en el Senado la Declaración de Impacto Ambiental, le permitirá a la Minera San Jorge S.A (perteneciente a la multinacional Solway Holding) llevar a cabo la explotación minera metalífera en Uspallata y conformarse como el primer proyecto de explotación de cobre en el país, en una zona que atraviesa la cuenca del río Mendoza, la cual abastece a una población de 1,5 millones de habitantes, a más de 9.000 industrias y riega 250 mil hectáreas de cultivos. Hoy la Cámara de Diputados votó a favor pese a la Ley 7722 que prohíbe el uso de sustancias tóxicas, como un modo de proteger el ambiente, el agua y la salud, tanto de las personas como de los territorios.

Expo fotográfica en la plaza: diputados y diputadas que votan en favor del extractivismo.
En 2011 la Legislatura había rechazado por unanimidad un estudio de impacto ambiental similar al votado hoy. Mientras que en 2019, luego de derogar la Ley 7722 de defensa del agua, una movilización histórica obligó a la Legislatura a restablecer la norma unos días después.
Con la votación consumada en Diputados, en la puerta de la Legislatura se armó una asamblea multitudinaria donde las distintas asambleas y vecinos autoconvocadxs empezaron a plantearse los pasos a seguir. No para mañana, sino para ya: el consenso fue marchar, desde ese mismo momento, a la Casa de Gobierno. Así empezaron a caminar y a cantar, cuadras enteras, en un grito unificado: “No se negocia, el agua de Mendoza” en un loop colectivo.

Al finalizar, Eugenia Segura de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata le señala a lavaca la hoja de ruta: “Alerta y movilización permanente hasta el próximo paso, que es el Senado”.

Valle de Uco, junto a la ruta. Atardecer, mensaje, y el comienzo de una nueva movilización contra la megaminería.
La censura en el CONICIET
En la noche del martes 24 de noviembre, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Mendoza emitió un comunicado institucional sobre el proyecto megaminero San Jorge, horas antes de que este mediodía se empezara a tratar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) –finalmente aprobada (como se preveía) por la Cámara de Diputados–.

Este era el link con el documento publicado en su web oficial https://mendoza.conicet.gov.ar/comunicado-institucional-del-conicet-mendoza-sobre-el-proyecto-san-jorge-cobre-mendocino. Sin embargo, al hacer click no te lleva a ningún comunicado, porque la posición del CONICET Mendoza hoy cambió, repentina y sospechosamente.
La postura (inicial) del Conicet la reproducimos este mismo miércoles en lavaca:
Algunos extractos: “En los últimos días observamos que avanza el trámite administrativo para otorgar la Declaración de Impacto Ambiental, sin que la empresa haya respondido sustantivamente a las objeciones y sugerencias vertidas en el dictamen técnico y en la mayoría de los informes sectoriales presentados. Muchas de esas objeciones constituyen requerimientos y exigencias importantes consideradas prioritarias para la habilitación de un proyecto como PSJ Cobre Mendocino”.
Otro tramo: “Se identificaron importantes deficiencias en el Informe de Impacto Ambiental. La falta de datos actualizados, de líneas de base completas y de estudios adecuados sobre agua, biodiversidad, patrimonio arqueológico y aspectos sociales impide una evaluación confiable de los impactos que el emprendimiento podría generar en la cuenca del río Mendoza”.

El horizonte de montañas en las que nace el agua: lo que buscan seguir protegiendo las comunidades mendocinas.
Y además: “Dado que estos vacíos de información limitan la toma de decisiones responsables y pueden comprometer recursos naturales, culturales y comunitarios de alto valor, se considera necesario que las autoridades soliciten la revisión y ampliación del estudio antes de continuar con el proceso administrativo. Sólo una evaluación completa y rigurosa permitirá resguardar el interés público y garantizar la protección del ambiente y del patrimonio de la provincia”.
Sin embargo, ese posicionamiento viró a otro publicado este mediodía https://mendoza.conicet.gov.ar/comunicado-de-la-direccion-y-el-consejo-directivo-del-conicet-mendoza/
En este caso el CONICET Mendoza no denuncia “importantes deficiencias”, ni “objeciones sin responder”, ni “vacíos de información” en la Declaración de Impacto Ambiental. Ahora, lo que dice es que “El CONICET Mendoza no está en contra de ninguna actividad productiva que contribuya al desarrollo de la región”.

Eugenia Segura, de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Uspallata, le dice a lavaca desde la puerta de la Legislatura mendocina: “Esta es la línea divisoria de aguas entre la ciencia digna al servicio de los pueblos y la mercenaria, si se le puede llamar ciencia todavía. Mejor dicho, los profesionales al servicio de las corporaciones, sin importar las consecuencias éticas ni legales de sus actos y omisiones”. Desde lavaca nos comunicamos con el CONICET Mendoza para consultar qué había pasado o qué había cambiado, pero el telefonista de guardia que atendió explicó que nadie del CONICET podía atender.
La Asamblea de Trabajadorxs del CONICET, este miércoles por la tarde difundió un texto en redes sociales:
- “Queremos expresar nuestra máxima preocupación por la baja de un comunicado institucional sobre el #ProyectoSanJorge. Este escrito fue producto de un trabajo de investigación riguroso realizado por investigadorxs de nuestra institución. Sin explicaciones, el mismo fue removido de la web oficial del organismo horas después de su publicación. Decidimos poner en circulación su contenido nuevamente y llamar a la comunidad a defender la ciencia pública, soberana y digna que llevamos adelante desde Conicet”.
El gallinero y el consenso
Todo había comenzado a las 9.30 de la mañana, hora a la que las asambleas mendocinas por el agua convocaron a las puertas de la Legislatura donde la Cámara de Diputados, a partir del mediodía, debatió y terminó aprobando la media sanción al paquete de 4 proyectos mineros que el gobernador Alfredo Cornejo (UCR) envió al poder legislativo el miércoles 29 de octubre, tres días después de ganar las elecciones de medio término.

Pese a ser un día laboral, la convocatoria en contra de la megaminería fue multitudinaria y creció a medida que avanzó el día sobre la Plaza Independencia, frente al Palacio Legislativo. De fondo, las montañas, como símbolo de lo que se busca que no sea arrasado. El paisaje también fue de aplausos, cacerolazos, bombos, redoblantes y cientos de carteles. Algunos más directos, exigían el “no a la megaminería”.
Otros más simples: “El agua es del pueblo”.
Los poéticos: “Somos gotas de un mismo río”, ese río llamado Mendoza y que está en juego si se aprueba el proyecto San Jorge, en la localidad de Uspallata. En una de las vallas lindantes para que las y los honorables diputados no se mezclen con la gente, alguien colgó una cartulina blanca: “Gallinero cerrado por falta de huevos”.
Nadie ve en directo lo que pasa. Ni el pueblo movilizado en las afueras ni quien quisiera seguir la votación en algún otro lado del mundo.
Lo que pasa en Diputados no se transmite. Se oculta.
Mientras la gente sigue de pie en la calle, cantando, gritando, bailando, refugiándose bajo sombrillas o en las sombras que dan las abundantes copas de los árboles.
Desde adentro del recinto iban confirmándose, una por una, las previsibles malas noticias.
Primero se debatió de forma expeditiva y se votó el Fondo de Compensación Ambiental, apuntado a conformar un fondo para afrontar catástrofes ambientales que produzcan las empresas y las revierta el Estado. Se aprueba: 39 (UCR, libertarios y peronistas unidos) a 6.
Segundo tema: se debate de forma expeditiva y se vota el proyecto de ley de regalías mineras, que estipula que una empresa puede pagar como máximo el 3% (igual que la vigente ley nacional), renunciando al límite del 5% que fijaba el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones). Se aprueba: 39 (UCR, libertarios y peronistas unidos) a 6.
La gente, afuera, canta: “No se vende, el agua no se vende”.
Tercero, se debate de forma expeditiva y se vota el expediente Distrito Minero Occidental II, que abarca 27 proyectos de exploración en la localidad de Malargüe. Se aprueba: 39 (UCR, libertarios y peronistas unidos) a 6.
En las calles se repudia megáfono en mano esa escena de negociados con rostro de “consenso”: “Se acaba de aprobar totalmente fuera de toda legalidad. La Ley 7722 establece que por cada proyecto minero de exploración tiene que entrar a la Legislatura una declaración de impacto ambiental. Y acaban de aprobar 27 proyectos con una sola declaración de impacto ambiental”.
Lo que sigue es un repudio generalizado. El grito de “ladrones” fue de lo más elegante y suave que se destinó a semejante aberración legislativa.
Por último, se debatió de forma expeditiva y se votó la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto San Jorge Cobre Mendocino. Se aprueba con 32 votos (en la imagen figuran 31 por error) a 13 (los siete votos negativos los sumó el peronismo que en la aprobación del dictamen se habían abstenido).
La multitud, afuera, explotó otra vez de indignación. Se cantó: “La cordillera, que linda está, y si la tocan qué quilombo se va a armar”. Allí comenzó la asamblea, y los primeros signos de la hoja de ruta a seguir, que empezó con una inmediaa movilización.
Esta historia continúa.


Actualidad
Marcha de jubilados: el hit del día y por qué las cuentas no dan

Increíblemente sigue sin haber ni asomo de respuesta oficial alguna a los jubilados y jubiladas (salvo la indiferencia en unos casos , la represión en otros). Este miércoles volvieron a marchar en la zona de Congreso. Mientras el gobierno y sus funcionarios se abrazan a los saltitos en las reuniones de gabinete y apenas atinan a debatir el control de cajas opacas y millonadas de dólares, este sector sigue siendo víctima de dos herramientas: motosierra para los medicamentos y servicios, licuadora para sus ingresos. Un miércoles entre alquileres, comida saladita, indiferencia, sombreros Piluso, testarudez para seguir, carteles y nuevos hits musicales.
Por Lucas Pedulla Fotos Juan Valeiro
Miguel, 73 años, vecino de Once, cobra la jubilación mínima (en diciembre será $340.879,59, más el bono de $70.000, y se sumará el aguinaldo), pero solo de alquiler tiene $450.000. Su señora también cobra la mínima –mismos valores–, por lo que pasa lo siguiente: “una jubilación sirve para comer y otra, para el alquiler”.

Clima de época.
De todas formas está buscando dónde acceder a algún bolsón de mercadería porque hasta hace poco lo ayudaba su hijo –enfermero–, pero ya ni eso. El kilo de morrón en la verdulería le salía $5.000, así que le terminó comprando a un vendedor ambulante, que vendía medio por $1.000. “No quieren que lleguemos a un 2001, pero nos están empujando para allá”, dice en tono chaqueño, tierra de donde se vino hace 20 años porque, explica, Dios atiende mejor la salud en Buenos Aires. La única salida, piensa, es seguir insistiendo, cada miércoles: “Mi parrilla tiene herrumbre”.
Sobre vecinos y siestas
Olga, 70 años, vive a dos cuadras de esta Plaza a la que viene cada miércoles. Todas las semanas la ve así, movilizada. Y escéptica: “Mejor ni hablemos de mis vecinos, porque si pudieran salir a pisarnos, ahora mismo, nos pisarían”. Cuenta que está mal porque el alquiler se le fue a $600.000, el mismo valor que su jubilación. Su hija, por suerte, la mantiene, de lo contrario no podría vivir. La hija tiene tres trabajos: docente en una universidad, administrativa en otra y artista en un grupo de teatro. Ahora se viene la reforma laboral –encima–, pero Olga revolea los ojos al pensar qué es lo que puede pasar en las calles: “Hay mucha indiferencia, porque amenazan con que la jornada se va a extender 12 horas, pero muchos ya están laburando eso. Oíme, lo de trabajar 8 horas, salir de la fábrica y disfrutar tu vida, se terminó. Hoy la guita fácil está matando a la fábrica”.
¿Por qué seguir viniendo? “Porque es la lucha”, dice. “Por Norma Plá”, agrega. “Y porque si nosotros nos bajamos, el gobierno se queda durmiendo la siesta”.

Almorzar, cenar, y el hit del día
Carlos, 73 años, también tiene la reforma laboral en la cabeza, por la que armó un cartel en su casa de Avellaneda, sur conurbano, y lo trajo al miércoles que no falta nunca:
- “Es ahora, CGT. Mañana puede ser tarde”.
Carlos sabe que no hay mucho tiempo. Tampoco espera nada del Gobierno: “Si no tiene piedad con un discapacitado, imaginate con un jubilado. Espera que pasemos de largo”.
Confiesa que hay una palabra que viene odiando mucho: “Gobernabilidad”. Eso siente que garantizó la CGT y los partidos políticos al no querer salir a la calle. Es radical, pero también le habla a los peronistas: “El pueblo está de este lado de las vallas. No puede ser que voten contra nuestros intereses. ¿Pero sabés qué va a pasar? A mitad del 2026 le van a soltar la mano y se van a candidatear en 2027. Los únicos pelotudos que seguimos bancando somos nosotros”. Pese a todo –y a todos– Carlos se mete de lleno en la marcha.

Carteles de la Ciudad intervenidos para la marcha. En este caso, con la foto de Carlos (Chaca), uno de los jubilados emblemáticos de cada miércoles.
Estela, 63 años, también de Avellaneda, es más práctica: “La CGT está comprada”. También se indigna con los partidos políticos: “No hay unión”. Se embronca con algunos que no están en esta calle, en este cara a cara con la policía –como ella–, o con la bandera argentina que utiliza como capa, o con ese sombrero Piluso que tiene un cartelito que la pinta de cuerpo entero, aunque se le dibuja una sonrisa: “Jubilados testarudos”.

Expresión de arte conceptual acompañando la manifestación.
Lo testarudo, en Estela, se manifiesta en que no va a dejar de venir y de estar, sobre todo porque su jubilación mínima, con la que antes podía proyectar el mes y más tarde la semana, ahora solo le alcanza para comparar precios en lo diario. Ni hablar –dice– los remedios, porque hoy a muchos se les juega pensar si almuerzan para no cenar.

Editorial político en siete palabras.
–¿Y esta noche?
–Espero comer algo saladito. Puede ser fideo. O arroz. Es muy penoso. Perdoname, pero me pone mal.
Estela se mete a la marcha, la misma de Miguel, Olga y Carlos, y tantos otros y otras, que están siempre, pase lo que pase, siendo los mismos, en horarios distintos, con un sol imposible o en una sombra de radio abierta que tampoco interpela. Todos saben que hay que repensar estrategias, formas, pero que el lugar para hacerlo sigue siendo esta calle.
De fondo, mientras tanto, se escucha el hit del día, al menos mostrando otra impaciencia:
Luchen todos,
no rompan más las bolas,
a ver si se dan cuenta:
la lucha es una sola.


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