Nota
“¿Cómo quieren pasar a la historia?”: la pregunta de las estudiantes a Diputados por el #AbortoLegalYa
En el día en que se tomaron 13 colegios en la Ciudad, más de 20 jóvenes de diez secundarios distintos se reunieron en MU para hacerles llegar a los Diputados la carta que exige #AbortoLegalYa. Sus relatos –y sus acciones-trazan una línea muy clara de reclamos que van desde la urgente aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral hasta cómo frenar la violencia machista, haciendo pie en el aborto. La razón de las tomas, las amenazas de las autoridades y gobiernos, y la voz lúcida de la Generación Verde que está a la altura de la Historia: “No les tiene que temblar la mano para votar: tienen todo nuestro apoyo”.

Las estudiantes de diez colegios de Buenos Aires entregan la carta con más de mil firmas a las diputadas Donda y Ferreyra.
Foto: Martina Perosa
Hay reuniones históricas que parecen pasar desapercibidas, pero que suelen transformar eso que llamamos, en mayúsculas, la Historia. Hoy, más de 20 estudiantes de escuelas secundarias de Buenos Aires -en general delegadas de los centros de estudiantes- se reunieron en MU para pedirles a los diputados y diputadas que voten a favor del aborto legal. La excusa fue la entrega de la Carta que una semana antes habían comenzado a firmar también en MU, y que durante estos días siguió sumando firmas en cada colegio. El resultado: más de mil mujeres de diez colegios distintos –“y siguen”, dicen-, que hoy fueron entregadas a las diputadas Victoria Donda y Araceli Ferreyra, de Corrientes, que se acercaron a recibir la Carta y escuchar a las jóvenes.
Qué dijeron
Las jóvenes estudiantes son la noticia del día, pero no por este encuentro histórico (con diputadas, pero sobre todo entre ellas), sino porque en muchos de sus colegios los estudiantes decidieron hacer una toma, vigilia o “pernoctazo” hasta el miércoles en que se decida la votación. La causa: mostrar el contundente apoyo del estudiantado de los secundarios a favor del aborto legal, que se visibilizó en una inédita toma conjunta, pero que no es novedad ni capricho.
En una consulta impulsada por la Federación Universitaria de Buenos Aires, la Coordinadora de Estudiantes de Base, la Coordinadora de Estudiantes Terciarios y la Federación de la Universidad Nacional de las Artes, 30.000 estudiantes se pronunciaron recientemente a favor del aborto legal en todo el país. Un 90% del total de consultadxs.

Las jóvenes reunidas en MU, compilando las planillas de firmas de los distintos colegios previo al encuentro con diputadas.
Foto: Martina Perosa
Las estudiantes vienen sosteniendo este reclamo desde hace años, no sólo como una bandera sino como una realidad palpable día a día: a fuerza de atender dolorosas historias de abortos, abusos y violencias, y de paliar al final el incumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral, sancionada hace 12 años, pero de escaso cumplimiento en las aulas.
Hasta el cierre de esta nota eran 13 las escuelas tomadas por estas precisas e históricas razones. Y al menos otras siete escuelas votaron una serie de medidas también para mostrar su apoyo a los diputados que voten por el aborto legal.
Las tomas y los temas
En el Carlos Pellegrini la toma se votó tres veces: en la asamblea de la mañana, en la asamblea de la tarde y en la asamblea de la noche. Dos carteles decoraban la puerta de la calle Alvear abierta a medias, sosteniendo los principales reclamos: “Aplicación de la ESI” y “Aborto Legal Ya”.
La votación, calcula Natalia, vicepresidenta del Centro de Estudiantes del Pellegrini, tuvo un apoyo de más de 500 estudiantes, que votaron una vigilia desde el 11 hasta el 14 de la votación en el Congreso. Ese día, los varones se quedarán en el colegio, mientras las mujeres harán la vigilia pero frente al palacio legislativo.
La escuela pionera en plantear la toma como medida para empujar el aborto legal fue el Yrurtia, de Parque Avellaneda, y además del Pellegrini le siguieron el colegio Julio Cortázar, la escuela técnica Fernando Fader, el Mariano Acosta, la Escuela de Cerámica N° 1, el Normal n° 6, el Normal n° 1, el Instituto De Enseñanza Superior en Lenguas Vivas «Juan Ramón Fernández», la escuela Rodolfo Walsh y la Escuela Osvaldo Pugliese. Otros dos colegios también realizaron vigilias, pero del lado de afuera del edificio.

Foto: Martina Perosa
“Se venía pensando en el pernoctazo y como vimos la situación complicada en Diputados, decidimos pernoctar a partir del último módulo de cada colegio”, explica Agostina del colegio Cortázar, donde calculan que la votación para la toma fue de 100 votos a favor contra 8 en contra.
En el Pugliese, cuando las jóvenes entraron a MU, todavía la asamblea estaba decidiendo la medida. Las chicas adivinaban la decisión final: “Se va a tomar”. Y las otras respondían: “Bien, fuerza”.
En una ronda improvisada, mientras se juntan las firmas de los diez colegios que llegaron a reunirse hoy, las jóvenes comparten sus experiencias: “En el Acosta la rectora duerme con los chicos”, cuentan la excepción. “En el Pellegrini el rector también está a favor del aborto y permitió las asambleas”, relatan.
Las chicas comparten que en otras siete escuelas las asambleas votaron en contra de la medida de la toma, pero que acompañarán con la vigilia del miércoles en el Congreso. Uno de los argumentos: “Decían que era quitarles días a los trabajadores del establecimiento… ¡Las trabajadoras del colegio también abortan! Entiendo el lugar de presión que tienen los directivos pero no deberían separarse de esta lucha porque no es solo estudiantil, sino docente y de toda la comunidad educativa y los cuerpos gestantes”.
En la ronda también salta la indiginación ante dos casos concretos: en el coelgio Fader y en el Buenos Aires el agua apareció cortada de manera sincrónica el día de la asamblea decisiva. La interpretación es clara como el agua: “Suspendieron las clases por agua para vaciar las asambleas”. En el Manuel Belgrano tocó justo la desinfección, igual que en el Yrurtia, donde los jóvenes igual avanzaron.
Actas, ausentes, intimidación de los directivos. Las chicas relatan todo tipo de trabas institucionales y hasta amenazas que bajan desde el Ministerio de Educación porteño. El Lenguitas es otro caso: “Hay amenaza de usar el protocolo antitomas”, relatan las jóvenes a lavaca. Ese protocolo exime a los rectores de la responsabilidad de las tomas y la traslada a los padres de las chicas y chicos. “Eso perjudica a los colegios menos organizados”, analizan y cuentan que, si bien la medida se encuentra trabada por la Justicia, el rumor que baja de arriba es que podría entrar en vigencia este miércoles 13 ante una nueva reunión de las autoridades. La toma no es un impedimento: las del Lenguitas decidieron hacer una peña el miércoles, y quizá un pernoctazo de cara a la votación.

Jóvenes del Pellegrini, en la puerta del colegio.
Foto: Martina Perosa
Una joven del Manuel Belgrano de Barracas cuenta desde adentro: “Hicimos pañuelazos, nos movimos mucho para hacer medidas para el miércoles y hoy teníamos pactada una asamblea. Se dio que, de un día para el otro, el viernes a las 16:20 cuando nos estábamos yendo, nos avisan que el lunes hay una desinfección en el colegio”. La jugada habla de las maniobras de las autoridades para evitar las tomas: “En el Buenos Aires nos pasó lo mismo”, cuenta otra. “Dijeron que no había agua y suspendieron las clases, y por eso las asambleas. Igual nos quedamos afuera haciendo vigilia”. Cortázar: “Nosotras el miércoles hacemos asamblea para ver qué medida tomamos. Queremos pernoctar o hacer una juntada o ir a la vigilia”.
Pellegrini: “No es la primera toma que hacemos por estos reclamos. Está en particular es por el proyecto de ley que se va a votar el miércoles, pero ya hicimos una toma multitudinaria en colegios que tuvo como principal reclamo la Ley de Educación Sexual Integral. Nos estamos organizando como movimiento estudiantil para que el proyecto efectivamente salga porque es la séptima vez que estamos impulsando”.
Lenguas Vivas: “La educación sexual nos la pusimos al hombro. Durante el verano tuvimos que organizar un movimiento de mujeres en el que teníamos que denunciar a nuestros propios compañeres que ejercían violencia. Y este año se vino toda una ola verde, feminista, que hizo que ya las personas de primer año vinieran con el pañuelo: es muy emocionante, y a la vez nos da un dolor impresionante cargar estas cosas sobre nuestras espaldas”.

Foto: Martina Perosa
Las mujeres contra el Estado
Recapitulemos: en al menos 20 colegios de la Capital Federal se están gestando asambleas que no plantean otra alternativa que aprobar la ley de aborto legal. ¿Por qué sucede esto en este sector social? Recapitulemos: “Somos las que abortamos en la clandestinidad, somos las que no recibimos educación por parte del Estado: ya es hora”.
Las jóvenes retoman la (in)experiencia de la Ley de Educación Sexual Integral por algo bien concreto: saben lo que es ver parir una ley y que nunca se cumpla. “No hay que ser conformista porque hay que ver si se cumple y cómo se aplica si sale la ley de aborto”, aseguran. Retomando los debates legislativos de voces a favor y en contra, argumentan: “¿Escuchamos decir que salvemos vidas y que ahora les preocupa la educación sexual? Hay una ley que hace 12 años está y nunca les importó”.
Juanita, del Cortázar, se formó como promotora en salud sexual para poder impartir clases a sus compañeras. Es decir, para poder hacer lo que el Estado no hizo por ella y por ellas. Dice: “La ESI no sólo es métodos anticonceptivos. Son todas las cuestiones relativas a la sexualidad, entre ellas el aborto. No es sólo entregar pastillas”. Y cierra: “No puede ser que la salud sexual la hagamos nosotras y no el Estado”.
Otra joven pone el dedo en la llaga: “Hacemos todo lo posible para no llegar al aborto y el Estado hace todo lo posible para que nos embaracemos. Se preocupan cuando somos madres, por el embarazo adolescente, pero les falta el antes y el después. Falta el aborto”.
Otra: “Aparecen cuando es nuestra decisión, pero antes no nos ayudan a no quedar embarazadas”.
Las chicas cruzan datos: “En nuestro colegio no hay embarazadas, pero no porque no haya embarazos: los hay, y abortamos”. Una acota: “Eso es porque es de clase alta”. En el colegio García Lorca, de Paternal, Sofía calcula un promedio: 3 de cada 10 estudiantes tienen hijos. “Lo que no tenemos son denuncias de violencia: eso nos preocupa más”. Otra suma: “En nuestro colegio una embarazada se tuvo que cambiar de colegio por vergüenza. El padre, no”.
Juanita retoma el hilo del reclamo: “Autogestionamos la salud. Me capacité en promoción de salud para darle contenido a mis compañeros: el Estado no me contó ni cómo poner un preservativo. Y cuando interviene, interviene mal”.
Sofía, del Lorca: “No es normal que tengamos que usar el 90% de nuestro tiempo en reclamar derechos básicos”.

Foto: Martina Perosa
Juanita: “Nos enfrentamos a situaciones que no estamos capacitadas. Por ejemplo, en mi colegio denunciaron a la persona con la cual yo construía el centro de estudiantes y me había postulado. Y me encontré haciéndome cargo de una situación de la cual no podía, porque emocionalmente no me daba. En el Cortázar estuvimos años pidiendo un puesto de psicólogo y no nos daban, y se consiguió finalmente. Luego armamos un gabinete interdisciplinario desde una perspectiva de género. Todas esa cuestiones llevan a que nos tengamos que responsabilizar nosotras y ocupar un gran bache: el del Estado”.
Agostina, también del Cortázar: “La realidad es que las comisiones de género y espacios de mujeres nos damos cuenta que no damos a basto. No nos la psiquis ni el cuerpo para cubrir estas problemáticas. No tenemos educación sexual ni protocolos contra la violencia que aseguren nuestra salud en colegios. Tenemos casos de preceptores que acosan a compañeras de primero y segundo año, tenemos violencia, relaciones tóxicas todo el tiempo, en todos los años, en todos los cursos. Todo el tiempo estamos nosotras poniendo el cuerpo en situaciones de las que somos víctimas. Nos sentimos orgullosas en ser promotoras de salud, pero no es nuestro deber ni nuestra responsabilidad: es la de ustedes”.

Foto: Martina Perosa
El reclamo en 10 frases
Reunidas frente a las diputadas Victoria Donda y Araceli Ferreyra, las jóvenes hacen una ronda para contar las experiencias colegio a colegio. Deciden hablar todas, dicen, porque “no vinimos acá a hacer número: somos representativas y tenemos algo que decir”.
La clase, entonces, se da vuelta: las diputadas escuchan, en silencio. Las jóvenes les hablan a ellas, pero el mensaje que quieren hacer llegar tiene –y lo dicen- otros destinatarios: los diputados que están dudando o votarán en contra del aborto legal.
A ellos y ellas, entonces, las estudiantes les dirigen palabras que no son consignas, sino miradas lúcidas y claras:
- “¿Van a hacer algo o no van a hacer nada?”
- “¿Cómo quieren pasar a la Historia? Pueden pasar a la Historia como que hicieron algo por los derechos de las mujeres, o como cómplices de 500 mil muertes”.
- “Si no se aprueba nadie se va a su casa”.
- “Ya no estamos en los´50: nosotras ya superamos el tabú, lo podemos decir”.
- “Estamos mostrando la fuerza del reclamo. Ustedes pueden ignorarlo o verlo. A pesar de que voten en contra nosotras abortamos igual. Sólo les pedimos que legislen”.
- “El embarazo adolescente no arrasa con nuestros estudios: arrasa con nuestras vidas”.
- “La potencia nuestra es que ellos no van al colegio hace mil años y nosotras sabemos los abusos, los abortos, las embarazadas”.
- “No los tiene que temblar la mano para votar. Tienen todo nuestro apoyo”.
- “Estamos a la altura. Hay que ver si ustedes también”.
Nota
Atlanticazo número 24 contra el loteo del mar

Las Asambleas por un Mar Libre de petroleras que ya llegan a gran parte de las costas argentinas realizaron una nueva movilización (la número 24) como todos los 4 de cada mes. En Mar del Plata, donde nació esta movida, fueron desde la Municipalidad hasta la Playa Popular, para manifestarse entrando al mar contra la pretensión de explotar las profundidades marinas sin licencia social y sin que se conozcan las consecuencias ambientales que se generarán. Luego hicieron una fogata contra el extractivismo.
La fecha es heredera y homenaje a las marchas antimineras que se producen también los días 4, desde que Esquel inauguró ese hábito social y ambiental en 2002. Este lunes hubo marchas entonces no solo en Mar del Plata sino también todo Chubut. Son las últimas previas a la asunción de un nuevo gobierno. En Mar del Plata, todo estará luego dirigido al 4 de enero, plena temporada, cuando además se cumplirán dos años del primer Atlanticazo. Como lo reflejó esta página el mes pasado, distintas localidades costeras del país se sumaron también este 4 a toda esta movida socioambiental en defensa del mar. (La revista MU está preparando una producción especial sobre el tema para la edición de diciembre, tras haber viajado a Mar del Plata).
¿Qué es el bombardeo acústico?
La asamblea hizo llegar a lavaca el mapa que refleja el parcelamiento del mar que están obteniendo las petroleras para realizar sus actividades, con notable colaboración de la política oficial y la judicial (Corte Suprema) en contra del medio ambiente. Ya son 38 «bloques» destinados a esas empresas, cuenta Silvina Álvarez, integrante de la asamblea: «Esto implica a toda la franja costera y a territorios que van a estar impactados. En Mar del Plata tenemos un sector del puerto que se le concesionó gratuitamente a Equinor, una corporación que trabaja con YPF». Se desconoce aun si los anuncios de motosierra llegarán a este gasto público.

El mapa muestra que el Mar Argentino fue sometido a una suerte de fraccionamiento: la gran zona rosada que acompaña al 70% de las costas es la que corresponde a las llamadas “prospecciones” que en la práctica implican una búsqueda sísmica mediante violentos y permanentes bombardeos acústicos para detectar áreas petroleras, causando estragos en la fauna marina, especialmente las ballenas, “destruyendo el ecosistema marino, que juega un rol fundamental en la absorción del dióxido de carbono atmosférico y la mitigación del cambio climático” explica la asamblea. “Es como si fuera todo el estruendo de cohetes de un año nuevo, pero dentro del mar y durante tres meses seguidos” explicó Silvina Ávarez a lavaca.
Esa acción sísimica de las naves de las corporaciones fue iniciada casi sin conocimiento público durante el gobierno macrista.
El resto de las zonas coloridas que se observan representa las áreas de exploración tanto en el norte como en el sur del Mar Argentino, con el nombre de las corporaciones encargadas de cada parcela.

El no cambio climático
Sobre la marcha en Mar del Plata contó Jazmín Safi a lavaca: “Tuvo muy buena convocatoria, más tratándose de un lunes, y apuntando a la acción del mes que viene, cuando cumplamos los dos años del primer Atlanticazo”.
El documento marplatense plantea un panorama sobre el presente: “En 6 días asume la presidencia Javier Milei, con promesas de más ajuste, más entrega y más represión. Los planes de la ultraderecha son profundizar el camino ya trazado por los anteriores gobiernos. Por eso es tan importante que hoy estemos en las calles, demostrando que gobierne quien gobierne seguiremos peleando por nuestros derechos y que no abandonaremos la defensa de los territorios y la vida”.
Sobre la extraña COP 28 (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) que se desarrolla en Dubai, capital de un enclave justamente petrolero como Emiratos Árabes, plantean los asambleístas: “Esta reunión donde gobiernos y empresas se deben comprometer con acciones para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y evitar así el colapso climático que pone en riesgo la supervivencia de numerosas especies incluida la nuestra, paradójicamente se está desarrollando en Dubai, demostrando el poder de la industria petrolera mundial que sigue condicionando las políticas ambientales destinadas a frenar el aumento de la temperatura global”.

Dato sobre la representación argentina: “La delegación argentina está encabezada por Cecilia Nicolini, Secretaria de Cambio Climático, quien es responsable de haber firmado cada una de las Declaraciones de Impacto Ambiental a los proyectos de exploración sísmica y pozo exploratorio presentados por las corporaciones petroleras, luego de realizar falsas Audiencias Públicas, incumpliendo así tratados internacionales como el Acuerdo de París y el Acuerdo de Escazú”.
Contaminación, negacionismo y otros
¿Cuál es la situación actual? El documento marplatense informa: “Mientras tanto, el buque BGP Prospector sigue desplazándose a su antojo por las costas bonaerenses hasta las de Río Negro y Chubut, bombardeando el mar y destruyendo el ecosistema marino, que juega un rol fundamental en la absorción del dióxido de carbono atmosférico y la mitigación del cambio climático. Por su parte, el Estado nacional a través del Consejo Federal Pesquero y la Armada Argentina, rechazaron el pedido del Instituto de Conservación de Ballenas para relevar datos sobre los efectos de la sísmica en curso, porque podrían “entorpecer la prospección”. Así se demuestra nuevamente una profunda sumisión a los intereses de las corporaciones”.

La asamblea repasa otros conflictos del presente, como el caso de la Legislatura rionegrina, que votará esta semana tres leyes pro mineras con lo que se habilitaría la megaminería y el negocio inmobiliario en zonas resguardadas hasta ahora, “intensificando el saqueo y el despojo a las comunidades”.
Sobre el poder judicial: “Una justicia que sigue operando en favor de proyectos extractivistas como la Ley de Semillas avalada por un fallo de la Corte Suprema de la Nación en el que se le reconocen derechos de patente sobre las semillas a la corporación Bayer Monsanto, y que a su vez se niega a admitir la causa contra la empresa contaminante Porta hermanos, presentada hace más de tres años por vecines de Córdoba Los mismos jueces que se expidieron contra el recurso de queja presentado por organizaciones y abogades, dando así luz verde al proyecto petrolero offshore”.

Dos lemas asamblearios cierran el documento: “Somos mares, somos naturaleza, somos comunidades costeras” y “No es no”. La próxima marcha será con un gobierno cuyos candidatos han planteado públicamente que contaminar el agua no es un problema ni un delito, que niegan el cambio climático y que agitan la amenaza de represión como su modo de entender la convivencia democrática.

Nota
297 femicidios y travesticidios en lo que va del año: datos del Observatorio Lucía Pérez

De enero a noviembre de 2023 el Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestionado y público de violencia patriarcal, registró 297 femicidios y travesticidios en todo el país. Como resultado de estos crímenes se registraron además 233 huérfanxs por femicidios, un drama silenciado del cual es necesario hablar.


No son cifras y por eso en nuestro padrón se visualizan sus nombres, edades, dónde vivían y cómo sucedió el femicidio, entre otros muchos datos que permiten dimensionar el problema.
Solo un caso entre cientos: Evangelina, de Mar del Plata, estaba a punto de ser abuela. Sus 5 hijas presenciaron el crímen; la más pequeña, con 3 años, marchó con la foto de su mamá por las calles de la ciudad costera reclamando justicia. Fue una de las 391 marchas y movilizaciones contra la violencia patriarcal que registramos durante el año.


Registramos además 312 tentativas de femicidios. En noviembre uno de estos crímenes fue contra una mujer de 31 años que está embarazada de 6 meses.
Este 2023 registramos 120 desaparecidas. Y llevamos 1023 días preguntándonos ¿dónde está Tehuel de la Torre?

El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca. Se elaboran una serie de padrones que compartimos en la web de manera libre, los cuales comenzaron a confeccionarse en talleres que realizamos con víctimas de violencias, familias sobrevivientes de femicidios, organizaciones sociales y activistas del movimiento trans. Los datos así recogidos, sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país, son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas.
Todo la información que producimos es de público y libre acceso en www.observatorioluciaperez.org
Nota
Madres de Plaza de Mayo: rondar el presente

La Ronda de Madres de cada jueves como lugar de encuentro, denuncia y reflexión, desde los 12 hasta los 93 años. Elia Espen y lo que vienen pidiendo hace más de 40 años. Por Lucas Pedulla
Tiene 12 años, se llama Catalina y es la primera vez que viene. «Es hermoso», dice, con brillo en los ojos, después de tomarse un tren y un subte desde Lomas de Zamora, sur del conurbano, con su tía Daniela, para venir a la ronda de las Madres en Plaza de Mayo, segunda después del triunfo de Javier Milei en el balotaje presidencial.
La caminata la encabezan Nora Cortiñas y Elia Espen, Madres de Plaza de Mayo de la Línea Fundadora. Hay menos personas que la semana pasada, pero el movimiento sigue siendo vital para pensar esta época.
Catalina, por ejemplo, cuenta que en su colegio se discutió mucho durante las elecciones, y si bien fueron pocos los compañeros que apoyaban a Milei, lo hacían con argumentos que le parecían extraños: «Hablaban de la dolarización y pedían que vuelvan los militares».

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Zurda vas a correr
Daniela –31 años, preceptora– abre los ojos: «¿Por qué será que siendo tan jóvenes crean eso? Soy docente y he tenido problemas por tratar de frenar esos discursos. Tenía estudiantes que me chicaneaban, y aun si lo hacían para hacerme enojar, eran chicanas violentas: ‘Se te acaba la joda’, ‘viene el Falcon verde’. Mi otro sobrino, el hermano de ella, me dijo: ‘Zurda vas a correr’. Tiene 10 años».
¿Dónde vio eso? «En Tik Tok», dice. Catalina suma su visión: “Hay mucho Tik Tok y mucha violencia. Las redes sociales no ayudan para nada”. Daniela piensa que son necesarias nuevas formas de comunicar: “Trato de dar información, hablar con mi mejor tono, y enfatizar los ejemplos: los militares secuestraban personas y las tiraban vivas de los aviones. Pero no cala. En algo estamos fallando. Ahora todo son 10 segundos efímeros”.
De fondo, mientras caminamos, una voz lee nombres:
Lopez Ceferino.
López Bravo José María.
Lópes Calvo María Eugenia.
Son personas que siguen desaparecidas.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
El lugar donde se mira al mundo
Otro de los camina en ronda es Sergio Maldonado, hermano de Santiago, el joven de 28 años que desapareció el 1º de agosto de 2017 en medio de una brutal represión de Gendarmería a una comunidad mapuche en Esquel, provincia de Chubut. Su cadáver, sospechosamente aparecido meses después, fue señalado como efecto de un “accidente”. Eran tiempos de Mauricio Macri como presidente y Patricia Bullrich como ministra de Seguridad. Tiempos en que también fue asesinado por la espalda Rafael Nahuel en la Patagonia. Maldonado está en Buenos Aires porque el 11 de diciembre iba a tener la audiencia de apelación por el intento del juez Gustavo Lleral de cerrar la causa, pero se la postergaron hasta el 28 de febrero.
Percibe, en general, un sentimiento de retroceso: “Todas las instituciones se rompen, como un desmoronamiento general. Ya no es un negacionismo, sino desidia. Hubo una disconformidad que se manifestó, pero también es irresponsabilidad: es triste ver cómo la tercera fuerza se mete ahora a manejar el gobierno, con el discurso de rebeldía, pero el ministro de Economía va a ser el mismo que nos endeudó por 100 años (Nicolás Caputo). Hay un grupo de gente que no votó con el bolsillo, sino de manera irracional”.
No sintió miedo, pero sí preocupación: “Bullrich está coqueteando con el Ministerio de Seguridad, aunque hoy también sonó para Trabajo. Representa dos épocas nefastas, porque como ministra de Trabajo en 2001 ya le recortó el 13% a los jubilados. Y ni que hablar que ahora, si asume en Seguridad, tiene como vicepresidenta a alguien que reivindica el genocidio”.
¿Por qué, entonces, venir a la Plaza? “Quedan poquitas Madres y esto tiene que seguir. Nos encontramos con seres queridos en una misma línea. Capaz no sabés la fecha de cumpleaños, pero es un lugar de reencuentro. Desde acá se mira el mundo y también se interpela a la Casa Rosada. No hay que perder el vínculo con las Madres”.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Pensar todo otra vez
Lua tiene 16 años y Paloma 17. Son estudiantes de cuarto año del colegio porteño Carlos Pellegrini. Paloma viene por primera vez: “Estamos en una situación complicada y ahora, que se está reivindicando la dictadura, es súper importante cuidar la memoria”.
Lua ya vino varias veces: “Se cuestiona algo tan básico que siempre me pareció incuestionable. Y es importante venir para que en las casas se vuelva a hablar”. Percibió que Milei entró en el Pellegrini más silenciosamente, a diferencia de otros colegios donde el apoyo fue más colectivo, precisa: “La mayoría son por las familias; o lo toman como chiste, un meme, algo nuevo; o por la desconfianza en la política. Muchos descreen de lo político, entonces tampoco hablan, por lo general, con alguien que no piensa como ellos”.
¿Qué pudieron hablar post balotaje en el Pellegrini? “Siento que es un momento donde deberíamos hablar más que nunca, pero en mi colegio la juventud no se está pudiendo organizar lo suficiente para pensar estos cuatro años. Recién pasaron dos semanas, pero tuvimos una instancia para hablar y éramos nada más que 20 personas. Siendo un colegio tan politizado, es poco, y hay que replantearnos cosas básicas y volver a esquematizar todo”.
–¿A qué te referís con esquematizar?
–Pensar cómo vamos a salir, cómo van a ser nuestras marchas, cómo nos vamos a cuidar. Probablemente a mucha gente no la dejen ir a las marchas, porque somos pibes de 16, 17, 18 años, incluso menos. Tenemos que ser un gran volumen.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Me tienen podrida
Elia Espen tiene 93 años. El 18 de febrero de 1977, su hijo Hugo Orlando Miedan Espen fue secuestrado y llevado al centro clandestino de detención y tortura El Atlético. Sigue desaparecido.
«Están diciendo pobrecitos los generales, que tienen que liberarlos, mientras nuestros hijos siguen desaparecidos, fueron tirados al mar –habla, micrófono en mano, una vez terminada la ronda–. Estamos como empezamos: me tienen podrida. ¿Qué más podemos decir? Seguimos pidiendo lo mismo que pedimos hace más de 40 años: verdad y justicia. Estoy escuchando cada cosa por la radio y televisión que me espanta. Todavía no sabemos nada de lo que pasó con nuestros familiares. Ojalá se unan, ustedes, todos. Lo único que tenemos que seguir haciendo es estar juntos».
Luego, le pasó el micrófono a Nora Cortiñas, 93 marzos. Su hijo Gustavo está desaparecido desde el 15 de abril de 1977. Nora habló y dejó frases para tomar apuntes:
- “Todavía este pueblo no llegó a captar los horrores que vivimos durante el terrorismo de Estado porque, si no, las elecciones hubieran sido diferentes”.
- “Vamos a tener que seguir hablando”.
- “Como vienen días muy difíciles tratemos de estar juntas, juntos, y pensar que no queremos que se repita más lo que vivimos”.
- “Tenemos que estar en la calle todo lo que podamos”.
- «En vez de absorber el veneno que tienen les contestaremos con el amor que tenemos».
- “Hay que salir y reivindicar lo que lucharon nuestros 30 mil”.
- “Vengan acá, vengan a acompañarnos porque así vamos a demostrar que exigimos memoria y verdad hasta el final”.
- “A seguir luchando. Vamos a vencer”.
- “No pasarán”.
Voto cansancio
Rocío, 23 años, de Lomas de Zamora, estudiante de Periodismo en la Universidad Nacional de Avellaneda (UnDAV), militante del Movimiento Evita, la escucha con atención. También, es la primera vez que viene. “Me movilizó mucho venir ahora que Milei es gobierno, ver todo el sufrimiento de las Madres, pero que siguen acá. Vine por eso. Y seguro vuelva”.
Rocío es de las que piensa que no fue un voto negacionista sino un voto cansancio: “Venimos haciendo las cosas muy mal y hay reconocerlo: en los últimos cuatro años no hubo grandes políticas que le cambiaran la vida a la gente, que es por lo que el peronismo se identifica. Hay un cansancio: no creo que el 55% sea negacionista. Espero que no”.
Le cuento que recién, en otra entrevista, una docente hablaba de la necesidad de nuevas formas de comunicar. ¿Qué piensa una estudiante de periodismo? “Las empresas de medios siguen siendo funcionales al sistema. Yo me tiro del lado de los medios autogestivos, ahí se cuenta la realidad de los hechos. Soy mamá de una nena de cuatro años y no quiero que se malinforme por Tik Tok. Deberíamos volver a lo que hicieron las Madres y contar desde ahí. Por no querer confrontar, la juventud peronista fue tibia. Tenemos que perder el miedo y dejar de ser sumisos. El Nunca Más es Nunca Más en muchas cosas”.
-¿Qué destacás en las Madres como comunicación?
-La sensibilidad. Las Madres son un gran ejemplo de cómo enfrentaron la dictadura. Hubo estrategia ahí. Cuentan un hecho terrible que vivieron en carne propia, pero desde la sensibilidad con el otro, de entender al otro, de comunicar hacia el otro. Es por ahí y es lo que nos está faltando.
Repite: “Es por ahí”.
El jueves que viene, a las 15:30, habrá ronda otra vez, como hace 46 años.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
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