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Correo: otra privatización ejemplar. La carta robada

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Nigeria, Burundi y Argentina son los únicos países del mundo que privatizaron su correo. Aquí el gobierno de Kirchner rescindió el contrato pero se quiere volver a privatizar, cosa que seguramente despertará la curiosidad de muchos africanos. Datos para entender cómo funcionan los grupos empresarios una vez que logran quedarse con los bienes de la comunidad.

El plazo de la actual intervención al Correo fue prorrogado por seis meses. Todo indica que el servicio será reprivatizado.
Hay dos versiones: que pasará a una sociedad entre el Estado y el grupo empresario que ofrezca mejor plan de negocios; o que será directamente entregado a manos privadas.
No aparece en debate alguno la posibilidad de crear una empresa genuinamente pública, controlada por los trabajadores y los usuarios.
Para recordar cómo son las privatizaciones: el grupo empresario encabezado por Macri pagó sólo dos semestres de canon, y acumuló entre el 98 y el 2001 un monto de canon impago de $ 207.028.509,20.
La empresa incluyó como «inversiones» a las indemnizaciones por despidos, además de incumplir con casi todo lo pactado.

En el mundo, el correo solo ha sido privatizado en Nigeria y en Burundí y en la Argentina. En el país, la concesión de este servicio, fue entregada durante el gobierno menemista y rescindida el noviembre pasado por el actual presidente Néstor Kirchner, que se encontró con una empresa por demás endeble: balances que dieron pérdida en los últimos años, falta de inversión, cánones adeudados… A mediados de mayo venció el plazo de la actual intervención pero fue prorrogada por otros seis meses.

Todo parece indicar que el servicio será reprivatizado: algunas versiones indican que pasará a cargo de una sociedad entre el Estado y el grupo empresario que ofrezca mejor plan de negocios; otros refieren que será directamente entregado a manos privadas, con pago de canon pero que a las autoridades les quedará la palabra final sobre las decisiones.

Dado este panorama, es oportuno revisar cómo resultó la concesión a cargo de Correo Argentino S.A. (CASA) -el grupo empresario encabezado por Franco Macri- así como alertar sobre lo que nunca se ha hecho: someter la privatización del correo a la discusión pública, para que sea la sociedad quien decida qué hacer con un servicio que es estatal en casi todos los países.

Invertir en despidos

Según fijó el contrato, era obligación de CASA pagar un canon de 51.600.000 pesos/dólares por semestre y depositar el equivalente al 30% de ese monto a la Anses (para solventar el sistema jubilatorio) y presentar una garantía de ejecución por 50.000.000 pesos/dólares.

El grupo empresario encabezado por Macri se hizo cargo del correo en 1997 y sólo pagó en tiempo y forma los dos primeros semestres. En septiembre del 98 se hizo evidente el conflicto de intereses: la empresa dejó impagos 31.044.718 pesos/dólares y solicitó que se compensara el monto con las deudas que el Estado mantenía con CASA. La Secretaría de Comunicaciones aceptó el argumento, de modo que el canon del tercer período quedó saldado.

Algo similar ocurrió en el cuarto semestre: si bien no existió depósito, constan por lo menos tres resoluciones que -en principio- aceptan la compensación, incluso con un saldo a favor de la empresa.

De este modo, la apelación a la compensación se volvió el modus operando del concesionario, solo que ya sin efectuar ningún tipo de pago. Dado este mecanismo, muchos especialistas coinciden en señalar que la magnitud de la deuda empresaria no es comparable a la estatal y que un incumplimiento no se justifica con el otro: en todo caso el concesionario debería haber pagado el canon y, a la par, haber iniciado acciones judiciales para reclamar lo adeudado.

Según los informes realizados por la Auditoría General de la Nación, Correo Argentino acumuló, entre septiembre del 98 y agosto de 2001, un monto de canon impago de $ 207.028.509,20 sin contar los intereses ni el dinero que no llegó a la Anses. (por lo tanto $ 61.920.000 no llegaron a la Anses). Si se le suma el tiempo transcurrido desde entonces hasta la rescisión del contrato, hoy, la concesionaria adeuda por lo menos 361 millones más.

«El dispendio económico provocado por CASA en postergar los pagos y argumentar fundamentos inconsistentes y dilatorios impone el resarcimiento del Estado (daños y perjuicios e intereses), no evaluado oportunamente»., sostienen los auditores.

Para justificar su incumplimiento la empresa argumentó invariablemente que:

«La falta de pago por parte del Estado (…) de sus obligaciones (…) pone al concesionario en una situación de imposibilidad de cumplimiento de sus propias obligaciones».
«No es procedente que el Estado pretenda que el concesionario cumpla puntualmente con sus obligaciones contractuales cuando el propio Estado incurre en grave incumplimiento de sus obligaciones de pago».
«En atención a que el Estado no paga sus deudas antes de las fechas de pago del canon semestral adelantado (la empresa) a fin de evitar mayores perjuicios económicos y financieros… se ha visto compelida a utilizar la compensación como medio extinto de su obligación de pago de canon».
A la vez, otro informe de la AGN (nº 195 de 2001) señala que fueron incluidas como inversiones -con la anuencia de los entes reguladores- «las indemnizaciones correspondientes al Plan de Retiros Voluntarios del Personal, imputadas contablemente como Bienes Tangibles en la Cuenta del Plan de Inversiones de la empresa» y que las auditorías sobre «inversiones» y «estándares de calidad» no fueron planificadas ni ejecutadas de conformidad con lo normado en el contrato.

Traducción: echar gente fue considerado una inversión.

¿Quién controla?

En las actuales propuestas de reprivatización, se pone énfasis en la función del Estado como contralor. También en este sentido es indispensable volver sobre la experiencia anterior.

La investigadora Andrea López enumera, en varios de sus trabajos, los requisitos esenciales en materia regulatoria, tomando en cuenta -justamente- lo ocurrido hasta ahora:

Definición de las normativas y organismos previamente al inicio de la privatización de empresas de servicios públicos.
Existencia de normas impersonales y directas, claramente definidas y técnicamente coherentes con la capacidad administrativa de los futuros reguladores.
Autonomía de los organismos reguladores respecto del poder político.
Establecimiento de un régimen que prohiba a los funcionarios de los organismos reguladores trabajar en el sector regulado, durante un lapso determinado, una vez concluidas sus funciones.
Existencia de un régimen de sanciones claras, prácticas y de severidad creciente en caso de incumplimiento empresario.
Interacción efectiva entre los organismos reguladores y los ciudadanos para asegurar la legitimidad de la regulación.
Si bien al inicio de la concesión del servicio postal, el organismo de contralor del sistema de correos era la Comisión Nacional de Comunicaciones, el decreto Nº 772, de septiembre de 2000, modificó la estructura organizativa y estableció a la Secretaría de Comunicaciones las funciones de:

Ejercer las facultades de contralor respecto de aquellos entes u organismos de control de las áreas privatizadas o concesionadas.
Hacer cumplir los marcos regulatorios correspondientes.
Ejercer las funciones de Autoridad de Aplicación de las leyes que regulan el ejercicio de las actividades de su competencia.
Esta normativa dio origen a una disputa de jurisdicciones con el siguiente final: ninguno de los organismos se encargó del control del correo. De modo que nadie se encargó de:

Exigir el pago del canon.
Ejecutar la garantía.
Sancionar a CASA por los aportes no realizados al sistema.
Verificar el cumplimiento de todas las obligaciones previsionales y sociales del personal.
Exigir al concesionario la presentación previa de un cronograma de las inversiones a realizar durante el primer año de la concesión, limitándose a controlar el respaldo contable de los montos de inversión informados por la empresa.
Estudiar el universo de los reclamos efectuados por los usuarios ante las oficinas comerciales de la empresa Correo Argentino.
Coordinar con la AFIP, para establecer el cumplimiento de exigencias establecidas a los prestadores del servicio.
Controlar el tenor de las certificaciones contables que presentaron los prestadores del servicio postal como comprobación del cumplimiento de sus obligaciones impositivas previsionales y sociales.
Exigir que las empresas cuenten con libros de quejas, así como de publicidad destinada a informar al usuario de la posibilidad de hacer reclamos.
Ni el libro de quejas

De hecho la participación dada a los usuarios en el proceso privatizador ha sido mínima. Si ni siquiera se les responden los reclamos presentados en los libros de quejas, es difícil pensar en la articulación de una participación más efectiva.

«En cierta medida podría considerarse que el espacio mayoritariamente aceptado para garantizar una participación más activa de los usuarios y/o de sus asociaciones ha sido el de las audiencias públicas. Pero el carácter no vinculante de las opiniones allí vertidas, la decisión de convocatoria unilateral a cargo de los entes, y la falta de uniformidad respecto de aquellas cuestiones que ameritan un tratamiento en este ámbito, coartan la posibilidad de utilizar a las audiencias como medio privilegiado para la concertación -sostiene López-. Por otra parte, y a juicio del conjunto de las asociaciones de usuarios entrevistadas, la instrumentación efectiva de este mecanismo pone al descubierto los problemas clave de la regulación: notorias asimetrías de información y desigualdad de recursos técnicos entre las partes junto a posibles situaciones de captura empresarial».

Promover la participación de la comunidad es una de las garantías necesarias para que -según las palabras de Martín Schorr, investigador de FLACSO- no terminemos repitiendo una `historia’ que, por cierto, no tuvo ningún `final feliz'».

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La Estela: tierra guaraní en escena

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Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.

Por María del Carmen Varela

A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad.  La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.

La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.

Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

La Estela: tierra guaraní en escena

Foto: Gentileza La Estela.

Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.

El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.

Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.

La Estela

El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA

Sábados a las 18  hs, hasta el 27 de septiembre

@laestela.obra

@casandravelazqz

@ivanazacharski

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Litio: nace un nuevo documental

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Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.

“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.

Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…

Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco. 

LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.

“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.

El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.

LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:

“Esta historia continuará

¿Dale?”.

Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

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Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

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¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?

Por María del Carmen Varela

Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?

La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.

Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.

¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.

Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.

En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.

Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.

NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA

Miércoles 30 de julio, 21 hs

Próximas funciones: los viernes de octubre

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