CABA
Crónica del Estado imbécil. Petróleo: entre la privatización y la desmovilización kirchnerista
Una conferencia sobre el petróleo y el saqueo de los recursos naturales en Latinoamérica reunió en el Instituto Goethe de Buenos Aires a la mexicana Ana Esther Ceceña (intelectual profundamente ligada al zapatismo), el boliviano Oscar Olivera (vocero de las coordinadoras para la Defensa del Agua y la Recuperación de los Hidrocarburos), y a los argentinos José Pepino Fernández (UTD-Mosconi), Fernando ‘Pino’ Solanas (ex diputado, cineasta) y Eduardo Basualdo (economista). Se trazó un panorama -¿asombroso?- sobre los resultados de la privatización petrolera y su viscosa continuidad en el gobierno de Kirchner. Qué se dijo en ese encuentro, la definición sobre “el sistema argentino”, y la inquietante sensación de que la sociedad mantiene –frente a demasiados temas- una resignación levemente suicida.
«Lo que hace la Argentina es igual que decirle a los empresarios: entren a los bancos, bajen a los tesoros, lleven las divisas que necesitan ustedes, ciudadanos tan honrados como nuestros petroleros, que siempre han sido honestos y pacíficos, y digan por declaración jurada cuánto se llevaron. Nadie los va a controlar. Ese es el sistema argentino. Una vergüenza» dijo Fernando «Pino» Solanas indignado, y siguió:
«Y esto lo sabe el señor Kirchner (presidente argentino) que mantiene a un conjunto de funcionarios que vienen del riñón de las privatizaciones. Es un escándalo, una inmoralidad. La energía es un bien social, un derecho humano. La energía debe democratizarse».
Tal el tono de la conferencia El petróleo y los recursos naturales en la lucha emancipatoria, que se realizó en el Instituto Goethe, convocada por el propio instituto, Alerta Argentina, y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Escuchando esa definición sobre «el sistema argentino» había unas 150 personas, y un panel fuerte:
Ana Esther Ceceña, intelectual mexicana profundamente ligada al zapatismo, Coordinadora del Grupo de Trabajo «Hegemonía y emancipaciones» de Clacso y directora de la revista Chiapas, de México.
El boliviano Oscar Olivera, secretario general de la Federación de Fabriles de Cochabamba, vocero de las coordinadoras para la Defensa del Agua y de la Vida, y por la Defensa y Recuperación de los hidrocarburos.
José «Pepino» Fernández, de la UTD de General Mosconi, Salta, piquetero y ex petrolero que acumula 76 procesos en su contra iniciados por jueces afines a las petroleras.
Eduardo Basualdo, director de la Maestría en Economía de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
Y el ya presentado Pino Solanas, autor de un documental clásico, La hora de los hornos, y uno reciente, Memorias del saqueo, además de ex diputado y fundador del Movimiento para la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (MORENO).
Como moderadora, Maristella Svampa, investigadora docente de la Universidad de General Sarmiento y del Conicet, miembro además de Alerta Argentina. Luego hablaron también Mario Rearte (de la coordinadora de ex ypefeanos de zona norte), Pablo Bertinat
(del Programa Desarrollo Sustentable y del Foro de Ecología política) y Ariel Ruiz, trabajador de Caleta Olivia -Santa Cruz- donde siguen detenidas seis personas por reclamar puestos de trabajo, acusadas de delitos absurdos, por lo que Ruiz pareció interpretar como una clarificación del estilo Kirchner frente al tema.
Pepino Fernández abrió la charla con una breve intervención en la que denunció por enésima vez -ante la indiferencia sorda de los gobiernos- que las petroleras contaminan, que el gobernador Romero es cómplice de las empresas, que no se controla nada y que a nadie parece importarle. Reivindicó al general Enrique Mosconi (1877-1940), por su defensa de los recursos naturales.
(Luego sería reivindicado Arturo Illia, presidente entre 1963 y 1966. Y se informó que incluso la mera aplicación de la actual ley de hidrocarburos, vigente desde tiempos de Juan Carlos Onganía y su ministro Adalbert Krieger Vasena, haría caer eso que Solanas llamó el sistema argentino).
Privatizar el agua de lluvia
Oscar Olivera describió cómo Bolivia no es un país pobre, sino rico, por su biodiversidad, sus ecosistemas, la producción forestal, la riqueza amazónica, el agua dulce y -obvio- el gas y el petróleo. Además hay producción de coca, minería (zinc, hierro, oro, plata, tungsteno, antimonio).
«Pero veamos quién se lleva esa riqueza» dijo mientras mostraba imágenes de los ex presidentes Jaime Paz Zamora y Gonzalo Sánchez de Losada, entre otros. Definió como un «contubernio» la relación entre gobernantes y petroleras, denunció como totalmente ilegals 75 contratos de extracción de recursos y explico que Bolivia ha perdido más de 5.000 millones de dólares. Mostró la imagen de un ejecutivo de Repsol que felicitaba a Bolivia por ser «muy rentable: por cada dólar de inversión, se ganan 10 dólares» (sic). Contó que a partir de una disposición del Banco Mundial se prohibió a los bolivianos acumular agua de lluvia.
Recordó que en Bolivia continúa «muy sutilmente» la prohibición promovida por el Banco Mundial de acumulación de agua de lluvia. (Todo empezó en Cochabamba, en el 2000. Se privatizó el servicio de agua a la norteamericana Bechtel Corporation que aplicó un tarifazo y llegó a querer cobrar a quienes acumulaban agua de lluvia, milenaria costumbre allí, lo que derivó en la llamada Guerra del agua, levantamiento popular reprimido con entusiasmo por las autoridades. Bechtel luego denunció a Bolivia -en el Banco Mundial- por no haber podido llevar adelante su proyecto).
La Guerra del Agua terminó con cinco muertos y más de cien heridos en el 2000. En el 2003 la represión contra los levantamientos para evitar la depredación del gas mató a 33 personas, y hubo casi 300 heridos.
«El 17 de octubre de 2003 el presidente Sánchez de Losada tuvo que huir del país, como antes lo había hecho Kirchner», dijo Olivera, quien antes de aclarar sonriendo «De la Rúa» ya estaba recibiendo aplausos de la concurrencia de Goethe.
Aprovechó para explicar que el actual gobierno boliviano de Carlos Mesa «no es ni más ni menos que un paralelo del gobierno de Kirchner, porque genera desmovilización mientras continúa el saqueo».
Para entender el saqueo
Ana Esther Ceceña relató de qué modo se convenció a los países latinoamericanos de algo incierto: que exportar petróleo es bueno. «Se convenció a nuestros países -donde se creía que el petróleo era un bien estratégico que podía dedicarse al desarrollo industrial- de que en realidad había que exportar petróleo para financiar el desarrollo. ¿En qué momento fue? El de la crisis de la OPEP» (En 1973 los países productores de petróleo se pusieron de acuerdo, frente a las grandes potencias, para fijar cuotas de producción y precios del crudo).
Ceceña explicó que en ese momento los Estados Unidos comprendieron que necesitaban productores alternativos. Los más cercanos, accesibles y fáciles de controlar fueron los países latinoamericanos, donde no se sabía ni cuánto petróleo había. Se produjo entonces la siguiente secuencia.
«Se dijo que si había mucho petróleo, y se lo exportaba, íbamos a ser más ricos. Pero para eso había que hacer inversiones en exploración».
Para invertir, había que endeudarse. Dijo Ceceña: «En poco tiempo la deuda se triplicó, y además el precio del petróleo cayó». El endeudamiento para enriquecerse terminó siendo empobrecimiento al cuadrado.
Con la idea de la exportación aparece la de privatización. «El Estado entrega los recursos que tiene, y ya no tiene de dónde generar riqueza». (Salida típica para obtener recursos: endeudarse más aún).
Siguió Ana Esther: «Se generó un círculo vicioso. No para Estados Unidos que así puede mantener sus propias reservas petroleras intactas durante mucho tiempo, mientras usa el petróleo de nuestros países».
Estados Unidos tiene el 6% de las reservas mundiales de petróleo, pero consume más del 25%. Se está previendo el agotamiento del crudo, razonó Ceceña, pero todavía no aparecieron fuentes alternativas. Los dos elementos básicos para producir electricidad son petróleo y agua.
«La lógica de privatización de cada uno de nuestros países no es una lógica propia. Aunque digan que el gas de Bolivia se exporta para ayudar a la Argentina, tiene una ruta muy precisa: sale por Argentina o chile rumbo al norte de México, y de ahí se traslada directamente al área industrial de California».
Las mismas empresas que están en Bolivia aparecen en los proyectos gasíferos mexicanos, donde el petróleo no ha sido formalmente privatizado: «Pero se lo está haciendo con un esquema de contratitos. Para la exploración en un caso, para explotación en otro, para alguna cuenca de gas, o una plataforma petrolera, o el Golfo de México. Ahí perforan Repsol y Esso». Los «contratitos» son una privatización de hecho.
Ceceña dijo que las tres grandes zonas petroleras del mundo son Medio Oriente, América Latina (hasta la Antártida) y toda el área alrededor de Nigeria, en África. «El ejército norteamericano ha entrado a todas esas regiones, de diferentes maneras».
Explicó que a veces no parece entenderse que el petróleo mueve el mundo, imponiendo toda clase de condiciones. «Impone modos de producir y de consumir, impone patrones tecnológicos y modos de apropiación del territorio. No se trata sólo de un recurso. Es todo un patrón de organización de la producción, del comercio y de la vida, que se nos impone a través del saqueo de estos recursos».
Recursos, además, como los minerales y el agua -la de lluvia incluso.
Sobre los resultados de la asociación comercial entre México y los Estados Unidos, Ceceña informó: «En diez años de tratado de libre comercio, el número de obres se duplicó. Los tratados favorecieron a los empresarios pero no a los pueblos, que están empobrecidos y degradados».
Propuso entonces pensar que «la defensa de nuestros recursos es la defensa de nuestras vidas y nuestro futuro. La lucha es por el territorio y por la vida. Es la única alternativa que tenemos, y una necesidad para detener la carrera armamentista y la carrera económica de ocupación de nuestros territorios que han emprendido los grandes poderes, principalmente los que están en los Estados Unidos».
¿Cómo industrializar el país?
Eduardo Basualdo recordó cuál era el fundamento racional para que existiera un monopolio estatal:
1) «Asegurar al país la oferta de un bien estratégico y buscar el autoabastecimiento porque estaba claro, hace ya muchas décadas, que la posibilidad de industrialización dependía de la posibilidad de disponer de petróleo».
2) «Garantizar la apropiación social de la renta, y no la privada ni la oligopólica».
3) «Asegurar la preservación ambiental y el uso racional de los recursos».
Aclaró Basualdo que las ofensivas sobre estos recursos no han sido solo del capital extranjero sino también del capital oligopólico local. «Hubo muchos momentos de avance a través de la concesión de contratos durante la última etapa del peronismo, el desarrollismo, las concesiones durante la dictadura, el Plan Houston» (en gobierno radical de Alfonsín).
Agregó, pensando en el futuro, que la posibilidad de industrialización futura del país no depende sólo de que exista una empresa estatal sino una regulación estatal del mercado petrolero.
«El Estado fijaba desde el precio en boca de pozo hasta el precio final de los combustibles, los impuestos, los márgenes de distribución. Los privados y contratistas no disponían del petróleo».
A partir de los 90, dijo Basualdo, ocurrieron dos cuestiones concatenadas:
La transferencia de YPF a manos privadas. «Un proceso gradual y violento al mismo tiempo, ya que primero el Estado se reserva el 51% de las acciones, luego el 20% y finalmente Repsol compra el 100% de YPF».»
«La desregulación, que consistió en correr al Estado de la regulación. Se transfirió la capacidad regulatoria al monopolio privado, y así se permitió la convergencia entre el precio interno con el internacional. Es una clave para entender el proceso de desindustrialización del país. Se desvinculó a la producción petrolera de la creación de una industria.
Dijo al terminar: «Quiero ratificar la imposibilidad de plasmar un proyecto alternativo de carácter popular sin revertir la situación de la renta (se refería básicamente a la renta agropecuaria y a la petrolera). No hay posibilidades de industrialización. No hay posibilidades de superar lo primario (campo, minerales, petróleo), sin utilizar lo primario para generar industrias».
La mayor chatura cultural
Pino Solanas dijo que estamos en una civilización del petróleo. «Es un recurso importantísimo. No diría que el único porque seríamos esclavos de lo irreversible, dado que el recurso parece ser que se acabará en 50 o 60 años». El crecimiento demográfico mundial y el aumento de consumo de Estados Unidos y China, marcan ese medio siglo hasta que se llegue a un mundo sin petróleo.
Sostuvo Solanas: «Lo que nos sorprende es la ineptitud, la ignorancia o la complicidad militante de quienes nos han gobernado, y de quienes están también al frente de los organismos técnicos, incluso en el gobierno actual. La Secretaría de Energía está en manos de los mismos funcionarios y personajes que fueron ejecutivos activos en los peores momentos de la privatización del menemato».
Explicaciones para que ocurra lo que ocurre:
«Aquí reina la imbecilidad. Pocas veces hemos vivido un momento de tanta chatura intelectual y cultural. Somos víctimas de la derrota cultural que nos provocó el neoliberalismo y el posmodernismo en la década del 90, empezando por el Consenso de Washington, donde nada podía cambiarse, y cualquier y cualquier idea de defender valores sociales o de lo público era anacrónica».
«Digo derrota cultural, que es más profunda que la política, porque es la derrota en las convicciones y en el sentimiento».
Solanas expresó que la sensación que quedó fue la de que no había cambio posible, y que sólo existía la posibilidad de subirse al supuesto tren de la historia: «En realidad, al último vagón de este tren carguero destrozado, penoso, corrupto e inmoral, pero que todos suponían que era el último que pasaba».
Dijo que revertir esa noción es una tarea colectiva a la que, siguiendo su razonamiento, no se dedica casi nadie. «Hasta hace poco en ninguna de nuestras universidades había un solo trabajo que explicara cuáles fueron las consecuencias sociales que tuvo una de las mayores bestialidades cometidas en la Argentina, además de la privatización del petróleo: la aniquilación del ferrocarril. Ninguna nación culta del mundo destruye su ferrocarril. Aquí, de 36.000 kilómetros de vías quedaron 8.000. Pagamos más subsidios que antes. Cerraron 800 estaciones, dejando 800 pueblos fantasmas, y miles de personas que se mudaron a la periferia de las grandes ciudades».
Solanas detalló que todo eso se hizo con el aval de casi todos los medios de prensa, y que aún hoy el diario La Nación se indigna con cualquier cosa que se parezca a la reestatización ferroviaria: «Hasta qué punto va el cinismo del diario del señor Escribano (Claudio Escribano, en realidad, no es el dueño aunque lo parece) que se cuida de informar que los ingleses renacionalizaron sus propios trenes».
La renta que dejaba el petróleo al fisco, según Solana, es idéntica a la que aportaban las provincias de Buenos Aires, La Pampa, y todas las de la Patagonia. «Es como si una guerra nos hubiera cortado el territorio por la mitad. Pero ocurrió alegremente. Acá no hubo guerra. Acá hubo una acción corruptora de las petroleras. Y silencio, porque todo lo que pasó también fue por el bombardeo de los medios, en manos de comunicadores canallas y traidores que no eran ni periodistas, sino empresarios».
Mencionó el caso del conductor de A dos voces, Marcelo Bonelli, que escribió en 1984 el libro «Un volcán en llamas». «Ahí denunciaba todos los contubernios de las coroporaciones argentinas premiadas por la dictadura con contratos y concesiones tan canallas, que obligaban a YPF a comprarles la producción del petróleo que sacaba la misma YPF, pero pagándolo a precio internacional. Así se construyó la fortuna de los Pérez Companc, que no tenían nada que ver con el petróleo porque eran navieras. De los Rocca, que estaban en la construcción, los Bulgheroni, grupos de acción y vaciamiento del aparato del Estado que vivieron de grandes subsidios, créditos y sobreprecios, y de la condonación de todas las multas que se merecían sus incumplimientos».
¿Cómo creció la deuda externa?
Según Pino Solanas esta situación, que llamó «Petrocracia», es la que explica el fenómeno Menem, y una clave para entender parte sustancial del endeudamiento externo.
«En el menemato se traspasó una renta de 8.000 millones de dólares, que dejaba YPF. Como no existía ese dinero, que era el combustible que aceitaba y compensaba gran parte del desarrollo nacional, ¿qué hicieron? Pidieron deuda externa. El faltante de 8.000 millones, multiplicado por 10 ó 12 años, más el 10% de interés anual de la deuda, da 130 mil o 140 mil millones de dólares, buena parte de nuestra deuda externa».
Agregó que la estafa actual consiste en que el precio del barril, en la Argentina, tiene como costo de producción 3 dólares pero por el acuerdo de las petroleras con el gobierno de Kirchner, lo hacen valer 28 ó 30. El consumidor argentino paga precio internacional. «ESTAFA: ese debería ser el título de todos los diarios» se ilusionó Solanas. «El producto es enteramente nacional y no hay relación entre el costo y el precio, en un mercado que fuera realmente desregulado y competitivo, y no un oligopolio». Los salarios que pagan Repsol, Tecpetrol, y las otras petroleras, en cambio, no son de nivel internacional, con lo que la estafa se multiplica.
¿Cómo fue posible todo esto? Por la desinformación, según Solanas:
«Tenemos un pueblo que posa de saber mucho, sobre todo nuestra capa intelectual universitaria. Pero saben de lo que pasa afuera. Es un pueblo que no sabe lo que tiene, que no conoce el valor de su patrimonio. Confunde el patrimonio nacional con un conjunto de escuela, unos bueyes y un monumento histórico. Confunde lo que es público, patrimonio y tesoro nacional, con el Estado. Y al Estado lo confunde con el gobierno. Y al gobierno, con el partido gobernante.
Frente a la creación de ENARSA (Empresa Nacional de Energía Sociedad Anónima), Solanas reconoce haber reaccionado positivamente: «Era un paso importante, frente a la nada de un Estado imbécil, hijo de los pavotes, que no sabía ni cuánto petróleo tenía».
Explicó que la desconfianza no puede ser el patrón único de relación «porque no se puede creer que nadie en la vida va a corregir sus acciones; si pensáramos así seríamos unos autoritarios espantosos».
Dicho esto, y reconociendo que su agrupación MORENO quiso confiar en el gobierno, aclaró: «Sin embargo, las señales son negativas. El primer contacto de ENARSA es con una empresa de Angola que en realidad es de China y a la cual le vamos a ceder parte del territorio marítimo. De esto no se sabe nada porque la desinformación sigue siendo brutal».
Rechazó la idea de que no es posible efectuar cambios y puso como ejemplo al propio gobierno de Kirchner, que logró derrumbar las leyes de impunidad por los actos de terrorismo de Estado.
«Pero la realidad se corta en dos o tres cuestiones. Decime, hermano, fuera del verso, ¿estás o no por recuperar la renta petrolera? Somos dueños virtuales, pero queremos recuperar la renta real. ¿Estás de acuerdo, dirigente político, social o lo que sea? Si no, no perdamos el tiempo en hablar de otra cosa».
De Illia a Onganía
Puso otro ejemplo de posibilidad real de recuperación. «El petróleo puede recuperarse. Primero, hace falta decisión política. El presidente Illia (Arturo Illia, radical, gobernó entre 1963 y 1966) lo recuperó enseguida. Desde el Congreso pidió por razones de emergencia, desarrollo, económicas, jurídicas y demás, anular todos los contratos de Frondizi (Arturo, radical intransigente, había gobernado entre 1958 y 1962)». Solanas informó que las regalías que cobra la Argentina, 12% son las más bajas del continente (más bajas aún que las que indignan al boliviano Olivera).
«Pero además lo que hace la Argentina es igual que decirle a los empresarios: entren a los bancos, bajen a los tesoros, lleven las divisas que necesitan ustedes, ciudadanos tan honrados como nuestros petroleros, que siempre han sido honestos y pacíficos, y digan por declaración jurada cuánto se llevaron. Nadie los va a controlar. Ese es el sistema argentino. Una vergüenza. Y esto lo sabe el señor Kirchner (presidente argentino) que mantiene a un conjunto de funcionarios que vienen del riñón de las privatizaciones. Es un escándalo, una inmoralidad. La energía es un bien social, un derecho humano. La energía debe democratizarse».
Demostró entonces que en este momento ni siquiera haría falta apelar a la voluntad política o a los discursos soberanos: «Si hoy se aplicara la ley vigente de hidrocarburos, (la 17.319) que viene de la época de Onganía (Juan Carlos, general, ex dictador que sucedió en el poder justamente a Arturo Illia, derrocado por la llamada Revolución Argentina) y Krieger Vasena (Adalbert, ministro de Economía de Onganía), ley que en aquel momento calificábamos como horrorosa y hoy está a la izquierda de todo lo que vino después… si se aplicara esa ley las dos terceras partes de las concesiones petroleras se caerían».
Que una ley de aquel gobierno hoy resulte casi revolucionaria, describe el estado de las cosas.
Solanas relató una urgencia, la de los procesamientos contra la UTD de Mosconi, y en particular Pepino Fernández. «En General Mosconi, la 2º cuenca de gas del país, el 70% de la población no tiene gas. Miles de hombre y mujeres enfrentaron a la gendarmería, y vencieron es esas puebladas. Han sido jornadas de las más importantes en defensa del petróleo y de los desocupados. Y este señor (Fernández) tiene 76 causas llevadas por dos jueces que vienen de la dictadura y permanecen en la mafiocracia de Salta, uno de los gobiernos más ligados al narcotráfico. El del señor Juan Carlos Romero, ex candidato a vicepresidente de Menem. Y hay 600 procesados en Salta, y ahora también en Santa Cruz, donde hay compañeros que han sido torturados (Karina Zauco, de Las Heras, perdió su embarazo, por ejemplo, como consecuencia de la golpiza recibida). Pero como estas luchas ocurren lejos de buenos Aires, y en los diarios no puede leerse una sola noticia de lo que pasa en las provincias, nadie se entera de lo que pasa. Digo: acá hay que rodear a los trabajadores que protagonizan estas luchas en defensa de una ética nacional y de una ética social».
Concluyó: «O somos solidarios, o lo nuestro es de la boca para afuera. Hay que ser solidarios y correr la misma suerte de estos compañeros que nos enorgullecen».
¿Volver al Estado?
El ingeniero Pablo Bertinat, miembro del Programa Desarrollo Sustentables y del Foro de Ecología política fue invitado también a hablar y agregó algo crucial: «Hay que incluir alguna idea más en este debate sobre lo público y lo privado. Es indispensable avanzar sobre el control público de los bienes energéticos, que no deben ser mercancías sino bienes sociales, pero tenemos que discutir el carácter de las empresas que vamos a tener porque en Latinoamérica también tenemos innumerables empresas del Estado que no garantizan la distribución de la renta ni que se eviten los daños ambientales, ni la exclusión de poblaciones».
El punto es fuerte. El diagnóstico sobre los males de la privatización y el traspaso de la regulación y las rentas a los privados no deja claro, por ahora, cuál es la contrapropuesta. ¿Volver a lo estatal? El mismo Solanas recordó cómo Bonelli denunciaba en su libro los saqueos ocurridos con el petróleo estatizado, por mencionar sólo un ejemplo a mano.
Bertinat anunció que es posible otro modelo energético y de desarrollo, para lo cual habrá una serie de reuniones incluso en el Foro Social de Porto Alegre (enero 2005) buscando combinar los conceptos de energía, democracia, paz, derechos humanos, sustentabilidad ambiental, descentralización, creación de empleo, soberanía e integración, entre otros. «Tenemos que definir qué tipo de integración buscamos, si la de las ganancias de las multinacionales, o la de los pueblos desde la solidaridad».
Los empresarios pinguinos
Daniel Ruiz, del Frente de Trabajadores Combativos de Caleta Olivia, explicó luego que la vida de la población depende del petróleo y la pesca, dos recursos que se están depredando sistemáticamente. «Los responsables, en el caso del petróleo, son Repsol, Panamerican, Tecpetrol, Astra, Petrobrás. Han contaminado pueblos enteros, y aparecen casos de cáncer que está estudiando la Universidad de la Patagonia».
Narró que las petroleras utilizan agua potable para los trabajos de recuperación secundaria de pozos (para el libro Guinness de los desperdicios) y preguntó: «¿Saben cuántos empleados tiene Repsol en toda la Patagonia? Setenta. El resto son contratistas bajo convenios como el de la construcción». Contó que cada día salen cinco millones de dólares de petróleo desde Caleta Córdoba, en Comodoro Rivadavia, y otros cinco millones desde Caleta Olivia: «Y nosotros estamos todos sin trabajo. Con hambre, muerte, prostitución. Eso hizo la privatización».
Viendo los camiones que iban a cargar los barcos comprendieron que «ahí estaba el dinero y el poder. Nos cansamos de ir al municipio a pedir, o a la gobernación, antes con Kirchner y ahora con (Sergio) Acevedo. Vimos que la única forma de conseguir trabajo era pararles la producción controlando el acceso a la planta. Desde 2002 hasta ahora se han conseguido más de 2.200 puestos de trabajo».
Contó de la represión del 3 de septiembre: «Fueron por las casas buscando a los compañeros. Actualmente quedan 6 detenidos, con cargos que vienen de laley de evasión económica de los años 70, con hasta 16 años de prisión. Les quitaron los subsidios que cobraban, o perdieron su trabajo».
Consideró que la única forma de revertir este problema es la unidad. «Cada vez que venimos vemos que los movimientos están más divididos, y esa es una de las debilidades nuestras. Si no nos logramos unir, va a ser difícil combatir».
Las petroleras, según el relato de Ruiz, han contratado policía privada, además de contar con las fuerzas estatales. «Acá se habló de ENARSA. Karina Zauco perdió su embarazo producto de la represión. Es la primera víctima fatal. La empresa en conflicto es Oil, contratista de Repsol, a cargo de Cristóbal López (un hombre que se jacta de su supuesta amistad con Kirchner, ver en lavaca «A los golpes, Karina perdió su embarazo»). Y uno de los socios de López es Ezequiel Espinosa, hoy titular de ENARSA. Así es que en Santa Cruz hay usurpación, hambre y represión, y millones de ganancias para las petroleras, las pesqueras y las mineras. Eso es Kirchner en Santa Cruz, y es lo que va a ser a nivel nacional».
Recuerdos de la lechuga
Mario Rearte (coordinadora de ex ypefeanos Zona Norte) recordó que al comenzar su lucha tras la privatización y los despidos, los trabajadores fueron al Congreso. «Nos recibió un senador por Santa Cruz llamado Ludueña. Íbamos solos porque la burocracia sindical estaba entregada al poder político del menemismo. Nos dijo: lamentablemente muchachos, no se va a poder hacer nada, porque acá corrió la lechuga. La lechuga eran los dólares».
Cuando se hablaba de privatizaciones -historió Rearte- se decía que la deuda externa de 45.000 millones y el déficit estatal, eran culpa de las empresas estatales. «Y bueno, si esto de privatizar es una solución, capaz que nosotros estamos equivocados. Eso pensaron algunos en aquel momento. Pero hoy estamos sin empresas. El Estado perdió el control total. La deuda creció tres veces más, y tenemos 4.500 trabajadores en el norte bajo la indigencia».
Denunció, además, que el Estado sigue sin pagarles a los ex trabajadores la cifra que los propios funcionarios salieron a anunciar el año pasado. «Con eso quisieron hacer quedar como que la deuda estaba saldada. Todo fue mentira. Jamás se cumplió ni siquiera con el compromiso que ellos anunciaron. Nosotros vamos a seguir luchando y quisiéramos que esta batalla contra la desocupación, la marginalidad y la desnutrición, sea acompañada en el orden nacional, y especialmente por el capitalino, para poder triunfar».
Una mujer del público preguntó por el caso de Venezuela. Ana Esther Ceceña contestó que se mezclan dos cuestiones: el petróleo y la rebeldía de dicho país. «Venezuela y México, juntos, tienen tantas reservas como Irak. Estados Unidos tiene un déficit petrolero grande porque con el 6% de las reservas mundiales, consume el 25% del total, y por eso busca quedarse con el petróleo de Irak e Irán, y buscará quedarse con el de Venezuela y México».
La conferencia, ya hacia el final, mostraba una característica de mucho diagnóstico (indispensable) y pocas propuestas concretas sobre cómo seguir adelante. ¿Estatizar? ¿Recuperar para el Estado un nuevo y supuesto poder regulatorio? ¿Con qué clase de control social sobre el Estado? ¿Lograr nuevas formas de rescate de lo público? ¿Incorporar a trabajadores y consumidores como protagonistas de la gestión?
Solanas lanzó una idea previa: «Hay que desarrollar el debate sobre cuál es el modelo de gestión que debe reemplazar al fracaso de las privatizadas. Ese es el tema de los temas. El gobierno no quiere abrir este debate como tampoco quiere apelar al instrumento enorme que ofrece la Constitución Nacional: el referéndum vinculante. Si en la Argentina se convocara al pueblo, si no se le temiera, se abriría la posibilidad de redemocratizar las instituciones y redistribuir con sentido social y democrático la renta que producimos».
¿Se desarrollará ese debate, o la sociedad seguirá la secuencia de hechos a larga distancia, como si todo le ocurriera a otros? Es apenas uno de los grandes dilemas de los próximos tiempos, para entender el devenir de el sistema argentino.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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