CABA
Diario del aborto en el Senado 18-7-2018
Los que venden fetos para andar en Lamborghini. Youtube como fuente de información. Los power point como centro de una escena anacrónica. Las citas a Hitler, Salomón y Galileo Galilei. Las teorías conspirativas. El piquete en el Senado. Los argumentos y datos concretos: la realidad en el Norte, NOA y NEA. Las preguntas que dejaron en offside a los antiderechos. El rol de la Iglesia. Y el progresismo. Todo parece estar en debate en el Salón Illia del Congreso de la Nación, menos la realidad de las mujeres que reclaman #AbortoLegalYa. Otra crónica imperdible de Pablo Marchetti para lavaca.org
Por Pablo Marchetti
Casi diez horas, 24 expositores, un cambio de escenario, peleas, gritos y, como siempre, nada de aplausos. Afuera hacía un día gris, frío, con llovizna. Frente al Congreso, un par de miles de personas pedían Aborto Legal Ya. Desde adentro, cada tanto, se escuchaban los bombos y los gritos. En la puerta de entrada al Senado, una mujer de alrededor de 40 años, sola, miraba a cada una de las personas que entraban y les mostraba un cartel con la foto de un feto y la leyenda: “Cuidemos las 2 vidas”. Esto es el Senado de la Nación, este es el debate por el aborto legal. Bienvenidas y bienvenidos a la locura que rige la realidad.
Del Plan Andinia al Plan Fetidia
“Yo a los 17, 18 años empecé a militar en esta causa hermosa que es el justicialismo. Una de las primeras cosas que aprendí como peronista fue que debíamos vivir en una comunidad organizada, donde todos debíamos aportar algo. Todos menos los niños. Los únicos privilegiados son los niños, decía el General Perón. Son los únicos que no aportan, reciben. Si se aprueba esta ley los niños van a tener el derecho a ser eliminados”.
José Antonio Quarracino se autodefine como filósofo. Así se presenta. Su exposición atravesó algunas cuestiones que podrían definirse como “filosóficas”. Dijo, por ejemplo: “En este proyecto desaparece el esposo y padre. Me llama la atención que diga que en las primeras 14 semanas el aborto es un derecho. Y después es un crimen. Una gran contradicción, es bipolar esto”.
Más que en la filosofía, la presentación de Quarracino se basó en la geopolítica: “El proyecto de ley no dice nada sobre qué se hace con el resto de los fetos. Una de las fundaciones que financia esto es la Fundación Internacional de Paternidad Planificada. Que tiene problemas en Estados Unidos porque se descubrió que se dedica al comercio de restos de fetos”.
El comercio de fetos, que sería el gran negocio para legalizar el aborto, fue tratado por varios expositores. Pero ninguno lo hizo con la profundidad ni la dedicación con que lo hizo Quarracino. “Esta fundación está prohibida en Estados Unidos y el FBI está tras ellos. Pueden encontrar en YouTube un montón de denuncias y cámaras ocultas que muestran cómo operan. Una directora de un centro dice que necesita vender rápido porque se tiene que comprar un Lamborghini”.
“En este proyecto de ley no se dice si a los fetos se los entierra o se los tira a la basura”, continuó Quarracino, denunciando lo que evidentemente es un punto oscuro de la ley. Y explicó por qué: “El tema del aborto empieza en 1966, como un emprendimiento privado impulsado Rockefeller III. Dice que la paz está en peligro porque viene mucha gente al mundo. Se lo hace firmar a 30 líderes mundiales, entre ellos al Mariscal Tito. Y transforma un problema privado en un problema de Estado. Lo que siempre hacen las oligarquías”.
Y sigue: “Este dogma lo toma luego Henry Kissinger. Después lo asume la ONU. El sustento ético de este dogma es el derecho de la mujer. Pero los oligarcas son vivos. Y hacen que los Estados se hagan cargo”. Y explicó que esta usina ideológica se financia a través de la Fundación Ford, que a su vez financia a entidades locales como el CELS, Católicas Por el Derecho a Decidir y la Fundación Huésped.
Quarracino dijo que tenía pruebas sobre todo lo que estaba diciendo y mientras hablaba agitaba unos papeles que parecerían tener toda la información. De todos modos, lo más conveniente sería buscar en YouTube, que es un medio serio y donde se publican las denuncias que hacen tambalear al poder financiero internacional.
A la hora de las preguntas, el senador Alfredo Luenzo preguntó: “Mire, yo estoy de acuerdo en que los oligarcas son vivos y que le hacen pagar al Estado sus planes. Ahora, si se trata de un plan de negocios con órganos de fetos, ¿no le parece que es mejor la ilegalidad para hacer esto? Parece que estuviera hablando del Plan Andinia”.
Quarracino siguió hablando del plan macabro del imperialismo para el control de la población y el tráficos de órganos de fetos. Pero no dijo nada sobre la conveniencia o no de la legalidad del aborto para llevar adelante este plan macabro. Eso sí, hay que reconocer que tampoco dijo nada sobre otro plan macabro: el que están llevando adelante los judíos para quedarse con la Patagonia.
El salón machirulo
La audiencia de hoy tuvo un cambio de escenario. Esta vez se realizó en el Illia, otro de los salones que tiene el Senado en el Palacio del Congreso Nacional. Hablar de un salón del Senado significa hablar de un salón señorial, de un siglo atrás, por lo menos. A diferencia del de la audiencia de ayer, en el salón Illia no predomina el mármol.
Hay columnas, eso sí. Como en todo el Palacio, como en todo edificio imponente que se precie. Pero aquí hay columnas de material con yesería trabajada y pintura. Y, como contraste, mucha madera. El trabajo en madera de los pisos es realmente sofisticado. El Illia es alto, muy alto. Y en el medio hay un piso (los pisos en sí son altos) que terminan en un gran balcón que da al Illia desde el piso de arriba.
Cada una de las paredes del Illia tiene cuadros con retratos de senadores. Son retratos con marcos dorados, con mucha ornamenta. Cada uno de los retratos son ovales y tienen la imagen de un señor, un senador, casi todos con bigotes y barbas sofisticados, muy cuidados, que hoy serían de hípster.
Son once retratos en la parte de abajo, donde se desarrolla la charla. Y once retratos en la parte de arriba, donde está el balcón que da al centro del salón. En total son veintidós retratos de señores mirando atentamente el debate sobre una ley que trata sobre algo que sucede en el cuerpo de las mujeres.
Veintidós señores. Casi el plantel completo de la Selección. Sólo falta Willy Caballero. O Sampaoli. Bueno, está Illia en un busto dorado, en un rincón. Pobre Illia, ser estandarte de ese salón machirulo.
Give me the Power Point
“El aborto es el genocidio más grande de la historia”, dice el doctor Roque Carrero Valenzuela, del Colegio Médico de Tucumán, en un claro llamado a la mesura y al diálogo civilizado.
“Esta es una medida foránea y seguirla sería incurrir en el delito de traición a la Patria”, continuó Carrero Valenzuela. “Siguiendo el razonamiento de los abortistas, Hitler no debería haber sido juzgado porque no incurrió en genocidio, sino que hizo una contribución al control de natalidad de la población”.
Carrero Valenzuela tiene puesta una corbata color celeste antiderecho. Y en la solapa de su saco azul, un pin con la bandera argentina que combina con su corbata. “Señores senadores, ustedes tienen hoy, como Salomón, la espada entre sus manos”, advierte. Lo que no dice es que él también tiene un arma entre sus manos: un powerpoint.
Si los pueblos tienen los representantes que se merecen, esos representantes reciben los powerpoint que se merecen. Lo bueno de asistir a las audiencias por la legalización del aborto es que se sale con varios conocimientos nuevos. Uno de ellos es la crítica y el análisis estético del powerpoint.
El powerpoint de Carrero Valenzuela tiene colores y efectos de apertura de cada una de las palabras. También hay una gran variedad de tipografías. Parece el video de una cumpleaños de 15 de hace 10 años. “Si decimos que el bebé en el vientre de la madre no es una persona, también podemos decir que un ser humano adulto no es una persona”, dice el médico, mientras corre el powerpoint.
“Señores senadores, les pido por favor que no aprueben esta ley”, concluye Carrero Valenzuela. No queda claro cuál es el pedido a las señoras senadoras. Eso sí, los retratos de los 22 señores que están en las paredes del Salón Illia deben sentirse muy honrados.
Miss Florencio Varela
“En Florencio Varela el programa de educación sexual está fracasando”, dijo la doctora María de Urranza, médica obstetra del Hospital de Florencio Varela, pañuelo-bufanda celeste anti derecho al cuello. La doctora nombra permanentemente su lugar de origen, para que se entienda que sabe de qué habla cuando se habla de pobreza y de la salud pública.
“Nos quieren convencer que lo mejor para la mujer humilde es no tener hijos, y mi experiencia en Florencio Varela indica otra cosa”, continuó la doctora. “Si las mujeres tuvieran recursos para cuidar a sus hijos habría cero muertes por abortos clandestinos. Al menos esa es mi experiencia en Florencio Varela”.
La doctora también habló de riesgos: “El misoprostol produce estallido uterino, y cuando pasa esto hay que sacar el útero. He visto muchos casos así en Florencio Varela”. Y de necesidades básicas: “En Florencio Varela no hay camas y a muchas mujeres tenemos que atenderlas en sus partos en camillas. Así que si se legalizara el aborto habría que hacer otra sección para atender a esas mujeres”.
“El aborto existe, acá la pregunta es qué hacemos con las mujeres que abortan de manera clandestina, porque no siempre la maternidad es deseada”, cuestionó la senadora por Mendoza Pamela Verasay. Y De Urranza respondió: “Creo que hay muchas cosas que existen, como el trabajo infantil. Y que no por eso habría que legalizarlas”.
La doctora también aseguró que la mayoría de los médicos argentinos estaba en contra del aborto. La senadora Verasay quiso saber de dónde sacaba ese dato. “No se hizo una encuesta, pero sé que en la provincia de Buenos Aires el 70% de los ginecólogos sería objetor de conciencia”, respondió la doctora. Tampoco dijo de dónde sacó esa información, pero esta vez la respuesta era sencilla: la sacó de Florencio Varela.
La publinota
Fondo celeste, tipografía grande, diseño moderno, alguna palabra destacada en blanco, y la leyenda: “Políticas públicas para salvar las 2 vidas”. Corte. Otra leyenda: “La legalización del aborto no disminuye la mortalidad materna”. Corte. Otra leyenda: “Ante un embarazo no deseado, el aborto no es solución”.
Hay que reconocer que el doctor Pablo de la Torre, pediatra del hospital de San Miguel, provincia de Buenos Aires, se llevó el premio mayor a la presentación en powerpoint. Lejos de sus colegas con diseños vetustos, efectos demodés y tipografías básicas, lo del pediatra fue sorprendente.
En realidad, toda su presentación pareció, más que una ponencia, un espacio publicitario cedido a la Municipalidad de San Miguel. De la Torre habló de las bondades de los planes Camino de la Embarazada ó 1.000 Días, con apoyo psicológico a la mujer desde que recibe la noticia de que está embarazada.
Con el desarrollo de los planes, el powerpoint incorporaba fotos con mujeres embarazadas haciendo yoga, niños jugando y demás beneficios de esos que se consiguen en San Miguel. “Esto lo hicimos sólo con recursos del municipio, imaginen si tuviéramos apoyo de la provincia o de la Nación”, dijo.
La exposición cerró con un broche de oro a todo powerpoint y una leyenda: “Con políticas públicas y compromiso nacional, salvar las 2 vidas es posible”. Me imagino que después de ver eso, fueron muchos los presentes que decidieron mudarse a San Miguel.
La línea histórica
“Hay una obsesión de la Iglesia con lo sexual”, dijo la ex diputada nacional y actual diputada por el Parlasur, María Luisa Storani. “El arzobispo de La Plata ya salió a pedirle al presidente Macri que, si se aprueba la ley en el Senado, la vete. A pesar de que el presidente adelantó que no la va a vetar. Estamos en tiempos de obispos”.
Storani trazó una línea histórica que tuvo siempre a la Iglesia en contra: reforma universitaria, divorcio vincular, matrimonio igualitario, aborto. “Cuando se trató el divorcio, monseñor Ogñenovich lanzó una cruzada en contra, a pesar de que obispos como Hesayne le dijeron que no se había manifestado así contra los crímenes de la dictadura”.
“En 1987, Monseñor Laguna dijo que los católicos no tenían derecho a imponer cosas a quienes no profesaban su credo”, recordó Storani. “Como mujer y militante feminista me asombra ver cómo hay senadoras y senadores que se opusieron a la Ley de Educación Sexual, que hoy ponderan esa ley para oponerse a la legalización del aborto. O ese proyecto de adopción que presentaron ahora”.
La senadora María Cristina del Valle Fiore Viñuales salió al cruce de Storani: “Lamento mucho sus dichos sobre la Iglesia y su descalificación a un senador que no está, que es el autor del proyecto de adopción”. Fiore Viñuales pretendía una disculpa o una rectificación por parte de la ex diputada.
“Reitero absolutamente todo lo que dije”, respondió Storani. “Soy una mujer política, militante de la UCR y del movimiento de mujeres, feminista, y tengo todo el derecho del mundo a decir lo que pienso. Esta es una discusión política”. La discusión con Fiore Viñuales duró un rato.
Luego Storani, que tenía en una muñeca el pañuelo verde de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, recordó que en Rosario había bajado a cero la mortalidad por abortos gracias al protocolo que se había implementado. Además, explicó que la provincia de Santa Fe estaba fabricando misoprostol, la droga con la que, además, se hacían el 90% de los abortos en Uruguay.
“Basta de decir que las mujeres tenemos que ser madres”, Concluyó Storani. “Dejen que las mujeres decidamos nosotras”.
La inseguridad del útero
“Es común que la madre al comienzo no quiera a su bebé”, dice el abogado Octavio Lo Prete, de estricta corbata azul, trazando un paralelismo entre lo que puede pasar con un embarazo no deseado y la crisis de una madre. “En lo personal, me pongo en la piel de esas mujeres y las comprendo”. Pero la comprensión de Lo Prete tiene sus límites.
“Se dice que con esta ley quien no quiera abortar no va a abortar, y eso es mentira, porque una ley tiene una función docente, y con esta ley se está incentivando a las mujeres a abortar”, dice Lo Prete. “Además, el proyecto da amplios poderes a la madre y no protege al niño. El proyecto dice 30 veces la palabra ‘mujer’ y ninguna la palabra ‘niño’. ¿Dónde queda en este proyecto la protección de los niños?”
Para incorporar un tema de agenda cotidiana y de interés público, Lo Cane decide hablar de un flagelo que tiene en vilo a la sociedad argentina: la inseguridad. “Este proyecto va a producir que la inseguridad llegue al seno materno, pues el útero será un lugar peligroso para el niño”, dice el abogado. O sea, con el aborto legal, el útero dejará de ser Zurich y se transformará en Berazategui.
“¿Progresismo no es estar del lado del más débil?”, se pregunta Lo Cane que, además de ser experto en saber lo que siente una mujer embarazada, también sabe mucho de progresismo. Y para el final lee una palabras del presidente uruguayo Tabaré Vázquez en contra del aborto. Pero tiene que interrumpir su lectura porque se le llenan los ojos de lágrimas y se le entrecorta la voz.
Lo Cane se emociona. Por suerte, enseguida se repone y puede terminar su ponencia con voz firme: “Señores senadores, los exhorto a trabajar por la vida. Sean progresistas en serio”, concluye.
Una provincia modelo
La presentación de Verónica Vergara de la Fuente, del Colegio de Médicos de La Rioja, fue muy extensa. Y muy reveladora. “En mi provincia el año pasado no hubo una sola muerte materna por causa del aborto. Y esto no se logró legalizando, sino trabajando”, aseguró.
Antes hizo dos maniobras muy astutas. Primero habló de óvulo y espermatozoide, una forma porno de llamar la atención en el Senado. Siguió con la transferencia de código genético, se metió en el hit antiderecho (“¿cuándo comienza la vida?”) y la remató a lo grande: con un powerpoint.
“El embarazo no es una enfermedad, entonces esto no es un problema de salud pública”, dijo. “Como médicos, queremos defender la vida. Y la vida de una persona comienza en la concepción. Si no es una persona, como se dijo aquí, ¿alguien me puede decir a qué especie pertenece?”
En el powerpoint mostró que en su provincia hubo “179 muertes por cáncer de mama y 86 por cáncer de útero, contra sólo dos por aborto”. Y reclamó entonces “enfocar sobre el verdadero problema de causa de muerte materna”. Igual esos datos son de hace algunos años.
Ahora las cosas cambiaron en La Rioja. O al menos eso es lo que dijo Vergara. “En mi provincia en los últimos cinco años no hubo ni un solo caso de muerte por abortos. Esto no se logró legalizando, sino trabajando. Este proyecto no habla de la maternidad vulnerable, que es donde más trabajamos en La Rioja”. Y mostró un montón de datos de la provincia en un powerpoint con muchos colores.
Ya está. Se los ganó. La quieren, la necesitan. Los antiderecho encontraron un estandarte, un ejemplo a seguir. El abortismo encontró una bestia negra. Vergara se tuvo que quedar un rato largo respondiendo las preguntas de unos y otros.
Hasta que llegó el momento cúlmine. El hit máximo. El “una que sepamos todos”. Esa canción por la que hace un par de décadas todo el mundo sacaba encendedores. Y hace una década sacaba celulares. Llegó el momento de hablar de objeción de conciencia. “Es discriminatorio, hay que respetar la libertad de culto”, dijo.
La senadora María de los Ángeles Sacnún tuvo algunos reparos con las palabras de Vergara. “La Rioja encabeza el ránking de embarazos de menores”, le dijo. Y Vergara respondió: “Estamos apenas un poco por encima de la media nacional”. “Usted le negó a Giselle Brizuela un aborto legal, lo mismo que a una niña de 13 años violada”, dijo la senadora, y la médica respondió: “No obstaculicé nada”.
No entiendo de qué se quejan.
La película de Pino
Hubo una acción performática artístico-política muy interesante durante la sesión. La palabra “interesante” da muy pedorra, lo sé. Pero fue eso: interesante. Una combinación entre un golpe de efecto muy certero desde el punto de vista del impacto, pero un tanto ingenuo desde la linealidad política.
En general no está bueno analizar las cosas desde una linealidad tan extrema. Excepto que tu objetivo no sea artístico ni comunicacional, sino que se trate de convencer a senadoras y senadores de la Nación. De todos modos fue una acción complementaria entre dos intervenciones no coordinadas pero absolutamente complementarias. Y esto terminó potenciando a ambas. O creando un nuevo espacio. Porque eso fue lo que pasó.
Pino Solanas había estado un rato el martes 17. Un rato, mirando, escuchando, haciéndose ver. Como Federico Pinedo, como Alfredo de Ángeli, por nombrar a algunos de los senadores más conocidos en la ciudad de Buenos Aires. Los famosos. Ayer vino, se sentó un rato y pidió la palabra a la hora de las preguntas, luego de la exposición de la médica Verónica Vergara de la Fuente. Pino no preguntó nada. Simplemente habló.
“Señor presidente, quiero expresar mi disconformidad porque esta gente nos está llamando asesinos o genocidas –arrancó Solanas-. Y me parece bien que haya un debate, pero creo que no se puede dar en estos términos. No puede haber agresión como la está habiendo”.
“Acá escuchamos a todo el mundo, la idea de este debate es justamente discutir, que cada uno exponga sus ideas”, fue la respuesta a Solanas. “¿Cuál es su pregunta, señor senador?” “Mi pregunta la voy a hacer luego de que diga algunas cosas”, agregó Solanas. Y siguió hablando.
Pino hizo una defensa del aborto legal, dijo que el aborto existía de todos modos, que era ridículo hablar de crimen pues en todo caso había víctimas, no culpables, que a nadie se le ocurriría equiparar al aborto con un crimen, que la pena no era la misma, y que acá se trataba de derechos. Y siguió diciendo que era injusta y fuera de lugar la acusación de “criminales” y “genocidas” de los anti derecho.
La discusión siguió durante un rato. Vergara de la Fuente miraba, esperando la pregunta de Pino. Después de un intercambio de palabras y de gritos, Solanas dijo: “Nada más señor presidente”, sin hacer ninguna pregunta. Y se retiró. La película terminó. Fin.
Moderazo al mentón
Médico por la vida, bufanda celeste antiderecho, camisa celeste abogado clásico, corbata azul y… ¡campera! Azul, por supuesto. Azul marino, oscuro. Pero no saco. ¡Campera! No, no combina. De ninguna manera. No me queda claro si el doctor Jorge Ramacciotti adscribe a una informalidad con capacidades diferentes o a una elegancia con capacidades diferentes. O si simplemente usa campera porque afuera llueve.
“Tenemos que reconocer que hubo fanatismo de ambos lados”, arranca, contemporizador. “Es momento de reconocer que las militantes a favor del aborto han cumplido con el objetivo de instalar un tema muy importante en la sociedad, un debate que nos debíamos. Reconozco y valoro que se instaló el tema. Pero…”
El idilio y la buena onda no podían durar mucho. Lo bueno es que cuando Ramacciotti clavó el “pero” nos advirtió claramente lo que podía llegar a venirse. Más bien, lo que se vino: “Pero esa visión es sesgada. Hay otras alternativas al aborto, que no gozan de buena prensa ni de financiamiento internacional, como el que da la Fundación Ford. Ford, que en los años 70 controlaba la natalidad esterilizando a miles de mujeres en América latina”.
La alternativa de Ramacciotti incluye contención, acompañamiento y justicia social. ¿Vieron que era fácil? No entiendo cómo es que no se le ocurrió a nadie antes.
El sanitarista
“Las mujeres tienen menos derechos que los hombres. Y las mujeres pobres tienen menos derechos que las demás mujeres”. Víctor Urbani es médico sanitarista. Nació en Mendoza pero durante seis años fue ministro de Salud de Jujuy. Y arrancó relativizando muchos de los datos que se venían dando: “Unicef recomienda hacer mediciones quinquenales sobre muerte materna, porque entre un año y otro los datos pueden cambiar mucho”.
Urbani hizo un minucioso relato basado en experiencias personales: “Una mujer de unos 35 años, cuatro o cinco hijos, sin opción de cuándo tener relaciones sexuales, de pronto se encuentra con un embarazo no deseado. Decide abortar y va a una comadrona, que se lo hace con alguno de los muchos métodos que se usan: perejil, un hueso de pollo, etc. Se siente mal y no va al médico por vergüenza o porque es ilegal. Muere. El médico que la ve no pone ‘aborto’ como causa de muerte”.
Esta realidad cambia mucho de acuerdo a la zona del país en donde sucede. Sigue Urbani: “En el norte, NOA y NEA, hay 340 muertes registradas sobre 100 mil abortos. Contra 8 de la Ciudad de Buenos Aires y 1 de los países en los que el aborto es legal. El promedio en la Argentina es de 109, pero como vemos, hay realidades muy distintas de acuerdo a las zonas”.
“Obviamente, esos 8 casos de CABA son de la villa, no de Recoleta –continúa Urbani-. Pero aún estando en la villa, hay hospitales muy cercanos. El aborto es un problema de salud. Y quienes creen que no debería haber un programa especial por aborto, les digo que en la Argentina hay más complicaciones por aborto que por diabetes o tuberculosis. Y sin embargo existen programas por diabetes o tuberculosis”.
Por último, Urbani se refirió a los problemas que podría generar a las experiencias en otros países donde se legalizó el aborto. “No quiero irme a Europa, me voy a referir a lo que ocurre hoy en Uruguay. El 98% de los abortos son medicamentosos. Y apenas un 3% tuvo problemas con el misoprostol”.
Vamo’ arriba, vo.
Palabra de Galileo
La intervención de Urbani generó muchas preguntas y varios reproches por parte de los senadores anti derecho. Urbani rebatió cada uno de los argumentos que se le plantearon. Y lo hizo con información, con cifras, con conocimiento. En un momento, el médico sanitarista habló de la enorme injerencia que estaba teniendo la Iglesia Católica en el debate sobre la ley.
“El Papa, nuestro papa, vive a pocas cuadras de clínicas y hospitales donde se realizan abortos legales”, contó Urbani, tratando de quitarle dramatismo al asunto. “De todos modos les recuerdo que Galileo Galilei fue preso por decir que la Tierra giraba alrededor del sol. Y la Iglesia tardó 360 años en reconocer este error”.
Cansada de que se le refutaran uno a uno sus argumentos, la senadora por La Rioja Olga Inés Brizuela sacó el ancho de espadas. “Galileo Galilei decía que la vida comienza desde la concepción”, afirmó, muy segura. Como podría haber dicho Arquímedes, Isaac Newton, Albert Einstein o Carlos Gardel. Da lo mismo. Total, andá a chequearlo a la concha de tu madre. Y recordá que no podés abortar. Ni siquiera el chequeo de una información.
Los métodos piqueteros
¿Qué decir de la performance de Daiana Asquini, representante del Partido Piquetero? Por un lado, un piquete en la Cámara de Senadores es algo que siempre se agradece. Y en ese sentido no se puede negar que rompió con la monotonía. Fue una rareza, una anomalía. Y eso, en un lugar así, siempre es bienvenido.
Por otro, el contenido del discurso fue más que discutible. Básicamente (y esto es una lectura absolutamente personal, de más está decirlo) porque no hay una comprensión de la transversalidad que atraviesa este debate. El discurso de Asquini fue violentamente anti Macri, como si se estuviera discutiendo el acuerdo con el FMI. Y lo que se discute es la legalización del aborto. Una discusión que abrió Macri en el Congreso.
Ya sé, la discusión fue impulsada por el movimiento de mujeres. Pero en términos institucionales fue Macri. Y si bien hubo mayoría de legisladores del PRO que estuvieron en contra, hubo muchos que estuvieron a favor. Y muchos de ellos fueron decisivos para la media sanción en Diputados. Lospennato y Lipovetsky, por nombrar los más notorios. Por no hablar de ministros. Pero todo eso es retórica. La cuestión política central, en esta coyuntura, es otra.
En el debate en el Senado no se trata de discutir entre nosotros. Se trata de convencer a los senadores de que voten una ley que, hasta hace algunos meses (o semanas, o días) nadie pensó que podían llegar a votar. Y en esa coyuntura, lo único que importa es ser inteligente para lograr consenso. Excepto que lo que importe no sea aprobar la ley sino tener un minuto de fama mediática y crecer políticamente a partir de allí. En ese sentido, la intervención no pareció ser de lo más inteligente.
Claro que, como decía, se trató de una performance explosiva. Y sirvió de complemento ideal con lo que había planteado Pino Solanas. Porque las palabras de Asquini generaron una reacción inmediata de varios senadores y varias senadoras. “No vamos a tolerar esta violencia”, dijeron. O sea: ¿puedo tratar a alguien de “genocida” pero no puedo soportar que venga alguien a criticarme? En ese sentido, fue un buen ejercicio práctico sobre convivencia y diálogo.
Por lo demás, lo del comienzo: como hecho estético, como momento disruptivo, como estimulante y para evitar la modorra, siempre es bueno que haya un piquete en la Cámara de Senadores y en cualquier lugar del Congreso de la Nación. En ese sentido, entonces, se agradece el momento de fama del Partido Piquetero.
Hipócratas Hipocráticos
“Estamos en un momento histórico en la Argentina, frente a un cambio de paradigma en materia de derecho, y la universidad pública no puede estar ajena a este cambio –aseguró el doctor Ricardo Nidd, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario-. Y así como ahora estamos discutiendo el aborto legal, tenemos otras discusiones pendientes, como el cannabis medicinal”.
Nidd vino a relativizar algunas cuestiones que se tienen por ciertas y hasta por sagradas, como el Juramento Hipocrático. “Es una metáfora –explicó-. No creo que hoy haya alguien que jure por Apolo, Aslepio, Higía y Panacea, como indica el Juramento Hipocrático. Como tampoco hay una verdad objetiva para definir cuándo comienza la vida humana”.
También pidió separar lo que es justo de lo que es legal: “La amnistía a los militares fue legal a pesar de que fue algo aberrante. Y las Madres de Plaza de Mayo fueron un ejemplo de resistencia, a pesar de que eran ilegales”. Por último, habló de la objeción de conciencia: “Debe ser personal, las instituciones no tienen conciencia, son las personas las que la tienen”.
Feticidio nazi
“El aborto es un tema moral”, dice Siro de Martini, doctor en Ciencias Jurídicas por la Universidad Católica Argentina y miembro titular de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales. “Nuestra Constitución dice que la vida humana empieza con la concepción”.
“Tratar diferente a los no nacidos es incurrir en discriminación arbitraria –continúa De Martini-. En una época fueron los negros o los judíos; hoy los discriminados arbitrariamente son los niños por nacer. Si no hay derecho a matar a un adulto, no hay derecho a matar a un niño por nacer”.
El senador Alfredo Lorenzo protestó por los dichos de De Martini. “Nosotros no hacemos un proyecto de muerte –explicó-. Por otra parte, la discusión sobre el número de abortos que se hacen en la Argentina me hace acordar a cuando se discute el número de desaparecidos. Mientras no haya un número oficial, no puede decirse cuántos son en realidad”.
De Martini afirmó que cree que el número de 500 mil abortos es algo que “les conviene a los abortistas”. Y aseguró: “Si se legaliza y se registran 100 mil abortos por año, van a decir ‘vieron, bajamos la cifra al 20%’.” Y agregó: “Estamos mal, pero con esta ley vamos a estar mucho peor. Creo que tenemos que rechazar esta ley y después del 8 de agosto empezar a pensar proyectos para cuidar a las madres”.
Según De Martini “existe una ola abortista en todo el mundo” que, según él, hay que combatir. “La Organización Mundial de la Salud y Unicef son abortistas, siempre hacen recomendaciones a favor del aborto. Pero ellos no pueden imponer nada en la legislación argentina. Sí condicionarnos con algunos créditos internacionales, pero eso ya lo sabemos”. Y concluyó: “Es mentira que somos todos partidarios de la vida. Este proyecto trae muerte”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro.
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro.
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro.
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro.
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro.
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro.

Foto: Juan Valeiro.

Foto: Juan Valeiro.
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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