Nota
Venimos a cambiar todo
Más de 10.000 jóvenes y adolescentes marcharon desde Plaza de Mayo a Congreso en un clima de alegría y a la vez de reclamo contra el cambio climático. Y no solo eso. En el cierre del acto se leyó un documento planteado desde la visión argentina y latinoamericana, en el que se exigió una reforma agraria integral y popular, transición productiva hacia la agroecología, se reivindicó la Soberanía Alimentaria y se definió a la justicia climática y ecológica como parte de la justicia social. Voces en la marcha y algunas pistas para entender a Greta Thunberg, la niña sueca con una condición de la cual se pueden aprender varias cosas.
Hay carteles escritos a mano sobre cartones y papeles por gente irreverentemente joven. Se puede leer:
-“El $$$ no va a darte oxígeno”.
-“Cambiá el sistema, no el clima”.
-“Salvemos el mundo, salvemos el futuro”.
-“Destruyamos el patriarcado, no el planeta”.
-“La Tierra no está muriendo. Está siendo asesinada”.
-“Si el Amazonas fuera un banco, ya lo hubieran salvado”.
-“No hay economía en un planeta destruido”.
-Las otras luchas no tienen sentido si el planeta se va a la mierda”.
-“El capitalismo nos está extinguiendo”.
Buenos Aires y 19 provincias argentinas vivieron la autoconvocatoria a la 3º Movilización frente a la Crisis Climática y Ecológica y, en el caso porteño, la concentración se inició en Plaza de Mayo donde se escuchaba la siguiente canción masivamente coreada:
-“Fuera Monsanto, fuera Chevron, fuera el modelo de saqueo y extracción”.
Monsanto es una corporación símbolo del agronegocio, propiedad del laboratorio alemán Bayer, dedicada principalmente a la monopolización de semillas y a elaboración masiva de pesticidas, para el monocultivo de soja transgénica. Chevron es símbolo del comienzo de la explotación de hidrocarburos a través del fracking en Vaca Muerta.
Las canciones y pancartas no tenían relación con la versión descremada que muchos han querido endilgarle al movimiento que la niña sueca Greta Thunberg, nacida el 3 de enero de 2003, ayudó a disparar en agosto de 2018 cuando –angustiada- dejó de ir a la escuela un día a la semana para reclamar frente al Parlamento sueco.
Nacía Fridays for future (viernes para el futuro) una huelga escolar, mientras Greta se convertía inesperadamente en un símbolo mundial de la lucha contra el cambio climático con sus palabras sencillas y tremendas, sus trenzas y su mirada.
Fotos Nacho Yuchark
¿Quién contamina el planeta?
La marcha de este viernes en Buenos Aires tuvo como motores organizativos a Jóvenes por el Clima de Argentina (JOCA) y Alianza por el Clima, entre otras agrupaciones.
Manuel Muñoz, de JOCA, 17 años, cuenta a lavaca: “Somos un movimiento ambiental, latinoamericanista, popular y combativo. Buscamos detener el cambio climático a través de la movilización de dos sujetos que siempre fueron relegados por los ambientalistas: la juventud y los sectores populares”.
Agrega Manuel: “El 71% de la contaminación del mundo lo producen las 100 corporaciones más grandes. Frente a eso, no estaos en contra de las acciones individuales pero creemos que por sí solas no van a cambiar los efectos del cambio climático. Necesitamos movilización, para que haya regulaciones y políticas concretas del Estado”.
El argumento: “Hay que cambiar el sistema socioproductivo de nuestro país y de nuestro planeta. Si seguimos así no tiene sentido que haya un progreso, porque no vamos a poder vivirlo. No venimos a aportar tecnicismos porque todo eso ya lo plantea a nivel global toda la comunidad científica. Lo que hay que hacer ahora es cambiar las cosas”.
Sobre Greta: “Es una líder internacional que logró visibilizar esta problemática, solo faltando los viernes a la escuela. JOCA tiene 9 meses. Nacimos replicando todo este movimiento pero entendiendo cuál es nuestro marco latinoamericano y nacional”.
Venimos a cambiar todo
Rodeada de quinceañeros y sonriendo pasaba un poco más allá una joven de 89 años, Nora Cortiñas. Anduvieron por allí también Juan Carr (Red Solidaria): “Aprendí el problema climático de los chicos”. Y el senador Pino Solanas: “Esto es extraordinario. Cuando el tema ambiental lo toma la juventud renace la esperanza. Este es el futuro frente al cinismo de la clase dirigente mundial”.
El recorrido por Avenida de Mayo fue acercando más gente. Otros estribillos: “El pueblo consciente, defiende el medio ambiente” y “Alerta que camina la lucha ecologista en América Latina”.
Ileana, 17 años: “Esta generación trae otro paradigma que plantea preguntarse qué comemos, qué hacemos, cómo se produce. Venimos a cambiar todo”.
Iara, 18: “Cuando se habla de cambiar el sistema es porque el planeta no está mal. Los que estamos mall somos nosotros que tenemos que dejar de destruir y de provocar injusticias. Hay que cambiar de enfoque”.
Leyla: “Tenés explotación de los recursos naturales, de las personas, de los géneros. El capitalismo no está funcionando”.
Ileana, Iara y Leyla agregan que son veganas.
Fotos: Nacho Yuchark
El decreto de Macri
Jaquelin Flores, cartonera, recicladora de basura, revela a lavaca durante la marcha otro hallazgo de la actual gestión gubernamental: “Somos actores de toda esta movilización y apoyamos totalmente a la juventud, porque el servicio de reciclado en Buenos Aires es el que está evitando el colapso del medio ambiente en la ciudad. Y estamos totalmente en contra del decreto de Macri (591/19 de semanas atrás) que permite la importación de basura tóxica”. El tema fue parte también del documento que se leyó al final de la marcha, en Congreso, y es acaso una muestra de la creatividad de la clase política en momentos de crisis.
Se acercó a la marcha también Juan Martín (29), desde la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) llevando una bolsa de frutas agroecológicas para convidar a los autoconvocados. La charla con lavaca rondó los puntos en común que esta movida podría tener con el feminismo: “Para mi este es un movimiento típico de este siglo. Yo también lo comparo con todo lo que viene siendo la movilización feminista porque aparece la demanda desde una representación social muy diversa que irrumpe en el cotidiano, en el patrón normal de la política, y genera desequilibrios. Hay gente que le tiene miedo a esto porque es nuevo, porque es reciente, pero claro, en la mirada política, también progresista, cada uno cuida su quintita y cuando aparecen actores nuevos no les gusta”.
Otro argumento: “Habla de Greta, si es blanca. Si es europea. Si tiene autismo. No sé por qué la gente cae en esas discusiones. Y yo pienso que ella representa el otro del sistema. Es una nena. Que dice las cosas como son. Entonces, hay muchos que bancan a los indígenas, a los sectores pobres, trabajadores, pero Greta es otro igual que esos actores, porque es una niña. Y además habla en serio de las generaciones futuras, que para el sistema no existen. Entonces ella nos obliga a pensar en un nuevo tipo de ética, de responsabilidad con el futuro. Así como hay una ética del compañerismo y de la lucha, tiene que nacer una ética para las futuras generaciones a las que les festejamos todo, pero la Amazonia no se la dejamos”.
Reforma agraria y agroecología
En el escenario se leyó un documento que acompañó la marcha, redactado por JOCA. Algunos párrafos:
- “Los discursos vacíos ya no alcanzan. Queremos acción”.
- “Sabemos que la crisis climática y ecológica nos atraviesa a todes, pero no a todes por igual Como en toda crisis social los sectores históricamente marginados y discriminados son los más perjudicados”.
- “Creemos profundamente que el concepto de justicia climática y ecológica es un concepto de justicia social. Pero también de soberanía nacional y regional. Sabemos que no es lo mismo hablar de ecologismo en Europa o en Norteamérica que en América Latina”.
- “Exigimos realizar un cambio profundo del sistema de producción de alimentos. Basta de industrialización animal. El modelo de producción agroindustrial está devastando ecosistemas y comunidades. Necesitamos una transición agroecológica inmediata, soberanía alimentaria y una reforma agraria integral y popular”.
- “Aplicación plena y pleno cumplimiento de la ley 26160 Ley Cristian Ferreyra, para evitar los desalojos de los territorios indígenas y la tala indiscriminada”.
- Acelerar la transición justa hacia una matriz energética de fuentes renovables. Exigimos a les candidates de todos los frentes, y a los comunicadores y comunicadoras que digan la verdad: Vaca Muerta no es el futuro”.
- “Necesitaos y exigimos un mundo justo, un mundo limpio, un mundo sano, un mundo sostenible. Un mundo posible para nosotros y para las generaciones futuras. Hoy volvemos a alzar la voz por cada une de los jóvenes presentes y por cada sector de la sociedad. Hoy decimos basta”.
Fotos Nacho Yuchark
Entendiendo a Greta
Mientras esto ocurría en Buenos Aires, se calcula que unos 6 millones de personas se movilizaron en diversas ciudades del mundo. La presencia de Greta Thunberg en Naciones Unidas fue otro envión para estas movilizaciones globales, nacidas en una niña diagnosticada con un llamado Síndrome de Asperger.
“Yo no hablo de un trastorno sino de una condición, porque no me gusta mirar a las personas desde la psicopatología sino desde la diversidad” dice la psicoterapeuta Susana García. “Si se ve desde la diversidad, se entiende que son personas que se expresan de forma muy directa, que se focalizan con intensidad en lo que despierta su interés. Son muy intensos en sus vínculos. No tiene relaciones sociales con muchas personas sino que podríamos decir que son más selectivos en sus amistades. Cuando conectan desde ese lugar de afecto son leales y sinceros. Son muy sensibles. Y algo característico es que no se vinculan desde la ironía, el sarcasmo, ni los dobles sentidos. O sea: son personas muy directas, muchas veces con una inteligencia muy desarrollada, pero a la vez personas sencillas. Por eso Greta tiene tanta fuerza, tanta intensidad en lo que dice, y por eso es tan empática con eso que focaliza. Se puede ver que se siente conectada, dolorida, oprimida, enojada, y que a la vez puede ver las cosas de una manera lúcida, simple y directa con mucha capacidad de acción sin salir del foco de lo que es su interés”.
En épocas de dispersión, estímulos, engaños, fake news, publicidad y operaciones de inteligencia, podría pensarse que la condición de Greta la mantiene centrada en eso que la angustia desde que tenía 11 años: la percepción de que se está destruyendo al mundo. Y frente a eso ella siente que hay que plantear el tema con sencillez, directamente, sin dobles sentidos, sin distracciones, porque todo es demasiado grave y urgente como para hacerlo de otro modo.
Hace poco dijo que esa condición tal vez es para ella un superpoder. Declaró también: “Sin mi síndrome no sería posible hacer esto. Yo pienso mucho, siempre, y no puedo dejar pasar las cosas. Cosas que me importan y están grabadas en mi cabeza”.
Conviene tal vez recordar qué cosas tiene grabadas Greta y fueron las que expresó esta semana en Naciones Unidas, cuando le preguntaron cuál es su mensaje a los líderes del mundo.
Dijo:
“Mi mensaje es que los estaremos vigilando. Esto está todo mal, yo no debería estar aquí, debería estar en la escuela al otro lado del océano.
Pero ustedes vienen a nosotros los jóvenes, buscando esperanza, ¿cómo se atreven?
Ustedes se robaron mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías. Y aun así yo soy una afortunada. Hay gente sufriendo, gente muriendo. Ecosistemas completos están colapsando. Estamos al inicio de una extinción masiva.
Y ustedes solo hablan de dinero. En cuentos de hadas y eternas promesas de crecimiento económico. ¿Cómo se atreven?
Por más de 30 años la Ciencia ha sido clara. ¿Cómo se atreven a desviar la mirada y venir aquí a decirme que están haciendo lo suficiente cuando las políticas y soluciones aún no están a la vista?
Dicen que nos escuchan y que entienden la urgencia. Pero no importa cuán triste o enojada esté. Yo no quiero creer eso. Porque si realmente entienden la situación y aun así siguen fallando a la hora de actuar, entonces significa que son malvados y me niego a creer eso.
Ustedes nos están fallando. Pero los jóvenes comenzamos a entender su traición. Los ojos de todas las generaciones futuras están sobre ustedes. Y si eligen fallarnos, les digo: nunca los perdonaremos.
No dejaremos que se salgan con la suya. Justo aquí es donde marcamos el límite. El mundo se está despertando y el cambio está llegando les guste o no».
Fotos Nacho Yuchark
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
Nota
La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.
Por Franco Ciancaglini.
La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo.
En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso.
“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.
La que habla es una de sus hijas, Paula.
El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10.
Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.
El arma y la palabra
Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.
Es jubilada.
Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.
Tiene tres hijas.
Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.
Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.
Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.
La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.
Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.
El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.
Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.
Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.
Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.
“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.
Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.
Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.
Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.
Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.
La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”.
¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.
La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.
¿Necesitan algo? “Sí: paz”.