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El lobby transgénico: cómo comprar políticos, científicos y activistas

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Una organización europea dedicada a monitorear y denunciar el poder de lobby de las corporaciones publicó un informe que revela las principales estrategias de presión de las multinacionales transgénicas, principalmente Monsanto, en la Unión Europea y Estados Unidos.  
Del 14 a 16 de octubre se realizará en La Haya el Tribunal Internacional Monsanto, una iniciativa civil desarrollada por Marie-Monique Robin y Vandana Shiva, entre otras referencias mundiales, para evaluar a partir del testimonio de 30 figuras de todo el mundo la responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos, crímenes contra la humanidad y ecocidio de la multinacional transgénica.
De cara al juicio, el Observatorio Europeo de Corporaciones (CEO, por sus siglas en inglés), una organización dedicada a monitorear y denunciar el poder del lobby de las corporaciones, publicó un informe que revela las estrategias de las principales firmas del agronegocio para ganar terreno en gobiernos y universidades, entre otros campos, para ejercer presión a favor de los transgénicos.

El informe se llama El lobby de Monsanto: un ataque sobre nosotros, nuestro planeta y la democracia¸ está en inglés y puede descargarse aquí.

Tal vez convenga recordar la definición de lobby: “Grupo de presión formado por personas con capacidad para presionar sobre un gobierno o una empresa, especialmente en lo relativo a las decisiones políticas y económicas”.
El informe del Observatorio afirma en la introducción: “Corporaciones como Monsanto tienen recursos ilimitados para comprar poder político a través del lobby”, y agrega que no sólo actúan a partir de asociaciones de lobby a nivel local y global sino también a través de “un ejército de lobistas sicarios” y grupos de científicos que ofician como “portavoces”. También apunta a los eventos donde las corporaciones promocionan una supuesta política de “desarrollo sustentable” con el medioambiente donde buscan lavar su imagen (llamados “greenwashing”, algo así como un lavado verde). Sostiene que instituciones de la Unión Europea y el gobierno de los Estados Unidos activan esas estrategias y le otorgan a las corporaciones acceso privilegiado en los lugares en los que se definen políticas: “Esta perversa simbiosis permite a las corporaciones capturar la toma de decisiones, pero lleva a vaciar la democracia, al desastre ambiental y a una grave injusticia social”.

¿Competidores o aliados?

El lobby de Monsanto se ejecuta a través de asociaciones organizadas a niveles globales, regionales y nacionales. Un ejemplo de ello es la asociación global Croplife International, que une la biotecnología con los sectores pesticidas, “que son las mismas corporaciones”, acota el informe. Esa lista de miembros de Croplife incluye a las multinacionales del agronegocio (Monsanto, Bayer, BASF, Dow/Dupont, Syngenta) y las empresas regionales de biotecnología y pesticidas (BIO, EuropaBIO, AfricaBIO, y las diversas sedes Croplife).
“Los intereses de Monsanto son también defendidos por el sector químico de las asociaciones de lobby”, explica el Observatorio. En los Estados Unidos, por ejemplo, aparece el American Chemistry Council y, en la Unión Europa, el European Chemical Industry Council, el más grande de esa región, con Bayer, BASF y Syngenta entre sus miembros.  “Las corporaciones de biotecnología como Monsanto están comprando cada vez más compañías de semillas locales, y de esta manera se están volviendo más influyentes en las asociaciones de semillas nacionales”, afirma. Por ejemplo, la African Seed Trade Associacion (AFSTA) incluye varios “capítulos nacionales” de Monsanto, Syngenta y Bayer. AFSTA también ha presionado por los nuevos derechos de propiedad intelectual de las semillas a costa de los productores.
Mosanto, Bayer y otras compañías del agronegocio son representadas por diversas plataformas que cubren todos los mayores sectores industriales como la Cámara Internacional de Comercio (ICC), la Cámara Americana de Comercio (AmCham), BusinessEurope, el Consejo de Negocios Transatlántico (TABC) y, “para un toque verde”, el Consejo Mundial de Negocios en Desarrollo Sustentable. A esto se refiere el Observatorio con “greenwashing”.

Quién pone la plata

En la Unión Europea las corporaciones están obligadas a registrar quién realiza tareas de lobby para ellos, en qué área y con qué presupuesto. De esa manera, el sitio opensecrets.org reveló que Monsanto y Bayer gastaron juntas 120 millones de dólares en hacer lobby en Washington durante la última década. En la UE, Monsanto gastó en su ejercicio de lobby unos 4,33 millones de dólares en 2015. También divulgó en su propio sitio web un pago de 2 millones de dólares a muchas de las asociaciones que forman parte de la Organización Industrial de Biotecnología (BIO) y Croplife America. El informe de Corporate Europe aclara que la lista de Monsanto no está completa, ya que no incluye por ejemplo al Instituto Internacional de Ciencias de la Vida (ILSI).
En la edición de junio, la revista MU reveló cómo el ILSI realizó investigaciones en escuelas públicas porteñas, con aval oficial, para indagar los hábitos infantiles con relación a la comida (https://www.lavaca.org/mu99/la-corporacion-va-a-la-escuela/). Como también sostiene el informe del Observatorio de Corporaciones, uno de sus sponsors es Monsanto: según la US Right To Know, al menos el 43 por ciento del presupuesto del ILSI en 2012 provino de Monsanto ($500.000) y su plataforma de lobby Croplife International ($528.000).
El informe aclara que estos datos no conforman el cuadro completo, ya que no incluyen las campañas por estado de Monsanto (como contra General Motors en California) o la recolección de fondos para campañas políticas. En ese rubro, el informe subraya que muchas de las donaciones a campañas políticas de Monsanto (unos 662.000 dólares) son hacia candidatos republicanos provenientes de los estados con plantaciones de maíz y soja.

¿Quién es quién?

El informe de Corporate Europe se detiene en un pequeño grupo –aunque incompleto- de nombres que aparecen una y otra vez en las campañas internacionales a favor de los productos transgénicos y agroquímicos. El informe muestra un cuadro con las figuras “top” de Monsanto, tanto científicos como lobistas, que deciden en estrategias y ordenan (los llamados “comandantes”). Los ejecutores de esas órdenes (llamados “seguidores”) son a menudo financiados directamente por Monsanto a través de sus grupos de lobby. También el cuadro destaca un tercer grupo de colaboradores (llamados “cómplices”) que usualmente se interesan en la industria biotecnológica en general. Así aparecen, por ejemplo, Marc Horsch, Kevin Glenn, Richard Grnett, Erich Sachs, entre otros en el primer grupo. En el segundo, científicos como Bruce Chassy, Kevin Folta y Richard Goodman y, entre los llamados cómplices, a personajes mediáticos como Henry Miller, Jon Entine y Mark Lynas.
Un ejemplo de esa presión corporativa que demuestra el cuadro a través de nombres, rostros y compañías ocurrió en 2013 cuando el vicepresidente de Monsanto, Robert Fraley, y Marc Von Montagu (fundador del Flemish Biotechnology Institute en Bélgica, cuya capital Bruselas es la segunda capital del lobby en el mundo después de Washington, según el informe), ganaron el World Food Prize (Premio Mundial de la Comida). El premio no solo fue sponsoreado por Monsanto, sino también fue bautizado como el Premio Nobel de la Comida.
El dato es que la fundación que administró el premio ha recibido contribuciones de las empresas del agronegocio (Monsanto entre ellas) desde 2008.

La puerta giratoria

Entre las explicaciones de las diversas estrategias de las compañías a nivel mundial, el informe destaca la llamada “revolving door” (puerta giratoria) como una clásica estratagema corporativa: consiste en reclutar una figura pesada dentro del mundillo de la política a su staff, alguien que esté en una buena posición respecto a sus colegas lobistas y que conozca “cómo el sistema trabaja desde adentro”. La puerta giratoria también sirve en sentido inverso, es decir, cuando figuras empresariales pasan a ocupar posiciones clave en cargos públicos.
Las puertas giratorias, aclara el informe, son comunes en muchos países alrededor del mundo, “pero en ningún lugar funcionan tan rápido como en la UE”. Algunos datos: según el Centro de Responsabilidad Política, más de la mitad de los lobistas de Croplife America en el período 2013-2014 tuvieron previamente cargos públicos. En Estados Unidos, 37 de los 48 lobistas de Monsanto registraron en 2015-2016 trabajos en el gobierno.
El caso más paradigmático, remarca el informe, es el de Michael Taylor, quien previo a convertirse en abogado de Monsanto fue parte de la Food and Drug Administration (FDA), la agencia del gobierno estadounidense que responsable de la regulación de alimentos y medicamentos, entre otras tareas. Taylor también formó parte del Departamento de Agricultura. En ambos lugares trabajó en políticas públicas sobre “cómo (no) regular los alimentos genéticamente modificados”. Luego pasó a ser vicepresidente de Monsanto. En 2010 Obama lo nombró como asesor “senior” de la FDA.

El truco del arrepentido

Utilizar al propio gobierno como lobista es otra acción habitual de Monsanto.  Como puntualiza el periódico español Diagonal, documentos divulgados por Wikileaks mostraban en 2013 cómo el Gobierno de Estados Unidos fue activo defendiendo internacionalmente los intereses de Monsanto. Los documentos probaban que las embajadas estadounidenses en Argentina, Alemania o España, entre otros países, promocionaron los productos de esta compañía.
Otro de los recursos es lo que el informe denomina “ambientalista arrepentido”, una persona que haya “visto la luz” y se vuelva en contra de su activismo y sus propias denuncias contra los transgénicos. Corporate Europe cita el caso de Patrick Moore, que se presenta en conferencias del agronegocio como un ex Greenpeace. Similar es el caso de Mark Lynas, quien se disculpó de sus acciones en el pasado. Lynas ha participado de los congresos de Aapresid en Argentina (uno de los principales grupos lobistas por los agronegocios en el país) y lo han presentado, también, como un ex Greenpeace.
En el caso de los científicos el informe cita varios casos de profesionales vinculados a las empresas transgénicas. Por ejemplo Kevin Folta, de la Universidad de Florida, que se ha convertido en un vocero de Monsanto. Según el informe, Folta hizo un acuerdo con la corporación a través de una beca de 25.000 dólares, pese a que lo negó durante los meses siguientes. También contribuyó al sitio GMOanswers.com, promocionado por el Consejo de Información de Biotecnología.
Otro de estas figuras es Bruse Chassy, también parte de ILSI y Forbes Magazine. Monsanto financió a Chassy para respaldar diversas actividades educativas vinculadas a la biotecnología con una donación de casi 1.9 millones de dólares. El informe subraya que dirige Academics Review, un sitio pro transgénico.
El informe completo, en inglés, puede descargarse aquí.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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