Sigamos en contacto

Nota

Encuentro Nacional de Mujeres en Paraná: para qué sirve

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

¿Para qué sirve el Encuentro Nacional de Mujeres? ¿Existe un movimiento feminista en Argentina o sólo grupos que desfilan por un mismo escenario una vez al año? ¿Por qué no se ha logrado todavía una ley de aborto, una de las reivindicaciones básicas del sector? ¿Qué efecto ha tenido el financiamiento y las oenegés en la agenda de las mujeres? El feminismo, sus reclamos históricos, el clasismo, la mala prensa, la presión de los aparatos, las diversas líneas de pensamiento y de luchas que se congregan al interior de un movimiento histórico, heterogéneo y convulsionado, son los temas que, de cara al próximo Encuentro Nacional de Mujeres a realizarse del 9 al 11 de octubre en Paraná, son la excusa para la charla con  Zulema Palma, fundadora e integrante de Mujeres al Oeste.
Encuentro Nacional de Mujeres en Paraná: para qué sirveZulema es médica jubilada y en sus años de ejercicio fue viendo los problemas que afrontaban las mujeres de su zona, en el partido de Morón. Todo eso y la vida misma hicieron que comenzara junto a otras y hace ya 15 años lo que hoy es este colectivo feminista donde «tenemos la utopía de cambiar al mundo pero que sabemos que eso es un horizonte», dice. Fundamentalmente centran sus esfuerzos en tres líneas: violencia contra las mujeres, salud sexual y reproductiva y comunicación. También están trabajando con mujeres encarceladas.
A menos de tres cuadras de la estación de trenes de Morón, en su oficina, ofrecen atención a las víctimas de violencia, capacitaciones sobre educación sexual y feminismo.. También trabajan la prevención del abuso sexual en noviazgos violentos y capacitan a personal del municipio
¿Por qué no se ha logrado constituir un movimiento que tenga un tema en común para impulsar?
¿Quien dijo eso? ¿Por qué dicen que ocurre esto? ¿En qué te basás? ¿Impulsar un movimiento de qué tipo?
Para impulsar el tema del aborto, por ejemplo…
¿Y qué es lo que no hemos logrado?
Así es Zulema: una máquina de interpelar.
[audio:https://media.lavaca.org/audios/zulema_palma.mp3]
Audio de Zulema Palma
La mala prensa
¿Hay clasismo en el feminismo argentino?
¿A qué le llamas clasismo?,¿A que se hacen diferencia de clases? Y claro: existe en la sociedad, ¿por qué no va a haber en el feminismo? El feminismo trata de ser un movimiento neutral, no clasista si vamos a mostrarlo desde esas clasificaciones sociológicas-políticas, y lo es de hecho. El feminismo es transgeneracional y transclases. Hay mujeres de distintos sectores sociales y de distintas clases sociales y hay mujeres de distintas edades y procedencias. El asunto es, para mí, que muchas mujeres son feministas, pero no les gusta llamarse feministas, o les da vergüenza o tienen prejuicios. Vos escuchas muchísimas veces un discurso y decís: eso es feminismo. Pero esa mujer comenzó diciendo que no era feminista, porque el feminismo tiene muy mala prensa. Históricamente, como parte del sistema que justamente descalifica a quienes se oponen a él, los medios logran que muchas mujeres piensen que es un movimiento al que no quieren pertenecer. El feminismo es una utopía, una subversión que trata de cambiar al mundo respecto a como está estructurado porque es un mundo injusto. El feminismo es una lucha por la justicia. Entonces, si luchás porque reconocés que hay sexismo en la sociedad, que te discriminan por ser mujer y reconocés que es una injusticia y bueh…sos feminista…como para decirlo en forma sintética.
En cuanto al tratamiento que hacen los medios sobre la temática, ¿cuál es el panorama actual?
Hay una mirada más que feminista, una mirada desde el género y desde una crítica social y me parece positivo. Pero a veces quien titula da pavor: ponen títulos que son misóginos, aunque ahora se cuidan más. Hay muchas periodistas comprometidas con el movimiento de mujeres… No toda mujer que tiene perspectiva de género es feminista ni todas las feministas toman al género como algo central. Hay muchas mujeres que estudian a las mujeres como objeto y no están comprometidas con los problemas de las mujeres. Hay muchas que estudian las relaciones de género, y no es lo mismo trabajar el tema mujer que el tema género. Esa es una gran confusión. Trabajar el género es ver cómo se constituyen las identidades a partir de una de las constituyentes primarias de la identidad, fundamentalmente basadas en la diferencia sexual, pero no sólo en eso. Hoy en día en la teoría se ha demostrado que hay muchos géneros. Algunas pensamos que hay que «des-generarse», que tenemos que ser todos des-generados… Ese es un proceso que algunas consideran que no se puede dar y otras que es indispensable que haya una identidad. Yo creo que no. El feminismo es otra cosa que el género: es una teoría que trata de ver cómo está constituida la sociedad y cómo cambiarla, en base a destruir las relaciones de poder asimétricas, jerárquicas, autoritarias. El feminismo no es el antimachismo: es el antipatriarcado.
¿Cómo caracterizaría al movimiento feminista en Argentina?
En Argentina hay un movimiento feminista, pero lo que pasa es que no tenemos prensa y cuando tenemos, es mala prensa. Está ese estereotipo de feminista inventado por la sociedad, que se puede haber quedado con esa imagen de los setentas en Estados Unidos, de mujeres contestatarias que se sacaban los corpiños o esa idea de que nosotras somos antihombres o que queremos el lugar del hombre en el poder, haciendo las cosas igual a como las hacen los varones, o que somos todas unas mal cogidas o que somos todas lesbianas Hay muchísimas lesbianas feministas, muchas que no lo son, hay una variedad de pertenencias e identidades… y bueno: la cuestión es descalificarnos. Yo reivindico la palabra subversiva que ha sido descalificada históricamente en la Argentina ya sabemos por quienes. Y sí: somos subversivas. Estamos subvirtiendo un orden que es injusto. Yo reivindico esa palabra que es valiosa.
Me parece que una de las tareas del feminismo es resignificar palabras desde la cuestión genérica, femenina, hacia otras cuestiones políticas.
¿Cuáles son las líneas internas?
Tiene muchas líneas, diversas. Es un movimiento no estructurado, como todo movimiento, con algunas diferencias internas, que cortan líneas. Una línea que está cortada en América latina desde hace tiempo y que se han buscado encuentros de superación, es la línea de las que se llaman así mismas «autónomas» y que llaman a las otras «institucionalizadas». Las «institucionalizadas» son las que trabajan para instituciones del Estado o en oenegés, que es un nombre que nos pusieron en Naciones Unidas. No quiere decir que porque una tenga una organización está de acuerdo con todas esas cosas, pero es una forma que han elegido algunas organizaciones para instalarse en esta sociedad, para poder sobrevivir,  para tener un reconocimiento jurídico, para poder manejarse económicamente…. Desde mi punto de vista tienen poco alcance los grupos que no se organizan, aunque sirven de usinas, de producción de pensamiento. Otra de las líneas que nos diferencian es si se considera la prostitución como un trabajo o no. Creo que la mayoría estamos de acuerdo en que no es un trabajo, pero es uno de los motivos de debate. Yo soy de la idea de que el conflicto es un estado propio de la vida social humana. Que haya conflicto no me preocupa. El asunto es cómo se resuelve o cómo se trata. Que haya conflictos de ideas, de posicionamiento, no es problema, no significa fractura. Me parece más sospechoso un movimiento homogéneo donde todos piensan lo mismo. Eso me parece más peligroso desde el punto de vista de una feminista y de quien piensa que la libertad es un valor.
¿Cuales son los objetivos del movimiento?
Es muy amplio, pero uno de los temas que está trabajando mucho el movimiento es el tema de la trata y la prostitución, y el otro es el aborto y la violencia hacia las mujeres. Esas son las líneas en las que yo creo que todas las feministas argentinas coincidimos, seamos de la línea que seamos.
¿Se lograron hacer avances?
Ya lo creo. Que se empiece a discutir en el Congreso el tema del aborto en el corto plazo no es producto de la iluminación de los diputados y senadoras, eso es trabajo que empezamos las mujeres en el 83, las feministas en particular. Ahora van a aparecer algunos y van a decir «gracias a mí».
Como esto es justo después del Encuentro de Mujeres, ¿se sentará algún tipo de agenda en Paraná que sirva para presionar al Congreso?
En los encuentros hemos establecido algunas agendas, pero no es ese el objetivo fundamental. Yo no estoy participando de las negociaciones en el Congreso, sé que se han presentado algunos proyectos con pequeñas diferencias. Y hablaba con las compañeras de que no perdamos tiempo en las pequeñas diferencias, que saquemos el proyecto. Como organización pensamos en objetivos a corto, mediano y largo plazo y miramos estrategias y tácticas que favorezcan un proceso que logre que a largo plazo el aborto sea legal. Sabemos perfectamente, por toda la experiencia con todas las leyes, y en particular con la de salud sexual y reproductiva, que el cambio legal no va a implicar un cambio rápido en las actitudes de los profesionales de la salud. Y eso es una larga lucha que ya emprendimos hace tiempo. Porque si para los abortos no punibles existen los problemas que tenemos, para una ley que diga que una mujer puede decidir libremente hasta las 12 semanas vamos a tener muchos obstáculos. Aún así creo que vamos a lograrlo. Esto es producto de que la sociedad empezó a tomar el tema, ha estado recibiendo información, y ya hay un montón de chicas jóvenes que han estado apropiándose del derecho a abortar, que es algo que no es lo mismo para mi generación. Hay más mujeres jóvenes cuestionando el por qué se tiene que hacer un aborto en determinadas condiciones y eso es gracias a que el fermento, la levadura, el canalizador de todo eso lo hemos puesto las feministas.
Encontrarse
¿Qué pasa en los Encuentros de Mujeres?
Los encuentros son de debate, de discusión, de diferencias, pero no de imposición. El problema, entonces, son los aparatos: sea el aparato eclesial, partidario, o sindical, que son los que siempre tratar de aparatear. Esta es mi perspectiva después de muchos años de participar. He ido a muchos, la primera vez fue en Rosario en el 89. En ese entonces venía pensando en muchas cosas, sobre el aborto especialmente, y ahí me encontré con muchas otras mujeres  que pensaban como yo y me incorporé a la comisión por el derecho al aborto y eso me aclaró algunas dudas que tenía. Yo había estudiado ética, ética cristiana no católica, y como médica tenía mis dudas y ahí se me aclararon. Eso es lo fabuloso de encontrarte con algunas mujeres: poder reconocerte en la otra sin que seas «lo otro». Se establecen amistades y cada vez van más chicas muy jóvenes que se están organizando. Es muy fuerte eso de encontrarnos entre nosotras, libres.

¿Sirven los talleres para fijar algunos debates?
Sí, sirven. Fijate que desde el segundo Encuentro de Rosario, que se hizo hace varios años, a través de la comisión organizadora, se logró instalar un taller sobre «Estrategias para el derecho al aborto». Es decir, no se discute si tenemos o no derecho a abortar. Partimos de la base de que estamos todas de acuerdo en que tenemos ese derecho, que debe haber una ley. La cuestión es cómo hacemos para lograr esa ley. Ese fue un logro de las feministas. Somos las que planteamos que el aborto es femicidio. Cuando una mujer muere por un aborto es femicidio: murió por ser mujer. Porque eso sólo nos puede pasar a las mujeres: sólo a las mujeres se nos prohíbe abortar. Incluso somos las únicas sancionadas por la ley argentina. Salvo que lo pesquen al hombre justo en el momento de la intervención, no hay ninguna sanción prevista para él. Pero soy optimista y estoy segura de que es una batalla que vamos a ganar..

Nota

83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

Publicada

el

Pablo Grillo
Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

Seguir leyendo

Nota

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Seguir leyendo

Nota

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

Seguir leyendo

Lo más leido