Nota
Facundo murió violentamente, la autopsia no aclara la causa y Cristina Castro sostiene que fue una desaparición forzada seguida de muerte: “Esto recién empieza”
Con la querella firmando en disidencia parcial, se conoció el informe de la autopsia de Facundo Astudillo Castro. La muerte fue violenta (asfixia por sumersión) pero los peritos no determinan cuál pudo ser la causa. La defensa descarta el suicidio y el accidente, con lo cual todo pasa a señalar a la Policía Bonaerense. La similitud con el caso Maldonado. Lo que plantean la perito de la defensa y los abogados (que han sido amenazados). Cristina Castro, la madre de Facundo, sus revelaciones a lavaca y su actitud hacia el futuro del caso.
Eran las 19:10 cuando Cristina Castro dijo: “Le acabo de cortar al Presidente para seguir con la conferencia”. En ese preciso momento, la madre de Facundo Astudillo Castro estaba contando cómo la jueza federal María Gabriela Marrón rechazó un pedido de habeas corpus preventivo presentado por su querella por las intimidaciones que estaba sufriendo junto a vecinas y amigos de su hijo en Pedro Luro. Paralelamente efectivos del Grupo de Apoyo Departamental (GAD, una fuerza “especial” de la Bonaerense) llegaron a la estación de Luro el miércoles a la noche, mientras familiares y amigos realizaban una velada a cinco meses de la desaparición del joven de 22 años.

“Nos mandaron porque mañana se va a saber el resultado de la autopsia: es para proteger las comisarías”, recordó Cristina la explicación que le dieron los policías: “Tenían miedo que la incendiáramos”.
Cristina cuenta la escena como uno más de los hechos que padece desde el 30 de abril, cuando vio por última vez a su hijo con vida, hasta el 15 de agosto, cuando encontró su cuerpo en un cangrejal en Villarino, en el medio de una denuncia por desaparición forzada de persona.
Hoy le comunicaron el resultado final de la autopsia, y por eso decidió brindar una conferencia de prensa junto a sus abogados Leandro Aparicio y Luciano Peretto, la perito de parte Virginia Creimer, y la abogada de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), Margarita Jarque, junto al apoyo institucional y técnico de Amnistía Internacional, con la presencia de su directora adjunta, Paola García Rey.
Durante la mañana le comunicaron a Cristina que el resultado del informe integral presentado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) concluyó que su hijo murió por “asfixia por sumersión” (ahogamiento), y que se trató de una muerte violenta, sin que “la ciencia forense” pudiera determinar si se trató de un suicidio, un accidente o un homicidio.
“Más allá de todo lo que ya están diciendo, esto recién empieza”, dijo Cristina. “Para los que dicen que el caso se cerró, les digo que no, señores. Facundo no se suicidó. Facundo no tuvo un accidente. A Facundo lo mató la policía bonaerense”.
El informe y las dudas
Pasado el mediodía, el Juzgado Federal N°2 de Bahía Blanca difundió un comunicado que resumía algunos puntos del informe integral que presentó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), luego de los estudios de autopsia en los que participaron 14 peritos. Sin embargo, la perito de la querella, Virginia Creimer, denunció en la conferencia que se trató de un “falso ateneo de peritos”, ya que al llegar a la sede del EAAF, en la exESMA, describió que mientras el Código Procesal Penal prevé que esas reuniones deben ser secretas para arribar a una “decisión conjunta”, se encontró “con un informe ya conformado, con consideraciones y conclusiones, impidiendo que esta querella ejerciera su derecho desde el punto de vista científico”. Por ese motivo, firmó en disidencia parcial.
El informe difundido por el juzgado plantea:
- Los restos del esqueleto hallado el 15 de agosto en el salitral fueron analizados por equipo antropológico, médico, odontológico y genético forense.
- Las diatomeas (algas microscópicas) halladas en la médula ósea, coincidentes con las muestras ambientales de agua y sedimentos del lugar, les permiten aseverar “con rigor científico necesario” que la muerte se produjo por “asfixia por sumersión”, es decir, ahogamiento. El informe apunta que ese hecho es “altamente indicativo” de que es el medio por el que se produjo la muerte.
- El fenómeno de Pink Teeth (diente rosa) “debe ser considerado orientador pero inespecífico para establecer la causa de muerte”. Creimer había sostenido que es indicador de una muerte violenta por asfixia. Fue otro punto que destacó en la conferencia: “La odontóloga forense, que en otros casos como el de Franco Casco (asesinado y desaparecido por la policía en Rosario) dijo que era un indicio de vitalidad que antecede a la muerte, se mostró llamativamente en coincidencia con los médicos que dijeron que era un fenómeno postmorten. Cuando dije que me oponía, hubo una enorme discusión y agresión en la que exigía que depusiera mi posición o la explicara con bibliografía correspondiente. Por supuesto lo haré en el juicio oral”.
- Textual del informe integral: «Se trató de una muerte violenta, por no ser natural. El avanzado estado de esqueletización del cadáver limitó las posibilidades de conocer el modo de la muerte, no pudiendo la ciencia forense determinar con rigor científico si se trató de uno u otro modo de muerte violenta: suicida, homicida o accidental«. Este es un punto central para la querella. La abogada Jarque, de la Comisión Provincial por la Memoria, fue tajante: “Quiero fortalecer la figura de la desaparición forzada. La hipótesis (de la responsabilidad) policial se ha visto fortalecida”.
- Para la mayoría de los peritos, los restos óseos “no presentaban lesiones vitales, de origen traumático”, previas a la muerte. Tampoco elementos de proyectiles o heridas de arma blanca, ni signos de participación de terceras personas. En conferencia, Creimer apuntó que no descarta otras explicaciones, como “submarino húmedo”.
- Las lesiones y pérdida de algunas piezas dentales, como la desarticulación y desplazamiento de miembros superiores, para los peritos es producto de depredadores de la zona y de exposición medioambiental. Explican que el movimiento del cuerpo “posiblemente” ocurrió por la fluctuación del agua, la presencia de cangrejos y aves, entre otros.
- Sobre la fecha de muerte tampoco hay certeza: “No surgen elementos que permitan suponer que los restos humanos hayan estado en otro ambiente distinto al del hallazgo durante el intervalo postmorten consignado”. Estiman, aunque no pueden determinarlo científicamente, que el intervalo “sería no menor a 30 días”. Desde la CPM explican a lavaca que hay dos tipos de estudios que fijan fechas: uno por los efectos de los animales en los restos, y otro que producen los entomólogos (que analizan los insectos). El primero habla de 28 días. El segundo, de 40. En ese sentido, los peritos fijaron una fecha estimada de 30 días anterior al hallazgo, es decir, alrededor del 15 de julio. Las querellas están trabajando sobre hipótesis que van del 30 de abril, día de la desaparición, al 8 de mayo, día que un móvil policial del Comando de Patrulla de Bahía Blanca se detuvo sospechosamente durante 35 minutos a 800 metros del lugar donde el pescador halló el cuerpo el 15 de agosto. En el baúl de ese mismo móvil el perro Yatel encontró la turmalina que, aclaró nuevamente Cristina durante la conferencia, era la que solía usar su hijo.
Cristina, en diálogo con lavaca, plantea: “A mi hijo lo metieron en ese baúl”.
El contexto

Creimer especifica: “Cuando desde el punto de vista legal y técnica hablamos de una muerte violenta, estamos hablando de tres posibilidades. La primera es el suicidio, pero Facundo no tenía antecedentes, tenía proyecto de vida por delante y peleaba por los derechos humanos. La segunda es el accidente, que también descartamos, porque el cuerpo no tenía otro tipo de lesión. La última es el homicidio. Descartadas las otras dos, nos queda la teoría que empezamos a manejar desde el día 1”.
El abogado Peretto agrega: “La hipótesis del suicidio es inviable porque nadie hace 120 km a dedo para matarse en un cangrejal. Tampoco existen indicios de un accidente”.
El abogado Aparicio dice que en el informe hay que “tener en cuenta el contexto”. Y enumera:
- La infracción de los oficiales Jana Curuhuinca y Mario Gabriel Sosa el 30 de abril a las 10 de la mañana. Reveló que, en las “múltiples pruebas” que se están sumando a la causa, una de ellas es un mensaje que recibe Sosa en referencia a Facundo, después de la infracción, que dice: “Si se hace el pajero, bajalo”. Y Sosa responde: “Dale”. Luego, ese patrullero se desplaza y se detiene unos minutos en Buratovich, “contradiciendo la versión policial que refería que ese móvil nunca se había movido” del lugar.
- Los tres testigos que le dijeron a Cristina que vieron que Facundo subía a un patrullero, sobre la Ruta 3, pasando la entrada de Mayor Buratovich, explicaron que habían ido previamente a la Comisaría pero no les quisieron tomar la denuncia. El abogado Aparicio señaló que esos testigos hoy están “aterrorizados”.
- La denuncia que la familia hizo a los funcionarios municipales de Villarino, a quienes acusaron de entregar un informe de tránsito falso donde no estaban los testigos que señalaron a la Bonaerense en Buratovich, pero sí a la testigo que dijo haber alcanzado a un joven hasta las vías, primero el 27 y luego el 30.
- La sandía con la vaquita de San Antonio que encontraron en el destacamento de Teniente Origone, un objeto muy querido de Facundo que le había regalado su abuela. Ese hallazgo tampoco tuvo aún respuesta por parte del poder judicial.
- Los mensajes de WhatsApp borrados por los policías sospechados.
- Las huellas de vehículo detectadas en el salitral de Villarino donde apareció el cuerpo de Facundo, además del estado intacto de la única zapatilla encontrada. Ante la pregunta de lavaca, los abogados aclararon que aún no hay pericias al respecto.
- Las intimidaciones que sufrieron tanto Aparicio como Peretto durante la causa. A Aparicio le mandaron una carta documento para que pidiera disculpas por sus dichos, mientras que Peretto tiene una consigna policial en la puerta de casa.
Los abogados suman el contexto de violencia policial de detenciones arbitrarias con la excusa de la etapa más estricta de la cuarentena, que se desplegó sobre Mayor Buratovich durante todo abril, y que están constatando en la causa judicial. Destacan que en las últimas semanas se produjo nueva prueba.
Cabe destacar que la causa sumó a principios de septiembre el trabajo de los fiscales Andrés Heim (Procuraduría Contra la Violencia Institucional-Procuvin) y Horacio Azzolín (Unidad Especializada en Ciberdelincuencia), además del cuestionado fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez, recusado dos veces por la familia. En ese sentido, al desplazamiento inicial de la Policía Bonaerense de los procedimientos, siguió el de la Policía Federal, con intervención finalmente de la Gendarmería, y así pudo avanzarse en nuevos elementos. La querella manifestó “prudencia” para poder comunicar la prueba, además de señalar que hay medidas de prueba que aún faltan y están bajo secreto de sumario. Cristina adelantó que en los próximos días habrá novedades “muy importantes” respecto a estudios de ADN que dieron positivo.
La madre de Facundo declaró por primera vez en la causa hace tan solo unas semanas. “Duró cuatro horas y media”, dice a lavaca. Allí también completó el contexto que hay que tener en cuenta en estos casos: la violencia que sufrió desde la desaparición de su hijo hasta el momento, tal como relevó a revista MU sobre las mentiras y hostigamientos que sufrió por parte de la Bonaerense.
Para el abogado Peretto “no hay dudas” de que la escena de muerte de Facundo hay que ubicarla entre Mayor Buratovich y el cangrejal de Villarino. Aparicio, por su parte, subrayó que la responsabilidad es municipal, provincial y nacional.
Cristina recordó un consejo que le brindó Sergio Maldonado, hermano de Santiago. “Me dijo que no confíe en nadie, porque las órdenes vienen de arriba”. Sergio Maldonado exigió justicia por Facundo y escribió en su cuenta de Twitter: “Deja vu”.
Después de estar 78 días desaparecido, el informe de la autopsia de Santiago concluyó que se trató de una muerte violenta por sumersión, al igual que el informe de Facundo.
En ese momento, como hoy, desde los medios se comenzó a instalar la hipótesis de que Santiago se ahogó solo, desestimando el contexto de la represión ilegal de la Gendarmería donde se lo vio por última vez.
Por eso, Cristina afirmó: “Facundo fue víctima de una desaparición forzada seguida de muerte. Ahora, con dos nuevos fiscales, las pruebas no las tienen los medios antes que nosotros. Pedimos tiempo y respeto. Hasta no verlos presos a todos no voy a parar”.

Nota
Mía: Cuando el arte abraza

Mía es una obra de teatro que podríamos encuadrar dentro del biodrama o autoficción. Y es mucho más: es grito, es abrazo y, también es un espejo. La actriz y médica psquiatra Mercedes Bertuzzi expone en escena su propia historia: una situación de violencia machista que sufrió por parte de una ex pareja. Este sábado 18 de marzo y en el marco del 8M, esta obra testimonial se presenta en MU Trinchera Boutique a las 21 hs, entradas a la gorra.
“Los primeros años, luego de salir, fueron de mucha confusión, angustia y mucha bronca. Escribir me permitía depositar esas emociones en el texto. El primer objetivo fue descargar. Siempre estuvo el deseo de poder denunciar a través de ese texto que iba escribiendo, pero no estaba segura de si iba a encontrarle la forma. En el proceso empecé a entrenar con Marina Otero, ella hace autoficción, y ahí algo se destrabó, la vi, vi la obra”, cuenta Mercedes. Al terminar de escribir el texto, tomó conciencia de que no era exclusivamente autorreferencial sino que involucraba la historia de muchas otras. Así tomó coraje para llevarla a la escena. “En cada función se me acercan decenas de mujeres emocionadas a abrazarme diciéndome ‘somos muchas’. Todas pasaron por una situación de violencia o acompañaron a otra mujer que la pasó. Siempre termino la función con ganas de gritar cada vez más fuerte el texto de esta obra. Siento que estoy entregando mi historia al colectivo y eso hace que ya no me pese, ya no lucho contra ella. Cada mujer que se identifica con la historia se la apropia un poquito y le va dando más cuerpo al personaje de Mía”.
Con sus herramientas artísticas, Mercedes logró una obra poética, sin golpes bajos, con ironía y momentos muy divertidos.
En una escena, dos niñas juegan a ser actrices, prueban vestuario y declaman en nombre del amor. Las palabras son extraídas de las típicas canciones románticas de cantantes famosos, las que hemos aprendido y cantado a lo largo de los años. “Para quienes fueron víctimas, no es fácil hablar. La violencia nos deja mudas, vacías, solas, no hay palabras que alcancen para explicar. El arte nos habilita un lenguaje a través del cual poder decir lo indecible, nos devuelve la voz, en la forma que cada una elija expresarse. Y para quienes son público, adentrarse a la temática desde una propuesta artística creo que les permite hacerlo sin tantas resistencias. Te permite escuchar con otra disponibilidad. El relato atravesado por la dramaturgia, la música, los cuerpos. Mantiene su fuerza y su crudeza, pero es amortiguado de ternura, poesía, risa. Y eso permite que hablemos de violencia con personas que quizás no se acercarían de otras formas”.

Cada vez que Mía fue presentada en distintos teatros —Mercedes quiere que la obra circule y abra a la reflexión— los comentarios de personas del publico se multiplican: “Presencié ese mismo diálogo”, “sentí exactamente eso”, “estuve en pareja con un tipo igual”. No solo es reparador para ella sino para muchas. “Romper el silencio es imprescindible. Me sigue sorprendiendo la cantidad de mujeres que se acercan después de la función a abrazarme emocionadas por haber ‘contado su historia’, estuvieron ahí mismo o acompañaron a otra. De todas las edades, todas las clases sociales. Es escalofriante, es triste. Pero es también esperanzador encontrarnos. Ya no nos estamos quedando calladas, estamos denunciando y estamos convencidas de cambiar esa realidad. El haber sido víctima de violencia ya no queda solo como una herida que duele y mejor callar y olvidar. Hoy somos víctimas enojadas, creativas y sobre todo, en red. Compartir Mía me abrió los ojos a eso… Es mi historia, es la de muchas otras y, por suerte, es parte de la historia que estamos modificando”.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143
Sábado 18 de marzo a las 21 hs
Actúan: Mercedes Bertuzzi, Juliana Gotta, Gonzalo Pungitore, María Tibi
Entradas “a la olla”.
Podés reservar en este link:
Nota
Punitivismo y feminismo en el caso de Lucía Pérez: una mirada sobre esa falsa dicotomía

La abogada trans Cristina Montserrat Hendrickse analiza por qué es falsa la dicotomía que pretenden instalar sectores que siempre trabajan para categorizar las divisiones del movimiento feminista. Así crean grietas sociales que les permiten alentar congresos, investigaciones y polémicas de las cuales viven.
Por Cristina Montserrat Hendrickse
Una corriente muy minoritaria de los feminismos entiende que reclamar la sanción penal del femicidio es una actitud punitivista.
Llegan a tal conclusión partiendo del concepto de que el castigo refuerza la violencia.
Evidentemente la idea de la que se parte es correcta, pero el error de la conclusión reside en asociar pena a castigo. En no distinguir la finalidad de la pena que impone nuestro Derecho de la triste realidad de castigo que significa la ejecución efectiva de las penas privativas de libertad.
Los feminismos en nuestro país se encuentran justificados jurídicamente en la Convención Contra Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) incorporada a nuestra Constitución en 1994; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra La Mujer (Convención de Belem do Pará) que es un tratado internacional de jerarquía superior a las leyes; y las leyes nacionales y provinciales que reglamentan a estos tratados.
Nótese que la convención de Belem do Pará obliga a los Estados a “sancionar” la violencia de género, además de prevenirla y erradicarla. El marco jurídico “sancionatorio” por excelencia es el Derecho Penal.
De allí que en nuestro sistema de derecho pretender eludir o abolir la punición de la violencia de género resulta jurídicamente anticonvencional, y por tanto anticonstitucional.
No por ello se deja de valorar el aporte del antipunitivismo feminista en cuanto sostiene que el castigo refuerza la violencia. Pero el problema del antipunitivismo reside en cuestionar al sistema (de origen convencional interamericano) de sanción de la violencia de género, y no al sistema de castigo que en los hechos (y apartándose del Derecho) sucede con la aplicación de la pena.
En efecto, la finalidad esencial de las penas privativas de la libertad es la reforma y la readaptación social de los condenados (art. 5.6. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, también incorporada a nuestra Constitución en 1994), sin olvidar el mandato de que “…Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas…” (artículo 18 de la Constitución Nacional). De ambas reglas de jerarquía superior surge que la finalidad jurídica de las penas no es el castigo, como erradamente lo entiende cierta expresión del feminismo antipunitivista, sino la resocialización.
De allí que se impone una diferenciación entre “antipunitivismo” y “abolicionismo” que permita distinguir: si se pretende que la pena no se constituya en castigo sino como resocialización (antipunitivismo); o si se pretende abolir todo tipo de pena (abolicionismo penal).
La primera debería hacer foco en una reforma penitenciaria feminista, que lejos de reforzar el patriarcado lo deconstruya, no aboliendo las penas, sino modificando su ejecución a la finalidad que el impone el Derecho.
La segunda implicaría la abolición de todas las prisiones; y además, el desafío de construir respuestas ante los crímenes o lo que cada sociedad considera crímenes.
Evidentemente el castigo refuerza la violencia. Por lo que el mismo debe ser eliminado del sistema de ejecución penal, pero no el sistema de sanción; salvo que se sostenga el abolicionismo, teoría también respetable, pero que resulta anticonstitucional en nuestro sistema de Derecho, al menos en materia de violencia de género ya que la República Argentina se obligó ante la comunidad interamericana a sancionarla.
Toda decisión que se aparte de ese compromiso violentaría el sistema jurídico argentino y comprometería a nuestra Nación frente a la Comunidad Interamericana exponiéndonos a ser destinatarios de reclamos, cuando no de sentencias condenatorias, ante el sistema interamericano de Derechos Humanos.
En resumen: debatamos sobre las cárceles, no sobre las penas.
Cristina Montserrat Hendrickse
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Pergamino: sentencia contra los agrotóxicos y triunfo de la comunidad frente a un intendente

La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la distancia de 1.095 metros dentro de las cuales están prohibidas las fumigaciones terrestres con agrotóxicos, y de 3.000 metros para las aéreas. De ese modo denegó el recurso de amparo presentado por el intendente pro agronegocio de Pergamino, Javier Martínez. La denuncia original había sido presentada por Sabrina Ortiz (en la foto principal), vecina de Pergamino, que en su reclamo contra el envenenamiento cotidiano que sufrían ella, su familia y sus vecinos, y sin encontrar quien la defendiera legalmente, terminó recibiéndose de abogada para encarar sus propias causas. La sentencia de primera instancia había sido dictada por el juez del juzgado penal 2 de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo.
Frente a la ratificación de la Corte dijo a Sabrina Ortiz a lavaca, entre otras cosas:
- “Se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa”.
- “Celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.
Publicamos además la nota completa realizada en la revista MU.
Por Francisco Pandolfi

Un fallo de la Corte Suprema de Justicia ratificó la distancia de 1.095 metros de prohibición de fumigaciones terrestres y de 3.000 metros para las fumigaciones aéreas, denegando el recurso de amparo que había presentado nada menos que el intendente de Pergamino, Javier Martínez, pretendiendo fumigar en todas partes, pese a las denuncias sobre los efectos de los agrotóxicos en la comunidad, el suelo, el aire y el agua.
El fallo en primera instancia, apelado por Martínez, había sido del Juez Carlos Villafuerte Ruzo, titular del Juzgado Penal Número 2 de San Nicolás, en septiembre de 2019, como medida protectoria paliativa urgente frente a las masivas fumigaciones.

Quien realizó la denuncia original ante la justicia federal fue la activista ambiental y abogada Sabrina Ortiz, también víctima de los agrotóxicos. Ante este fallo de la Corte Suprema de la Nación, explica a lavaca: “Esperábamos la resolución desde hace bastante tiempo, con muchas expectativas, pese que los últimos fallos que ha tenido la Corte en materia ambiental no han sido para nada alentadores. Sin embargo, para nosotros era casi seguro que iba a fallar a favor. Se me vinieron un montón de situaciones a la cabeza, sobre todo por cómo comenzó esta causa, por la salud de mis hijos, por las afectaciones que tuvieron, con las afectaciones que tuve en mi cuerpo; se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa. Fueron recuerdos muy tristes, muy angustiantes, dolorosos, del vivir cotidiano, de hecho todavía están en controles mis hijos y hay un montón de gente que la sigue sufriendo”.

Relata también con asombro: “Me da mucho dolor, que sea el propio municipio el que intenta ir en contra de la salud de las personas. Me da mucha impotencia que el intendente Javier Martínez sea quien quiere que nos fumiguen en la cabeza. Al mismo tiempo, celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.
Aquí, el viaje, la investigación y la nota completa sobre la situación en Pergamino publicada en la revista MU: La capital del veneno.
https://lavaca.org/mu163/mu-en-pergamino-la-capital-del-veneno/

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