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La criminalización del derecho
Con un fallo de 105 carillas la jueza Silvina Domínguez declaró la inocencia de tres mujeres mapuche que había ordenado trasladar en forma vejatoria al penal de Ezeiza, puso a resguardo su “buen nombre y honor” y procesó a otras cuatro por delitos menores que hilvanó de distintas causas hasta justificar, finalmente, la prisión preventiva domiciliaria, que cumplen en un centro cultural ya que fueron desalojadas de su hogar, la comunidad Lafken Winkul Mapu.
Las absueltas son Andrea Despo, Débora Daniela Vera y Florencia Melo. Las procesadas: Betiana Ayelén Colhuan, Martha Luciana Jaramillo, María Celeste Ardaiz Guenumil y Romina Rosas , consideradas coautoras penalmente responsables del delito de “usurpación por despojo “.
La jueza ordenó también la captura de Matías Daniel Santana, Cristian Germán Colhuan, Yessica Fernanda Bonnefoi y Juan Pablo Colhuan. Los allanamientos que se realizaron a partir de esta orden originaron denuncias de profesionales y medios de comunicación. Fatpren (Federación de sindicatos de prensa) y Sipreba (gremio de periodistas de la Capital) denunciará este jueves estos procedimientos en una conferencia de prensa que convoca a las 12 horas, junto con organismos de derechos humanos.
Un fallo histriónico
El fallo de la jueza Domínguez resume pasado y actualidad de una forma brutal, que apunta directo a criminalizar el corazón de la cultura mapuche: la autoridad de la machi, referente religioso, ético y actual núcleo político del reclamo de los derechos negados por el Estado argentino. El abogado del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), Diego Morales, lo resume en tres ejes:
- El esfuerzo puesto en caracterizar la violencia de este grupo en particular, describiendo desde sus formas de reclamo hasta la manera de ingresar a diferentes predios. Esto permea toda la resolución y, por eso, establece las consecuencias: orden de detención con prisión preventiva. Lo llamativo es que se trata de mujeres; una, al momento de los hechos, embarazada de 40 semanas; las otras, madres de lactantes.
- La pobre valoración del reclamo: en un tramo directamente lo denomina “pretensión”, que deben canalizar “ante quien corresponda”. Se trata de un derecho constitucional y la comunidad ha denunciado que no se cumple. Es algo que la jueza debería valorar como contexto.
- La parte buena: el reconocimiento de que el Estado tiene una deuda y que esa deuda no es solo con una comunidad específica, sino con todo el pueblo mapuche de la Patagonia. Propone una instancia de diálogo. Lo contradictorio es que lo hace en el marco de una resolución penal, que dicta penas de prisión, lo cual no resulta el contexto propicio para alentar al diálogo.
El abogado de la comunidad, Norberto Soares, sintetiza: “Es un fallo más político que jurídico”.
Las consecuencias
Señala Soares: “La jueza tuvo 30 días para redactarlo y nosotros, solo tres días para apelarlo. Todo es así: una falta de respeto hacia la comunidad mapuche”.
En tanto, las mujeres mapuche están en huelga de hambre desde hace 20 días y seguramente seguirán con la medida, dice Soares. La bebé nacida en medio de este proceso también sigue presa, junto a su madre. Las novedades recién llegarán si hay audiencia de apelación: “Si nos da lugar a la apelación va a haber una audiencia oral y pública que todo el mundo puede presenciar en la Cámara de General Roca. Ahí tendremos que exponer, nos encontraremos cara a cara con los fiscales, y los jueces tendrán que resolver.”, finaliza Soares.
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Córdoba: el conflicto por la universidad pública en tres actos
Un día después de la Tercera Marcha Federal Universitaria, las tensiones siguen en aumento en una provincia que ayer se movilizó masivamente en defensa de la educación. El estado de asamblea y de alerta permanente, mientras las tomas se multiplicaron en varias facultades y la actividad académica continúa. Las voces de estudiantes: “No vamos a ser la generación que entregó la universidad”. De docentes: “No llego a los 300 mil pesos”. Las pujas internas entre radicalizar o no el conflicto. El amedrentamiento de la Policía alrededor de Ciudad Universitaria y el hábeas corpus presentado como resguardo al derecho a la protesta. El (mal) recuerdo de Mauricio Macri y el rol actual del gobernador Martín Llaryora.
Por Bernardina Rosini desde Córdoba
Fotos Eze Luque desde Córdoba
“Martes, 18 horas, Patio de la Reforma: Asamblea en Derecho”. El volante se reparte entre estudiantes y profesores a la entrada de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). No es un día cualquiera en esta manzana jesuítica que alberga una de las facultades más antiguas de Latinoamérica. Desde que el Congreso de la Nación ratificó el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, la tensión ha crecido, y esta es la primera asamblea tras la toma de la facultad el pasado 9 de octubre. Las palabras de una de las oradoras resuenan: “En esta facultad organizamos la República”. No es una frase vacía, ya que figuras históricas como Juan Bautista Alberdi -autor de la primera constitución nacional y referente liberal reivindicado especialmente por el actual gobierno- pasaron por estas aulas y moldearon el país desde este lugar.
El ambiente en la asamblea es efervescente. “No vamos a ser la generación que entregó la universidad”, dice un joven con determinación. Detrás de él, una guirnalda de carteles cuelga en el patio, con los rostros de diputados y diputadas que votaron contra el aumento de fondos para las universidades, acompañados por la palabra “TRAIDOR” en grandes letras.
Fotos Eze Luque para lavaca
Las tomas se multiplicaron en varias facultades de la UNC: Artes, Comunicación, Arquitectura, Lenguas, Sociales, Filosofía y Psicología. A pesar de ello, la actividad académica no se detiene. Clases abiertas como “¿Quién es moralmente responsable por las malas políticas públicas?” o “Salud mental y políticas públicas” se llevan a cabo en veredas, calles y plazas. En el Museo de Antropología, una charla sobre la Ley Bases y el poder concentrado atrae a curiosos y preocupados por lo que pueda venir.
Fotos Eze Luque para lavaca
“No entreguemos la última promesa real de ascenso social”, advierte un profesor en el Patio de la Reforma, mientras sostiene un informe de Adiuc (Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba). Su voz es clara: “En los años ‘60, un profesor de dedicación exclusiva ganaba lo mismo que un juez de la Nación; hoy, sólo el 5% de los docentes tienen dedicación exclusiva, y a los 65 años, con más de 25 años de carrera, ganan lo mismo que un pinche de tribunales”. La crudeza de su afirmación es respaldada por una profesora que aplaude y añade: “Soy semi-dedicación, 20 horas semanales, y no llego a los 300 mil pesos”. El reclamo tiene números concretos, tanto en relación a los sueldos de docentes y no docentes como a los gastos de funcionamiento propios de la academia.
Fotos Eze Luque para lavaca
Un joven delgado y pequeño toma el micrófono. Se presenta como hijo de un carpintero y su mensaje resuena: “Esta lucha es colectiva, nos abraza a todos, no solo a los estudiantes, sino a la sociedad entera”. Con la Constitución en la mano, cita el artículo 75, inciso 19: “El Estado debe asegurar la educación pública gratuita y equitativa”. Su llamado es claro: la educación es un derecho que trasciende las fronteras ideológicas.
Sin embargo, no todas las voces están alineadas. Un grupo de estudiantes sostiene carteles que dicen “NO A LA TOMA”, y un joven de traje se acerca al micrófono pidiendo auditorías en las universidades, lo que desata abucheos. “Respetemos la pluralidad de voces”, se escucha entre la multitud, mientras se mantiene el debate. Finalmente, la asamblea decide continuar las acciones de visibilización, pero sin tomar la facultad. Luis, estudiante de tercer año de Derecho, se muestra indignado: “¿En serio la Franja Morada definirá el plan de lucha? Es ridículo, el rector de la UNC es radical y son los radicales quienes nos están entregando, no pueden ser juez y parte”.
Fotos Eze Luque para lavaca
Hábeas corpus
El Pabellón Venezuela en la Ciudad Universitaria continúa tomado por los estudiantes. Desde el 14 de octubre, la policía provincial incrementó su presencia en los alrededores del campus. Flavia Dezzuto, decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades, denuncia esta situación: “La policía no tiene permitido ingresar al predio universitario; sus límites son las avenidas exteriores”. Sin embargo, patrullan cerca, interrogando a los estudiantes que salen de las asambleas. Preguntan sobre la cantidad de asistentes, los horarios y los temas discutidos.
Ante el incremento de situaciones de provocación y violencia en distintas universidades del país, decidieron presentar un hábeas corpus que resguarde el derecho a la protesta y en el documento presentado se exige que “las autoridades competentes informen sobre las medidas que hayan solicitado, o prevean solicitar, respecto a las medidas de protesta, expresión o deliberación, en el ámbito de la Universidad Nacional de Córdoba. En particular respecto al despliegue de fuerzas policiales que pudieron afectar la libertad, la seguridad y la integridad física, entre otros derechos”. Asimismo las autoridades de la Facultad impulsaron una presentación en el Consejo Superior para que el rector tenga conocimiento sobre la situación. Teléfono al radical Jhon Boretto.
Fotos Eze Luque para lavaca
Las figuras del poder
La tercera Marcha Federal por la educación universitaria reunió ayer a miles de personas en Córdoba. Horas antes, el expresidente Mauricio Macri paseaba por las mismas calles, tras haber dado una conferencia en la Bolsa de Comercio y haber deslizado a través de la negativa la posibilidad de ser gobernador de la provincia mediterránea. “Estoy construyendo una casa en Córdoba, por lo cual voy a pasar más tiempo acá. No empiecen con las especulaciones de si voy a ser gobernador”, deslizó.
Su presencia en el marco del conflicto universitario reaviva la memoria de las protestas del 2018, bajo su gestión presidencial. En aquel entonces, estudiantes universitarios tomaron el Pabellón Argentina. 24 de ellos fueron identificados y posteriormente imputados por hechos encuadrados en la figura penal de usurpación por despojo y turbación de la posesión. Hace apenas 4 meses el Juzgado Federal 1 de Córdoba, a cargo del juez Pablo Montesi, declaró extinguida la acción penal contra los estudiantes. Este antecedente de judicialización de la protesta universitaria es el que motiva en la actualidad los estrictos recaudos que toman las asambleas estudiantiles en materia de seguridad.
Por otro lado, el actual gobernador, Martín Llaryora, se posicionó en el conflicto solicitando al Gobierno nacional la conformación de una mesa de diálogo urgente. Sin embargo, su propuesta de expandir la Universidad Provincial de Córdoba, con la creación de 20 nuevas sedes en el interior provincial, ha sido vista como una jugada astuta para distanciarse de la retórica de Javier Milei: “De las crisis se sale con más educación, no con menos”, afirmó Llaryora. Esta afirmación, entendida como parte de una estrategia política, termina reforzando la imagen de Llaryora como un “buen alumno”, ya que no desobedece a las intenciones de descentralización de la educación superior que propone el gobierno nacional.
Fotos Eze Luque para lavaca
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Más de 100 clases públicas en Plaza de Mayo: una lección política
En el día de su cumpleaños, Javier Milei salió al balcón de la Rosada junto a parte de su gabinete. Tal vez por el mundo paralelo en el que vive (o el famoso “vive en un cumple”), no supo que la multitud que estaba en la Plaza no pretendía saludarlo por su aniversario sino todo lo contrario: cientos de personas de distintas universidades que daban clases públicas se acercaron en ese momento a la Rosada para reclamarle presupuesto universitario, y de paso sugerirle que se fuera del gobierno. Lo que hizo Milei fue el viejo mutis por el foro, irse por donde había venido, pero más rápido, junto entre otros a Patricia Bullrich, quien luego ordenó poner vallas unos metros antes de la Casa de Gobierno.
Una escena patética, delarruesca, sino fuera por la seriedad con la que alumnas y alumnos tomaron las cientos de clases públicas que se dictaron hoy. Clases que fueron eso: clases. De las más variadas materias; Álgebra, Sistemas, Geografía, IPC, Biología molecular, Biología Animal Comparada, etc., etc.
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Clases que fueron públicas como una forma de visibilizar el reclamo que tiene tomadas o en alerta a todas las universidades del país.
Clases que son el trabajo diario de docentes que están de paro hoy y mañana, pero decidieron dar clases.
Clases que fueron una movilización a la Plaza de Mayo, y una movilización que fue clase de lucha en la ciudad Córdoba, otro de los epicentros de los reclamos estudiantiles que no festejan cumpleaños.
Empiezan las clases
Alrededor de la Pirámide de Mayo cientos de alumnas y alumnos toman clase. Cada curso se sienta en sillas de plástico y se organiza alrededor de un pizarrón. En general, el pizarrón anuncia la materia que se dicta.
Uno de ellos dice “Biología animal comparada” (de la carrera de Biología que se dicta en la Facultad de Ciencias Exactas), y es impartida por el profesor Marcelo Ozu, jefe de trabajos prácticos. Uzu introduce el por qué: “Está bueno visibilizar el conflicto, ya que en las universidades siempre se habla de esto hacia adentro y hoy es necesario que se sepa lo que pasa afuera: por eso las clases públicas”.
Marcelo habla de células y mitocondrias y las y los alumnos toman nota. Pero antes paso esto: “Hablamos con los alumnos porque entendemos que algunos preferirían tenerla en el aula, hablamos con ellos sobre estos meses de movilización, lo que pasa en otras universidades nacionales, y lo que implica la política que se está llevando a cabo”.
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Al igual que, supuestamente, decisiones de gobierno, la cátedra tomó la decisión de hacer las clases públicas tras hacer una encuesta: “Desde nuestro lado queríamos darlas acá, pero queríamos también escucharlos a ver qué opinaban. Hicimos una encuesta. Nosotros tenemos 45 alumnos y el 98% estaba de acuerdo con hacerla en Plaza de Mayo. Y el 90% dijo que iba a asistir”.
La votación en las asambleas es una característica, y también dentro de las clases para canalizar las decisiones: verdadera democracia versus un gobierno que veta las leyes del Congreso – y el Congreso, luego, le obedece-, y tira falsos números para justificar el brutal ajuste.
Una de las facultades que impulsó la movida de hoy fue la conurbana de General Sarmiento, aquella que emitió la información que desmintió a Milei: 7 de cada 10 alumnos de las universidades públicas son primera generación y 4 de 10, son además pobres. Ni ricos ni hijos de ricos.
Si bien las clases tuvieron un estricto sentido pedagógico, en cada una resuena la realidad.
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
En una de Geografía se oye a la profe decir: “No tiene ningún sentido intentar demostrar algo que no es verdadero. Siempre hay que convencerse que lo que quiere demostrarse es cierto”. Está hablando de la deducción natural, tema del día, pero parece que se refiere a la convicción de esta lucha o a las fake news del Presidente.
En otra clase de Genética molecular se habla, por caso, de la “soja transgénica” y cómo la Argentina se encuentra rendida a ser productora de commodities, y ofrece pocas soluciones soberanas para combatir el hambre en el país.
Alguien sugiere que tal vez sea el formato de estos contenidos lo que quieren desfinanciar. Fundador del gremio docente AGD y secretario general durante 15 años, Néstor Correa, concuerda: “Primero, quieren favorecer la universidad privada. Segundo, quieren que la universidad se convierta en un enseñadero de cursos para mano de obra no calificada. Y quieren poner totalmente la ciencia al servicio de la gran empresa. Y quieren acabar, sobre todo, con el debate abierto y democrático que todavía se da en la universidad”.
Las y los trabajadores de la salud pública también dijeron presentes en Plaza de Mayo: realizaron una masiva movilización y se plegaron a la movida universitaria. Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Néstor recuerda asambleas de 78 delegados en los 90, en discusiones sobre las paritarias, y cita también como ejemplo lo que ocurría en las fábricas. Dice que esos espacios hoy no ocurren, pero sí en las asambleas estudiantiles. Las clases públicas desplegadas hoy generaron esa sensación: la de una gran asamblea o la de una comunión de asamblea de saberes que transmiten a su vez un mismo sentido.
Néstor, más poético, habla con metáforas: “Piano a piano si va lontano”, dice sobre los tiempos de lucha, refrán tano que significa que para ir lejos hay que ir despacio o tener paciencia. Y luego, otra metáfora: “La juventud, cuando se moviliza, es el canto del canario: preanuncia una cosa más grande”. ¿Qué preanuncian estos canarios? Sin dudarlo responde: “Una explosión social de envergadura”.
El canto de hoy y de esta lucha: “Que este pueblo no cambia de idea, pelea y pelea por la educación”.
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Las voz de las pibas
Néstor se sentará luego en un panel de debate, uno de los tantos que complementaron a las clases públicas. Es protagonizado por otros dos veteranos como él –dicho por él- al que asisten decenas y decenas de estudiantes, sobre todo mujeres jóvenes.
Varias pertenecen a la Facultad de Psicología y son quienes más intensamente hablan después de la charla, durante la ronda de preguntas. Y lo que dicen es – permítanme- mucho más interesante que lo planteado desde el panel. O en todo caso, un complemento o un contrapunto generacional.
A la descripción y diagnóstico de la situación – que a esta altura o en este lugar ya queda más o menos clara- las jóvenes le agregan una ronda de pensamiento y proyección sobre distintos temas que sobrevuelan esta, su época.
Postal de hoy en la Plaza: jóvenes repasando apuntes pre clase y los pizarrones esta vez fueron hojas, que después se despegaban y se seguían compartiendo como material de estudio. Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Una de ellas es Lucía e invita a pensar a los presentes en cómo unir las distintas luchas que se están dando y también acercar a más estudiantes a espacios como estos. Ella, que no pertenece a ninguna organización política, participa en la asamblea de Psicología como estudiante independiente. En su intervención post panel, habla de cómo “desparticularizar la experiencia y pensar que siempre hay otros sosteniendo”; habla de “aunar el pensamiento pero también la acción”; y dice que “es difícil llegar a ese común porque antes ya aparecen los juicios y las individualidades”.
De pronto siento que en Plaza de Mayo se hace un silencio y estamos todos pensando en eso que dijo Lucía, que sigue diciendo que la clase pública es “como una clase social nueva” que, si bien no nació hoy, “podríamos seguir militando como parte de los espacios democráticos, como las asambleas y las marchas”.
Lucía, estudiante de 4º año de Psicología, intervino en un panel de debate, dejó pensando a todas y todos, y se llevó los aplausos. Fotos Lina Etchesuri para lavaca
La gente la aplaude, y al lado una de sus docentes la mira, emocionada. La docente es Florencia Macchioli, de Historia de la Psicología 1, que dice que desde los 30 años que está en el ámbito académico nunca vio la potencia de este movimiento estudiantil de hoy. “Siempre es subjetivo, pero siendo estudiante en el segundo lustro de los 90`s, no vi esta movilización. Hubo varias, pero no vi esto, no con esta fuerza, ni esta cantidad. Y habiendo egresado en el 99, nunca vi estos movimientos de estudiantes como un contagio de universidades de todo el país. Psicología tampoco fue una facultad que se destacó por las movilizaciones, y el otro día hubo una asamblea de 1.500 alumnos”.
Marcelo Uzu, el de Exactas, coincide en este diagnóstico: “Hay muchísima participación, sobre todo de estudiantes que no están alineados con ninguna agrupación. Al menos en Exactas es así: están las agrupaciones que empujan, pero la cantidad de estudiantes que no están alineados y participan está en crecimiento: en una asamblea de mil personas, 500 ya son estudiantes independientes”.
Lucía piensa un por qué: “Hace 5 años que no teníamos asambleas en Psicología, pandemia mediante. No habíamos tenido espacios de diálogo ni asambleario. Este año recién fue la primera, el 22 de abril, a raíz del veto a la ley”.
Profesor de Análisis 1 del CBC, en plena clase. Fotos Lina Etchesuri para lavaca.
En esa asamblea se pactó, entre otras cosas, que los estudiantes independientes sean los que moderaran, y no las organizaciones políticas ni la conducción del centro de estudiantes (en manos de una agrupación ligada a la Franja Morada).
De esta manera las asambleas cobraron otra dinámica, votando la toma con clases públicas, al igual que muchas otras universidades del país.
Y acciones como la de hoy en Plaza de Mayo.
Néstor retoma el guante de las pibas, y también reflexiona emocionado: “Se hace camino al andar, pero hay que intentar saber a dónde vamos”.
Y las mira a los ojos.
“Ese es un debate que tienen que dar ustedes. Ese es el debate que nace de la Universidad Pública”.
La foto final de la jornada, con la bandera de de uno de los gremios docentes que la promovió, con la Pirámide de Mayo y la Rosada de fondo: lección de cómo organizar un cumpleaños. Fotos Lina Etchesuri para lavaca.
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Clases callejeras y marchas por la educación pública: el pueblo no cambia de idea
Una nueva marcha por la educación pública llegó hasta el ex Ministerio de Educación, devenido en Secretaría, donde se plantó una bandera con el lema: “Unidad por la educación pública”. Una expresión de deseos y una intención que se está construyendo en las calles al calor del espanto frente a las políticas del gobierno, unidad cuyos máximos referentes son las y los estudiantes universitarios que deciden a mano alzada y en asamblea las medidas a seguir. La marcha logró ser multitudinaria, recorrió las calles del centro porteño y confluyó en el Palacio Pizzurno, donde los cánticos expusieron algunas diferencias.
La imagen más significativa del día se produjo horas antes, cuando todavía el sol regaba las escalinatas de la Facultad de Ciencias Médicas: los escalones oficiaban de asientos para las y los jóvenes estudiantes que miraban serios y con una atención muy detallada a las docentes (todas mujeres) que impartían clase paradas en la vereda.
Fotos: Lucía Prieto/lavaca.org
Fotos: Lucía Prieto para lavaca.
Las dos marchas
A las 18 puntualmente, decenas de estudiantes comenzaron el corte sobre la Avenida Córdoba. Durante casi una hora lo mantuvieron sobre dos carriles, mientras comenzaba a sumarse cada vez más gente. Era uno de los distintos cortes simultáneos en distintas calles cercanas a todas las facultades, ideado así –según las y los organizadores– para burlar el protocolo de Patricia Bullrich concebido para una sola manifestación.
Lo lograron: toda la ciudad quedó impregnada por el reclamo, mientras se cantaba el tema que dominó esta jornada:
“Traigan al gorila de Milei, para que vea, que este pueblo no cambia de idea: pelea y pelea por la educación”.
Este cántico fue el mismo en las dos concentraciones: una, sobre la calle Paraguay, reunió a sectores del peronismo convocados por la Marcha de las Antorchas. La de la Avenida Córdoba, sin nombre, estaba integrada en su mayoría por agrupaciones de izquierda de estudiantes y docentes, y también estudiantes sueltos.
Fotos: Lucía Prieto para lavaca.
Sobre Córdoba algunos de los carteles señalaban inspiraciones (“Luche como jubiladx”), recordaban a Macri y Vidal (“No caemos en la educación pública: la elegimos”), hacían lecturas políticas (con una imagen de Lali Espósito pegándole en la cola Milei, bajo la leyenda: “Acá tenés tu veto”) y mencionaba a los –tal vez– últimos en la fila de esta marcha educativa, aquellos que ya trabajan gratis (“apoyemos a los ad honorem”). Otro mensaje: “Milei, la UBA también tiene las facultades alteradas”.
Fotos: Lucía Prieto para lavaca.
De lado a lado
La Plaza Houssay, entre Córdoba y Paraguay, fue el punto de convergencia de las dos convocatorias y funcionó como síntesis, rodeada por las dos marchas. Otro símbolo del día: de un lado a otro pasan una decena de estudiantes de remera naranja con una inscripción sin metáforas -“Nuevo espacio”, que estaban en la marcha de Córdoba, pero querían estar en la de Paraguay. “Nos confundimos”, acepta Nahuel, estudiante de Administración de Empresas de 23 años, apurando el paso para no quedar atrás. Mientras cruza la Plaza Houssay explica la diferencia de postura de su espacio político: “Estamos en contra de las tomas, pero a favor de la educación pública”.
“Lo ideal sería que no se exprese como una toma, porque esa medida no apoya lo que uno quiere representar. Quien quiera dar clase tiene que poder hacerlo, sino le estás dando la razón a quienes quieren cerrar la Universidad”.
¿No son suficientes las clases públicas?
Esa es una forma de visibilizar, pero no deberían ponerse en contra de nadie, sino mostrar la situación que está sucediendo y que aquel que quiera cursar, pueda.
¿Qué acciones lleva adelante su agrupación para visibilizar el reclamo?
Tratamos de comunicar la realidad que se vive, el día a día.
¿Cómo es ese día a día?
Primero que nada, si hablamos de las tomas…
Me refiero al desfinanciamiento de la educación publica.
Si los docentes que nos están formando dejan de dar clases se pierde un montón de calidad.
¿Es la primera vez que participás?
Sí.
Cuando llegás a tu casa, ¿qué comentás con tu familia?
Que es triste. Y es triste no solo por nosotros, sino que afecta las futuras generaciones. Mis papás no tuvieron la oportunidad de ir a la Universidad. Si sacás la universidad pública le estás cortando la llave del futuro a muchas generaciones.
Fotos: Lucía Prieto para lavaca.
(Des)Esperanzas
Otro que cruza de un lado a otro, apurado, es Emiliano Yacobbiti, vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, de origen radical. Su charla con lavaca:
¿Qué simboliza este plan de lucha que parece recién comenzar?
Bueno: viene desde principio de año.
Me refiero a este contagio de tomas, la radicalización que está habiendo en las medidas…
Creo que tiene que ver con que había una solución planteada en la Cámara de Diputados, y muchos tenían la esperanza de que se resuelva de esa manera, y no se pudo hacer. Con lo cual, hay mucha preocupación por si el cuatrimestre va a terminar o no. Nosotros vamos a hacer lo imposible para que eso no pase.
Fotos: Lucía Prieto para lavaca.
Cuando dicen que “con estos números no se llega” ¿se trata de una posibilidad real?
El presupuesto del año que el Ejecutivo mandó al Congreso es la mitad de lo necesario. Con ese presupuesto es imposible garantizar el funcionamiento anual de las universidades. Creo que es momento de reflexión, momento para analizar y que el Ejecutivo tiene que entender que la sociedad va a defender las universidades porque funcionan, porque son la garantía de una sociedad igualitaria. Así va a ser.
¿Y los espacios políticos como el que usted integra están a la altura de estas circunstancias? Porque esta situación que usted está describiendo no la desconoce el gobierno: si no manda la plata es porque quiere cerrarlas.
Bueno: esperamos juntar la mayoría de diputados que haga falta para modificar la ley.
¿Cómo está esa negociación?
No tengo idea. La verdad que todavía no me metí.
¿Tiene esperanza en el Congreso?
Sí, claro que sí.
Fotos: Lucía Prieto para lavaca.
Cantos encontrados
A las 18.30 se corta toda la Avenida Córdoba. Una de las canciones que la agitan convoca a un “Paro general”. Los autos hacen sonar las bocinas en apoyo.
Por la calle Paraguay avanza, en paralelo, la Marcha de las Antorchas, y las dos confluyen a las 19:15 en el Palacio Pizzurno.
La Marcha de las Antorchas toma la delantera desplegando una bandera que dice: “Unidad por la educación”.
Una flaca hilera de policías la mira de frente.
La marcha de agrupaciones de izquierda desborda el frente de la bandera y se pone al lado para iniciar una guerra de canciones: cantan “paro general”, “adónde está la CGT” y proclaman que “con los huesos de Caputo” van a construir una escalera “para que entre a la universidad la clase obrera”. En la otra se entona el himno y el hit es “la patria no se vende”.
Como antes, la canción de unidad es contra “el gorila de Milei” y acuerda que el pueblo no cambia de idea: pelea y pelea por la educación.
¿Quién decide?
Sobre el final de la marcha llegan tarde los dos únicos diputados presentes, Nicolás del Caño y Cristian Castillo. Este último responde a lavaca:
¿Cómo trabajan estas evidentes posturas distintas con la intención de unidad?
La fuerza es mantener la masividad. Las tomas y las asambleas de estudiantes están decidiendo cuáles son los mejores caminos. En mi caso la Facultad de Sociales: voy y participo.
Se ponen atrás de los estudiantes
Claro, apoyamos lo que el movimiento estudiantil hace, que es el sector dinámico.
Los centros de estudiantes peronistas o de izquierda tomaron medidas similares, pero arriba, en los partidos, no parece pasar lo mismo…
Todas las corrientes pueden tener distintas propuestas, pero en las facultades las que deciden son las asambleas. Lo más importante de todo es que hay que mantener la lucha hasta lograr la recomposición salarial. Milei la negó mediante el veto, pero no hay que permitirlo porque es una medida antidemocrática. Y nosotros ganando las calles tenemos que revertir esa medida. Eso es lo que está pasando.
Usted, desde el Congreso, ¿puede hacer algo?
No: este tema ha salido del Congreso. Porque el tema que está en debate –el veto– es de este año y ahora lo que se debate en el Congreso con el Ejecutivo es el aumento del presupuesto para el próximo. Al haber vetado una ley no tenemos forma de hacer algo por exigir un aumento para este.
O sea: es la calle contra el Ejecutivo
Y, es lo que hay ahora. La lucha quedó planteada así. Hay que conseguir esta reivindicación y decirle al gobierno que ponga la plata, porque plata hay.
Ustedes en el parlamento, ¿hablan de esto con los llamados dialoguistas, con los peronistas, con quienes se necesita para lograr los votos en el Congreso?
Nosotros no hemos votado nada con este gobierno. Milei compró las voluntades suficientes para lograr el veto. Eso es lo que pasó. Ahora, el aumento de este año para los docentes no es posible conseguirlo por vía parlamentaria. La única vía que queda es una paritaria. Por eso la importancia de construirla mediante la movilización.
¿Es optimista?
Yo creo que sí. Milei ya tuvo que retroceder con la idea de arancelar, así que yo creo que cuando vea que la gente está en la calle y protesta, va a reflexionar.
Romper el molde
Por fuera de estas lógicas transcurren las tomas, las asambleas, las clases públicas y los cortes en distintos puntos del país, desde Ushuaia hasta Salta, organizados por los propios estudiantes: los verdaderos latidos de esta rebelión incontrolable.
También La Plata fue protagonista de una histórica marcha universitaria.
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