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La Ley de la Vida: lecciones mendocinas sobre resistencia, la organización y la vida

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El Senado y la Cámara de Diputados de Mendoza aprobaron la derogación de la ley que intentó garantizar la minería contaminante. Vecinos acompañaron la votación con una concentración frente a la Legislatura “en defensa del agua”, después de semanas de marchas que llevaron a torcer la decisión política. Cómo se gestó esta victoria histórica, que movilizó a toda la provincia. Qué lecciones deja sobre la «casta política». La necesidad de pensar una transición al modelo extractivo. Y cómo sigue la organización frente al lobby minero.

Primero fue 28 a 7 a favor de permitir la minería contaminante en Mendoza. Pero tras las movilizaciones más grandes de la historia de la provincia, la misma Cámara de Senadores que así había votado se volcó a favor de la derogación de las modificaciones a la Ley 7722: 34 votos a favor y sólo 2 en contra (ambas senadoras del Departamento de Malargue, donde el lobby minero es más fuerte). Después de la media sanción el proyecto pasó a Diputados, donde se terminó de sellar la derogación.

“Estoy emocionada, esperanzada y expectante de cómo se va a desencadenar todo esto que nos ha pasado» dice a lavaca desde Mendoza la asambleístca María Teresa «Guni» Cañas, en medio de los festejos. «No fue algo de los militantes de siempre, ni de un grupo: nos ha atravesado a la sociedad mendocina”, asegura.

Marcelo Giraud, también asambleísta, aclara: “Estamos en modo festejo, aunque atentos”. El tejido social que salió masivamente a la calle no frena: “Suponemos que que el gobernador Suárez no va a demorar el envío de la derogación, porque tendría un costo político demasiado grande: será mañana o, a más tardar, el jueves”. Más allá de las fronteras provinciales, la agenda de luchas ambientales sigue. Dice Giraud: «Con lo que más hemos estado conectados es con los chubutenses, por la ley 5001. Y por supuesto que lo que pasó instala con otra fuerza el tema ambiental y sus conflictividad con el modelo extractivista que es no solo provincial, sino nacional”.

El 19 y 20 mendocino

En apenas dos semanas los mendocinos y mendocinas dieron vuelta la historia. La alarma ya estaba encendida desde aquella sesión exprés que un grupo siguió desde las calles: una típica sesión de fin de año en la que se consumaron las modificaciones que abrían el uso de sustancias tóxicas como sopas ácidas y cianuro para la explotación de minería a cielo abierto. Luego, la norma se ratificaría en Diputados, todo apoyado por un fuerte empuje desde la gobernación provincial hasta la Presidencia.

El repudio a la reforma de la Ley llegó en forma de marcha gigantesca, surgida desde muchos pueblos del interior provincial reclamando el veto o la no promulgación de esos cambios. Y perduró hasta este domingo, cuando se realizaron “banderazos” simultáneos en los departamentos de Valle de Uco, Kilómetro 9, Las Heras, Potrerillos, San Rafael, Luján, Maipú, Malargue y Alvear.

En el medio, hubo de todo: la marcha más grande de la historia de la provincia, científicos que desmintieron los supuestos “progresos” que traería la minería; cartas públicas desde el sector rural hasta las reinas de la vendimia; declaraciones de decenas de reconocidos artistas; y marchas en solidaridad por ejemplo en Chubut, donde se espera otro avance minero.

Y la energía dura hasta hoy, donde fuera de la Legislatura provincial se realizó otra manifestación “en defensa del agua” para seguir de cerca la votación en Senadores; la misma vigilia continuó luego para garantizar la derogación total de las modificaciones a la 7722 en Senadores.

Marcelo, asambleísta que siguió todo el proceso, reflexiona a lavaca: “Han sido veinte días históricos para Mendoza. Desde la recuperación de la democracia para adelante no ha habido en la provincia una sucesión de hechos similares en cuanto a la reacción de la sociedad y de la casta política. El 19 y 20 de diciembre 2001 a Mendoza por supuesto que le pegó, pero no fue vivido con la intensidad de Buenos Aires. Para los mendocinos esto ha sido nuestro propio diciembre y con la coincidencia que fue el 20 de diciembre el día que se sancionó esta ley. Hay una explosión que tenemos que ver cómo mantener en el tiempo. El gobierno no se lo esperaba. Muchos senadores y diputados decían hace tres semanas que éramos los cuatro pelagatos que nos juntábamos en la plaza todas las semanas.

¿Por qué crees que se activó el tejido social de manera masiva y tan rápido?

Uno, por lo que es la conciencia de lo que el agua representa para los mendocinos. Aunque no entiendas los detalles técnicos, si sabés que el agua, en calidad o cantidad, está en riesgo. Por otro, está también la efervescencia popular que anda rotando por Latinoamérica: es posible que el efecto Chile haya tenido influencia. Y hay una cuestión contenida de hartazgo del pueblo general respecto de las cúpulas dirigentes. Se vio clarito como, no los militantes ni los dirigentes en su totalidad, sino que las cúpulas de la UCR y del Peronismo, estaban a favor de los capitales extranjeros y no de querer escuchar la pueblo. Otra cosa que aportó a poner el tema en el tapete fue la sequía que venimos pasando. Otro elemento clave fueron los artistas que se autoconvocaron: fue glorioso».

¿Quedó demostrado que no se puede hacer política sin apoyo social?

Generalmente no se hace polìtica así y la suelen ganar, porque tratan cuestiones sectoriales: o los docentes, o este sindicato, o tal sector de la población. Pero acá se trató de algo más: del agua que da vida a los oasis. Y la gente dijo basta. Además los actores referentes de esta lucha eran las asambleas, los movimientos sociales y ambientales que llevamos muchos años de lucha, toda una trayectoria de años que, más allá de los momentos álgidos o tranquilos, tienen legitimación. En las movilizaciones había de todo, estaba sumamente representada la sociedad mendocina. A pesar de esto todavía hay medios hegemónicos mendocinos tratando de machacar, mintiendo cuando dicen que esto se trata de un grupito que no representa la sociedad. Es absurdo pero sigue siendo el discurso de los medios hegemónicos.

Sobre lo absurdo de los relatos, «Guni» Cañas suma una imagen que parece resumir todo: “En una marcha había unas comadres vendiendo verduras que producen con sus manos y estaban los legisladores adentro diciendo que somos unos violentos”. A pesar de la ficción política, la masividad de las asambleas y movilizaciones ella cree que “ha habido un sacudón terrible en las estructuras partidarias”

¿De dónde nos agarramos para pensar otro modelo? Dice Marcelo: “Hay que hacer una transición pero hay que encararla, no tiene que quedar acá. Una transición hacia prácticas agroecológicas y hacia una matriz energética mucho más limpia invirtiendo en energías alternativas y no con fracking. Es ahora”.

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Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

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Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.

Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Darío Santillán.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Maximiliano Kosteki

Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.

El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.

Siguen faltando los responsables políticos.

Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.   

Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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