CABA
La más maravillosa literatura: Pedro Saborido habla sobre su historia del peronismo
¿El Conurbano es más peronista que el resto de los lugares? ¿Qué significa para el mundo el hecho de tener un papa peronista? En Una historia del peronismo no se van a encontrar respuestas. Porque el libro es delirio, es costumbrismo, es literatura, es pasión, es reflexión. O sea, es peronismo puro. PABLO MARCHETTI
Una historia del peronismo en 27 relatos, 74 reflexiones y más de 140 metáforas que pueden servir para regocijo del simpatizante, como valiosa información para el desconocedor o el extranjero, o también como guía práctica para que el antiperonista pueda acabar de una vez por todas con el monstruo que desde hace más de 70 años azota a la Argentina. Y coso.
Así se titula el libro de Pedro Saborido sobre el peronismo. Un título monumental, que remite a El romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, sucedió la tristeza y unas pocas cosas más, la segunda y magistral película de Leonardo Favio, de 1968. Y no se trata solo de dos títulos larguísimos de dos obras de dos peronistas: Saborido y Favio (y Leónidas Lamborghini y Daniel Santoro y Diego Capusotto y Agustín Guerrero). Son la confirmación de que el punto en el que se cruzan peronismo y vanguardia producen las obras más maravillosas de este país. La más maravillosa música, sí. Y la más maravillosa poesía, y la más maravillosa pintura, y el más maravilloso delirio.
El libro de Pedro es un delirio absoluto. O puede leerse de ese modo. Pero también es su contracara: uno de los análisis más serios y brillantes que pueden hacerse sobre el peronismo. Pedro es demasiado lúcido como para dejar que la seriedad sea el único modo de abordar los temas serios. Pero también es demasiado lúcido para creer que reírse de un tema es tomárselo para la joda.
Pedro se pone a la defensiva cuando se lo intenta definir como experto en peronismo. Y asegura que se trata de un libro de cuentos, de observaciones. Efectivamente, el libro es una serie de cuentos o relatos. Comienza con un mail que le manda un uruguayo a un amigo, también uruguayo. O sea, arranca con la paradoja de que gente que habla casi igual a nosotros, que es prácticamente igual a nosotros, no solo no tenga peronismo, sino que tampoco lo entienda.
Cada uno de los relatos aborda un aspecto del peronismo. Y entonces aparecen sus grandezas, sus miserias, sus contradicciones, sus triunfos, su constitución, su existencia, su razón de ser. Son historias que van de lo costumbrista a lo fantástico. O a veces, la mayoría, con una convivencia entre ambas. O sea, peronismo puro.
El libro se completa con una serie de “reflexiones” sobre cada una de las historias. Como una invitación a debatir lo que se acaba de leer. Una práctica más propia de los manuales marxistas que escribía Marta Harnecker que de lo que, se supone, debería ser el peronismo. Pero este “debería ser” no es más que un prejuicio, un estereotipo. Y si hay algo que Pedro tiene claro es que para pensar al peronismo lo mejor es dejar de lado cualquier prejuicio.
Un movimiento político, una entidad espiritual, un fenómeno estético, una identidad social. ¿Alguna de esas cosas puede estar relacionada con el peronismo?
Todas. Puede representar cada una si quiere. Depende quién lo aborde y desde dónde. El peronismo provee una pertenencia. A la mayoría de los peronistas les encanta decir que lo son. El resto, o lo odia, o le es indiferente, o lo mira con desdén. También está el filo peronismo. Todos encuentran una referencia. De todos modos, parece que fuera más prestigioso decir “soy independiente” o “soy de izquierda” o “soy liberal”. Pero lo más interesante es el independiente: ¿cuál es la estética de lo independiente? ¿Cuál es la referencia política del independiente? ¿Y su identidad? ¿Y su entidad espiritual? Eso es medio rompepelotas, porque se supone que el independientese define por no ser todo lo demás. Y eso puede ser cualquier cosa. Sin embargo, parece que seas lo que seas, en Argentina en algún momento tenés que aclarar qué te pasa con el peronismo. Siempre se aclara: lo amo, lo odio, lo respeto. El peronismo es un punto de referencia.
En uno de tus relatos hablás de la importancia del apellido Perón: por cómo suena, por ser conciso, porque rima con todo. ¿Es un dato determinante en el devenir del movimiento?
Pareciera que sí. Es un apellido fuerte, lleno de rimas, ideal para ser gritado. Entre las miles de variables para que se produzca el fenómeno, llamarse Perón colaboró. Esto hace al marketing de la historia. Qué aspectos y qué sonoridades funcionan mejor para un fenómeno de masas. Perón como marca es mejor que otras. Y hasta el “Braden o Perón” es potente.
También hablás de la conversión de Borges, que en tu cuento en realidad era peronista, pero lo tientan para ser antiperonista y así transformarse en un escritor de fama internacional. ¿El antiperonista es fundamental para hacer que el peronismo sea peronista?
Sí. Lo completa. O como decía Discépolo: a Perón y a Evita los inventaron los gorilas. Porque ellos crearon las condiciones para que sucedan. Pero en algún lugar siento una asimetría. El antiperonista se define más por el peronismo. El peronismo quiere peronismo. El antiperonismo sabe que no quiere eso. Quiere ser algo lejano, ser una Europa idealizada. Algo que supone. Un Estados Unidos que ve en sus viajes. Algo que no es. Un ideal, un eterno deseo que, en el fondo, sabe que no se dará. Pero en ese estado de indignación permanente por no ser lo que se supone, la pasa bomba. Y después ese antagonismo: Perón-Borges. ¿Por qué te mandan un escritor ciego como antinomia de Perón? ¿Por qué no mandan un Patrón Costas, o un oligarca, o un Aramburu? Braden o Perón es más equitativo.
En uno de los relatos hay una referencia al Papa Francisco, el papa argentino y peronista. ¿Qué implica un papa peronista? ¿Sirve para hacer que los europeos entiendan al peronismo? ¿Puede pensarse esto como un intento de universalización del peronismo?
No es un delirio pensar en la universalización del peronismo. Es una idea. Es aplicable. Por supuesto, puede ser que a alguien le dé gracia pensar en un Alberto Samid inglés. Pero eso es poque uno piensa que todos los ingleses son como Roger Moore. Seguro que en el laborismo inglés, en los sindicatos, hay un montón de peronismo De hecho, pensar en un papa argentino y peronista era un recurso humorístico, hasta que sucedió.
Hay un texto donde hablás de un concurso de gritar “¡Viva Perón!”, que se realiza en Villa Domínico. Este es uno de los momentos en que aparece mencionado el Conurbano. Y aparece como escenario, pero también como objeto de estudio o protagonista. Pasa en el relato sobre la avenida Pueyrredón, o en My conurban. ¿El Conurbano y el festival popular son lugares peronistas?
El Conurbano es peronista porque es parte del crecimiento, del desborde. Muchos piensan que es algo mal hecho por culpa del peronismo. Para mí es al revés: no es algo peor gracias al peronismo. Argentina será lo que será por el peronismo. Pero sin el peronismo hubiera habido menos generaciones felices. La verdad del país gorila es todo lo malo que el peronismo no puede muchas veces terminar de arreglar.

Foto: Lina Etchesuri
Hay un relato dedicado al peronismo y el sexo. Donde hablás de la idea de que en las fiestas peronistas se garcha más. ¿El peronista garcha más?
No hay estudios al respecto. Pero en el peronismo esa idea flota en el aire. Puede ser que tenga esa imagen de sí mismo. Sobre todo porque se anima a hablar más claramente de garchar. No sé si se garcha más. Pero sí te vas a enterar de que se garcha. El peronismo tiene sus discreciones. Lo que ocurre es que no son las mismas que las del territorio burgués. Y si bien muchas se comparten, en cierto sentido hay una falta de decoro o de modales que en el peronismo parece liberador. Sin embargo, es parte del folclore. El peronismo no es pura emoción y pasión. Así lo hacen ver los gorilas y así, por oposición, les gusta a muchos peronistas. Pero el peronismo tiene aparatos organizativos sofisticados. Perón era militar. Era un tipo seguramente muy ordenado. Y el peronismo tiene esa tensión entre la organización y la pasión.
En el relato sobre la joda a Jorge Antonio en Madrid aparecen, literalmente, muchos Perones. El texto es casi una comedia de enredos con Perones. ¿Cuántos peronismos hay? ¿Uno solo? ¿Son muchos?
Daddy Brieva dice: “Soy el tipo que más sabe de peronismo, porque como el peronismo es todo lo que yo quiero que sea, entonces yo soy el más sabe”. El peronismo se multiplica en su interpretación de lo que es o, mejor, de lo que se pretende que sea. Entonces cada uno va con sus ganas de que sea de una manera o de otra. Y aparece esta dinámica de identidad en disputa. Ya no es “qué es el peronismo” sino “para qué quiero al peronismo”. Y después, cuando llega al poder, “qué hace el peronismo”. A veces me gusta ver al peronismo como un ser viviente, que se maneja según qué grupo de peronistas accedió al cerebro. De todos modos, ya sea el menemismo o kirchnerismo, estando el peronismo en el gobierno siempre tuvo algunos pequeños peronismos en la oposición.
Decís que, estando el peronismo en el gobierno (desde Menem a Kirchner), siempre hubo pequeños peronismos en la oposición. Me imagino también que un montonero, por ejemplo, tendría más afinidad con alguien del ERP, con quienes hacían acciones conjuntas, que con López Rega. ¿Qué pasa cuando grandes grupos peronistas sienten más afinidad con otros no peronistas, que con los propios peronistas? ¿Corre riesgo la identidad peronista?
Para nada. El peronismo es frentista. Lejos de perder su identidad, la renueva , la enriquece y la fortifica. Cuando se acercan al peronismo otros sectores, son más los que se vuelven peronistas que los que dejan de serlo. También hay zonas de embarque y pre embarque. El peronismo tiene un gran conurbano filoperonista que se queda cerca, pero con una distancia prudencial.
Me da la sensación de que desde que Néstor Kirchner lanzó la idea de transversalidad hubo un cambio de identidad muy grande dentro de un sector del peronismo. El kirchnerismo parece ser una mezcla de peronismo con progresismo psicobolche. Silvio Rodríguez tocando para una multitud en Plaza de Mayo con banderas del Che Guevara, organizado por un gobierno peronista, era algo que no estaba ni siquiera en la fantasía más delirante del grupo más radicalizado de adictos al charango y al pullover peruano. ¿El kirchnerismo es peronismo por otros medios? ¿O es una nueva identidad, distinta del peronismo?
Para mí es una versión del peronismo. La más parecida a la original en su tarea de ampliar derechos y, por lo tanto, de confrontar. Después aparecen esos aspectos culturales, que a su vez pueden ser luego causa de sectorización o no comprensión de algunos sectores sociales. Pero no por pasar fuerte a Mercedes Sosa, sino por cuestiones análogas. Pensar que todos piensan como vos. O que vas a ganar porque tenés razón.
Hay un relato sobre el peronista molesto. El protagonista es Malatesta, “el peronista que molesta”. Curiosamente se llama Malatesta igual que Errico, el anarquista italiano. Y digo curiosamente porque, a pesar de no tener nada que ver con el anarquismo, el peronismo es medio punk, contracultural, bardero. ¿Cómo se puede ser al mismo tiempo contracultural e institucional? ¿Cómo logra eso el peronismo?
Es que lo contracultural es que el peronismo sea institucional. Es que asuma todo lo institucional aquello que no debe estar ahí. Son Los Tres Chiflados en una fiesta de la alta sociedad. Y aunque se esfuerce y muestre tener modales republicanos, siempre se lo va a acusar, siempre va a molestar. Por eso siempre el peronismo va y vuelve . Porque el centro siempre es ajeno. La anomalía de lo que debe ser normal es cuando el peronismo está en el poder. Siempre son esos años “que por fin terminan”. El peronismo es molesto porque además de contracultural tiene la capacidad de ser institucional. Si no sería simplemente algo que está ahí al costado, testimonial, sin capacidad real de intervenir.
Otro relato trata sobre los puristas. La idea del purista peronista, ¿demuestra que todo cabe en el peronismo?
Me parece que eso cabe para cualquier partido o sector político. Pero es en el peronismo donde más se lo observa. Quizá porque el peronismo es un lugar de debate en voz alta. Lo que en otros sectores se mira como debate, en el peronismo se observa como quilombo. Y es que en algunos momentos de su historia la interna peronista tuvo niveles tremendos. Pero esta idea de que “todo cabe dentro del peronismo” está dada por su carácter de movimiento, por su espíritu frentista. La idea de ganar está por sobre todo. Aunque, como siempre, determina sus límites. O a veces se lleva sorpresas. Porque en esa amplitud el peronismo se sorprende a sí mismo. Se convierte en menemismo o en kirchnerismo sin que nadie lo haya previsto.
En otro momento hablás de los infiltrados. Y de su paso siguiente: la traición. Es como si nadie fuera peronista, en el sentido de que el peronismo no es originario. Es como decir que nadie es argentino: todos somos italianos, españoles, rusos, polacos, chinos, mapuches, etc. ¿Por eso el peronismo es algo que define a la política argentina?
No sé si la define. Pero es claro que es algo propio y seguro, que tiene que ver con ese choque cultural de inmigrantes entre ellos y, a su vez, su choque contra lo nativo. Si el antiperonismo se ve a sí mismo como “la civilización”, el peronismo no es la barbarie: es la civilización más la barbarie. Es el esfuerzo de sumar todas esas culturas.
Tenés un relato sobre el retorno. Pienso en “Perón vuelve”, “luche y vuelve” o el reciente “vamos a volver”. ¿El retorno es un mito que sirve para mantener vivo al peronismo?
El retorno es la fe del peronismo. Esa fe en su inexorable retorno lo mantiene vivo. A partir de ahí se observa, se modifica, todos empiezan a aceptar que la correlacion de fuerzas interna cambia y entonces emprende todo lo que sea necesario para volver. El peronismo desde el primer día después de una derrota empieza a volver.
El último relato del libro (antes del anticipo del volumen 2) habla sobre el próximo peronismo. Es un juego en tres fases en el que aparece hasta un Golem peronístico, como lo definís. Me llamó la atención la idea de futuro, algo con lo que no se suele relacionar al peronismo. ¿Cómo se lleva el peronismo con el futuro?
El peronismo es siempre el futuro, por lo menos mientras no aparezca algo mejor. Va a encontrar mejores formas y seguirá siéndolo mientras no se corra de sus tres banderas básicas. Eso es lo que lo define. El peronismo parece entonces que un día puede ser kirchnerista y otro menemista. Entonces es un poco maestro en el suspenso. Es una identidad en disputa. Y por lo que se vio hasta ahora, nada de lo que sea será definitivo.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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