CABA
La más maravillosa literatura: Pedro Saborido habla sobre su historia del peronismo
¿El Conurbano es más peronista que el resto de los lugares? ¿Qué significa para el mundo el hecho de tener un papa peronista? En Una historia del peronismo no se van a encontrar respuestas. Porque el libro es delirio, es costumbrismo, es literatura, es pasión, es reflexión. O sea, es peronismo puro. PABLO MARCHETTI
Una historia del peronismo en 27 relatos, 74 reflexiones y más de 140 metáforas que pueden servir para regocijo del simpatizante, como valiosa información para el desconocedor o el extranjero, o también como guía práctica para que el antiperonista pueda acabar de una vez por todas con el monstruo que desde hace más de 70 años azota a la Argentina. Y coso.
Así se titula el libro de Pedro Saborido sobre el peronismo. Un título monumental, que remite a El romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, sucedió la tristeza y unas pocas cosas más, la segunda y magistral película de Leonardo Favio, de 1968. Y no se trata solo de dos títulos larguísimos de dos obras de dos peronistas: Saborido y Favio (y Leónidas Lamborghini y Daniel Santoro y Diego Capusotto y Agustín Guerrero). Son la confirmación de que el punto en el que se cruzan peronismo y vanguardia producen las obras más maravillosas de este país. La más maravillosa música, sí. Y la más maravillosa poesía, y la más maravillosa pintura, y el más maravilloso delirio.
El libro de Pedro es un delirio absoluto. O puede leerse de ese modo. Pero también es su contracara: uno de los análisis más serios y brillantes que pueden hacerse sobre el peronismo. Pedro es demasiado lúcido como para dejar que la seriedad sea el único modo de abordar los temas serios. Pero también es demasiado lúcido para creer que reírse de un tema es tomárselo para la joda.
Pedro se pone a la defensiva cuando se lo intenta definir como experto en peronismo. Y asegura que se trata de un libro de cuentos, de observaciones. Efectivamente, el libro es una serie de cuentos o relatos. Comienza con un mail que le manda un uruguayo a un amigo, también uruguayo. O sea, arranca con la paradoja de que gente que habla casi igual a nosotros, que es prácticamente igual a nosotros, no solo no tenga peronismo, sino que tampoco lo entienda.
Cada uno de los relatos aborda un aspecto del peronismo. Y entonces aparecen sus grandezas, sus miserias, sus contradicciones, sus triunfos, su constitución, su existencia, su razón de ser. Son historias que van de lo costumbrista a lo fantástico. O a veces, la mayoría, con una convivencia entre ambas. O sea, peronismo puro.
El libro se completa con una serie de “reflexiones” sobre cada una de las historias. Como una invitación a debatir lo que se acaba de leer. Una práctica más propia de los manuales marxistas que escribía Marta Harnecker que de lo que, se supone, debería ser el peronismo. Pero este “debería ser” no es más que un prejuicio, un estereotipo. Y si hay algo que Pedro tiene claro es que para pensar al peronismo lo mejor es dejar de lado cualquier prejuicio.
Un movimiento político, una entidad espiritual, un fenómeno estético, una identidad social. ¿Alguna de esas cosas puede estar relacionada con el peronismo?
Todas. Puede representar cada una si quiere. Depende quién lo aborde y desde dónde. El peronismo provee una pertenencia. A la mayoría de los peronistas les encanta decir que lo son. El resto, o lo odia, o le es indiferente, o lo mira con desdén. También está el filo peronismo. Todos encuentran una referencia. De todos modos, parece que fuera más prestigioso decir “soy independiente” o “soy de izquierda” o “soy liberal”. Pero lo más interesante es el independiente: ¿cuál es la estética de lo independiente? ¿Cuál es la referencia política del independiente? ¿Y su identidad? ¿Y su entidad espiritual? Eso es medio rompepelotas, porque se supone que el independientese define por no ser todo lo demás. Y eso puede ser cualquier cosa. Sin embargo, parece que seas lo que seas, en Argentina en algún momento tenés que aclarar qué te pasa con el peronismo. Siempre se aclara: lo amo, lo odio, lo respeto. El peronismo es un punto de referencia.
En uno de tus relatos hablás de la importancia del apellido Perón: por cómo suena, por ser conciso, porque rima con todo. ¿Es un dato determinante en el devenir del movimiento?
Pareciera que sí. Es un apellido fuerte, lleno de rimas, ideal para ser gritado. Entre las miles de variables para que se produzca el fenómeno, llamarse Perón colaboró. Esto hace al marketing de la historia. Qué aspectos y qué sonoridades funcionan mejor para un fenómeno de masas. Perón como marca es mejor que otras. Y hasta el “Braden o Perón” es potente.
También hablás de la conversión de Borges, que en tu cuento en realidad era peronista, pero lo tientan para ser antiperonista y así transformarse en un escritor de fama internacional. ¿El antiperonista es fundamental para hacer que el peronismo sea peronista?
Sí. Lo completa. O como decía Discépolo: a Perón y a Evita los inventaron los gorilas. Porque ellos crearon las condiciones para que sucedan. Pero en algún lugar siento una asimetría. El antiperonista se define más por el peronismo. El peronismo quiere peronismo. El antiperonismo sabe que no quiere eso. Quiere ser algo lejano, ser una Europa idealizada. Algo que supone. Un Estados Unidos que ve en sus viajes. Algo que no es. Un ideal, un eterno deseo que, en el fondo, sabe que no se dará. Pero en ese estado de indignación permanente por no ser lo que se supone, la pasa bomba. Y después ese antagonismo: Perón-Borges. ¿Por qué te mandan un escritor ciego como antinomia de Perón? ¿Por qué no mandan un Patrón Costas, o un oligarca, o un Aramburu? Braden o Perón es más equitativo.
En uno de los relatos hay una referencia al Papa Francisco, el papa argentino y peronista. ¿Qué implica un papa peronista? ¿Sirve para hacer que los europeos entiendan al peronismo? ¿Puede pensarse esto como un intento de universalización del peronismo?
No es un delirio pensar en la universalización del peronismo. Es una idea. Es aplicable. Por supuesto, puede ser que a alguien le dé gracia pensar en un Alberto Samid inglés. Pero eso es poque uno piensa que todos los ingleses son como Roger Moore. Seguro que en el laborismo inglés, en los sindicatos, hay un montón de peronismo De hecho, pensar en un papa argentino y peronista era un recurso humorístico, hasta que sucedió.
Hay un texto donde hablás de un concurso de gritar “¡Viva Perón!”, que se realiza en Villa Domínico. Este es uno de los momentos en que aparece mencionado el Conurbano. Y aparece como escenario, pero también como objeto de estudio o protagonista. Pasa en el relato sobre la avenida Pueyrredón, o en My conurban. ¿El Conurbano y el festival popular son lugares peronistas?
El Conurbano es peronista porque es parte del crecimiento, del desborde. Muchos piensan que es algo mal hecho por culpa del peronismo. Para mí es al revés: no es algo peor gracias al peronismo. Argentina será lo que será por el peronismo. Pero sin el peronismo hubiera habido menos generaciones felices. La verdad del país gorila es todo lo malo que el peronismo no puede muchas veces terminar de arreglar.

Foto: Lina Etchesuri
Hay un relato dedicado al peronismo y el sexo. Donde hablás de la idea de que en las fiestas peronistas se garcha más. ¿El peronista garcha más?
No hay estudios al respecto. Pero en el peronismo esa idea flota en el aire. Puede ser que tenga esa imagen de sí mismo. Sobre todo porque se anima a hablar más claramente de garchar. No sé si se garcha más. Pero sí te vas a enterar de que se garcha. El peronismo tiene sus discreciones. Lo que ocurre es que no son las mismas que las del territorio burgués. Y si bien muchas se comparten, en cierto sentido hay una falta de decoro o de modales que en el peronismo parece liberador. Sin embargo, es parte del folclore. El peronismo no es pura emoción y pasión. Así lo hacen ver los gorilas y así, por oposición, les gusta a muchos peronistas. Pero el peronismo tiene aparatos organizativos sofisticados. Perón era militar. Era un tipo seguramente muy ordenado. Y el peronismo tiene esa tensión entre la organización y la pasión.
En el relato sobre la joda a Jorge Antonio en Madrid aparecen, literalmente, muchos Perones. El texto es casi una comedia de enredos con Perones. ¿Cuántos peronismos hay? ¿Uno solo? ¿Son muchos?
Daddy Brieva dice: “Soy el tipo que más sabe de peronismo, porque como el peronismo es todo lo que yo quiero que sea, entonces yo soy el más sabe”. El peronismo se multiplica en su interpretación de lo que es o, mejor, de lo que se pretende que sea. Entonces cada uno va con sus ganas de que sea de una manera o de otra. Y aparece esta dinámica de identidad en disputa. Ya no es “qué es el peronismo” sino “para qué quiero al peronismo”. Y después, cuando llega al poder, “qué hace el peronismo”. A veces me gusta ver al peronismo como un ser viviente, que se maneja según qué grupo de peronistas accedió al cerebro. De todos modos, ya sea el menemismo o kirchnerismo, estando el peronismo en el gobierno siempre tuvo algunos pequeños peronismos en la oposición.
Decís que, estando el peronismo en el gobierno (desde Menem a Kirchner), siempre hubo pequeños peronismos en la oposición. Me imagino también que un montonero, por ejemplo, tendría más afinidad con alguien del ERP, con quienes hacían acciones conjuntas, que con López Rega. ¿Qué pasa cuando grandes grupos peronistas sienten más afinidad con otros no peronistas, que con los propios peronistas? ¿Corre riesgo la identidad peronista?
Para nada. El peronismo es frentista. Lejos de perder su identidad, la renueva , la enriquece y la fortifica. Cuando se acercan al peronismo otros sectores, son más los que se vuelven peronistas que los que dejan de serlo. También hay zonas de embarque y pre embarque. El peronismo tiene un gran conurbano filoperonista que se queda cerca, pero con una distancia prudencial.
Me da la sensación de que desde que Néstor Kirchner lanzó la idea de transversalidad hubo un cambio de identidad muy grande dentro de un sector del peronismo. El kirchnerismo parece ser una mezcla de peronismo con progresismo psicobolche. Silvio Rodríguez tocando para una multitud en Plaza de Mayo con banderas del Che Guevara, organizado por un gobierno peronista, era algo que no estaba ni siquiera en la fantasía más delirante del grupo más radicalizado de adictos al charango y al pullover peruano. ¿El kirchnerismo es peronismo por otros medios? ¿O es una nueva identidad, distinta del peronismo?
Para mí es una versión del peronismo. La más parecida a la original en su tarea de ampliar derechos y, por lo tanto, de confrontar. Después aparecen esos aspectos culturales, que a su vez pueden ser luego causa de sectorización o no comprensión de algunos sectores sociales. Pero no por pasar fuerte a Mercedes Sosa, sino por cuestiones análogas. Pensar que todos piensan como vos. O que vas a ganar porque tenés razón.
Hay un relato sobre el peronista molesto. El protagonista es Malatesta, “el peronista que molesta”. Curiosamente se llama Malatesta igual que Errico, el anarquista italiano. Y digo curiosamente porque, a pesar de no tener nada que ver con el anarquismo, el peronismo es medio punk, contracultural, bardero. ¿Cómo se puede ser al mismo tiempo contracultural e institucional? ¿Cómo logra eso el peronismo?
Es que lo contracultural es que el peronismo sea institucional. Es que asuma todo lo institucional aquello que no debe estar ahí. Son Los Tres Chiflados en una fiesta de la alta sociedad. Y aunque se esfuerce y muestre tener modales republicanos, siempre se lo va a acusar, siempre va a molestar. Por eso siempre el peronismo va y vuelve . Porque el centro siempre es ajeno. La anomalía de lo que debe ser normal es cuando el peronismo está en el poder. Siempre son esos años “que por fin terminan”. El peronismo es molesto porque además de contracultural tiene la capacidad de ser institucional. Si no sería simplemente algo que está ahí al costado, testimonial, sin capacidad real de intervenir.
Otro relato trata sobre los puristas. La idea del purista peronista, ¿demuestra que todo cabe en el peronismo?
Me parece que eso cabe para cualquier partido o sector político. Pero es en el peronismo donde más se lo observa. Quizá porque el peronismo es un lugar de debate en voz alta. Lo que en otros sectores se mira como debate, en el peronismo se observa como quilombo. Y es que en algunos momentos de su historia la interna peronista tuvo niveles tremendos. Pero esta idea de que “todo cabe dentro del peronismo” está dada por su carácter de movimiento, por su espíritu frentista. La idea de ganar está por sobre todo. Aunque, como siempre, determina sus límites. O a veces se lleva sorpresas. Porque en esa amplitud el peronismo se sorprende a sí mismo. Se convierte en menemismo o en kirchnerismo sin que nadie lo haya previsto.
En otro momento hablás de los infiltrados. Y de su paso siguiente: la traición. Es como si nadie fuera peronista, en el sentido de que el peronismo no es originario. Es como decir que nadie es argentino: todos somos italianos, españoles, rusos, polacos, chinos, mapuches, etc. ¿Por eso el peronismo es algo que define a la política argentina?
No sé si la define. Pero es claro que es algo propio y seguro, que tiene que ver con ese choque cultural de inmigrantes entre ellos y, a su vez, su choque contra lo nativo. Si el antiperonismo se ve a sí mismo como “la civilización”, el peronismo no es la barbarie: es la civilización más la barbarie. Es el esfuerzo de sumar todas esas culturas.
Tenés un relato sobre el retorno. Pienso en “Perón vuelve”, “luche y vuelve” o el reciente “vamos a volver”. ¿El retorno es un mito que sirve para mantener vivo al peronismo?
El retorno es la fe del peronismo. Esa fe en su inexorable retorno lo mantiene vivo. A partir de ahí se observa, se modifica, todos empiezan a aceptar que la correlacion de fuerzas interna cambia y entonces emprende todo lo que sea necesario para volver. El peronismo desde el primer día después de una derrota empieza a volver.
El último relato del libro (antes del anticipo del volumen 2) habla sobre el próximo peronismo. Es un juego en tres fases en el que aparece hasta un Golem peronístico, como lo definís. Me llamó la atención la idea de futuro, algo con lo que no se suele relacionar al peronismo. ¿Cómo se lleva el peronismo con el futuro?
El peronismo es siempre el futuro, por lo menos mientras no aparezca algo mejor. Va a encontrar mejores formas y seguirá siéndolo mientras no se corra de sus tres banderas básicas. Eso es lo que lo define. El peronismo parece entonces que un día puede ser kirchnerista y otro menemista. Entonces es un poco maestro en el suspenso. Es una identidad en disputa. Y por lo que se vio hasta ahora, nada de lo que sea será definitivo.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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