Nota
Medios argentinos: cuántos, cómo y por qué
Información general sobre los medios
Diarios : circulación diaria: 1.94 millones de ejemplares.
Número de títulos de diarios: 102.
Sitios de diarios en la web: 49.
La circulación de diarios es baja en Argentina: 56 ejemplares por cada mil habitantes adultos. Una cantidad significativa de países registró bajas en la venta de diarios en 1999, con respecto al año precedente. En el caso de Argentina, la disminución fue del orden del 10%. Esta tendencia se agudizó aún más en el año 2000. Según el informe de la Asociación Mundial de Diarios (WAN), los diarios argentinos perdieron el 23 % de su circulación.
Revistas : circulación total : 223 millones de ejemplares por año.
Libros : títulos registrados por año : 7.848.
Hogares con televisor : 98.3%
Hogares con videocasetera : 50%. Hay unos 5 millones de videocaseteras en la Argentina y unos 3.200 videoclubes, que alquilan 78 millones de películas por año y venden 1 millón de videos.
Prensa
Los 5 mayores diarios
Medios Miles de lectores
Clarín 1’711.770
La Nación 312.670
Crónica 352.140
Diario Olé 288.190
Diario Popular 264.310
Consumo de Revistas (según especialidades)
Tipo de revista %
Actualidad 18,4
Mujer y Hogar 15,7
Extranjeras 15,0
Didácticas 14,4
Deportes y tiempo libre 10,5
Espectáculos y arte 9,2
Varios 8,2
Técnicas, científicas y profesionales 4,8
Ilustradas e historietas 3,8
Total 100
Las revistas
Revistas Editadas en Argentina 760
Precio promedio 3,66 dólares
Puntos de venta de revistas en Argentina 13.000
Lectores de Revistas dominicales
Buenos Aires Interior Del país Total
Viva (Clarín) 821.793 109.699 931.492
La Revista (La Nación) 222.194 35.174 257.368
Total 1’043.987 144.873 1’188.860
Diarios del interior Propiedad Ejemplares
La Voz del Interior de Córdoba Sociedad conformada por los diarios Clarín/La Nación 65.000
La Gaceta de Tucumán Familia García Hamilton 55.000
Los Andes de Mendoza Sociedad conformada por los diarios Clarín/La Nación 40.000
Uno de Mendoza Grupo Vila
La Capital de Rosario Familia Lagos 33.000
La Nueva Provincia de Bahía Blanca Familia Massot (también propietaria de AM LU2, radio de Bahía Blanca) 25.000
El Tribuno de Salta 25.000
La Capital de Mar del Plata Aldrey Iglesias, propietario de La Prensa.
Río Negro de General Roca Julio Rajneri 35.000
El Litoral de Santa Fe 23.000
Diario de Cuyo de San Juan 25.000
El Territorio de Posadas Familia Navajas 13.000
Norte de Chaco 16.000
Diario de Cuyo de San Juan 19.000
El Liberal de Santiago del Estero 18.000
El Día de La Plata Grupo Kreiselburd
Hoy de La Plata Marcelo Balcedo
Televisión
En Argentina existen 5 canales de televisión abierta con cobertura nacional, que son:
Canal Propietario
Canal 13 Grupo Clarín
Telefé Telefónica Media (del grupo español Telefónica)
Azul TV 50% Telefónica Media; 50% Prime Televisión
América 80% Ávila-Nofal; 20% Eduardo Eurnekián (empresarios argentinos)
Canal 7 es un canal estatal con el control desde el Ejecutivo
Existen algunos canales de aire locales, en el interior del país, pero de menor relevancia.
Novedades recientes en la televisión
Según Ibope el encendido promedio de los últimos 6 años en Buenos Aires se mantiene en una franja del 70-73% (Hogares TNSE).
La actual crisis económica por la que atraviesa el país impactó fuertemente en los números de la TV abierta. Así, la facturación publicitaria global de la TV abierta en la Argentina fue, en el año 2000, un 18% menor que la del año anterior.
Un estudio de Ibope, realizado en septiembre de 2000, señala que la televisión abierta perdió aproximadamente 560.000 espectadores en la franja que va de las 19h00 a las 24h00, en comparación al mismo mes de 1999.
Hogares con TV por cable: 52%. En este aspecto, Argentina ocupa el tercer lugar en el mundo, en cuanto a difusión del cable, después de Canadá (72.1 % de los hogares) y Estados Unidos (63.6%).
Facturación de la TV por cable en Argentina: U$S 1.600 millones por año.
Televisión por cable y satelital :
Los datos no son del todo claros. Se estima que entre la TV cable y la satelital en la Argentina existen 5,5 millones de abonados, el mayor mercado de TV pagada de América Latina.
TV-Cable Abonados
Multicanal (Clarín) 1.4 millones
CableVisión – (Hicks) 1.5 millones
Direct TV (TV satelital) 300.000
Sky (TV satelital) 35.000
Otros Tv cable (estimación) 1.6 millones
La inversión publicitaria creció un 12% en el último año.
Radio
Radios AM Audiencia (2000)
Mitre (Clarín) 27,1%
AM 10 (Grupo Emmis y Daniel Hadad) 21,6 %
Rivadavia (Grupo Uno) 13,7%
Continental (Telefónica) 13,1%
Del Plata (CIE Rock & Pop) 7,6%
La Red (TyC) 5,5%
Radios FM audiencia
(agosto de 2000)
Cadena 100 (Clarín) 16,9 %
Rock & Pop (grupo CIE de México y Daniel Grinbank) 12,2 %
Hit (Telefónica) 11,3 %
Cadena Top (Clarín) 9,6%
Milenium (Santiago Pont Lezica y Bernardo Neustadt) 8,8 %
Mega (Grupo Emmis de EEUU y Daniel Hadad) 8,4%
En la Argentina hay unas 3.800 emisoras FM, en su gran mayoría funcionando con permiso precario, en los términos de la legislación vigente. En 1999 se inició un proceso de regularización.
Novedades recientes en la radio
El panorama de la radio argentina se vio modificado en los últimos meses con las siguientes incorporaciones:
La Radio 10 AM (710) – Propietarios: el grupo norteamericano Emmis le compró el 75% a Daniel Hadad. Se trata de una antigua frecuencia de Radio Municipal.
FM News (98.3)- Es una de las emisoras con mayor potencia instalada y se cuenta entre las de mayor audiencia.
El Mundo AM (1070), FM Horizonte (94.3) (A.L.Fortabat). En agosto del 2000 hubo versiones en el sentido de que serían compradas por Gustavo Yankelevich, ex gerente general de Telefé y Constancio Vigil, de Atlántida.
FM Tango
FM La Isla (Gloria López Lecube).
Radio Libertad (Alejandro Romay).
FM Feeling (Alejandro Romay).
FM Uno (Marcelo Tinelli).
Radio Ciudad (Municipal) – 1110 –
Radio Nacional (la emisora oficial del Estado)
Radio Argentina
Con las emisoras de FM se plantea una situación delicada: en diciembre de 1999 el entonces interventor en el Comité Federal de Radiodifusión (Comfer), adjudicó 238 frecuencias muy poco antes de dejar el cargo. Hay un proceso normalizador, de larga data, que parece difícil de cerrar de manera satisfactoria.
Computación
El total de computadoras en la Argentina: 2.5 millones.
Computadoras en los hogares: 1 millón (10.6% de los hogares tienen PC).
Internet
Existen 123 proveedores, de los cuales los 8 principales controlan un 60% del mercado. En 2000 se estima un total de 1’500.000 usuarios.
Inversión publicitaria
La inversión publicitaria en el 2000 fue de U$S 3.412 millones. De ese total, un 42% corresponde a la gráfica (diarios 28% y revistas 10%); un 35% a TV, incluido el cable con un 3.4% de la inversión total; un 7% a radio, 7% a vía pública y 8% a cine y otros.
Los diez principales anunciantes (datos de 1999) fueron Carrefour, Easy Homecenter, Garbarino, Fravega, Ventura, Telefónica, Jumbo, Musimundo, BBV Banco Francés y Coto.
El readership (datos de 1999) fue de 4.8 para Clarín, 4.2 para La Nación, 6.2 para Diario Popular, 3.9 para Crónica y también 3.9 para Olé.
En la década de los 90 se afianzó la tendencia a la concentración, la formación de grupos multimedios y la participación en el negocio de los medios argentinos (y en general en el sector de las comunicaciones) de capitales extranjeros. Entre muchos nombres que pueden mencionarse se cuentan Telefónica Internacional, el Grupo Hicks, Recoletos (y el Grupo Pearson), Prime (de Australia), Cisneros (de Venezuela), Globo (de Brasil), Televisa (de México), la News Corp. (de Rupert Murdoch), Goldman Sachs y otros. Esta participación de capitales extranjeros a veces se concreta en la compra de medios locales y en otros casos en negocios en los que grupos locales cruzan acciones con otros del exterior. Las fusiones y adquisiciones involucradas en este proceso se mantuvieron en el 2000 y en los primeros meses del 2001.
Hay la sensación generalizada de que la legislación argentina ha sido permisiva en cuanto a las condiciones para la admisión de inversores extranjeros, tanto en los medios locales como en el conjunto del negocio de las comunicaciones. De allí que en abril de 2001 se haya anunciado una nueva Ley de Radiodifusión, que entre otras cosas apunta a establecer un marco regulatorio en esta materia. Sin embargo, hay también evidencias sólidas de que se trata de un fenómeno mundial, a pesar de las restricciones que imponen, por ejemplo, países de Europa Occidental. En el mundo globalizado del presente, con grandes flujos financieros que se trasladan de unos países a otros sin un efectivo control de los gobiernos, el negocio de las comunicaciones no es una excepción a lo que ocurre en el conjunto de la economía.
Este auge en el proceso de concentración no determinó, en el 2000, una sustancial modificación en el mapa de los medios como tales. Los cambios en el ownership no implican que los medios -en términos generales- desaparezcan, ni que haya una irrupción importante de medios nuevos.
Sin embargo, esto podría cambiar en un futuro próximo, en la medida en que surjan dificultades en algunos medios: caídas en la venta de diarios y revistas, idem en el rating de la TV abierta y discrepancias en la conducción de multimedios importantes.
Propiedad de los medios
La cuestión de la propiedad de los medios lleva a una pregunta inevitable : ¿por qué se compran (y se venden) los medios de comunicación pública en la Argentina? La primera respuesta que surge es que los motivos no difieren de los que se observan en otras partes del mundo. La concentración obedece a un cúmulo de causas, pero en un lugar relevante se ubica la necesidad de lograr economías de escala. Casi todas las innovaciones en el campo de la comunicación conllevan la aplicación de tecnologías de punta, lo que equivale a decir a la necesidad de grandes inversiones.
Grandes grupos, como el del magnate australiano Rupert Murdoch, se expandieron antes en el mundo desarrollado (Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia) y luego en las economías emergentes de Asia: China, la India, el sudeste asiático, etc. En conjunto, esas economías están generando en la actualidad un nuevo segmento de consumidores del orden de los 700 millones de personas, con un ingreso per cápita comparable al de España (unos 14.000 dólares por año).
Si se tiene en cuenta que países emergentes de América Latina registraron crecimientos en sus economías en la década del 90, es fácil comprender por qué el mercado regional se ha vuelto interesante para esos inversores. Un caso típico es la formación de alianzas estratégicas -que está ocurriendo justamente ahora- entre grandes compañías internacionales y grupos multimedia de la región, con el fin de explotar el promisorio mercado de la TV satelital.
A medida que la Aldea Global de que habla McLuhan se va convirtiendo en realidad, la competencia se torna implacable. La lucha por capturar audiencias no tiene fronteras (la TV satelital es un ejemplo) y la supervivencia depende de la capacidad de las empresas para salir victoriosas en los dos grandes frentes en los que se libra esta batalla: el tecnológico, ya mencionado y el de los contenidos, que será, en el futuro próximo, el más relevante. Se ha dicho que el mundo actual es el de las megaaudiencias (MTV, por ejemplo, convoca a 500 millones de televidentes).
La prensa gratuita
En Argentina, el año 2000 fue el del ascenso de la prensa gratuita, una modalidad que no es nueva, pero que se convirtió en una presencia visible en el mercado. La prensa gratuita logró que mucha gente volviese a leer el diario, en un país donde se estima que casi el 70 por ciento de la población no compra ningún diario.
Entre tanto, también en el 2000 se acentuó la «guerra» entre los diarios, en especial en el interior del país, por ofrecer sus ediciones a precios cada vez más bajos. Algo que debe ser asociado con el estancamiento económico que vive el país desde hace cuando menos dos años y también con el hecho de que la caída en la circulación de diarios llegó en la Argentina a alrededor de un 15 por ciento en los cinco últimos años de la década de los 90, un porcentaje que, al parecer, es de los más elevados del mundo. Al mismo tiempo -y sin que sea necesariamente una contracara- crece Internet y también las ediciones on line de los principales diarios argentinos.
Los «reality shows»
En otro orden, y generando un espacio para la polémica encendida, los reality shows se instalaron en el escenario televisivo, con programas como El Gran Hermano, Expedición Robinson y otros, que siguen más o menos fielmente modelos ensayados en otras partes del mundo. La revista MedioMundo dijo en abril pasado sobre este tema: «si a un canal de TV se le ocurría importar el formato del Gran Hermano, no podría sucederle sino el más rotundo de los fracasos: un éxito de audiencia sin precedentes».
Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.
Nota
Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.
Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos Juan Valeiro
El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.
Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.
Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.
Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.
La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”.

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:
- “Que no te vendan gato por león”.
- “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”.
Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:
Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.
Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.
Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.
Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.
Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.
La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.
Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.


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