Sigamos en contacto

Nota

Sellos independientes: la música por abajo

Una charla en Mu Punto de Encuentro reunió a siete sellos musicales independientes para hablar de la escena. Cómo trabajan, cuáles son las tendencias y qué falta.

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una charla en Mu Punto de Encuentro reunió a siete sellos musicales independientes para hablar de la escena. Cómo trabajan, cuáles son las tendencias y qué falta.

Sellos independientes: la música por abajo
Una lectura de la época requiere tener atentos los cincos sentidos, entre ellos, el oído para escuchar, además de los bocinazos, música. La radio, la televisión y los afiches en la calle pueden aportar algunos nombres, estribillos y melodías pero, como todo lo que pasa por esos medios, siempre el iceberg es más grande – y más sólido- que la punta.
Hablar de sellos discográficos puede resultar anacrónico si todavía los pensamos, como su nombre indica, como meras etiquetas que se imprimen justo en el final del proceso de creación: una especie de apadrinazgo que funcionó durante muchos años, que tuvo sus auges y sus fracasos y que hoy subsisten, con el mercado a la baja de discos, manoteando otro tipo de lobbys.
Los sellos independientes arman su caminito al costado del mundo. Son jóvenes, son muchos y funcionan en la práctica como equipos de trabajo que se encargan no sólo de las copias físicas del CD (con variantes de vinilo y casette, por ejemplo), sino de la producción y comunicación de bandas también independientes. Muchas veces son las propias bandas las que integran sus propios sellos, como el caso de Elefante en la habitación, que reúne a seis grupos: “Laburar con 20 bandas no nos sirvió: no había criterios conjuntos. Ahora somos una mesa de trabajo de cuatro personas que nos reunimos todas las semanas. Incluir nuevos artistas es una discusión íntima de la mesa que tiene que ver con la construcción de una relación de confianza. Si nos encanta la música que hace una banda, nos preguntamos, ¿pero se puede laburar? ¿Queremos laburar con ellos?”
Cincope, otro de los sellos que se sumaron a la charla, edita a artistas en formatos de cassete y vinilo, como variantes artesanales que suman originalidad a la oferta: “En mi caso no conocía a ninguna de las bandas. Las bandas que me gustan, las veo en vivo y si pareció que daban un buen show, después intento conocerlos, miro si quieren una cosa parecida a la que yo buscaba. Y ahí es cuando la banda se suma al sello».
Azione Artigianale, por su parte, es el sello de Pez, una de las bandas del under más convocantes, más respetadas y más antiguas en esto de producirse a sí mismas: “A nosotros nos pasa que nos dejan una cantidad de mensajes de gente mandando demos. Les contesté uno por uno y dije: si querés editarlo, juntante con tus amigos, nosotros no lo vamos a hacer, pero vos lo podes hacer, no nos necesitás”, dijo Molly, la única mujer representante en la mesa.
Sellos independientes: la música por abajo

Autogestores

La de Pez es una de las voces cantantes que envalentonaron a muchas otras bandas que ven en ellos un referente en la forma de laburar (y de tocar). Lo que sumaron las nuevas generaciones, las nuevas bandas y los nuevos sellos fue, a ese “basta, lo hacemos nosotros”, un “lo hacemos juntos”.
Elefante en la habitación: “En nuestro caso el ´lo tenemos que hacer nosotros es clave´. Elefante nació como un colectivo de músicos que metían su proyecto musical, pero muchos de los de esta mesa de laburo desarrollamos nuestra capacidad de producción y gestión a la par de lo artístico, convirtiéndonos en músicos gestores. De pronto yo me encuentro haciendo tareas de planificación completamente alejado de mi creación musical”.
Alto: alguien nombró la palabra “gestor cultural”. En la mesa estuvo Pablo, que se definió como gestor cultural y explicó las responsabilidades del mote: “La gestión tiene que ver por un lado con administrar los recursos con los que contamos dentro de un proyecto, y por otro lado generar un plus. En términos quizá no tanto creativos, porque eso es del artista, sino más bien en ayudarlo con la producción, comunicación, financiamiento… Está bueno estudiarlo y está bueno aprender a gestionar la cultura. No solo hacerlo como vocación sino usarlo profesionalmente, entenderlo como una práctica profesional que hay que ir desarrollando, que es muy práctica, porque no hay mucha teoría sobre cómo hacer gestión cultural”.

Dentro del gran paraguas que es la cultura, ¿qué particularidades tiene “gestionar música”?

Fuego amigo, uno de los sellos más prolíficos de la mesa (97 discos), se cargó la respuesta: “El volumen. Creo que hay una producción, al nivel que trabajamos todos, que nos adaptamos a cualquier situación que surja, pero uno siempre quiere producir un poquito mejor. Un poco más de esfuerzo, de ingenio… Es complicado organizar giras al interior y que sepamos que va a estar buena la fecha, que podamos producirlo correctamente. Y cuando uno confía una gira en el interior ya depende de producción de terceros, ciertos gastos que se puedan cubrir. En ese sentido uno confía en que el interior se produce cada vez mejor. Paraguay, Posadas, Resistencia, Corrientes, por ese lado hace un tiempo era complicado y hoy ya hay bandas que hacen lo mismos que nosotros acá. Es un corredor que se va abriendo nuevo, con gente nueva que está aprendiendo a hacer con la misma profesionalidad que hacemos nosotros acá. Con menos recursos también.
Elefante: nosotros laburamos la idea de los “aliados”, ya sean salas de conciertos en otros lugares, lugares para tocar, sellos, gestores. Un productor, una persona de confianza para intentar hace un ida y vuelta. El modelo nuestro es “primero invitar”. Producíamos ciclos y el concepto era invitar a una banda del interior, con una banda del sello. Y eso estuvo buenísimo, porque los ves laburando. O a veces te encantó la música de la banda pero no laburaría nunca más con la banda. Y así se va construyendo una red de gente con la que se puede laburar, y es muy importante. Es entenderse como un sector, no somos proyectos que estamos ahí flotando. Necesitamos que todos laburen mejor: músicos, managers, productores. Necesitamos que se fortalezca todo el sector.

Lugares y movidas

Otro de los sellos que compartió su experiencia, Dojo discos, criticó en ese sentido la falta de lugares y apuntó a los bolicheros: “Buscan la rentabilidad de la cerveza, te da un arreglo de mierda y le llenes o no le llenes nunca se va a arriesgar. Y el centro cultural que por ahí te pone una movida más acústica, más chiquito, más grandes, te dicen lo mismo: si no metes 100 personas… Son todos iguales. Hay 2 o 3 lugares de la ciudad que no les importa la puerta, pero por ahí tienen deficiencia de sonidos: Mi casa, Naranja verde, Casa Trash. Cada vez hay menos lugares y la verdad que nuestras bandas son un sonido bastante fuerte y un poco experimental, y cuesta.
Pablo: Hace 10 años fue Cromañón en esta ciudad y eso generó un resquebrajamiento del under. Con los sellos de gestión colectiva, como gestores culturales, también hay que exigirle al Estado que genere variantes, que ayude a recomponer toda esa trama que se fue degenerando y que hoy se ve en que no hay lugares.
Solo le pido a Dior: En Argentina yo veo cada vez más bandas, cada vez más sellos, cada vez menos lugares.
Azione: no sé si estoy de aceurdo con que no hay lugares ni hay movida. Hay mucha oferta. El avispero está agitado, no es que es una plancha total como cuando recién pasó Cromañon. Está todo caótico y está bueno también, ya va a ir encauzando…
Solo le pido a Dior: en Capital estamos perdidos. Más arriba de Niceto no hay nada.
Azione: …o la Clandestina es una fiesta bastante main, que tocan bandas que están buenas pero te tenés que fumar los payasos, la espuma, y vos lo que querés ver es la banda.
Varios: Pero también hay gente que va por los payasos y la espuma.
Azione: hay muchísimas bandas, muchos sellos, pero faltan en proporción productores. Gente que quieran armar movidas.

Main o under

La discusión sobre los lugares, las movidas y los públicos derivó en una pegunta de base: pero, ¿a dónde se quiere llegar? Aparecieron las palabras “pegarla”, “éxito” y otras más propias de la escena, como el mainstream y el under. El intercambio, que va aquí abajo, demuestra que las bandas y sus sellos van en busca de una medida propia que les permita, más que hacer un negocio rentable, volverse sustentables. Las claves: tocar mucho y sacar discos año a año.
Azione: Me cuesta pensarlo de manera general porque cada proyecto artístico tiene como un objetivo que no necesariamente tiene que ser “pegarla”. Llámese pegarla tocar en el Personal Rock… Ahí me parece que está la gracia: cada artista hace su laburo.
Lautaro, de Dojo: yo creo que es mentira que no quieren pegarla. Para eso te quedas en la casa tocando la guitarrita. Después esta la diferencia entre que considerás vos pegarla.
Ivo, de Monqui Albino: cada uno tiene su idea de la música. Yo si le toco cuando sea abuelo canciones a mis hijos, está bien, por ahí es demasiado romántico… Pero creo que los proyectos tienen sus procesos, sus tiempos y vivir cada momento. En Monqui Albino ninguno planea ser un rockstar.
Fuego: de movida creo que le estamos pifiando a los términos. Hoy por hoy lo importante es otra cosa: tener un catálogo copado, que la música trascienda hasta cierto nivel, que la gente la pase bien en un recital… Aún con las diferencias, se dejaron situaciones muy clásicas de que está bueno ser manistream y peor ser under. Obviamente queremos producir mejor, tener más recursos, que venga más gente, pero eso es paulatino.

Estado y mercado

Si la pregunta que sigue es qué falta, o cuál es el eslabón de la cadena más débil, en tiempos electorales la discusión pasa por los apoyos, recursos, fomentos, programas que abrió el Estado en estos años, y cómo pinta la que se viene.
Elefante: Nosotros aprovechamos todas convocatorias, como el programa Recalculando que acompaño los sellos de gestión colectiva… Creímos en el Estado ayudando a financiar algunas cosas de los proyectos y es una cagada que venga un gobierno que pareciera que va a ser otro tipo de políticas. Pero estamos curtidos y si tenemos que laburar sin acompañamiento, estamos preparados.
Dior: el Estado siempre va detrás. Me parece mucho más importante el trabajo nuestro propio, porque el día de mañana te cambia la política y vos quedas culo para arriba. En cambio nosotros siempre vamos a seguir trabajando.
Elefante: esta buenísima la ayuda del estado en pos de que se desarrolle el sector. No que pase que es este año saqué el disco barato porque me dieron plata y después no pude sacar más discos.
Fuego Amigo: hay que ser cuidadoso en eso. Los favores también generan cierta dependencia. Sea el estado de Buenos Aires o nacional, sabíamos que estamos haciendo un poco su juego. Nos interesa tomar distancia y saber que dependemos de nosotros, no de favores. Y ver qué pasa. Utilizarlo cuando haya algo interesante, cuidado, que sirva. Hay que exigir pero al mismo tiempo uno tiene que imponerse. Este finde semana todos tenemos que tener una fecha, un evento, y uno se va ganando ese lugar de a poco.
La charla culmina hablando de música. Para contraponer a las piedras en el camino, todos en la mesa coinciden en la calidad de los proyectos con los que trabajan. El que se carga la respuesta es Ivo, desde su termómetro casero de recibir artistas todas las semanas según su ciclo “Musiquita en la cocina”, que puede verse por Youtube:
Ivo: Hay perfiles de todo, generalizar no se puede. Todos tenemos acceso a poder generar nuestro material, y esa libertad también está del otro lado: en el acceso a la información. No creo que haya patrones muy definidos. Sí creo que hay escenas dentro de las escenas. Pero creo que todos tratamos de hacer las cosas cada vez mejor y de generar un buen acontecimiento. Que el recital esté bueno, que el disco esté bueno, que circule, que sea sustentable…
Cincope: Las bandas argentinas están en primer nivel, a nivel internacional. A nivel escena, hay que seguir trabajando. En eso estamos.

Fotos de Ignacio Yuchark

Nota

Proyecto Litio: un ojo de la cara (video)

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

En un video de 3,50 minutos filmado en Jujuy habla Joel Paredes, a quien las fuerzas de seguridad le arrancaron un ojo de un balazo mientras se manifestaba con miles de jujeños, en 2023. Aquella represión traza un hilo conductor entre la reforma (in) constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Pero Joel habla de otras cuestiones: su pasión por la música como sostén. El ensayo artístico que no se concretó aquella vez. Lo que le pasa cada día al mirarse al espejo. La búsqueda de derechos por los hijos, y por quienes están siendo raleados de las tierras. Y la idea de seguir adelante, explicada en pocas palabas: “El miedo para mí no existe”.

Proyecto Litio es una plataforma (litio.lavaca.org) que incluye un teaser de 22 minutos, un documental de casi una hora de duración que amplía el registro sobre las comunidades de la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, que a la par es zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. 

Además hay piezas audiovisuales como la que presentamos aquí. La semana pasada fue Proyecto Litio: el paisaje territorial, animal y humano cuando el agua empieza a desaparecer.

Esos eslabones se enfocan en la vida en las comunidades, la economía, la represión y la escasez del agua en la zona.

Litio está compuesto también por las noticias, crónicas y reportajes que venimos realizando desde lavaca.org y que reunimos en esta plataforma.

Un proyecto del que podés formar parte, apoyando y compartiendo.

El video de 3,50 minutos

Seguir leyendo

Nota

Orgullo

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.

Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.

Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.

Eso es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.

Y no es Orgullo.

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Orgullo

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Seguir leyendo

Nota

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los  libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?

El podcast completo:

Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.068