Nota
Testimonio de Nilda Eloy: «Esto es el infierno y de acá no se sale»
La declaración completa de Nilda Eloy, detenida-desaparecida junto a víctimas de La noche de los lápices, embarazadas, obreros, médicos, profesores y estudiantes. «Esto es el infierno y de acá no se sale», le decían sus torturadores.
«Fui secuestrada el 1° de Octubre de 1976, de la casa de mis padres, donde vivía, en la ciudad de La Plata. En el momento del secuestro yo dormía en la habitación que compartía con mi hermana. Se escuchó un ruido terrible cuando abrieron la puerta.Era un grupo de más de 20 personas al mando de Etchecolatz , a quien reconozco años más tarde al verlo por televisión. Preguntaron por Jorge Falcone, dando por sentado que era mi marido, revolvieron todo y me llevaron a borde de un Dodge 1500 color celeste. Después de haber andado durante aproximadamente media hora, me hicieron bajar y caminar por una vereda angosta, de baldosas. Bajamos pocos escalones, me tiraron en el piso, luego me llevaron a otra habitación, me hicieron desnudar y acostarme sobre un elástico al que me ataron. Comenzaron después a torturarme con picana y golpes. Cuando todo había terminado, escuché como que pasaban a otro lado y reconocí la voz de uno de ellos ( Osvaldo Lara, Oficial de Policía de la Provincia de Buenos Aires), quien era amigo de mi madre y de su familia desde su infancia. Como una estúpida, le pedí ayuda y todo volvió a empezar de nuevo como en una pesadilla. No sé si él me torturaba o solo gritaba y me miraba, después me dejaron tirada en el piso, en un lugar de mucho movimiento, muy cerca de una cocina. Nos pusieron en fila india en el piso porque- decían- arriba no había más lugar. La noche en que me llevaron allí, pasaron por ese lugar más de veinticinco personas. Al día siguiente me levantaron, me llevaron a otro ambiente y me sentaron en una silla chiquita, como de Jardín de Infantes. El que me interrogaba era nuevamente Etchecolatz, reconocí su voz, me dijo que ya sabían quién era yo, que no era la mujer de Falcone y comenzó a preguntarme por personal del Sanatorio Argentino- lugar en el que yo trabajaba-.Le aclaré que todo cuanto yo pudiera haber dicho durante el interrogatorio era mentira, y que yo no sabía nada. Dio ordenes de que me llevaran y por primera vez pude ir al baño ( era una letrina).Para llegar al mismo había que bajar escalones. Cuando iba al baño sentí que había otras personas en el piso, muy cerca. Me dejaron, en total, tres días tirada en ese lugar cercano a la cocina.
Por confrontación con otros exdetenidos, supe luego que aquel lugar era el Centro de Detención Clandestino (CDC) llamado La Cacha.
Con respecto a los represores en ese lugar, puedo dar testimonio de la presencia( además de Osvaldo Lara) de un cura que hablaba con acento español y usaba zapatones negros acordonados-como los que usaban algunos sacerdotes- y «El Francés» , quien era como un especialista en interrogatorios, que se trasladaba a diferentes CDC y a quien yo escuché cómo interrogaba, tanto en La Cacha, como en el Pozo DE Arana y el Vesubio. Olía a perfume y hablaba como una persona con mejor preparación que el resto.
De las personas allí detenidas, recuerdo a Alberto Rudiez .
Entre el 3 y 4 de octubre fui trasladada hacia otro CDC llamado Pozo de Quilmes, junto a casi treinta personas, en un camión, De aquellas personas recuerdo a Horacio y su compañera Angélica o Angelita, quien era profesora y estaba herida en una pierna por un tiro.
Durante el traslado nos hicieron un simulacro de fusilamiento en un lugar que, por la distancia recorrida y el olor a pasto, supusimos que era el Parque Pereyra Iraola: nos bajaron de a grupos, nos obligaron a arrodillarnos en el suelo y nos gatillaron con un arma descargada en la nuca.
Cuando llegamos al Pozo de Quilmes, nos hicieron subir por una escalera que estaba en el exterior del edificio. No recuerdo si me llevaron al segundo o tercer piso. Me metieron en un calabozo. Al poco tiempo se abrió la puerta, me sacaron y me encerraron en un baño junto a otras personas, para que nos higienizáramos. En adelante esto se repetiría de la misma manera: nos encerraban, nos daban unos minutos y luego nos gritaban para avisarnos que debíamos volver a tabicarnos ( vendarnos los ojos) antes de salir. En el baño había tres o cuatro inodoros y una mesada con piletas. En ese lugar me encontré con chicas que tenían entre trece y catorce años, secuestradas durante la llamada Noche de los Lápices. Eran todas alumnas de escuelas secundarias. De ellas recuerdo a Emilce Moller, y supe que en otro piso estaba Claudia Falcone, aun con vida.
Ya de vuelta en el calabozo, fui revisada por un médico que había ido preparado, con un frasco de Pancután, ( médicamente dermatológico para curar quemaduras)
Permanecí tres días en el Pozo de Quilmes. Luego fui trasladada a otro CDC llamado Pozo de Aarana, junto con Nora Ungaro y otros cuatro detenidos.
Allí nos prepararon para liberarnos, es decir, nos dieron una serie de instrucciones acerca de cómo debíamos comportarnos luego de ser liberados. Fueron sacando a los prisioneros por tandas, dejándome para el último turno. En ese interín hubo un cambio de guardia y mi nombre apareció borrado de las listas, de modo que mi liberación no se concretó.
Días después, el 13 de octubre de 1976, un grupo de prisioneros fuimos trasladados a la localidad de Banfield, al CDC llamado el Vesubio, junto con: Horacio Matoro, Haydee Lampugnani de Días ( «Changuita Díaz»), Inés Pedemonte, Graciela Jurado, Mendoza Calderón (» el Piura», estudiante de cinematografía de la Escuela de Bellas Artes de La Plata), Ricardo Salerno ( » el dueño», hermano de «El Zorro Salerno», actualmente desaparecido) y el «Pingüino Barry».
El traslado se hizo en dos autos, por una ruta y luego desviando por un camino de tierra hasta una zona que parecía descampada. La construcción constaba de dos edificios tipo chalet, de plantas bajas. Nos bajaron en una especie de garage, nos hicieron caminar por un pasillo que parecía una galería cerrada con piso de cerámicos rojos, luego por otro pasillo hasta un lugar en el que quedamos las mujeres, mientras a los hombres los condujeron más adelante, siempre por el mismo pasillo.
El régimen dentro de este centro era más flexible, había algunos guardias que dependían de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, la mayoría muy jóvenes y vestían de civil. Cuando llegaba el personal del Ejército, las medidas eran más estrictas: no se nos permitía quitarnos las vendas de los ojos y permanecíamos todo el tiempo con ataduras en las manos. El personal provenía del Regimiento La Tablada.
El baño estaba afuera, como en los fondos, y no tenía puerta. Parecía dar a un lugar descampado. También había una parrilla muy grande donde solían hacer asados. En estas oportunidades, a veces, nos dejaban transitar por allí destabicados y sin ataduras en las manos para que viéramos cómo disfrutaban de los asados. Los guardias también se divertían – cuando íbamos al baño- mojándonos con mangueras.
En el interior, además del pasillo que conectaba los dos ámbitos en que nos separaban a las mujeres de hombres, había una sala de torturas.
Puedo testimoniar sobre la presencia de una ciudadana alemana-paraguaya, llamada MARLENE KEGLER KRUG, quien había sido secuestrada en Paraguay, tenía cerca de veinticinco años, era rubia y muy delgada. También había una mujer que estaba embarazada de siete meses, proveniente del Gran Buenos Aires.
Al Vesubio concurría EL FRANCES, exclusivamente para los interrogatorios.
Permanecimos en ese CDC hasta el 31-10-76, día en que nos trasladaron, al mismo grupo, al centro clandestino llamado El infierno. Por informaciones posteriores supimos que se trataba de la Brigada de Investigaciones de Lanús, con asiento en Avellaneda.
Este Centro era denominado El Infierno por sus represores. «Ustedes están en El Infierno»- nos decían-«de aquí no se sale».
Nos metieron a todos en el mismo calabozo, cuyas dimensiones eran de 1 por 2 metros aproximadamente, todo de cemento. Allí debíamos turnarnos para poder dormir unas horas: tres quedaban semiacostados y el resto, parados, situación que llevó algunos ensayos hasta lograr las posiciones adecuadas. Un ínfimo espacio, lo reservábamos como » baño».
Las condiciones en El Infierno eran durísimas. Allí permanecíamos todo el tiempo con las manos atadas atrás, tabicados, encapuchados, y en ocasiones (según la guardia) con los pies también atados.
A los pocos días, fueron trasladadas seis de las personas que estaban conmigo y quedamos Horacio Matoso y yo. Haydee Lampugnani, Graciela Jurado, Mendoza Calderón y Ricardo Salerno fueron llevados a Campo de Mayo para ser trasladados desde allí, en avión, a la Provincia de Córdoba.Llegaron a Córdoba solamente Haydee y el «Dueño» ( Ricardo Salerno). De Graciela Jurado y Mendoza Calderón no supimos nunca más.
Después de este traslado, Horacio Matoso y yo fuimos separados.Entonces comenzó para mí la etapa más terrible. El hecho de ser la única mujer (con permanencia estable en el lugar), era aprovechado por los interrogadores para torturarme con el fin de escuchar gritos de mujer ( así me lo hacían saber). Les hacían creer a los otros detenidos que mis gritos eran de sus madres, hermanas o hijas, como otra forma de tormento. Los tipos de tortura, vejámenes que padecí en aquel centro, son algo de lo cual no puedo aun comentar en su totalidad.
En cuanto a las condiciones de vida, se nos mantenía dándonos agua cada 4 ó 5 días, y algunas cucharadas de comida cada 15 o 20 días. Como consecuencia de esto, algunos prisioneros no resistían y morían por inanición.Sus cadáveres quedaban, a veces hasta 2 y 3 días en los calabozos. Es imposible describir lo que significaba con la muerte de esa manera, cosa de la cual los represores se ufanaban.
En El Infierno había un hombre a quien se lo conocía como » el Abuelo» y era llevado a La ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) para torturarlo. Cuando yo llegué a ese centro, el hombre ya no tenía dedos en las manos ni en los pies.
La mayoría de los detenidos que pasaban por ese centro eran obreros de distintas fábricas del Gran Buenos Aires. Recuerdo a una chica que había sido secuestrada junto con su hermano y que, a pesar que era ciega, la obligaban a usar igualmente tabique y capucha.
También estuvo conmigo una señora que tenía ochenta y cuatro años, quien había sido llevada luego de la destrucción de su casa y de toda su familia, habiendo sobrevivido a tamaña represión, ella y un nietito, escondidos en el baño.
Puedo dar testimonio de los siguientes detenidos en ese lugar: Luis Jaramillo ( cuyo cadáver fue hallado posteriormente en el cementerio de Avellaneda), Carrizo, Lafleur («Chicho»), Santos («Cuotita», obrero) y José Riso o Risso.
El personal permanente del lugar era de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, y alternativamente personal del Ejército.
El Infierno funcionaba como destino final de prisioneros. Era común que sacaran grupos de 4 a 5 detenidos para lavarlos y vestirlos, supuestamente para luego liberarlos. En realidad, se los fusilaba y después hacían aparecer el hecho como un » enfrentamiento entre fuerzas de seguridad y guerrilleros». Cuando la patota regresaba de dicho operativo, hacían comentarios irónicos al respecto, para enterarnos de lo realmente ocurrido. Durante el rito macabro de preparación de los prisioneros, los represores observaban que estuvieran aseados, peinados, prolijos. Así, sabíamos que cuando esto sucedía, venía la muerte.
El 31 de diciembre de 1976, Horacio Matoso y yo fuimos trasladados en una camioneta, tapados con mantas y cajas, a la Comisaría 3ra. De Lanús con asiento en Valentín Alsina. Allí fuimos depositados con orden de incomunicación. Ante nuestro estado crítico y una vez que se hubo retirado el personal del Ejército, el Comisario de dicha Seccional se apiadó de nosotros y ordenó que nos llevaran con los detenidos que ya estaban allí(también en condiciones ilegales).Ordenó también que nos quitaran las capuchas y tabiques y envió a alguien en busca de una balanza para pesarnos. Horacio Matoso había perdido 25 kg y yo, de 49 kg. Que pesaba, tenía 29 kg. En ese momento. No podía caminar por mis propios medios ni mantenerme en pie, y ante la luz no veía. Esa noche comimos, era fin de año. Tuve que aprender poco a poco, todo de nuevo: a escribir, caminar, leer correctamente, a dormir en un colchón. Fui puesta en una celda donde me reencontré con Emilce Moller, Patricia, Mercedes Borra ( correntina, de la localidad de Santo Tomé, catequista), una chica embarazada, Eduardo Schaposnik ( médico de la ciudad de La Plata).Dado que el padre de Emilce era comisario retirado, a través de él fue posible conseguir permisos de visitas familiares, trámite este que los familiares debían realizar personalmente ante Camps (Jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires), en el Departamento Central de Policía. Allí tuve por primera vez desde mi secuestro, contacto con mi familia, aunque los detenidos permanecíamos allí en forma ilegal
A fines de enero trasladaron a las mujeres, salvo a Mercedes Borra y a mí, a la cárcel de Devoto. Mercedes fue trasladada en el mes de abril y hasta agosto del año 1977 yo quedé sola otra vez, con todo el terror que ello implicaba para mí.En agosto del mismo año, fui trasladada a Devoto a disposición del PEN ( Poder Ejecutivo Nacional) donde volví a encontrar a Haydée Lampugnani, quien había sido trasladada a la cárcel de Devoto desde el Penal de Córdoba. Juntas pudimos reconstruir parte de la historia de sus traslados desde EL INFIERNO a Córdoba, donde había pasado por los CDC La Perla, La Rivera y Penal).
En la cárcel de Devoto estuve desde el 22 de agosto de 1977 hasta fines de noviembre de 1978, en que fui definitivamente liberada, desde Coordinación Federal (Policía Federal). Días antes de mi liberación, mi madre fue citada por el Coronel Omar Riveros en el Ministerio del Interior, Capital Federal, quien con una ficha mía en sus manos dijo que » en una fuerra siempre se cometen errores», que yo » debía volver a la Universidad» y que en caso de tuviera «algún inconveniente» debía recurrir exclusivamente a él.
De Coordinación Federal fui liberada en horas de la madrugada, sin mi documentación, junto con una chica tucumana ( de la localidad de Monteros)
Durante mi cautiverio en la Cárcel de Devoto, una delegación de la Cruz Roja de Suiza llegó al penal y ante ellos di mi testimonio en francés, dada la presencia de personal penitenciario, lo cual me permitió realizar una denuncia válida».
Nota
Atlanticazo número 24 contra el loteo del mar

Las Asambleas por un Mar Libre de petroleras que ya llegan a gran parte de las costas argentinas realizaron una nueva movilización (la número 24) como todos los 4 de cada mes. En Mar del Plata, donde nació esta movida, fueron desde la Municipalidad hasta la Playa Popular, para manifestarse entrando al mar contra la pretensión de explotar las profundidades marinas sin licencia social y sin que se conozcan las consecuencias ambientales que se generarán. Luego hicieron una fogata contra el extractivismo.
La fecha es heredera y homenaje a las marchas antimineras que se producen también los días 4, desde que Esquel inauguró ese hábito social y ambiental en 2002. Este lunes hubo marchas entonces no solo en Mar del Plata sino también todo Chubut. Son las últimas previas a la asunción de un nuevo gobierno. En Mar del Plata, todo estará luego dirigido al 4 de enero, plena temporada, cuando además se cumplirán dos años del primer Atlanticazo. Como lo reflejó esta página el mes pasado, distintas localidades costeras del país se sumaron también este 4 a toda esta movida socioambiental en defensa del mar. (La revista MU está preparando una producción especial sobre el tema para la edición de diciembre, tras haber viajado a Mar del Plata).
¿Qué es el bombardeo acústico?
La asamblea hizo llegar a lavaca el mapa que refleja el parcelamiento del mar que están obteniendo las petroleras para realizar sus actividades, con notable colaboración de la política oficial y la judicial (Corte Suprema) en contra del medio ambiente. Ya son 38 «bloques» destinados a esas empresas, cuenta Silvina Álvarez, integrante de la asamblea: «Esto implica a toda la franja costera y a territorios que van a estar impactados. En Mar del Plata tenemos un sector del puerto que se le concesionó gratuitamente a Equinor, una corporación que trabaja con YPF». Se desconoce aun si los anuncios de motosierra llegarán a este gasto público.

El mapa muestra que el Mar Argentino fue sometido a una suerte de fraccionamiento: la gran zona rosada que acompaña al 70% de las costas es la que corresponde a las llamadas “prospecciones” que en la práctica implican una búsqueda sísmica mediante violentos y permanentes bombardeos acústicos para detectar áreas petroleras, causando estragos en la fauna marina, especialmente las ballenas, “destruyendo el ecosistema marino, que juega un rol fundamental en la absorción del dióxido de carbono atmosférico y la mitigación del cambio climático” explica la asamblea. “Es como si fuera todo el estruendo de cohetes de un año nuevo, pero dentro del mar y durante tres meses seguidos” explicó Silvina Ávarez a lavaca.
Esa acción sísimica de las naves de las corporaciones fue iniciada casi sin conocimiento público durante el gobierno macrista.
El resto de las zonas coloridas que se observan representa las áreas de exploración tanto en el norte como en el sur del Mar Argentino, con el nombre de las corporaciones encargadas de cada parcela.

El no cambio climático
Sobre la marcha en Mar del Plata contó Jazmín Safi a lavaca: “Tuvo muy buena convocatoria, más tratándose de un lunes, y apuntando a la acción del mes que viene, cuando cumplamos los dos años del primer Atlanticazo”.
El documento marplatense plantea un panorama sobre el presente: “En 6 días asume la presidencia Javier Milei, con promesas de más ajuste, más entrega y más represión. Los planes de la ultraderecha son profundizar el camino ya trazado por los anteriores gobiernos. Por eso es tan importante que hoy estemos en las calles, demostrando que gobierne quien gobierne seguiremos peleando por nuestros derechos y que no abandonaremos la defensa de los territorios y la vida”.
Sobre la extraña COP 28 (Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) que se desarrolla en Dubai, capital de un enclave justamente petrolero como Emiratos Árabes, plantean los asambleístas: “Esta reunión donde gobiernos y empresas se deben comprometer con acciones para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y evitar así el colapso climático que pone en riesgo la supervivencia de numerosas especies incluida la nuestra, paradójicamente se está desarrollando en Dubai, demostrando el poder de la industria petrolera mundial que sigue condicionando las políticas ambientales destinadas a frenar el aumento de la temperatura global”.

Dato sobre la representación argentina: “La delegación argentina está encabezada por Cecilia Nicolini, Secretaria de Cambio Climático, quien es responsable de haber firmado cada una de las Declaraciones de Impacto Ambiental a los proyectos de exploración sísmica y pozo exploratorio presentados por las corporaciones petroleras, luego de realizar falsas Audiencias Públicas, incumpliendo así tratados internacionales como el Acuerdo de París y el Acuerdo de Escazú”.
Contaminación, negacionismo y otros
¿Cuál es la situación actual? El documento marplatense informa: “Mientras tanto, el buque BGP Prospector sigue desplazándose a su antojo por las costas bonaerenses hasta las de Río Negro y Chubut, bombardeando el mar y destruyendo el ecosistema marino, que juega un rol fundamental en la absorción del dióxido de carbono atmosférico y la mitigación del cambio climático. Por su parte, el Estado nacional a través del Consejo Federal Pesquero y la Armada Argentina, rechazaron el pedido del Instituto de Conservación de Ballenas para relevar datos sobre los efectos de la sísmica en curso, porque podrían “entorpecer la prospección”. Así se demuestra nuevamente una profunda sumisión a los intereses de las corporaciones”.

La asamblea repasa otros conflictos del presente, como el caso de la Legislatura rionegrina, que votará esta semana tres leyes pro mineras con lo que se habilitaría la megaminería y el negocio inmobiliario en zonas resguardadas hasta ahora, “intensificando el saqueo y el despojo a las comunidades”.
Sobre el poder judicial: “Una justicia que sigue operando en favor de proyectos extractivistas como la Ley de Semillas avalada por un fallo de la Corte Suprema de la Nación en el que se le reconocen derechos de patente sobre las semillas a la corporación Bayer Monsanto, y que a su vez se niega a admitir la causa contra la empresa contaminante Porta hermanos, presentada hace más de tres años por vecines de Córdoba Los mismos jueces que se expidieron contra el recurso de queja presentado por organizaciones y abogades, dando así luz verde al proyecto petrolero offshore”.

Dos lemas asamblearios cierran el documento: “Somos mares, somos naturaleza, somos comunidades costeras” y “No es no”. La próxima marcha será con un gobierno cuyos candidatos han planteado públicamente que contaminar el agua no es un problema ni un delito, que niegan el cambio climático y que agitan la amenaza de represión como su modo de entender la convivencia democrática.

Nota
297 femicidios y travesticidios en lo que va del año: datos del Observatorio Lucía Pérez

De enero a noviembre de 2023 el Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestionado y público de violencia patriarcal, registró 297 femicidios y travesticidios en todo el país. Como resultado de estos crímenes se registraron además 233 huérfanxs por femicidios, un drama silenciado del cual es necesario hablar.


No son cifras y por eso en nuestro padrón se visualizan sus nombres, edades, dónde vivían y cómo sucedió el femicidio, entre otros muchos datos que permiten dimensionar el problema.
Solo un caso entre cientos: Evangelina, de Mar del Plata, estaba a punto de ser abuela. Sus 5 hijas presenciaron el crímen; la más pequeña, con 3 años, marchó con la foto de su mamá por las calles de la ciudad costera reclamando justicia. Fue una de las 391 marchas y movilizaciones contra la violencia patriarcal que registramos durante el año.


Registramos además 312 tentativas de femicidios. En noviembre uno de estos crímenes fue contra una mujer de 31 años que está embarazada de 6 meses.
Este 2023 registramos 120 desaparecidas. Y llevamos 1023 días preguntándonos ¿dónde está Tehuel de la Torre?

El Observatorio Lucía Pérez es una herramienta de análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca. Se elaboran una serie de padrones que compartimos en la web de manera libre, los cuales comenzaron a confeccionarse en talleres que realizamos con víctimas de violencias, familias sobrevivientes de femicidios, organizaciones sociales y activistas del movimiento trans. Los datos así recogidos, sumados al seguimiento de lo publicado en medios de todo el país, son luego chequeados y precisados con fuentes judiciales y periodísticas.
Todo la información que producimos es de público y libre acceso en www.observatorioluciaperez.org
Nota
Madres de Plaza de Mayo: rondar el presente

La Ronda de Madres de cada jueves como lugar de encuentro, denuncia y reflexión, desde los 12 hasta los 93 años. Elia Espen y lo que vienen pidiendo hace más de 40 años. Por Lucas Pedulla
Tiene 12 años, se llama Catalina y es la primera vez que viene. «Es hermoso», dice, con brillo en los ojos, después de tomarse un tren y un subte desde Lomas de Zamora, sur del conurbano, con su tía Daniela, para venir a la ronda de las Madres en Plaza de Mayo, segunda después del triunfo de Javier Milei en el balotaje presidencial.
La caminata la encabezan Nora Cortiñas y Elia Espen, Madres de Plaza de Mayo de la Línea Fundadora. Hay menos personas que la semana pasada, pero el movimiento sigue siendo vital para pensar esta época.
Catalina, por ejemplo, cuenta que en su colegio se discutió mucho durante las elecciones, y si bien fueron pocos los compañeros que apoyaban a Milei, lo hacían con argumentos que le parecían extraños: «Hablaban de la dolarización y pedían que vuelvan los militares».

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Zurda vas a correr
Daniela –31 años, preceptora– abre los ojos: «¿Por qué será que siendo tan jóvenes crean eso? Soy docente y he tenido problemas por tratar de frenar esos discursos. Tenía estudiantes que me chicaneaban, y aun si lo hacían para hacerme enojar, eran chicanas violentas: ‘Se te acaba la joda’, ‘viene el Falcon verde’. Mi otro sobrino, el hermano de ella, me dijo: ‘Zurda vas a correr’. Tiene 10 años».
¿Dónde vio eso? «En Tik Tok», dice. Catalina suma su visión: “Hay mucho Tik Tok y mucha violencia. Las redes sociales no ayudan para nada”. Daniela piensa que son necesarias nuevas formas de comunicar: “Trato de dar información, hablar con mi mejor tono, y enfatizar los ejemplos: los militares secuestraban personas y las tiraban vivas de los aviones. Pero no cala. En algo estamos fallando. Ahora todo son 10 segundos efímeros”.
De fondo, mientras caminamos, una voz lee nombres:
Lopez Ceferino.
López Bravo José María.
Lópes Calvo María Eugenia.
Son personas que siguen desaparecidas.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
El lugar donde se mira al mundo
Otro de los camina en ronda es Sergio Maldonado, hermano de Santiago, el joven de 28 años que desapareció el 1º de agosto de 2017 en medio de una brutal represión de Gendarmería a una comunidad mapuche en Esquel, provincia de Chubut. Su cadáver, sospechosamente aparecido meses después, fue señalado como efecto de un “accidente”. Eran tiempos de Mauricio Macri como presidente y Patricia Bullrich como ministra de Seguridad. Tiempos en que también fue asesinado por la espalda Rafael Nahuel en la Patagonia. Maldonado está en Buenos Aires porque el 11 de diciembre iba a tener la audiencia de apelación por el intento del juez Gustavo Lleral de cerrar la causa, pero se la postergaron hasta el 28 de febrero.
Percibe, en general, un sentimiento de retroceso: “Todas las instituciones se rompen, como un desmoronamiento general. Ya no es un negacionismo, sino desidia. Hubo una disconformidad que se manifestó, pero también es irresponsabilidad: es triste ver cómo la tercera fuerza se mete ahora a manejar el gobierno, con el discurso de rebeldía, pero el ministro de Economía va a ser el mismo que nos endeudó por 100 años (Nicolás Caputo). Hay un grupo de gente que no votó con el bolsillo, sino de manera irracional”.
No sintió miedo, pero sí preocupación: “Bullrich está coqueteando con el Ministerio de Seguridad, aunque hoy también sonó para Trabajo. Representa dos épocas nefastas, porque como ministra de Trabajo en 2001 ya le recortó el 13% a los jubilados. Y ni que hablar que ahora, si asume en Seguridad, tiene como vicepresidenta a alguien que reivindica el genocidio”.
¿Por qué, entonces, venir a la Plaza? “Quedan poquitas Madres y esto tiene que seguir. Nos encontramos con seres queridos en una misma línea. Capaz no sabés la fecha de cumpleaños, pero es un lugar de reencuentro. Desde acá se mira el mundo y también se interpela a la Casa Rosada. No hay que perder el vínculo con las Madres”.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Pensar todo otra vez
Lua tiene 16 años y Paloma 17. Son estudiantes de cuarto año del colegio porteño Carlos Pellegrini. Paloma viene por primera vez: “Estamos en una situación complicada y ahora, que se está reivindicando la dictadura, es súper importante cuidar la memoria”.
Lua ya vino varias veces: “Se cuestiona algo tan básico que siempre me pareció incuestionable. Y es importante venir para que en las casas se vuelva a hablar”. Percibió que Milei entró en el Pellegrini más silenciosamente, a diferencia de otros colegios donde el apoyo fue más colectivo, precisa: “La mayoría son por las familias; o lo toman como chiste, un meme, algo nuevo; o por la desconfianza en la política. Muchos descreen de lo político, entonces tampoco hablan, por lo general, con alguien que no piensa como ellos”.
¿Qué pudieron hablar post balotaje en el Pellegrini? “Siento que es un momento donde deberíamos hablar más que nunca, pero en mi colegio la juventud no se está pudiendo organizar lo suficiente para pensar estos cuatro años. Recién pasaron dos semanas, pero tuvimos una instancia para hablar y éramos nada más que 20 personas. Siendo un colegio tan politizado, es poco, y hay que replantearnos cosas básicas y volver a esquematizar todo”.
–¿A qué te referís con esquematizar?
–Pensar cómo vamos a salir, cómo van a ser nuestras marchas, cómo nos vamos a cuidar. Probablemente a mucha gente no la dejen ir a las marchas, porque somos pibes de 16, 17, 18 años, incluso menos. Tenemos que ser un gran volumen.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
Me tienen podrida
Elia Espen tiene 93 años. El 18 de febrero de 1977, su hijo Hugo Orlando Miedan Espen fue secuestrado y llevado al centro clandestino de detención y tortura El Atlético. Sigue desaparecido.
«Están diciendo pobrecitos los generales, que tienen que liberarlos, mientras nuestros hijos siguen desaparecidos, fueron tirados al mar –habla, micrófono en mano, una vez terminada la ronda–. Estamos como empezamos: me tienen podrida. ¿Qué más podemos decir? Seguimos pidiendo lo mismo que pedimos hace más de 40 años: verdad y justicia. Estoy escuchando cada cosa por la radio y televisión que me espanta. Todavía no sabemos nada de lo que pasó con nuestros familiares. Ojalá se unan, ustedes, todos. Lo único que tenemos que seguir haciendo es estar juntos».
Luego, le pasó el micrófono a Nora Cortiñas, 93 marzos. Su hijo Gustavo está desaparecido desde el 15 de abril de 1977. Nora habló y dejó frases para tomar apuntes:
- “Todavía este pueblo no llegó a captar los horrores que vivimos durante el terrorismo de Estado porque, si no, las elecciones hubieran sido diferentes”.
- “Vamos a tener que seguir hablando”.
- “Como vienen días muy difíciles tratemos de estar juntas, juntos, y pensar que no queremos que se repita más lo que vivimos”.
- “Tenemos que estar en la calle todo lo que podamos”.
- «En vez de absorber el veneno que tienen les contestaremos con el amor que tenemos».
- “Hay que salir y reivindicar lo que lucharon nuestros 30 mil”.
- “Vengan acá, vengan a acompañarnos porque así vamos a demostrar que exigimos memoria y verdad hasta el final”.
- “A seguir luchando. Vamos a vencer”.
- “No pasarán”.
Voto cansancio
Rocío, 23 años, de Lomas de Zamora, estudiante de Periodismo en la Universidad Nacional de Avellaneda (UnDAV), militante del Movimiento Evita, la escucha con atención. También, es la primera vez que viene. “Me movilizó mucho venir ahora que Milei es gobierno, ver todo el sufrimiento de las Madres, pero que siguen acá. Vine por eso. Y seguro vuelva”.
Rocío es de las que piensa que no fue un voto negacionista sino un voto cansancio: “Venimos haciendo las cosas muy mal y hay reconocerlo: en los últimos cuatro años no hubo grandes políticas que le cambiaran la vida a la gente, que es por lo que el peronismo se identifica. Hay un cansancio: no creo que el 55% sea negacionista. Espero que no”.
Le cuento que recién, en otra entrevista, una docente hablaba de la necesidad de nuevas formas de comunicar. ¿Qué piensa una estudiante de periodismo? “Las empresas de medios siguen siendo funcionales al sistema. Yo me tiro del lado de los medios autogestivos, ahí se cuenta la realidad de los hechos. Soy mamá de una nena de cuatro años y no quiero que se malinforme por Tik Tok. Deberíamos volver a lo que hicieron las Madres y contar desde ahí. Por no querer confrontar, la juventud peronista fue tibia. Tenemos que perder el miedo y dejar de ser sumisos. El Nunca Más es Nunca Más en muchas cosas”.
-¿Qué destacás en las Madres como comunicación?
-La sensibilidad. Las Madres son un gran ejemplo de cómo enfrentaron la dictadura. Hubo estrategia ahí. Cuentan un hecho terrible que vivieron en carne propia, pero desde la sensibilidad con el otro, de entender al otro, de comunicar hacia el otro. Es por ahí y es lo que nos está faltando.
Repite: “Es por ahí”.
El jueves que viene, a las 15:30, habrá ronda otra vez, como hace 46 años.

Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org
- Revista MuHace 6 días
Mu 188: ¿Que perdimos?
- NotaHace 4 semanas
Un fiscal para el femicidio de Cecilia Basaldúa: firmá la petición
- Mu187Hace 2 semanas
Aumentazos, corporaciones y orcos: las manos visibles del mercado
- NotaHace 4 semanas
Nuevo Atlanticazo anti petrolero en la costa argentina: “Si contamina, no es progreso”
- NotaHace 4 semanas
Nacida y asesinada en democracia: carta abierta para que se investigue un femicidio
- Mu187Hace 4 semanas
La conexión vital. HIJAS: encuentro entre Teresa Laborde y Malena D’Alessio
- NotaHace 2 semanas
Vaca Muerta: la legislatura de Neuquén aprobó por unanimidad el proyecto de ley que obliga a la consulta con el pueblo mapuche
- NotaHace 2 semanas
Cómo llegamos hasta acá, y cómo seguimos