CABA
Un muerto cada 21 horas en manos de las fuerzas de seguridad
“Cambiemos es el gobierno más represor desde la vuelta de la democracia en 1983: desde 2015, el promedio es de un asesinado cada 21 horas». Esa la síntesis del informe anual que la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) presentó en Plaza de Mayo en un acto en el que participaron Nora Cortiñas y Sergio Maldonado. Las cifras del informe. El factor Bullrich. Los “femicidios de uniforme”. Y el análisis de la abogada María del Carmen Verdú: “La represión no es un error o exceso: es una política de Estado”.
Por Luis Zarranz
Como todos los años, la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), presentó su “Informe Anual de la Situación Represiva”, en Plaza de Mayo, con la participación de Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora) y Sergio Maldonado, entre cientos de familiares víctimas de la violencia estatal, sentados con carteles colgados al cuello de sus hijos, sus sobrinos, sus nietos.
“Hay organizaciones y organismos que colaboran para que nuestros casos lleguen a juicio, pero no es suficiente”, subrayó el hermano mayor de Santiago Maldonado. La familia aún se encuentra a la espera de Justicia tras su apelación al cierre de la causa que dictaminó el juez federal Gustavo Lleral en noviembre del año pasado, luego de revelarles que estaba siendo extorsionado.
“Ustedes siempre quienes tienen que estar al frente del reclamo de Verdad y Justicia. No hay quién pueda reemplazarnos”, continuó Sergio. “Somos los familiares los que tenemos que llevar la entereza de esa lucha. Los organismos pueden acompañar, pero atrás o al costado. Hay que entender que hay días que no queremos luchar. Que queremos llorar y abrazar. Que hay días que abrimos la puerta y hay 300 mil personas y otros que no hay nadie. Pido Verdad y Justicia por todos ustedes por sus familiares, por los 30 mil, por todos los desaparecidos en dictadura y en democracia. Y por Santiago. Necesitamos más pibes solidarios como Darío Santillán y Santiago Maldonado, y menos Chocobar y Patricia Bullrich”.
Las palabras resonaron fuerte en una Plaza de Mayo que recibió la contundencia de los números del informe de la CORREPI, que permite comprender la dimensión de la política represiva: “Cambiemos es el gobierno más represor desde la vuelta de la democracia en 1983: desde 2015, el promedio es de un asesinado cada 21 horas».
Éste y otros datos de enorme impacto dan cuenta de la vitalidad del aparato represivo, a 43 años del último golpe cívico militar, cuyo aniversario será repudiado en las calles, una vez más, este domingo 24 de marzo.
Algunos de los datos más impactantes de la investigación que CORREPI presenta y actualiza año a año:
- “Un total de 1303 personas fueron asesinadas por el aparato represor del Estado durante la gestión de Cambiemos”.
- Desglose: del 11 al 31 de diciembre de 2015: 50 casos. En 2016: 442. En 2017: 451. En 2018: 333, sin contar 150 muertes en lugares de detención aún no informadas. En 2019, hasta el 12 de febrero: 28.
- “Desde 1996, fueron asesinadas 6535 personas por el aparato represor”.
- “En sus tres primeros años de gobierno, el gobierno de Mauricio Macri y sus aliados ya es responsable del 20% del total de muertes ocurridas desde diciembre de 1983”.
- «La Policía de la Ciudad mató a 48 personas en 26 meses”. Duplicó los casos que tuvo su fuerza antecesora, la Metropolitana, en cuatro veces más de tiempo: 22 casos en ocho años”.
- «Una de cada cinco mujeres asesinada en contexto de violencia machista es a la vez víctima de violencia estatal»
- “En los últimos tres años fueron detenidas más de 550 personas en contexto de protesta social”.
- “Más del 85% del total de personas asesinadas por el aparato represivo estatal estaban en un calabozo o caminaban por un barrio”.
- “La casi totalidad de las muertes en comisarías corresponde a personas que no estaban detenidas por acusaciones penales, sino arbitrariamente arrestadas por averiguación de antecedentes o faltas y contravenciones”.
- “El 44,5% de las muertes corresponde a personas de 25 años o menos”. Si se suman a los de 25 a 35 años, el porcentaje se eleva al 70%.
- “En relación a la población/casos, la provincia de Buenos Aires continúa primera, con muy poca diferencia con las que la siguen: Tierra del Fuego, Santa Fe, Chubut y Mendoza. En un segundo pelotón aparecen La Pampa, Río Negro, CABA, Santiago del Estero y Córdoba”.
- “Las dos modalidades más frecuentes de la represión son las muertes de personas detenidas (46,8%) y los fusilamientos de gatillo fácil (38,3%).
- Durante los gobiernos kirchneristas hubo, en promedio, un muerto cada 30 horas.
Haciendo historia
CORREPI produjo el primer informe, mucho más artesanal que los que elabora ahora, en 1996, después de que el entonces presidente Carlos Menem brindara su versión respecto a porqué crecían las denuncias sobre fusilamientos policiales: “Hay periodistas de pluma fácil”, se atrevió a decir. La frase fue revalidada por el entonces ministro de Interior, el servilletero Carlos Corach, que en una de sus habituales entrevistas al bajar de su departamento, sostuvo “¿Dónde están los nombres?”.
Así, como respuesta urgente, un ínfimo equipo de militantes, ligado a familiares de víctimas de la represión, presentó un primer informe con 262 de personas asesinadas por el Estado desde el fin de la dictadura. El listado se presentó en Plaza de Mayo, cuando una delegación de familiares, se lo llevó a Corach para que, por fin, pudiera ver “los nombres”.
Desde entonces, la presentación del informe anual es un ritual de la lucha antirepresiva, que incluye casos de gatillo fácil (fusilamientos); muertes de personas detenidas (en gran parte, tras recibir torturas), fusilamientos en movilizaciones, muertes intrafuerza o intrafamiliares (casos en que, para “resolver” un conflicto interno o familiar, el autor utiliza los recursos represivos que le provee el Estado); entre otros.
María del Carmen Verdú es una de las históricas referentes de CORREPI. En diálogo con lavaca, analiza e interpreta qué (nos) dicen estos datos sobre la violencia represiva:
¿Cuál es el dato más sobresaliente?: “Sin dudas, que el ritmo de las personas asesinadas sigue creciendo al mismo ritmo, o mayor, que al inicio de la gestión Macri. La curva de crecimiento histórica coincide, obviamente, con los momentos de profundización del conflicto y de crisis social (años 1989, 2001, 2008 o 2015), en donde hay un salto y luego un amesetamiento. Acá, lo que se comprueba es que desde diciembre de 2015 a hoy, todos los días sigue subiendo: es una constante. Tan sostenido en el tiempo no había ocurrido nunca antes. Por eso, el número promedio de la gestión de Macri es de una muerte cada 21 horas”.
Política de Estado: “La represión es política de Estado y no un error, un exceso, un abuso, un defecto, o un problema no resuelto. La diferencia sustancial de la política de Cambiemos respecto a las anteriores es que por primera vez no lo tenemos que estar explicando nosotros, porque lo explica Patricia Bullrich por cadena nacional. La diferencia es abismal por el efecto que produce en las Fuerzas y en el Poder Judicial: por primera vez en los 35 años de democracia, un gobierno en bloque sale a decir: ‘Esta es nuestra política’,  ‘Es la decisión que hemos tomado como Estado’. Son frases textuales de Bullrich, Michetti y del propio Macri”. Antes, cuando lo mataron a Carlos Fuentealba, por ejemplo, Aníbal Fernández y Cristina Fernández dijeron: ‘Investigaremos hasta las últimas consecuencias’. Cuando se armó la visibilidad pública del caso, la estrategia del gobierno fue aportar testigos a la causa, sacarse fotos con la mamá: cuando las cosas se las iban de las manos y se producía un rebote importante, el gobierno se intentaba despegar y lo presentaba como un hecho individual repudiable. Ahora, en lugar de eso, lo reciben a Chocobar, el policía que fue filmado fusilando por la espalda, recién salido del procesamiento, y dicen que necesitamos muchos policías como él. Eso es una orden explícita al resto de las Fuerzas para que sigan disparando”.
Mujeres: “Los casos de mujeres que son víctimas de la violencia represiva son pocos (600 sobre 6500), en términos proporcionales, porque el 90% de los casos de gatillo fácil son víctimas varones jóvenes: el sujeto a disciplinar en los barrios. Lo mismo ocurre en las cárceles. Son infinitamente más los varones porque la población masculina de cárceles es muy superior a la de mujeres, pero en la relación población/cantidad de casos es parejo”.
Mujeres II: “Si se toman el total de casos en los que la víctima son mujeres (596 casos), la mayoría, 349 son femicidios. Casos intrafamiliares en los que miembros de fuerzas de seguridad asesinan a su pareja, a su ex, su hija, o a su suegra, Es lo que denominamos ‘femicidios de uniforme’ y representa alrededor del 20% de todos los casos: ningún oficio u ocupación tiene un porcentaje tan elevado. Cuando se cruzan la violencia patriarcal con la estatal, se potencian”.
Medios de (in)comunicación: “Estamos discutiendo sobre el pibito de 8 años que robó una joyería, aunque sea un hecho absolutamente excepcional, porque los medios bombardean con casos de ese estilo. El conjunto de la política represiva no solo se administra a punta de pistola o picana, sino que además de lo que es violencia directa hay toda una serie de mecanismos de cooptación de concesos para legitimar lo que se ve y para naturalizar lo que debe ser invisibilizado. Ésa es la función que cumplen esas usinas propagandísticas oficiales disfrazas de medios de comunicación. Basta con leer los títulos. No es lo mismo decir ‘valiente miembro del orden abatió un precoz delincuente’, que ‘un policía hijo de puta le metió un tiro a un nene de doce años’”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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