Nota
Vaca Muerta: absolvieron a la comunidad mapuche
La comunidad mapuche de Campo Maripe que había sido acusada por usurpación en la zona de Vaca Muerta, fue absuelta por el juez de Garantías Gustavo Ravizzoli, que consideró que no puede haber usurpación de un territorio que habitan ancestralmente, hecho reconocido y protegido por la Constitución Nacional, la Provincial y los pactos internacionales. El fallo fue celebrado por una sala emocionada. “Lo que cambia es el reconocimiento de que para ingresar a ese territorio hay que cumplir con todo lo que está dicho y no hecho: regularizar la propiedad de la tierra, otorgarle la personería jurídica a las comunidades, y aplicar el derecho a la consulta antes de poder tocar un solo metro de tierra” dijo a lavaca Jorge Nawel, de la Confederación Mapuche de Neuquén. El comunicado completo de los mapuche.
Cuando cerca de las 14 se escuchó en la sala la palabra “absolución” hubo sorpresa, emoción y un grito atronador: marici wew (cien veces venceremos), que sobresaltó a los policías presentes. “Pero te digo la verdad, hasta los policías estaban emmocionados” cuenta Lefxaru Nawel sobre uno de esos momentos que tendrán registro inoxidable en la historia.
Mujeres y hombres llorando y abrazados acababan de escuchar al juez de Garantías Gustavo Ravizzoli reconociendo el derecho indígena y a la vez certificando que no puede haber usurpación de un territorio que los mapuches han ocupado por décadas. Varios medios neuquinos fueron los primeros en salir a plantear que el fallo abre la “inquietud” petrolera por una razón bastante curiosa: lo que el fallo respalda es que se cumplan las leyes provinciales, nacionales e internacionales que protegen el derecho indígena. Los seis acusados integran la comunidad Campo Maripe y habían sido acusados de “usurpar” territorio que en realidad es considerado indígena.
“Se institucionaliza un derecho”
Jorge Nawel, de la Confederacíón Mapuche de Neuquén explica a lavaca.”El juez leyó el fallo, en el que utiliza todo el andamiaje jurídico que siempre ha sido ignorado por la propia justicia estatal. Hizo un racconto de las normas vigentes, la Constitución Nacional, la Provincial, el Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), jurisprudencia, fallos de la Corte Interamericana”.
Para los mapuches “se institucionaliza un derecho que ha estado marginal, reprimido en las últimas décadas, porque los jueces no se animaban a ponerlo sobre la mesa para definir las cuestiones territoriales. Por eso fuimos con muchísima desconfianza sabiendo que había toda una presión de parte de la industria petrolera y el propio gobierno para que el fallo saliera en contra del derecho mapuche, porque decían que ponía bajo amenaza toda la inversión de Vaca Muerta”.
La aclaración: “Ese es el argumento que ponían para justificar un posible cargo de usurpación y una orden de desalojo posterior. Cuando el juez comenzó a enumerar toda la base de derecho que ganamos en estos años, pero que nunca secumple, quedamos gratamente sorprendidos”.
¿Qué cambia en Vaca Muerta?
Celebración a la salida del juzgado: la resistencia mapuche siempre se amparó en lo legítimo, y en lo legal.
El fallo con sus fundamentos completos será conocido en los próximos días. “Pero el juez puso en su lugar al gobierno provincial porque le exige cumplimentar todas las herramientas jurídicas que se niega a implmentar, partiendo de la Ley de Relevamiento Territorial”, explica Jorge:
“O sea: que la provincia aplique el derecho constitucional que plantea que hay que regularizar la propiedad de la tierra, la posesión territorial, respetar el derecho a la consulta a la comunidad, reconocerle la personaría jurídica, todo lo que el Estado se ha negado a hacer en la práctica”.
La paradoja: en toda esta historia los mapuches han sido quienes se han amparado en el derecho, tantas veces violado por los poderes ejecutivo y judicial. Jorge Nawel: “Pero esta vez el poder judicial le está diciendo al poder político que no es la vía penal la que va a resolver este conflicto, sino regularizar la tierra, reconocer la personaría jurídica y respetar el derecho a la consulta”.
El juez Ravazzoli en el momento de leer el fallo, que indica que deben respetarse las normas de derecho nacional e internacional que protegen a las comunidades y sus territorios.
Nawel relata que ya están saliendo a cuestionar al juez “sobre todo desde los medios que realmente son mercenarios, planteando que hubo un atentado a la propiedad privada del estanciero, cuando eso no ocurrió. Los Campo Maripe lo que hacen es defender el derecho que les reconoce la Constitución”.
¿Qué cambia en Vaca Muerta? “El trabajo actual no lo cambia pero cuando se tenga que tocar un metro del territorio de Campo Maripe, van a saber que hay una comunidad afirmada, porque la posesión ha sido reconocida y es legítima. El privado (la familia Vela) había hecho acuerdos con YPF y la comunidad se resistió. Por eso tanto la petrolera como la provincia tenían la expectativa de ganar este juicio, quitándole a la comunidad todo derecho a opinar o intervenir en el conflicto.
La emoción en la sala, al conocerse el fallo.
¿Y qué pensar desde el punto de vista de las inversiones? “Todos tendrán que saber que hoy se conoce como Vaca Muerta es un lugar con una decena de comunidades mapuches. Para ingresar a ese territorio hay que cumplir con todo lo que está ya normado: regularizar la propiedad de la tierra, otorgarle la personería jurídica a las comunidades, y aplicar el derecho a la consulta antes de poder tocar un solo metro de tierra”.
Cuando las cosas cobran sentido
Lefxaru Nahuel fue otro dde los mapucches presentes en la sala. “Fue todo muy emocionante. Hasta los policías y los empleados estaban emocionados. Acostumbrados a la mediocridad judicial que hay aquí, este ffallo y sus fundamentos son una sorpresa enorme””.
Lo fundamental, lo que desequilibró las perspectivas contrarias a los mapuche, según Lef, fue el testimonio de la propia familia Campo Maripe. “Y eso lo reconoció el juez, al hablar de que no había dolo, o culpa, ya que la percepción genuina de la familia, respaldada por las leyes, es que están en un territorio propio”. Ese territorio propio, como concepto, no debe ser confundido con el de propiedad privada, sino que se trata de un derecho histórico y comunitario a la vida, refrendado por las leyes argentinas e internacionales referidas al tema.
“Para colmo, por una serie de problemas con los plazos y cuestiones técnicas, todos los testigos fueron contra la comunidad. Sin embargo en esos mismos testimonios se notaron dudas y contradicciones que demostraban la legitimidad de nuestros planteos”.
Lefxaru percibió otra cosa: “Yo viví todo esto desde muy niño, y sentí que esto que pasó es parte de una circularidad: la sensación de que todo lo que se hizo antes tiene un sentido ahora, y lo tendrá en el futuro”.
El comunicado Mapuche
FALLO HISTORICO DE LA JUSTICIA DE NEUQUEN
RECONOCIENDO EL DERECHO MAPUCHE
Era enorme la expectativa y la tensión hoy en la lectura del fallo del Juez Gustavo Ravizzoli a cargo del Juicio Oral y Público contra el LOF CAMPO MARIPE. Éramos conscientes del poder de presión que ejerce la industria petrolera y más aún la presión del gobierno de Neuquén. Por eso, cuando el Juez en su introducción dio cátedra sobre el andamiaje jurídico que respalda el derecho mapuche y expresó ABSOLUCIÓN, todo el silencio que se cortaba con una navaja estalló en un solo grito: MARICIWEU MARICIWEU!
Fue el desahogo de casi 100 años, tantos como los que lleva la familia Campo Maripe a la espera del día en que sus derechos territoriales sean reconocidos. Ese derecho había sido interrumpido al ingresar la familia Vela a sus tierras en la década del ‘70 y hoy no están dispuestos a un nuevo despojo. Esos testimonios más los argumentos jurídicos de nuestra defensa, fueron comprendidos por la Justicia y en un fallo ejemplar concluyó con la ABSOLUCION de todos los hermanos Maripe juzgados como “Usurpadores”
Por primera vez en muchos años sentimos como mapuce que nuestros derechos preexistentes eran asumidos y expuestos por una autoridad de estado como es el Juez a cargo de esta causa. Por primera vez cada derecho que expresa desde hace 25 años la Constitución Nacional, 20 años el Convenio 169 y 13 años la Constitución Provincial eran expresados por un juez del sistema judicial y utilizados como base para liberar de toda culpas a autoridades mapuche juzgados injustamente.
Celebramos que sea el poder judicial quien puso las cosas en su lugar y exige al poder político que se ponga pantalones largos, se olvide de los negociados y cumpla con las leyes y jurisprudencia que enumeró una a una el Juez Ravizzoli en su contundente fallo. Celebramos que sea el poder judicial quien ubique al fiscal a cargo de la causa (Marcelo Silva) y lo saque del papel cómodo y encubridor de tantas injusticias cuando se erige en garantes de un “blindaje jurídico” a la industria del Fracking. Celebramos que por fin Campo Maripe logre la reivindicación luego de tantas humillaciones sufrida a manos de un privado amparado por el poder político.
Volvemos a nuestro territorio a celebrar, a desahogar la tensión de este juicio oral y público, a definir los pasos a dar y a seguir reafirmando nuestra posesión tradicional, actual y pública sobre la tierra que vio nacer a cada uno de los que fuimos juzgados en este infame juicio.
MARICIWEU – Diez Veces reafirmando nuestra identidad, derechos y territorio!!!!
Nota
Mía: Cuando el arte abraza

Mía es una obra de teatro que podríamos encuadrar dentro del biodrama o autoficción. Y es mucho más: es grito, es abrazo y, también es un espejo. La actriz y médica psquiatra Mercedes Bertuzzi expone en escena su propia historia: una situación de violencia machista que sufrió por parte de una ex pareja. Este sábado 18 de marzo y en el marco del 8M, esta obra testimonial se presenta en MU Trinchera Boutique a las 21 hs, entradas a la gorra.
“Los primeros años, luego de salir, fueron de mucha confusión, angustia y mucha bronca. Escribir me permitía depositar esas emociones en el texto. El primer objetivo fue descargar. Siempre estuvo el deseo de poder denunciar a través de ese texto que iba escribiendo, pero no estaba segura de si iba a encontrarle la forma. En el proceso empecé a entrenar con Marina Otero, ella hace autoficción, y ahí algo se destrabó, la vi, vi la obra”, cuenta Mercedes. Al terminar de escribir el texto, tomó conciencia de que no era exclusivamente autorreferencial sino que involucraba la historia de muchas otras. Así tomó coraje para llevarla a la escena. “En cada función se me acercan decenas de mujeres emocionadas a abrazarme diciéndome ‘somos muchas’. Todas pasaron por una situación de violencia o acompañaron a otra mujer que la pasó. Siempre termino la función con ganas de gritar cada vez más fuerte el texto de esta obra. Siento que estoy entregando mi historia al colectivo y eso hace que ya no me pese, ya no lucho contra ella. Cada mujer que se identifica con la historia se la apropia un poquito y le va dando más cuerpo al personaje de Mía”.
Con sus herramientas artísticas, Mercedes logró una obra poética, sin golpes bajos, con ironía y momentos muy divertidos.
En una escena, dos niñas juegan a ser actrices, prueban vestuario y declaman en nombre del amor. Las palabras son extraídas de las típicas canciones románticas de cantantes famosos, las que hemos aprendido y cantado a lo largo de los años. “Para quienes fueron víctimas, no es fácil hablar. La violencia nos deja mudas, vacías, solas, no hay palabras que alcancen para explicar. El arte nos habilita un lenguaje a través del cual poder decir lo indecible, nos devuelve la voz, en la forma que cada una elija expresarse. Y para quienes son público, adentrarse a la temática desde una propuesta artística creo que les permite hacerlo sin tantas resistencias. Te permite escuchar con otra disponibilidad. El relato atravesado por la dramaturgia, la música, los cuerpos. Mantiene su fuerza y su crudeza, pero es amortiguado de ternura, poesía, risa. Y eso permite que hablemos de violencia con personas que quizás no se acercarían de otras formas”.

Cada vez que Mía fue presentada en distintos teatros —Mercedes quiere que la obra circule y abra a la reflexión— los comentarios de personas del publico se multiplican: “Presencié ese mismo diálogo”, “sentí exactamente eso”, “estuve en pareja con un tipo igual”. No solo es reparador para ella sino para muchas. “Romper el silencio es imprescindible. Me sigue sorprendiendo la cantidad de mujeres que se acercan después de la función a abrazarme emocionadas por haber ‘contado su historia’, estuvieron ahí mismo o acompañaron a otra. De todas las edades, todas las clases sociales. Es escalofriante, es triste. Pero es también esperanzador encontrarnos. Ya no nos estamos quedando calladas, estamos denunciando y estamos convencidas de cambiar esa realidad. El haber sido víctima de violencia ya no queda solo como una herida que duele y mejor callar y olvidar. Hoy somos víctimas enojadas, creativas y sobre todo, en red. Compartir Mía me abrió los ojos a eso… Es mi historia, es la de muchas otras y, por suerte, es parte de la historia que estamos modificando”.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143
Sábado 18 de marzo a las 21 hs
Actúan: Mercedes Bertuzzi, Juliana Gotta, Gonzalo Pungitore, María Tibi
Entradas “a la olla”.
Podés reservar en este link:
Nota
Punitivismo y feminismo en el caso de Lucía Pérez: una mirada sobre esa falsa dicotomía

La abogada trans Cristina Montserrat Hendrickse analiza por qué es falsa la dicotomía que pretenden instalar sectores que siempre trabajan para categorizar las divisiones del movimiento feminista. Así crean grietas sociales que les permiten alentar congresos, investigaciones y polémicas de las cuales viven.
Por Cristina Montserrat Hendrickse
Una corriente muy minoritaria de los feminismos entiende que reclamar la sanción penal del femicidio es una actitud punitivista.
Llegan a tal conclusión partiendo del concepto de que el castigo refuerza la violencia.
Evidentemente la idea de la que se parte es correcta, pero el error de la conclusión reside en asociar pena a castigo. En no distinguir la finalidad de la pena que impone nuestro Derecho de la triste realidad de castigo que significa la ejecución efectiva de las penas privativas de libertad.
Los feminismos en nuestro país se encuentran justificados jurídicamente en la Convención Contra Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) incorporada a nuestra Constitución en 1994; la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra La Mujer (Convención de Belem do Pará) que es un tratado internacional de jerarquía superior a las leyes; y las leyes nacionales y provinciales que reglamentan a estos tratados.
Nótese que la convención de Belem do Pará obliga a los Estados a “sancionar” la violencia de género, además de prevenirla y erradicarla. El marco jurídico “sancionatorio” por excelencia es el Derecho Penal.
De allí que en nuestro sistema de derecho pretender eludir o abolir la punición de la violencia de género resulta jurídicamente anticonvencional, y por tanto anticonstitucional.
No por ello se deja de valorar el aporte del antipunitivismo feminista en cuanto sostiene que el castigo refuerza la violencia. Pero el problema del antipunitivismo reside en cuestionar al sistema (de origen convencional interamericano) de sanción de la violencia de género, y no al sistema de castigo que en los hechos (y apartándose del Derecho) sucede con la aplicación de la pena.
En efecto, la finalidad esencial de las penas privativas de la libertad es la reforma y la readaptación social de los condenados (art. 5.6. de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, también incorporada a nuestra Constitución en 1994), sin olvidar el mandato de que “…Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas…” (artículo 18 de la Constitución Nacional). De ambas reglas de jerarquía superior surge que la finalidad jurídica de las penas no es el castigo, como erradamente lo entiende cierta expresión del feminismo antipunitivista, sino la resocialización.
De allí que se impone una diferenciación entre “antipunitivismo” y “abolicionismo” que permita distinguir: si se pretende que la pena no se constituya en castigo sino como resocialización (antipunitivismo); o si se pretende abolir todo tipo de pena (abolicionismo penal).
La primera debería hacer foco en una reforma penitenciaria feminista, que lejos de reforzar el patriarcado lo deconstruya, no aboliendo las penas, sino modificando su ejecución a la finalidad que el impone el Derecho.
La segunda implicaría la abolición de todas las prisiones; y además, el desafío de construir respuestas ante los crímenes o lo que cada sociedad considera crímenes.
Evidentemente el castigo refuerza la violencia. Por lo que el mismo debe ser eliminado del sistema de ejecución penal, pero no el sistema de sanción; salvo que se sostenga el abolicionismo, teoría también respetable, pero que resulta anticonstitucional en nuestro sistema de Derecho, al menos en materia de violencia de género ya que la República Argentina se obligó ante la comunidad interamericana a sancionarla.
Toda decisión que se aparte de ese compromiso violentaría el sistema jurídico argentino y comprometería a nuestra Nación frente a la Comunidad Interamericana exponiéndonos a ser destinatarios de reclamos, cuando no de sentencias condenatorias, ante el sistema interamericano de Derechos Humanos.
En resumen: debatamos sobre las cárceles, no sobre las penas.
Cristina Montserrat Hendrickse
Nota
Pergamino: sentencia contra los agrotóxicos y triunfo de la comunidad frente a un intendente

La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la distancia de 1.095 metros dentro de las cuales están prohibidas las fumigaciones terrestres con agrotóxicos, y de 3.000 metros para las aéreas. De ese modo denegó el recurso de amparo presentado por el intendente pro agronegocio de Pergamino, Javier Martínez. La denuncia original había sido presentada por Sabrina Ortiz (en la foto principal), vecina de Pergamino, que en su reclamo contra el envenenamiento cotidiano que sufrían ella, su familia y sus vecinos, y sin encontrar quien la defendiera legalmente, terminó recibiéndose de abogada para encarar sus propias causas. La sentencia de primera instancia había sido dictada por el juez del juzgado penal 2 de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo.
Frente a la ratificación de la Corte dijo a Sabrina Ortiz a lavaca, entre otras cosas:
- “Se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa”.
- “Celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.
Publicamos además la nota completa realizada en la revista MU.
Por Francisco Pandolfi

Un fallo de la Corte Suprema de Justicia ratificó la distancia de 1.095 metros de prohibición de fumigaciones terrestres y de 3.000 metros para las fumigaciones aéreas, denegando el recurso de amparo que había presentado nada menos que el intendente de Pergamino, Javier Martínez, pretendiendo fumigar en todas partes, pese a las denuncias sobre los efectos de los agrotóxicos en la comunidad, el suelo, el aire y el agua.
El fallo en primera instancia, apelado por Martínez, había sido del Juez Carlos Villafuerte Ruzo, titular del Juzgado Penal Número 2 de San Nicolás, en septiembre de 2019, como medida protectoria paliativa urgente frente a las masivas fumigaciones.

Quien realizó la denuncia original ante la justicia federal fue la activista ambiental y abogada Sabrina Ortiz, también víctima de los agrotóxicos. Ante este fallo de la Corte Suprema de la Nación, explica a lavaca: “Esperábamos la resolución desde hace bastante tiempo, con muchas expectativas, pese que los últimos fallos que ha tenido la Corte en materia ambiental no han sido para nada alentadores. Sin embargo, para nosotros era casi seguro que iba a fallar a favor. Se me vinieron un montón de situaciones a la cabeza, sobre todo por cómo comenzó esta causa, por la salud de mis hijos, por las afectaciones que tuvieron, con las afectaciones que tuve en mi cuerpo; se me vinieron a la mente un montón de recuerdos de personas que la pasaron muy mal, personas que ya no están incluso, que fueron víctimas de este modelo y que perdieron la vida por esta causa. Fueron recuerdos muy tristes, muy angustiantes, dolorosos, del vivir cotidiano, de hecho todavía están en controles mis hijos y hay un montón de gente que la sigue sufriendo”.

Relata también con asombro: “Me da mucho dolor, que sea el propio municipio el que intenta ir en contra de la salud de las personas. Me da mucha impotencia que el intendente Javier Martínez sea quien quiere que nos fumiguen en la cabeza. Al mismo tiempo, celebro por duplicado porque cada batalla que damos tenemos oponentes muy fuertes, corporaciones, intereses políticos, corrupción, sectores del agronegocio. Entonces, en parte estoy feliz porque aunque sabemos que la solución sería que sea agrotóxicos cero para todo el mundo, no sólo para esta región, podemos decir que es un pasito más que estamos dando hacia el buen vivir”.
Aquí, el viaje, la investigación y la nota completa sobre la situación en Pergamino publicada en la revista MU: La capital del veneno.
https://lavaca.org/mu163/mu-en-pergamino-la-capital-del-veneno/

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