Nota
Bolivia: 1º sesión del Parlamento de las Mujeres: un encuentro para pensar sin miedo
Reunidas en un cine, lo que pasó es de película. Afuera, las calles de La Paz están desiertas por un toque de queda declarado por el miedo y el cielo surcado por aviones y helicópteros militares. Adentro, el cine colmado por mujeres que llegan temblando, llorando o ambas cosas, y que con ese temblor y ese miedo, están dispuestas a compartir palabras y sentimientos. Es el Parlamento de Mujeres. Así se llama este espacio, que según explica la anfitriona, María Galindo, referente de Mujeres Creando, van a parir juntas un “con la idea de generar una estrategia”. También explica Galindo en qué se han inspirado: “Es un idea que la estamos pidiendo prestada al mundo del arte y que nació en la Grecia , cuando se había revelado contra el ajuste estructural. En ese contexto es que el filósofo Paul Preciado decide constituir el Parlamento de los Cuerpos, como una estrategia del mundo del arte. Nosotras lo hemos llamado Parlamento de Mujeres porque en una sociedad tan patriarcal, donde el machismo es tan fuerte, temíamos que este espacio se convierta en una pelea de egos de machos y no hemos querido. La idea es generar una voz colectiva de mujeres, sin que estemos de acuerdo ni que generemos representación alguna”.
La primera sesión de este Parlamento –que fue transmitida en vivo por Radio Deseo y por las redes sociales- tuvo un marco significativo que Galindo hizo explícito: “Hacer hoy esto en Bolivia, mientras circula un pacto policíaco y militar, es un acto profundamente subversivo. Y yo no sé si es buena o mala noticia, pero quiero decirle a la gente que mientras este cine está prácticamente lleno -en una ciudad donde casi no hay transporte público- y está sesionando este Parlamento de las Mujeres, la Cámara de Diputados no ha podido sesionar”.
Lo que siguió es una invitación a hablar en voz alta, en intervenciones de no más de tres minutos y para responder a una pregunta: ¿qué es la democracia? Así se tejió una whipala de voces muy diferentes, zurcidas con una misma puntada. La palabra que la define es una sola: coraje.
Estas fueron algunas de las voces que se escucharon:
Paola Barriga: “Si tenemos un sistema electoral con elecciones primarias y después tenemos listas con candidatos elegidos a dedo, entramos mal a este proceso electoral. ¿Cómo se habilitó esa forma de sustitución? Pongo mi ejemplo: el Partido Demócrata Cristiano, al cual pertenezco, invita al coreano Xin Xin Xun a ser candidato y él, en su primer alegato público, dice que yo tenía un complejo de ama de casa… Pero más allá de esta barbaridad, el Tribunal Electoral le acepta sus credenciales. Ahí presento mi renuncia y el tribunal me la niega. Interpongo un amparo constitucional pidiendo la suspensión de las elecciones porque ya era inválido este procedimiento. Si ese tribunal me hubiese aceptado esa nulidad de proceso, seguramente hubiéramos evitado todas estas muertes. No se trataba de una persona, se trataba de un país y unas circunstancias en las que estábamos permitiendo ir a una elección fraudulenta. No es solo el después lo que tenemos que analizar, sino el antes, y ese antes les acabo de contar”.
Silvia Rivera Cusicanqui: “En estos años he visto necesidad de cierta política del silencio. He visto excesiva exageración discursiva. Esa coyuntura nos ha dejado una gran lección frente al triunfalismo. El triunfalismo de que con la caída de Evo hemos recuperado la democracia me parece un exceso, un análisis que se está saliendo de foco. Mucho falta para recuperar la democracia. Falta un trabajo de hormiga, falta un reconocimiento de cómo están en en este momento las compañeras de las regiones, todas las luchadoras: en qué andan. Nos faltan hacernos cargo de esas realidades en las cuales la democracia es una meta muy lejana, porque todavía están manejadas por sindicatos capturados por la misoginia, por intereses que se acercan con intenciones tenebrosas, y donde también hay gente que ha puesto el cuerpo, que ha luchado, y que a la hora de figurar en los espacios públicos se les ha privado la palabra.
Este es un futuro muy tremendo, pero también muy positivo para empezar a discutir qué entendemos por democracia. Y también qué entendemos por ser indio, india, por ser originario. Es una posibilidad que tenemos de discutir lo multiétnico, lo pluricultural. Por eso estamos con la whypala: esa pluraliridad es lo que tenemos que recuperar, hermanas.
La segunda hipótesis equivocada que me parece sumamente peligrosa es la hipótesis del golpe de estado, que simplemente quiere legitimar, enterito, con paquete, a todo el gobierno de Evo Morales en su momento de degradación mayor. Por lo tanto debemos pensar cómo ha empezado esa degradación. Nos estamos rifando por las nostalgias izquierdosas de un grupo de machos. También hay machos izquierdosos misóginos que nos tratan como anzuelos para crear sus redes de perversión de los barrios populares.
Hemos puesto mucho el cuerpo por este proceso. Nos ha dolido la degradación, la entrega. Tenemos todo el litio: eso nos quieren sacar los capitales chinos, rusos, venezolanos. Toda esa mafia es el enemigo principal que está vivito y coleando y armando gente, y armando mentalidades”.
Antonella, mujer trans: “Aquí está la que no nació con vagina ni vulva, lo que no sabe lo que es el dolor de la menstruación, de parir. Si, compañeras: también soy mujer. Nosotras, las mujeres transexuales también somos mujeres y sufrimos igualito o peor que ustedes: tenemos que luchar con un cuerpo que no coincide y, a la vez, tenemos que entrar en la norma que rige el ser mujer, en este binarismo machocrático: nuestra mirada es tal vez muy diferente a la de las mujeres CIS.
La iglesia es una de las instituciones que más daño, que más persecución nos ha hecho. Eso son los discursos de Camacho, que nos echa la culpa de todos los males de la humanidad: de la extinción de los dinosaurios, de la llegada de los meteoritos… somos culpables de todo y por eso todas tenemos que pagar ese pecado. Eso es retroceder. Eso no está bien. No debemos permitir eso. Es importante que no regrese la tiranía religiosa, que conservemos un Estado laico porque las mujeres somos las primeras oprimidas. No debemos permitir que vuelva la derecha y de ninguna manera que vuelva la discriminación y el racismo. Un Estado laico, por siempre.
Las mujeres transexuales, cuando los padres se enteran de que su hijo no es un hombre, somos echadas por nuestras propias familias. El 80% de las mujeres transexuales vive en la pobreza, el otro 15% en la absoluta pobreza. Sólo un 5% somos las poquitas privilegiadas de haber estudiado y tener los huevos bien puestos (risas). Es una manera de decir.
La mirada de las mujeres transexuales y de las personas trans de la salida de Evo, es una mirada muy triste. Desde nuestro punto de vista Evo Morales es quien nos hizo ver como personas. Porque no éramos consideradas seres humanos. Estábamos ahí, caminábamos… pero no éramos consideraras seres humanos. No teníamos ni con quien quejarnos. No había ley que nos protegiera. Entonces, desde la Constitución política del Estado dos conceptos tan básicos ingresan: orientación sexual e identidad de género. Eso ya nos incluye y nos da la certificación de que nuestro deseo está incluido y debe respetarse. Y luego, con la ley contra el racismo y toda forma de discriminación, en la cual hay sanción por no respetar nuestra naturaleza. Después viene la Ley de identidad de género, algo tan necesario, por la cual se nos otorga el derecho a ser como nos sentimos, a llamarme Antonella.
Cuando nos enteramos que Evo estaba renunciando, lloré un mar de lágrimas. Y muchas chicas me llamaron igual: llorando. Porque sentíamos que se había ido nuestro protector, el que nos había dado el derecho a ser considerados seres humanos, mujeres. Eso ha sido muy fuerte para nosotras, mientras otros festejaron que se iba. Nosotras somos agradecidas. Yo agradezco al señor Evo Morales, por darme una vida nueva para poder ser feliz. Las miradas, entonces, son diferentes. Respetemos eso.
Yolanda Mamani: “Quiero decirles que la lucha de los pueblos indígenas no ha empezado con el presidente Evo, así como su renuncia no es el fin de nuestra lucha. Somos mujeres de lucha, así que continuamos, sea con quien sea.
Es real en estos días que me he sentido mal. En este movimiento surgido en la ciudad todas las consignas eran racistas, clasistas, misóginas, machistas. El facho Camacho decía ´chola´ como una manera de humillación. Ser chola para mí es una forma de vida, es mucha rebeldía. Cuando era más joven la gente me decía: ´eres una chola de mierda´. Y eso me ha dado la fuerza para decir: ´sí, soy chola, ¿y qué? Es una manera de rebelarte con tu propia ropa frente a una sociedad que no quiere verte. Ser chola es pensamiento. Chola no es un adorno ni el paisaje de fondo, como lo ha usado el gobierno de Evo Morales. Ser chola es pensamiento, rebeldía y purita dignidad”.
Cielito Saravia , Integrante de Hackeando al machismo: “Tenemos que estar preparadas contra esta nueva guerra que se viene. Una guerra paranoica de noticias falsas, de alarmas en cualquier momento, del conservadurismo, con la excusa de la religión. Eso es lo que nos espera, sea cual sea la decisión que tome el Estado. Tenemos que ir entendiendo quiénes son las personas que vamos identificando como enemigos: los antiderechos. Ya sabemos quiénes son. Para enfrentarlos este tipo de espacios son los que hacen falta. Espacios para debatir, para crear estrategias de autodefensa, de resistencia integral, no solo física. Creo que el celular y todos los dispositivos que supuestamente nos informan deberían ser un arma para nosotras. Es una guerra psicológica contra todos. Es una cacería de brujas en la vida real y en la digital.
Las mujeres, que siempre hemos sido discriminadas, tenemos todas las de perder. Y no tenemos nada que perder. Necesitamos estrategias que enfoquen a cómo cuidar nuestra privacidad en momentos de vigilancia. En acceder a información verídica. Y a tratar de encontrar una respuesta a toda esta machocracia, a este sistema patriarcal y extractivista”.
Juliana Maidana, de Las discas (así es como en la lucha las personas con discapacidad se han denominado en Bolivia): “En estos años las leyes han avanzado, pero ninguna norma nos la han regalado. He luchado día tras día. Primero como trabajadora de hogar en los 70-80, cuando era muy difícil organizarse y más aún ser migrante del campo a la ciudad. Esta situación ha sido difícil. Nuestra ley – mal hecha- salió en el 2003, pero ¿cuantos años se ha luchado por esa ley? Siempre hemos vivido un sistema que nos va a aplastando en muchas épocas, de distintas formas: nada es regalo de nadie. Hemos llorado, hemos reído también. Y me parece excelente recordar hoy que no nos han regalado nada. Los momentos de crisis – en este caso política, del Estado- nos ha hecho hacer una reflexión: a pesar de vivir en esta situación de “guerra de intereses”, ¿cómo construir un poco de paz? Y ¿quién tiene que construirla? Nosotras, nosotros, nosotres. A partir de sentarnos, regalarnos diez o quince minutos, mejor si es una hora, para entender cómo hago esta construcción, qué debo hacer. Cuando nos desesperamos y nos alarmamos, cuando nos alteramos porque ya no hay alimentación, está subiendo la carne… cuando nos preocupamos y le preguntamos a una amiga ¿tienes alimentos? Casi no podemos pensar en otra cosa. ¿Por qué? Si nos desesperamos, ¿qué vamos a lograr? Hay que entender que podemos que aportar algo: tranquilizar. Decir: “sentate un momento, piensa en ti, porque en este minuto túno puedes solucionar nada porque si estás llorando, ¿qué vas a solucionar? Nada. Más bien al contrario: te deprimís. Por eso es importante la reflexión, para notar que eso quieren y contra eso tenemos que luchar”.
Eliana Quiroz: “No tengo madurado el proceso. Hay cosas que me ponen bien, y otras no. La lista de lo triste es más larga. Una de las primeras cosas que veo desde mi especialidad -que es Internet- es que este ha sido un evento en el que los geeks, los nerds, la gente apasionada por la informática han sido protagonistas en algo que nunca creí que iba a ver: este tipo de chicos que no se politizan mucho se convirtieron en este control social que ha presentado 250 pruebas no digo yo de “fraude” –yo sostengo que no ha habido fraude- pero sí de que había algo que estaba mal. Había un sentimiento de que esto estaba demasiado podrido.
Me pone mal enterarme que hay mensajes en whatsapp de amenazas sexuales a una chica y que se justifican “por no creer en Dios”. Es un ejemplo chiquito y no el peor de violencia digital, pero que grafica lo que significa la persecusion digital.
Y luego, me pone mal callar. Ahora me siento más autocensurada, siento más miedo que antes: ese un síntoma de que algo está mal. Si no puedo compartir que me parece un buen análisis, porque es una mirada crítica, algo está mal. No puede ser. Vamos construyendo algo juntos con nuestras diferencias. En nuestra comuna estos días de desastre nos estuvimos dando calor. Y construyendo lo común con esas diferencias: eso es democracia”.
Luciana Molina: “No podemos dar un paso atrás y menos en nombre de esa Biblia con la que se han cometido tantas atrocidades. No podemos entrar a este espacio con miedo, como lo hicimos hoy. He llegado llorando, pero me siento mejor por estar aquí. Por alguna razón me siento más aliviada de todo el peso que traía. Gracias por eso compañeras. La lucha continúa”.
Carla Cárdenas: “Sintiéndome más aliviada del pánico colectivo, mientras escuchaba a las otras compañeras he escrito algo (lee) “Creo que democracia es un lindo pensamiento que se maneja solo en época de elecciones, pero no nos estamos democratizando. La democracia propone luchar por las condiciones de vida de los más débiles. La democracia es el derecho a elegir, desde lo más cotidiano hasta elegir a alguien que nos represente. Y como mujer y desde el feminismo, me pregunto: ¿tengo el derecho a elegir? Y así como lo digo en forma personal, lo transfiero al área política y social. Se viene una ola muy odiadora. Creo que éstos son momentos de reflexión donde el desafío es democratizarnos colectivamente. La cosa está jodida y necesitamos este abrazo”.
Rafaela Rada: “Soy dibujante y en estos días me han dicho: ´dedícate a dibujar, ¿por qué tienes que opinar? Y he respondido: ¿por qué tengo que callarme? Lamentablemente estaba hablando con gente que no existe, porque una buena parte de las guerras digitales que estamos soportando está librada por gente inexistente. Elegí entonces dar la cara porque creo que la desinformación es un daño tremendo a la democracia y porque solo se estaban difundiendo las noticias que les interesaban a los medios, no lo que estábamos viviendo las personas”.
Marta: “Democracia es vivir en un lugar donde todas las voces, identidades y sentires sean respetados, también los de la tierra”.
Cierre con consigna
La primera sesión del Parlamento de las Mujeres fue clausurada con estas palabras de María Galindo:
“Esto no es un cabildeo para mostrar fuerzas, ni para forzar la conclusión abajo no sé quién, arriba no sé quién. Este Parlamento tiene el carácter de catarsis, pero también el carácter de análisis político. Mañana tenemos la segunda sesión, pero la propuesta es abrir estos espacios en todas las ciudades y barrios. Hoy hemos entrado por la puerta lateral para cuidar este espacio que es simbólicamente importante para lanzar un mensaje contra todos los odios y todos los fascismos. Tenemos miedo, claro que sí. Las mujeres conocemos el miedo y gracias a la capacidad de tener miedo pensamos las cosas muchas veces. Hoy como un acto de desobediencia y rebeldía hemos pensado mucho juntas, ante el cielo lleno de aviones, las calles militarizadas y el país a punto de convertirse en una dictadura fascista y racista. Nos quieren arrinconar, nos quieren intimidar, nos quieren silenciar. En desobediencia contra toda esa presión de fascitización de la sociedad boliviana y de la región -porque este no es un problema que termina en las fronteras bolivianas-, contra la privatización de la política –que es la razón por la cual estamos en este crisis profunda- ahora vamos a salir por la puerta de adelante. Las esperamos a todas, a todos y a todes, mañana a las tres en punto de la tarde. ¡La machocracia no es democracia! Muchas gracias”.
Nota
Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Jubilados y jubiladas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo en una nueva jornada de reclamos y denuncia por los ingresos de pobreza que perciben y el fin de la moratoria previsional, cuya prórroga sigue durmiendo en Diputados. Como siempre, los carteles manuscritos fueron una forma de expresión y creatividad. En uno se leía: «Francisco está feliz. Jubilados haciendo lío!!!»
La marcha comenzó nuevamente con un operativo desproporcionado con las cuatro fuerzas federales -PFA, Gendarmería, Prefectura y PSA- que reprimió la protesta pacífica: la Comisión Provincial por la Memoria contabilizó una persona detenida y 13 heridos por efectos de los gases lacrimógenos, entre ellos jubilados y trabajadores de prensa.
Frente a la Rosada, realizaron un acto donde distintas agrupaciones de jubilados se manifestaron contra el acuerdo con el FMI y cantaron por la salud de Pablo Grillo.
«Hasta el próximo miércoles», saludaron los jubilados y jubiladas.
La próxima semana, la marcha contará con la participación de los gremios de la CGT como previa al Día del Trabajador y la Trabajadora del 1 de mayo.

Foto: Juan Valeiro para lavaca

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
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