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Ley de Equidad: comenzaron en Córdoba los Foros federales para su implementación

La Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba fue la sede del primer foro para la efectiva implementación de la Ley de Equidad en Medios de Comunicación. Participó una amplia cantidad y variedad de estudiantes, profesionales, académicas y sindicatos; estuvieron presentes la ministra de trabajo, Kelly Olmos, la subsecretaria de Políticas de la Inclusión Cecilia Cross y la presidenta de RTA, Rosario Lufrano; Guillermo Tello, Coordinador general de la Multisectorial Audiovisual; y las decanas de las facultades de Artes y Comunicación de la UNC. La ley se sancionó en 10 de junio de 2021 y fue reglamentada finalmente el 8 de junio de este año, fecha en la que se estableció el objetivo de que en 90 días se generaran foros en los que se establezca la hoja de ruta de acción. Ayer comenzó el debate, que continuará en Buenos Aires, Tucumán y posiblemente Rosario y Mendoza. Lo que dijeron las autoridades y las asistentes, los sentidos en disputa, la importancia de su federalismo y las estrategias para que las normativas provinciales estén en sintonía con la Ley.
Texto: Bernardina Rosini
Fotos: Natalia Roca
Desde córdoba capital
Comenzó en Córdoba el primer Foro para la Equidad en los Medios de Comunicación. Este encuentro inicial, al que le seguirán otros en distintos puntos del país, se realizó en la ciudad de Córdoba y contó con la presencia de la ministra de Trabajo, Kelly Olmos; la subsecretaria de Políticas de Inclusión también de la cartera del ministerio de Trabajo, María Cecilia Cross; y de Rosario Lufrano, presidente de Radio y Televisión Argentina.




La apertura del evento se realizó en el auditorio de la Facultad de Artes de la UNC en la ciudad universitaria y fue Ana Mohaded, decana de Artes de esta facultad, quien dio la bienvenida a la audiencia y celebró la ocasión: “No hay movimiento posible en soledad, y este gran avance es posible reconociendo la fuerzas que han empujado para que se logre, y sigue siendo un aprendizaje el atender a las alianzas, las posibles, las momentáneas, las circunstanciales que también logran generar proyección”.
La decana también resaltó el concepto propuesto por el feminismo negro de “interseccionalidad” resaltando que los derechos no se presentan aislados sino que conforman una compleja matriz. A propósito señaló: “Esta ley propone esa mirada y apunta a un lugar tan destacado como los espacios de construcción de sentido y de socialización de sentidos”. En relación a las desigualdades que busca desarmar la Ley de Equidad, Mohaded reconoció la importancia que el primer Foro de implementación se realice en una ciudad del interior del país.
A continuación, la subsecretaria Cecilia Cross agradeció la bienvenida y presentó la instancia del Foro como “el espacio necesario para construir el mecanismo de consulta con la sociedad civil para la implementación de la ley”. Continuó reconociendo que quienes impulsaron la Ley 27.635 son quienes la pueden de nutrir de contenido día a día para la que la implementación sea exitosa. Cross adelantó además que los siguientes foros serán en la ciudad de Buenos Aires, Tucumán y posiblemente Rosario y Mendoza.

Avanzando con un tono más reflexivo en relación a la importancia de la ley, expresó “no da lo mismo quién habla, cómo se toman las decisiones, cómo se trabaja, quienes tienen posibilidad de decir, quienes pueden avanzar en la carrera, todas estas cuestiones necesariamente se reflejan posteriormente en la calidad de los medios de comunicación, en los espacios públicos, y en consecuencia en la calidad de nuestra democracia”. Para finalizar “Sigan acompañandonos, ya que con este camino no sólo saldrá fortalecido el sector, la sociedad, sino la democracia toda, la justicia social convoca a toda la Argentina”.
Rosario Lufrano habló a continuación y rememoró las condiciones de trabajo en los medios de comunicación: “No hace falta irse tanto al pasado para recordar que se escogían las periodistas de televisión en función del presentador masculino, si combinabas con su físico y tu belleza agradaba a todo el directorio”. Y en función a la toma de conciencia y a la conquista de derechos resaltó que “Argentina es un país de vanguardia. Esta Ley es única en el mundo, somos ejemplares. Es una expresión de un proyecto de país, frente a quienes se resisten y se ilusionan en sostener una sociedad machista y creen que se puede retroceder. Pero eso no va a suceder. No vamos a retroceder. Y lo vamos a mantener como lo hemos logrado: saliendo a las calles”.
Luego fue el turno de Mariela Parisi, decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba, quien consideró “un gran honor que los primeros pasos se estén dando en Córdoba, ya que las desigualdades no son únicamente resultado de una distribución despareja de los medios de producción sino que también es producto de una construcción cultural y política cotidiana mediante la cual las diferencias se transforman en jerarquías y acceso asimétrico a todo tipo de recursos. Los medios de comunicación han sostenido y sostienen mecanismos de subordinación”. En su exposición Parisi también citó indicadores que señalan la alta tasa de estudiantes y egresadas de las carreras de comunicación y periodismo, en niveles de grado y posgrado, situación que sin embargo no se condice con la composición de las empresas de medios y los altos cargos en éstas. Por último celebró que la ley apunte a la equidad en todos los roles y estamentos de la producción de noticias y contenidos.
Guillermo Tello, Coordinador general de la Multisectorial Audiovisual, participó también en la apertura y principalmente reconoció el enorme trabajo de los sindicatos del sector, organizaciones feministas y profesionales en la construcción y en el logro de esta ley.
Para finalizar el acto de apertura tomó la palabra Kelly Olmos, máxima autoridad del Ministerio de Trabajo, autoridad de aplicación de la Ley de Equidad. Olmos expresó que el Ministerio “acompaña un esfuerzo netamente militante” y situó a la ley como “esencial para la construcción de una sociedad con justicia social”. La ministra afirmó que “a su vez, no es posible pensar en equidad de género sin un proyecto político que atienda a la justicia social”. Y para cerrar, postuló la necesidad de reconocer que por un lado “se trata de un proceso; esta ley establece un horizonte que dinamiza hacia dónde avanzar. El gobierno dispone todo sus esfuerzos para garantizar apoyo e incentivo para acompañar este logro”.




La jornada continuó por la tarde con comisiones para tratar distintos aspectos de la implementación de la Ley. Las comisiones establecidas fueron cinco:
- Equidad en el desarrollo de la carrera;
- Inclusión laboral de mujeres y diversidades en los medios de comunicación;
- Estado y medios de comunicación;
- Futuro de la actividad y federalización;
- Erradicación de la violencia y el acoso en el sector medios de comunicación.
Si bien no hubo posteriormente un encuentro de puesta en común de lo debatido en las comisiones, participantes expresaron a lavaca lo sucedido durante la histórica jornada: “Para nosotros es muy importante atender que la implementación se de manera federal y llegue a todos los puntos del país. Y es necesario atender que las normativas provinciales se encuentren en sintonía con la ley, de otro modo, nos estarán paseando con la excusa del ámbito de aplicación”, dijo Mariana Mandakovic secretaria general del sindicato de prensa y comunicación de Córdoba-CISPREN-.
El cierre de la jornada se dió en el Auditorio de Radio Nacional Córdoba, donde las funcionarias fueron entrevistadas por Celeste Giacchetta en la emisión de un programa especial destinado al tema. Nuevamente Rosario Lufrano y Cecilia Cross presentaron los beneficios de la ley, intercaladas con reflexiones en un contexto electoral. Cecilia resaltó que, en relación a la equidad, busca salir del lenguaje del empoderamiento puesto que pone foco en lo individual y en el esfuerzo extraordinario y atiende a la remoción de los obstáculos en el camino de esa equidad. Rosario por su parte atendió particularmente al carácter federal de Radio Nacional, a su verdadero alcance: “Proponer un contenido de calidad, voces plurales, que son escuchadas donde ninguna otra señal llega, es proponer -sobre todo- un modelo de país el cual hoy hay que defender”.
El diálogo fue intercalado por la participación de artistas locales: el duo musical Las Cordobesas y la lectura de Eugenia Almeida.


Continuará…
Ley 27.635: La ley de Equidad
La Ley de Equidad en la Representación de los Géneros en los Servicios de Comunicación de la República Argentina, Ley 27.635, tiene como fin promover la representación de los géneros y diversidades en los medios de comunicación. Alcanza de forma obligatoria a los prestadores de gestión estatal nacional, aquellos que están en la esfera de Radio y Televisión Argentina S.E., Contenidos Públicos S.E., Télam S.E., así como a los servicios de comunicación del Estado nacional que se creen en el futuro. Para los Servicios de Comunicación operados por Prestadores de Gestión Privada se establece un régimen de promoción.
Asimismo, establece que para que haya equidad en los medios, deben cumplirse al menos cuatro de los siguientes requisitos:
1) Procesos de selección de personal basado en el respeto del principio de equidad en la representación de los géneros
2) Políticas de inclusión laboral con perspectiva de género y de diversidad sexual
3) Implementación de capacitaciones permanentes en temáticas de género y de comunicación igualitaria y no discriminatoria
4) Acciones para apoyar la distribución equitativa de las tareas de cuidado de las personas trabajadoras
5) Disposición de salas de lactancia y/o de centros de cuidado infantil
6) Promoción del uso de lenguaje inclusivo en cuanto al género en la producción y difusión de contenidos
7) Protocolo para la prevención de la violencia laboral y de género.
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El Garrahan en la oscuridad, entre la crueldad estatal y la resistencia

Residentes del Hospital Garrahan encabezaron ayer una marcha de velas alrededor del Obelisco y mañana marcharán junto a jubilados para seguir visibilizando un conflicto que crece: por los salarios, por la fuga de especialistas, por la campaña de difamación que buscar dividir a los trabajadores, por los comunicados cínicos del gobierno, y para que el 40% de los niños y niñas con cáncer del país sigan teniendo un hospital modelo en el cual atenderse. En esta nota, todo lo que representa el conflicto de un hospital símbolo de la salud pública argentina, en testimonio de médicos, enfermeros y residentes, y de un taxista que resume lo que está en juego: si somos humanos.
Por Franco Ciancaglini. Fotos de Juan Valeiro
El Hospital Garrahan —símbolo de la salud pública argentina— enfrenta una crisis que excede lo salarial: es la batalla por la dignidad de un sistema (o una sociedad) en descomposición.
Cada año, sus pasillos reciben a más de 660.000 niños de todo el país, se realizan 12.000 cirugías complejas y se trata el 40% de los casos de cáncer infantil. Sin embargo, detrás de estos números impresionantes se esconde una realidad dramática: un sistema al borde del colapso, sostenido únicamente por la dedicación de sus trabajadores.
Lo salarial es la punta del iceberg. Y la lucha actual de los residentes, la punta de la punta.
El anuncio del Gobierno -difundido por redes sociales- de que los residentes de primer año pasarían a ganar $1.3 millones contrasta brutalmente con la realidad de estos médicos en formación: «Un R1 -que ya es médico recibido ingresando a la especialización en pediatría- cobra $700 mil pesos por mes por una jornada de alrededor de 70 horas semanales” cuenta Sofía, residente de segundo año, en medio de la marcha de las antorchas frente al Obelisco. La hora de trabajo da $2.930: ¿una empanada?
Los gráficos presentados por los residentes en el Ministerio de Salud son demoledores: desde diciembre de 2023, han perdido $10 millones en poder adquisitivo. Son médicos especializados que ganan menos que un conductor de Uber, sin ofender a los conductores.
El dato no es menor: en los últimos 12 meses, la inflación acumulada fue del 236% mientras los salarios del Garrahan apenas aumentaron un 100%. «Hace siete meses -continúa Sofía-, cuando empezamos a reclamar, ya estábamos por debajo de la canasta familiar. La misma fue aumentado y nuestros sueldos quedaron iguales”. Arrastrada en el tiempo, hoy la brecha es abismal.
Mora, médica residente de 2do año de pediatría del Garrahan, recuerda que el reclamo de las y los residentes comenzó en abril del año pasado, 2024. Y que en julio, el entonces ministro de Salud Mario Russo prometió un bono no remunerativo del 28%, que nunca se efectivizó. En el medio, Russo fue eyectado de su cargo y vino la bestia de Mario Lugones, que fue recientemente imputado por intentar desplazar a la Comisión Directiva del Hospital, entre otras maniobras sucias (en el Garrahan, en el Bonaparte y en toda la salud pública nacional).

Foto: Juan Valeiro
Lugones, claro está, jamás recogió el guante del prometido aumento a los residentes. Y en mayo de este año estos jóvenes, después de todo este tiempo de no haber tenido una comunicación efectiva con el Ministerio de Salud, decidieron volver a parar. “Fuimos recibidos recién el jueves pasado, donde se nos pidió que bajemos las medidas sin ninguna propuesta a esta situación desesperante”, cuenta Mora. “En ese contexto votamos en asamblea continuar con las medidas, también teniendo en cuenta este antecedente de una promesa incumplida. Lo que se le plantea al Ministerio es: estamos dispuestos a desescalar las medidas, pero con una propuesta formal”.
La única propuesta fue informal a través de ese tweet en la página del Garrahan y en las cuentas oficiales del Ministerio de Salud, pero sin ninguna comunicación formal hacia residentes. Mora: “Hasta el día de hoy (por ayer) a las 15 donde hubo una reunión: nos ofrecieron un bono no remunerativo de 300 mil pesos. Las decisiones las tomamos en asambleas, así que todavía faltaría esa instancia para tomar una decisión. Pero no es el pedido que estamos haciendo”.
Los residentes calculan en cambio que, su sueldo de hambre proyectado contra la inflación, deberían estar ganando 2.2M.
Mora enmarca el reclamo residente dentro de un reclamo más amplio, que es parte del reclamo de médicos de planta, becarios y administrativos: “Ellos están en el hospital y tienen años y años de formación y experiencia y que también tienen sueldos paupérrimos: la problemática con el recurso humano es generalizada en el Hospital”.
Lo que no se arregla con plata
El anuncio por redes sociales de aumentos selectivos para residentes deja afuera al 90% del personal —médicos, enfermeros, técnicos, camilleros—, que sobrevive desde el gobierno anterior con sueldos muy por debajo de la canasta familiar ($1.7M).
Este ahogo salarial sostenido desata una sangría silenciosa de profesionales que fue y va dejando al Garrahan sin su mayor virtud: las personas, los especialistas. Analiza Pablo Puccar, médico de planta: “El Garrahan ocupa un lugar central en la salud pública argentina, los políticos siempre lo entendieron. Nunca nos pagaron lo que merecíamos, pero nos mantuvieron ahí: «No te pago mejor que el privado, mejor que el público, ni lo que valés, pero te quedás«. Y nos quedamos”.
Esto ya no ocurre. “El personal altamente especializado comenzó a decir: «Con este sueldo no me alcanza», la gente empezó a buscar otros trabajos o segundos empleos. Y si algo caracterizó siempre al Garrahan fue la dedicación extrahospitalaria: «Me voy a casa y preparo este protocolo». «Vamos a complejizar más la sala de internación, ver cómo hacemos para que estos pacientes salgan de terapia intensiva». Eso genera mucho más trabajo y formación adicional”.
Un ejemplo reciente y conmovedor: “Hace poco lanzamos un protocolo para que 450 niños que iban a morir en el hospital pudieran ser enviados a sus casas”.
Puccar: “Eso es el Garrahan: pensar en cómo mejorar la salud, en la patología oncológica del país. Nosotros debemos hacer que los tratamientos sean más efectivos, que los postoperatorios sean mejores, que los efectos adversos disminuyan. Desarrollas protocolos, estudios, porque tienes experiencia, muchos pacientes y profesionales top en el tema”.
Un dato reciente y conmovedor: “Según el Renaper, el Garrahan redujo entre un 7% y un 10% la mortalidad por cáncer infantil en el país. Es una cifra enorme. Y eso puede extrapolarse a muchas otras patologías”.

Puccar sigue: “Mi jefa desarrolló sus protocolos, los mejoró, me los transmitió a mí. Incorporamos psicólogos, kinesiólogos, con niveles de especialización increíbles: expertos en uso de respiradores, un paliativista especializado, una kinesióloga enfocada en eso, una psicóloga, médicos… Ahora me toca formar a la siguiente generación. Y eso es lo que se está cortando hoy: que la endoscopista se haya ido a trabajar al Hospital Italiano. Se rompió una cadena de 36 años, y no se recupera con dinero. Si esa cadena se rompe cinco años más, no habrá plata que la restaure. La gente que se fue perdió continuidad en su aprendizaje. Que un cirujano se vuelva experto en una técnica requiere 500 cirugías, lo que puede llevar una década. En el Garrahan, al tener alto volumen, están los mayores expertos. Si uno se va, tardarás otros diez años en reemplazarlo”.
Eso es lo que está en juego: el futuro.
Una historia de lucha
«Estoy cansada, cansada de volver a explicar lo obvio», arranca Mercedes «Meche» Méndez, enfermera de Cuidados Paliativos del Hospital Garrahan. Su voz tiene ese tono de quien ha visto demasiado, pero sigue apostando a la lucha.
Lo primero que hace es incluir también el reclamo del personal administrativo, ahora tildado de “ñoqui” con el gobierno. Y se retrotrae al gran conflicto del 2005, cuando los medios ocultaron el rol de los médicos en el conflicto. “En 2005 nos golpearon fuerte, porque no se hablaba del reclamo de los médicos, como si el trabajo de un administrativo no fuera igual de importante que el de un enfermero. Ahora es la misma operación: si el reclamo es de todos, lo fraccionan».
¿Cómo interpretás lo de «ñoquis»?
Tiraron el tema de los administrativos queriendo mostrar que el dinero que se llevan ellos es el que falta para los médicos. Si hubiera ñoquis, hace un año y medio que los tendrían que haber detectado. Pero no: estamos todos bajo sospecha. Cumplimos siete horas en un hospital que debería considerarse insalubre: trabajamos con la enfermedad de niños, con su muerte, con el sufrimiento constante. A pesar de eso, trabajamos más y ganamos menos. Si hubiera ñoquis, el poder tiene todos los mecanismos para encontrarlos. Y cuando entraron ñoquis a organismos públicos, siempre fue por arreglos burocráticos. UPCN firmó un aumento del 1%: esos son los ñoquis.

Meche habla mientras camina por los pasillos del hospital, esos mismos pasillos que en 2005 estaban infestados de ratas, cuando el entonces ministro Ginés González García los tildó de «terroristas sanitarios» por hacer paro. «Con Néstor nos llevaron a juicio oral. Con Menem nos hicieron percha. Estos son distintos: quieren que notes su crueldad. La lógica de ‘si tu hijo es discapacitado, el Estado no tiene la culpa’ es nueva», señala Meche. «Antes te hacían mierda pero con sonrisa progre. Ahora te hablan desde un comunicado colgado en Twitter que parece escrito por el Gordo Dan».
Puccar, también de mirada larga, coincide en la coyuntura: «El matiz de este conflicto es el interlocutor que tenemos enfrente», reflexiona. «Antes, aunque no les gustara poner plata en salud, había un piso ético. Ahora corren ese límite hasta donde vos no llegás: ¿Que se muera un pibe? Que se muera».
Puccar lo confirma con un ejemplo reciente: «El año pasado dijimos: ‘Si no nos aumentan, cerramos la guardia’. Y nos respondieron: ‘Ciérrenla’. Duplicamos la apuesta y fuimos nosotros los que aflojamos». Aclaración: «aflojar» significó que el Hospítal sugiera funcionando, salvando vidas de niñas y niños, a costa de las propias vidas de los médicos.
Puccar no es optimista: “Creo que la única herramienta para que esto termine es que la sociedad retire su apoyo drásticamente. Pero al ver los resultados electorales, me pregunto si a la sociedad le importa. ¿Le importa que el Garrahan se destruya? Nos reconocen como excelencia, como referencia, se llenan la boca hablando de nosotros, algunos hasta con orgullo. Pero si mañana cerrás el Garrahan, siento que vamos a estar nosotros y todos los pacientes y familias, y el resto cambia de canal”.
Suena fuerte, pero parece real viendo todos los miércoles a un puñado de jubilados frente a un ejército de policías. ¿La vida, un show? El médico Puccar: “Ahí es donde se equivocan. Se lo digo a mi familia: «Cuando vas a Swiss Medical, a los médicos de ahí los formamos nosotros. Sin hospitales de referencia, por más plata que tengas, no habrá buena medicina. En nuestro país, la buena medicina, como la buena educación, salió de lo público. Hoy quizás la educación privada compite, pero ¿la salud? Ningún privado puede absorber el 40% de los pacientes oncológicos del país”.
Si hay una luz de esperanza, Puccar la ve más allá de este Obelisco: “Estos días de conflicto nunca hablé con tantas provincias. Las provincias sí lo están sufriendo. Hoy hablé con Jujuy y doy los datos de las personas que vienen a atenderse de allá, y las personas se quedan, no lo pueden creer. Creo que esto impacta más en el interior que en quienes miran Argentina desde el Obelisco. Quien vive en Comodoro Rivadavia, lo siente”.

Los últimos datos sobre el caudal de pacientes que recibe el Garrahan de todo el país.
Mientras tanto, hoy 3J habrá distintas asambleas: de residentes, de enfermeros, de médicos y se espera que de todos juntos. Se espera que se analice la nueva propuesta a residentes, y también se espera que se vote profundizar medidas de fuerza. «Pelear sirve, pero no nos ilusionamos”, resume Meche. “El otro día salimos a dar una vuelta acá al Hospital y vino la policía a pechearnos”. Sofía, residente: “Estoy orgullosa de mis compañeros por cómo nos estamos organizando. Salir a la calle para visibilizar nuestra realidad fue clave. Espero que esto ayude a conseguir la recomposición salarial que necesitamos”.
Mora, residente de segundo año en Pediatría: “Nuestro mayor deseo es que la salud pública pueda continuar siendo de calidad. Y en el caso del Garrahan, para todos los niños y niñas del país, nuestro deseo es poder continuar trabajando ahí y cuidando a la comunidad, que es lo que más nos gusta hacer”.
El testimonio más conmovedor y que confirma acaso todo lo expresado en esta nota, proviene del taxista Jorge Napoli, que se acercó con su coche al Obelisco. Es uno de los integrantes de la parada de taxi del Hospital Garrahan sobre la calle Pichincha. Y dice: “Nosotros convivimos con el Hospital todo el año. Con los pacientes, con chicos con todo tipo de enfermedades, con las mamás y con los médicos. Por empezar el Hospital no cura a los chicos: los resucita. Y después viajan algunos médicos, y cuando van viajando siguen hablando por teléfono o los llaman por teléfono las mamás y los aconsejan: baja esta medicación, dale así. No paran. Creo que paran para dormir nomás, después están todo el tiempo trabajando. Y después las cosas que cuentan las mamás, de los chicos enfermos que vienen de todos lados del país: viene gente muy humilde del interior que los banca la Provincia de cada lugar, obra social, y los que no los pueden alojar está la casa del Hospital Garrahan, la Casa Garrahan. Hay que convivir y ver toda esta historia. Hay gente que no le alcanza el dinero para el taxi: se le hace precio, en muchos casos no le cobramos. Porque somos humanos, también”.
Ser humano: tal vez sea eso sea, precisamente, lo que está en juego.

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Informe Lugano: ganadores y perdedores en el bastión peronista en la Ciudad

Pese a que La Libertad Avanza buscó pintar de violeta a la Comuna 8 – Lugano, Soldati y Villa Riachuelo-con varias visitas del propio Presidente, no pudo. Sin embargo, los propios luganeses cuentan cómo creció el voto hacia el espacio oficialista, mientras el peronismo resiste. Hablan radicales, el Pro, libertarios, jóvenes de izquierda y antiguos militantes peronistas que votaron en las escuelas del sur: cómo la viven, cómo la ven, y quiénes ganan y qué se pierde tras la elección legislativa de ayer.
Por Francisco Pandolfi
Lugano tiene ese qué se yo, ¿viste?
Ese qué se yo de ser el segundo barrio más grande de la capital (después de Palermo); ese qué se yo de ostentar amplios espacios verdes; de mezclar variopintas clases sociales, así como casitas bajas con varios complejos habitacionales (Lugano 1 y 2, Piedrabuena, Copello, Samoré, Nagera); ese qué se yo de ser el distrito porteño con más villas (10) según el Registro Nacional de Barrios Populares: Obrero, Inta (villa 19), Pirelli, Scapino, Villa 15, María Auxiliadora, Bermejo, Villa 20, NHT del Trabajo y Santander.
Ese qué se yo de ser considerada la capital del peronismo en la Ciudad de Buenos Aires. Ese qué se yo de ser, no por casualidad, el confín elegido por Javier Milei para venir a disputar un territorio de gente trabajadora y enormes fábricas cerradas en los 90. Ese qué se yo de erigirse en el sur, integrando la Comuna 8 junto a Villa Soldati y Villa Riachuelo, que históricamente fueron bastiones nacionales y populares. Y olvidados y relegados.
Manuel Adorni, que es Milei, ganó en la Ciudad, pero no ganó en Lugano, ni en la comuna 8. Mientras en la totalidad de CABA La Libertad Avanza obtuvo el 30.1% y Santoro el 27.4%, en Lugano la lista de Es Ahora Buenos Aires logró un 35% y Adorni un 27.1%.
No es la excepción, sino la regla. Mientras el peronismo pierde en la mayoría de los distritos, en el 8 es otra cosa. Eso sucedió en las últimas tres elecciones: el PRO había ganado en casi toda la capital en 2019, 2021 y 2023, pero jamás en el sur porteño. De hecho, en 2021 sólo perdió en una comuna: la 8.
Otro dato: en 2023, la alianza Juntos por el Cambio consiguió la presidencia de 14 de las 15 Juntas comunales existentes. Sólo una quedó en manos de Unión por la Patria: la 8.
Y otro más: en ese 2023 la comuna 8 no sólo fue en la que más votos sacó Unión por la Patria (41,9%), sino también en la que menos sacó el PRO, 33.1%. Pero además, algo no menor: fue donde más votos sacó La Libertad Avanza, con 19.8%. Dos años después, ayer sacó siete puntos más.

Milei visitó Lugano en 2023, en una de sus primeras actividades de campaña previo a las elecciones presidenciales, aunque no le alcanzó para la victoria: en el balotaje contra Sergio Massa, sólo en una comuna perdió: la 8. Milei también arribó a Lugano el último 30 de abril para inaugurar el primer local de La Libertad Avanza en el sur porteño y así estimular el voto a Adorni. Pero con Lugano (aún) no puede. Y perdió por ocho puntos.
Otra huella: una de las banderas más grandes en el cierre de campaña que Adorni hizo en Recoleta tenía seis letras gigantes: LUGANO. Ni Belgrano, ni Nuñez. Porque decir Lugano es decir que un taxista o un uber te mire de reojo cuando querés volver a tu casa. Es que tu compañero de laburo dude en venir a tu cumpleaños y en algún caso ni venga. Da a popu Lugano. Da conurbano en la capital. Y ganarlo, no da lo mismo. Si te gano Lugano, te gano todo. Te desmoralizo. Rendite. Ya está. Eso hizo la Libertad Avanza con el PRO en los barrios norteños. La fatality, la toma mortal. Y eso buscará hacer Milei con el peronismo en el futuro.
Todavía, por ahora, no pudo.
Pero La Libertad (sigue) Avanza(ndo).

Lo rompible
“Si esto sigue así, Milei va a destruir al peronismo», dice Néstor Muñoz, 72 años, vecino de Villa Lugano desde hace 25 y militante en Los Irrompibles, el espacio político de Leandro Santoro. Ayer fue fiscal en una escuela de Lugano I y II. «El peronismo hace tres años discute internamente quién lidera, mientras Milei terminó de fagocitar a su aliado (Macri). Para que haga lo mismo con el peronismo falta un solo paso, porque el peronismo se está alejando de las bases. La muestra está en las villas, donde hay un montón de gente votando a esa derecha que nos está haciendo mierda porque no construye un solo puesto de trabajo. Milei no vino del cielo: la sociedad lo llamó. Dio las 4 palabras que la gente necesitaba y lo eligieron presidente. ¿Por qué vino a Lugano en 2023 y volvió a venir hace días? Porque sabe que Lugano es el pueblo peronista y su misión es morfarse al peronismo, que durante muchos años tuvo mística, pero ya no la tiene. El PRO tampoco la tuvo y Milei sí tiene esa característica”.
¿Dónde perdió la mística el peronismo?
El peronismo siempre necesitó de una conducción, que poco a poco se fue desentendiendo del pueblo. Yo admiro a Cristina, pero cuando dijo que entregaba el bastón del mariscal perdió el derecho de ser la referente del movimiento. Si querés ser Jesucristo, tenés que morir en la cruz, no hay otra manera. Ella entregó el bastón de mando y le quedó grande a todo el mundo, entonces hoy sigue esa discusión de quién lo agarra, mientras Milei va por todo. Acaba de ganar la Ciudad y ahora irá por la provincia.
Allá va.

Unidad no tan básica
Las calles de Lugano están más desiertas de lo común. Más que un domingo soleado de elecciones, parece un feriado lluvioso y helado. Es el mediodía y de la mañana fresca ya no queda nada. El sol pega de frente a ese cartel en las entrañas de la Villa 20: “Partido Justicialista, unidad básica 8 de octubre, comuna 8”. Adentro, tres hombres (Beto, Pedro, Urquiza) ven la televisión. Ven C5N. Beto tiene 78 años y desde hace 70 vive en el barrio. Pedro, 76, desde 1954 y nunca más se fue.
Antes de hablar del ojo ajeno, lo hacen del propio. Beto: “Cada uno que asume el poder se agarra el partido justicialista para sí. No es el kirchnerismo, el menemismo, el cristinismo, el albertismo; todos los políticos se quieren apropiar del sello justicialista, lo usan para sí mismos… el ego los daña”. Suma: “Yo soy peronista, de los valores de la justicia social, de ayudar al más débil. Y por eso mismo acá la Libertad Avanza no va a ganar nunca, porque Lugano es peronismo puro, es la capital del peronismo”. Aporta un dato: “Acá no ganó ni Macri en su mejor momento, nadie. Y esta elección en Lugano la ganó Santoro porque si no la ganábamos habiéndose peleado los libertarios con Macri, y Macri con Larreta, teníamos que cortarnos los huevos”.
Tras el fin de la metáfora, reflexiona: “En Lugano el peronismo sigue siendo peronismo, con vigencia en lo social, que no pasa en todos lados. El barrio donde estamos lo creó Evita, vino a inaugurarlo en 1948. Había 12 casas por un lado, 12 más allá, y otras 12. Cuando vio las casas construidas de chapa y madera, que no eran tipo chalet como se edificaron en Ciudad Evita, se re contra calentó y se fue a la mierda. Ya de aquella época había vivos que hacían desastre con la plata de todos, y que lleva a que hoy estemos así”.
¿Cómo estamos? Pedro: “Con gente como el payaso de Marra que dice que va a dolarizar y la juventud se lo cree y lo vota. Nos hicieron la cabeza. Si hoy gobierna Milei es porque nos engrupieron”. Agrega Beto: “Y por la bronca a Cristina”.
¿Por qué apoyan a Santoro? Coinciden: “Es el único candidato que tenemos, los otros son medio cachivaches, egoístas. Él es radical, un radical de Alfonsín, que se hizo peronista, nos representa. Parece más humilde que el resto, con una mirada más social que hoy necesitamos. Además, no tenemos otro. Nos agarramos de lo que hay. Lo que importa es el futuro, y la única manera que aparezca un verdadero peronismo es hablando e integrando a la juventud, a la que hoy no le hablamos”.

Lo radical
Una muestra de esa juventud es Mauro Arjona, integrante de la Juventud Radical. Está junto a su mamá, Rosa, que está sentada en una vereda de la Villa 20 con una mesita donde atiende a las personas que no saben dónde votar. Delante de ella, una bandera celeste y rosa: “Evolución ya”, y un afiche con la cara de Lula Levy pegado en una camioneta blanca con las ruedas pinchadas –pareciera que al menos desde la última elección–. Mauro tiene 25, Rosa treinta más.
Rosa: “En la Ciudad se dan dos pasos adelante y tres atrás. Ahora estamos retrocediendo mucho en la seguridad y en las políticas sociales”. Mauro: “En CABA no les importa la gente, solo los votos. Y a nivel nacional Milei te saca no pero no da. Ya le dimos el voto, ya ganó, pero desde que está no recibimos nada. Primero debe darle a los que estamos abajo, está muy confundido. Si no sos funcional, no les importa lo que nos pasa”. Mauro se hace preguntas en voz alta sobre el fenómeno Milei. ¿Quién lo votó? ¿Qué ignoramos?: “Mi hermano lo votó, puro tik tok”. Añade su mamá: “Mi sobrina y mi hermano también, porque quieren un cambio. Pero lo peor es que siguen creyendo en él, cuando nos está demostrando lo contrario”.
¿Por qué en la juventud radical? “Estamos en un partido para subirnos al sistema, porque si no, no somos nada. Soy cartonero y en la UCR encontré un espacio que le está dando lugar a los jóvenes, aunque pienso que se les dio tarde, se perdió mucho tiempo y debió ganar Milei para que se vea esto. La lista que encabeza Lula está puramente integrada por gente joven, sin ningún apoyo económico. Los viejos radicales del partido nos dijeron: ‘Pibes, vayan al barro, embárrense’. Ellos estiman que Lula saldrá séptima, así que nuestro objetivo no es ganarle al PRO, sino a los radicales viejos. Si logramos un sexto puesto estará muy bien. Yo tengo fe, porque muchos pibes de la Universidad nos van a votar”.
Pero Lula Levy no sale sexta ni séptima: sale octava, con el 2.3%

Por goleada
El color que más se ve en el barrio es el amarillo. Mucho “Silvia Lospennato es PRO”; en graffitis enormes pintados en paredes; en decenas de pasacalles, en banderas, en afiches. No tuvo efecto. Perdieron por goleada en toda la ciudad y en Lugano también.
Marcelo Chancalay fue presidente de la Villa 20 durante 20 años. De raigambre peronista, pasó luego al PRO, después a UNEN y desde hace unos volvió a calzarse de nuevo el amarillo: hoy, preside la mutual Futuro para Todos que trabaja con el PRO “porque fue el partido que abrió las calles, hizo 1.700 departamentos, asfaltó, puso los servicios”. ¿La división entre el PRO y Rodríguez Larreta? “Sólo nos va a perjudicar. Si les importara la gente, no te peleás, te unís. Prevaleció el egoísmo”.
¿El peronismo? “Abandonó a la ciudad, como si todos fuésemos los cogotudos que vivimos en el norte, la oligarquía. A los del sur nos metieron en la misma bolsa, nunca hicieron nada por nosotros. Hoy seguro va a ganar Santoro por las divisiones en el PRO y en la Libertad Avanza. No hay que ser ingeniero para darse cuenta: si me peleo con mi mamá, mi papá y mi hermano, me voy a quedar solo”.
Pero ni así ganó el peronismo en la Ciudad.

El sentir ganador
Recorro escuelas buscando fiscales de la Libertad Avanza y no encuentro. No hay.
“Quizá se los llevaron a todos para los barrios más del norte, pero acá no vimos ninguno”, dice una fiscal de otro partido. Creo haber encontrado uno. Le pido hablar. “No soy militante. Vine a colaborar nada más, pero no soy representativo. No doy declaraciones”.
Donde sí hay militantes violetas es en el flamante local que abrió el tándem Milei-Adorni hace un puñado de días sobre la Calle Delfín Gallo.
“Tenés que hablar con ella, que es la referente de la comuna 8 de la Libertad Avanza”. Ella es Daiana, 27 años.
–¿Qué me vas a preguntar? porque no estoy preparada para preguntas.
Le pide a Joaquín, de 26, que venga, que hable por ella. Joaquín no es de Lugano, sino de La Matanza, pero vino al barrio a ser veedor. Dice que las comunas del sur siempre fueron las últimas orejonas del tarro y que antes de morirse el Papa, Milei habló con él y este le dijo que debía tener en cuenta a los pobres, estar con ellos, “y eso está haciendo, por eso vino a Lugano, e inauguramos acá”. Dirá luego: “Lugano es el pueblo trabajador, y al trabajador le tenemos que mostrar que estamos acá”.
¿El objetivo principal de esta elección es borrar al PRO o seguir debilitando al peronismo? “Nuestros rivales son todos los que se interpongan en el camino de nuestras ideas libertarias, sobre todo la de mejorar el equilibrio fiscal. Jorge Macri está haciendo una gestión deficiente, ningún joven puede alquilar, tener el sueño de la casa propia”. Y dirá, minutos antes de conocerse los resultados: “Nos vemos realmente ganadores, y no solo lo vemos, lo sentimos”.
Sintió bien.

Una joven de veintipico cortos sale de la escuela primaria Nº 3 donde acaba de votar en la calle Larrazábal. Su voz es enérgica y sorprendida. Está mandado un audio de whatsapp: “No sabés, en la lista está Caruso Lombardi, que no sé si tenés idea pero es uno que era director técnico”. Se ríe y ya no escucho cómo sigue la conversación pero al rato hablo con Ángel, que vivió en Lugano los 57 años que lleva encima y que no solo sabía sobre Ricardo Caruso Lombardi como posible legislador, sino que también lo votó: “Quise darle un voto porque viene del fútbol; y porque lo escuché y tiene algunas ideas que me gustan. Le di un apoyo para que entre, pobre, no creo tenga muchos adeptos”. Su hija, Agustina, de 25, dice que no irá a votar. “No me interesa ningún candidato. No están presentes en los barrios, en nuestras necesidades reales, así que cada vez creo menos en los partidos, por eso ni me gasto. Si voto, lo haría por la Libertad Avanza, porque queremos ver algo distinto al peronismo”.
Otra que no fue a votar es Juana. Tiene 75 años y desde hace 75 que vive en la República de Lugano. Es la primera vez que no vota. “Siempre fui partidaria de hacerlo, pero además de mis problemas de salud estoy muy desilusionada con la política. Hacía mucho que no me sentía así. Iba a ir a votar a Santoro, pero siento que lo que hay del otro lado no amerita mi esfuerzo para ir. Es lamentable, lo sé, pero me siento así, decepcionada”.
Otra postal de la deserción masiva explicada por David, delegado judicial perteneciente a la Dirección Nacional Electoral: “Las autoridades de una mesa de votación son tres: presidente, suplente y auxiliar. En la mayoría de las mesas no vinieron ni suplentes ni auxiliares, y en alguna ni el presidente. De las 14 de esta escuela, solo en una vinieron dos autoridades, en el resto una sola o ninguna”.
Otra postal la da Juan Sandoval, 32 años y referente de Los Irrompibles en la Comuna 8: “El miércoles hicimos un censo en el centro comercial de Lugano y el 10% ya nos había anticipado que no iba a ir a votar. Eso antes no pasaba”.
La participación electoral fue del 53,3%, muy por debajo del promedio histórico de 77%.

Voto (no) peronista
Bárbara posa feliz para la foto, pese a que la vida política la tiene triste. Tiene 37 años de los cuales 34 vivió en Lugano. Trabaja para una empresa que le presta servicios de atención al cliente del Banco Nación y se considera peronista. Prefiere no decir a quién votó, aunque confiesa que no lo hizo a alguien de su partido. “Voté a otro candidato porque siento que el peronismo está en crisis y que no acumula los votos suficientes para hacerle frente a candidatos que están más fuertes y son muchísimos más nocivos si llegaran a ganar”, explica. Es parte de la confusión general del momento: “No sólo estamos viviendo una crisis política identitaria, sino también el cambio de muchísimos paradigmas en simultáneo en torno a la política, el trabajo, el progreso, lo colectivo y más”. Se aferra a lo único que puede, quiere, tiene a mano: “El peronismo en Lugano es la militancia dentro de los sectores más humildes, que en la diaria es estar con los vecinos que no tienen para darle una merienda a sus hijos o no disponen del tiempo para ayudarlos en sus tareas escolares. La militancia peronista siempre estuvo ahí, generando comunidad en lo urgente”. Pero entiende que la paciencia se agota: “Sigue habiendo un problema habitacional grande y concreto, y tener una necesidad sostenida durante tanto tiempo te pone en un lugar vulnerable a la hora de creer en promesas políticas”.
A unos metros está Sabina, que se despertó a las 3 de la mañana para preparar sus “empanaditas tucumanas”, su “ensaladita de fruta” y sus “juguitos”, que vende todos los sábados y domingos en distintas plazas de Lugano. Nació en Cochabamba, Bolivia. Suele quedarse hasta las 6 de la tarde, o “hasta vender todo”. No siempre lo logra: “Todo parece estar peor, la vida se volvió cara”, dice, en poquísimas palabras, tímida. Hace un ratito se cruzó enfrente y votó a Santoro, por un solo motivo: “Con Cristina estaba mejor”.


El mismo sueldo
Por primera vez en muchos años, en la Ciudad de Buenos Aires hay más propaganda de la izquierda que de Horacio Rodríguez Larreta. No porque abunde la cara de Vanina Biasi, sino porque a excepción de un par de pasacalles que dicen “Volvamos”, en referencia al ex Jefe de Gobierno, ni figura. Y los resultados parecen ir en esa misma sintonía. Larreta obtuvo el 8.1% de los votos.
De la izquierda, particularmente del PTS, es Natalia, que acaba de salir de votar de la escuela Nº 2 Maestro Luis Vicente, enfrente de los monoblocks de Lugano I y II, donde nació y se crio. Nunca se fue de Lugano –donde ejerce como docente–, aunque ahora vive más cerca de la zona de la estación del tren. Fue una de las impulsoras de la Asamblea Permanente de Lugano, cuando en diciembre de 2023 ya empezaban a sentirse los primeros coletazos de las políticas libertarias. Advierte que “Lugano es parte de todos los debates, pero es de los sectores más olvidados. No pasa con nuestra lista de legisladores, que tiene a dos vecinos de Lugano (Alicia Navarro Palacios y Aylén Beraldo). Los partidos tradicionales se pelean entre sí y no resuelven los problemas. Las escuelas en nuestro barrio se inundan, se caen a pedazos, los docentes vivimos al día, los pibes no tienen para comer”.
En esa misma escuela, Patricia fiscaliza la mesa 03514 para el PRO. Trabaja como agente de tránsito en el gobierno de la Ciudad. Dice que “todos los políticos son más o menos lo mismo”. Agrega: “¿Y sabés qué? Gane quién gane, yo mañana voy a tener el mismo sueldo y las mismas condiciones de trabajo”.

Ganar y perder
Antes de las 20 ya se saben los resultados. Y los resultados, más o menos, dicen dos cosas que son comunes en Buenos Aires.
El peronismo no ganó en la ciudad.
El peronismo ganó en Lugano.
Néstor Muñoz, que arranca esta crónica territorial desde el (por ahora) bastión del peronismo en CABA, también la cierra, repitiendo una frase del principio, y yendo más allá: “Si continúa la desidia de nuestros dirigentes nacionales y populares que no se pararon donde debían, no tengo dudas que Milei va a destruir al peronismo a la par de al país. Y no va a alcanzar con Lugano ni la comuna 8: va a costar muchísimo revertir lo político y sobre todo lo cultural. Hay que defender los derechos de la comunidad y eso sí o sí se hace desde el llano. No es joda: el peronismo hoy está perdiendo al pueblo”.
Portada
Generación J: el rap de la memoria

En la Plaza San Martín de Morón – localidad de donde es oriundo Milo J- cientos de jóvenes se reunieron para manifestarse en contra de la suspensión y censura de la presentación de su álbum en la ESMA, y luego marcharon al centro de memoria Mansión Seré bajo el lema: “Dijimos que Nunca Más”. Los testimonios de estos jóvenes, y la transmisión musical de un legado que traspasa generaciones y aúna a artistas populares y público en contra del negacionismo, la represión y la brutalidad. “No se bancan la opinión de un pibe de 18 años que tiene más conciencia que ellos”. La historia del joven rapero, de su abuela desaparecida y asesinada por las torturas, y la carta de su madre. Los fragmentos preferidos de sus canciones, y la respuesta a una pregunta: ¿quiénes son los giles?
Por Lucas Pedulla. Fotos de Juan Valeiro
Cuando Alma (18) recibió el código QR en su celular se puso a llorar de felicidad. Era la confirmación de que podría asistir a la pre-escucha gratuita de 166 (Deluxe), el nuevo álbum de su artista favorito, Milo J, en un lugar al que nunca había ido: el espacio para la memoria que funciona en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), ex centro clandestino de detención, uno de los mayores símbolos del terror durante el genocidio en Argentina.
El miércoles del show salió temprano de su casa en Ramos Mejía, La Matanza. Al llegar, algo en la fila le llamó la atención: la entrada al predio, sobre la Avenida Libertador, se había llenado de móviles policiales. “Los policías se bajaban de las motos con escopetas: algo totalmente exagerado”, describe. El punto cúlmine fue cuando escuchó que Milo había cancelado el recital: “Rompí en llanto mal, otra vez, pero ahora de tristeza”.
Soledad (18) también recuerda esa angustia: “Nos parecía re importante que Milo lo haga en la ESMA porque la dictadura nos marcó mucho como país. Muchos chicos no están informados y era para que sepan la historia, además de darnos la oportunidad de un show gratis, con lo que cuesta hoy una entrada… Fue muy fuerte vivir eso para nosotros: dos cuadras enteras de camiones con de todo. La cantidad de gendarmes, ¡por dios!”.

Sika (34) se enteró de la suspensión mientras hacía la fila, pero llamó a la calma a la espera de la confirmación oficial de Milo, la cual llegó a través de un video en su cuenta de Instagram (más de 4 millones y medio de seguidores), donde fue tan directo como en sus canciones: “Supongo que juntar 20 mil personas en un espacio de memoria no le gusta al gobierno”. Sika, mientras escuchaba el video, también pensó: “Me llamó la atención que hablaran de reprimir y el peso de decirlo en ese lugar, que refleja la represión en la dictadura”.
Valentín tiene 17: “No fue buena idea llevar Prefectura y Gendarmería cuando hay cosas más importantes que están pasando. Yo estaba a favor de Milei en un principio, me gustaba el tema económico, pero en la pre-escucha sentí esa represión como pasó antes y no me gustó. Cambié de idea. No es la manera. Somos jóvenes. Es un montón”.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
Alma, Soledad, Sika y Valentín hablan bajo un domingo de sol caluroso en la Plaza San Martín, en Morón, oeste del conurbano, pueblo natal de su amado Milo. Aquí se autoconvocaron en las horas posteriores a la cancelación que tanta bronca y llanto les robó. Por sus grupos de fans, ya sea por Instagram o grupos de WhatsApp, se dieron esta cita que tenía dos mensajes que dejaban bien claro el efecto boomerang del Gobierno:
- El primero es la consigna: “Dijimos que Nunca Más”.
- El segundo era el itinerario: una marcha desde la plaza central de Morón hasta el Espacio para la Memoria Mansión Seré, donde funcionó uno de los centros clandestinos más paradigmáticos de zona oeste, dependiente de la Fuerza Aérea, y por donde se estima que fueron secuestradas cientos de personas.
Alma hoy se tomó el tren para venir a marchar e interpreta lo que pasó ya sin vueltas: “No se bancan la opinión de un pibe de 18 años que tiene más conciencia que ellos”.
Soledad sintetiza con su frase preferida de Milo: “Mis valores me cubren la espalda”.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
Consciente de las cosas
La cita de la movilización en el oeste era a las 14, para comenzar a marchar a las 15.30, pero son las 13.30 y ya hay chicas haciendo carteles. Una de ellas cuenta que hace minutos aparecieron unos gendarmes a pedirles que despeguen los carteles de las columnas de la Municipalidad. “Cualquiera, porque están todas escritas y escrachadas”, se ríe. Los carteles decían “Nunca Más”.
Jenifer tiene 20 años, rulos espectaculares y una sonrisa contagiosa. Hace nueve años llegó de República Dominicana y vive en San Telmo: “La idea de Mansión Seré surgió para demostrar el apoyo a Cami para que sea una caminata donde concientice lo que pasó”, explica. Para ella, en un primer momento, la cancelación se trataba sólo de una “cuestión de papeles” y de habilitaciones, como esgrimió el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, en la medida cautelar que la jueza María Alejandra Biotti convalidó. “Pero cuando llegué a mi casa vi que hablaban de censura y me eduqué. Vi que a Lali Espósito y a María Becerra les hacían lo mismo. Mierda, dije, porque esto iba a ser memorífico para todos”.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
Ariel llegó a Morón acompañado de su papá. Tiene 13 años y su playlist abarca la tríada Milo J-Dillom-Trueno. “De Milo me gusta cómo transmite con las letras, sus sentimientos -dice-. No fui a la ESMA, pero me entristeció. No me parece que cancelen a Milo. Creo que al Gobierno no le gustaba juntar 20 mil personas en un espacio de memoria que fue un centro clandestino de tortura. Ahí mataron embarazadas. Mi papá me venía contando hoy. Fue terrible”.
-¿Por qué sentís que no le gusta al Gobierno?
-Porque no quiere visibilizar lo que pasó en esos tiempos. Tampoco le gusta que alguien tan chico pueda darse cuenta de lo que pasó y visibilizar lo que fue.
-¿Qué pensás del Gobierno?
-Medio que lo apoyaba, pero esto me cambió la visión. Corte lo defendía, pero ahora me di cuenta que lo que me decían era verdad: la cantidad de desaparecidos que hay. Le cambió la visión a un montón de pibes. Hasta salió en TN. Muchos artistas se sumaron a la causa.
-¿Qué frase de Milo te representa?
-“Disfrutá la vida porque sí, va a haber más. Pero todo es raro cuando sos consciente de las cosas”. Queda con lo que estoy tratando de decir.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
West & agite
Alexis tiene 22 años y es uno de los fundadores de “Bajo West”, una comunidad de artistas emergentes que reúne a productores, filmakers, cantantes, grafiteros, “que por suerte a la gente le gusta”. Es la crew donde arrancó Milo con tan sólo 14 años. Piensa Alexis: “Se armó tal nivel de quilombo con esto porque mandaron a camiones con agua a chicos, ¿me entendés? No era sólo el show, sino que había material preparado para contarte qué pasó ahí. Muchos decían que el álbum iba a hacer referencia a la dictadura, pero no, el álbum era algo que atraía a los chicos que no conocían hacia la EXMA (sic)”.
Alexis lo pronuncia así, con la equis: “El show no se pudo dar, pero muchos recorrieron igual el predio. Muchos habrán llegado a la casa y le preguntaron a la abuela, a la tía, o a los padres, qué era lo que había pasado ahí. Hay que demostrarles que no pueden silenciar al pueblo solamente porque tengan el poder. Este gobierno es muy facho, como le dicen”.
Piensa cómo salimos: “Todos juntos. Así lo hicimos con Bajo West. Arrancamos sin nada, pero siempre tratamos de dejar la enseñanza de que juntos, se puede”.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
Miloterapia
Cerquita de Alexis están Nahiara (16 años, de Merlo Gómez) y Morena (17, de Castelar), listas para marchar. “El gobierno no quería que se comprenda todo lo que pasó en la dictadura -dice Nahiara-. Era la primera vez que iba a la ESMA. Además, era importante para conmemorar, porque la abuela de Milo también fue una desaparecida”.
La abuela de Milo se llamaba Nélida Beatriz Pereyra. En 2016, la mamá y manager de Milo, Aldana Ríos, le escribió una carta a la directora de la escuela 108 de Morón, porque el entonces intendente, Ramiro Tagliaferro, había decidido organizar el acto por el Día de la Bandera en la Base Aérea de Morón, un ex centro clandestino.
La carta decía: “Me dirijo a usted a fines de que arbitre los medios necesarios para que mi hijo Camilo Villaruel, nieto de Nélida Beatriz Pereyra, víctima del terrorismo de Estado en 1979, secuestrada, desaparecida y luego pasada a disposición del PEN en 1981. Fallecida a causa de torturas y vejámenes sufridos en su detención ilegal. Usted entenderá que tal situación familiar impide acompañar la NEFASTA decisión del gobierno municipal de prometer la bandera en un ex centro clandestino. Usted tiene un alumno en su escuela cuya abuela pasó y fue torturada en el mismo lugar donde hoy debería prometer fidelidad a la bandera. Le pido no lo permita, le pido que sea una buena docente y eduque con memoria”.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
Nahiara ubicó este contexto: “Mi abuela siempre me hablaba de la dictadura porque ella sufrió mucho. Nunca apoyé a este gobierno. Pero cuando lo votaron la gente pensó más en la economía que en nuestros derechos”. Morena suma: “Sea lo que sea que ganes, el alquiler está re caro. Me tengo que mudar por eso. Todo una crisis. Mi mamá es enfermera y trabaja en un hogar desde las 9 de la mañana hasta la tarde”. La mamá de Nahiara se la rebusca: “Trabaja en la quiniela, trata de vender helados, ropa, pero no alcanza. Trato de buscar trabajo para ayudarla, pero no consigo”.
Por eso dicen que Milo es su terapia.
Nahiara lo grafica así: “En los recitales me desahogo de todo”.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
Kill gil
La distancia entre la plaza de Morón y la Mansión Seré es de cuatro kilómetros. En la marcha hay también papás y mamás que acompañan a sus hijes. Una de esas madres es Giselle, 35 años, del barrio Almafuerte, en La Matanza. Tiene a su hija de 13 años entre el centenar de juventudes que marchan por las calles de Morón. Al pasar enfrente del estadio del Deportivo Morón, sobre la avenida Hipólito Yrigoyen, la movilización se cruza con la entrada de la hinchada que se prepara para el partido contra Central Norte de Salta. A cuadras hay un mural de Milo, y Giselle recuerda que allí fue con su hija en octubre del año pasado, cuando Milo festejó sus 18 años en un recital histórico. “Lo que pasó fue tremendo -dice-. Yo ni conocía que existía la ESMA, que se podía ir. Y eso fue gracias a Milo”.
Otra madre es Cristina, docente de Historia en secundaria, que acompaña a sus dos hijas y piensa en lo que generó la censura del recital, imprimiendo en los cuerpos de estas adolescencias -con sus angustias entre camiones hidrantes llenos de gendarmes- una referencia que pueden anclar con lo que significó en otros tiempos: “Fue un error no forzado del gobierno que generó este efecto”.
Llegando al predio de Seré, Anahí, de 17, reflexiona: “Es una manera de volver al pasado para que no se vuelva a repetir. Es entender el pasado para no vivirlo en el futuro”. A su lado marcha Brandon, de 16, desde Florencio Varela, sur conurbano: “La pre-escucha en la ESMA era importante porque la dictadura fue hace muchos años y la mayoría de su público no la llegó a vivir. Es importante que las nuevas generaciones entiendan del tema”.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
Atrás suyo, una joven lleva un cartel con una frase de la canción “Digan”, de Milo, sin metáforas: “Los giles nacen giles, mueren giles”.
-¿Quiénes son los giles?
Anahí: El gobierno.
Brandon: La cana.
De atrás se suma Mateo, 16 años, que viajó una hora y media desde San Fernando, conurbano norte: “Los giles son la policía y los que reprimen a las opiniones libres y a quienes intentan pelear por sus derechos”.
La generación J responde sin vueltas.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.
En Seré, les jóvenes son recibidos por Aimé Ereñú, militante de HIJOS Gran Morón, Ituzaingó y Hurlingham, y también militante de Abuelas de Plaza de Mayo. Aimé es hija de sobrevivientes y, además, busca a un primo nacido en cautiverio. Les explica con mucho amor y sencillez dónde están. También les pregunta si saben qué era la ESMA.
Un joven responde: “Un centro de detención clandestino”.
Aimé les explica que también por Seré pasaron un centenar de personas secuestradas. Que hubo cuatro personas que se fugaron. Que este lugar de horror funcionó bajo la órbita de la Fuerza Aérea entre 1977 y 1978. “La memoria es un derecho humano, no una política partidaria -explica-. La memoria es lo único que nos va a permitir detectar a lo que dijimos nunca más. A la censura, a la desaparición, a la muerte. No se trata de una bandera política: se trata de derechos”.
Una joven levanta la mano y dice: “Lo único que nos separa es que no nos detienen en la calle, porque después te censuran o te acusan en las redes sociales si pensás distinto”.
Una mamá levanta la mano: “Tienen miedo que esta generación conozca la verdad. Hoy le expliqué a mi nieto todo lo que pasó y quiso venir. Tiene 6 años”.
Aimé agradece la marcha y la convocatoria. Les jóvenes le agradecen, aplauden, y le consultan los horarios para poder visitar el predio durante la semana. Luego, se juntan en ronda a cantar las canciones de Milo. Una chica pide que pongan Los Dinosaurios, de Charly. Se juntan para sacarse una foto. Todes sonríen. Y cantan, para que no haya dudas:
“Nunca Más”.

Fotos: Juan Valeiro para lavaca.