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La peste

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Paren de fumigar. Un caso raro, una sospecha, un diagnóstico: médicos, pediatras y científicos de distintas provincias inundadas por el monocultivo y el glifosato fueron, casi siempre en soledad, el amplificador de una realidad silenciada al detectar que el crecimiento exponencial de malformaciones de bebés, cáncer y abortos a repetición, no es una plaga sobrenatural sino el efecto de un tipo de modelo productivo. En Chaco un informe impulsado por una pediatra oficialista (pero no obsecuente) determinó un 300% de aumento de casos de cáncer y 400% de malformaciones en zonas altamente fumigadas. Algunas de las voces que no se resignan a estas epidemias.

Hay preguntas que cualquiera podría formularse.
¿Qué hacer ante la evidencia de una inflación del 400% de nacimientos con malformaciones, por ejemplo, de bebés sin cerebro? ¿O sin brazos, o apenas con una especie de pinza como de cangrejo donde tendría que haber una mano? ¿O con labio leporino en los casos benignos (con perdón de la palabra)? ¿O con el corazón enfermo? ¿O con la médula convertida en una deformidad que parece querer estallar en la espalda del recién nacido?
Otra: ¿Qué hacer si se percibe en una localidad o barrio un incremento del cáncer que triplica (300%) los casos conocidos?
La respuesta tal vez dependa del oficio: todo será diferente según uno sea padre, madre, psicópata, víctima, zombi, en medio de una tasa alarmante de funcionarios y legisladores con ADN de tortícolis política que los hace mirar para otro lado. O con formas mutantes de sordera.
Pero el extraño paraje denominado Argentina presenta –además- síntomas notables de personas que se hicieron la pregunta ¿qué hacer ante lo intolerable?, y respondieron con una actitud obvia, pero inexplorada: investigar cuáles pueden ser las causas.
Cómo resolver un misterio
La doctora Ana Lía Otaño percibió que algo andaba mal en el Chaco por lo que repetían vecinos y pacientes: “Decían que el monte se iba achicando cada día ante sus ojos, hasta que un día desapareció”. En los 70 desaparecían personas. En los 90, la naturaleza. Pediatra del hospital de Resistencia, Ana Lía recibía más y más casos de niños con enfermedades insólitas hasta entonces.
Como esos personajes de las series que de pronto ensamblan las piezas aparentemente dispersas de un misterio, la doctora comprendió: “Era todo parte de lo mismo: desmonte con topadoras para cultivos de soja y arroz, expulsión de pequeños chacareros criollos y de aborígenes de los campos, fumigaciones masivas, y aumento de leucemias, tumores cerebrales, cáncer y malformaciones”.
Breve presentación de la doctora: “Soy pediatra, trabajé en salud pública durante 30 años, y soy Delegada del ministerio nacional de Salud Pública en la provincia. Integro la Red de Salud Popular Ramón Carrillo que a su vez está en Carta Abierta, porque estamos consustanciados con el gobierno nacional. Pero no podemos ser obsecuentes, hay que apoyar lo correcto y reclamar lo equivocado. El tema del medio ambiente es un reclamo. Hay funcionarios que hacen cosas vergonzosas”.
Novedades de la muerte
El comienzo: “El problema empieza con la soja y el glifosato a mitad de los 90. Después de unos años se vieron los efectos del modelo de semilla transgénica y fumigación, una cosa perversa: en Pediatría fue muy evidente porque es lo más sensible y doloroso. Pero además hay que decir que el desmonte fue un asesinato de los aborígenes”. Al mismo tiempo, vecinos de zonas como La Leonesa, aparecieron con otra novedad: “Reclamaban porque sus familiares siempre morían de viejitos, pero ahora morían de cáncer”.
Los vecinos empezaron a movilizarse y organizarse, sin lograr respuestas: “La cosa cambió con Ituzaingó”.
Peste modelo siglo 21
Ituzaingó Anexo es un barrio cordobés donde las madres desde 2002 se hicieron una pregunta nacida en una conversación y una desesperación compartida en la verdulería: ¿no hay demasiado cáncer? Las denominadas “autoridades” las ignoraron. Las mujeres hicieron su propia encuesta en el barrio detectando velozmente 60 casos en 5.000 habitantes. Las Madres de Ituzaingó se organizaron, se movilizaron. Fueron descalificadas y tratadas de locas, como suele ocurrir con los que dicen la verdad. A fines de 2008 lograron detener judicialmente la lluvia de fumigaciones, señalando a agroquímicos como el glifosato como causantes de esa peste modelo siglo 21. Llegaron a 200 casos y un récord: un enfermo o muerto en cada familia.
En toda esta recorrida es prudente recordar la frase de una novela que tal vez no lo sea, La Peste, de Albert Camus:
“Estos hechos parecerán a muchos naturales y a otros, por el contrario, inverosímiles. Pero, después de todo, un cronista no puede tener en cuenta esas contradicciones. Su misión es únicamente decir: ’Esto pasó’, cuando sabe que pasó en efecto, que interesó la vida de todo un pueblo y que por lo tanto hay miles de testigos que en el fondo de su corazón sabrán estimar la verdad de lo que dice”.
Indignación + audífonos
Continúa Ana Lía Otaño: “En Ituzaingó procesaron a los responsables: sojeros y fumigadores. A los 10 días, en enero de 2009 la Presidenta firmó el decreto 21 que creó una Comisión de Investigación de las Denuncias por Intoxicación con Agroquímicos”. Los médicos de zonas fumigadas conocen el valor de la rapidez: “Le reclamamos a la entonces ministra de Salud Graciela Ocaña que mandara la Comisión al Chaco. Vinieron, confirmaron lo que les decíamos y quedé como Delegada trabajando en esto”. Con el mismo envión Ana Lía logró formar una Comisión Provincial de investigación del agua, mientras la Comisión Nacional empezaba a contaminarse: “Dejó de tener fuerza para trabajar cuando cambiaron a Ocaña por Juan Manzur. Con indignación y dolor te digo que el nuevo ministro hizo oídos sordos a todo esto”. Las comisiones son como ciertos pacientes fumigados: sufren parálisis de sus miembros. Pero la Comisión Provincial hizo algo levemente subversivo: siguió trabajando.
Manual de malformaciones
«Nos encontrábamos una vez por semana profesionales de los distintos servicios y hacíamos la contabilidad de lo que habíamos podido ver en esos días. Aparecía muchísimo labio leporino, que es desagradable pero no es mortal. Se incrementaron las cardiopatías congénitas y la gastrosquisis: falta de pared abdominal. Y situaciones más graves como los chiquitos anencéfalos: no tienen cerebro. Ese bebé respira y tiene corazón, pero a los dos o tres días muere”, explica la doctora Otaño.
¿Cómo trabajaron? “Fuimos investigando historia clínica por historia clínica. Una por una. No fue un estudio científico, sino informativo sobre lo ocurrido en las últimas décadas”. Por primera vez se tuvo, en 2010, a 15 años del nacimiento del “modelo glifosato”, una noción cuantitativa de sus efectos.
Resultados
La Comisión provincial comprobó que en una década se triplicaron los casos de cáncer y se cuadruplicaron las malformaciones en nacidos vivos en las comunidades más contaminadas.
Conviene aclarar que los casos de enfermedades se tomaron sobre bebés vivos. Ana Lía adelanta un próximo informe: “La mortalidad puede darse por diferentes causas, pero hay zonas fumigadas donde las malformaciones congénitas representan entre el 80 y el 100% de los casos de mortalidad infantil”.
Salud y agricultura
El estudio no sirvió para ganar amigos. “Empezaron a pasar cosas desagradables, presiones, descalificaciones desde el propio gobierno provincial. Hay algunos diputados del Frente para la Victoria que nos apoyan. Y también algunas opositoras de la UCR y del ARI (González y Terada), pero qué casualidad: las dos son pediatras”.
Ana Lía hace una división tentativa. “Hay buenas personas que trabajan por la salud, incluso a nivel nacional. pero hay ministerios provinciales que realmente son vergonzosos, comprometidos con los grandes monopolios. El de Salud, por ejemplo, desconoce todos los casos que nosotros hemos demostrado. Y el de Agricultura es el cómplice de que esté pasando esto. Tendría que haber procesamiento de funcionarios porque no cumplen sus deberes”.
Pero si justo Agricultura y Salud son así, parece ser una política de Estado: “No, porque hay otros ministerios como el de Educación que es un lujo, y trabaja para concientizar. Es cuestión de personas. El gobernador José Capitanich ha hecho una muy buena gestión, pero lamentablemente hay unos ministros… tenemos la esperanza de que los cambien. Bueno, yo también soy funcionaria, aunque esté medio castigada, y aunque hayamos pasado por cosas muy malas”.
Véalo en Youtube
El caso extremo ocurrió en La Leonesa, agosto de 2010, cuando el doctor Andrés Carrasco (quien reveló los efectos del glifosato en embriones) fue a dar una conferencia junto al médico chaqueño Horacio Lucero. La doctora Otaño no es muy vueltera para brindar su opinión: “Fue la vergüenza total. Nos atacaron patotas a sueldo del empresario arrocero Eduardo Meichtry, con la complicidad del intendente (José Carbajal), y agitadas por la mujer del intendente (Elda Insaurralde, diputada del PJ)”.
Carrasco quedó sitiado en un auto, le pegaron a toda la comitiva que lo acompañaba, y la jornada violenta puede verse por el principal canal de televisión del momento: Youtube. Lucero aporta un dato: “En un momento pensé que no salíamos”.
Éramos pocos
La doctora Otaño cuenta que una situación parecida se vive en Pampa del Indio, donde la comunidad qom ha denunciado al empresario Eduardo Eurnekián. ¿Alcanza con alejar las fumigaciones? Otaño: “Ya no. Hay que prohibir totalmente las fumigaciones aéreas. Y reglamentar las terrestres porque también hacen cualquier cosa. Y además planteamos cambiar el modelo, volver a la agricultura orgánica, familiar. Hasta el ministerio de Agricultura nacional está trabajando en eso. Pero tiene que haber un movimiento de abajo hacia arriba para enfrentar poderes muy fuertes”. Una apuesta: “Se puede hacer una producción sana, sustentable, y que brind trabajo a la gente en el campo. No es una locura. La locura es seguir como hasta ahora”.
Pinza de cangrejo
El primer caso que recuerda el doctor Horacio Lucero es el de una nena: “No tenía miembros superiores, salvo el esbozo de una mano, lo que se llama pinza de cangrejo. Sus estudios genéticos eran normales, entonces uno tiene la obligación de buscar una causa medioambiental”.
El médico (chaqueño, 49 años, actual jefe del Laboratorio de Biología Molecular del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste) habló con la madre de la chiquita: “En los primeros meses de embarazo trabajaba en el campo y la sobrevolaba el avión fumigador. El veneno puede interferir con la normal replicación del ADN que da la señal para formar los órganos, pero con esas alteraciones aparecen órganos o miembros anormales. Cuando empezó lo de la soja, el problema creció de un modo exponencial”.
Abortos y aspirinas
Lucero les pidió a los médicos chaqueños que le enviaran todos los casos inusuales. “Así conocí muchas parejas jóvenes con problemas reproductivos y abortos a repetición”. Lucero se transformó en el cronista de una peste. “Me parecía insólito lo que pasaba, y cómo lo contaban. Una chica me decía que en el barrio son 6 amigas, de 28 a 30 años. Todas con pareja. Una tuvo hijos. Las otras sólo abortos. Dos, la que menos tuvo. Las primeras semanas de gestación son las más peligrosas. Por eso a una embarazada no la dejan tomar ni una aspirina. Imagínese que la fumiguen”.
Lucero descubrió que un colega de Misiones, Hugo Gómez Demaio, era el único que venía advirtiendo estos temas, y el resto de bibliografía había que encontrarla en Estados Unidos o México. “La verdad es que me sentí bastante sólo porque parecía una preocupación más personal que colectiva. Pensé: ‘si tengo razón, esto es una bomba de tiempo porque los casos van a seguir aumentando’. Lastimosamente, tuve razón”.
Recuerda siempre el caso de una mamá, María Laura Mazitelli, que vivía frente a una arrocera que fumigaban obviamente con glifosato. “Ella es docente. Cuando pasaba el avión salía a saludarlo con su nena de 2 años, como un juego. La chiquita contrajo leucemia. Ahí uno ve la inocencia de la gente, y la perversidad de lo que ocurre. Uno se convierte en un indignado”.
La cantidad de glifosato
Lucero es un caso de laboratorio sobre el valor del disenso frente a ciertos consensos: una persona sola (o varias soledades, como en distintos lugares ocurría con Gómez Demaio o con Rodolfo Páramo) puede ser la única que tenga razón. “Nadie hacía caso. Ni los políticos, ni los medios. Y en cierta medida sigue pasando. Es distinto con las personas comunes, que cada vez van captando mejor el problema, y presionando para que se haga algo”. Asegura que de 20 entrevistas que concedió a medios nacionales en los últimos meses, sólo se publicaron cuatro. “Pero cada vez vienen más medios extranjeros porque entienden que está pasando algo grave. El glifosato no es agua bendita. Puede ser menos tóxico que otros, pero el problema es que las plagas no son tontas, van generando cepas resistentes. Entonces el productor tiene que usar cada vez más veneno, para lograr el mismo efecto. En vez de dos litros por hectárea, necesitan 10 ó 12 litros. Y en un sistema que sólo busca la rentabilidad esto no va a parar”.
No rascarse
El doctor Fernando Mañas participó en el equipo que descubrió alteraciones genéticas provocadas por exposición a los agrotóxicos en 32 pobladores de Marcos Juárez. “Nuestro estudio fue en humanos, con muestras de sangre, y confirman que lo que siempre percibieron médicos como el doctor Lucero está perfectamente vinculado a lo que hemos investigado. Las malformaciones, bajas tasas de fertilidad y posibilidad de desarrollar cáncer son algo que puede pronosticarse para los próximos años, de acuerdo a los resultados de esta investigación”. Lucero suma unas palabras: “En esto sí que está en juego el futuro de nuestros hijos”.
En Rosario, la Facultad de Medicina destinó toda la práctica final de sus futuros egresados a campamentos sanitarios en pueblos rodeados por el desierto sojero. El doctor Damián Verzeñassi conduce esos trabajos: “En localidades como Santa Isabel, San Gregorio, María Teresa, Murphy y Villa Cañás, la principal causa de muerte es el cáncer. Detectamos lo que puede calificarse como epidemia de hipotiroidismo, convertida en la tercera enfermedad en importancia, y en algunos de esos lugares se duplicó el número de embarazos perdidos en los últimos años”. Menos grave pero ilustrativo fue otro hallazgo en una escuela: “El 60 % de los chicos tenía lesiones profundas en brazos, el cuello, en la cara. Pensamos que era maltrato familiar, golpes, pero era por rascado: Se lastimaban de tanto rascarse, efecto de que a 10 metros hay fumigaciones. La escuela no lo denuncia porque los sojeros le pasan dinero para sostenerse”.
Cualquiera se formula preguntas. Algunos salen a responderlas: Otaño calcula que habrá más, cada vez. Una mutación diferente: “Antes nadie hablaba. Eran todos pobrecitos, víctimas a las que les llovía el veneno. Ahora está cambiando. Al haber más conciencia, cada uno decide qué hacer. Y si quiere o no quiere seguir siendo un cordero”.

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Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

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Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

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También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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