Nota
Empate técnico y gol para el software libre
Las notebook que entregan los organismos oficiales a alumnos secundarios albergan dos sistemas operativos: GNU/Linux y Windows. Y el creador del único libre, Richard Stallman, estará el próximo miércoles 14 de abril en Berazategui. Las dos noticias que parecen estar relacionadas sólo por un nombre propio tienen, sin embargo, mucha relación. Marcan un punto de inflexión en los alcances del movimiento de software libre local y el impacto de lo que se haga en esta nueva etapa dependerá de cuánto esté dispuesto el movimiento a presionar al Estado y trabajar para y con la sociedad.
Alpargatas sí, notebook también
Quizá especulando con los resultados cosechados en la opinión pública por su par uruguayo, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, primero, y de la Nación, ayer, decidieron copiar el programa de repartos masivos de computadoras entre estudiantes. Sin embargo, esta aplicación local tiene importantes diferencias. La más importante es su alcance: el uruguayo es universal. Todo chico de escuela primaria recibió su notebook personal. La otra diferencia: esa computadora tenía un solo sistema operativo. Y era libre. Ninguna corporación monopólica se benefició; sólo la población, en general, y la comunidad que boga por la libertad de conocimiento, en particular. Que no haya habido debate sobre esta elección gubernamental representa, entre otras cosas, el trabajo político y social que desarrolló el movimiento de software libre en el vecino país. Que aquí haya habido un empate técnico, también.
Así estamos: a mitad de camino.
No es momento, entonces, para mirar hacia atrás sino para debatir los pasos que construyan un futuro en el que el Estado no pueda ser extorsionado por las corporaciones tecnológicas, la sociedad no sea criminalizada por acceder a los progresos digitales y las oenegé no actúen como un colchón que demora respuestas construyendo parques de diversiones temáticos para desviar fondos que financian el disfraz de militante de universitarios desocupados.
Construyendo consenso
A partir de la convocatoria del gobierno porteño, diversos actores del movimiento local trabajaron en un documento que sintetizó la posición del sector. En el sitio de Solar puede leerse completo, pero citamos especialmente los argumentos sobre el empate técnico:
«En materia de software, elaborar una propuesta con doble booteo en nombre de la ´neutralidad´, consolida la posición dominante de una empresa por encima de las demás».
Y justifican por qué:
«Consideramos que, en materia de decisiones (tecnológicas o no) el Estado debe priorizar su independencia. Por ello contrastamos este concepto al de neutralidad tecnológica, ya que ninguna decisión que se tome en este sentido puede ser considerada neutral. Consideramos importante que los recursos que el Estado invierta permitan la total apropiación y control de la tecnología empleada por el mismo y los destinatarios del proyecto. Es decir, que se pueda: usar para cualquier fin, estudiar cómo está hecho, modificar para ajustarlo a las necesidades y redistribuir tanto en su estado original como con las modificaciones».
Sin embargo, el resultado no fue el esperado: la entrega de las computadoras contempla el doble sistema no ya sólo en Capital, sino en el programa nacional impulsado por el Ministerio de Educación. Ningún docente ni alumno recibió capacitación ni para operar GNU/Linux ni para entender qué representa un programa de software libre en su computadora. Las primeras 250.000 ya fueron compradas por el Ministerio de Educación de la Nación a la empresa EXO y con doble sistema operativo: Windows y una distribución de GNU/Linux adaptada por la empresa local Pixar. Esta empresa fue muy criticada por la comunidad de software libre por negarse a entregar el código fuente de algunas aplicaciones que distribuye con licencia GPL.
Si hay pronunciamientos sobre la implementación que ha realizado el Ministerio por parte de las organizaciones que dicen representar al software libre en los despachos oficiales, no los conocemos. Conocemos, en cambio, numerosos pedidos de moderación en la crítica pública a organismos estatales que coquetean, pero no concretan su independencia de las corporaciones como Microsoft.
El efecto Berazategui
Algunos funcionarios técnicos de la municipalidad de Berazategui no sólo lograron imponer software libre en varias dependencias, sino promoverlo. La vecina Universidad de Quilmes es una de las aliadas y, aún con «un movimiento todavía exiguo» -como lo califican- lograron organizar el Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre (Flisol), que comienza el próximo 24 de abril, e impulsar un taller que funcionará los sábados a la tarde en la sede de la Asociación de Estudiantes Universitarios de Berazategui, para todo público y a precios simbólicos.
Lograron también que el municipio auspicie la conferencia que dará el próximo miércoles Richard Stallman, uno de los desarrolladores de GNU/Linux y, quizá, el orador más carismático de todo el movimiento. El objetivo: «Creemos que Stallman puede llegar con su mensaje a un público amplio, sobre todo a docentes y alumnos de colegios secundarios, también a las organizaciones sociales de la zona, y las universidades. Además, la reunión privada de Stallman con funcionarios de gobierno esperamos que aporte a la definición de políticas justas de inclusión digital». Lo interesante del planteo es el orden en que enumeran sus prioridades: maestros y estudiantes, organizaciones sociales, universidades y, por último, funcionarios.
¿Cómo se ve desde Berazategui el panorama del software libre? Responden los locales: «En Argentina el gobierno nacional, así como el de la provincia de Buenos Aires, estuvo siempre asociado a Microsoft y otras corporaciones, y sus empresas ‘partners’ locales, sobre todo a través del punto más crítico: los ministerios de Educación. Desde el punto de vista social, en Argentina (y en el mundo en general) lo que se ha impuesto es una competencia entre el modelo de negocios de software privativo y el modelo de negocios del open source. Incluso la mayoría de las instituciones y oenegés que dicen promover el software libre, en realidad promueven mucho más los criterios cercanos al opensource «. En criollo: se recuestan en las ventajas competitivas que Linux ofrece al mercado y no en los intereses sociales que promueve el software libre, a través de una ética basada en compartir, libremente, el conocimiento que nos hace derechos y humanos.
La cita con Stallman y Berazategui es el miércoles 14 de Abril a las 14:30 horas, en el gimnasio municipal Roberto DeVicenzo, a dos cuadras de la estación. Que el propio Stallman haya enviado esta invitación a lavaca representa para nosotros la obligación de agradecerle el esfuerzo de llevar sus ideales hasta allí. Desde esas periferias se puede ver más claro cuál es el duro desafío que debe enfrentar el software libre en Argentina y hoy.
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Campaña: Encontremos a las/los nietos de Oesterheld
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Cien

Desde que se inició este año desde el Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez registramos 100 femicidios, casi 1 por día.
La víctimas fueron desde mujeres de 83 años, como Ana Angélica Gareri, en Córdoba, a una adolescente como Pamela Romero, de 16, en Chaco; y una bebé de 3 años en González Catán.
En este 2025 ya registramos 85 tentativas de femicidio.
En el 2025 registramos en todo el país 77 marchas y movilizaciones que se organizaron para exigir justicia por crímenes femicidas.

En nuestro padrón de funcionarios denunciados por violencia de género, podés encontrar el registro clasificado por institución estatal y provincia. Hasta la fecha, tenemos contabilizados 161 funcionarios del Poder Ejecutivo, 120 del Poder Judicial, 72 del Poder Legislativo, 71 de las fuerzas de seguridad y 71 de la Iglesia Católica.

En el padrón que compila datos oficiales sobre denuncias de violencia de género, podés encontrar datos sobre cantidad de denuncias por localidad y la frecuencia con que la recibimos. Un ejemplo: este mes la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de la Nación informó que durante el primer trimestre de este año recibió un promedio de 11 denuncias por día de violencia contra las infancias.

Otro: el Ministerio Público Fiscal de Salta informó que no alcanzan al 1% las denuncias por violencia de género que son falsas.
En nuestro padrón de desaparecidas ya registramos 49 denuncias.

Lo que revela toda esta información sistematizada y actualizada es el resultado que hoy se hace notorio con una cifra: 100.
Más información en www.observatorioluciaperez.org
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5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje
Pasaron cinco años del femicidio de Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte. Tres años de un juicio que absolvió a un imputado sin pruebas. Cuatro fiscales, cuatro policías presos y numerosas movilizaciones, desde Buenos hasta Córdoba, para exigir la verdad, ese compromiso que aún es la certeza que falta.
Fotos y crónica de María Eugenia Morengo para cdmnoticias.com.ar
25 de abril. Cruz del Eje. El GPS calcula unos 2 kilómetros. La entrada a la ciudad está envuelta de un aire viscoso. Una avenida se extiende en silencio y después de atravesarla, la llegada a los Tribunales se convierte en un ritual: una reminiscencia de lo que fue, una promesa de lo que debe ser. El pedido por Verdad y Justicia, es una demanda que crece. Cada letra se ubica en el mismo lugar que ocuparon tres años atrás. Las escaleras de la justicia cruzdelejeña son de un cemento gastado. Raspan, duelen.

¿Qué pasó en Capilla del Monte? El papá y la mamá de Cecilia, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, están cargados de bolsas, llenas de carteles con el rostro de su hija, multiplicado. Son como una red que se estira a lo largo de esos 868 kilómetros que conectan a Buenos Aires con el noroeste de Córdoba. El camino recurrente que transitan para llegar a la verdad..
Sin previo aviso, adentro del edificio de Tribunales Daniel y Susana se anuncian. Quieren ver al todavía fiscal Nelson Lingua, quien aún está a cargo de la investigación de la causa, antes de que asuma como nueva fiscal, Sabrina Ardiles. Afuera todavía se respira la niebla. La espera alerta a los policías. Quieren saber si van a venir más personas.
– Lo hacemos para cuidarlos –dice la mujer de uniforme.
Piden datos, intentan tomar nota de lo que es una rutina inventada.
–La policía a nosotros no nos cuida –reacciona Susana y en un intercambio sin sentido, se alejan.
Silvia Rivero es la prosecretaria de la fiscalía, se acerca afuera y los llama. El fiscal se hizo un lugar en la agenda del día viernes. Adentro, el reflejo del piso de tribunales es como un espejo que se extiende, entre mocasines, tacos, alpargatas y zapatillas.
La preocupación de la familia es evidente. El recibimiento del fiscal es cordial. Se explica ante los recientes cambios que pronostican para el mes de mayo a Sabrina Ardiles, como la persona que estará sentada en el mismo sillón inmenso de cuerina, desde donde ahora, les habla Lingua. La dra. Rivero, también explica, y confirma que nunca se dejó de investigar. La necesidad de la confianza es una tregua durante esa hora de reunión, los tecnicismos se suspenden y las palabras se abren en una cronología de datos, guardados en la memoria indeleble de Daniel Basaldúa.

La medida del tiempo de la causa, son las fojas de expedientes que se acumulan. La inspección judicial realizada en el mes de agosto del año 2024, por los posibles lugares donde Cecilia pudo haber estado en Capilla del Monte antes de su muerte, dejó en evidencia la dudosa hipótesis de la anterior fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien había asegurado que Cecilia había llegado por sus propios medios al lugar donde apareció sin vida. Mientras que en el transcurso de estos años, cada vez son más los policías que estuvieron en la búsqueda e investigación, presos por violencia de género:
Adrián Luquez, ex sub comisario, detenido por amenazas con armas de fuego a su pareja. Hoy en libertad, se fue a vivir a San Luis. Ariel Zárate, ex sub comisario de la Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla Norte –preso por violencia de género. Diego Concha, ex director de Defensa Civil, encargado de la búsqueda –condenado a prisión perpetua por el crimen de Luana Ludueña y por la causa de violencia de género hacia su ex mujer, y Diego Bracamonte, ex comisario departamental, a cargo del operativo de la búsqueda –preso por violencia de género.
El tiempo de la justicia es una curva enredada, en apariencia, inofensiva. El tiempo de la justicia es el de las burocracias que definen su forma de proceder. El tiempo, es de una lentitud que lastima. Las letras se vuelven a guardar.
Son las cuatro de la tarde y el sol avanza en la siesta de Capilla del Monte. En la plaza San Martín, alrededor del Jardín de la Memoria, se arman los gacebos, se pone un aguayo, se llena de flores. Rojas, amarillas, lilas, celestes, el monte aún está florecido. Contrayerba, lavanda, romero, palo amarillo, incayuyo, ruda, los sahúmos se arman. Una compañera comienza a preparar el fuego.
Más lejos, sobre la calle Pueyrredón, en la puerta de la Secretaría de Turismo, la concentración crece. Llegan de todas las direcciones. Con tambores y repiques, con banderas y ofrendas. Una combi estaciona, descienden vecinos y vecinas que subieron en Córdoba y en distintas partes del Valle de Punilla.

La batucada suena, es un comienzo en cuenta regresiva. La marcha avanza a contramano. Hay una indignación que toma el ritmo de los tambores, trepa en el repique y todo se hace canción. La calle techada de Capilla del Monte es un anfiteatro de barricadas. Los sonidos viajan a través de la mejor acústica para el reclamo: ¡Vecino, vecina, no sea indiferente nos matan a Cecilia en la cara de la gente. Cecilia presente!

“Este es un día especial y este lugar es especial porque tiene mucho que ver con lo que le pasó a Cecilia”, comienza Daniel en la puerta de la comisaría de Capilla del Monte, “hay muchos policías involucrados en el caso. Ya lo hemos denunciado muchas veces, pero parece que no alcanza”, dice mirando a los uniformados que permanecen parados como granaderos.

Daniel les recuerda que durante el año pasado, la policía de Capilla debió haber realizado notificaciones a tres personas para declarar en los Tribunales de Cruz del Eje, pero no lo hicieron. Las testimoniales pudieron efectivizarse, porque intervinieron los abogados de la querella, Daniela Pavón y Gerardo Battistón. En ese mismo reclamo, la abogada Pavón se acerca y también hace pública la falta de atención institucional que hay para las víctimas de violencia de género en la localidad.

La familia de Ezequiel Castro, asesinado por la policía de Córdoba, se adelante y los abraza. Alguien grita que ahí mismo, en la comisaría, apareció ahorcado Jorgito Reyna, hace 12 años, atado con la manga de su campera a la reja de una ventana, pocos centímetros más alta que él. Que su causa, también sigue impune y que los golpes que tenía no fueron suficientes para demostrar que lo habían torturado. Que a pesar de no bajar los brazos, las familias sienten que el duelo es un proceso tan profundo, como inacabado.

Susana y Daniel permanecen frente a una multitud, observan hacia adelante y hacia atrás. Saben que la comisaría es señalar lo que siempre llega al mismo lugar: complicidad. “A las chicas les pedimos que no tengan miedo, que denuncien -acentúa Susana- que no se dejen asustar con los policías ni con nadie, nadie tiene derecho a venir a violentarnos”.
El espacio público es un canal clave para recordar que los asesinos de Cecilia están libres, “y que muchos andan dando vueltas por acá”, dice Daniel y remarca que no dejarán de venir a Capilla del Monte, hasta que los responsables del femicidio de su hija, estén presos.
La llegada a la plaza San Martín es un círculo de candombe que la nombra. Hace cinco años que se insiste en las mismas palabras, como un tajo que se abre en el cemento, una cicatriz que se agranda en medio de la incertidumbre: ¿Qué pasó con Cecilia?
Tal es el encubrimiento que las responsabilidades se hacen obvias.
La ronda se acerca al altar. Es un asedio a la justicia que falta. Desde el micrófono se invita a dejar una ofrenda en memoria de Cecilia, a conjurar entre todas y todos ese momento, esa memoria. En el centro de una plaza que se anochece, resuena una voz grabada -desde algún punto del Abya Yala- Lolita Chávez, lideresa maya de los pueblos K’iche de Guatemala, habla entre los yuyos que comienzan a perfumar lo que no se puede detener. Cada rama seca que se enciende se hace una intención, un pájaro que se dispara, restos del día que se van:
“Hoy 25 de abril levantamos nuestra fuerza sagrada, y nuestro poder popular feminista. Reconociendo la memoria, la historia, el vientre en la sangre, de Cecilia Basaldúa. Ese femicidio no debe quedar en la impunidad (…). Con la fuerza de nuestras ancestras, con los fuegos sagrados que encendemos, levantamos nuestra expresión de indignación y lo comunicamos a los cuatro puntos cardinales. Para que nunca más haya este tipo de violencias contra nuestras vidas”.
Las copleras y la poesía toman el escenario. Las y los músicos hacen de Cecilia esa canción y en el centro del caldero caliente, el humo abre el cielo: hay una memoria que se desprende y una vida que cambió de idioma.

En medio del algarrobo que sostiene los carteles de Memoria, Verdad y Justicia, una placa de cerámica con el rostro de Cecilia, también observa. El día queda atrás y en el fondo de la noche, las palabras todavía están en suspenso, son un silencio que pronto dirá.
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