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Alerta Salta: trabas en la aplicación de la ILE

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Una joven médica residente de un hospital público de Tartagal fue detenida por garantizar un aborto. Era la única que no era objetora de conciencia en la zona, y había denunciado a un ginecólogo por abuso de menores. Su caso demuestra cómo (no) se aplica en los territorios la Ley y cómo funciona la máquina de obstaculizar derechos, encabezada por la justicia, los medios, la Iglesia y el poder político. Por Inés Hayes y Melissa Zenobi.

Alerta Salta: trabas en la aplicación de la ILE
Mujeres movilizadas en Salta, en la plaza de Tartagal: así lograron que la médica fuera liberada el mismo día de su detención.

La realidad en Salta supera a la ficción. O, en verdad, demuestra cómo es la verdadera realidad alejada del Congreso, donde no siempre se cumplen los derechos que allí se votan.

La noticia: a fines de agosto en Tartagal, una médica de 31 años que garantizó el derecho de una joven de 21 años que decidió interrumpir su embarazo, terminó detenida. La orden fue firmada por el juez Fernando Mariscal Astigueta y motorizada por el fiscal Gonzalo Ariel Vega.

El caso se convirtió en un emblema de cómo (no) se aplica la Ley 27610 en los territorios. Emblema para la lucha de las mujeres que en Salta se movilizaron para exigir la liberación de la médica y, ahora, reclamar el fin de su persecución judicial; y emblema para los grupos antiderechos de la provincia, que iniciaron una cruzada para aleccionar a los profesionales que puedan llegar a replicar la interrupción de un embarazo no deseado. 

La médica detenida es la única médica no objetora de conciencia en la zona. De ese modo, su detención implica que no se garantice la ley de IVE en Tartagal y alrededores, además de un  claro mensaje disciplinatorio a todo el resto de los profesionales médicos.

Se trata de la misma doctora que denunció de oficio un caso escalofriante: el del Marcelo Cornejo, médico ginecólogo de 64 años, acusado de abuso sexual por pacientes adultas y menores en el Hospital de Tartagal Juan Domingo Perón. Según las denuncias, Cornejo era objetor de conciencia durante la mañana, en el hospital, pero por la tarde, en su consultorio, cobraba 20 mil pesos por realizar abortos clandestinos; los testimonios también refieren que solicitaba favores sexuales cuando las mujeres no contaban con dinero, y hasta casos de abuso sexual. Si bien las denuncias datan de mediados del año pasado, Cornejo fue separado de su cargo recientemente.

Entre las organizaciones de mujeres de la provincia, la detención de la médica se lee como un clásico “pase de factura” por la denuncia que involucra a Cornejo. Pero sus consecuencias calan más hondo, en una provincia que tiene una alta tasa en internaciones hospitalarias por abortos y muertes maternas: antes de la ley, la Dirección General de Estadísticas de Salta estableció que alrededor del 30% de las muertes maternas en la provincia se debían a abortos clandestinos. En 2018, una publicación de Amnistía Internacional Argentina advirtió que, con una tasa de 83.4%, Salta se ubicaba en el cuarto lugar entre las provincias con mayor cantidad de embarazos adolescentes. 

Nada indica que esta realidad haya cambiado tras la ley: al contrario.

Alerta Salta: trabas en la aplicación de la ILE
Mujeres movilizadas frente al Ministerio Público Fiscal.

El cuento de la médica

«¿Quién protege a las mujeres en la provincia de Salta?”, es la pregunta que hace suya la joven médica detenida, cuya identidad se reserva a su pedido. Pregunta que contempla también al cuidado de las personas que, como ella, garantizan derechos desde los estamentos públicos. Cuenta: “La paciente fue usada políticamente; yo, también. No sólo la han expuesto sino que ahora la están obligando a hacer una falsa denuncia, obligándola a mentir y a dar un falso testimonio”, dice la médica sobre la maniobra que intenta inculparla a ella como promotora de la interrupción a costa de la voluntad de la mujer. “(La interrupción) fue autorizada por el director del hospital y por todo el equipo interdisciplinario; la historia clínica es muy clara, está el consentimiento informado, hay testigos”, enumera sobre las pruebas que se presentaron en la causa penal que enfrenta, a las cuales se suman las conversaciones con la propia paciente. “Estoy cumpliendo con una ley nacional”, recuerda y reclama: “No conocen las necesidades sanitarias del norte de la Argentina. Que nos dejen trabajar y continuar con nuestros servicios públicos: dejen de jugar a la democracia”. 

Su defensa apunta a explicar cómo y por qué actuó en el marco de una ley que fue ampliamente discutida en el Congreso y ganada en la calle en 2020. “Yo no puedo obligar a nadie a abortar. ¿Qué va a movilizar a  una médica a obligar a una paciente a abortar? Yo soy residente, así que no actúo sola sino con la institución y un equipo interdisciplinario”, insiste la joven.

Ni bien se conoció el caso, las organizaciones de mujeres y derechos humanos de la provincia se pusieron en movimiento y exigieron su inmediata liberación. “La persecución, el encarnizamiento judicial y mediático por el caso ILE en Tartagal contra la doctora solo encuentra explicación en el marco de una sociedad machista y patriarcal como la de Salta”, dice a la MU Marta César, presidenta de la Multisectorial de Mujeres de Salta e integrante fundadora de la Red PAR. “Una provincia en la que abogadas y militantes feministas debieron llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que las clases de religión católica en las escuelas públicas dejaran de ser obligatorias y donde el ministro de Educación se niega a cumplir con el Programa de Educación Sexual Integral”, contextualiza.

Finalmente, movilizaciones tanto al Hospital Juan Domingo Perón donde trabajaba la médica, como al Ministerio Público Fiscal, terminaron logrando la liberación de la residente el mismo día de su detención.

La máquina de adoctrinar mediante escuelas y perseguir a través fiscalías, también tiene como protagonistas a los medios de comunicación. El caso de la médica de Tartagal: “Cuando la causa no estaba caratulada, cuando se detuvo a la médica sin que esta supiera bajo qué cargos se procedía a su detención, el diario hegemónico El Tribuno salió a instalar la idea de ‘asesinato’ y continuó con una serie de notas carentes de perspectiva de género, con el fin de espectacularizar el caso. Gran parte de  los periodistas anti derechos tomaron esa versión, confundiendo a la población entre Interrupción Voluntaria del Embarazo e Interrupción Legal del Embarazo con el agravante que no se aclara el respaldo legal de ambas prácticas”, explica César desde Salta.

La vara clandestina

Las denuncias contra el ginecólogo Marcelo Cornejo muestran la otra cara de la noticia de la médica: la doble vara que caracteriza a quienes avalan la clandestinidad, para su propio beneficio.

Este médico fue imputado también por abuso de una menor y denunciado ante profesionales del hospital por abuso contra una mujer mayor. “Nadie lo persiguió, ni demonizó como a la médica residente”, sigue César sobre otras dobles varas. “Nadie se puso a averiguar de cuántos meses eran los embarazos que cursaban esas chicas y las mujeres”, explica Marta comparando la situación. Casualidades que no lo son: “El abogado Alexis Rambert Ríos, quien defiende a Cornejo, es uno de los que acusa a la médica que denunció de oficio al médico abusador. Y fue una concejala de Salvador Mazza, Claudia Subelza, a la vez funcionaria de la Secretaría de la Niñez y la Familia de la Municipalidad de Salvador Mazza, quien expone a la paciente al contar el caso, que es un derecho y una decisión  de índole privada, a los medios de comunicación”.

Por otra parte, el abogado defensor de Cornejo tiene también una denuncia por abuso sexual de una chica hipoacúsica; esa causa está con pedido de elevación a juicio. “Ríos pidió la detención de la médica y un jury contra Lorena Martínez, la fiscal que interviene en la causa. Eso es un claro pase de facturas del abogado Ríos, del médico Marcelo Cornejo, primero contra la joven residente y luego contra la fiscala Martínez, que expone el accionar de la urdimbre machista en esta provincia”, dice César. 

Más conexiones sospechosas: el juez que pide la detención de la doctora es Fernando Mariscal Astigueta, quien retardó el caso de la nena wichí (relatado en la MU 101, nota Todo y nada), por el que pidieron un jury que no fue llevado a cabo, “porque la Comisión de Jury, está integrada por hombres y mujeres del Opus Dei”, explica Marta. En 2015 esta niña wichí de 12 años de la comunidad de Alto La Sierra sufrió una violación en manada de 8 varones. 

“¿Qué tipo de justicia con perspectiva de género podemos encontrar acá?”, se preguntan desde la Multisectorial de Mujeres de Salta. “Queda clarito este pacto machista patriarcal de una manera brutal: ni el hospital, ni los antiderechos, ni la Iglesia, ni lxs diputadxs provinciales, Cristina Fiore y Andrés Suriani- diputados conocidos en la provincia por oponerse a todas las leyes que signifiquen un avance para las mujeres y disidencias-  dijeron nada del médico abusador que hacía abortos en su consultorio”, indicando que el silencio, cuando es selectivo, se parece mucho a la complicidad.

El agujero negro

«El acceso a la IVE en Salta es complejo”, explica a MU Monik Rod, miembre de Consejerías Comunitarias de Salta. El acceso se da desde el 0800 222 3444, una línea del Ministerio de Salud de la Nación que funciona desde 2010 y desde la cual se hacen las derivaciones a las provincias.  Informa Monik: “Sin embargo la línea no solo recibe solicitudes de abortos, sino también denuncian por ejemplo que determinado profesional o institución no quiso colocar un DIU, porque el profesional lo considera abortivo y es objetor. La persona gestante llama pero eventualmente pueden encontrarse con un embarazo embrionario, o un test negativo”. 

Una vez hecha la demanda, se recibe un código y hay un plazo de 10 días para cumplir con el pedido; el código sirve para  seguir el trámie y reclamar en caso de que no se cumpla. La línea funciona de lunes a viernes de 9 a 21 horas y sábados, domingos y feriados de 9 a 18. 

Monik cuenta además que “quienes atienden los llamados son administrativas o enfermeras, no psicólogas como antes y esto hace que la modalidad sea menos efectiva. No es lo mismo si alguien te llama amigablemente y te habla de determinada manera, con empatía, y te explica los pasos a seguir, despeja dudas, etcétera. La atención ha hecho de esto una cuestión más rasposa porque piensan que el acompañamiento no es necesario o importante. Que sea legal, seguro y gratuito no significa que no haya un montón de dudas que deben ser respondidas antes. En estos casos es muy importante un acompañamiento con contención”.

La diferencia entre el interior y la capital: “Nosotras tenemos privilegios porque estamos en Salta Capital y hay un puñado de médicos que lo garantizan en la atención primaria de la salud. Pero en el interior todo es mucho más difícil, no hay señal, se dificulta la comunicación, hay menos médicos. Si estás en Iruya por ejemplo, es muy difícil: no hay ni señal. Por eso intentamos establecer contactos con maestras y profesoras para poder llegar. Pero es realmente complejo. Además no tenemos recursos, y es muy difícil movernos. Militamos todo el tiempo, 24×7, porque a veces las pibas no pueden hablar durante el día. Entonces mientras todos duermen, en el teléfono privado pasan cosas”, revela.

Parafraseando a una de sus compañeras, Monik dice: “Si no es a través de nosotras, las rutas se vuelven intransitables y las chicas no llegan”. Es que en Salta son las organizaciones feministas, sociales y populares las que han difundido y visibilizado el 0800, y no el Estado: “Le hemos hecho una campaña tremenda, que no nos la podrían pagar nunca: hicimos el número más conocido. Pero incluso las acompañadas igual quieren saber más, entran a la página, consultan. Estas experiencias nos llevan a la primera instancia, la necesidad de la Educación Sexual Integral, a tener una consulta con un médico que pueda entender qué herramientas en salud nos van a brindar para nuestra vida sexual”. 

Según el informe que presentó la Jefatura de Gabinete ante el Senado de la Nación, entre enero y febrero de 2021, se llevaron adelante 383 interrupciones voluntarias de embarazo (IVE). De acuerdo al informe, 88 interrupciones se hicieron entre el 24 y el 31 de enero de 2021 y entre el 1 y el 28 de febrero, se llevaron a cabo, 295 interrupciones. 

Salta es la segunda provincia a nivel nacional en relación al pedido de IVE, detrás de  Buenos Aires, con 1.070 interrupciones.

Las otras trabas 

Si se logra surcar el sinuoso camino para iniciar una interrupción, aparecen otras trabas, acaso las más difíciles de desarmar: “En la consulta te hacen una ecografía  y te hacen escuchar los latidos”, cuenta. “Los médicos que garantizan prácticas son hostigados todo el tiempo, entonces muchos terminan por volverse objetores de conciencia: la gente, los vecinos, y los otros médicos los persiguen, los violentan. Muchas médicas trabajan sin decir que hacen esas prácticas”.

La IVE no es el único derecho consagrado que no se aplica efectivamente en la provincia: la educación católica en establecimientos públicos, prohibida por Ley, parece nunca haberse ido de las aulas. Describe Monik: “A mi hijo de 5 años la maestra lo hace rezar. Si bien el catolicismo no es una materia, igual rezan, se persignan, hay una virgen en la escuela. Y respecto a la ESI, capacitaron a los mismos profesionales que daban la materia religión en las escuelas, y pretenden que sean quienes ahora den clases de educación sexual: ESI basado en el amor, le llaman”. La paradoja: “Como nos opusimos a eso, directamente no hay ESI”.

Alma Blanco, de la Federación de Estudiantes Secundaries suma panorama desde adentro: “La aplicación de la ley de Interrupción del Embarazo se está manejando muy mal en Salta, al igual que en muchas otras partes del país. En muchas provincias se presentaron cautelares para que los hospitales puedan meter presos a los médicos que garantizan los procedimientos. En Salta es todavía más complicado: siempre se dificultó la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral, y el desarrollo de la diversidad de género y sexual en los colegios. Ahora, aunque tengamos una ley hace ya más de 9 meses, en Salta acceder de manera legal, pública y gratuita al aborto sigue siendo algo poco común, y muy dificultoso. Hoy por hoy no se puede ir a un centro de salud y esperar que te atiendan: no solamente porque puedan meter presa a esa médica, si no porque te dilatan la situación para que no llegues a hacerlo”.

Continúa: “Hay muy pocos hospitales en la provincia para la cantidad de demanda sobre todo en el interior. La situación de las mujeres en las comunidades del norte, las localidades fronterizas con Chaco, con Bolivia y Formosa, está atravesada por muchas otras cosas, no solamente por la salud reproductiva. Las mujeres o personas gestantes del interior de la provincia no cuentan siquiera con el poco acompañamiento que podemos tener en la capital. No es una crítica en cuanto a la ley, sino al presupuesto que se baja en salud para la provincia, en Educación y Salud Integral, y la falta de profesionales que hagan valer la ley”.

Cuando las denuncias son por violencia machista, tampoco cambia mucho: “Si vas a denunciar a tu marido violento, la policía te pregunta si lo vas a dejar entrar el fin de semana: hay cero perspectiva de género”, dice Monik, recordando que en Salta se habla corrientemente de “ideología de género”.

El Observatorio contra la Violencia Patriarcal Lucía Pérez lleva contabilizados  185 femicidios (30 cada 100 mil mujeres) y 47 tentativas de femicidios en la provincia. Además, entre 2017 y 2019 hubo 1.008 violaciones y aun hoy hay 11 mujeres desaparecidas. 

Como contrapartida para dar vuelta esta realidad, en los últimos tiempos se hicieron 22 movilizaciones pidiendo justicia y reclamando derechos, entre ellos, los garantizados por la propia ley.

Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

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Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

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