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Foro de la Triple Frontera: la memoria y el futuro, por cuatro

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Más de cien organizaciones convocaron a este foro realizado en Puerto Iguazú, que reunió a brasileños, paraguayos, uruguayos y argentinos. Una de las asistentes, María Eva, de Intergalaktica, envió esta primera crónica del encuentro donde la emoción de la memoria se mezcló con las estrategias para defender recursos naturales como el Acuífero Guraraní.

«Saquen la última foto y vengan, che». Con esta frase sobre el precario megáfono, los organizadores locales del Primer Foro Social de la Triple Frontera, intentaban reunir a la gente para comenzar la marcha que oficiaba de apertura del evento, en Puerto Iguazú, Misiones, Argentina. A partir de las 15:00 horas del sábado 26 de junio empezaron a llegar los militantes de las diferentes organizaciones argentinas, paraguayas, brasileñas y uruguayas al Hito de la Triple Frontera, punto de partida de la manifestación.

Era realmente hermoso el paisaje y era emocionante estar frente a ese rincón del mundo que une el río Iguazú con el Paraná. Ese rincón en donde habita la frontera que nos separa y en donde esa misma frontera se desdibuja. A un lado, suelo brasilero, al otro, paraguayo y en la otra orilla, la argentina, estábamos por fin todos reunidos. Más de cien organizaciones de nuestros países convocaron al Foro que finalizó el domingo. La delegación paraguaya, la más numerosa con casi 400 personas, desplegó una gran bandera de su país, a la que se sumó su contraparte argentina. En el medio, banderas de organizaciones muy diversas, sindicatos, agrupaciones estudiantiles, agrarias, indígenas, de ecología, GLTTB, de resistencia global. En la marcha, que encabezaban Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, y representantes de CTA Misiones y del Foro Social Paraguayo, estuvieron presentes la PIT-CNT de Uruguay, la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios de Paraguay, el Movimiento Universitario de Izquierda paraguayo, Attac, Barrios de Pie, CTA, Diálogo 2000-Jubileo Sur, la Asociación de Comunidades del Pueblo Guaraní, el Movimiento Agrario Misionero, el Movimiento Humanista, el Frenapo-Pastoral Social de Misiones, la Asociación Sindical de Ecología y Medio Ambiente, la CUT de Brasil, entre otros.

Luego de las fotos, entonces, unas 700 personas comenzaron la marcha, hacia la plaza principal de la ciudad, en donde se inauguraría una placa homenaje a los desaparecidos de Misiones. Allí, Graciela Franzen, de la comisión de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Misiones y Secretaria de Derechos Humanos de la CTA-Misiones, dijo que esta placa también es un homenaje para cada uno de los que sufren injusticias actualmente y que hay que tener memoria, «para que nunca más ningún latinoamericano sufra lo que sufrimos nosotros con el Operativo Cóndor». Cerró su discurso con el tradicional y emotivo «Compañeros desaparecidos: presentes, ahora y siempre».

Por su parte, Nora Cortiñas, expresó desde su lugar de madre y de enérgica activista que «este es un homenaje a todos los luchadores populares, desaparecidos o no, porque hay que decirle al enemigo que no pasarán; tenemos que decir que hoy estamos acá, defendiendo el patrimonio de nuestro pueblo: seguir luchando es el homenaje y vamos a vencer». Al fondo, las fotos con los rostros de muchos de los desaparecidos homenajeados en la placa, a la vez que sus nombres eran leídos y muchos volvían a recordarlos. Mi amiga Marie, de la Red Intergaláctica de Francia, me decía, mientras tanto, que siempre que asiste a esta especie de «acto ritual» que supimos construir para no olvidar, se le pone la piel de gallina.

Seguimos hasta el mini estadio de la Liga de Deportes de Puerto Iguazú, sede de los dos paneles centrales del Foro. Allí, luego de la bienvenida de parte del representante de la CTA-Misiones y de algunas palabras de Pérez Esquivel, comenzó oficialmente el encuentro y se realizó el primer panel internacional «Defensa del Acuífero Guaraní y de los bienes naturales de América Latina», con la participación de Elsa Bruzzone, del CEMIDA; Carmen Ferradás, antropóloga argentina, profesora e investigadora de la Universidad del Estado de Nueva York y especialista en el Acuífero Guaraní; Sergio Rossi de la Federación de Funcionarios de Obras Sanitarias del Estado, Uruguay; Christian Escobar, de Sobreviviencia- Amigos de la Tierra de Paraguay y Luis Fernando Novoa Garzón por la Red Brasilera de Integración de los Pueblos y Attac Brasil.

Un poco más de dos horas después, estábamos todos bastante impactados por la cantidad de información y debates que habíamos recibido y también ya bastante cansados luego de una jornada intensa de encuentros, conversaciones y caminata, así que pasamos a esa parte de felicidad necesaria, entre pizzas y cerveza en otras nuevas conversaciones multi-etnicas-transgenéros- transnacionales y multi linguales.

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Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

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Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.

Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Darío Santillán.

Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Maximiliano Kosteki

Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.

El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.

Siguen faltando los responsables políticos.

Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.   

Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

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