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Carta Abierta del MTD de Lanús

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Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La crónica publicada por lavaca sobre la última Ronda de Pensamiento Autónomo generó esta aclaración del MTD de Lanús sobre lo que allí se dijo. La acompaña el documento que generó el debate, donde varios de los movimientos que integran el Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón se pronuncian sobre temas claves: la autonomía, la democracia horizontal y la construcción del poder popular.

¿“Internas en la Verón” o los fantasmas del nuevo dogma autonomista?
Debates sobre el pensamiento autónomo, de qué prácticas surge y qué actitudes alimenta.

Queridos compañeros de lavaca (carta abierta desde el MTD de Lanús):

Empezamos estas líneas diciéndoles que nos sorprende y entristece la forma en que reflejaron el debate de la Séptima Ronda del Pensamiento Autónomo. Decimos esto porque en esa crónica, nuestro Movimiento se ve irresponsablemente vinculado a posiciones polìticas que son falsas y posteriores descalificaciones y desconfianzas que no creemos merecer. Sobre todo porque para llegar a esas conclusiones y alentar esas desconfianzas se han vertido y reproducido un importante nivel de informaciones que no son ciertas, imprecisiones y rumores, publicándolos sin siquiera “chequear la información”, lo que contrasta con el profesionalismo que, como periodistas, en otras ocasiones han sabido demostrar.

Aunque se haga un poco largo, y como también el debate nos interesa, nos vemos en la tarea de aclarar las afirmaciones incorrectas punto por punto.

El artículo que publicaron refleja un debate sobre los riesgos de las “orgas” que se proponen dirigir a las masas, los apresuramientos y las “líneas” que se imponen a los tiempos de otros, y el peligro de reproducir esquemas de dominación en las experiencias populares. Compartimos esas preocupaciones, muchas veces lo hemos conversado con distintos integrantes de la Ronda, y en la misma Ronda también. Lo sorprendente es que cuando critican estas concepciones, ¡lo hacen en referencia a nuestro movimiento (y otros), y a un material de debate que nosotros elaboramos!!! Es obvio que para llegar a tales conclusiones en el debate han partido de presupuestos falsos. La falta de precisión es tan notoria que incluso deja flotando la sospecha de que haya alguna intencionalidad en la descalificación. Veamos, el artículo empieza así:

“¿Qué pasa en los Movimientos de Trabajadores Desocupados? ¿Hay internas en la Coordinadora Aníbal Verón que los reúne? ¿Por qué firman documentos separados?”

Para empezar despejando confusiones, les recordamos que la “Coordinadora Anibal Verón” que mencionan es otro espacio vinculado directamente a una organización polìtica, con el que ninguno de nuestros movimientos tiene nada que ver. Sí integramos, desde el MTD de Lanùs y otros 16 más, el “MTD Anibal Verón”, que es un “movimiento de movimientos”, como saben, porque esa definición está en el documento que recibieron hace ya un mes y que avivó esta polémica. Además, en el libro “Darío y Maxi…” que nos ayudaron a corregir, y que leyeron al menos dos veces detalladamente antes de ser publicado, decimos con claridad: “Nuestro espacio de coordinación que reúne a 17 movimientos de base (…) es una construcción heterogénea, basada en el respeto a los acuerdos y la diversidad. Las coincidencias que definen una base común quedaron reflejadas en una publicación del mes de febrero de 2003 [ver libro, pag 151] (…) En otros aspectos, sin embargo, mantenemos diferencias: algunos MTD se definen autónomos, “como una apuesta de construcción de un pensamiento y una práctica en función de la horizontalidad”. Otros entienden la autonomía como inseparable de la “necesidad de construír un poder popular sustentado en la democracia de base”. También hay quienes prefieren hablar de “independencia de clase” y no autonomía, y se asumen “clasistas y antiimperialistas, en el camino de ir creando la herramienta polìtica propia de la clase trabajadora para enfrentar y derrotar definitivamente a la clase capitalista”. La particularidad consiste en que, al tiempo que estos proyectos van haciendo su experiencia y desarrollándose, unimos esfuerzos en la lucha por las reivindicaciones en común y aprendemos, trabajosamente, a construir espacios de coordinación y unidad que tanta falta hacen en este momento de la lucha popular. La diversidad de posturas y análisis enriquece también los debates, aportando distintos puntos de vista.”

Este es el texto que conversamos con ustedes, ¡si incluso nos han dicho que estaba muy bien y respetuosamente explicadas estas diferencias!!

¿Por qué entonces, compañeros, despertar intrigas y suspicacias llamando “internas” a lo que es un sano y necesario debate con diversidad de posturas? ¿Por qué sorprenderse de que haya “documentos separados” siendo que siempre los hubo (siempre, y de parte de los distintos MTDs)? Además, ¿no es lo más lógico que así sea, en una construcción que contempla diversas realidades en donde nadie le impone nada al otro, y permite (y fomenta) la libre expresión de todas las posturas?

Más adelante siguen relatando que estas suspicacias surgieron cuando alguien “narró que circula en ciertos ámbitos un documento político firmado por los MTD de Lanús, Almirante Brown, Florencio Varela, San Telmo, Lugano, Berisso y José C. Paz. (…) Mario contó también que algunas personas se habían encontrado con Juan Cruz D’Affuncio, referente del MTD de Lanús. Le contaron que asistían a Rocanegra, a las Rondas de Pensamiento Autónomo. La respuesta los asombró. Según Mario, D’Affuncio preguntó: ¿qué es Rocanegra? Y, según esta versión, habría dicho: yo no soy autonomista. Mario dijo, entonces, que estas cosas generaban dudas, que el MTD se guardaba cosas, que no contaba, y que se propuso transmitir directamente las dudas para terminar con las fantasías. Hablar claro”.”

La desinformación es total:

El documento citado no lo firma el MTD de Florencio Varela. Ustedes, compañeros, recibieron ese material en el primer envío que hicimos, incluso nos avisaron que lo pasarían a otros compañeros, y saben que no es así.

Juan Cruz D`Affunchio no es referente del MTD de Lanús. Basta conocer mínimamente nuestros movimientos, leer los diarios o preguntarnos a cualquiera de nosotros (los compañeros de Solano inclusive), para saber que el muchacho en cuestión es el referente más público y notorio del MTD de Florencio Varela.

Juan Cruz no dijo a nadie “qué es Rocanegra”, porque conoce el lugar. Sí dijo que desconocía las Rondas del Pensamiento Autónomo, porque nunca participó ni fue invitado.

Que toda esta información no sea cierta, no es un dato menor, ni inocente: el MTD de Florencio Varela que integra D`Affunchio, efectivamente no se define como “autonomista”, sino “independiente”. Lo han explicado con total claridad en declaraciones públicas, y reflejamos su postura en el extracto del libro que citamos. Cabe señalar que los compañeros de Varela sostienen esa definición con coherencia desde hace seis años, cuando surgieron e impulsaron la coordinaciòn que hoy integran los MTDs. Muchas de las concepciones polìticas que sostienen los compañeros de ese MTD no las compartimos, pero aprendimos a respetarlos en tantos años de caminar cerca, y reconocemos la lealtad común construída en los momentos más difíciles, y sí que los tuvimos…

Por lo tanto: desde el MTD de Lanùs (y los otros) nunca desconocimos ni negamos a nadie, menos a los compañeros de la Ronda del Pensamiento, con los que compartimos experiencias comunes. Ni elaboramos un documento polìtico compartiendo posiciones con el MTD de Florencio Varela. Ni ocultamos nada, por el contrario, solemos hablar claro y por nosotros mismos. Además, el documento en cuestión que sí elaboramos (pero sobre todo, nuestra práctica) reafirman los valores de autonomía que en ocasiones nos han impulsado a acercarnos a las Rondas…

El hecho es que en ese debate que ustedes reflejan han elegido mezclar nuestras posiciones respecto a la autonomía con las definiciones de otros Movimientos, para avanzar con las descalificaciones en común.

Y vuelve a sorprendernos que en la Ronda hayan elaborado todo un debate crítico en base a presupuestos falsos de las “internas en la Verón”, porque “fulano contó que algunas personas le contaron…” Sobre todo porque había allí compañeros que conocen de cerca que las cosas no son como se afirmaron.

Queremos señalarles también que en la crónica se “olvidan” de nombrarnos cuando mencionan a los MTDs que se acercaron a las Rondas. Hagan memoria: ¿se acuerdan que en crónicas anteriores nos incluían? ¿Se acuerdan que hace menos de un mes, en la actividad del 21, una importante cantidad de compañeros de nuestro MTD participaron con total disposición en las tareas organizativas de la Jornada, que montamos un stand que reflejaba nuestro trabajo en los barrios, y que otros compañeros hicimos una presentación audiovisual elaborada en los talleres de Video del MTD de Lanús con Indymedia? Sí, tienen que acordarse, porque todo esto lo reflejaron en la crónica de aquel día… Es cierto que no participamos con constancia todos los meses de las reuniones, que a los compañeros que nos tocó estar nos pareció que algunos debates “se iban por las ramas, no había cosas concretas”, y así lo transmitimos al resto de los compañeros del Movimiento, que tampoco se entusiasmaron mucho… pero siempre que estuvimos lo hicimos en forma respetuosa. También deberían ser más precisos cuando se refieren al “MTD de Rio Negro”, que no existe: sí existen el MTD de Allen, y el MTD de Cipolletti, ambos de la Provincia de Rio Negro, pero este último no participa de las Rondas.

Compañeros: si las inquietudes hubieran sido honestas, ¿no correspondía dirigirse directamente al “documento” que tanta inquietud generó, y ver qué decía en concreto, antes de dar lugar a falsas premisas y sacar conclusiones erróneas sobre nuestras prácticas?

Algunas de las cosas que planteamos en el material en cuestión, son las siguientes:

– “Entendemos por AUTONOMÍA la capacidad que, como pueblo, tengamos para organizarnos y “dirigirnos” por nosotros mismos. Nuestros movimientos son independientes del Estado y sus instituciones, los partidos políticos y la iglesia, pero la autonomía va más allá de esa independencia: rechazamos la subordinación de las organizaciones populares a cualquier instancia superestructural, ya que creemos que deben ser los propios ámbitos donde el pueblo se organiza desde la base los que determinen, en forma democrática, las decisiones y las políticas a seguir”.

– “Cuando decimos “democracia de base” hablamos de horizontalidad, entendida como rechazo a las formas jerárquicas: nos reconocemos como pares, compañeros, donde ninguno está por encima del otro”.

– “Nuestro único dirigente es la asamblea”, decimos, y a los compañeros que les toca el rol de hablar o “representar” en determinados lugares al movimiento, los llamamos “voceros” o “referentes”.

– “Hablar de horizontalidad presupone una igualdad en el acceso a la información, el conocimiento y la formación política de todos, lo que rara vez se da en la realidad de nuestro pueblo hoy. Conocemos experiencias donde la asamblea es sólo una formalidad donde los que tienen más información o mejor discurso terminan decidiendo o “dirigiendo” la decisión de los demás.”

-“Buscamos que nuestras mujeres y nuestros hombres sean cada día más libres, dignos y generosos. Esta es una pelea difícil y a contramano de los valores dominantes. Pero la idea de ir forjando cada día la sociedad que queremos nos impulsa a luchar con mas fuerza por los cambios revolucionarios que necesitamos para construir un país solidario y una humanidad con esperanza”.

Como verán, compartimos muchos de los reparos y alertas que se plantearon en ese debate sobre los riesgos de “reproducir esquemas de dominación”, que quieran “imponernos líneas, recitar manuales”, o que espacios democráticos se conviertan en “orgas homogéneas y verticalistas”.

No compartimos en cambio la idea de que el “pensamiento autónomo” sea pensar las prácticas de los demás. Menos, juzgarlas. Y menos que menos, basarse en los rumores y falsedades para elaborar descalificaciones sin sustento que lo único que aportan es confusión, división y parálisis.

En ese documento sistematizamos, por primera vez en años, nuestras experiencias por nosotros mismos, sin que otros nos “interpreten”. Cada idea es reflejo de una práctica. En última instancia, lo que hicimos, ¿no fue pensar desde nuestros movimientos “en forma autónoma”?, Tal vez pensamos en forma autónoma distinto a como piensan ustedes, pero eso no debería generar descalificaciones, ¿no?.

Tal vez nos corrimos de los nuevos “dogmas” del autonomismo, no hablamos de “contrapoder” ni de “situación”, y decimos por ahí: “…el funcionamiento de una estructura organizativa que naturalmente toma forma en la medida en que crecen nuestros movimientos”, en referencia al funcionamiento de delegados y áreas de trabajo subordinados a las asambleas. Si lo decimos, es porque en nuestros movimientos, como en el de Solano, o de los campesinos de Santiago del Estero, aprendimos que la democracia y la horizontalidad conviven con estos criterios de organización sin contradicción, sin verticalidad. Y porque estamos suficientemente convencidos de nuestras ideas y de nuestra práctica como para que no nos asusten las palabras, aunque no sean novedosas…

Justo cuando buscábamos comprender la actitud descalificatoria de aquel debate, nos topamos con estas ideas -un poco difíciles pero que leyéndolas más despacio entendimos- de los compañeros de Nuevo Proyecto Histórico (que también integran la Ronda): “Los actores de la escena situacional que no se proyectan, temerosos de repetir los dogmas del pasado, quedan atrapados por los espectros de sus pasadas derrotas. Evitando la exploración de diferentes rumbos y ponderando sus posibles marchas y contramarchas. Recostándose, en cambio, en un nuevo dogmatismo. El dogmatismo situacional. [resaltado en el original]. Que no va mas allá en sus prefiguraciones por un obsesivo pánico al error. Autoimponiéndose quedarse a mitad de camino y refugiándose en la urgencia de la propia situación. Refrenados por dudas inmovilizantes que son tomadas por actos virtuosos, en lugar de entenderlas como carencias de la propia situación”.

También recibimos y leímos, en estos dìas, un texto del Subcomandante Marcos: “Producir teoría desde un movimiento social o político no es lo mismo que hacerlo desde la academia. Y no digo «academia» en sentido de asepsia u «objetividad» científica (inexistentes), sino sólo para señalar el lugar de un espacio de reflexión y producción intelectual «fuera» de un movimiento. (…) Así, el analista académico valora y juzga bondades y maldades, aciertos y errores de movimientos pasados y presentes y, además, arriesga profecías sobre rutas y destinos. (…) Otras veces, algún movimiento suple su espontaneísmo con el padrinazgo teórico de la academia. La solución suele ser más perjudicial que la carencia. Si la academia se equivoca, «olvida»; si el movimiento se equivoca, fracasa. En ocasiones, la dirección de un movimiento busca una «coartada teórica», es decir, algo que avale y dé coherencia a su práctica, y acude a la academia para surtirse de ella. En estos casos la teoría no es más que una apología acrítica y con algo de retórica. Nosotros creemos que un movimiento debe producir su propia reflexión teórica (ojo, no su apología). (…) Nosotros preferimos escuchar y discutir con quienes analizan y reflexionan teóricamente en y con movimientos u organizaciones, y no fuera de ellos o, lo que es peor, a costa de esos movimientos”.

Quisimos ser firmes en esta réplica, porque nos dolió lo que han publicado, y creemos que sólo podremos seguir construyendo en conjunto si podemos dialogar de forma frontal, precisa y sincera. Porque queremos seguir haciéndolo, queremos seguir compartiendo espacios de trabajo en común con ustedes. Por eso, respetuosamente, les pedimos si pueden dar difusión también a estas líneas publicando esta carta de la misma forma y por los mismos medios que han difundido la anterior crónica, en virtud de que no se trata sólo de diferentes visiones sino de un cúmulo importante de des-información.

También veremos de participar en la próxima Ronda, para debatir y conversar fraternalmente con todos, sobre las “dudas” que pueda haber pero también sobre esa lógica de analizar y juzgar prácticas ajenas que, encima, se desconocen. Aunque esta participación todavía no terminamos de consensuarla entre los compañeros del Movimiento…

Como esta es una carta abierta (dado que es en respuesta a una crónica que han hecho pública), agregamos el documento en cuestión, por si alguien le interesa conocer más directamente de qué hablamos. Al final, los mails de cada uno de los Movimientos…

Un saludo fraterno, los compañeros del MTD de Lanús.


Nuestra política para construir un presente y un futuro con Trabajo, Dignidad y Cambio Social

ACUERDOS ELABORADOS COLECTIVAMENTE POR LOS MOVIMIENTOS DE TRABAJADORES DESOCUPADOS DE LANÚS, «DARÍO SANTILLÁN» DE ALTE. BROWN, SAN TELMO Y LUGANO DE CAPITAL FEDERAL, BERISSO, Y «OSCAR BARRIOS» DE JOSÉ C. PAZ, INTEGRANTES DEL MOVIMIENTO DE TRABAJADORES DESOCUPADOS «ANÍBAL VERÓN»

POR QUÉ ESTE MATERIAL, POR QUÉ AHORA

En los últimos años vivimos un período de intensas luchas populares: en nuestro país, en América Latina y en el mundo. En ese contexto surgieron nuestros Movimientos de Trabajadores Desocupados. Más recientemente, las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 le imprimieron una fuerza y una riqueza importantísima en experiencias y creatividad a las luchas en nuestro país.

Sin embargo, a partir del llamado anticipado a elecciones en julio de 2002 el mismo régimen cuestionado retomó el control de la crisis, y con la asunción de Kirchner logró recuperar «legitimidad». Algo impensado hace apenas un año, cuando el gobierno apeló a la represión criminal para frenar la lucha popular, decisión que dejó como saldo los fusilamientos de nuestros compañeros Darío y Maxi. Ahora las expectativas parecen encausarse nuevamente tras la confianza en una dirigencia incapaz de resolver la gravísima crisis estructural de nuestro país. Ante esto, creemos que no alcanza con lamentarse por los aciertos de los otros: es imprescindible revisar los errores propios, y asumir que en toda esta etapa hubo fuertes limitaciones en el conjunto del campo popular.

De los partidos de la izquierda tradicional, los errores tradicionales. Del «progresismo» socialdemócrata, también, sus propios errores. Pero entre quienes buscamos caminos de liberación por fuera de aquellas lógicas, las limitaciones también se hicieron notar: no resultaron extrañas las actitudes «ombliguistas», los desconciertos y las incapacidades, entre el amplio abanico de movimientos «autónomos», sean piqueteros, asambleas vecinales, estudiantes o trabajadores que autogestionan su trabajo. Para nosotros, la elaboración de estas líneas implican asumir la parte de la responsabilidad que nos toca.

Creemos que en este momento político es posible -y necesario- superar esas limitaciones y avanzar en mayores niveles de organización popular.

Por eso echamos a andar estos apuntes surgidos de un proceso de acuerdos y articulación en prácticas comunes que desde hace meses iniciamos los MTDs que señalamos al principio. Las ideas que acá volcamos surgieron principalmente de nuestras prácticas, y también de incorporar aportes de otras experiencias de lucha popular. La «política» que siga orientando nuestros pasos surgirá del ejercicio de pensarnos, extraer conclusiones, y también de la capacidad que, como trabajadores, como pueblo, tengamos para apropiarnos de las herramientas teóricas existentes, y aplicarlas en forma creadora, para definir los trazos del camino que queremos caminar.

Buscamos compartir estas ideas:

Con los demás MTD que integran junto a nosotros la Verón: los que sentimos hermanados por una experiencia muy cercana, y con quienes nos reconocemos y respetamos mutuamente con concepciones diferentes, confiados en que de esta forma hacemos nuestro aporte.

Con quienes solemos encontrarnos en el camino, cada tanto: esperamos que el debate de estas y otras líneas nos sirva para que ese andar juntos se nos vuelva más frecuente.

Con quienes coincidan poco o nada con lo que aquí planteamos: harán bien en acercarnos su palabra, seguramente nos sirva reconocernos compañeros, también, en la diferencia.

NUESTRO OBJETIVO, EL CAMBIO SOCIAL: UN PRESENTE Y UN FUTURO CON TRABAJO, DIGNIDAD, JUSTICIA E IGUALDAD

De nuestra corta pero intensa vida como movimientos -y de tantas otras luchas anteriores- aprendimos que para lograr esos anhelos tan sencillos será necesario cambiar la sociedad. Ese Cambio Social que dice nuestra bandera, tiene dos aspectos:

Por un lado, significa la transformación desde la raíz de un sistema capitalista basado en el individualismo y la ganancia, para construir una sociedad basada en la solidaridad y la realización de las personas; una apuesta a la vida frente a la barbarie que nos somete al hambre, la indignidad y la opresión cotidiana, y conduce a la humanidad hacia su propia destrucción. Queremos que toda la sociedad cambie, porque mientras el sistema económico y social esté organizado por los capitalistas, éstos van a buscar mantenerse como clase dominante apelando a todos los medios: el engaño o la represión, las leyes que ellos mismos diseñan, o cuando éstas ya no les sirvan, incluso por fuera de la ley. Como estos poderosos, aún siendo una minoría, no quieren permitir que se organice una sociedad justa e igualitaria para todos porque acabaría con sus privilegios, hará falta un cambio revolucionario que expropie las grandes extensiones de tierra y las grandes empresas para ponerlas en función social, generando trabajo digno e igualitario, donde la prioridad no sea la riqueza de pocos sino el bienestar de todos.

El otro aspecto del Cambio Social es el cambio en las relaciones cotidianas: para que esa sociedad que deseamos sea posible, tenemos que empezar a practicarla desde ahora. Todos los días organizando nuestro trabajo, nuestras actitudes, nuestras relaciones, con dignidad, justicia e igualdad. A mal puerto van a dar las experiencias que depositan sus ideales en futuros tan puros como remotos, que se contradicen con prácticas cotidianas donde prima la soberbia, las jerarquías y el desprecio al prójimo.

I. CÓMO LOGRARLO: NUESTRA POLÍTICA PARA EL CAMBIO SOCIAL

LA AUTONOMÍA

Entendemos por autonomía la capacidad que, como pueblo, tengamos para organizarnos y «dirigirnos» por nosotros mismos.

Nuestros movimientos son independientes del Estado y sus instituciones, los partidos políticos y la iglesia, pero la autonomía va más allá de esa independencia: rechazamos la subordinación de las organizaciones populares a cualquier instancia superestructural, ya que creemos que deben ser los propios ámbitos donde el pueblo se organiza desde la base los que determinen, en forma democrática, las decisiones y las políticas a seguir.

Nuestra experiencia nos señala que cuanto más se ejercite la autonomía en las organizaciones populares, cuanto más amplio sea el desarrollo y la articulación, mayores serán las posibilidades de que los intereses, los deseos y las decisiones de l@s trabajador@s sean protagónicos.

Por eso entendemos la lucha política como algo inseparable de la lucha por nuestros derechos: no concebimos la separación de «lo político» y «lo social». Las experiencias más importantes y genuinas que se proyectan como referencia política al conjunto popular, surgen del movimiento de masas y sus luchas, y no de «partidos que dirijan a las masas» u «organizaciones de vanguardia» que se sientan por encima del propio movimiento de masas.

La autonomía es, sobre todo, acción, realización cotidiana. Por eso los pilares que la sostienen, más que en grandes definiciones, se encuentran reflejados más adelante, cuando describimos nuestras tareas en el MTD.

LA DEMOCRACIA DE BASE

Cuando decimos «democracia de base» hablamos de horizontalidad, entendida como rechazo a las formas jerárquicas: nos reconocemos como pares, compañeros, donde ninguno está por encima del otro. No creemos, sin embargo, que la idea de horizontalidad exprese cabalmente nuestra concepción de la organización: cuanto más crecemos en cantidad de integrantes y también geográficamente, nuestros movimientos toman la forma de un rico y diverso entramado de tareas, áreas de trabajo y responsabilidades, que poco se asemeja a una línea horizontal.

En las primeras asambleas barriales éramos pocos, y pudimos organizarnos para tomar todas las decisiones entre todos, cada semana. Pero, ¿cómo hacer cuando el movimiento integra a varios centenares de compañeros, y crece en distintos barrios donde cada uno tiene su asamblea? ¿cómo hacer si la decisión colectiva de cada MTD debe articularse, además, con lo que deciden otros miles en una veintena de movimientos de base distintos?

Superamos esos problemas con organización. Sin definir estructuras jerárquicas, manteniendo la soberanía de las asambleas de base, pero también creando áreas de trabajo específicas, y delegando responsabilidades puntuales a compañeros. Para que el funcionamiento sea democrático, los compañeros que cumplan esas tareas deberán ser elegidos y tener el mandato de la asamblea. También es importante que esos roles sean rotativos y revocables. Si tendríamos que graficar la idea de organización que ponemos en práctica, más que una línea horizontal, dibujaríamos una pirámide invertida, donde en la cima, por sobre todo, están las asambleas de base, y en forma subordinada se estructuran los ámbitos de trabajo y las tareas que se delegan. «Nuestro único dirigente es la asamblea», decimos, y a los compañeros que les toca el rol de hablar o «representar» en determinados lugares al movimiento, los llamamos «voceros» o «referentes».

Para nosotros, entonces, el concepto de «democracia de base» es más amplio que el de horizontalidad: reafirmando la idea de igualdad, define una concepción de organización que «armoniza» las decisiones de base con el funcionamiento de una estructura organizativa que naturalmente toma forma en la medida en que crecen nuestros movimientos.

Esta concepción nos permite superar el «basismo» que estancaría nuestras luchas en cada pequeña realidad. Hay instancias de coordinación que requieren determinada «agilidad» para hacer confluir todas las voluntades: por eso nuestros delegados que participan de esos ámbitos respetan los mandatos de base, a la vez que hacen el mayor esfuerzo por «flexibilizar» las posturas propias en busca de un acuerdo común. Las asambleas, de todas formas, tienen la última palabra y pueden impugnar o remover a ese delegado si comete un error grave.

También es cierto que hay asambleas y «asambleas»: hablar de horizontalidad presupone una igualdad en el acceso a la información, el conocimiento y la formación política de todos, lo que rara vez se da en la realidad de nuestro pueblo hoy. Conocemos experiencias donde la asamblea es sólo una formalidad donde los que tienen más información o mejor discurso terminan decidiendo o «dirigiendo» la decisión de los demás.

Por eso entendemos la democracia de base como inseparable de la formación y la educación popular, y como proyección a futuro, donde, al igual que sucede con otros valores que hacen al Cambio Social, sólo se concretarán si los ponemos en práctica desde ahora.

LA CONSTRUCCIÓN DEL PODER POPULAR

Para nosotros, el «poder» no es una «cosa» que nos resulta ajena, sobre la cual tenemos que estar a favor o en contra: preferimos entenderlo como una relación social. Construimos poder cuando avanzamos en el cambio de las relaciones humanas, sociales y políticas, cuando conquistamos mejores condiciones de vida, y cuando crece la capacidad de organización y lucha del pueblo. A eso llamamos «poder popular». En un orden social de dominación -como impone el capitalismo- ese poder del pueblo habrá que construirlo en disputa permanente con quienes nos oprimen. Y en esa disputa no hay espacios «vacíos»: donde hay individualismo, soberbia y prepotencia, donde hay desorganización y escepticismo, es porque prima el poder de dominación. Sólo estaremos construyendo una alternativa de liberación si se ponen en práctica los valores que pregonamos, y ese cambio de conciencia adopta formas organizativas concretas que superen la fragmentación y el aislamiento, masifiquen y potencien las luchas. El poder popular se construye desde y en las bases, con democracia y participación consiente, con relaciones que prefiguren la sociedad que anhelamos. No puede ser construido de arriba hacia abajo ni por la fuerza, porque eso implica subordinación y no liberación.

El cambio revolucionario que transforme de raíz las estructuras injustas de la sociedad, será un paso más en la construcción del poder popular. No «el momento único» pero sí un paso importante, ya que sólo podremos garantizar esas transformaciones sociales profundas y consolidar los valores que día a día construimos, cuando estemos en condiciones, como pueblo consciente y organizado, de disputar el poder necesario para evitar que las minorías privilegiadas sigan imponiendo sus condiciones de opresión.

De esta forma tomamos distancia de las visiones que limitan la idea del poder a la conquista del aparato del Estado, como objeto y fin último, a tomar por asalto en la batalla final. También de quienes dicen ubicarse por fuera del poder -como si fuera posible- y pretenden zafar así, «en situación», de las relaciones de dominación.

Tras esta idea de poder popular -entendido como relación social-, buscamos cambiar la correlación de fuerzas en la sociedad a favor de los intereses del pueblo, luchando por nuestras reivindicaciones inmediatas y participando en las coyunturas políticas que se muestran determinantes para el avance de la consciencia popular.

CONTRA LA EXPLOTACIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE Y LA OPRESIÓN DE LOS PUEBLOS

Junto al rechazo al capitalismo como sistema económico, cuestionamos al régimen político que lo sostiene diseñado para garantizar jurídicamente -o por la represión- que la propiedad privada y la ganancia estén por encima del derecho a la vida y la justicia. Por eso, a la vez que ponemos en práctica los más amplios métodos democráticos en nuestras asambleas y organizaciones, desde hace años nos manifestamos en contra de esta democracia «mentirosa» donde «el pueblo no gobierna ni delibera», ni siquiera «a través de sus representantes», que representan a sus propios intereses o los del poder. Nos ofrecen una democracia «clasista», de las clases altas, donde el entramado institucional garantiza voz y capacidad de decisión sólo a las grandes corporaciones económicas y sus voceros mediáticos, mientras ignora o reprime las genuinas expresiones del pueblo humilde y trabajador que reclamamos justicia.

Con la misma lógica del capitalismo, a escala mundial el imperialismo establece una relación de dominación entre potencias opresoras y pueblos oprimidos, apelando a guerras o planes económicos para extraer las riquezas naturales en cualquier parte del mundo, explotar y marginar a pueblos enteros. Con misiles o planes del FMI, la destrucción que propone el imperialismo para Latinoamérica ya está penetrando bajo el nombre de «Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA)». El ALCA es la nueva herramienta de los Estados Unidos para extender su dominio económico e intervención político-militar en nuestro continente. Repudiamos estos planes, y tampoco confiamos en un MERCOSUR que se limita a ser una alianza económica de las grandes empresas locales, tan explotadoras como las trasnacionales. Creemos que no serán los empresarios y los gobiernos quienes pongan freno al imperialismo. Deberemos ser los movimientos y organizaciones populares, independientes de los Estados y los grupos económicos, quienes nos juntemos para organizar las luchas y la oposición regional al ALCA y romper la subordinación a los EE.UU., sus organismos internacionales y sus empresas.

Aspiramos a que cada lucha en cualquier parte del mundo encuentre a las organizaciones que sentimos hermanas, impulsando colectivamente y con criterio regional, la solución de los problemas inmediatos de los explotados: la distribución de la tierra, el hambre, la desocupación y la represión.

Por eso reafirmamos la idea de Soberanía de los pueblos, los procesos de liberación, más allá de las fronteras, como principal factor de resistencia y alternativa a la barbarie del capitalismo globalizado e imperial.

LA PUESTA EN PRÁCTICA DE VALORES DE IGUALDAD Y SOLIDARIDAD

Buscamos que nuestras mujeres y nuestros hombres sean cada día más libres, dignos y generosos. Esta es una pelea difícil y a contramano de los valores dominantes. Pero la idea de ir forjando cada día la sociedad que queremos nos impulsa a luchar con mas fuerza por los cambios revolucionarios que necesitamos para construir un país solidario y una humanidad con esperanza.

En un material de formación de base del MTD, planteamos estas definiciones:

La solidaridad es ver la necesidad del otro como si fuera propia, sentirse bien ayudando a los demás, y cosechando la ayuda de los compañeros cuando la necesitamos.

El compromiso es sentirnos protagonistas, entre todos, a la hora de resolver los problemas de todos. No tener una actitud pasiva mientras haya necesidades e injusticias. Sentirnos bien sabiendo que aportamos nuestro granito de arena.

La honestidad: cualquier ventaja individual que saquemos de un beneficio común, es un daño a quienes tenemos al lado. Ser honestos es, sobre todo, ser justos con nuestros compañeros y no sacar ventajas.

La alegría: el trabajo comunitario y la asamblea generan un clima de compañerismo, amistad y alegría. Aleja la competencia y la especulación, y nos hace sentir útiles en lo que hacemos, si todos aportamos parejo.

La libertad: en el movimiento intentamos construir espacios que rompan con la dominación. La libertad no la entendemos en forma individualista: «nadie libera a nadie, nadie se libera solo. Todos nos liberamos en comunidad».

Otros compañeros agregan:

El respeto a las diferencias: en nuestros movimientos, la palabra «compañeros» nos hermana a todos, más allá de las opciones religiosas, sexuales, culturales, de edad o nacionalidad.

La defensa de los recursos naturales y el medioambiente: cuando la ambición desmedida del capitalismo amenaza la propia supervivencia del planeta, el acercamiento a los movimientos campesinos y los pueblos originarios nos enseñó a respetar y luchar también por estos valores.

RECONOCERNOS COMO PARTE DE UN PROCESO HISTÓRICO

Nuestra práctica y la reflexión, principales fuentes de nuestras ideas, se nutren también de la riquísima experiencia de luchas de los trabajadores y los pueblos oprimidos, a lo largo del mundo y de la historia.

Incluso las ideas de autonomía, democracia de base y poder popular, a veces con distintos nombres, fueron parte de las más ricas experiencias de lucha que nos precedieron.

En todos estos años acompañamos el proceso autocrítico sobre las limitaciones de las experiencias populares y revolucionarias que fueron derrotadas en las ultimas décadas, y nuestra práctica surge también como búsqueda de los caminos que eviten reincidir en los mismos errores.

Pero no seremos tan soberbios de desconocer la experiencia histórica acumulada. Reivindicamos, incluso de aquellas experiencias frustradas, las enseñanzas políticas y el gran caudal de heroísmo colectivo, extrema solidaridad y entrega por el prójimo que expresaron generaciones enteras, con tanta fuerza y convicción, que el ejemplo aún alumbra y motiva nuestras prácticas.

II. NUESTRA POLÍTICA EN EL CONJUNTO DEL CAMPO POPULAR

Nosotros pensamos que es necesaria la unidad de pueblo si queremos tener éxito en nuestras luchas. No nos referimos a las consignas huecas que buscan encolumnar a «los trabajadores», «el pueblo», tras liderazgos y proyectos que nos resultan ajenos y no responden a nuestros intereses. Hay fuerzas políticas que, en nombre de la «unidad», proponen acciones y alianzas que poco aportan y poco consideran los deseos populares. Por eso vemos que las mejores y más sólidas experiencias de unidad surgieron de procesos concretos de articulación y coordinación para luchas concretas, tras intereses comunes.

ARTICULACIÓN

Llamamos articulación a las relaciones en las que encontramos importantes coincidencias de criterios políticos, valores, afectos. Si coincidimos en los grandes trazos de un proyecto de Cambio Social, no importan las distancias, las particularidades o los tiempos de cada sector. Estos apuntes surgen de un proceso de articulación y creciente unidad entre los MTDs que señalamos al principio. También valoramos el intento de la Coordinadora de Organizaciones Populares Autónomas (COPA), donde desarrollamos la relación con los movimientos campesinos de Santiago del Estero, Córdoba y Mendoza, y otras asambleas, grupos barriales o estudiantiles del resto del país.

Nuestra experiencia y los mismos valores de autonomía que sostenemos, nos enseñan a ser respetuosos de los tiempos propios y de cada uno, no apresurarnos, pero tampoco despreciar la búsqueda de avances en mayores niveles de unidad entre quienes nos vayamos reconociendo hermanados en un camino común.

COORDINACIÓN

También reconocemos como compañeros de lucha a sectores del pueblo que eligen otras formas organizativas o definiciones políticas, otros caminos a transitar, muchas veces tras los mismos objetivos de transformación que aquí sostenemos. Por eso le damos mucha importancia a la coordinación.

Con otros movimientos y organizaciones de desocupados mantenemos diferencias, pero podemos coincidir puntualmente en la exigencia de más planes de empleo, aumento de los salarios y contra la represión. Con organizaciones de derechos humanos coincidimos en denuncias y actividades por el repudio a la impunidad. Con los trabajadores ocupados coincidimos en la reivindicación del trabajo digno y bajo control obrero, la lucha por aumentos de salarios y mejoras en las condiciones de trabajo. Con los trabajadores de la salud, en la defensa del Hospital público y una buena atención médica para todos. Con organizaciones sociales y políticas coincidimos en las jornadas del 19 y 20 de diciembre del 2001, y en otras luchas en común. Con organizaciones populares de todo el mundo hemos coincidido en el repudio a la guerra imperialista, en la lucha contra el hambre y por la preservación del planeta.

LA VERÓN: UNA VALIOSA EXPERIENCIA DE COORDINACIÓN, UNIDAD EN LA LUCHA E IDENTIDAD COMÚN

Como herramienta de coordinación para la lucha, el MTD ANÍBAL VERÓN es un «movimiento de movimientos», que alberga a MTDs que no necesariamente compartimos las mismas concepciones políticas. Por lo tanto es un espacio heterogéneo, que se basa en el respeto a los acuerdos, y también a las diferencias.

Para nosotros, LA VERÓN es más que una herramienta para la «unidad en la acción». El piso de acuerdos es importante: coincidimos en una caracterización general de la etapa política que transitamos, en construir movimientos masivos de participación popular, con independencia del Estado y sus instituciones, los partidos políticos o la iglesia. Esos acuerdos nos permiten, además de confluir en acciones puntuales, construir una herramienta de coordinación en común, estable y con un funcionamiento regular. Así fuimos construyendo, incluso, una identidad de lucha común que sobrevuela y cohesiona las prácticas y concepciones diversas.

En una situación política de mucha dispersión en el campo popular, donde la autoreferenciación excesiva muchas veces resultó una traba para mayores niveles de lucha, valoramos esta experiencia creativa de unidad. Y buscaremos, en los próximos tiempos, que crezca y se amplíe.

III. NUESTROS MOVIMIENTOS DE TRABAJADORES DESOCUPADOS

Nuestros MTD son el producto de las luchas de la última década por parte de trabajadores desocupados que nos organizamos democráticamente en nuestros territorios. En realidad, cuando hablamos hasta ahora de los valores, las ideas y las practicas -es decir: la política que sostenemos-, hablamos centralmente del aprendizaje en nuestros MTD.

Las decisiones se toman en las asambleas que se realizan periódicamente, habitualmente una vez por semana. La asamblea designa también a los compañeros que concurren a las reuniones del conjunto de los movimientos de la Verón, de los espacios de afinidad política, con otras organizaciones sociales, con funcionarios, etc. Nos organizamos también en áreas de trabajo que desarrollan proyectos productivos o comunitarios. También organizamos áreas de tramites, alimentos, salud, seguridad, prensa y formación.

Nuestra lucha por «Trabajo, Dignidad y Cambio Social», decimos, tiene tres aspectos principales: la lucha en las calles, el trabajo igualitario y la formación o educación popular.

LA LUCHA EN LAS CALLES

Los piquetes y cortes de ruta, las movilizaciones y acampes, son un componente fundamental de nuestras organizaciones. Porque a través de la lucha conseguimos y mantenemos los alimentos para nuestros comedores, subsidios y herramientas para impulsar nuestros proyectos productivos, y otras demandas de carácter político que de otra forma no serían escuchadas. Pero también porque en la lucha nos conocemos a nosotros mismos y podemos distinguir mejor a quienes nos apoyan, a quienes nos ignoran y a quienes tratan de reprimirnos. La lucha alimenta nuestra conciencia, así como las verduras de nuestras huertas y las cocinas de nuestros comedores alimentan nuestro cuerpo.

EL TRABAJO IGUALITARIO

La producción en el MTD es popular y solidaria. El fin es satisfacer nuestras necesidades y mejorar calidad de vida de todos. Es opuesta al capitalismo que sólo busca la acumulación de riquezas, y esas riquezas siempre quedan en manos de unos pocos. Nosotros definimos nuestro trabajo como libre y compartido, que relaciona a una comunidad de hombres y mujeres socialmente iguales que se unen para trabajar a la par. En esa relación nace el afecto, la solidaridad y el compañerismo. Apostamos a los beneficios colectivos y no a salidas individuales. La autogestión económica tiene que ver con nuestra autonomía, con ser nosotros los que decidimos sobre todo los aspectos de nuestra vida, nuestro movimiento y nuestra lucha. Para eso tenemos que ser independientes también en lo económico. Esto no nos resulta sencillo por la situación de necesidad que atravesamos. Por eso nos manejamos con fondos comunes, con aportes de compañeros y con producción propia.

LA FORMACIÓN Y EDUCACIÓN POPULAR

La formación para nosotros es un elemento esencial en la construcción del Cambio Social. Nos formamos en la lucha, en el trabajo libre y compartido, en la participación en las asambleas y reuniones de áreas, y a través de los talleres de formación. Utilizamos herramientas y dinámicas de Educación Popular, que nos permiten participar a todos por igual. En estos ámbitos reflexionamos sobre la práctca, para ampliar la participación y el compromiso de los vecinos y el pueblo. Analizamos y comprendemos la realidad. Cuantos más seamos los que luchamos y pensamos, más certezas y poder podremos construir. Buscamos decidir por nosotros mismos, para eso necesitamos estar informados y formados, siempre colectivamente. Se trata de mejorar como militantes y como personas, de desarrollar y multiplicar los valores solidarios, nuevas formas de relacionarnos que derroten un poquito cada día los valores del dominador, sus ideas. Desde la educación popular partimos de estas premisas : Solo el pueblo puede cambiar esta realidad. Nadie sabe todo y no hay nadie que no sepa nada. El que lucha ya sabe, pero el que reflexiona sobre sus luchas, lucha mejor.

EL MTD Y LOS PLANES DE EMPLEO

En un país donde no hay posibilidad -en el corto plazo- de recuperación de los millones puestos de empleo destruidos por mas de 25 años de políticas neoliberales, los Planes de Empleo se pusieron en marcha y ampliaron sólo después de grandes puebladas y fuertes luchas. Son una conquista de los trabajadores desocupados que nos costaron muchos mártires. Nuestro movimiento lleva el nombre de uno de ellos, Aníbal Verón, piquetero asesinado en la Provincia de Salta.

La autonomía que también peleamos y conquistamos respecto a la administración de estos subsidios, nos permite atender algunas carencias básicas, nos da la oportunidad organizarnos y aprender a trabajar sin patrones. Conseguir un plan de empleo en la lucha no nos conforma, significa un primer paso que abre conciencias hacia nuevas reivindicaciones, nuevos sueños y nuevas luchas.

Lo que el gobierno paga por los planes de empleo revela lo que el capitalismo en la Argentina hoy está dispuesto a ceder a millones de personas despojadas de sus empleos, mutiladas del porvenir. Un valor que no llega a cubrir la mitad de la canasta de emergencia y que busca mantenernos en la indigencia.

El manejo corrupto de los planes de empleo por los «punteros» es una demostración más de la perversidad de un sistema político que lleva a millones de personas a la miseria y la desesperación y utiliza esa miseria y esa desesperación para perpetuarse. Apropiados por nuestras organizaciones, esos mismos recursos se transforman, en el marco de las relaciones sociales y laborales que nos proponemos, en un incentivo y un desafío para avanzar en la construcción del poder popular hacia el Cambio Social.

Junio de 2003 – a un año de la Masacre de Avellaneda

Darío, Maxi y todos los caídos en la lucha popular

¡presentes! ¡ahora y siembre!

MTD de Lanús mtd_lanus@inventati.org
MTD «Darío Santillán» de Alte. Brown mtdaltebrown@yahoo.com.ar
MTD de Berisso berissomtd@hotmail.com
MTD de Lugano mtdlugano@yahoo.com.ar
MTD de San Telmo mtdst@hotmail.com
MTD «Oscar Barrios» de José C. Paz mtdjosecpaz@hotmail.com

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5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

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Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Pasaron cinco años del femicidio de Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte. Tres años de un juicio que absolvió a un imputado sin pruebas. Cuatro fiscales, cuatro policías presos y numerosas movilizaciones, desde Buenos hasta Córdoba, para exigir la verdad, ese compromiso que aún es la certeza que falta.

Fotos y crónica de María Eugenia Morengo para cdmnoticias.com.ar

25 de abril. Cruz del Eje. El GPS calcula unos 2 kilómetros. La entrada a la ciudad está envuelta de un aire viscoso. Una avenida se extiende en silencio y después de atravesarla, la llegada a los Tribunales se convierte en un ritual: una reminiscencia de lo que fue, una promesa de lo que debe ser. El pedido por Verdad y Justicia, es una demanda que crece. Cada letra se ubica en el mismo lugar que ocuparon tres años atrás. Las escaleras de la justicia cruzdelejeña son de un cemento gastado. Raspan, duelen.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

¿Qué pasó en Capilla del Monte? El papá y la mamá de Cecilia, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, están cargados de bolsas, llenas de carteles con el rostro de su hija, multiplicado. Son como una red que se estira a lo largo de esos 868 kilómetros que conectan a Buenos Aires con el noroeste de Córdoba. El camino recurrente que transitan para llegar a la verdad..

Sin previo aviso, adentro del edificio de Tribunales Daniel y Susana se anuncian. Quieren ver al todavía fiscal Nelson Lingua, quien aún está a cargo de la investigación de la causa, antes de que asuma como nueva fiscal, Sabrina Ardiles. Afuera todavía se respira la niebla. La espera alerta a los policías. Quieren saber si van a venir más personas.

      – Lo hacemos para cuidarlos –dice la mujer de uniforme.

Piden datos, intentan tomar nota de lo que es una rutina inventada.

–La policía a nosotros no nos cuida –reacciona Susana y en un intercambio sin sentido, se alejan.

Silvia Rivero es la prosecretaria de la fiscalía, se acerca afuera y los llama. El fiscal se hizo un lugar en la agenda del día viernes. Adentro, el reflejo del piso de tribunales es como un espejo que se extiende, entre mocasines, tacos, alpargatas y zapatillas.

La preocupación de la familia es evidente. El recibimiento del fiscal es cordial. Se explica ante los recientes cambios que pronostican para el mes de mayo a Sabrina Ardiles, como la persona que estará sentada en el mismo sillón inmenso de cuerina, desde donde ahora, les habla Lingua. La dra. Rivero, también explica, y confirma que nunca se dejó de investigar. La necesidad de la confianza es una tregua durante esa hora de reunión, los tecnicismos se suspenden y las palabras se abren en una cronología de datos, guardados en la memoria indeleble de Daniel Basaldúa.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La medida del tiempo de la causa, son las fojas de expedientes que se acumulan. La inspección judicial realizada en el mes de agosto del año 2024, por los posibles lugares donde Cecilia pudo haber estado en Capilla del Monte antes de su muerte, dejó en evidencia la dudosa hipótesis de la anterior fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien había asegurado que Cecilia había llegado por sus propios medios al lugar donde apareció sin vida. Mientras que en el transcurso de estos años, cada vez son más los policías que estuvieron en la búsqueda e investigación, presos por violencia de género:

Adrián Luquez, ex sub comisario, detenido por amenazas con armas de fuego a su pareja. Hoy en libertad, se fue a vivir a San Luis. Ariel Zárate, ex sub comisario de la Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla Norte –preso por violencia de género.  Diego Concha, ex director de Defensa Civil, encargado de la búsqueda –condenado a prisión perpetua por el crimen de Luana Ludueña y por la causa de violencia de género hacia su ex mujer, y Diego Bracamonte, ex comisario departamental, a cargo del operativo de la búsqueda –preso por violencia de género.

El tiempo de la justicia es una curva enredada, en apariencia, inofensiva. El tiempo de la justicia es el de las burocracias que definen su forma de proceder. El tiempo, es de una lentitud que lastima. Las letras se vuelven a guardar.

Son las cuatro de la tarde y el sol avanza en la siesta de Capilla del Monte. En la plaza San Martín, alrededor del Jardín de la Memoria, se arman los gacebos, se pone un aguayo, se llena de flores. Rojas, amarillas, lilas, celestes, el monte aún está florecido. Contrayerba, lavanda, romero, palo amarillo, incayuyo, ruda, los sahúmos se arman. Una compañera comienza a preparar el fuego.

Más lejos, sobre la calle Pueyrredón, en la puerta de la Secretaría de Turismo, la concentración crece. Llegan de todas las direcciones. Con tambores y repiques, con banderas y ofrendas. Una combi estaciona, descienden vecinos y vecinas que subieron en Córdoba y en distintas partes del Valle de Punilla.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La batucada suena, es un comienzo en cuenta regresiva. La marcha avanza a contramano. Hay una indignación que toma el ritmo de los tambores, trepa en el repique y todo se hace canción. La calle techada de Capilla del Monte es un anfiteatro de barricadas. Los sonidos viajan a través de la mejor acústica para el reclamo: ¡Vecino, vecina, no sea indiferente nos matan a Cecilia en la cara de la gente. Cecilia presente!

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

“Este es un día especial y este lugar es especial porque tiene mucho que ver con lo que le pasó a Cecilia”, comienza Daniel en la puerta de la comisaría de Capilla del Monte, “hay muchos policías involucrados en el caso. Ya lo hemos denunciado muchas veces, pero parece que no alcanza”, dice mirando a los uniformados que permanecen parados como  granaderos.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

Daniel les recuerda que durante el año pasado, la policía de Capilla debió haber realizado  notificaciones a tres personas para declarar en los Tribunales de Cruz del Eje, pero no lo hicieron. Las testimoniales pudieron efectivizarse, porque intervinieron los abogados de la querella, Daniela Pavón y Gerardo Battistón. En ese mismo reclamo, la abogada Pavón  se acerca y también hace pública la falta de atención institucional que hay para las víctimas de violencia de género en la localidad.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje
Susana, Daniel y Daniela Pavón

La familia de Ezequiel Castro, asesinado por la policía de Córdoba, se adelante y los abraza. Alguien grita que ahí mismo, en la comisaría, apareció ahorcado Jorgito Reyna, hace 12 años, atado con la manga de su campera a la reja de una ventana, pocos centímetros más alta que él. Que su causa, también sigue impune y que los golpes que tenía no fueron suficientes para demostrar  que lo habían torturado. Que a pesar de no bajar los brazos, las familias sienten que el duelo es un proceso tan profundo, como inacabado.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

Susana y Daniel permanecen frente a una multitud, observan hacia adelante y hacia atrás. Saben que la comisaría es señalar lo que siempre llega al mismo lugar: complicidad. “A las chicas les pedimos que no tengan miedo, que denuncien -acentúa Susana- que no se dejen asustar con los policías ni con nadie, nadie tiene derecho a venir a violentarnos”.

 El espacio público es un canal clave para recordar que los asesinos de Cecilia están libres, “y que muchos andan dando vueltas por acá”, dice Daniel y remarca que no dejarán de venir a Capilla del Monte, hasta que los responsables del femicidio de su hija, estén presos.

La llegada a la plaza San Martín es un círculo de candombe que la nombra. Hace cinco años que se insiste en las mismas palabras, como un tajo que se abre en el cemento, una cicatriz que se agranda en medio de la incertidumbre: ¿Qué pasó con Cecilia?

Tal es el encubrimiento que las responsabilidades se hacen obvias.

La ronda se acerca al altar. Es un asedio a la justicia que falta. Desde el micrófono se invita a dejar una ofrenda en memoria de Cecilia, a conjurar entre todas y todos ese momento, esa memoria. En el  centro de una plaza que se anochece, resuena una voz grabada -desde algún punto del Abya Yala- Lolita Chávez, lideresa maya de los pueblos K’iche de Guatemala, habla entre los yuyos que comienzan a perfumar lo que no se puede detener. Cada rama seca que se enciende se hace una intención, un pájaro que se dispara, restos del día que se van:

 “Hoy 25 de abril levantamos nuestra fuerza sagrada, y nuestro poder popular feminista. Reconociendo la memoria, la historia, el vientre en la sangre, de Cecilia Basaldúa. Ese femicidio no debe quedar en la impunidad (…). Con la fuerza de nuestras ancestras, con los fuegos sagrados que encendemos, levantamos nuestra expresión de indignación  y lo comunicamos a los cuatro puntos cardinales. Para que nunca más haya este tipo de violencias contra nuestras vidas”.

Las copleras y la poesía toman el escenario. Las y los músicos hacen de Cecilia esa canción y en el centro del caldero caliente, el humo abre el cielo: hay una memoria que se desprende y una vida que cambió de idioma.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

En medio del algarrobo que sostiene los carteles de Memoria, Verdad y Justicia, una placa de cerámica con el rostro de Cecilia, también observa. El día queda atrás y en el fondo de la noche, las palabras todavía están en suspenso, son un silencio que pronto dirá.


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Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

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Jubilados y jubiladas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo en una nueva jornada de reclamos y denuncia por los ingresos de pobreza que perciben y el fin de la moratoria previsional, cuya prórroga sigue durmiendo en Diputados. Como siempre, los carteles manuscritos fueron una forma de expresión y creatividad. En uno se leía: «Francisco está feliz. Jubilados haciendo lío!!!»

La marcha comenzó nuevamente con un operativo desproporcionado con las cuatro fuerzas federales -PFA, Gendarmería, Prefectura y PSA- que reprimió la protesta pacífica: la Comisión Provincial por la Memoria contabilizó una persona detenida y 13 heridos por efectos de los gases lacrimógenos, entre ellos jubilados y trabajadores de prensa.

Frente a la Rosada, realizaron un acto donde distintas agrupaciones de jubilados se manifestaron contra el acuerdo con el FMI y cantaron por la salud de Pablo Grillo.

«Hasta el próximo miércoles», saludaron los jubilados y jubiladas.

La próxima semana, la marcha contará con la participación de los gremios de la CGT como previa al Día del Trabajador y la Trabajadora del 1 de mayo.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

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Foto: Juan Valeiro para lavaca.

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Foto: Juan Valeiro para lavaca.

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Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

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Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
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