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Pacto de mayo, y el día de la dependencia

Se firmó el llamado Pacto de Mayo en los primeros minutos del 9 de Julio en Tucumán y más tarde, en Buenos Aires, se hizo un desfile militar en el que Javier Milei y Victoria Villarruel saludaron desde un tanque. El símbolo fue acompañado además por una pancarta entre el público: “Los carapintadas tenían razón”. El contenido del pacto, lo que decía la gente en Tucumán, la amenaza sobre el medio ambiente y los movimientos asamblearios. Desde los pueblos originarios consideraron el discurso de Milei como una «amenaza de muerte».
El Pacto de Mayo se firmó en los primeros minutos del 9 de julio en Tucumán, para evitar que el partido de Argentina se comiera la noticia, o por razones tal vez astrológicas. En la Casa de Tucumán, el pacto de 10 puntos resultó contradictorio con cualquier idea de la Independencia, mientras las cámaras de la transmisión oficial se afanaban en mostrar los rostros del vocero Adorni y de las ministras Petovello y Bullrich. En realidad fuera del Presidente y de los presidentes del Senado y Diputados (Abad y Menem), la figura a la que se le quiso dar mayor relevancia fue a la de Karina Milei, quien sucedió a los tres anteriores en el orden de importancia en las menciones del protocolo oficial. De allí nacen las hipótesis sobre consultas astrológicas para definir los horarios y coordenadas de determinados eventos oficiales, combinadas con las preferencias mediáticas de Santiago Caputo (convertido más en un hiperministro que en un asesor) para evitar que el partido de la Selección licuara este evento. Otro personajes relevante fue el gobernador tucumano Osvaldo Jaldo, uno de los primeros en saltar del peronismo al mileísmo con la facilidad que resulta habitual en estos casos. En la propia Casa de Tucumán, el ministro Luis “Toto” Caputo se sacó y publicó en X una selfie sonriente junto a Federico Sturzzenegger, otra performance destinada a cambiar el humor de los “mercados” frente al gobierno.

Imágenes del 9 de Julio en San Miguel de Tucumán. Fotos: Juan Valeiro.
Javier Milei centralizó una performance que reunió a 18 gobernadores –una suerte de reseteo de su relación con “la casta”– en medio de fanfarrias militares. El acto fue sorprendente por lo acartonado y artificial. Luego leyó un discurso ante los invitados convocados a aplaudir. El pacto como tal puede ser y será debatido, pero hay dos puntos que van en línea con lo que el gobierno viene intentando tanto a través del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones) como del DNU y la Ley Bases: la entrega de los recursos naturales (o bienes comunes) como hipotética forma de atraer corporaciones con dólares, y una apertura indiscriminada de la economía. La combinación de ambas cosas, como lo muestra la historia, jamás logró el efecto de supuesto enriquecimiento y progreso, sino lo contrario.
Los dos puntos mencionados son el 7º y el º10º.
7) “El compromiso de las provincias argentinas de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país”.
10) “La apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser protagonista del mercado global”.
Milei se ocupó por atacar especialmente a las asambleas ambientales: «El compromiso que firmamos aquí, para el que vamos a necesitar la voluntad de las provincias, llama a explotar los recursos naturales que Dios nos ha dado. El bendijo a nuestra tierra con una riqueza enorme y nos dio la posibilidad de que en cada rincón de la Patria los argentinos puedan crear riqueza y desarrollar sus vidas de manera digna, pero los políticos han escuchado más la demanda de las minorías ruidosas y organizaciones ambientalistas financiadas por millonarios extranjeros que las necesidades de prosperar que tienen los argentinos».
Como en otros rubros, la falsedad o mentira es el eje de tal discurso. Las dos experiencias electorales a través de consultas populares frente a los proyectos mineros (en Chubut y Neuquén) arrojaron más de 80 % de rechazo a la minería a cielo abierto, sin contar puebladas como el Mendozazo de 2020 y el Chubutazo de 2021 por las mismas razones. No se trató de minorías ruidosas, y si los entonces gobernantes dejaron de impulsar los proyectos extractivos fue argumentando la paz social. Otro detalle con respecto a la oración del señor Milei es que en esos rincones de la patria no se “crea” riqueza, ni lo hacen “los argentinos”: la riqueza se extrae, y quienes lo realizan son corporaciones multinacionales que viven esperando este tipo de apoyos oficiales para incrementar sus actividades y ganancias a costa de las comunidades y de la economía del país.
En San Miguel de Tucumán las jornadas previas al pacto se vivieron como un gran maquillaje. Se pintaron la ruta de salida del aeropuerto, el puente del río Salí, se intentó sacar del mismo río la basura más visible, se pintó la fachada de la Casa de Tucumán.

La danza de las escobas. Foto: Juan Valeiro.
Un vendedor de escarapelas, que apoya a Milei, comenta sobre esto: “Hay una mugre bestial. Acá en el centro no tanto, pero tirate para las orillas: no podés ni caminar. Ahora, en una semana hicieron lo que no hicieron en toda la vida. Pero después, sigue lo mismo”. El vendedor planteó lo habitual sobre su apoyo a Milei: “No hay que perder la esperanza”.
Mientras tanto, las asambleas chubutenses rechazaban el Pacto de Mayo bajo un argumento: “Vienen por todo”. Viviana Moreno desde Esquel fue breve: «Hoy fue el día de la dependencia». La apertura de la economía y del país a las grandes potencias, las corporaciones, y la posibilidad del ingreso y egreso masivo de capitales que solo pueden provenir del narcotráfico y el lavado de dinero representan el fundamento de esa noción de «dependencia».
Jorge Nawel, de la Confederación Mapuche de Neuquén sumó en diálogo con lavaca una advertencia a la gravedad de la situación: «Vivimos en un país cuyo gobierno está absolutamente sometido a una deuda externa absolutamente injusta. Y se acaba de aprobar una que establece el RIGI, el régimen de incentivo para grande inversiones. Agregado a las palabras del presidente hoy en Tucumán, es todo una amenaza de muerte para el conjunto de todas las vidas de esta región».
«Vaca Muerta no solo es una fuente de recursos naturales. Es también el hábitat de las comunidades mapuche, de la población campesina y criancera criolla. Con la lógica extractivista criminal de de este gobierno, realmente nos preparamos para una de las peores invasiones que va a ocurrir».
Agregó Jorge Nawel: «Eso nos obliga a extremar las acciones, la capacidad, la creatividad, para organizarnos frente a semejante embestida que acaba de anunciar el Presidente».
Y las asambleas del Curru Leufu (Río Negro) emitieron una llamada rechazando el RIGI y estas políticas en la provincia. Las razones:
- “Porque amplia y profundiza un modelo impuesto en la década de 1990”.
- “Porque incentiva y da licencia por 30 años a proyectos que profundizan el saqueo, contaminan el agua y el aire, agota los bienes comunes de la naturaleza, asfixia las economías regionales y genera redes de corrupción a su alrededor”.
- “Porque establece una dictadura minera donde toda ley que limite el cumplimiento de este régimen será declarada nula de nulidad absoluta”.
- “Porque son proyectos donde los ganadores son las grandes corporaciones mundiales y los perdedores todos y todas los y las habitantes de la Argentina”.
- “Porque se basan en engaños y promesas incumplidas de trabajo, salud y prosperidad”.
- “Porque exacerba la matriz extractivista: saqueo y exportación de commodities”.
- “Porque si el régimen aprobado en la década del 90 era una súper oferta para las corporaciones, el RIGI es directamente un regalo”.
- “Llamamos al gobierno de Río Negro a no avanzar en ningún proyecto extractivista: Calcatreu, Amarillo Grande, Oleoducto Vaca Muerta Sur, Puerto petrolero en nuestro Golfo San Matías. No a Mekorot en Río Negro”.
- “Por la defensa de los Bienes comunes de la naturaleza. Por la defensa de los territorios que habitamos. Por una forma de producción que permita el buen vivir de todos y todas. El agua vale más que el oro, el petróleo, el litio”.
Fabiana Vega, justamente desde Rio Negro, comentó a lavaca: “Si hablamos de que se suspenden todas las otras leyes, incluida la Constitución Nacional por 30 años, nos están diciendo que es un golpe de Estado encubierto por los próximos 30 años. El panorama es nefasto”.
“¿Qué pensamos hacer? Plantarnos, informar y que reaccione la gente. Porque el poder está en la gente. Los que estamos saliendo ahora somos los mismos que hemos salido siempre, siempre, porque sabemos que lo que está en juego son nuestros proyectos de vida y las posibilidades de nuestros hijos y las generaciones que vienen”.
En Tucumán, antes del pacto, el gobernador Jaldo organizó un show en la Plaza Independencia con la participación de artistas locales, Panam, el Chaqueño Palavecino y Gladys la Bomba Tucumana. Ese fue el momento de mayor concentración de público pese al frio. A las 21.30 se terminó el espectáculo y la gran mayoría desconcentró y se fue a su casa. A nadie pareció interesarle acercarse al acto presidencial. Rosa Isabel Hoyos, docente de primaria: “Vengo a festejar la previa a la declaración de la independencia; lo que más me gusta es cantar el himno a las 12. A eso vengo, siempre”. Ninguna referencia ni percepción sobre la gravedad de lo que se firmaría. Su preocupación: “Lo raro es que siempre había pocotiempo entre que se termina el show y se cante el himno, pero ahora se va a cantar a medianoche. Me sorprende”.

¿Le interesa el tema de la firma del Pacto? “La verdad que no. No sé qué negocios hay… No veo ni tele, no veo política porque creo que estamos ajenos a toda la movida esa. Sí amo a mi país y creo que sí merecemos tener esperanza de progresar a pesar de que el gobierno tucumano no es del palo de Milei. Me parece fantástico que se pongan de acuerdo”. ¿La gente vino por el pacto o por el show musical? “Vienen por el show. Mucha gene viene porque es patriota, pero la mayoría viene por el show”.
Diego y Gabriel son jóvenes libertarios que buscan afiliaciones “así le mandamos diputados a Milei el año que viene”. Gabriel: “La gente entiende el cambio. Yo hablo con Uber, con la gente que tiene kioskos, y están totalmente esperanzados”. Diego. Si le dejan de poner palos en la rueda, yo creo que en un año empezamos el camino de mejoría. Con fe y esperanza la libertad avanza, como dice Scioli”.

Tucumán en modo Bullrich.
Más temprano hubo un intento de acto contra la presencia de Milei, «Ite al pingo Milei». Se iba a realizar en la Plaza San Martín, a unas 12 cuadras de la Casa Histórica, desde las 20.30 hs. Sin embargo, cerca de las 18.30 los presentes (integrantes de Patria Grande) fueron reprimidos por la policía y se llevaron detenidas a 5 personas. Al final de la noche aparentemente fueron liberadas, pero una quedó hospitalizado por los golpes de la policía. Fue la versión tucumana del “protocolo” de Patricia Bullrich.
La jornada del 9 continuó tras el regreso de Milei a Buenos Aires, con el Te Deum en la Catedral. Allí estuvo junto a Victoria Villarruel. El arzobispo Jorge García Cuerva planteó: “A muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie”.
Agregó: “Algo no está bien cuando tenemos dirigentes ricos y un pueblo trabajador muy pobre”. Planteó la necesidad de ser audaces: “jugarnos la vida por los que sufren, comprometernos con los más pobres y excluidos, viviendo la libertad de la mano del amor al prójimo, independizados de todo prejuicio y rechazo del otro por pensar distinto, independizados del odio que nos enferma y carcome desde las entrañas, independizados de la corrupción, del ventajismo, de los privilegios de algunos a costa de la indigencia de muchos”.
Luego sucedió el desfile militar. Victoria Villarruel, que no había viajado a la firma del Pacto de Mayo por una supuesta enfermedad, se curó velozmente y estuvo sonriente en el desfile en el que llamó la antención (o no) la pancarta en la que se leía “Los carapintadas tenían razón”. Hubo tanques, aviones, Milei y Villarruel sonrieron a bordo del tanque jugando a que miraban a quién disparar y saludando a las cámaras.

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Marcha de jubilados: Boca, peronismo, CGT, traiciones y una asamblea mirando el futuro

Un miércoles con marchas separadas, y gente buscando recuperar la iniciativa, la creatividad y la fuerza de reunirse. Imágenes sobre Boca, el peronismo, las traiciones, la CGT, el Garrahan con aumentos, y algunas ideas para salir del corralito.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos: Juan Valeiro
“Miércoles de jubilados”, anuncia un grafiti pintado de rojo en medio de la plaza de los dos Congresos. La proclama denota una costumbre. Lo habitual. Algo que se hizo norma y, como tal, tiene su costado positivo y otro que no tanto.
Este “miércoles de jubilados” tiene algo particular, distinto al resto, que rompe la costumbre, lo habitual, lo normal: esta vez, un grupo convoca a las 14, otro a las 15 (como venía sucediendo) y otro a las 17. En conjunto (y separados) forman una síntesis de lo que es hoy la fragmentación de las luchas en Argentina.

La calle y lo colectivo.
La organización de Jubilados Insurgentes es la que llega primero. Pasadas las 14, ya andan haciendo semaforazos y marchando alrededor de la plaza. Las canciones, esta vez, sobre todo apuntan a la CGT (Confederación General del Trabajo), que en esta misma jornada eligió su nueva conducción hasta 2029, que seguirá en forma de triunvirato: Octavio Argüello (Camioneros), Jorge Solá (Seguro) y Cristian Jerónimo (empleados del vidrio). La elección llega en medio de los crecientes rumores por parte del Gobierno nacional de avanzar con una reforma laboral.
Boca River y el recibo
Armando, vecino de Barracas, tiene 75 años y dos esperanzas: “La primera es ganarle a River el domingo”. Boca –su Boca– siempre le genera ilusión, aunque la situación del equipo a veces lo tira para atrás: “Ver a algunos jugadores me la quita”.
Cualquier comparación con la política no es mera coincidencia, se ríe, y por eso cuenta lo otro que lo esperanza: “Venir a marchar todos los miércoles”. Su jubilación ya no le alcanza y pregunta si hace falta mostrar su recibo: “Son 390 mil pesos en la mano”, dice, moviendo la cabeza. “Se hace re imposible. Por eso venimos: aunque nos den un palazo en las elecciones, vamos a seguir luchando”.

Asamblea a megáfono abierto.
Su análisis: “El peronismo no está unido porque hay mucho traidor. Hay una CGT quieta, que hoy se renovó, pero muchos sindicatos no aportaron nada. Recién ahora el Garrahan consiguió algo, pero a los jubilados nos siguen pisando. Encuentro el déficit en la falta de unión del pueblo porque somos pocos los que venimos todos los miércoles. Necesitamos más apoyo. El único apoyo es la prensa”.
Se pregunta por qué no hay más políticos que acompañen: “Si ellos nos representan, ¿por qué no pelean con nosotros? Como dijo Perón, con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes. Por eso perdimos: pelean por un cargo pero cuando hay que salir a pelear de verdad, no los veo”.
Entre Boca y la CGT, Armando mueve la cabeza. Pero mantiene su esperanza.
Asamblea en el corralito
Una vez que los jubilados terminan de dar la primera de las varias vueltas que hoy se caminan, proponen algo no habitual, no normal, distinto, “porque algo diferente tenemos que hacer, así no va más”. Un concepto que representa una buena dosis de sabiduría: “Es bueno reconocer cuando no sabemos bien qué hacer”.

Zulema agarra el megáfono y dirige la batuta. En 3, 2, 1 se arma una asamblea espontánea en la calle con un objetivo: “Que hable quien tenga alguna propuesta concreta para pensar qué hacemos y definir cómo seguimos, coordinados, para que no quede cada uno con su librito”.
Así empieza a pasarse el megáfono de mano en mano, como un ejercicio de democracia participativa en peligro de extinción.
Uno invita a reunirse “todos juntos” en la CTA Autónoma, este próximo viernes y pensar “entre espacios que pensamos distinto un plan de lucha común a encauzar”.
Otra dice que ya no alcanza con esta concentración de los miércoles, que hay que pensar “acciones más allá de esta vuelta a la plaza que nos obliga a hacer este gobierno cada miércoles y entre vallas”. Alguien agrega: “Esto parece un corralito. Cortan todo el tránsito del centro y nos dejan adentro para que marchemos”.
Otro aporte: “Pero no podemos irnos de acá, lugar emblema de nuestra resistencia; quizás hay que buscar otro espacio, pero en las inmediaciones del Congreso”.

Nunca se deja de marchar.
Un jubilado propone ir a Tribunales. Pero ni bien termina de formular la idea, plantea el primer problema: “Aunque claro, ir allá a las 5 de la tarde no tiene sentido, ahí a partir de las 3 no queda nadie”.
La CGT y el aumento al Garrahan
Alguien sugiere aprovechar que la CGT tiene nueva conducción y marchar hacia allá “por lo menos un miércoles”. No termina de formular la iniciativa que llueven los insultos a la Central sindical. “Pongan a quien pongan es lo mismo, porque el problema es la dirección que tienen y ya sabemos que van a pactar por la reforma laboral. Son unos traidores”. Debe aclararse que la definición de “traidores” es la más suave y elegante que se propinó a la central sindical.
Otro se envalentona: “¿Alguien cree que ahora nos van acompañar? No vinieron nunca a luchar con nosotros, son ellos quienes nos empujaron a venir acá por las nuestras, porque les importamos tres carajos. Esta mañana solo cambiaron figuritas”.

Le da pie a un jubilado con el pelo color ceniza que en menos de tres minutos resume la historia del sindicalismo argentino y hace un homenaje: “Hoy se cumplen 50 años de la muerte de Agustín Tosco, uno de los referentes del Cordobazo, que logró evitar lo que buscaba la dictadura: implementar la jornada laboral de 12 horas. Con este gobierno estamos retrocediendo medio siglo”.
Tras el desahogo contra la CGT, el enojo sigue: “Ayer se conoció el aumento a los trabajadores del Garrahan y hoy ellos tendrían que haber mandado alguna delegación solidarizándose con nosotros. Su aumento fue un logro colectivo por tantos espacios que los apoyamos”.
Obelisco y tres ideas
La asamblea vuelve al tenor inicial propositivo. “Otra opción es concentrarnos en el Obelisco”, dice uno, pero otra con más canas y experiencia le recuerda: “Enfrente hay una base de la Policía de la Ciudad. No es el punto más estratégico”.

Acuerdan tres puntos:
1) seguir viniendo al Congreso, pero seguir pensando el cómo y el dónde;
2) hacer otras acciones por fuera del Palacio Legislativo;
3) pensar nuevas estrategias para el próximo miércoles.
Termina la asamblea espontánea y Zulema de Jubilados Insurgentes le dice a lavaca: “Todavía no decidimos nada en concreto, será un proceso de pensar qué es lo mejor. Lo que se viene es muy groso y el gobierno está envalentonado con la última elección, por eso no queremos dejar que se asienten, este tiempo es clave para seguir reclamando por nuestros derechos. Nuestra responsabilidad es no dejar este espacio vacío que venimos llenando hace tanto”.

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Marcha de jubilados: “Hay que creer en las calles”

La noticia del día: el próximo 18 de noviembre fue citado a indagatoria el policía Pablo Alexis Aldama, sospechoso de haber agredido a la jubilada Beatriz Blanco (foto principal) haciéndola golpear de nuca contra la vereda. Fue algo de lo mucho que dejó este miércoles en el que jubiladas y jubilados marcharon pese a la habitual fumigación de gas pimienta por parte de las fuerzas de seguridad, que vallaron toda la zona de Congreso impidiendo el tránsito. Reflexiones pos electorales, propuestas de exportación, dilemas complejos, carteles lúcidos, cómo combatir el EPOC, y la certeza de seguir en la calle.
Por Lucas Pedulla y Francisco Pandolfi. Fotos Juan Valeiro/ lavaca.org
Beatriz Blanco (en la foto de portada) es la jubilada que fue gaseada y empujada por la Policía Federal el 12 de marzo pasado –el mismo día que el fotógrafo Pablo Grillo fue atacado por una granada de gas lacrimógeno, y Jonathan Navarro por un disparo que le hizo perder la vista de un ojo–.
La imagen de Beatriz golpeándose la nuca contra el suelo dio la vuelta al mundo por lo violento: le causó un traumatismo encéfalo craneano, una herida cortante y problemas oculares permanentes.

Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
Pero está viva para contarla. Beatriz tiene 82 años y un empuje que no merma ni con un golpe ni con una elección adversa. Este miércoles –como siempre– vuelve a caminar con su bastón cobrizo entre manifestantes y fuerzas de seguridad –federales, gendarmes y policía porteña–.
Sobre el domingo: “La gente ya no cree en soluciones porque ya no cree en nada, hace mucho que no se le da nada. Y además tiene miedo, y eso se nota en que cada vez hay menos gente involucrada, con temor a la represión, a quedarse sin laburo, y ahora encima a que le suban las horas de trabajo. Se van corriendo los límites, así estamos”.
Pero hay un lado positivo del “así estamos” de Beatriz. Este martes 28 de octubre el Juzgado Criminal y Correccional Federal 1 llamó a declarar al presunto policía que la agredió: “Existiendo en autos motivo bastante para sospechar que Pablo Alexis Aldama ha participado en la comisión de un delito de acción pública, cíteselo a los efectos de recibirle declaración indagatoria, fijando audiencia para el día martes 18 de noviembre de 2025”.
Dice Beatriz: “Lo quiero ver, le quiero hablar y decirle gracias. Gracias por pegarme, gracias por romperme la cabeza y el ojo; y gracias por romperme la cadera”. Lo dice con su voz suave y tranquila de siempre, y enfila con su bastón hacia la marcha.
“Será largo lo que viene”
Detrás de Beatriz la Policía Federal va cercando a la gente que reclama en la vereda sobre la plaza de los Dos Congresos a la altura de Rivadavia y Callao, y la intima a pasar del otro lado de la valla.

La frontera en Congreso. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
Un hombre –con un gorro en el que se lee “jubilado testarudo”–, se acerca a Beatriz y suspira: “Será largo esto, muy largo”. No habla de hoy sino de lo que vendrá. Habla de la época. Mientras, los federales se acercan un poco más. La mayoría sin identificación. Se arrima otro jubilado y se arma una especie de asamblea que reflexiona sobre los comicios recientes: “Nos va a costar un pulmón o dos todo lo que viene, todas las reformas que el gobierno intentará hacer”. Otra voz plantea entre el sonido de redoblantes y trompetas: “La mayoría del pueblo eligió seguir estando mal por miedo a que se descontrole todo esta semana”.
La Policía Federal termina de acorralar a los pocos manifestantes –y a los muchos fotógrafos– que aún quedan del lado del Congreso hasta terminar de cerrar la hilera de vallas. A la tensión le sigue una serie de gaseadas que deja a 11 personas heridas, según la Comisión Provincial por la Memoria.
Otra jubilada, señalando a la policía: “A esta gente la compadezco: sus dirigentes haciéndose los guapos en canales de stream y ellos acá poniendo el cuerpo”.

Geopolítica. Foto: lavaca.org
La pierna de Fernando
Fernando Quintero caminaba por la vereda y fue atropellado hace 9 años por un colectivo que había perdido el rumbo. Le amputaron la pierna derecha.
“Pero hace cuatro meses me sacaron la pensión” cuenta a lavaca, y al contarlo se le inundan los ojos celestes. Fue una segunda amputación.
¿Cuánto era la pensión? “263.000 pesos”.
¿Y cómo sigue la cuestión? “Me dieron un turno para que un médico certifique que no tengo una pierna. El turno es para abril”. Todo ocurre en órbita de la ANDIS, agencia de discapacidad de notoriedad pública. Gracias a la aplicación de este tipo de motosierra, el gobierno sostiene que logra equilibrio fiscal.
Tal vez esta foto sirva para que alguien certifique antes de abril que a Fernando Quintero le falta la pierna derecha. Y que le devuelvan la pensión.

Fernando Quintero. Le amputaron una pierna, y la motosierra oficial también le mutiló la pensión de 260.000 pesos. Lo citaron en abril, para certificar que le falta la pierna derecha. Así se logra el equilibrio fiscal. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
“Llenar las calles de pasos”
Mientras tanto, dos drones de las fuerzas de seguridad sobrevuelan la escena. Filman desde arriba lo que expresa otro jubilado en un cartel: “Derrotados son los que dejan de luchar”.
También graban a Carlos, 73 años , con un cartón en las manos pensando en lo que pasó en las elecciones, pero sobre todo mirando a futuro: “Acá no se rinde nadie”. Lo justifica cuando habla: “Por un resultado electoral en contra no se desarma el reclamo. Al contrario. Hasta que no haya una mejora en los remedios y en las jubilaciones esto va a seguir y se va a incrementar porque seguirán mandándose cagadas. Yo confío en que el pueblo va a reaccionar”.

Jubilado gaseado. Hubo un total de 11 heridos. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
Alicia, de Jubilados Insurgentes, resume cómo estamos: “En las ciudades inundadas, como Bahía Blanca, Milei no les dio un peso y ganó igual. Es difícil de comprender. Somos masoquistas”.
Y comparte su alternativa: “Hay solo una salida: llenar la calle de pasos”.
Motosierra, medios y comercio exterior
Eduardo tiene 79 años, cumple 80 el 30 de marzo. Leva un gorro piluso y un cartel que es una propuesta de comercio exterior: “La solución argentina: exportar libertarios a los Estados Unidos ¡hasta agotar el stock!”

Eduardo. A los 9 años lo mandaron del colegio a su casa porque se producía el bombardeo de las FF.AA a Plaza de Mayo. «Así que estamos acostumbrados, siempre peleando».Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
Es un hombre de sonrisa fácil: “Los medios de comunicación hacen un aporte importante a la confusión, a que la agente no razone. Te dicen que es mejor esto que lo otro, pero no está muy claro qué es lo que está bien o lo que está mal. Te hablan del peronismo, y yo pregunto: ¿se entiende qué es el peronismo? Entonces es difícil. Por eso lo que me parece importante es seguir acá, sin resignarse, tratando de lograr lo mejor”.
Cree que es una época complicada. “Pero mirá: cuando yo tenía 9 años iba al colegio que está frente a Plaza Lavalle, al lado del Colón. Y un día nos mandaron a todos para casa. Habían empezado el bombardeo a Plaza de Mayo de 1955. Duró cuatro horas. Mataron como a 300 personas o más que iban por la calle tranquilamente. Uno no se puede olvidar nunca de algo así. De cómo mataron. Pero se peleó, se peleó después cuando fue la proscripción, cuando estuvieron los militares, cuando estuvo Menem, después en el 2001”.
Fernando trabajó en mil oficios. Fue empelado en casas de cambio, vendedor en comercios, y tuvo un oficio por el que merecería un lugar en el gabinete nacional: vendía y reparaba motosierras en el Once. “Pero eso me enfermaba, por el humo de los motores”. Tuvo otro negocio de venta de repuestos de autos. “Pero me fundí en la época de Menem, con todo lo importado”.
Pone una mano en el hombro del cronista: “Así que estamos acostumbrados. Siempre peleando”.

Cacerola y máscara antigas. Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
Un camino entre quienes piensan parecido
Rubén y Mario integran el Movimiento Activo de Trabajadores y Jubilados (MATyJ). “Hay una clase media y un sector muy pobre con miedo a perder lo poco que tiene”, piensan. Recuerdan la época de Carlos Menem: “En el 95 le llamamos el ‘voto cuota’, muchos sectores votaron por miedo a que todo explote”.
Keiko, también de Jubilados Insurgentes: “El peronismo no tiene programa. La Libertad Avanza tiene: te vamos a hacer mierda. Es su programa. ¿Y los otros? ‘Freno a Milei’, te dicen. Eso no es un programa. Hasta Menem tuvo una propuesta, con salariazo y revolución productiva, que después fue todo mentira. Y otra cosa: ¿cómo el candidato va a ser Taiana, que tiene mi edad? ¿Por qué no ponen a otro pibe como vos?”. Alguien la escucha y observa: “La derecha sí se renueva”.

Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
El sacerdote Francisco Olveira, o padre Paco, está frente a la policía. Piensa dos cosas: “Una es que el apoyo de Trump y Estados Unidos influyó mucho porque hasta yo, si no pensara como pienso, votaría a Milei porque la sensación era que se iba todo a la mierda, lo cual no quita que eso ocurra, pero más adelante”.
¿Y lo otro? “Lo otro es que hay muchos hijos de puta, con perdón de las chicas de AMMAR que quiero mucho, que les importa un carajo el 3% de Karina, que promulguen leyes sin financiamiento, lo que le hacen a la gente del Garrahan, a los jubilados, a las personas con discapacidad”. Sintetiza: “Muchos que solo votan a otro hijo de puta”.
El padre vive en el asentamiento Esperanza, en Merlo, oeste del conurbano. “Los sectores más pobres que habían votado a Milei se dieron vuelta, salvo este sector que te marco. Te cuento un ejemplo: la provincia está completando una obra que tenían que hacer las ISU (Integración Socio Urbana) a nivel nacional, y un vecino que es mileísta sacó fotos trucadas diciendo que como habían perdido las elecciones, se estaban llevando las máquinas”.
Paco mastica bronca, pero dice que la salida es seguir estando en la calle. ¿Y hacia dentro? “Me gustaría que Bregman y Grabois se sentaran a charlar. Debería ser un camino, entre quienes pensamos más o menos lo mismo. Pero no sé si pueda darse en nuestra Patria”.

Foto: Juan Valeiro/ lavaca.org
“Si tirás la toalla, perdemos”
Guillermo, 77 años y vecino de Ituzaingó, es jubilado metalúrgico. Estuvo algunos miércoles sin venir porque tiene EPOC y está medicado. Tiene un cartel con dos palabras: “Voto luchar”. Piensa que hay mucha gente que sabe que está mal, pero no quiere estar peor: “Saben que el peronismo no es alternativa porque no luchó en dos años. La CGT, tampoco. Pero la izquierda algo creció: siempre está acá y eso se paga. Conozco muchos peronistas: hay gente enojada con su dirigencia, porque perdieron y se dividieron más: se peleaban por octubre, ahora se van a pelear por las elecciones de 2027, pero no están peleando con la gente acá. Si hubieran hecho algo, ganaban con todo el apoyo”.
-¿Por qué seguís viniendo con tu EPOC y todo este contexto?
-Venir acá te cura, te da pila, es un remedio. Te mantiene ligado con tu realidad. ¿Voy a sentarme en una silla de paja a ver cómo pasan los vecinos por la ventana? ¡Me pego un tiro! Hay que creer en la lucha, creer en las calles. Hay que subir al ring aunque te caguen a sopapos, porque si tirás la toalla, perdemos. Nosotros vamos por el round final.

Imagen en la plaza de Congreso.Foto: lavaca.org
Actualidad
Mapumundi: Lef y una cartografía de la situación mapuche
Lefxaru Nawel es ciudadano argentino de nacionalidad mapuche, werken (vocero) de la comunidad, abogado, profesor universitario, rockero y papá, entre otras cosas. Fue uno de los detenidos en julio por reclamar que se cumplan las leyes. Su mirada sobre el gobierno de las corporaciones, Occidente, el fin del cinismo, los cascarudos, el racismo y el odio, el progreso, el fracking, la pobreza, el agua, Vaca Muerta, la democracia y algunos datos sobre las utopías y el futuro. Por Sergio Ciancaglini.
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