Actualidad
Triunfo en Jujuy: liberan a los presos por tuitear

El juez dictaminó este lunes la liberación de Nahuel Morandini y Roque Villegas, detenidos desde el 5 de enero por tuitear sobre el ex gobernador de Jujuy Gerardo Morales. Sin embargo, una arquitecta también es perseguida en la causa, debido a un comentario en WhatsApp. Los porqués de la liberación y el cambio de opinión del fiscal y el alivio de los familiares, que no bajan la guardia: “La lucha continúa porque esta causa escandalosa, que nunca debió haber existido, sigue en pie y queremos lograr el sobreseimiento”.
Texto: Francisco Pandolfi
“Mi hijo estará libre, libre”, comparte del otro lado del teléfono, en el campo, con poquísima señal, pero con muchísima emoción, Norma, la mamá de Nahuel Morandini (en la foto junto a su hijo, nuera y nietas).
“Sufrimos horrores estos días. Tengo alegría y también una sensación rara, porque esto no terminó todavía; pero sé que esta noche mi hijo va a dormir en su casa, en su cama y va a poder abrazar a sus hijas”, relata a lavaca con una alegría que percibe de solo escucharla.
Nahuel, junto con Roque Villegas, desde el 5 de enero pasado están presos en la Unidad Penal N°1 del barrio Gorriti, en San Salvador de Jujuy, porque un día antes (obsérvese la celeridad del Poder Judicial cuando así lo quiere) la esposa de Gerardo Morales, Tulia Snopek, hizo una denuncia por daños psicológicos a su hija de dos años.

Roque Villegas, el otro detenido que podrá finalmente ser liberado. La causa pretende ahora incluir a una arquitecta, acusada por un comentario en un grupo privado de WhatsApp.
Roque, trabajador independiente, había compartido un flyer. Nahuel, docente universitario, había escrito este tweet: “Hace ya varios años que en Jujuy se hace el carnaval de los tekis (una estafa en la que caen los turistas). Pero este año no se hace. Y todo parece que es porque uno de los tekis le enseña a tocar la quena a la mujer del ex gobernador. Imposible aburrirse en kukuy”. Un día después de la denuncia, ambos fueron citados a una audiencia y los detuvieron acusándolos de delitos de daños y “supresión y suposición del estado civil y de la identidad civil”. Además, les dictaron prisión preventiva por 60 días.
El sentido de la libertad
En la calle, en los medios de comunicación y en los tribunales, la actividad fue permanente para buscar la libertad, pronto a consumarse tras 52 días en prisión.
Esta mañana se realizó una audiencia a pedido del fiscal Walter Rondón y el juez Salvador Ortiz confirmó el cese de la prisión preventiva y la libertad. La querella de Tulia Snopek, al igual que el Poder Ejecutivo provincial, se opusieron a la decisión judicial.

Conferencia de prensa de organismos de derechos humanos en Jujuy, por la libertad de Morandini y Villegas, detenidos durante casi dos meses.
“Después de muchos reclamos y de presentaciones internacionales, logramos que cese la prisión preventiva, pese a que se opuso toda la querella; el juez entendió que no había motivos para que siguieran detenidos y ordenó su libertad que debe suceder en el día de hoy”, cuenta Lucía, la pareja de Nahuel y artífice central en la pelea que dieron familiares y amigos. Agrega, desde la puerta del penal: “Esto es un alivio, pero la lucha continúa porque esta causa escandalosa sigue en pie, sigue el proceso, y queremos lograr el sobreseimiento; esta causa nunca debió haber existido”.
A su lado está Norma Vega, hermana de Roque Villegas. Sostiene un cartel que exige: “Libertad inmediata”. Le dice a lavaca: “Estoy contenta por su libertad y por volver a vivir con sus hijos y con mi mamá”. No es de hablar demasiado, Norma, pero sí hablan sus ojos, emocionados y cansados por estos casi dos meses. “Hubiese sido bueno que sea antes la liberación, ya que casi se llegó a los 60 días de la prisión preventiva. Ahora estamos esperando verlos; están haciendo el tramiterío de papeles y en el transcurso de la tarde van a salir. Estoy feliz, voy a tener a mi hermano libre”.
El bozal legal
Adrián Iconomovich es abogado de la familia Villegas. Su voz, ahora sí, suena calma: “Más que nada estamos aliviados”. Profundiza sobre la buena noticia: “El fiscal pidió la liberación en base a los argumentos que ya habíamos planteado en su momento, que no había peligro de fuga ni entorpecimiento en la investigación; lo hemos repetido hasta el cansancio. El fiscal dice ahora que ya no hay elementos para seguir produciendo pruebas; es el mismo fiscal que solicitó la prisión preventiva el que solicita la liberación…”. ¿Por qué el cambio? “Porque hubo mucha presión mediática”.
En cuanto a la audiencia de hoy, subraya: “Pedí una aclaratoria porque se determina que ninguno de los dos asistidos se puede acercar al domicilio; he pedido que se aclare cuál es la dirección, porque ni siquiera la conocemos y podemos quedar en una emboscada procesal; sin saber, ellos pueden estar cerca de la casa y así revocarse la libertad otorgada”.
El “domicilio” al que hace mención el abogado es el de Gerardo Morales. No puede pronunciar su nombre ni apellido porque tanto a los letrados defensores, como a los acusados y sus familiares y amigos, el Poder Judicial jujeño les impuso un bozal legal, que les prohíbe nombrar públicamente a Morales, su esposa y su hija.
Otra persona perseguida
¿Cuáles son los pasos a seguir? “La causa sigue y ahora están investigando a una arquitecta; la semana que viene tenemos el control de acusación y al cierre de eso se eleva la causa a juicio; nosotros nos vamos a oponer a eso, tenemos muchos planteos para realizar al respecto”.
La arquitecta se llama Lucía González y sobre ella existe una orden de detención. ¿El motivo? En un grupo privado de Whatsapp habló sobre la supuesta infidelidad de la mujer de Morales. La decisión la dictaminó Pablo Pullen Llermanos, el mismo juez que encarceló a Nahuel y a Roque. Lucía es amiga de la pareja de Nahuel y madrina de una de sus hijas.
Al respecto, Norma, la mamá de Nahuel, reflexiona: “Estos casi dos meses les hicieron la vida imposible; los tuvieron en celdas de castigo, sin baño, comiendo con las manos a oscuras, desnudos. Solamente por el capricho de este personaje que ahora está persiguiendo a otra persona por bromear en un grupo de WhatsApp. Se meten con la privacidad de las personas. Le hace mucho daño a esta provincia, que siempre ha sido tranquila, vivíamos en paz, con gente sencilla, solidaria. Pero a partir de los últimos años tenemos miedo a su persecución”.
Culmina: “Hoy estoy feliz, porque hace 52 días que vivo angustiada, no le deseo a nadie pasar por esta situación. A la persona que hizo la denuncia le escribí una carta implorándole, rogándole como madre que ella también es, pero no le interesó; siguió con el capricho de hacernos daño y pedir una condena de 8 años. Sí, de 8 años por escribir un tuit. Lo único que espero, además de abrazar a mi hijo en libertad, es que esta gente deje de hacernos mal y que Jujuy pueda tener una justicia real, fundamental para la vida en democracia”.
Actualidad
Jubilados: el triunfo es seguir

El Congreso de la Nación convirtió en ley el primer triunfo social que se logró al sostener en la calle, todos los miércoles y durante casi dos años, un reclamo que ni los gases ni los palos ni las detenciones arbitrarias pudieron desalentar.
Lo que deriva, ahora, es también el primer gran desafío político para un gobierno agobiado por la debilidad de su plan económico –debilidad que ahora quiere atribuir a esta decisión legislativa– y desgastado por una retórica abusiva que lo está dejando sin aliados y rodeado únicamente por aduladores, odiadores y especuladores.
La aprobación de un aumento de las jubilaciones del 7,2%, un incremento del bono de 70.000 a 110.000 y la extensión de la moratoria extinguida por decreto fue suficiente para que, además, comenzaran los reproches públicos de la interna oficialista, que tuvieron a la gran perdedora de esta pulseada –la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich– como vocera.
La estrategia de la ministra de sofocar con palos y criminalización el reclamo social dejó ayer en evidencia su fracaso, tal como había sucedido en su anterior gestión al frente de esa cartera en tiempos de Mauricio Macri presidente.
Lejos de aprender la lección, la repitió cosechando idéntico resultado. Lo sintetiza Beatriz Blanco, 81 años, la jubilada golpeada, tumbada y gaseada durante una la jornada de protesta del 12 de marzo (en la que también fue atacado el fotógrafo Pablo Grillo que continúa su arduo proceso de rehabilitación): “Si no aflojamos, lo logramos: esa es la lección de hoy”.
Beatriz no está confiada ni esperanzada: “Estoy decidida”, dice para definir qué espera en los próximos días, cuando se defina si el Congreso apoya o desactiva el anunciado veto del presidente Milei.
Esa decisión que define el estado de ánimo de Beatriz tiene un por qué: “ya no estamos tan solos y eso nos permite creer en nosotros. Nuestra fuerza es seguir”.
Actualidad
La independencia de los jubilados

Hubo marcha alrededor del Congreso vigilada por 26 vehículos de Gendarmería y Policía Federal como anticipo de las movilizaciones convocadas para la semana próxima. Sin embargo fue un 9 de Julio sin violencia contra quienes manifiestan, mientras lavaca planteaba una pregunta a jubiladas y jubilados: ¿De qué hay que independizarse?
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos: lavaca.org
“Tengo 48 años de aportes y no llego a 500 mil pesos de jubilación. No puede ser que ni siquiera tenga para un gustito de comprarme un dulce de batata” dice a lavaca Hugo, 74 años, mientras marcha alrededor del Congreso. Tiene una barba blanquísima que le envidiaría Papá Noel. Vino desde Villa Domímico. Su síntesis para un 9 de Julio: “De lo que tenemos que independizarnos es de este gobierno, que no da para más”.

El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán, integrado por representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, proclamó la Independencia de estas tierras. Ese día, las manifestaciones populares se concentraron en los alrededores de la Casa de Tucumán, coreando el grito de «Viva la Patria».
209 años después, este 9 de julio de 2025, afuera de ese Congreso de la Nación integrado por diputados y senadores, jubiladas y jubilados proclaman de qué falta todavía independizarse en un contexto de jubilaciones licuadas (el haber mínimo a $379 mil), de barrida de la moratoria previsional y de la gratuidad los remedios.
Hugo sigue describiendo la situación tras sus 48 años de aportes, a través de un montón de preguntas: “¿Dónde está lo que pagué durante tantos años? ¿Cómo como? ¿Cómo vivo? ¿Quién me explica eso?”. Agrega otro elemento: “Soy epiléptico, tomo un remedio que me sale 200 mil pesos. Con mi señora ya no comemos a la noche. Esto es una esclavitud”.

Un dolor en el pecho
Graciela, 78 años, es de Libertad, Merlo: “Tenemos que independizarnos de esta mierda de gobierno y de todo lo que nos explotan día a día. Estoy viviendo mal, no me puedo comprar los remedios que necesito. Nos han quitado todo a los jubilados. Este es un gobierno democrático, elegido por una votación, pero tremendamente dictatorial”.
Un poco más joven, Osvaldo tiene 72 julios. Llegó desde Claypole donde vive. Dice que hay que independizarse de lo que define del siguiente modo: “Es una mafia que está regalando el país, todos los bienes naturales. Volvimos a depender de Estados Unidos, nos endeudan cada vez más, es un desastre”. Cuenta que cobra la mínima y que tiene un dolor en el pecho cada vez que lo visita alguno de sus seis nietos: “Me piden un yogur y no se los puedo comprar. Mis hijos no me ayudan aunque quieran, porque están peor”. Hace una pausa. Confiesa. “Te digo la verdad: ya no ceno, me tomo un té, no me da para otra cosa”.

Lo que quiere Milei
Alrededor del Congreso, esta vez sin vallas, dos ejércitos desproporcionados están apostados para evitar vaya a saber qué: Gendarmería Nacional (15 vehículos) y Policía Federal (11 vehículos). Pero no pueden impedir que los y las jubiladas marchen alrededor del palacio legislativo, al grito de “qué vergüenza, pegarle a un jubilado por dos pesos con cincuenta”, aunque evidentemente los haberes de los llamados efectivos son otros.
Surgen algunas preguntas entre los manifestantes:
¿Cuánto cuesta un operativo así de desmedido?
¿Por feriado se les paga doble a ese montón de uniformados?
¿Qué sentido tiene tanta parafernalia de seguridad?

Este jueves está prevista la sesión en el Senado para tratar el aumento de jubilaciones. Opina Hugo: “Milei ya dijo que lo volverá a vetar. Y eso que sería un miserable aumento, es una vergüenza, es un desalmado, una mala persona”. Argumenta Graciela: “No tengo expectativas, porque aunque el Congreso apruebe todo, el señorito que tenemos por presidente lo veta. Él quiere a los jubilados sin nada, muertos”.

Señalando la corrupción
Teresa dice que pasó los ochenta y que es de un territorio innombrable: La Matanza. Se presenta como militante comunitaria en Laferrere, con acción en la casa de salud barrial, y cuando se le pregunta por el día patrio, se enciende: “Hay que independizarse de la corrupción”, dice y señala al Congreso: “Si pueden tirarlo abajo, tírenlo, porque no me representa a mí ni a ninguno de los que estamos acá. Nosotros hacemos la patria grande, con este bastoncito que ves hice mucho por esta Patria, la amo y me la están robando. Luché mucho por ella, hijo. Mucho”. Nos pide que escuchemos un tema de Horacio Guarany,
“Qué te ha pasado justicia”. Lo que se cantaba en el siglo pasado:
A ver, señor diputado,
¿qué le ha pasado que se olvidó
del bendito pueblo obrero
que usted en campaña siempre nombró?
Tengo mis hijos pidiendo,
que por la calle siempre se ven
y usted se aumentó la dieta,
y yo a la dieta la hago muy bien.
Alicia, 80 años, es otra de las jubiladas con esa dieta (cobra la mínima, $304.723,90 más el bono de $70.000), y dice que hay que independizarse de todo: “Somos una colonia. Se han posesionado de nuestros recursos naturales, el agua, el litio, el petróleo, están regalando las mineras, la educación, la salud, la jubilación. En realidad, no tenemos nada”.

¿Qué necesitamos?: “Otra independencia”, sintetiza Alicia, que integra Jubilados Insurgentes.
Mónica, 72 años, de la Asamblea de Vecinos de Boedo, viene siempre los miércoles sin importar si llueve o hace frío, y la hace corta: “Hay que independizarnos del presidente cipayo que tenemos, de Estados Unidos y de Israel”.
A su lado está Ricardo, 84, de Lanús, conurbano sur: “Llegamos al 9 de Julio con despidos masivos, garrote y gaseo a trabajadores del INTI, de Vialidad Nacional, con una CGT traidora. Esto, con huelga y un plan de lucha se termina. En 1919, los trabajadores de la Semana Trágica luchaban por trabajar ocho horas en lugar de doce y se cargaron 700 cuerpos. Hoy la clase argentina trabaja por salarios de hambre y no se para de manos”.
Pertenece a una agrupación llamada Bastones en rebeldía y dice que viene por quienes no pueden estar por razones de salud. “Acá tiene que venir más gente, somos seis millones de jubilados…”. Se enoja, mueve la cabeza y cuenta que tiene siete categorías para englobar a quienes no vienen cada semana a lo que se transformó en el epicentro de la resistencia a este gobierno: 1) Los indiferentes 2) Los indecisos 3) Los adormecidos 4) Los que naturalizan todo 5) Los resignados 6) Los mesiánicos 7) Los hiperindividualistas. Dice que no tiene necesidad económica, pero que prefiere seguir marchando.

Las 14 organizaciones que integran la Mesa de jubiladas y jubilados en lucha convocan para el próximo miércoles 16 de julio, desde las 15, a una “gran marcha antirrepresiva entre todos los sectores que hoy padecen la crueldad de este gobierno”.
Llaman a marchar el jueves 17 con los trabajadores del Hospital Garrahan.
El 9 de julio de 1816 marcó la independencia política “de España y de toda dominación extranjera”, pero siguieron existiendo muchas formas de dependencia: económica, cultural, productiva, mental. Toda relación entre aquellos eventos de Tucumán y las cosas que ocurren 209 años después, ¿serán pura coincidencia? A más tardar la semana próxima las calles volverán a decir lo suyo.

Actualidad
Otro ataque a la salud pública y al Garrahan: las movilizaciones que se vienen

No solo no soluciona el problema, sino que lo empeora: el gobierno difundió un reglamento que degrada las condiciones laborales de los profesionales de la salud residentes en hospitales nacionales al buscar convertirlos en “becarios”. Asambleas y la decisión: paro y un abrazo al Garrahan el próximo jueves 10, y la convocatoria a una gran marcha federal por la salud el jueves 17 de julio.
Por Francisco Pandolfi
Residentes sí, becarios no. Ese es el nuevo lema que hoy levantan (y denuncian) residentes de los hospitales nacionales del país, ante el nuevo reglamento que dictaminó el 2 de julio el ministerio de Salud de la Nación para las residencias médicas.
¿Qué son las residencias? Tienen como objetivo capacitar y especializar a egresados de carreras como medicina, enfermería, psicología y bioquímica, entre otras, en el marco del trabajo asistencial y académico.
¿Qué aduce el gobierno nacional para la formulación del nuevo reglamento? “Recuperar su rol formativo y permitir que los residentes puedan elegir bajo qué modalidad realizar este tramo de su formación y cómo administrar el monto de las becas percibidas. A fin de jerarquizar el carácter formativo de esta etapa, el nuevo reglamento recupera el concepto de beca (excluyendo cualquier encuadre como empleo público, relación laboral o contratación de obra o servicio) y ofrece a los residentes la posibilidad de elegir entre dos modalidades diferentes: Beca Institución (el hospital otorga la beca) o Beca Ministerio (contrato con el Ministerio de Salud). No es empleo público, no es una relación laboral. Es una etapa formativa con financiamiento estatal”.
Ante la Resolución 2109/2025, las y los residentes del Hospital Garrahan a la cabeza, y todos los profesionales de la salud del sistema de residencias nacionales realizaron ayer una conferencia de prensa en Plaza de Mayo, donde denunciaron: “Este modelo de residencias, ampliamente utilizado a nivel global y que rige en Argentina desde hace más de 30 años y que fue perfeccionándose en el tiempo, garantizó profesional altamente capacitado en cada rincón del sistema de salud. La nueva normativa desmantela las bases fundamentales del sistema, se nos atribuye libertad de elección ante dos opciones de las cuales ninguna resuelve la problemática salarial de base, y además ambas implican la pérdida de múltiples derechos laborales adquiridos; pretende transformar lo que hasta ahora era un régimen formativo en servicio, remunerado y con derechos reconocidos, en un esquema de becas sin vínculo laboral claro, ni aporte y con importantes recortes en licencia, descanso y condiciones de trabajo”.
Entre los puntos “más alarmantes”, destacaron:
- Aumento de la carga horaria y del número de guardias (de 70 horas semanales a 93).
- Eliminación del descanso post guardia (lo que implica pasar de 24 horas de corrido a 30).
- Reducción del valor de la hora trabajada: en caso de la Beca Institución, $3.200 de cobrarse un bono hospitalario. En Beca Ministerio: $2.200.
- En la Beca Institución, mayor dinero en mano, pero a expensas de la pérdida del aguinaldo, aportes previsionales y obra social.
- En la Beca Ministerio, menos dinero en mano, obra social estatal y sin posibilidad de cobrar bonos institucionales.
- En caso de rescisión de contrato, no se contará con indemnización.
- Renovación de contrato de forma anual a pesar de concursarse por formación de 3 a 4 años.
Como cierre de la conferencia, sentenciaron: “No se puede aludir a la libertad cuando se nos acorrala entre dos opciones de precarización extrema. La residencia sí es un trabajo. Exigimos la inmediata derogación de la resolución y la apertura urgente de instancias de diálogo con las y los residentes de todo el país. Sin residencia como fuente de personal capacitado, no hay futuro posible para la salud de Argentina”.
Abrazo y marcha federal
Josmar Flores Arnéz es licenciado en bioimágenes, tiene 37 años recién cumplidos y hace 16 que trabaja en el servicio de neurointervencionismo del hospital. Además, es delegado de la junta interna de ATE. Habla con lavaca: “La modificación en las residencias no sólo es una degradación de las condiciones laborales de las y los residentes, sino también implica la degradación del sistema de salud completo, porque cambian la forma de contratación quitando derechos laborales. Lo que decretan es que dejan de ser trabajadores, para hacer las tareas por una especie de bono, a través de una metodología de becas”.
Esta nueva medida se enmarca en una política de ajuste a la salud pública en general, y al hospital Garrahan en particular. El miércoles pasado, en la Cámara de Diputados se estaba tratando la emergencia para el Garrahan, pero la sesión se levantó por discusiones entre el bloque oficialista de La Libertad Avanza, y el peronismo. La emergencia quedó sin tratar…
¿Cuál es la emergencia? Josmar Flores plantea cuatro puntos clave:
- Una recomposición salarial del 100%.
- Que la persona que recién ingresa cobre lo mismo que estipula la canasta básica familiar: un millón ochocientos mil pesos.
- El aumento del presupuesto del hospital.
- Mejora en las condiciones de trabajo: que se reconozca un régimen de insalubridad especial para el hospital.
¿Cómo sigue la cuestión? “Todos los trabajadores del hospital, incluidos los residentes, hacemos asambleas conjuntas y acabamos de decidir ir a paro los próximos dos jueves –cuenta Josmar–. El 10 llamamos a un abrazo solidario al hospital, en la puerta sobre Combate de los Pozos; y 17 convocamos a toda la población a una gran marcha federal, que en la Ciudad Buenas Aires irá desde Congreso a Plaza de Mayo”.
Cierra: “Este gobierno nos ataca por muchos ángulos y la única manera de cambiar la realidad es seguir por este camino”.
- Revista MuHace 3 semanas
Mu 204: Creer o reventar
- AmbienteHace 3 semanas
Contaminación: récord histórico de agrotóxicos en el Río Paraná
- ActualidadHace 4 semanas
Los vecinos de Cristina
- ArtesHace 1 semana
Vieron eso!?: magia en podcast, en vivo, y la insolente frivolidad
- ActualidadHace 4 semanas
Universidad, ciencia y comunidades: encuentro en Rosario y debate frente a la policrisis