CABA
¡Abajo el periodismo machirulo!
El fin de un periodismo (deportivo) y otras buenas noticias.
Por Pablo Marchetti
La discusión que se dio en el Congreso que terminó en la media sanción en Diputados de la legalización del aborto marcó un hito político en la historia argentina. Una nueva idea entró en escena: el feminismo. Esto parece obvio si se tiene en cuenta lo que venía sucediendo en la calle. Pero aquí lo inédito tiene que ver con lo que pasó en la dirigencia de los principales partidos políticos.
El discurso de Silvia Lospennato fue uno de los puntos más emotivos de la noche. Sí, Lospennato, del Pro. Que en su discurso citó a Las Sororas, “un movimiento político que llegó para quedarse, más allá de nuestras diferencias”, como aseguró.
Las Sororas es un grupo de whatsapp que se armó para articular los pasos a seguir entre 9 diputadas y un diputado (un solo hombre: Daniel Lipovetzky) que defienden el aborto legal. En realidad, Las Sororas había tenido un antecedente cuando Lospenatto articuló con Victoria Donda la aprobación sobre tablas de la ley de paridad.
En Las Sororas participan dirigentes del PRO, de la UCR, de La Cámpora, de Libres del Sur, del Frente Renovador, de Nuevo Encuentro, del Movimiento Evita y del Partido Obrero. Imaginemos otro movimiento político donde pudieran articular de un modo similar todas esas fuerzas políticas. Imposible. Completamente imposible. Las Sororas son el emergente de un cambio de época. El feminismo lo hizo.
El Mundial de fútbol es una explosión de fe. Si tuviera que pensar racionalmente el asunto, me daría vergüenza entregarme emocionalmente a un espectáculo dominado y protagonizado por millonarios. Un espectáculo que expresa socialmente valores conservadores y heteropatriarcales. Y que además sirve como cortina de humo perfecta para tapar problemáticas políticas y sociales de esas que modifican nuestras condiciones de vida cotidianas.
Durante Argentina-Croacia, la vicepresidenta (y presidenta del Senado) Gabriela Michetti buscó girar a cuatro comisiones el tratamiento de la legalización del aborto en la Cámara Alta. Una maniobra para embarrar la cancha, dilatando y tratando de anular la aprobación de la ley.
Pocas horas antes del crucial Argentina-Nigeria donde la Selección se jugaba su pase a octavos, el Gobierno anunció el despido de 354 trabajadores de la agencia estatal Télam. ¿Cómo hago entonces para mantener la fe? ¿Cómo seguir gozando de este espectáculo que me resulta fascinante, de este hecho artístico supremo?
Obviamente, no estoy solo en esto de estar pendiente del Mundial. Más bien todo lo contrario. El fútbol es un espectáculo masivo, que convoca multitudes. Pero en esas multitudes es difícil encontrar empatía. No hay sororidad futbolera. Al contrario. El fútbol parece, más bien, dominado por una casta deleznable, miserable, de la peor calaña.
El Mundial es algo tan convocante que la relación entre el juego y el tiempo que los medios dedican a hablar sobre ese juego es abismal. Horas y horas le dedican los medios a los comentarios, las opiniones y las conjeturas sobre un par de horas de juego de la Selección. Y después está el resto de los partidos, claro. Pero el tiempo que hay para hablar de esos partidos es tanto como el que los diarios le dedican a la información de política internacional. El Mundial es la Selección. Y la Selección es un abismo insondable.
Entiendo que tener que ocuparse tanto tiempo sobre algo implica, necesariamente, magnificar las cosas. Por lo menos. Y de allí al invento hay sólo un paso. En el medio, como se trata de información de un mundo donde se mueve un montón de dinero, lo que reinan son las operaciones.
Cada periodista pasa a ser, entonces, un lobista. Entiendo que eso no sorprenda a nadie. Pasa eso en cada área donde se ejerce el periodismo: política, sindicalismo, economía, espectáculo, cultura, lo que fuera. Allí donde hay información (o supuesta información) hay un negocio. Y una posibilidad de lobby.
Tampoco es cuestión de generalizar. No todo el periodismo de fútbol es esa mierda que se nos presenta como hegemónica. En estas mismas ciberpáginas ustedes pueden seguir lo que escribe un capo como Ariel Scher. Y también les recomiendo seguir lo que hacen Ezequiel Fernández Moores, Gonzalo Bonadeo, Alejandro Wall, Andrés Burgo o Román Iutch, por nombrar sólo a algunos de los que están en Rusia.
Iutch dijo hace un par de días, durante una de las transmisiones de la TV Pública: “Acá sólo hablamos del juego. A lo sumo, podemos hacer algún comentario de alguna cuestión psicológica del equipo, por cómo puede repercutir en el juego. Pero nada más que eso. No nos metemos en otras cuestiones. Si quieren otro tipo de información, busquen por otro lado”. Lo que parece una aclaración menor, en este contexto se vuelve un manifiesto incendiario, una declaración de principios contracultural.
Inclusive en la misma usina del mal hay honrosas excepciones de periodistas que hacen bien lo suyo: Martín Souto o Ariel Rodríguez son de los pocos periodistas que se dedican al juego, a los datos y curiosidades que tienen que ver con el fútbol. Seguramente me olvido de alguno. Pero no son muchos más. Y el resto del canal es una gran cloaca.
Hay hasta un cliché de imagen para el lobista del fútbol: chupines, camisa a rayas, a veces saco, siempre barba cuidada y/o pelo con gel. Así es el envase de la máquina generadora de mala leche. Y, por supuesto, el grito. No se habla: se grita. Gritos acompañados por gestos ampulosos y buscando cómo generar pelea. Con los jugadores, con el técnico y con los compañeros de panel.
La usina principal del lobby, la cloaca madre, es TyC Sports. Por supuesto, Fox no se queda atrás y hasta la hasta hace poco más sobria ESPN se ha sumado al griterío desaforado. Probablemente el problema no sea el fútbol sino la televisión. O lo que queda de ella. Una tele que sobrevive gracias a las transmisiones en vivo. Y el fútbol es un bastión de esas transmisiones en vivo.
Los responsables de los canales de televisión ya no buscan información ni primicia. Buscan personajes que sepan surfear en las transmisiones en vivo. Y el lobista gritón, a quien no le importa contradecirse ni decir cualquier clase de estupidez, es el epítome del personaje que se busca para mantener viva a la televisión. Una supervivencia lastimosa porque, como si de veneno y antídoto se tratara, la supervivencia resulta ser también la ruina.
TyC Sports destaca especialmente porque es el canal que transmite los partidos, fuera de la TV Pública. Y porque, además, resulta el ultimo bastión de una masculinidad caduca. ¿Machista? Sí, claro, machista. Pero (por eso o contra eso) una masculinidad que me toca y, en cierta medida, me contiene y me constituye.
Hablo en primera persona porque no quiero hacer a ningún chabón más parte de mi machirulismo. Pero sé que no estoy solo. Sé que somos muchos a los que nos pasa. Lo odiamos. Lo detestamos. Sabemos que está mal. Pero de allí venimos. Y no podemos resistirnos a ver fútbol, pero tampoco a hablar de fútbol, a discutir de fútbol, a apasionarnos con el fútbol.
No puedo ignorarlo. Me duele este periodismo machirulo. Me duele como sólo puede dolerle a quien forma parte de ese mundo, Sé que es una cloaca que se puede evitar, que se puede ignorar. Pero me tengo que ocupar de ella porque hay algo de toda esa mierda que me toca y me define.
Los odio. Odio su mala leche. Odio la violencia con la que hostigan, odio la liviandad con la que se dan vuelta, odio su caradurez para justificar cualquier cosa, odio la poca elegancia para vender humo. Odio sus gritos, sus peleas, su sobreactuación, su gel, sus chupines. Los odio.
Los odio sobre todo porque se erigen en representantes de un espectáculo que amo, de un arte que me conmueve. Y los odio porque sé que es imposible con ellos una construcción horizontal sentimental como las que lograron las sororas en el Congreso. La gente de banderas argentinas no logra construir un universo sentimental y emocional similar al que construyen las pibas de pañuelo verde.
Estamos en minoría. Nos gusta el fútbol, nos apasiona ver un Mundial, somos capaces de tomarnos un mes para ver todos los partidos. Pero no tenemos nada que ver con la lacra hegemónico de periodismo machirulo.
En el primer spot que hicieron circular los militantes antiderecho que se oponen a la legalización del aborto, aparecieron 12 famosos pidiendo: “Cuidemos las 2 vidas”. De esos 12 famosos, 2 son periodistas deportivos. Y uno de ellos es uno de los periodistas insignia de TyS Sports, uno de los estandartes de la lacra lobista, panqueque y mala leche. ¿Qué tengo que ver yo con ese tipo?
Podría decir que no tengo nada que ver con estos periodistas miserables. Pero no estaría siendo sincero con el enano machirulo que me lleva a verlo, a enojarme, a discutirle detrás de la pantalla.
Una vez más, soy un paria. Una vez más, soy parte de una minoría. Lo asumo. Dudo que el fútbol, tal como está concebido, pueda llegar a ser otra cosa. Creer es un fútbol distinto forma parte de una utopía paradójica, similar a la del capitalismo con rostro humano.
Necesito ver fútbol. Necesito hablar de fútbol. Necesito disfrutar y sufrir con el fútbol. Lo siento, no puedo escaparme de este karma. Por eso asumo lo que soy y dejo que el enano machirulo que llevo dentro se exprese. Y mande a la mierda a ese periodismo miserable, despreciable y machirulo que busca convencer a todo el mundo de que el fútbol es sólo eso que ellos gritan y odian.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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