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Diccionario mediático argentino

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Por Pablo Marchetti.

AISLAMIENTO SOCIAL

Estado excepcional que implica que las personas no deben tener contacto con otras personas. Para eso es preciso que la gente no salga de su casa. Algo que no es sencillo de lograr. Es necesario, entonces, tener una situación excepcional que, por un lado, genere miedo en la población; por otro, que permita a los poderes del Estado tomar medidas que inciten a este aislamiento; y, finalmente, lograr que la población acate esta medida excepcional. No es sencillo lograr esa situación extraña. Pero cuando se logra, puede provocar efectos insólitos. Por ejemplo, lo que en un primer momento fue el patrullar de policías y agentes de otras fuerzas de seguridad por las calles para supervisar que la gente no circule por las calles, con el tiempo puede transformarse en un montón de gente denunciando a sus vecinos, al punto de competir en su labor con las fuerzas de seguridad.

Alcohol en gel

Forma en la que se dispensa el alcohol para el aseo de las manos. Es un componente de invención reciente. O al menos de uso masivo reciente. El alcohol en gel saltó a la fama con la breve pero intensa epidemia de una enfermedad ocasionada por un virus proveniente de los cerdos. Desde ese momento se transformó en un elemento muy común para la higiene de las manos, a pesar de que, como se dijo, la epidemia aquella duró poco. Si bien la intensidad en su uso bajó luego de aquella epidemia, siguió siendo de uso habitual. Y con el brote de un virus de origen animal, surgido en China entre los murciélagos, el alcohol en gel volvió a transformarse en furor y rápidamente se agotó el stock en todas las farmacias y demás comercios que lo venden.  

Aplauso

Manifestación de admiración hacia alguien que ha mostrado destreza en alguna actividad. El aplauso se utiliza fundamentalmente en el mundo del espectáculo, sobre todo en los que se realizan en vivo, como el teatro, la música, el ballet o los deportes. Hay también otro tipo de aplausos, más domésticos, como el muy extendido “aplauso para el asador”, que se pide luego de que se sirve y se prueba el primer bocado de un asado. En términos políticos y sociales, el aplauso es una expresión tan vinculada al agradecimiento, que es muy difícil que aparezca en situaciones en los que la gente sale a la calle a reclamar algo o a protestar por algún motivo. Sin embargo, puede haber excepciones. Por ejemplo, aparecieron aplausos para el personal de la salud (médicos, enfermeros, etc.) durante una cuarentena por una pandemia. Estos aplausos se realizan desde el hogar, puesto que la gente se encuentra confinada en sus casas. Con el correr de los días, la evolución de la intensidad de un aplauso puede resultar un buen termómetro del hastío o la ansiedad social causada por una cuarentena. Por otra parte, dado que los aplausos se realizan a un determinado horario (en el caso de la cuarentena por coronavirus, a las 21), suele haber convocatorias a otro tipo de reclamos que se organizan alrededor de ese horario, para tratar de hacer creer al resto de la población que apoya una causa cuando en realidad está apoyando otra. 

Distanciamiento

Distancia que deben mantener las personas durante un aislamiento social (ver). Dado que el aislamiento tiene excepciones, en esas excepciones se debe mantener la distancia. Por ejemplo, no debe haber una gran acumulación de gente en espacios a los que se está permitido ir (almacenes, supermercados, verdulerías, farmacias), y al caminar por la calle las personas tienen que ir solas. Eso si no es que tienen que ir a cobrar al banco su jubilación o un plan social, pues en ese caso la situación puede no estar prevista y se producen daños colaterales, como la aglomeración de muchísima gente. Pero hay a quien echarle la culpa por este tipo de conductas irresponsables: a la pandemia. Y, más precisamente, al virus.  

Lavarse las manos 

Expresión coloquial que implica desentenderse de un asunto en el que la persona que lleva adelante la acción podría tener algún tipo de compromiso. La expresión puede reemplazarse por otra, también de tipo coloquial, como “hacerse el boludo”. Curiosamente, en épocas en las que hay que tomar muchas precauciones de higiene personal a causa de una pandemia, el “lavarse las manos” se transforma en un hecho de gran responsabilidad social, por la acepción literal de la expresión. Es decir, la necesidad higiénica de lavarse las manos todo el tiempo y ante cualquier circunstancia. No deja de ser llamativo (por paradójico) el estado en el que vive una sociedad en la que se aconseja, se valora y se incita a “lavarse las manos”. De algún modo, remite al eslogan de otra campaña estatal: “El silencio es salud”. En aquel caso, la campaña apuntaba, teóricamente, a la reducción de contaminación sonora e incitaba a los automovilistas a no tocar las bocinas de sus vehículos. Pero una segunda lectura no muy sutil podía apuntar a acallar voces disidentes, en un momento en la que ser crítico al gobierno podía pagarse con la vida o el exilio.  

Meme

Chiste de la era digital. Como todo en la era digital, se propaga a altísima velocidad. El alcance de los memes y la viralización instantánea que logran, dejan en evidencia lo fácil que es lograr que un discurso llegue a una enorme cantidad de gente de manera instantánea. Y lo sencillo que resulta modificar los hechos para contar una verdad al antojo de quien tiene más recursos. Un hecho que resulta una novedad en la historia del mundo: tiene apenas entre 10 y 15 mil años. Los memes tienen la propiedad de resultar irresistibles para todo el mundo, pues existen memes para todo el mundo. Aun para quien a priori los considera una pérdida de tiempo, encontrará la excepción y dirá: “No me gustan los memes, pero…”, y señalará alguno al que le encontrará inteligencia, ingenio, agudeza y quien sabe cuántas cosas más. Los memes son una verdadera pandemia. Y en épocas de aislamiento social, cuando las comunicaciones se restringen solo al intercambio cibernético, se multiplican y aparecen nuevos personajes y nuevas sagas. A tal punto que la pregunta que surge es: “¿Cómo habrán hecho en la Edad Media para aguantar la peste negra, si entonces no existían los memes?”.

Pandemia

Epidemia mundial. No hace falta aclarar los males que puede ocasionar una peste planetaria, que de eso se trata la pandemia. Es hora también de analizar los efectos positivos del asunto, sobre todo en términos políticos y del rédito que puede sacar un gobierno de esto para fortalecer su capital político. Por un lado, al tratarse de un fenómeno global, cualquier gobierno queda exento de responsabilidades, pues siempre habrá en el mundo algún gobernante que esté haciendo las cosas peor. Por otra parte, al ser muy delgado el límite entre la responsabilidad de una conducción nacional y la de una catástrofe mundial, todo error local se licúa. Esto produce efectos rarísimos, como el hecho de que, en Argentina, la mayoría de los sectores progresistas de la población naturalicen la celebración del Día de la Memoria sin poder salir a la calle y con los patrulleros y la Gendarmería custodiando los barrios. Nunca un 24 de Marzo fue tan parecido al de 1976 desde la recuperación democrática. Sin embargo, nadie salió a cuestionarse eso ni siquiera por un momento. 

Papel higiénico

Elemento de uso cotidiano al que no se le presta mucha atención. Sin embargo, con la irrupción de una pandemia y su consecuente cuarentena puede alcanzar un protagonismo impensado. Y la gente puede salir desesperadamente a comprar grandes cantidades, quién sabe por qué extraña suposición o superstición. En los hechos, no hay nada que el papel higiénico pueda hacer para prevenir una enfermedad. Si bien es un elemento de higiene, no es un elemento de higiene vital, como puede ser la lavandina, el jabón o el alcohol. Sin embargo, puede transformarse en objeto fetiche que la gente necesita tener en grandes cantidades para saciar su angustia. Es algo así como un placebo para el efecto psicológico de la pandemia y el encierro. Claro que este efecto dura poco, porque transcurridos unos días de encierro, el papel higiénico vuelve a aparecer en los almacenes y en las góndolas de los supermercados. Puede que sea porque la gente se dio cuenta de que con lo acumulado alcanza y sobra, y no haya salido a comprar más. O, quién sabe, tal vez esa misma gente entendió que, una vez abastecida de papel higiénico, el siguiente paso era ir por algo igualmente central en la vida de las personas: la levadura.  

Salud pública

Uno de los pilares en la lista de promesas que debe realizar cualquier candidato que quiera tener algún tipo de aspiraciones para llegar a la presidencia. Sin embargo, hasta hace no mucho el lugar preponderante que solía tener la salud pública fue disminuyendo, dado que la mayoría de la gente que resulta decisiva para un resultado electoral no se atiende en la salud pública. De hecho, no existe ningún funcionario público (si los hay son contadísimas y extravagantes excepciones) que se atienda en la salud pública. A diferencia de la educación pública (a la que sí van algunos hijos de funcionarios), la salud pública solo es utilizada por gente de bajos recursos. Y aspiracionalmente funciona más como un lugar del que huir, que algo para mejorar y profundizar. Funciona o, más bien, funcionaba. La aparición de una pandemia y los discursos a favor de mantener un sistema sólido de salud pública, inclusive por parte de gente que hasta hacía segundos defendía las privatizaciones, puede crear un nuevo imaginario sobre la necesidad de fortalecer la salud pública. Por el momento, nada de eso ha sucedido: ni lo del imaginario y, mucho menos, una mejora en la calidad de la salud pública.

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Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

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Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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