CABA
Vacunados: Pandemia, laboratorios y enigmas
Referente de la Cámara de Biotecnología (donde confluyen las grandes empresas de transgénicos y agrotóxicos). Productor de películas taquilleras como Relatos salvajes. Dueño de publicaciones progresistas como Le Monde Diplomatique. Impulsor de la soja y el trigo genéticamente modificados, y del acuerdo porcino con China. Involucrado, además, en el desarrollo argentino de una vacuna contra el coronavirus. Quién es Hugo Sigman, el megamillonario amigo de ministros, y cuál es su plan de salud. Por Darío Aranda.

- Por Darío Aranda
El 12 de agosto fue el día más público de Hugo Sigman. Todos los diarios del país publicaron su foto como el gran promotor de la vacuna contra el coronavirus a partir de la alianza de su laboratorio mAbxience con la multinacional británico-sueco AstraZeneca/Universidad de Oxford y el millonario mexicano Carlos Slim.
“Argentina producirá la vacuna de Oxford”, señaló Página12. “La Argentina fabricará una vacuna contra el coronavirus”, afirmó Clarín.
Obviaron mencionar un hecho muy grave: la multinacional AstraZeneca cuenta con inmunidad legal si su vacuna provoca efectos no deseados.
¿Sustentable?
Cuando se ingresa al sitio web hugosigman.com.ar aparece un título con letras blancas y grandes que aclara, por si hiciera falta, “soy Hugo Sigman”. En su portada sobresalen ocho fotos de él, tres de ellas con su esposa (Silvia Gold), socia y cofundadora de la empresa Chemo, antesala del hoy conocido Grupo Insud. Siempre aparece con una amplia sonrisa, saco y camisa, bigote prolijo.
Allí relata su historia, de 76 años, que fue repetida hasta el hartazgo en la prensa amiga. Se lo define como “progresista”, con pasado en el Partido Comunista, al igual que su suegro (Roberto Gold, el real capitalista detrás del imperio que luego Sigman amplió geométricamente). Según la revista Forbes, la fortuna de Sigman-Gold alcanza los 2000 millones de dólares.
En su relato destaca su rol de “emprendedor”, la “responsabilidad social” de sus empresas y el tinte cultural de su perfil: Le Monde Diplomatique Cono Sur es su nave insignia de periodismo ABC1 (clase media acomodada), donde muy rara vez se escriben críticas al modelo transgénico que reina el país desde 1996.
Quizá tenga relación el rol protagónico de Sigman al frente de la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB), espacio empresario donde confluyen millonarios locales aliados de las compañías internacionales como Bayer-Monsanto, Syngenta y Corteva, entre otras. Desde allí elaboran política públicas que los sucesivos gobiernos adoptaron como propios. Publicitan las bondades del modelo transgénico y niegan las consecuencias del uso de agrotóxicos.
Sigman es dueño y tiene participación accionaria en las compañías farmacéuticas Chemo, Exeltis, mAbxience, Xiromed, Sinergium Biotech, Elea Phoenix, Maprimed e Inmunova. En el sector del agronegocio, es dueño y tiene participación accionaria en Bioceres, Biogénesis Bagó, Garruchos Agropecuaria, Pomera Maderas y la Cabaña Los Murmullos.
En una entrevista en el diario El Cronista, de marzo pasado y publicitada desde su propia web personal, afirma que invierte en Argentina a pesar de las crisis económica como un acto de “rebeldía” y que lleva “a la Argentina en las venas”. En la misma entrevista reconoce que tiene domicilio fiscal en España porque allí paga menos impuestos.
En sus discursos públicos, y en su propia página web, el empresario se muestra preocupado por el cuidado ambiental y la “sustentabilidad”, pero en los hechos impulsa un modelo agropecuario con sobradas pruebas de arrasar los territorios: millones de hectáreas desmontadas, desalojos de campesinos e indígenas, concentración de tierras en pocas manos y ríos, suelos y personas afectadas por los químicos del agro.
“Argentina tiene una enorme oportunidad en biotecnología”, afirmó Sigman en agosto de 2019, cuando recibió el “Premio Clarín Rural a la trayectoria”, durante la 133 Exposición Rural de Palermo. Sigman es “embajador de buena voluntad del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), espacio de lobby del agronegocio. En agosto pasado participó en un foro virtual sobre el futuro del agro, organizado por el IICA, en el que llamó a invertir en ciencia para el agronegocio y remarcó la importancia de la “vinculación pública-privada”, eufemismo que busca la inversión del Estado para negocios privados, con promesas de bienestar para todos.
Sigman tiene participación accionaria en Bioceres, una empresa “nacional” donde figuran empresarios como Gustavo Grobocopatel y referentes de la Asociación de Productores de Siembra Directa (Aapresid). Con amplios subsidios estatales, nunca precisados de manera clara, impulsa nuevos transgénicos. Su estrella, con la estrecha colaboración de la científica del Conicet Raquel Chan, es la una semilla de soja supuestamente resistente a la sequía, que ya fue aprobada en Argentina, Paraguay, Brasil y Estados Unidos.
Bioceres y Raquel Chan también lograron el visto bueno oficial para utilizar una semilla que ningún país se animó a aprobar: un trigo transgénico resistente a sequía. Ya tuvo luz verde de la cuestionada Comisión Nacional de Biotecnología (Conabia, donde las mismas empresas aprueban sus productos, sin participación de científicos independientes). Sólo resta la firma de la Dirección de Mercados (área que espera el visto bueno de Brasil, principal comprador del trigo argentino).
De avanzar con el trigo, los argentinos serán los primeros en comer pan transgénico (y todos los derivados de la harina). Medio centenar de organizaciones sociales denunciaron que no existen pruebas independientes de inocuidad de ese trigo y lanzaron la campaña “no se metan con nuestro pan”, donde puntualizan los peligros de ese cultivo y la ingesta en humanos.
El millonario remarca una y otra vez la importancia de la ciencia, tanto desde Bioceres como desde la Cámara de Biotecnología siempre mantuvo vínculo estrecho con el Ministerio de Ciencia y el Conicet, el mayor ámbito de ciencia del país. En febrero de 2017, la directora de Innovación y Desarrollo Tecnológico del Grupo Insud, Graciela Ciccia, ingresó al directorio del Conicet, cargo que aún mantiene a pesar del cambio de Gobierno.
“El sector productivo, con un lugar en el Conicet”, festejó la revista Fortuna (dedicada al sector empresario) en marzo de 2017. El Grupo Sigman emitió incluso un comunicado celebrando el nombramiento. Ciccia, al igual que Sigman, es miembro fundadora de la Cámara Argentina de Biotecnología.
Sigman tiene excelente relación y acceso directo al Ministerio de Ciencia, tanto en la gestión de Lino Barañao como en la de Roberto Salvarezza, funcionario que impulsa el agro transgénico, el fracking petrolero y la megaminería. También es dueño de la compañía Pomera Maderas e impulsa el monocultivo de árboles, con similares consecuencias al de soja. Desmontes y desalojos.
En marzo pasado, en declaraciones en el diario El Cronista, llamó a avanzar con más hectáreas de ese monocultivo. “Con un poco de inteligencia se generaría mucha inversión en el sector forestal porque hay situaciones excepcionales. Nosotros cortamos un eucaliptos a los siete u ocho años, tres veces menos tiempo que en los países nórdicos. Hay una oportunidad si el Gobierno se sienta con el sector y encuentra los estímulos necesarios para que se exporte e industrialice. Los proyectos científicos que hay detrás de la madera y celulosa son extraordinarios. Tenemos enormes condiciones de crecer porque tenemos las condiciones naturales”, propuso.
Desde Biogénesis Bagó, su empresa de “sanidad animal”, Sigman es uno de los impulsores del acuerdo con China para la instalación de megagranjas porcinas. La iniciativa, donde interviene también el canciller Felipe Solá (autor de la aprobación de la primera soja transgénica en 1996), mereció el rechazo de amplios sectores socioambientales, académicos y políticos por sus impactos ambientales, sanitarios y hasta económicos (por la dependencia con China).
Sigman, tan preocupado por el ambiente en sus expresiones públicas y su sitio web, no se refirió al acuerdo con China, ni mucho menos al impacto de los transgénicos ni de los agrotóxicos.
La salud como negocio
«Ojalá haya muchos Sigman”, dijo sin dudarlo el ministro de Salud, Ginés González García, en declaraciones radiales el 21 de agosto, luego del anuncio del avance con la vacuna. Y expresó su “admiración” hacia el millonario.
El Ministro fue la voz oficial más explícita respecto al rol protagónico del empresario ante la pandemia. Según la versión oficial, el Estado adquirirá once millones de dosis, a un precio estimado de entre 3 y 4 dólares. El Gobierno presentó el avance en la vacuna de forma triunfalista, como si fuera la solución a la pandemia. Y los medios, tanto oficialistas como opositores, replicaron sin dudar. Los “periodistas científicos” inflaron el pecho por la importancia de la “ciencia nacional” (a pesar de ser un desarrollo de la multinacional británica AstraZeneca) y destacaban las bondades (aún no probadas) de la vacuna.
Una de las pocas críticas de medios comerciales provino del diario La Nación. El 20 de agosto difundió que Sigman tenía el monopolio durante diez años de las vacunas contra la gripe. Recordó su vinculación al ex ministro de salud nacional y actual gobernador de Tucumán, Juan Manzur, vínculo que (vacuna mediante), se mantuvo siempre presente y redituable.
En el libro Los dueños del futuro (2017), los periodistas Alejandro Galliano y Hernán Vanoli dan cuenta de cómo Sigman se alimentó de las arcas del Estado para que crezcan sus empresas: “Durante la pandemia de gripe A H1N1 de 2009, Sigman le propuso al gobierno argentino, a través del entonces ministro de Salud Juan Manzur, un proyecto de transferencia de tecnologías farmacéuticas a cambio de la concesión de un monopolio provisorio. La licitación se presentó privilegiando a Sigman como ‘autor de la iniciativa’, con el compromiso de adquirir todas las vacunas producidas. El acuerdo se hizo con la multinacional Novartis, que tendría un monopolio de tres años sobre la vacuna antigripal, mientras transfería la tecnología a Elea y Biogénesis Bagó, a través de una empresa creada a tal fin: Sinergium Biotech. Pasados los tres años, Sinergium sería la fabricante exclusiva”.
Los autores recuerdan que en 2012 la Organización Mundial de la Salud (OMS) desconoció a la gripe A como pandemia.
El negocio farmacéutico ya estaba hecho.
¿Vacuna?
Matías Blaustein es doctor en ciencias biológicas e investigador del Conicet. Recuerda que el Gobierno también había anunciado en julio “con bombos y platillos” el acuerdo con la multinacional Pfizer para testear su potencial vacuna en la Argentina. Luego hizo lo propio con la vacuna de Oxford-AstraZeneca. Lo primero que Blaustein hace son preguntas: “¿La vacuna es una realidad o es una promesa a testear?” Y cita a Anthony Fauci, uno de los principales referentes estadounidenses en enfermedades infecciosas, quien advirtió sobre el riesgo de aprobar vacunas prematuramente, poniendo en riesgo el ulterior desarrollo de vacunas seguras y efectivas. “Al día de hoy, todavía no sabemos de ningún desarrollo al que se pueda ya considerar como vacuna. No sabemos aún si efectivamente generan inmunidad, no sabemos aún si generan efectos secundarios importantes en la salud”, explica.
Describe que se ha instalado una necesidad social alrededor del desarrollo de la vacuna y que conviven expectativas populares genuinas como también un importante bombardeo mediático asociado al propio interés corporativo.
Segunda pregunta de Blaustein. Cuando se dice que Argentina producirá la vacuna, ¿a qué “Argentina” nos referimos?”. Él mismo se responde: “La megacorporación AstraZeneca y el cerebro empresarial Sigman vienen haciendo formidables negocios con nuestros gobiernos. Las empresas del Grupo Sigman se enriquecían a lo largo de los sucesivos gobiernos sobre la base de los agronegocio, la actividad forestal, la ganadería y el lucro con la salud. Hace unos días auspiciaban el acuerdo con China para impulsar las megafactorías de chanchos ¿Era éste el sueño al que aspirábamos? ¿Pueden ser nuestros salvadores hoy quienes hasta ayer se enriquecían construyendo un modelo agroganadero, forestal y farmacéutico que no es otra cosa que el caldo de cultivo de los actuales incendios, contaminaciones, epidemias y pandemias?”.
Recuerda que muchas vacunas a lo largo de la historia fueron de crucial importancia para evitar epidemias y salvar vidas. Pero también pide cautela con la información que se difunde: “Intentar no incurrir ni en planteos antivacunas asociados a falsas premisas que aseguran que las vacunas contienen chips, como tampoco recaer en la euforia de las soluciones mágicas, anunciando o propagandizando que una potencial vacuna ya funciona, ya es segura y efectiva, cuando restan muchos ensayos para poder saber tal cosa”.
Impunidad
Blaustein detalla que existen más de 80 vacunas con testeos en animales y 35 en humanos. Ocho de ellas en fase tres, con testeo en unas decenas de miles de personas. Las más avanzadas fueron desarrolladas mediante nuevas estrategias biotecnológicas que consisten en introducir parte del material genético del virus patogénico en las células de las personas. Detalla las versiones basadas en ARN (ácido ribonucleico), en ADN (ácido desoxiribonucléico) y las basadas en “virus recombinantes” (como las de Oxford/AstraZeneca y la de Rusia).
Y alerta: “Cualquiera sea la estrategia empleada para producir una vacuna implica la posibilidad de que la misma no sea efectiva, es decir que no genere inmunidad. Los testeos realizados hasta el momento implican evaluar si cada potencial vacuna genera anticuerpos, células de memoria, pero se desconoce aún si genera inmunidad efectiva contra el virus, tanto a corto como a largo plazo”. Y retruca: “A su vez, implica la posibilidad de que genere potenciales efectos secundarios adversos”.
Remarca un aspecto silenciado del acuerdo con AstraZeneca: “La compañía no se hará responsable de potenciales demandas por efectos secundarios a largo plazo”.
Gonzalo Moyano Balbis tiene un amplío currículum, tanto en el área médica como de militancia social. Es epidemiólogo, especialista en bioética y responsable de la Red de Medicamentos de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (Alames). Señala sus dudas respecto a las vacunas para el Covid-19: “Hay muchas cosas que no son claras, entre ellas la capacidad de mutación que tiene el virus, y no están claros los riesgos. Estas dudas tienen relación con los cortos tiempos que se están utilizando en este caso, cuando las pruebas en humanos siempre llevan más tiempo. De una vacuna en tiempos acelerados, y con solo 1.100 personas de prueba, no puede saberse su efectividad y mucho menos sus efectos colaterales”, alerta Moyano Balbis. Y lo vincula a la cláusula legal que fijó la multinacional: “El Gobierno asumió el compromiso legal de no iniciar acciones judiciales contra la empresa si luego se descubren efectos no deseados en el largo plazo”.
La agencia de noticias Reuters confirma lo denunciado por Blaustein y Moyano Balbis: “AstraZeneca recibió protección contra futuras demandas de responsabilidad por productos relacionados con su vacuna Covid-19”. En su artículo del 30 de julio citó al ejecutivo de la empresa Ruud Dobber: “Esta es una situación única en la que nosotros, como compañía, simplemente no podemos asumir el riesgo si en cuatro años la vacuna está mostrando efectos secundarios. Para la mayoría de los países es aceptable asumir ese riesgo sobre sus hombros porque es de interés nacional”.
Esteban Corley, director de mAbxience (la empresa de Sigman), reconoció que aún no está confirmada la efectividad de la vacuna, pero anunció que igualmente comenzarán la su producción “para ganar tiempo”. Prometió que, en caso de no tener la autorización final, las vacunas se destruirán.
Ciencia hegemónica
El manejo de la decisión político-empresarial del desarrollo de la nueva vacuna deja al descubierto una forma hegemónica y extrema de entender la ciencia. “Se afianza un discurso neopositivista muy influyente, una ciencia que se asume como garante del progreso, que se presenta como artífice del desarrollo, pero incapaz de formular crítica alguna a los nocivos efectos que ciertos avances de la tecnociencia generan en cuerpos. Los expertos tienen la capacidad de criticar el dióxido de cloro, pero nada parecen saber sobre los efectos tóxicos del herbicida glifosato; denuncian el riesgo del movimiento antivacunas pero no se los escuchó intervenir acerca de las corporaciones asociadas al lucro de la salud, del agronegocio, el negocio forestal o las granjas porcinas”, cuestiona Blaustein. Sigue: “Una pandemia como la de hoy no se puede explicar si no es en relación con un origen zoonótico asociado al modelo extractivista, si no se tematiza el tráfico y consumo de animales, si no se habla del desmonte y desplazamiento de animales y personas a grandes centros urbanos, si no se incorpora la variable del hacinamiento en grandes urbes donde parte de la población no tiene acceso al agua, a una vivienda adecuada, a elementos de higiene o a la salud. El debate no puede ser solamente qué tipo de vacuna ni quién la genera”.
Acaso hablar de Sigman implica visibilizar esas causas que, a través del agronegocio y la cría industrial de animales, generan estas enfermedades y muertes.
En línea con lo que plantean movimientos socioambientales y pueblos indígenas, el académico advierte: “Enfrentamos un problema realmente grave que no comienza ni termina con esta pandemia. El cuestionamiento de este sistema-mundo capitalista, extractivista, colonial y patriarcal debe necesariamente incorporar muchas más voces. En tanto las y los de abajo no tengan voz, las cosas irán de mal en peor”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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