CABA
Primavera.qom
Redactaron su propia ley, designaron autoridades y definieron los objetivos de la comunidad. En el medio: iglesia, gendarmes, recuerdos de la represión y nuevo nombre para la comunidad. Una crónica de Darío Aranda.“Traé botas y abrigo”. Fueron los únicos pedidos del colectivo de militantes y profesionales que invitaron a viajar a la comunidad qom. Tenían sus motivos: el 25 de junio, día de la elección que Félix Díaz ganó por 610 votos contra 369 (a Cristino Sanabria, hijo del antiguo cacique) hubo heladas, cielo nublado y lluvia, con los caminos intransitables.
Pero el invierno parece haber cedido. Sol fuerte, ni una nube. Calor. El viejo Renault 19 sale del pueblo, hace diez minutos sobre la ruta nacional 86, (la misma que cortaron el 25 de julio de 2010 para exigir su territorio, y que terminó con la represión y asesinato de Roberto López, abuelo qom). Pastos altos y árboles añejos de ambos lados. Monte que se mantiene indemne. Ni soja, ni ganadería intensiva. La explicación es simple: se trata de territorio qom.
Una casilla de Gendarmería Nacional al costado de la ruta. Cuatro efectivos. Guardia de 24 horas al día. Es la entrada a la casa de Félix Díaz y Amanda Asijak, referentes de la lucha comunitaria. Ambas vidas corren peligro desde que se erigieron como críticos a Insfrán, desde que dejaron al descubierto a nivel nacional cuál es el rostro del kirchnerismo en las provincias feudales.
“Maten al indio”, denunciaron los qom que se escuchó de boca de la policía provincial el día de la represión. Idénticas palabras se escucharon en la sede del Partido Justicialista de Laguna Blanca, una casa vidriada, impecable, blanca, de dos plantas. El objetivo era Díaz. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigió al estado nacional que proteja a la comunidad. El puesto de Gendarmería es una respuesta al pedido de la CIDH.
Los gendarmes piden los nombres y DNI de los visitantes. Anotan y abren el paso. Saben que se está cumpliendo con el mandato de la mesa de diálogo del Ministerio del Interior. Incluso se ofrecen a hacer de remís verde oliva en su camión doble tracción.
El camino zigzagueante, con zonas anegadas, rastros de las lluvias pasadas. El mismo paisaje que se observaba desde la ruta. Monte bajo, muchas aves y ranchos humildes que se dejan ver entre árboles lejanos. Mujeres que caminan al costado del camino con sus hijos a cuestas, muchas bicicletas y ciclomotores que llevan niños como racimos.
La previa
La asamblea aún no comienza. Una decena de qom hacen una previa afuera, ronda de sillas de plástico, al sol. Aceptan una rápida entrevista. No es necesario preguntar, quieren contar.
“Fue un susto grande, muy fea la situación (la represión). Reclamamos nuestra tierra para los hijos y nietos”. (Celestina Toledo, 64 años, cinco hijos, once nietos).
“Primero no iba (al corte), pero más después era mucho el sufrir, olvidados. Encima nos balean. Dijimos ya no, hasta acá señor”. (Pascual Godoy, 63 años, siete hijos, de baja estatura y delgado).
“Ofrecieron 200 pesos por persona para que no voten a Félix. Muchos agarraron, pero votaron bien”. (Mabel Poli, joven qom, sonrisa pícara, sobre el día de la elección).
La asamblea
El salón del CIC es amplio, unos diez metros de largo y cinco de ancho. Ventanales a un lado, puertas vidriadas al frente. Bancos largos y sillas de madera. Todas las mujeres, que suman un tercio de los asistentes, están sentadas del lado derecho. Ningún hombre en esas filas. Ellos ocupan el resto de la sala.
Al frente, una mesa larga con computadoras que proyectan en tamaño cine la letra del estatuto que exige el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) para otorgar la personería jurídica a la comunidad. La exigencia estatal, “blanca”, no fue tomada por la comunidad como una carga, sino como la posibilidad de una refundación y por eso decidieron llamarla la “ley qom”, redactada por todos y que regirá el futuro de la comunidad.
Como facilitadoras en la escritura colaboran Patricia Bruyn, abogada especializada en derecho indígena. Verónica Hullipan y Miriam Liempe, por CTA Pueblos Originarios. Y, claro, Félix Díaz, alto, delgado, voz calma y firme.
Dios y Perón
Todo listo para arrancar la asamblea. Y, de pronto, la sorpresa para los ajenos a la comunidad. Un hombre de unos 40 años, delgado, no muy alto, prolija camisa blanca, toma el micrófono y comienza una arenga, con gran énfasis. Mueve el puño derecho para arriba y abajo, habla fuerte, siempre en idioma qom. Los asistentes miran al piso, escuchan atentos, en silencio. Las únicas palabras en castellano son, en distintos momentos de la alocución: aleluya, bendito seas Dios, amén. El hombre de camisa blanca es pastor evangelista y está orando, casi a los gritos.
La gran mayoría de los qom son evangelistas. La asamblea se abrió (y cerrará) con una oración.
Los ancianos se sientan adelante. Toman la palabra y se los escucha. Hablan en idioma qom, muchas veces por largos minutos, nada altera el silencio de la concurrencia.
Todos entienden y hablan qom. Las intervenciones intercalan idiomas. Los foráneos entienden a medias, preguntan, pero las explicaciones también son a medias, muy respetuosas, pero a medias. Está claro que se discute el futuro qom y lo importante es que los qom entiendan, no los visitantes.
Tienen razón.
Los ancianos recuerdan hasta dónde era territorio qom. Son mucho más que las 5180 hectáreas que solicitan en la actualidad. Incluye gran parte del Parque Nacional Río Pilcomayo. Dejan todo asentado. Germen de futuros reclamos territoriales.
Aunque son creyentes, también hay espacio para la autocrítica. Dicen que la Iglesia perjudicó su cultura. El “no matarás” atentó contra su su forma de subsistencia, la caza. El “amarás a tu prójimo” los volvió dóciles al avance criollo. Varios interlocutores, en qom, mencionaron a Perón. Parecieran hablar con agradecimiento de él, muchos se autoreconocen peronistas, por eso el voto histórico a Insfrán es algo naturalizado.
Sangre
Una mujer toma la palabra. No más de 40 años. Cabello lacio, largo. Gesticula con las manos. Habla en qom, pero se entiende que su discurso es de queja. Los hombres escuchan, las mujeres asienten con la cabeza. Intercala palabras en castellano: “No puede ser, mis hijos son qom, hablan qom”. El discurso conmueve. Algunas mujeres lloran. Habla no menos de 15 minutos. Cuando termina, las mujeres aplauden, los hombres asienten.
Los visitantes quieren saber qué pasó. Se percibe algo importante, pero no se comprende. Díaz se apiada y explica. Cuenta que la mujer está casada con un criollo. Relata que sufre la discriminación de parte de su familia política, que le hablan de “indios de mierda”, pero ella los enfrenta, defiende al Pueblo Qom y que le retruca a su suegra: “Tus nietos tienen sangre Qom”. El reclamo ante la asamblea es por qué los hijos de mujeres qom, que se casaron con criollos, no tienen derecho a la tierra. Plantea que es injusto, y que hay que cambiarlo. Este es el día y lugar, el momento de la redacción de la ley qom.
Se intercalan discursos en diferentes idiomas. Varios hombres, dos mujeres. Díaz modera. Se llega a consenso. En la nueva ley de la comunidad todos los hijos de vientre qom tendrán derecho al territorio. Todos aplauden. Democracia real, con efectos prácticos inmediatos.
La asamblea fue larga, desde las 11 hasta las 18. Ninguno se fue. Algunos se levantaban unos minutos, tomaban aire afuera y al rato volvían a entrar. Sólo se compartieron tortas fritas y medio sandwich por persona.
No faltaron las posturas enfrentadas ni los discursos extensos, como en toda asamblea. El principal punto fue el territorio, lo que es regla de todos los pueblos indígenas. Segundo: que se haga justicia por la represión del 23 de noviembre. Tercero: que se respeten los derechos humanos básicos.
Originario
El último día la asamblea fue al aire libre, en el patio del CIC, multitudinaria. Se repitieron las lógicas de los días anteriores.
Algunos acuerdos ya vigentes en la ley qom:
La máxima autoridad será el “Qarashe” (“líder junto a su pueblo”).
Se eligió por unanimidad a Félix Díaz. Mandato de diez años. Su accionar será supervisado por seis consejos (de ancianos, ancianas, hombres, mujeres, de hombres jóvenes y de mujeres jóvenes).
Cada consejo estará conformado por cinco personas.
La asamblea será “la autoridad máxima y soberana de la comunidad”. Tienen voz y voto todos los miembros de la comunidad mayores de 16 años.
Se deja sin validez la antigua forma de organización “impuesta” por la burocracia estatal. No tendrá más vigencia la “Asociación Civil Comunidad La Primavera”, que era sostenida por el gobierno provincial y nacional. “Es totalmente ajena a nuestra forma propia de organización y sólo ha sido funcional para privarnos de nuestras libertades y derechos”, explica la nueva ley qom.
Se luchará por mantener la cultura e identidad qom.
Se ejercerá el control de los recursos naturales de la comunidad.
Y, advierten en el mismo estatuto, que se realizará todas las acciones necesarias para la recuperación, y la restitución, de los territorios que fueron ocupados por el Estado o terceros sin el consentimiento de la comunidad.
La comunidad tiene nuevo nombre. No será más sólo “La Primavera”, que fue impuesta por criollos en referencia a un paraje vecino. Se recuperó el nombre original: “Potae Napocná-Navogoh”. Traducido: “Puño de oso hormiguero – La Primavera”.
El último día llegaron los técnicos del INAI, Emiliano De Lorenzo y Clarisa Martínez. Debían dar el visto bueno a todo lo actuado. Lo hicieron. Dijeron: “hay voluntad política” para que la personería jurídica sea aprobada. El trámite demandará, como máximo, dos meses, prometieron. Por las dudas, Patricia Bruyn recordó: “Es un compromiso asumido en la mesa de diálogo en el Ministerio del Interior. No hay margen para no otorgar la personería jurídica, herramienta para avanzar en la discusión del territorio”.
En la asamblea qom se mencionó reiteradas veces que la personería jurídica es un requisito solicitado por el Estado nacional y un derecho de la comunidad, pero de ninguna manera un condicionante para no reconocerse como comunidad y exigir el cumplimiento de derechos.
A un año del comienzo del corte en la ruta 86; a ocho meses de la represión que unió a la Policía, el Poder Judicial y el gobierno provincial (luego se sumó, aliado a Insfrán, el gobierno nacional) y a un mes de la elección que eligió a Félix Díaz como su líder, la comunidad qom Potae Napocná-Navogoh tuvo su asamblea de refundación, redactó su ley, eligió sus autoridades y se mostró de pie, en lucha. Quizá sin saberlo, en Laguna Blanca, el pequeño pueblo del noreste de Formosa, el Pueblo Qom escribe la historia grande de los pueblos indígenas. Puso un límite a un gobernador feudal y le recordó al gobierno nacional que los pueblos originarios también tienen derechos humanos.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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