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24 de marzo: Memoria del presente

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El caso de un adolescente secuestrado y desaparecido en democracia, Luciano Arruga, cuya investigación continúa vergonzosamente caratulada como “averiguación de paradero”, convocó a uno de los actos tal vez más simbólicos de los que se producen en estos días en torno al 24 de marzo: un acto en tiempo presente. Por eso vecinos de Lomas del Mirador, chicos de las escuelas primarias, figuras como Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora), Pablo Pimentel (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza) y Hugo Cañón (Comisión Provincial por la Memoria), por ejemplo, acompañaron a familiares de víctimas desaparecidas en democracia este viernes frente al destacamento policial cuyos integrantes hicieron desaparecer a Luciano Arruga en enero de 2009. Dato ilustrativo: no hubo funcionarios municipales, provinciales ni nacionales.

24 de marzo: Memoria del presente

Hugo Cañón, Nora Cortiñas, Pablo Pimenel, Adolfo Pérez Esquivel y Vanesa Orieta


Reclutamiento de jóvenes
No hay ningún policía procesado, pero la tenacidad de familiares y amigos ha logrado desactivar el destacamento que se había instalado en medio de los pedidos mediáticos de “mano dura”, que no bajaron ningún índice delictivo pero permitieron a la Policía Bonaerense, también en Lomas del Mirador, reclutar jóvenes para delinquir en “zonas liberadas” por la propia fuerza.
Luciano fue de los que se negó. La metodología que pone en contacto al pasado y al presente se verifica en las palabras: secuestro, desaparición, torturas, zonas liberadas. El 24 de marzo encuentra al país con la posibilidad de hacer justicia ante las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura. Pero las zonas oscuras policiales que padecen principalmente los jóvenes pobres, en casos como la provincia de Buenos Aires, parecen protegidas por la impunidad política y judicial.
Paralelos de ayer a hoy
24 de marzo: Memoria del presenteLa intención fue la de toda lucha genuina por los derechos humanos: agregar a los desaparecidos en democracia a la memoria de los 36 años del golpe. Hablaron Pérez Esquivel, Pimentel y Vanesa Orieta, hermana de Luciano, todos deteniéndose en los paralelismos de la violencia institucional de ayer y de hoy. Algunos nombres: Julio López, Jonathan Lezcano, Iván Torres, Luciano Arruga. El escenario fue el ex destacamento policial de Lomas del Mirador, dependencia de la misma Comisaría 8ª que durante la dictadura funcionó como centro clandestino de desaparición (la llamaban “Sheraton”), a donde Luciano fue trasladado y visto por dos testigos, antes de su desaparición.
El acto
Este viernes 23 el destacamento fue de los familiares y vecinos. Las paredes del lugar fueron intervenidas por alumnos de distintas escuelas de La Matanza con recortes y collages informativos que recuerdan su oscuro pasado. Las habitaciones podían visitarse aunque parcialmente: tres de las cinco siguen siendo objeto de pericias por la causa de Luciano.
Desde las 10 de la mañana los chicos mostraron sus trabajos e hicieron el recorrido por el ex destacamento. Luego habló el presidente de la Comisión Nacional por la Memoria, Hugo Cañón, quien acopló allí su intervención institucional como repudio al golpe de 1976. Aquí se incluyen los audios de cada uno de los oradores del acto.
Luego contaron a lavaca la importancia de recordar un nuevo aniversario del golpe junto a los familiares de Luciano Arruga.

Pablo Pimentel (APDH)
[audio:https://archive.org/download/AudiosLucianoArruga/lucianoarruga-pimentel.mp3]

Adolfo Pérez Esquivel
[audio:https://archive.org/download/AudiosLucianoArruga/lucianoarruga-perezesquivel.mp3]

Vanesa Orieta (hermana de Luciano Arruga)
[audio:https://archive.org/download/AudiosLucianoArruga/lucianoarruga-vanesa.mp3]

“Cambiar la mentalidad”
Pérez Esquivel: “Esto no comienza ni termina aquí, es una etapa que tenemos que ir fortaleciendo para trabajar la conciencia colectiva y la responsabilidad social, como se hizo hoy acá con estos chicos. Lamentablemente, Luciano es un desaparecido en democracia, lo mismo que Julio López, entonces hay que tratar de evitar esto y cambiar la conciencia, la mentalidad de aquellos que todavía piensan que ése es el camino. Y superar la impunidad jurídica”.
“Todos los asesinados”
Pablo Pimentel (APDH): “El hecho de que la Comisión Provincial por la Memoria haya decidido hacer su acto institucional de repudio al golpe en este lugar, nos da una connotación y un compromiso muy fuerte. De alguna manera visibiliza a todos lo que pasó con Luciano y exige que a la justicia local que actúe en consecuencia. Es un día importante de reflexión que nos compromete a profundizar todo lo que venimos haciendo acerca de Luciano y todos los pibes asesinados por la policía”.
Otro caso: Kiki
Entre los presentes, se encontraban los amigos de Jonathan “El Kiki” Lezcano, asesinado por la policía el 8 de julio de 2009 junto a su amigo Ezequiel Blanco. Durante dos meses fueron, como Luciano, jóvenes desaparecidos. La madre de “Kiki” presentó una denuncia, recurrió a Missing Children, fue a programas de televisión. Las sospechas recaían sobre la Brigada de Investigaciones de la Comisaría 52º en la que tantas veces los habían golpeado. Incluso “Kiki” había sido amenazado: “Voy a ser tu sombra”, le habría dicho un policía. Recién el 14 de septiembre los cuerpos fueron encontrados en un cementerio; se supo que fueron enterrados como NN por orden del fiscal Facundo Cubas, del juzgado de Instrucción n°49, que recién en octubre pasado fue removido de la causa. Al reconstruir la secuencia, quedó implicado el agente de la Policía Federal Daniel Santiago Vega, pero en carácter de “testigo”.
Durante 2011 la causa había sido sencillamente cerrada, a pesar de los intentos de la querella por reactivarla. El último cartucho fue la presentación de un amparo en octubre, que logra un nuevo juez. Las pruebas salen a flote. Vega pasa de “testigo” a “imputado”. Se investiga al fiscal Cubas por la errática orden de entierro. Los amigos del “Kiki” cuentan entusiasmados estas novedades: “En febrero se hizo al ronda de testigos, que era un solo, el que había visto como le disparaban al Kiki. Ahora estamos en la etapa de las audiencias esperando con ansias la declaración de Vega”.
Del lado de afuera
Vanesa Orieta, hermana de Luciano, rompió la línea conmemorativa del acto: denunció que los familiares no tienen participación en la coordinación del espacio del ex destacamento, tal cual había sido acordado con la intendencia. Hace dos semanas, cuenta, cambiaron sin aviso la cerradura de una llave que ellos también manejaban. Se entiende por qué no hubo funcionario alguno en el acto, a pesar de la omnipresente firma del intendente Fernando Espinoza sobre el cartel que dice: “Espacio para la memoria social y cultural Luciano Arruga”.
“Hoy estamos del lado de afuera lamentablemente. Por eso llamamos la atención de todos aquellos que quieren tener una participación para que tengan en cuenta que si nosotros no entramos, ellos van a tener las manos manchadas con sangre. Es increíble que nosotros, que venimos peleando por este espacio, lo tengamos que ver de afuera, y que aquellos que no han hecho absolutamente nada por nosotros ni por la familia ni por Luciano hoy pongan tremendo cartel y que chapeen con el nombre de Luciano y que intenten hacer de esto un centro social y deportivo. No lo vamos a permitir”.
De miércoles
Vanesa no oculta a lavaca toda su bronca. Desde la desaparición de su hermano, el cierre del destacamento fue su principal reclamo. Tras años de denuncias recién en 2011 lograron forzar la promesa del intendente Fernando Espinoza, el mismo que lo había inaugurado en 2007 por pedido expreso de ciertos vecinos: lo cerraría cuando se concretara “una prueba”. Desde que se demostró que Luciano había estado allí el día de su desaparición, Espinoza demoró cerrarlo hasta el 28 de diciembre de 2011 (Vanesa define: “un día de miércoles”). Pidió “perdón” a los familiares y dijo “desconocer lo que estaba pasando”. El intendente además reconoció la desaparición de Luciano.
El cartel dice ahora que el destacamento es un “Centro social de la memoria”, con el nombre de Luciano Arruga y la firma de Espinoza. Sin embargo, los familiares y amigos de Luciano no lo sienten propio.
24 de marzo: Memoria del presente
La propuesta
Sobre el tema del manejo del lugar, una semana atrás la intendencia cambió la cerradura de una llave que también manejaban los familiares y amigos, y los dejaron afuera. Pablo Pimentel completa a lavaca la secuencia: “Cuando yo hablé con el secretario de Gobierno municipal me dijo que habían cambiado la llave porque era la misma que tenía la policía. Yo le digo, está bien, pero ¿porque no le avisaron a los familiares? Y si tomaron la decisión política de no darles las llaves, díganle por qué”.
¿Qué proponen los familiares y amigos? Explica Vanesa: “Que este lugar sea un referente del tema de derechos humanos actuales. Que el de Luciano se convierta en un caso testigo de situaciones que no pueden ser visibles para el resto de la sociedad. Lamentablemente el poder político municipal no entiende que somos familiares de víctimas y que queremos transformar este lugar de muerte en un lugar de vida con nuestra forma de organización y de lucha. Nuestro trabajo acá tenía que ver con la reconstrucción de la memoria, con un archivo de casos, con una biblioteca de derechos humanos, tratando de crear un espacio para que los jóvenes de los barrios puedan ser integrados a un proyecto más humanizado. No queremos que se apropien de nuestro trabajo, ni del nombre de Luciano”.
Lugar para la vida
Pimentel: “Lo que ahora falta a este lugar es darle contenido, y el contenido tiene que estar sí o sí en el marco de lo que la familia y los amigos quieren: un lugar que sea de vida, de contención y de iluminación de otros jóvenes para que no vuelva a ocurrir lo que pasó. Si no está la familia en este espacio nosotros como APDH no vamos a participar”.
Cuando termina la jornada familiares y amigos se apuran a despegar las pancartas de las paredes del ex destacamento. Se van a Morón, a otro acto.
Tienen que devolver las llaves.
La pregunta
¿Cuál es la lógica de que esté cerrado el destacamento pero libres sus policías, sin proceso y cumpliendo funciones?
Vanesa Arruga: “Esa pregunta yo me la hago todos los días. A 3 años, la causa de mi hermano se mantiene como averiguación de paradero y yo siempre tengo estos pensamientos rápidos, que me surgen: si a tres años de desaparecido un chico de 16 años la justicia no pudo encontrarlo, yo no me puedo poner a hablar de la parte profesional de cada uno de los que están en esta causa. Porque tendría que decir que son paupérrimos, mediocres, que no saben cómo trabajar. Pero como yo creo que hay una intencionalidad, nos tenemos que valer de todos los artilugios que existan a nuestro alrededor para acorralar a esa justicia, y que en definitiva termine haciendo lo que tiene que hacer: reconocer que acá existió una participación de la policía para secuestrar a Luciano, torturarlo y desaparecerlo”.

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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