Nota
A 1 año del fallo misógino de Lucía: “No vamos a parar hasta que los jueces paguen y que sea justicia por mi hija”
Marta Montero y Guillermo Pérez, madre y padre de Lucía, marcharon otra vez a la Cámara Penal Bonaerense donde el juez Carlos Natiello debe desestimar o confirmar el fallo del juicio de la joven de 16 años asesinada el 8 de octubre de 2016. Hoy se cumple 1 año desde que los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale garantizaron la impunidad del femicidio con argumentos misóginos. La familia volvió a reiterar el reclamo del juicio político a los magistrados y la apertura de un nuevo juicio, rodeada de otras madres víctimas de violencia estatal. Marta mira para adelante: “A este nuevo gobierno que va a asumir le pido justicia, pero no por Lucía: justicia por todas. Estamos cansadas de que nos maten. Te destruyen la familia entera. ¿Qué menos y qué más que justicia podemos pedir?”.

“Tiene que ser visible lo que hacemos, me tienen que ver la cara: sé que les molesta horrores, por eso tengo que estar acá”, dice Marta Montero junto a Guillermo Pérez, mamá y papá de Lucía Pérez, en la puerta de la Cámara de Casación Penal bonaerense en La Plata. Marcharon en Mar del Plata contra la violencia machista con la foto de su hija colgada en el pecho, la misma foto que sostienen ahora después de viajar de madrugada hasta los Tribunales a un año del fallo que dejó impune el femicidio de Lucía. Ese es el motivo de esta acción.
Están parados en la vereda de la Calle 55, entre 6 y 7, porque en el primer piso del edificio a sus espaldas está la Sala IV de Casación donde el juez Carlos Natiello debe desestimar o confirmar el fallo del juicio de la joven de 16 años asesinada el 8 de octubre de 2016. En ese juicio los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale del Tribunal en lo Criminal N°1 de Mar del Plata absolvieron a los femicidas en un fallo plagado de misoginia. A Farías y a Offidani los condenaron a ocho años de prisión y una multa de 135 mil pesos por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”. Pero ambos quedaron absueltos de la acusación del delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida y favorecido por el suministro de estupefacientes en concurso ideal con femicidio”. Por su parte, Maciel fue absuelto de la acusación de “encubrimiento agravado”.
Resumen: no hay nadie preso por el femicidio de Lucía.
Tras el fallo misógino, la familia presentó el pedido de destitución de los jueces por mal desempeño. Carnevale pidió luego la jubilación anticipada, la cual le fue concedida por la gobernadora Vidal. El Senado ya realizó el sorteo que designó a los cinco legisladores titulares y tres suplentes para conformar el jury de enjuiciamiento a los tres jueces.
Pasadas las diez de la mañana lavaca se dirigió a la Sala IV para consultar por el estado de la causa. En la mesa de entradas informaron que el juez Carlos Natiello no se encontraba presente y que la causa había ingresado a la sala recién el jueves de la semana pasada.

Dice Marta Montero: “Ahora tienen seis meses para fijar una audiencia. Los tiempos no deben ser así: es un disparate. Ellos pretenden el cansancio de la familia, el desgaste, que digamos que no podemos más. Quieren ese disciplinamiento pero seguimos, con el acompañamiento de todos y todas, y con Lucía que nos da fuerza desde el cielo”.
Es entonces cuando llega Rosa Schonfeld de Bru, mama de Miguel Bru, estudiante de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, torturado, asesinado y desaparecido por policías de la Comisaría 9° de esa ciudad en 1993. Rosa estuvo cien días en esta misma vereda pidiendo justicia. “Fueron tres meses en los que nunca estuvimos solos. Eso es muy importante porque es muy distinta la lucha en soledad a que vean que son muchas las personas que los están viendo”, dice a lavaca. Y sigue: “No hay que bajar los brazos. Tiene una verdad única que es la muerte de su hija, y una vergüenza de la parte judicial donde tratan el tema de la droga y dejan pendiente la muerte de Lucía. Me parece terrible. Y me parece terrible también de parte del juez de Casación Natiello, lamentablemente lo conocemos porque intervino en la causa de Miguel y sabemos cómo es su manera de ver la justicia: al revés diría yo”.

Cuando Marta fue, dos meses atrás, vino a ver al juez Natiello a su despacho, éste la recibió a los gritos y diciendo: “Tengo 9 mil causas judiciales antes que la de tu hija”. Dice Rosa: “Todos sabemos lo que cuesta este edificio. Me resultaba tan grande, tan alto, tan desconocido. Entrás y ves cuantas mamás hay buscando justicia, y las pasean de acá para allá. Sentís impotencia. Mirás para atrás y decís: si hubiéramos estado solos se hubieran hecho un picnic, por eso lo principal es que la familia no esté sola”.
A la familia de Lucía Pérez la rodean otras mujeres. Entre ellas está Lorena, tía de Mica, asesinada en 2011, junto a su abuela, su madre y una amiga; también está Nelly, mamá de Sandra Gamboa, asesinada en 2006.
Marta mira para adelante: “A este nuevo gobierno que va a asumir le pido justicia, pero no por Lucía, justicia por todas. Estamos cansadas de que nos maten. Te destruyen la familia entera. ¿Qué menos y qué más que eso podemos pedir?”.
Entonces una mujer de pelo blanco y bastón pasa caminando junto a un señor.
Ambos se detienen frente a Marta.
La señora pregunta mirando la foto de Lucía: “¿Qué le pasó?”.
Su mamá contesta: “La violaron y asesinaron”.
La mujer cierra los ojos y lanza preguntas desde el dolor:
“¿Cuándo se termina esto? ¿Qué tenemos que hacer?”
Marta contesta: “No parar”.




Nota
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Todos los jueves de agosto, presencial o virtual. Más info e inscripción en [email protected]
Taller: ¡Autogestioná tu Podcast!
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Aprendé a crear y producir tu podcast desde cero, con herramientas concretas para llevar adelante tu proyecto de manera independiente.
¿Cómo hacer sonar una idea? Desde el concepto al formato, desde la idea al sonido. Vamos a recorrer todo el proceso: planificación, producción, grabación, edición, distribución y promoción.
Vas a poder evaluar el potencial de tu proyecto, desarrollar tu historia o propuesta, pensar el orden narrativo, trabajar la realización sonora y la gestión de contenidos en plataformas. Te compartiremos recursos y claves para que puedas diseñar tu propio podcast.
¿A quién está dirigido?
A personas que comunican, enseñan o impulsan proyectos desde el formato podcast. Tanto para quienes quieren empezar como para quienes buscan profesionalizar su práctica.
Contenidos:
- El lenguaje sonoro, sus recursos narrativos y el universo del podcast. De la idea a la forma: cómo pensar contenido y formato en conjunto. Etapas y roles en la producción.
- Producción periodística, guionado y realización sonora. Estrategias de publicación y difusión.
- Herramientas prácticas para la creación radiofónica y sonora.
Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
No se requiere experiencia previa.
Docente:
Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.




Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
- Revista MuHace 3 semanas
Mu 204: Creer o reventar
- AmbienteHace 3 semanas
Contaminación: récord histórico de agrotóxicos en el Río Paraná
- ActualidadHace 3 semanas
Los vecinos de Cristina
- ArtesHace 5 días
Vieron eso!?: magia en podcast, en vivo, y la insolente frivolidad
- ActualidadHace 4 semanas
Universidad, ciencia y comunidades: encuentro en Rosario y debate frente a la policrisis